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Tratamiento Físico-Químico.
El tratamiento físico químico del agua residual tiene como finalidad mediante la adición de
ciertos productos químicos la alteración del estado físico de estas sustancias que permanecerían
por tiempo indefinido de forma estable para convertirlas en partículas susceptibles de separación
por sedimentación.
Este tipo de tratamiento presenta grandes ventajas, como: una menor sensibilidad a las
variaciones tanto de caudal como de composición, gran flexibilidad en el diseño de la planta y
posibilidad de adaptación según las características del vertido ya que puede ser aplicado a
diversos efluentes, estudiando en cada caso el producto que proporcione los mejores resultados.
Para mejorar el proceso de coagulación-floculación, a fin de conseguir una mayor calidad del
efluente y una buena y rápida sedimentación, se emplea una serie de productos llamados
coadyuvantes que actúan sobre los elementos que producen interferencias en la coagulación, o
mejoran el proceso de floculación favoreciendo la formación de flóculos de mayor tamaño y
densidad, aumentando, por tanto la velocidad de sedimentación.
Tratamiento Químico.
El tratamiento químico forma parte del proceso de tratamiento de aguas residuales y se usa en la
mayor parte de las plantas para aumentar la calidad del efluente y garantizar que exista un medio
con unas condiciones óptimas para la actividad bacteriana.
La selección de los métodos de tratamiento químico a utilizar depende de las características que
deba tener el efluente; habitualmente se incluye una fase de precipitación química que permite
eliminar el fósforo y regular el pH. También se puede añadir una fuente de carbono externa en
aquellos casos en los que la disponibilidad de carbono sea un factor limitante para la
transformación biológica del nitrato en nitrógeno.
Debido a las propiedades agresivas de muchos de los productos químicos utilizados, las
estaciones dosificadoras deben diseñarse en función de los productos químicos específicos que
vayan a utilizarse. Para ello deben tenerse en cuenta los procedimientos de seguridad que sean de
aplicación, así como el diseño de los depósitos de almacenamiento de productos químicos, las
bombas dosificadoras, los mezcladores y las tuberías.
Grundfos dispone de los conocimientos técnicos específicos necesarios para conseguirlo y puede
adaptar las estaciones dosificadoras de forma que puedan utilizar productos químicos
concentrados, soluciones listas para su uso o productos sólidos secos en función de sus
necesidades, los procedimientos de seguridad que sean de aplicación, la forma de
almacenamiento de los productos químicos y las características de su sistema.
Grundfos puede proporcionarle la asistencia especializada que le ayudará a cumplir sus objetivos
de rendimiento, desde la identificación inicial de las necesidades existentes hasta la selección, la
instalación, el funcionamiento y el mantenimiento de las soluciones de bombeo y los sistemas de
dosificación. Los contratos de puesta en servicio de Grundfos le garantizan que la instalación se
realice correctamente, mientras que los contratos de servicio cubren todo tipo de eventualidades,
desde el mantenimiento rutinario hasta el suministro de repuestos.