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Al Volante
Al Volante
Al volante
Para conducir bien hay que empezar por el principio: sentarse bien al
volante. Pierda un minuto y ganará seguridad. Con la espalda bien pegada al
respaldo, estire completamente un brazo, sin separar el hombro del respaldo.
Coloque el brazo estirado justo por encima del aro del volante.
La mano debe quedar por detrás del volante y la muñeca justo encima del aro
del volante. Las piernas deben quedar algo flexionadas para llegar bien a
todos los pedales. Regule bien los retrovisores y ya puede abrocharse el
cinturón de seguridad. Y recuerde: la posición correcta de las manos en el
volante es la de las "tres menos cuarto" de las agujas de un reloj, con los
dedos pulgares apoyados sobre los radios del volante. La mayoría de los
volantes tienen ya unas hendiduras diseñadas para ello.
2. Vista
Hay que educar la vista para mirar a lo lejos y anticiparse a todo lo que
pueda suceder por delante. Esto es importante en autopista, donde la
velocidad es elevada. Por ejemplo, para detectar frenazos o las típicas
retenciones.
3. Frenar
Todos los coches llevan ya ABS. El principio es muy simple: con las ruedas
bloqueadas el coche no tiene dirección. Por tanto, el ABS impide que las
ruedas delanteras se bloqueen por fuerte que sea la frenada. De este modo,
frenar para aparcar o en un semáforo en ciudad es muy fácil. Todos sabemos
hacerlo. Frenar a 120 km/h para evitar una colisión ya es otra cosa. Pocos
conductores frenan bien en esas circunstancias.
Para detener el coche, en caso de posible colisión, sólo hay que hacer dos
cosas, pero hacerlas bien: frenar muy fuerte, como si tuviéramos que romper
el pedal y dirigir el coche con el volante hacia un sitio seguro. Hay que
olvidarse de todo lo demás (cambio, embrague o acelerador) si queremos
detenernos bien.
4 Distracciones
5. Distancia
6. Curvas
7. Neumáticos
Más del 60% de los accidentes que se producen por fallos mecánicos se
deben al mal estado de los neumáticos. Son el único punto de contacto entre
el automóvil y la carretera. A través de ellos se transmite la potencia del
motor y también la potencia de frenado. Además, participan en la suspensión
y dirección del vehículo, liberan calor de los frenos y el dibujo tiene que ser
capaz de evacuar el agua que se acumula entre neumático y asfalto cuando
llueve. Es responsabilidad del conductor mantenerlos en buen estado.
8. Prestaciones
Aunque se puede conducir un automóvil sin saber dónde tiene el motor, los
conocimientos técnicos ayudan mucho a entender su comportamiento.
9. Ayudas
10. Ecología
Gastar menos combustible también es, por supuesto, ser un buen conductor.
Hay que comprobar la presión de los neumáticos regularmente. Después de
arrancar, ponerse en marcha enseguida suavemente, sin acelerones bruscos.
Hay que procurar utilizar marchas largas, sin sobrepasar el régimen de par
motor. En los semáforos, acelerar gradualmente y subir de marchas con
rapidez. Si el coche lo tiene, hay que utilizar siempre el sistema Start & Stop
de parada y arranque automático. Y mucha moderación con el aire
acondicionado.