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NOTA PRESIDENTE DE LA CORTE

Nos dirigimos a Usted para ponerlo en conocimiento de la situación de los


trabajadores del Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario y solicitar su intervención.

Desde hace unos años el organismo al que pertenecemos, a través de las


disposiciones de su coordinación, incumple y excede sistemáticamente las
atribuciones del adecuado ejercicio de la función pública, tal como ya hemos hecho
saber, siguiendo las vías legales correspondientes y en defensa de nuestros
derechos, a la Suprema Corte de Mendoza a través de notas, manifiestos y
reuniones personales mediante Asociación de Funcionarios y Gremio de Empleados
Judiciales.

A fin de esclarecer lo mencionado y en orden de la brevedad se procederá a


enumerar algunas de ellas:

1. La gestión de la pandemia, desde la Coordinación Provincial del CAI impuso


órdenes que, de manera comprobable, resultaron una significativa alteración
de la jornada laboral e injerencia improcedente en el ejercicio de la labor
profesional de psicólogas/os, psiquiatras y trabajadoras/es sociales. Estas
imposiciones pasaron sistemáticamente por alto el hecho de que este cuerpo
no está integrado por profesionales que tengan título bloqueado; por lo
mismo, se vieron afectados sus otros espacios laborales y personales con
todo lo que ello implica, siendo permanente el mensaje, desde la
Coordinación de las “razones de servicio” y la “disponibilidad total”.
2. A raíz de esto solicitamos revisiones, nunca desde una simple queja o
reclamo, sino buscando, como profesionales especialistas en el Área de
Salud Mental que somos, fundamentar con claridad los lineamientos del
ejercicio profesional de las evaluaciones periciales psíquicas. Estas
evaluaciones constituyen en el ámbito de la Justicia un dictamen científico
que eventualmente se consolida como una prueba en un proceso judicial - lo
que de manera esencial garantiza el acceso a la justicia y el adecuado
funcionamiento de la misma en causas donde siempre se dilucidan aspectos
de intenso sufrimiento de los seres humanos -. No hemos recibido respuesta
alguna, haciéndose incluso caso omiso a las consideraciones que emitiera en
consonancia el Colegio Profesional de Psicólogas, Psicólogos de Mendoza y
la Asociación Latinoamericana de Psicología Forense, en comunicado oficial
con fecha 18 de septiembre del 2020.
3. Se nos ha denegado de manera explícita espacios de comunicación o diálogo
respetuoso, siendo las disposiciones inconsultas, arbitrarias, autoritarias,
punitivas y en muchos casos amenazantes - lo que, como profesionales de
salud mental, afirmamos, constituye violencia institucional, desconociendo y
atentando contra nuestro rol profesional, así como nuestros derechos
laborales y humanos básicos.
4. Haber demostrado o demostrar disentimiento ha conllevado históricamente
castigos y represalias, lo cual es fácilmente contrastable con las resoluciones
que disponen quita de ítem riesgo (administrado de manera discrecional, es
decir, sin atención a legalidad alguna), traslados indebidamente
fundamentados alejando a los profesionales del radios de sus domicilios,
cambios de horario laborales; una prueba de esto es la resolución interna CAI
01-2021 sumado a amenazas, descalificación y maltrato.
5. Las autoridades niegan problemas en el funcionamiento del CAI, que
sostenemos con el desgaste psicofísico de los profesionales, desestimando
el malestar de los mismos a pesar de las renuncias a la institución, con
motivos relacionados directamente con el gerenciamiento del organismo, así
como renuncias al ejercicio del rol de la profesión por parte de auxiliares
ascendidos, quienes además, recibieron como castigo una nota en RRHH
denigrando lo que fue su actuación mientras formaron parte del CAI.
6. Respecto de la nula posibilidad de diálogo constructivo y de comunicaciones
asertivas - que son función indispensable de la Coordinación Provincial - no
se informó, por ejemplo, al cuerpo profesional acerca de la reciente renuncia
de dos profesionales psiquiatras, una de las cuales expuso detalladamente
los motivos de su renuncia, asociados a la situación de acoso y
hostigamiento permanente sufridas no solamente por ella sino por sus
compañeros por parte de la Coordinación. La nota no generó el alerta
correspondiente en las autoridades, ni la intervención de otros organismos
competentes como Inspección Judicial o la derivación del caso a la oficina de
sumarios.
7. Además resulta llamativo que no les interpele, el número de licencias
psiquiátricas del personal del CAI (administrativos/as y profesionales), así
como los antecedentes de denuncias por abuso de autoridad.

Existe un gran número de personas afectadas, que por temor a represalias


evitan hablar de los hechos hostiles vividos en primera persona o atestiguados, lo
cual resulta totalmente compatible con indicadores psíquicos de personas que
sufren violencia. Esto constituye una paradoja, en tanto desde la Coordinación se
gestionó una capacitación en Derechos Humanos con el CELS: en los hechos,
todas y cada una de las arbitrarias disposiciones y actuaciones desde la
Coordinación, han sido en contrario de lo que en dicha capacitación se planteó
como lineamientos indispensables.

En razón de lo expuesto, solicitamos requerir antecedentes de manera


urgente de informes de intervención a la Junta Médica de OSEP, así como
copia de los certificados emitidos por las/os profesionales de salud mental
tratantes donde se refleja que el denominador común son las razones de
violencia institucional. Así también requerimos investigar la violencia
mencionada mediante el procedimiento destinado para tal fin a través de
Inspección Judicial o intervención de la oficina de sumarios donde se lleve a
cabo la investigación correspondiente.

Encontramos un preocupante pacto de silencio de la jerarquía judicial, ante


la reiterada vulneración de derechos laborales básicos e insistente violencia
institucional. Hemos gestionado, incluso, que el propio presidente del Colegio de
Psicólogos de Mendoza se reúna con Ministros de la Corte, sin respuesta,
comunicado o decisión alguna al respecto. El presidente del Colegio, intentó hacer
comprender los alcances, modalidad, lineamientos científicos y éticos de una
evaluación pericial psíquica, tomando en cuenta que la Coordinadora Provincial no
posee esa formación ni especialidad, no obstante lo cual, impone criterios a estas
evaluaciones específicas profesionales. Los mencionados pactos de silencio y
total falta de respuesta a toda gestión que hemos intentado, constituyen una
desconfirmación de un cuerpo de profesionales especialistas en la materia:
dicha desconfirmación constituye, en la vida institucional, un grave hecho de
violencia.

El Poder Judicial no puede bajo ningún concepto, consentir que dentro de la


institución se violen los derechos que dice proteger para la ciudadanía, sobre todo
convalidando, mediante la omisión de intervención, hechos de violencia hacia
personas que deben evaluar la misma, ponderar esas situaciones y emitir
dictámenes periciales, dado que esta incoherencia procedimental además nos
invalida como una institución razonable, que cumple y hace cumplir la norma.
Resulta lamentable y hasta peligroso, en razón de esta incoherencia procedimental,
que desde las jerarquías superiores se considere y se insista en que el CAI funciona
muy bien y sin dificultades basándose en NÚMEROS Y ESTADÍSTICAS
presentados desde la Coordinación: las pericias se realizan a SERES HUMANOS,
en condiciones, como las impuestas desde la Coordinación, que de ninguna manera
reflejan la posibilidad de haber realizado esas evaluaciones con el tiempo, los
lineamientos científicos y la ética profesional que las mismas implican, sino todo lo
contrario. En síntesis: esos números no reflejan, de manera alguna, la garantía del
accesorio a una justicia que realmente responda a las necesidades de la comunidad
en la forma que corresponde.

Cabe señalar que los profesionales del CAI poseen clase 06, a diferencia de
los profesionales de EDEAAS, EPI, CUERPO DE MEDIADORES, CUERPO
MÉDICO FORENSE: ello resulta, también, una arbitrariedad, en tanto la
responsabilidad profesional, el caudal de causas que se abordan y el tenor de las
mismas no se diferencian de los organismos anteriores. Es decir, además de todo lo
antedicho, nos vemos obligados a percibir un salario reducido en comparación con
otros profesionales, de manera arbitraria. Ello, además, con el punto del ítem riesgo,
que históricamente se reclama y que, en el caso de la gestión de la actual
Coordinación, como ya se dijo, se ha propuesto discrecionalmente y sin normativa
legal alguna que lo justifique, a profesionales elegidos por la Coordinadora. Otorgar
y sacar este ítem “a dedo”, ha sido una modalidad más de castigo/represalia durante
esta gestión.

Las y los profesionales que desempeñamos nuestra labor en el CAI, lo


hacemos con vocación, dedicación y capacitación: apelamos a que la SCJ
comprenda que este Cuerpo debe funcionar con la excelencia profesional que
corresponde, para lo cual es indispensable que los derechos laborales y humanos
de quienes efectúan las pericias psíquicas estén garantizados, en tanto ello se
expresa en el verdadero y profundo acceso a la justicia de la comunidad, fin último y
esencial que debe considerar la SCJ desde las exigencias que imponga al
Coordinador Provincial del CAI.

Por último y si bien está claro que la designación de la actual Coordinadora


del CAI ha sido avalada por Acordada desde la SCJ, lo que la legitima, nos parece
INDISPENSABLE que se retome la modalidad de acceso al cargo a través de
CONCURSO DE ANTECEDENTES Y OPOSICIÓN tal como lo establece la ley.
Apelamos a una justicia transparente, neutral - tal como DEBE ser - y con el objetivo
centrado en la excelencia, idoneidad, condiciones de salud mental y antecedentes
de toda persona que se proponga como aspirante a rendir ese concurso, siendo tan
relevante el cargo de COORDINADOR PROVINCIAL DEL CAI como cuerpo asesor
de la SCJ.

Dejando en su conocimiento las graves situaciones suscitadas y vivenciadas en el


CUERPO AUXILIAR INTERDISCIPLINARIO, que han afectado la salud psicofísica
de trabajadores, solicitamos su urgente intervención, tendiente a que se tomen las
medidas pertinentes a fin de frenar la violación de derechos laborales y humanos
fundamentales de los trabajadores.

Esperamos una respuesta.

Saludamos atte.

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