Está en la página 1de 4

C I E N C I AY S O C I E D A D

Volumcn V, Número 1
Eneroluníol9E0

LA MUrER(Cuento)

J U A NB O S C H

'l
La carretera
estámuerta.Nadieni nadala resucitará.
2 Larga,infinítamente larga,ni eh la pielgrissela vevida-
3 El sol la mató;el solde acero,de tan canderite at rojq un rojo que
4 sehizo blanco.Tornóseluegotransparcnte el acerobíancqy siiue
5 ahr',sobreel lornode la carrewra.

6 Debehacermuchossiglosde sumuerte.La desenterraron hombrescon


7 picosy palas.Canraban y pi.caban;algunos
había,sin,rU"rgq quiiirr*
8 t¿banni picaban.Fuemuy rargotodóaqueilo.só veíaqu,
¿, ,nuv
9 Iejos:sudaban, hedían.Detardeel acerobrancosevdvia ro¡o;
"-"íf;
entonces
1 0 en losojosde loshombresquedesenterraban la czrÍet'rar" agitabauna
l 1 hoguerapequeñita,detrásde la pupilas.
't2
La muertaatravesaba y romasy tosvientostrafanporvo
sabanas
1 3 sobreella.Depuésaquelpolvomuriótambiény seposóen la pielgris.

1! - A losladoshayarbustos espinosos.Mt¡chas
vecesta vistaseen-
J) fermade.tantaampritud.peroraspranicies estánperadas.pajonares,
16 a dist¿ncia.Talvezavesrap¿rces '
coronencactos.y roscact¡i esdn
17 allá,máslejos,embutidos en el aceroblanco.
18 - Tambiénhaybohfos,casitodosbajosy hechoscon barro.Algunos
l 9 estánpintadosde blancoy no sevenbi¡o ei sor.sórose¿estaá
t-ü;
103
20 grueso,secq ansiosode quemarsedíaa día.Lascanasdieronesastechum'
21 brespor lasque nuncaruedaagua.

22 La carreteramuerta,totalmentemuerta,esüíahí, desen-
23 terrada,gris.'Lamujer seveía,primerocomo un punto negrq
24 después como una piedraque hubierandejadosobrela momia larga.
25 Estabaall( tirada sin que la brisale movieralos harapos.
26 No la quemabael sol; tan sólo sentíadolor por los gritosdel
27 niño. El niño erade bronce,p,equeñín, con los ojos llenos I
28 deluz, y seagarraba a la madretratandode tirar de ellacon
29 susmanecitas. Prontoiba la carreteraa quemarel cuerpecito,
30 lasrodillaspor lo menos,de aquellacriaturitadesnuday gritona.
\
3ú La casaestabaallí cerca,pero no podía verse.

32 A medidaque avanzaba, crecíaaquelloque parecíauna pie-


33 dra tirada en medio de la gran carreteramuerta.Crecla,y
34 Quico sedijo: un becerro,sin duda,estropeado por auto.

35 Tendió la vista:la planicie,la sabana.Una colinaleja-


36 na,con pajonales, como si fueraesacolinasólo un montoncito
37 de arenaapiladapor los vientos.El caucede un río; lasfauces
38 secasde la tierraque tuvo aguamil añosantesde hoy.
39 Se resquebrajaba la planiciedoradabajo el pesadoacerotranspa-
40 rente. Los cactos,los cactoscoronadosde avesrapaces.

41 Mascercaya, Quicovio que en persona.Oyó distintamen-


42 telos gritosdel niño.

43 El maridole habíapegado.Por la únicahabitacióndel


) 44 bohío,calientecomo horno,la persiguió,tirándolade los cabellos
45 y machacandoa puñetazossu cabeza.

46 - iHija de malamadrel iHija de malamadre!Te voy a


47 matar como a una perra,desvergonsá!

48 - iPerosí nadiepasó,Chepe;nadiepasó!-quería ellaex-


49 plicar.

50 -ZQué no? iAhora verás!

51 Yvolvíaagolpearla.

52 a laspiernasde su papá;no sabíaha-


El niño seagarraba

104
53 blaraún y pretendíaevitarlo.El veíala muiersangrando por la nariz.La
54 sangreno le dabamiedo,no, solamentedeseos de llorar,de gritarmucho.De
5 5 seguromamá moriría si seguía
sangnndo.

56 Todo fue porquela mujer no vendióla lechede cabra,como


s7 él selo mandara;alvolverde laslomas,cuatrodíasdespués,no hallóel di'
5 8 nero.Ella contó que sehabíacortadola leche;laverdadesque la bebióel
59 niño. PrefiriónO tenerunasmonedasmása que la criaturitasufrieraham-
60 bre tanto tiemPo.

61 La diio despuésque semarcharacon su hijo:


62 - iTe matarési vuelvesa estacasa!
' 6 3 La mujerest¿batiradaen el pisode tierra;sangraba mucho
y
64 nadaoía. Chepe,frenético, laarrastrí hastala Y se quedó
carretera.
65 allí, como muerta,sobreel lomo de la granmomia.

66 Quico tenía aguaparadosdíasmásde c¿mino,perocasito


67 da la gastóen rociarla frentede la mujer.La llevóhastael bohío, dándola
68 el brazo,y pensóen rompersu camisalistadaparalimpiarlade sangre.

69 Cfepe entró por el patio.

70 - iTe dije que no queríavertemáspor aqul, condená!

7'l Pareceque no habíavistoal extraño.Aquel aceroblanco,


72 transparente,le había vuelto fiera, de seguro.El pelo era estopay lascór'
73 neasestabanrojas.

74 Quicole llamó la atención;peroé1,'mediolocq amenazó


75 de nuevoa su víctima.lba a pegarlaya. Entoncesfue cuandoseentablóla
76 luchaentre los doshombres.

77 El níño pequeñín,pequeñín,comenzóa gritarotra vez;ahe


78 ra seenvolvíaen la faldade su mamá.
l
79 La luchaeracomo una canciónsilenciosa.No decíanpala-
80,bra. Sólo seoían los gritosdel muchachoylaspisadas
violentas.

8',| La muiervio cómo Quicoahoghbaa Chepe:tenfalos dedos


82 engarfiadosen el pescuezode su marido. Estecomenzópor cerrarlos oios;
83 abiía la boca y le subíala sangreal rostro.

84 Ella no supoqué sucedió,perocerca,junto a la puerta,


85 estabala piedra;una piedn como lava,rugosa,casinegra,pesada.Sintió

105
86 que le nacía una fuerzabrut¿|.La alz6.Sonósecoel golpe.Quico,primero
87 soltóel pescuezo del otro, luegodobló lasrodillas,despuésabrió los brazos
88 con amplitudy cayóde espaldas; sin queiarse,
sin hacerun esfuerzo.

89 La tierradel pisoabsorbíaaquellasangretan roia,tan


90 abundante.Chepeveíala luz brillaren ella.

9'l La mujer teníalasmanoscrispadas sobrela cara,todo


92 el pelo sueltoy los oios pugnandopor saltar.Corrió.Sentíafloiedaden
93 lascoyunturas.Queríaver si alguienvenía;ppro sobrela grancarrefera
94 muerta,totalmentemuerta,sóloestabael sol que la mató.Allá, al final de la
95 planicie,la colinade arenasque amontonaronlos vientos.Y cactos,em-
97 butidosen el acero.

NOTA:

Parafiiar estet€xto, hemosconsultadolassiguientes


"ersiones:
Bosch,Juan.cuentos cscritosantesdel exilio. Gráficos,
Tallercs santo Domingo,1974,
Págs.9 2 13.

Fernández DidácticasUASD,1977,Págs.261a
de Perdomo,Yolanda,y otros.Expcrlencias
265.

Cartagena,Aida. NarradoresDominicanos(Antologfa). Editorial Monte Avila, Caracas,


1969,Págs.l5 a I 8.

106

También podría gustarte