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CONFERENCIA INAUGURAL MEMORIAL DR.

MUÑOZ YUNTA

El paradigma reticular de la memoria cortical


Joaquín M. Fuster

Introducción. Los avances de la neurociencia cognitiva en los últimos años nos obligan a cambiar radicalmente el modelo Profesor de Psiquiatría y Ciencias
Biológicas del Comportamiento.
tradicional de representación de memoria en la corteza cerebral. El viejo modelo (modular) postulaba un área distinta Escuela de Medicina. Universidad
para cada forma de representación cognitiva (memoria operante, visual, auditiva, táctil, fisonómica, semántica, etc.). En de California-Los Ángeles (UCLA).
el nuevo paradigma, las memorias y objetos mentales de conocimiento están constituidos por amplias redes de neuronas Los Ángeles, California,
Estados Unidos.
corticales ligadas sinápticamente por la experiencia.
Correspondencia:
Desarrollo. Se presentan los principios fundamentales de este paradigma, con énfasis en sus aspectos estructurales, clínicos y Dr. Joaquín M. Fuster. UCLA
de desarrollo. A partir del nacimiento, y con cada nueva experiencia, estas redes o cógnitos se van formando o reformando por Semel Institute for Neuroscience
and Human Behavior. 760
medio de procesos asociativos sinápticos que siguen gradientes filogenéticos, ontogenéticos y conectivos, desde las áreas sen- Westwood Plaza. Los Angeles,
soriales y motoras hacia las cortezas asociativas. Los cógnitos nuevos se van autoorganizando en dos jerarquías de redes, con CA 90095-1759, USA.
base sensorial y motora. La jerarquía perceptual, en la corteza posterior, representa cógnitos definidos por parámetros senso-
E-mail:
riales en áreas sensoriales primarias, y los cógnitos perceptivos individuales (por ejemplo, memoria autobiográfica y episódica, joaquinf@ucla.edu
conocimiento semántico), en áreas asociativas posteriores. La jerarquía ejecutiva, por otra parte, representa movimientos
Aceptado tras revisión externa:
concretos en las áreas motoras frontales, y acciones más complejas (p. ej., planes de conducta) en la corteza prefrontal. 15.01.10.
Conclusiones. La investigación reciente nos obliga a abandonar los modelos tradicionales, ‘modulares’ o ‘geográficos’, de Cómo citar este artículo:
la memoria cortical. En su lugar, se impone con creciente vigor su paradigma reticular, el cual tiene importantes implica- Fuster JM. El paradigma reticular
ciones con respecto al desarrollo cognitivo del individuo, la clínica de las lesiones corticales y la rehabilitación del enfermo de la memoria cortical. Rev
Neurol 2010; 50 (Supl 3): S3-10.
con tales lesiones.
© 2010 Revista de Neurología
Palabras clave. Aprendizaje. Cógnitos. Formación de memoria. Jerarquías corticales. Memoria ejecutiva. Memoria ope-
rante. Memoria perceptual. Plasticidad cortical. Redes de memoria.

Introducción histórica efectos de lesión cortical en animales. A pesar de


la persistente incertidumbre acerca del papel de las
La neurociencia cognitiva surgió a mediados del vastas áreas asociativas, ha seguido en vigor la tra-
siglo xix a partir de las observaciones de Broca dición de inferir que, en lo que se refiere a memoria
sobre un enfermo con lesión del área frontal que cognitiva, por ejemplo, en la corteza existe ‘un sitio
lleva su nombre [1]. Con ellas, el área de Broca, para cada memoria y cada memoria en su sitio’.
en la circunvolución inferior del lóbulo frontal iz- Ya desde su principio, ese modelo cognitivo mo-
quierdo, quedó establecida como el área o ‘módulo’ dular se vio criticado por los escépticos, investiga-
cortical responsable de la articulación del lenguaje. dores experimentales y clínicos, quienes abogaban,
Wernicke [2] le siguió con la identificación de un aunque sin demasiada evidencia convincente, por
área semántica, o de significado del lenguaje, en la un modelo de distribución más ‘holístico’ de las
corteza posterior (temporoparietal). Los fisiólogos funciones cognitivas, sobre todo la memoria. El
continuaron el progreso de la neurociencia cog- escepticismo de los críticos alcanzó su apogeo con
nitiva, más tarde identificando por estimulación y las investigaciones del psicólogo Lashley [3], quien,
registro eléctricos numerosas áreas o módulos cor- tras numerosas lesiones limitadas de la corteza en
ticales dedicados al análisis de las sensaciones y la animales de distintas especies, buscó, pero no pudo
ejecución de movimientos. Paralelamente, y hasta encontrar ningún déficit en la conducta de discri-
tiempos recientes, el modelo cognitivo modular minaciones sensoriales previamente aprendidas.
que comenzó con Broca se ha visto fortalecido por Concluyó que la memoria cortical debería estar
la clínica y los estudios neuropsicológicos de los ampliamente distribuida. A esta última proposición

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se adhirieron a su debido tiempo varios teóricos, Definición de red cognitiva (cógnito)


clínicos e investigadores.
El primero entre los teóricos fue Friedrich von El concepto esencial del paradigma reticular es el
Hayek, quien ya en los loas años veinte, siendo es- ‘cógnito’ o red cognitiva. Un cógnito es una unidad
tudiante de psicología en Viena, escribió un ensayo de conocimiento o memoria en la corteza cerebral,
sobre la percepción que eventualmente se publica- que contiene asociados entre sí todos los elementos
ría con el título de El orden sensorial [4]. En él, el de percepción o acción relacionados con un hecho,
que en 1974 sería el primer premio Nobel de eco- un objeto, un acontecimiento vivido o una expre-
nomía, postula que en la corteza cerebral existen sión lingüística. Así pues, el cógnito está definido
amplios ‘mapas’ o redes de neuronas entrelazadas por una red de neuronas corticales que se ha for-
por asociación entre estímulos sensoriales simultá- mado con la experiencia ambiental y educativa del
neos. Esos ‘mapas’ codifican simplemente por sus individuo. En la proximidad de las áreas sensoriales
conexiones la memoria de los estímulos asociados o motoras, los cógnitos son relativamente circuns-
y constituyen el aparato de la percepción, la cual, critos, casi modulares, y representan sensaciones
según Hayek, no es más que la categorización del y movimientos simples en redes relativamente pe-
mundo exterior por medio de la memoria prees- queñas. Éstas, con la experiencia, se van asocian-
tablecida en redes corticales. Con ello reafirma el do entre sí para formar redes progresivamente más
principio de Cajal [5], según el cual la base de la amplias que representan memorias y objetos de co-
memoria es el refuerzo y la creación de contactos nocimiento progresivamente más extensos. Como
entre neuronas (sinapsis). Más recientemente, se consecuencia, unas redes quedan anidadas en las
han propuesto varios modelos cognitivos en redes otras, en las que las mayores ocupan amplias ex-
por parte de neurocientíficos, informáticos y exper- tensiones de la corteza asociativa para representar
tos en inteligencia artificial [6-10]. conocimientos abstractos y memoria semántica.
Entre los neurólogos, ninguno contribuyó tanto Como sea que los cógnitos son redes que a su vez
a una visión conexionista cortical de la cognición se componen de otras muchas, unas dentro de las
como Norman Geschwind [11]. Su adopción de otras, el conjunto de información almacenada en la
esta visión provino no tanto del estudio de amne- corteza constituye un ingente enjambre de redes pro-
sias como del estudio de las afasias, agnosias y agra- fusamente interconexas y solapadas. Por eso, prácti-
fias resultantes de lesiones corticales. Lo esencial camente en cualquier lugar de la corteza una célula o
de su contribución fue la importancia que él dio asamblea de células puede formar parte de muchos
en aquellos síndromes a lo que él llamaba ‘desco- cógnitos, de muchas memorias u objetos de cono-
nexión’ cortical, sentando con ello la base conectiva cimiento. Dentro de una determinada red cognitiva
de los trastornos cognitivos de la corteza asociativa hay nodos de asociación sináptica densa y múltiple,
relacionados con el lenguaje. Sus trabajos impulsa- por cuanto asocian fuertemente las propiedades co-
ron vigorosamente el estudio de las conexiones cor- munes de muchas memorias o conocimientos.
ticocorticales por nuevos métodos de tinción y de El contorno de un cógnito, sin embargo, es difuso
transporte [12-14]. Así, se estableció la estructura y mal definido, por cuanto contiene conexiones débi-
reticular de la corteza que Hayek y demás teóricos les o virtuales con otras muchas redes en áreas más o
habían postulado para la percepción, la memoria y menos alejadas de la corteza. Estas conexiones ofre-
el conocimiento. cen el potencial para nuevas asociaciones, a saber,
El paradigma reticular de memoria que aquí se para la formación de nuevas memorias y conocimien-
expone tiene su base empírica en los trabajos expe- tos o para la modificación de los existentes. Por así
rimentales de los últimos años con tres metodolo- decirlo, estas conexiones son las enmiendas latentes
gías modernas: el registro de actividad neuronal en del olvido y a la vez las simientes de la creatividad y
el mono que utiliza memoria operante, el estudio de la rehabilitación. La última se necesita cuando por
de la electrofisiología computacional de la memo- enfermedad, como la demencia, fallan las conexiones
ria en el mono y el humano, y el uso de la imagen internas del cógnito y tienen que formarse otras nue-
funcional de la corteza humana. En otras publica- vas que permitan el acceso a la memoria perdida.
ciones [15,16] he evaluado críticamente la eviden-
cia procedente de aquellas metodologías a favor del
paradigma reticular de la memoria cortical. En este Formación y organización de la memoria
trabajo, me limito a presentar los principios funda-
mentales de este paradigma, con énfasis en sus as- El principio fundamental de la formación de memo-
pectos estructurales, clínicos y de desarrollo. ria, aplicable también al aprendizaje de acciones, es

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la modulación sináptica de la membrana neuronal


[17], con la llegada simultánea a ésta de estímulos Figura. Diagrama de la corteza lateral izquierda con designación numérica de las distintas áreas citoar-
quitectónicas según el mapa de Brodmann. Las áreas primarias sensoriales y motoras están coloreadas
de origen distinto. Los primeros en enunciar teó- en azul y rojo, respectivamente. El color palidece a medida que las jerarquías de memoria se expanden
ricamente este principio, ahora respaldado sobre hacia arriba y entran en las áreas asociativas, las cuales contienen los cógnitos más complejos y abstrac-
todo por estudios en invertebrados, fueron Hayek tos. El esquema superior, con el mismo código cromático, muestra la distribución jerárquica de los distin-
[4] y Hebb [18]. Se desconoce todavía el mecanis- tos tipos de memoria, así sea perceptual, en la corteza posterior, como ejecutiva, en la corteza frontal.
mo fisiológico de la facilitación sináptica por con-
vergencia simultánea. Lo que sí se sabe es que por Memoria ejecutiva Memoria perceptual
este mecanismo se facilita permanentemente la res-
puesta de las células a cualquiera de los estímulos Conceptual Conceptual
originalmente asociados entre sí –a saber, que co-
Planes Semántica
incidieron en el tiempo–. Por el mismo mecanismo
se van formando los cógnitos o redes cognitivas, los Programas Episódica
cuales enlazan las células que representan indepen-
Actos Sensorial
dientemente aquellos estímulos. También se sabe simples
que para que se formen en la corteza nuevas redes
Filética
de memoria –esto es, nuevas memorias– se nece-

Gus

Visió
Tact

Oíd
Olfa
sita la integridad funcional de ciertas estructuras Conducta, lenguaje

o
to

o
to
límbicas, especialmente el hipocampo [19].

n
Además del hipocampo, es de suponer que la
31
amígdala constituye un complejo nuclear límbico 2
de importancia capital en la formación de memo- 6
ria. Con toda probabilidad, los núcleos amigdalinos 5
confieren a los cógnitos corticales información re- 88
9 7
levante acerca del significado emocional de los estí- 4
mulos externos y viscerales que se unen en formar
memoria. La atención, la aversión, el placer, la ex- 46
9
pectativa y el afecto que esos estímulos provocan 40
39
han de ser indudablemente factores prominentes en 10 6
la facilitación de conexiones sinápticas a la raíz de 45 44 19
43 41
la deposición de nueva memoria. En última instan- 42 18
cia, lo que llamamos ‘memoria emocional’ tiene que 11 47 22
consistir en las conexiones que se forman entre los 37 17
cógnitos corticales y las aferencias emocionales que 38 21
llegan del sistema límbico en coincidencia temporal
con los estímulos que forman aquellos cógnitos. La
20
aferencia emocional sería una fuente adicional a las
aferencias sensoriales o motrices moduladoras de
las sinapsis de la red cognitiva.
Una particularidad importante de la formación
de memoria es que los estímulos coincidentes ex-
ternos no sólo se asocian entre sí, sino que, al mis- la coactivación de cógnitos de acción previamente
mo tiempo, se asocian con redes corticales prees- aprendida, o incluso innata. Todo ello ocurre en re-
tablecidas que contienen elementos semejantes des corticales, tal como Cajal postuló hace un siglo:
–sensoriales, motores o emocionales–. Por esta re- por la formación de nuevos contactos (sinapsis) y
lación de semejanza, los estímulos externos activan por el refuerzo de los existentes.
estas redes internas y se unen a ellas, modificándo- Como base de partida de todas las memorias,
las. Cógnitos nuevos se añaden a los viejos, y con tanto perceptuales como ejecutivas, está la memoria
ello la memoria nueva se añade a la vieja, no sólo filética. Ésta no es más que la estructura citoarqui-
modificándola, sino también consolidándola. Lo tectónica de las áreas sensoriales primarias sensoria-
mismo ocurre en el terreno de la acción, es decir, de les y motoras de la corteza. Esta estructura es parte
la memoria ejecutiva. El aprendizaje de actos nue- de la memoria genética, la ‘memoria de la especie’,
vos tiene lugar por la coincidencia temporal de im- adquirida en el curso de la evolución como resultado
pulsos propioceptivos coincidentes, y además por de la adaptación del organismo a su medio ambiente.

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Aunque es estructura anatómica, podemos llamar- y conocimientos concretos, dispersos, repetidos y


la ‘memoria’ por cuanto: a) almacena en sí misma similares con sede inferior sensorial o motriz. En
el innato aparato nervioso para adaptarse al medio; segundo lugar, los distintos tipos de memoria –se-
b) tiene que pasar para su viabilidad por un perío- mántica, episódica, sensorial, ejecutiva de varios
do crítico posnatal de ‘ensayo’ –sensorial y motor– a subtipos, etc.– están extensamente entremezclados,
modo de consolidación inicial en el individuo; y c) ya desde su formación inicial. Por ejemplo, elemen-
se reactiva, como en el reconocimiento de memo- tos semánticos (como los nombres, los rostros, los
ria, con actos perceptivos o motores en el resto de lugares geográficos, etc.) forman parte de cualquier
la vida. Lo esencial aquí es que la memoria filética memoria episódica. De ello se deduce que mucha
es la base estructural de todas las memorias también de nuestra memoria es heterárquica, y no clara-
estructurales –esto es, reticulares– del individuo. mente estratificada como sugiere la figura, cuyo ob-
Cada memoria individual, del género que sea, se jetivo es esquematizar. Por el contrario, un cógnito
forma por modulación sináptica de las redes cortica- contiene en su estructura reticular elementos aso-
les que tienen su base en áreas sensoriales y motoras ciativos –subredes– en varios niveles de jerarquía
(memoria filética) y se ensanchan jerárquicamente y de abstracción. En tercer lugar, la conectividad
hacia arriba a través de las áreas asociativas poste- horizontal (flechas verdes) entre redes perceptuales
riores y frontales. A medida que en el curso de la y ejecutivas, en todos los niveles de la corteza, es
vida se van formando nuevos cógnitos, éstos, según fundamental en la dinámica de la conducta, el razo-
su nivel de abstracción o especificidad, encuentran namiento inductivo y el lenguaje. Esta conectividad
su lugar apropiado en las jerarquías perceptual y eje- constituye la infraestructura nerviosa del ciclo per-
cutiva de corteza posterior y frontal, respectivamen- cepción-acción, a saber, de la interacción ciberné-
te. Allí engarzan con redes preexistentes, con las que tica, circular, entre memoria perceptual y memoria
comparten asociaciones comunes o de semejanza. ejecutiva. Esta interacción tiene una profunda base
En general, los cógnitos perceptuales y ejecutivos biológica [20]; en sus niveles más elevados, cogniti-
simples y concretos quedan ubicados en áreas cer- vos, el ciclo involucra las conexiones entre corteza
canas a los ingresos y egresos sensoriales y motores. posterior y prefrontal. Von Weizsäcker [21] intro-
Cógnitos más amplios, semánticos y abstractos se dujo el concepto del ciclo en la clínica neurológica.
extienden por divergencia conectiva corticocortical Por último, conviene considerar la posibilidad
hacia las áreas asociativas de ambos sectores, per- de que en el hombre existan, dentro de las dos je-
ceptual y ejecutivo. Las dos jerarquías de memorias rarquías corticales, perceptual y ejecutiva, otras dos
corticales están esquematizadas en la figura. En ella jerarquías de redes paralelas e íntimamente relacio-
se muestran los distintos, pero escasamente defini- nadas con ellas para almacenar y articular el lengua-
dos, estratos de memoria en redes, desde los más je. ¿Existe un sistema global semántico en la corteza
simples a los más complejos o abstractos. que trascienda la ubicación de la memoria semán-
Conviene destacar en la figura tres detalles im- tica? La técnica funcional de imagen parece indicar
portantes: que esto es efectivamente así [22]. Lo que sí es cierto
– El ascenso de redes en ambas jerarquías se realiza es que en el lenguaje hablado, y aun en el escrito, hay
mayormente por divergencia de conexiones (de una relación dinámica sostenida entre corteza pos-
ahí los ‘conos’ invertidos en la figura superior). terior y frontal dentro del ciclo percepción-acción a
– La conectividad entre niveles es recíproca, de través del medio ambiente, en cuyo medio natural-
abajo arriba y de arriba abajo. mente ocupan lugares prominentes el interlocutor y
– También es recíproca la conectividad lateral en- la página escrita o el ordenador. Muchas afasias, ag-
tre áreas y redes perceptuales y ejecutivas (fle- nosias, dislexias y agrafias pueden ser resultado de la
chas verdes). interrupción patológica del ciclo percepción-acción
a nivel cortical, a saber, de los síndromes de desco-
Estas propiedades de la conectividad cortical entre nexión cortical tal como los postuló Geschwind.
redes de memoria implican ciertas características
generales de la formación y organización dinámicas
de la memoria. Recuerdo, reconocimiento
En primer lugar, la memoria perceptual o eje- y memoria operante
cutiva abstracta, como los conocimientos semánti-
cos y los conceptos globales de acción planificada, Nuestra vida ordinaria requiere un flujo continuo de
está ampliamente distribuida a lo ancho de la cor- activación de memorias y conocimientos en nues-
teza, habiendo surgido ‘hacia arriba’ de memorias tra corteza cerebral; requiere, por lo tanto, la acti-

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vación sucesiva, el reconocimiento, de cógnitos al- de organización temporal de la conducta, el razo-


macenados a largo plazo. Mucha de esta activación namiento y el lenguaje.
cortical es inconsciente; así lo es, por ejemplo, la El contenido de la memoria operante está consti-
percepción (activación de memoria perceptual) de tuido por redes de memoria establecida a largo pla-
eventos ordinarios, a menos que no se trate de un zo, activadas y suplementadas, ‘puestas al día’, por así
evento nuevo, inesperado o que haya entrado en el decirlo, con los elementos pertinentes del momento.
foco de nuestra atención. Lo mismo puede decirse Esas redes contienen, naturalmente, el contexto en el
de la conducta automática y refleja, que también es que se despliega el ciclo percepción-acción, aunque
inconsciente a menos que no requiera modificación el foco de atención esté mayormente en aquellos ele-
inesperada y más o menos inmediata de la acción. mentos adicionales. Sólo su vigencia actual separa la
Por los mismos motivos, la consciencia es inne- memoria operante de la memoria a largo plazo.
cesaria para el ciclo percepción-acción. Éste puede Como quiera, pues, que la memoria operante está
proseguir hacia sus objetivos subliminalmente, con constituida esencialmente por memoria a largo plazo
mínima activación de la corteza y de sus redes –esto activada ad hoc, provisionalmente, su estudio neu-
es, inconscientemente–. En el recuerdo consciente, rofisiológico se ha convertido en terreno fértil para
bien sea espontáneo, intencional o por reconoci- investigar la organización y dinámica de la memoria
miento, la activación de las redes de memoria al- establecida en la corteza cerebral. Es relativamente
canza el dintel de la consciencia, con lo cual nos ha- fácil adiestrar un mono o instruir a un humano para
cemos conscientes de los procesos cognitivos que que realice una tarea de memoria operante. Por otro
subyacen la evocación de nuestras memorias y la lado, la limitación experimental del período de re-
conducta de nuestras acciones. tención operante provisional permite el análisis de
Así como la adquisición y estructura de la me- señales eléctricas, concretamente durante la activa-
moria son fenómenos fundamentalmente asociati- ción de memoria. Hace casi 40 años se descubrieron
vos, su evocación también lo es. Recordamos –y re- en la corteza prefrontal las ‘células de memoria’, neu-
conocemos– por asociación lo que ya está asociado ronas que mantienen una descarga persistentemente
entre sí en nuestra corteza. Un estímulo externo o elevada durante la memoria operante [23]. Hoy sa-
interno, en un contexto determinado, es suficiente bemos que tales neuronas están ampliamente espar-
para activar no sólo las áreas primarias de la corte- cidas por la corteza, sobre todo por la corteza pre-
za, sino, además, a través de ellas, las redes cogniti- frontal, junto con determinadas áreas de la corteza
vas o cógnitos en áreas asociativas que almacenan la posterior, según sea la modalidad sensorial del ‘me-
memoria relacionada con el estímulo y su contexto. morando’. También sabemos que éstas son las áreas
La memoria operante, también llamada ‘memo- implicadas en la memoria a largo plazo, que la tec-
ria de trabajo’, es la retención temporal de una per- nología de imagen muestra activadas en la memoria
cepción para la realización de un acto consecuente operante. En realidad, estos hechos constituyen una
a corto plazo. Esencialmente, es la activación pro- buena parte de la base empírica del razonamiento
visional de un cógnito cortical para la realización detrás del paradigma reticular [16].
a corto plazo del acto que le corresponde. En tér-
minos subjetivos, fenomenológicos, lo que define
la memoria operante es no sólo su contenido, sino Plasticidad
su objetivo. No lo es su duración en el tiempo. El
elemento teleológico es esencial y definitivo de este Por definición, la formación de cualquier tipo de
estado –más que tipo– de memoria. La memoria memoria en la corteza cerebral es un proceso plás-
operante, pues, es una parte literalmente integran- tico. Consiste esencialmente en la modificación de
te del ciclo percepción-acción, siempre y cuando el la infraestructura sináptica de redes neuronales
ciclo contenga interrupciones, incertidumbre, am- corticales como resultado de la experiencia vital
bigüedad y complejidad, tanto sea en la percepción después del nacimiento –y aun antes, en el curso de
como en la acción. Como quiera que estas propie- la evolución, si aceptamos la definición de memoria
dades implican la activación prominente de redes filética–. La modificación, mejor dicho modulación,
corticales de memoria perceptual y ejecutiva, la sináptica de cógnitos resulta de la interacción de és-
memoria operante suele ser consciente. Es más, por tos con el medio ambiente. En términos cognitivos,
esta razón se la ha denominado ‘atención dirigida a el contacto con el medio induce constantemente
una representación interna’. De todas sus caracte- cambios en la conectividad cortical, los cuales, en
rísticas, se deduce la importancia crucial de la me- el curso de la vida, van resultando en la expansión y
moria operante en todas las operaciones mentales diferenciación de las redes neuronales corticales de

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memoria y conocimiento. Es un proceso acumula- los estimulantes nerviosos, desde la cafeína hasta el
tivo constante en el que cógnitos nuevos modifican metilfenidato, pueden ser beneficiosos en ciertos
o sustituyen a los viejos. pacientes, como mínimo por cuanto estimulan la
En la infancia y la adolescencia, este proceso tie- atención y la formación y evocación de memoria,
ne lugar pari passu con la maduración de las áreas entre otras funciones cognitivas. Pero tienen el in-
corticales, que sigue gradientes ontogenéticos y conveniente de agravar el estado de confusión y agi-
conectivos que progresan desde áreas sensoriales tación de algunos pacientes y de causar insomnio
y motoras primarias hacia áreas asociativas. Éstas, en muchos. Los fármacos hoy más útiles probable-
las últimas en madurar [16,24], acumulan los cóg- mente son los que estimulan el sistema colinérgico,
nitos perceptuales y ejecutivos más complejos y como la fisostigmina y sus derivados (por ejemplo,
abstractos. Complejidad y abstracción resultan de el donepecilo), que bloquean el catabolismo de la
la discriminación, generalización y repetición de ex- acetilcolina, inhibiendo su enzima, la acetilcolines-
periencias semejantes. La educación consiste en el terasa. Sin embargo, la respuesta favorable a estos
aprovechamiento de estos procesos corticales para fármacos es variable entre distintos pacientes, tem-
facilitar la adquisición de nuevos conocimientos y poral y frecuentemente acompañada de efectos se-
memoria semántica. Las áreas corticales asociati- cundarios perjudiciales.
vas, y por deducción sus redes, no alcanzan su ma- ¿Cómo y hasta qué punto se puede recurrir a la
durez estructural hasta la tercera década de la vida, plasticidad de las redes corticales para restaurar los
supuestamente cuando las funciones cognitivas al- huecos estructurales que en ellas crean la vejez, el
canzan su apogeo. trauma y la enfermedad? Lógicamente, la rehabi-
A partir de entonces, aunque con considerable litación de la memoria reticular cortical tiene que
variabilidad individual, tiene lugar un deterioro ge- apuntar a dos objetivos: el refuerzo de las redes
neralizado, al principio muy lento, de la plasticidad existentes y el aumento de sus nuevas asociaciones,
de las redes cognitivas corticales. Este deterioro de sus ‘líneas de acceso’. En principio, ambos objeti-
afecta a la vez a la capacidad para adquirir memoria vos exigen el uso de las redes para contrarrestar su
y para recordarla. En el adulto normal, el deterioro pérdida (use it or lose it). Por lo tanto, es obligatorio
es ligero; para el uso habitual del conocimiento, se el ejercicio mental sin límite de edad. Aquí convie-
va cubriendo el deterioro con la reiteración, el ensa- ne también contrarrestar el deterioro concomitante
yo y la apertura de nuevas conexiones asociativas. de otra función cognitiva que se agrava con la edad
Con el envejecimiento, el deterioro se hace más y también con ciertas patologías: la atención. Con
rápido y afecta sobre todo a las asociaciones tenues la pérdida de atención se pierde la capacidad para
y específicas, como son las fechas, los rostros y los construir y recuperar cógnitos. Sin atención no se
nombres de personas. Más accesibles al recuerdo aprende ni se recuerda, lo que quiere decir que hay
son las memorias y conocimientos abstractos, por el que motivar al paciente amnésico para superar bien
motivo de que sus redes están más ampliamente an- sea su amnesia anterógrada, bien retrógrada.
cladas en experiencias múltiples y, por lo tanto, son El principal objetivo del ejercicio mental (‘gim-
accesibles a múltiples asociaciones. Es atractiva la nasia mental’) es utilizar la continua plasticidad de
idea de que la llamada sabiduría del anciano se basa las redes cognitivas para reforzarlas y ensancharlas.
en la riqueza de esas redes elevadas y firmemente Con el uso continuado, esas redes se fortalecen, y
establecidas por la experiencia repetida, las cuales al mismo tiempo se forman en ellas nuevas asocia-
abstraen en su armazón conectivo los principios éti- ciones que facilitan su reactivación y abren acceso
cos y pragmáticos de percepción y de acción. al recuerdo. Aunque la evidencia experimental al
Con el deterioro patológico de la memoria en respecto es todavía escasa, es lógico suponer que
la demencia, cualquiera que sea su origen, se van esto se consigue por refuerzo de contactos sinápti-
perdiendo los distintos tipos de memoria, comen- cos en la periferia de los cógnitos, contactos aque-
zando con los más concretos y terminando con los llos que los unen subliminalmente a otros cógnitos
más abstractos y semánticos. Hay extraordinaria o estímulos más o memos remotos. En nuestra vida
variabilidad individual en el orden del deterioro ordinaria, reparamos olvidos tanteando en nuestra
[25], pero, en general, este orden sigue el de la evo- mente asociaciones de contenido o contexto con la
lución y la ontogenia, aunque a la inversa: tanto en memoria que nos elude en aquel momento. Cuan-
el envejecimiento normal como en el patológico, la do damos con una de ellas, la reforzamos y, con
involución deshace el camino de la evolución. ello, afianzamos la memoria. La profilaxis y aun el
La farmacología de la memoria en las demencias tratamiento de la memoria deben incluir la formali-
es útil, pero tiene sus límites. Prácticamente todos zación de este proceso.

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Conclusiones 3. Lashley KS. In search of the engram. Symp Soc Exp Biol
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4. Hayek FA. The sensory order. Chicago: University of Chicago
La investigación reciente nos obliga a abandonar Press; 1952.
los modelos tradicionales, ‘modulares’ o ‘geográfi- 5. Ramón y Cajal S. Recuerdos de mi vida. Madrid: Pueyo; 1923.
6. Edelman GM, Mountcastle VB. The mindful brain. New
cos’, de la memoria cortical. En su lugar se impone York: Plenum Press; 1978.
con creciente vigor su paradigma reticular. El con- 7. Mesulam MM. From sensation to cognition. Brain 1998;
cepto fundamental del nuevo paradigma es el de 121: 1013-52.
8. Bressler SL. Large-scale cortical networks and cognition.
cógnito, que consiste en una red de neuronas más Brain Res Rev 1995; 20: 288-304.
o menos esparcidas por la corteza cerebral y ligadas 9. Hinton GE, Anderson JA. Parallel models of associative
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12. Jones EG, Powell TPS. An anatomical study of converging
formar parte de muchas redes cognitivas y, por lo sensory pathways within the cerebral cortex of the monkey.
tanto, de muchas memorias u objetos de conoci- Brain 1970; 93: 793-820.
miento. A medida que se adquieren, las memorias y 13. Barbas H. Anatomic organization of basoventral and
mediodorsal visual recipient prefrontal regions in the rhesus
conocimientos se van organizando jerárquicamen- monkey. J Comp Neurol 1988; 276: 313-42.
te en la corteza. Siguiendo gradientes ontogenéti- 14. Pandya DN, Yeterian EH. Comparison of prefrontal architecture
cos y conectivos, los nuevos cógnitos reticulares and connections. Philos Trans R Soc Lond B Biol Sci 1996;
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ascienden las jerarquías corticales y encuentran en 15. Fuster JM. Cortex and mind: unifying cognition. New York:
ellas su lugar de acuerdo con su rango cognitivo. Oxford University Press; 2003.
16. Fuster JM. Cortex and memory: emergence of a new paradigm.
Los cógnitos perceptuales se distribuyen mayor- J Cogn Neurosci 2009; 21: 2047-72.
mente en la corteza asociativa posterior, mientras 17. Kandel ER. Cellular mechanisms of learning and the biological
que los ejecutivos lo hacen en la corteza frontal. Si basis of individuality. In Kandel ER, Schwartz JH, Jessell
TM, eds. Principles of neural science. New York: McGraw-
bien la neurociencia actual nos permite afirmar los Hill; 2000. p. 1247-79.
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The reticular paradigm of cortical memory

Introduction. Recent advances in cognitive neuroscience oblige us to change radically the traditional model of representation
of memory in the cerebral cortex. The old –modular– model postulates a separate area for each form of memory (working
memory, episodic memory, visual memory, auditory memory, tactile memory, etc.). In the new –reticular– paradigm,
memories and items of knowledge are made of widely distributed networks of neuron populations synaptically connected
by experience.
Development. Memory networks overlap and interact profusely; a neuron or group of neurons can be part of many
networks, thus many memories or items of knowledge. After birth and throughout life, each new experience is etched in
the form of those networks or cognits by synaptic associative processes that course from area to area along phylogenetic,
ontogenetic, and connective gradients, from sensory and motor areas into associative areas. By self-organization, new
cognits distribute themselves within two cortical hierarchies with a sensory and motor base, respectively. The perceptual
hierarchy, in posterior cortex, houses cognits defined by sensory parameters in sensory areas and perceptual memories in

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J.M. Fuster

associative areas. The executive hierarchy, on the other hand, represents concrete movements in frontal motor areas and
more complex actions (e.g., plans) in prefrontal cortex.
Conclusions. The reticular memory paradigm has important implications with regard to the cognitive development of the
individual, cortical clinical syndromes, and cognitive rehabilitation.
Key words. Cognits. Cortical hierarchies. Cortical plasticity. Executive memory. Learning. Memory-formation principles.
Memory networks. Perceptual memory. Working memory.

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