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~~t§t.}\: ·. LFH-05 / Luis Flores H. I www.imprimir.ci

I(arl Popper

En busca
de un
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mundo mejor
l.· G. O'Donnell y otros, 1ransiciones desde un gobierno
autoritc¡rio, 1. Europa meridional
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autoritario, 4. Conclusiones tentativas sobre las
democracias inciertas ·
S. S. P. Huntington, El orden político en las sociedades en
cambio
6. J. J. Donahue, La decisión de privatizar
· 7. N. Tenzer; La sociedad despolitizada
8. R. A. Dahl,.La democracia y sus criticas
9. J. R. Jorrat y R. Sauiu, Después de Germani
10. M. Wieviorka, El espacio del racismo
11 .. M. Albert, Capitalismo con.tra capitalismo
12. J. Lacouture,Jesuitas, l. Los conquistadores
13. K. Boukling, Las tres caras del poder
14. H. Arendt, La condición humana
15. G. Delannoi y P. A. Taguieff, Teorias del nacionalismo
16. C. Smith, La teología de la liberación
17. L. Emmerij, El enfrentamiento norte sur. Un polvorin en
el mundo modenio
18. J. iacouture, Jesuitas, 2. Los continuadores
19. J. L. Gor9illo, La objeción de conciencia
20. S. P. Huntington, La tercera ola
21. K. Popper, En bU.sca de un mundo mejor ~Ediciones Paidós
22. D. OsborneyT. Gaebler, La reinvención del gobierno Barcelona-Buenos Aires-México
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.•-<:

· . 90 En qusca de un mundo mejor

. Señoras ~,señores, sólo me queda añadir que no pode1nos sa-


car conc1us10n alguna sobre el futuro de la ciencia a partir de lo
asombrosos
I resultados. de, nuestro
- ' .pasado rna's rec1cn
: t·e. Creos
que as ~~orn1es or?a:i1zac~ones nuevas de investigación científi~
~~ cons¡;tuyen un s_eno pehgro para la ciencia. Los grandes cien-
cos eron md1v1duos críticos. Esto puede dec"1rse por supl1es-
to con respecto a Schrodinger y God ¡ . . .
Watson y Crick. e e me1uso con respecto a CAPITULO 5

espóíritu de l~ ciencia ha cambiado a consecuencia de la in-


;.1 LA LÓGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES'
ves igac1 n organ1zada. Esperemos que a d . .
haya grandes individualidades. , pesar e esto, srempre

En mi ponencia sobre la lógica de las ciencias sociales voy a


partir de dos tesis que expresan el contraste entre nuestro saber
y nue~tra ignorancia.
Primera tesis: Sabemos gran cantidad de cosas, y no sólo deta-
lles de· dudoso interés intelectual, sino sobre todo cosas que acle-

1. Conferencia inaugural de la reunión de la Sociedad Ale1nana de Sociolo·


gía en Tübingen, de 1961. Mi conf1!rencia fue publicada por vez primera en la
KOln'!-1' Zeitschrift für Soziologie u.nd Sozialpsychologie, 2, 14, 1962, págs. 233-
248. Supuestamente.1ni conferencia lulbía de iniciar un debate. Se había invita-
do al profesor Adorno para proseguir este debate con su artículo suplemen-
tario, en el que sustancialmente coincidía conmigo. Siu embargo, cuando se
publicó el libro La disputa del positivisn10 en la sociología afen1ana, Adorno co-
menz&con dos ensayos polémicos, que en conjunto sumaban cerca de cien pá-
ginas; luego venía 1ni conferencia, seguida por el articulo supJemenlario de
Adorno y por otros que no se leyeron en la reunión. Es improbable que cual-
quiera que lea el libro La disputa del positivis1no sospeche que mi conferencia
había abierto el debate Yque las inic_iales y agresivas cien páginas de Adorno se
hubiesen escrito mucho después (específicamente para el libro).
[Nota del t~ductor: el grueso de la traducción de este capítulo recoge, con
algunas modificaciones, la versión española realizada por J. Muñoz, que Jleva
pot título fA disputa del pasilivis1no en la socio!Ogfa alemána (ed. Gr~jalbo, Bar·
celona, 1973}.]
. '.''

92 En busca de -un mundo mejor La lógir.:a de las ciencias sociales 93

~1ás de tene!· una considerable importancia práctica nos procu- Cuarta tesis: En la medida en que proceda en absoluto hablar
1,an un p~~fundo conocin1iento teorético y una sorprende.nte de que la ciencia o el conocí1niento con1ienzan en algúh punto,
co1nprens1on del mtindo. puede decirse lo siguiente: el conocimiento no parte de percep-
. " Segu.nd~ tesis: Nuestra ignorancia es ilimitada y decepcionan- ciones u observaciones o de la recopilación de datos o hechos,
te. Es precisamente este abrumador progreso de Ja ciencia nat _ sino que comienza, más bien, a partir de problemas . .Podría in-
~·al (al que alude _mi primera tesis) el que constantemente n~~ cluso decirse que no existe conoci1niento sin problemas; pero
recuerda nuestra ignorancia, inclttso en el campo de las · tan1bién que no existen problemas sin conocin1ie11to. Pero esto
ciencias naturales. · propias
significa que el conocimiento parte de la tensipn entre conoci-
~ I~a idea socrática de ignórancía adquiere de este modo un ca- miento e ignorancia. Porque todo problema surge del descu-
r~cter totalme11te diferente. A cada paso que avanza11105 y a cada brimiento de que algo falla en nuestro presunto saber; o bien,
p1.obl~n1~ que res~lvemos, no sólo descubrimos nuevos proble- desde un punto de vista lógico, del descubrimiento de una con- .
n1as sin r~olver sino que además descubrimos que incluso allí tradicción interna en nuest¡u presunto co11oci1niento o de una
do11~e cre1an10~ estar sobre suelo fir1ne y seguro todo es eh reali- contradicción entre nuestro presunto conocimiento y los hechos;
dad Inseguro e 111estable. o bie11, para ser más precisos, del descuhriI11iento de una contra-
. P?r supuesto, :i1is dos tesis sobre el conocüniento y la igno- dicción aparente entre nuestro presttnto conoci1niento y los he-
iancia se contradicen sólo aparentemente. La razón princ · ¡ d cl1os supuestos.
esta ap~rente c?nt:ra?icdón está en el hecho de que en ca:fu"un: Frente a mis tres prhneras tesis, que por su carácter a bstTacto
de estas dos tesis el termmo «saber» se utiliza en sentido diferen- quizá puedan dar la impresión de estar un tanto alejadas de mi
te. _s1n en1bargo, .ambas acepciones Son imi)ortantes, y también ten.1a -la lógica de las ciencias socíales-, de la cuarta tesis (ltliero
lo son an1b~s tesis; ~anto es así que en. la tercera tesis voy a for- manifestar que con ella llegamos al núcleo de nuestro tema. Esto
mular!<.> de forma explícita·. puede formularse en mi quinta tesis del siguiente modo.
Tercera tesis: To~a teoría del coneci111icnto tiene una tarea Quinta tesis: Al igual que todas las otras ciencias, también las
Íl.1ndamentahne11te 1~portante, que ü 1cJuso podetnos considerar ciencias sociales se ven acompañadas por el éxito o por el fraca-
como su ~rueba crucial: deb~ hacer justicia a nnestras dos pri- so, son interesantes o triviales, frt1ctíferas o infructíferas, y están
meras tesis aclarando. la relación entre nuestra
· notable sab'd
iur1a' en idéntica relación con la importancia o el interés de los proble-
-e.n co~stante aume11to- y la convicción cada vez mayor de que 1nas que está11 en juego; y, por supt1esto, también en idéntica re-
en reahdad no sabemos nada. lación respecto de la honradez, la linealidad y sencillez con que
.A poco que se n~edite sobre el particular; resulta totalmente se a bordan estos problemas. Nada de esto nos limita a p1·oble-
:v:dente _que la l_óg~ca del :onocimiento debe abordar esta ten- mas teóricos. Serios problemas prácticos, como el de la pobreza,
s1on ent:Ie conoc1n11ento e ignorancia. En n1i ct1arta tesis se des- el del analfabetismo, el de la opresión política o de la inseguri-
pre11~e, 1111~ con..c;ecuencia im.p~rtante de esta noción. Pero antes dad jurídica, han constituido importantes puntos de partida de
de pr es~11tar esta cuarta tesis querría disculparme por ias mu- la investigación científico-social. Pero estos problemas prácticos
c?a.s, tesis que qt1e~an al1n po_r presentar: La excusa es que se n1e invitan a meditar, a teorizar, y por tant9 a plantearse problemas
~id10 que compusiera esta ponencia e11 la forn1a de tesis nume- teóric~s. En todos los casos, sin excepción, lo que determina el
1 ad,~s- A pesar de que este estilo puede crear la impresión de do _ valor o Ja falta de valor de un logro científico es el carácter y la
inat1s1no, .cons1cleré n1uy útil esta sugere11 cia. Ésta es pue g_ calidad del problema, y también la audacia y singularidad de
cuarta tesis. • s, m1
la solucíó11 propuesta.
94 En busca de un n1undo mejor La lógica de las ciencias sociales 95

Así ?ues, el punto de partida es siempre un problema; y la ob- La idea básica que subyace en mi Lesis principal también po-
servac1ón únicamente se convierte en una especie de punto de dría síntetizarse quizá del siguiente modo.
partida cuando desvela un problema; o, con otras palabras, Séptima tesis: La tensión entre el conocimiento y la ignoran-
cuando nos sorprende, cuando nos muestra que hay algo en cia lleva a los problemas y a los ensayos de solución. Pero no se
nuestro conocimiento -en nuestras expectativas, en nuestras teo- supera jamás, dado que nt1estro conocimiento no consiste sino
rías- que no está del todo en orden. Las observaciones sólo con- en tentativas, en propuestas provfaionalcs de solución. De este
ducen, pues, a problemas, en la medida en que contradicen algu- modo la idea misma de conocimiento supone, en principio, la
nas de nuestras expectativas conscientes o inco11scie11tes. y lo posibilidad de que a la postre resulte haber sido.un error, y por
~ue en tal caso se convierte en punto de partida del trabajo cien- lo tanto una muestra de ignorancia. De ahí que la única forma
t1fico no es tanto la observación en sí cuanto la observación en de-justificación de nuestro conocimiento sea ella misma mera-
su significado peculiar; es decir, la observación generadora de mente provisional, pues radica en la crítica, o más exactamente,
problemas. . en que nuestros ensayos de solucíón parezcan haber resistido
Con ello llego al punto en que puedo formular mi tesis princi- hasta la fecha incluso nuestra crítica más profunda.
pal, que lleva el número seis. No existe justificación positiva alguna que vaya más allá de
Sexta tesis (tesis principal): esto. En particular, nuestros ensayos de solución no pueden re-
A. Al igual que el de las ciencias naturales, el método de las velarse como probables (en el sentido del cálculo de probabili-
ciencias sociales radica en ensayar posibles soluciones para los dades). .
· problemas de lcis·cuales parten nuestras investigaciones. Este punto de vista podría recibir quizás el calificativo de cri-
.. se propo.nen y critican soluciones. En el caso de que un e13sa- ticista.. ,
y~ de solución no sea susceptible de crítica objetiva, se excluye Al objeto de iluminar un tanto el contenido de esta tesis prin-
· por no científico, aunque quizá sólo provisionalmente. \ cipal mía y su importancia para la sociología, puede resultar útil
. 'B .. Si la solución propuesta es susceptible de crítica objetiva, confrontarla con otras tesis de una metodología muy aceptada y
1ntentamos refutarla; pues toda crítica consiste en jntentos de a menudo absorbida de manera bastante inco11scie11te.
refutación. Tenemos, por ejemplo, el en-óneo y equivocado naturalismo o
C. Si u11 e11sayo de solución es refi_1tado por ntiestra crítica cientifismo metodológico, según el cual ha llegado la hora de que
busca,1nos otro. las ciencias sociales aprendan de las ciencias naturales lo que es
D. Si resiste la crítica, lo aceptamos provisionalmente; y, des- el método científico. Este erróneo naturalismo impone exigen-
de luego, lo aceptamos principalmente como digno de seguir cias como éstas: empezar con observaciones y medicio11es, es
siendo discutido y criticado. decir, con sondeos estadísticos; a continuación, avanzar por induc-
E. El método de la ciencia es, pues, el de la tentativa de solu- ción I1acia generalizaciones y a la formación de teorías. Se st1po-
ción, eldel ensayo (o idea) de solución sometido al más estricto ne que de este modo uno se acerca al ideal de objetividad, en la
conttolcrítico. No es sino una·prolongación crítica del método medida en que ésta sea posible en las ciencias sociales. Al mismo
del ensayo y del en-or. . tiempo, sin embargo, uno debe ser consciente del hecho de que
F. La llamada objetividad de la ciencia radica en la objetividad en las Ciencias social~ la objetividad es mucho más difícil de al-
del método crítico; es decir, sobre todo en el hecho de que ningu- canzar (si es que es en absoluto alcanzable) de lo que lo es en las
na teoría está exenta de crítica; y de que los medios lógicos de ·cienciás de la naturaleza. Porque el ser objetivo exige no estar
los que se sirve la crítica -la contradicción lógica- son objetivos. sesgado por los propios juicios de valor; esto es (como decía Max
.,

96 En busca <le un mundo mejor La lógica de las ciencias sociales 97

Weber) exige estar «libre de valores». Pero sólo en casos muy ·: miras, algo así como en un psicólogo social profundo. De cual-
raros el científico social puede liberarse de1 sistema de valores quier modo, el antiguo sociólogo teórico debe darse por satisfe-
de su propia clase social y conseguir así ü1cluso una dosis limita- cho con encontrar empleo como fieldworl<er y especialista: ob-
da de «libertad respecto de los valores» y «Objetividad». servando y describiendo los tótems y tabúes de los naturales de
En mi opinión, todas y cada una de las tesis que acabo de po- raza blanca de los países de la 'Europa occidental y de los Esta-
ner en boca de dicho naturalismo en-óneo son radicalmente fal- dos Unidos. .
sas: todas ellas ~escansan en una equ.ivocada compre11sión del De todos modos, no hay que tomarse demasiado en serio esta
método de la ciencia natural y en realidad en un mito, un n1ito n1utación e11 el destino de los científicos sociales; sobre todo por-
desgraciadamente demasiado extendido y demasiado influyente. que· i10 existe nada semejante a la ese11cia de una especialidad
Es el mito del carácter inductivo ele los métodos de las ciencias científica. Esto me lleva a rni novena tesis.
naturales y del carácter de la objetividad ele las ciencias natura- Novena tesis: La llamada especialidad científica no es más
les-, En lo que sigue me propongo dedicar una pequeña parte del que un conglomerado delimitado de problemas y ensayos de so-
valioso tlempo del que dispongo a realizar una crítica de dicho lución, circunscrito de forn1a artificial. Lo que realmente existe
erróneo naturalisn10. son los problemas y las tradiciones científicas.
Aunque no cabe duda ele ql!e buena parte de los científicos so- A pesar de esta novena tesi.•, la citada inversión total de las re-
ciales Se opondría a una y otra de las .diversas tesis de este erró- laciones entre sociología y antropolo¡¡ía es extremadamente inte-
neo naturaliSn10, este naturdlismo parece disfrutar de u11a autén- resante; y no sólo por la materia de estas especialidades, sino por
tica supremacía en las ciencias sociales -excepto quizás en econo- constituir una muestra del triunfo del método seudocientífico.
mía política- al menos en los países anglosajones. Me propongo ·Así llego a mi décima tesis.
formular los sfntomas de esta victoria en mi octava tesis. Décima tesis: El triunfo de la antropología es el triunfo de un
Octava tesis: Antes de la II Guerra Mundial, la sociología se método pretendidamente basado en la observación, pretendida-
consideraba una ciencia social teórica de carácter general -com- mente descriptivo, que pretende utilizar generalizaciones induc-
parable, quizás, a la física te61ica- y la antropología social se tivas. Ante todo, es el triunfo de un método supuesta1nente más
consideraba una sociología ele sociedades muy específicas, es objetivo, y por lo tanto del que se considera método ele las cien-
decir, primitivas. En la actualidad esta relación se ha invertido cias natt1rales. Pero se trata de t1na victoria pírrica: un triunfo
por completo, y éste es un hecho al que vale la pena dirigir nues- más de este tipo, y estamos perdidos; es decir, lo están la antro-
tra atención. La antropología social o etnología se ha convertido pología y la sociología.
en una _cie11cia social general,. y la sociología se 11a resignado a Reconozco abiertamente que mi décima tesis puede estar for-
convertirse cada vez más en una ra111a cJ.e la antropología social, mulada de forma excesivamente rigurosa. Por supuesto reconoz-
en un~ antropología social aplicada a tina forma intty especial de co que la antropología social, una de las ciencias sociales de más
la socredad, a saber, de la_s for1nas de sociedad alta1nente indtis- éxito, 11a descubierto numerosas cosas de interés e importancia.
trializadas de la Europa occidental. Para repetirlo de manera R.econozco asin1ismo que para los europeos puede ser una expe-
más h_reve: la relación entre la sociología y la antropología se ha riencia fascinante y atractiva la posibílídad de observarnos, para
mvert1do por completo. La antropología social ha avanzado has- variar, a través del prforna del antropólogo social. El antropólo-
ta convertirse ·en tina ciencia especial aplicada a una .ciencia bá- go no es, frente a Jo que a menudo piensa, un observador desde
sica y ~] antropólogo ha pa~ado a convertirse, de un modesto y Marte, rol social que con frecuencia intenta desempeñar (y no
algo m10pe fieldworlcer, en un teórico social profundo y de vastas sin satísfacción); tampoCo hay ningún motivo para st1poner que
' "

98 En busca de un mundo n1ejor


La lógica de las ciencias sociales 99
un h~bitante de Marte nos vería Inás «objetiva1ncnte)> de lo que,
por e3emplo, nos ve1nos a nosotros mismos. ';,sona u otra intenta dominar el grupo y cómo las demás rechazan
Q':1iero aludi1~ en este contexto, a una historia que puede pare- '.-.~us inte11tos, bien individuahnente o bien co11 ayuda de una coa-
cer sm duda extremada pero que en modo alguno es excepcio- :lició11; cómo después de yarios h1tentos de este tipo se forma un
nal. Es una histona verdadera, pero es irrelevante en el actual . orden jerárquico y por tanto un equilibrio de grupo, así como
contexto: si la historia les parece improbable, por favor considé- \··un ritual grupal de actividad verbal; cosas todas éstas que son.
renla una inven.~ión, una ilustración fabulada que con ayuda de .'e 'siempre muy similares, por diferentes que parezcan los plantea-
crasas exageraciones no pretende sino iluminar un punto impor- ./: inientos de los problemas elegidos como tema de discusión.»
tante. ·· Escuchan1os a i1uesu·o antropológico «visitante de Marte» has-
Hace ~nos 4 años t~ve la oca.sión de participar en un congre- . ta el final y acto seguido le pregunté dos cosas: primero, si tenía
so d~ ~ dias d~ ~uracion'. orgamzado por un teólogo y en el que \.alguna observación que hacer a los resultados reales de nuestra
participaban filosofos, biólogos, antropólogos y físicos -uno 0 discusión; y, en segundo lugar, si no podía ver que existían cosas
dos I~?~esentantes de cada especialidad-; en total éramos unos ·semejantes a razones o argumentos impersonales que pudiesen
8 participantes. El tema era: «Ciencia y 1-Iumanismo». Supera- ser válidos o no válidos. Contestó que había tenido que centrarse
das alguna~ dificultades iniciales y, sobre todo, eliminado un demasiado en la observación de nuestra conducta colectiva para
. mtento de.m;ipre5ionarnos a fuerza de pi·ofundidades sublímes ·haber sido capaz de seguir con detalle nues!J;'os argumentos;
,se consiguió, a los tres días del congreso y gracias a los es~ además, de haberlo {lecho, hubiera arriésgado (así lo afirmó) su
. fuei:zos ~onju11tos de cuatro o cinco de los participantes, elevar . objetividad; pues pódría haberse implicado en la discusión; y
. la discusión. a un~ altura realmente desusada. Nuestro congreso ·de haberse dejado llevar por ella, se habría convertido en uno de
)iabía accedido as1 -o al menos tal me lo parecía a mf- a ese esta- c·.noso1J"bs, lo que habría puesto fin a su objetividad. Había apren-
,dio en el que todos teníamos la sensación satisfactoria ele apren- ·, dido, además, a no enjuiciar literalmente el comportamiento
der algo unos de otros. En todo caso, estábamos metidos de lle- ·verbal (constantemente utilizaba expresiones como «Comporta-
no· en materia cuando, como caído del cielo, tomó la palabra el rÍ1ie11to verbal>} y ((verbalización»), o a co11Siderarlo in1portante.
antropólogo social. Segón dijo, lo que le interesaba era la función social y psicológi-
«Quizá les haya parecido extraño -vino a decir poco inás 0
ca de este comportamiento verbal. Y añadió lo siguiente: «Si
menos- que ha~ta este momento no haya pronunciado palabra ·· lJien a ustedes, en su calidad de participantes en la disct1sión1 lo
en el congreso 111curso. Ello se debe a mi condición de observa- ·que les impresiona son las razones y argumentos, a nosotros
dor. .c?mo antropólogo he venido a este congreso no tanto para lo que nos interesa es el hecho de la impresión mutua o influen-
participar en su conducta verbal como para estudiarla. Y esto es . cia que pueden ejercerse mutuamente entre ustedes; y en espe-
I? que efe~tivamente he estado haciendo. Por consiguiente no cial, por supuesto, los síntomas de esta influencia. A nosotros
siempre J'_tn capaz de seguir el contenido real de su discusión. nos interesan conceptos con10 los de insistencia, vacila~ión, in:..
Pero alguien como yo que ha estudiado docenas de grupos de de- . · tervenció11 y concesión. En realidad nunca nos interesamos por
bate api-ende con el tiempo que el tema abordado es relativa- 'i,. el contenido fáctico de la discusión si no sólo por el rol que de-
mente. s~cundario. Nosotros los antropólogos aprendemos.-esto sempeñan los diversos participantes: por la interTelación dramá-
e~ casi literal (que yo recuerde)- a observar estos fenómenos so- . tica como tal. Por lo que respecta a Jos denominados argumen-
ciales desde fue'.a y desde un punto de vista más objetivo. Lo que .,. tos, éstos por supuesto no son n1ás que un aspecto ele co11ducta
a nosotros i1os interesa es el cómo: por ejemplo, cómo una per- ·,:verbal y no son más importantes que cualquiera de los demás as-
\ •pectes. La idea de que se puede distinguir con claridad entre ar-
.·-· ,

"

100 En busca de un mundo mejor La lógica de las ciencias sociales 1O1

gumentos y otras verbaliza_ciones .in1presionantes no es más que ·.nstantemente ideas nuevas, a menudo es en extremo unilate-
una ilusión puramente subjetiva; y también lo es la idea de dis- ) y favorece sus propias ideas de forma sesgada y partidista.
tinción entre argumentos objetivamente válidos y objetivamente ·ríos de los físicos actuales más destacados han fundado inclu-
no válidos. A lo sumo cabe dividir los argumentos según las so- , escuelas que oponen una fuert\) resistencia a toda idea nueva.
ciedádes o grupos en los que, en determinados momentos, se acep- ·.'Sin embargo, mi tesis tiene también un lado positivo, que es
tan como válidos o no válidos. El que el elemento tiempo desem- l más importante. Éste constituye el contenido de mi duodéci-
peña un papel también se evidencia por el hecho de que determi- ,·a tesis.
nados argumentos que en un momento se aceptan ei1 un gn1po · Duodécima tesis: Lo que puede denominarse objetividad cien-
de discusión como el actual pueden criticarse o rechazarse sin fica se basa exclusívamente en aquella-tradición crítica que, a
embargo por uno de-los participantes en un n101nento posterior>). •.,;.ar de todas las resistencias, a menudo hace posible criticar
No voy a continuar describiendo aquel incidente. Imagino que U,1 dogma dominante. En otras palabras, la objetividad de la
no será preciso señalar, en la reunión actual, que la posición algo ··ciencia no es cosa del científico individual sino más bien resulta-
extremada de mi amigo el antropólogo muestra en su origen in- '.do social de la crítica recíproca, de la amistosa -enemistosa- di-
telectual la influencia no sólo del ideal de objetividad conductis- :Visión del trabajo entre los científicos,· de su cooperación y tam-
ta sino también de determinadas ideas que han crecido en suelo ."bién de su enfrentamiento. Por esta razón, en parte depende de
alemán. Me refiero a la idea del relativismo filosófico: el relativis- :,ioda una serie de circunstancias sociales y políticas que hacen
mo filosófico según el cual no existe verdad objetiva, sino sólo 'posible esta crítica.
verdades para esta o aquella época; y el relativismo sociológico Decimotercera tesis: La denominada sociología del conoci-
que enseña que hay verdades o ciencias para éste o aquel gru- ·triiento', que considera la objetividad en la conducta de los cientí-
po o clase, como una i;::iencía proletaria y una ciencia burguesa. ficos indiyiduales y que explica la falta de objetividad en térmi-
Tai:nbién opino que la denominada sociología del conocimiento .,,:iios del medio social del científico ha pasado por alto el siguiente
ha desempeñado un gran papel en la historia tempr¡ma de los i aspecto decisivo: el hecho de que la objetividad radica exclusiva-
dogmas repetidos por mi amigo el antropólogo. .. mente en la crítica. Lo que l1a pasado por alto la sociología del
Sin duda, mi amigo el antropólogo adoptó en aquel congreso · conocimiento no es nada más que la propia sociología del co-
una postura realmente extrema, pero es una posición que -sobre '.Ílocimiento -la teoría de la objetividad científica-. La objetividad
todo si se modifica. un poco- no es ni a tipica ni poco relevante. sólo puede explicarse en términos de ideas sociales como la
Pero dicha _posición es <(absurda». Como he. criticado el relati- ':competencia (tanto de los científicos individuales como de las
vismo histórico. y sociológico y también la sociología del conoci- . diversas escuelas de pensamiento); de la tradición (es decir, la
miento detalladamente.en Otro lugar; no voy a hacerlo aquí. Me : tradición critica); de las instituciones sociales (por ejemplo, la pu-
voy a limitar en cambio a examinar brevemente la idea ingenua : blicación en revistas opuestas o en editoriales entre las que exis-
y en-ática de objetividad científica que subyace a esta posición. te una auténtica competencia, las discusiones en congresos); ·y
Unaécima tesis: Es totalmente erróneo suponer que la objeti- <.¡del poder del Estado (es decir, su tolerancia política de la libre
vidad de una ciencia depende de la objetividad del científico. Y es : discusión). ·
totalinente erróneo creet que la actitud del científico n8.tt1ral Detalles menores como, por ejemplo, el medio social o ideolóc
es más objetiva que la del·científico social. El científico natu- >.gico del investigador tienden a eliminarse en este proceso a lar-
. ral es tan partidista como cualquier otra persona y a menos que ' go plazo, aunque sin duda siempre desempeñan un papel a corto
perte11ezca aL reducido grupo de personas que están crea11do <,plazo.

;., "'''

102 En busca de un inundo n1ejor La lógica de las ciencias sociales 103

El llamado problema de la «libertad de valores», al igual que :.!le Ja critica científica recíproca. La pureza de la ciencia pura es
el problema de la objetividad, puede resolverse de forma mucho )ln 'ideal presuntamente inasequible; pero es un ideal por el que
más libre de lo que se hace habitualmente. .::pernos de luchar constantemente -y debemos Juchar- por medio
Decinwcuarta tesis: En la discusió11 crítica distinguimos cues- · de la crítica.
tio11es como las siguientes: 1) ]a cuesti611 de la verdad dé una ·:,.- Al for1nular esta tesis he dicho que es prácticai11e11te hnposi-
proposición; la cuestión de su releva11cia, de su interés y de su ;He desterrar los valores extracientíficos de la actividad científi-
significado con respecto a los problemas que nos interesan; 2) la :.:·ca. La situación es similar co11 respecto.a la objetividad: no po-
cuestión de su relf~va11cia y de su ü1terés y significado con res- . demos despojar al científico de· su partidism0 sin despojarle de
pecto a diversos problemas exti-acientfficos, como el problema del ::su humanidad, ni podemos elimh1ar o destruir StlS juicios de va-
bienestar humano'o el problema bastante diferente de Ja defensa .• lor sin destruirle como ser humano y como científico. Nuestros
nacional o de una política nacionalista agresiva; o de la expan- : motivos y nuestros ideales puramente científicos, como el ideal
sión de la industria; o del enriquecimiento personal. . ·de una búsqueda pura de la verdad, están profundamente ancla-
Obviamente no es posible eliminar de la investigación cientí- dos en juicios de valor extracientíficos y, en parte, juicios de va-
fica estos intereses extracientíficos. Y es igualmente imposible .·' Jor religiosos. El científico objetivo y «libre de valores» no es el
eliminarlos de la investigació11 en las ciencias naturales -por científico ideal. Sin pasión no podemos conseguir nada -por lo
· ejemplo de la· investigación en física- como de la investigación ·:•= menos en la ciencia pura-. La expresión «anior a la verdad» no
· en las ciencias sociales. · · es una mera metáfora. Por ello, no se trata tan sólo de que Ja ob-
Lo que si es posible e importante y da a la ciencia su carácter .. jetividad ·Y la libertad de valores sean inasequibles en la práctica
especial no es la eliminación de los intereses extracientíficos : del científico individual, sino más bien de que la objetividad y
sino más bien la distinció11 entre intereses que no pertenecen a · la «libertad de valores» son ellas mismas valores. Y dado. que la
la búsqueda de la verdad y el interés puramente científico por la propia libertad de valores es un valor, parece paradójica la exi-
verdad. Pero aunque la verdad es el principal valor científico no gencia de una libertad valorativa incondicional. Esta objeción no
es el único. La relevancia, interés y significado de los enunciados es muy importante, pero hay que subrayar que la paradoja desa-
con respecto a una.situación problemática puramente científica : parece por sí misma si sustituimos la exigencia de libertad de va-
son ta1nbié11 valores científicos de primer orden; y esto vale tam- lores por la exige11cia de que debe ser una de la tareas de la críti-
bién para valores co1no la utilidad 1 la fuerza explicativa, la si1n- ca científica denunciar las confusiones de valor y distinguir las
plicidad y la decisión. cu.estíones de valor puramente científicas de verdad, relevancia y
· E11 otras palabras,_ existen valores positivos y negativos qt1e simplicidad de las cuestiones extracientíficas.
son pura1nente científicos y otros que son extracientíficos. Y aun- Hasta este momento he intentado desarrollar brevemente la
que no es posible separar la labor científica de las aplicaciones y tesis de qite el método de la ciencia co11siste e11 la elección de
~valuaciones extra.científicas, una de las tareas de la crítica cien- problemas y en ]a crítica de nuestTos ensayos de solución, siem-
tífica y de Ja discusión científica consiste en luchar contra la :__ -pre tentativos y provisionales, para resolverlos, y he intentado
confusión de ámbitos de valor y, en particular; la eliminación de asimismo mostrar, a Ja luz de dos problemas metodológicos har-
las valóraciones extracientíficas del ámbito de las cuestiónes de tq díscutidos en las ciencias sociales, q1le esta teoría de un m.éto-
verdad. do criticista (como acaso pueda llamarlo) lleva a resultados me-
Por supuesto, esto no se puede conseguir de una -vez ·por to- todológicos no ba~tante razonables. Pero au11que hasta el n10-
das, ·por decreto, y sigue siendo u11a de las tareas permanentes mento he dicho muy poco sobre epistemología,· sobre la lógica
·'

104 En busca de un inundo mejor La lógica de las ciencias sociales 105

del conocimiento, y me haya limitado a algunas referencias críti- Decimonovena tesis: En las ciencias trabajamos con teorías,
cas acerca de la metodología de las ciencias sociales, de hecho es decir, con sistemas deductivos, y ello por dos razones. En pri-
ha sido mínima mi aportación positiva a mi tema, la lógica de mer lugar; una teoría o sistema deductivo es un intento de expli-
las ciencias sociales. cación, y por consiguiente un intento de solución de un proble-
No quiero entretenerles presentando razones o excusas por ma científico. En segundo lugar, una teoría, es decir, un sistema
las cuales considero importante identificar el método científico, deductivo puede criticarse racionalmente por sus consecuencias.
_al mei1os en una primera aproximación, con el método crítico. Es así una solución provisional, sujeta a critica racional.
En lugar de ello prefiero entrar directamente en algunos proble- Estas han sido mis consideraciones acerca de la lógica formal
mas y tesis puramente lógicos. como el órgano de la crítica. .
Decimoquinta tesis: La función más importante de la lógica Me he servido de dos conceptos fundamentales que exigen
puramente deductiva es la de constituir un órgano de la crítica. una breve aclaración: el concepto de verdad y el concepto de ex-
Decimosexta tesis: La lógica deductiva es la teoría de la vali- plicación. _
dez del razonamiento lógico o de la relación de inferencia lógica. Vigésima tesis: El concepto de verdad es in?~spensable para ~l
Una condición necesaria y esencial de la validez de una inferen- enfoque crítico aquí desarrollado. Lo que criticamos es la tesis
cia lógica es la siguiente: si las premisas de una inferencia válida de que una teoría es verdadera. Lo que intentamos c;le':"ost~ar
son verdaderas la conclusión debe ser también verdadera. como críticos de una teoría es, obviamente, que esta tesis es m-
Esto puede expresarse también así: la lógica deductiva es la fundada, es decir, que es falsa. ·
teoría de la transferencia de la verdad de las premisas a la con- La idea importante desde el punto de vista metodológico de
clusión. que podemos aprender de nuestros errores no puede c?mpre?--
Decimoséptima tesis: Podemos decir entonces que si todas las derse sin la idea reguladora de verdad: un error no consiste mas
premisas son verdaderas y la inferencia es válida, la conclusión que en el fracaso de materializar nuestro objetivo, nuestra nor-
también debe ser verdadera; y, en consecuencia, si en una infe- ma de verdad objetiva, que es nuestra idea reguladora. ·
renc.ia válida la conclusió11 es falsa, no es posible que las prerrü- Denominamos «verdadera)) a una proposición si concuerda
sas sean verdaderas. con Jos hechos o se corresponde con éstos, o si las cosas son se-
Este resultado trivial pero de importancia decisiva también gún describe la proposición. Esto es lo que se denomina el con-
puede expresarse de la siguiente manera: la lógica deductiva no cepto· absoluto u objetivo de verdad, que utilizamos constante-
es sólo la teoría de la transmisión de la verdad de las premisas a mente todos y cada uno de nosotros. La rehabilitación con éxito
la conclusión sino que es también, al mismo tiempo, la teoría de este concepto absoluto de la verdad es uno de los resultados
de la retransmisión de la falsedad de la conclusión a al menos más importantes de la lógica moderna.
una de.las premisas. Esta observación presupone que se había socavado el concep-
Decimoctava tesis: De este modo, la lógica deductiva se con- to de verdad. Y en realidad ésta había sido la fuerza motriz que
vierte en la teoría de la crítica racional. Pues toda critica racio- generó las ideologías relativistas dominantes d~ .nu~~tra época.
nal tiene la forma de una intento por.mostrar que pueden deri- Ésta es la razón por la que considero la rehabihtac10n del con-
varse conclusiones inaceptables a partir de la proposición que cepto de verdad por el lógico y matemático Alfred Tarski como el
estamos intentando criticar. Si de una determinada tesis alcan- resultado filosófico más importante de la lógica matemática mo-
zan1.0S a inferir consecuencias inaceptables, la tesis en cuestión derna. No puedo, naturalmente, examinar aquí este resu)tado; sólo
puede considerarse refutada. puedo decir -de manera totalmente dogmática- que Tarski ha
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106 En busca de un mundo mejor La lógica de las ciencias sociales 107

conseguido explicar con la mayor sencillez y fuerza de convic- Terrnino así con la aclar"ación de los conceptos lógicos que he
ción imaginable en qné consiste la coincidencia de un ennnciado utilizado hasta el momento.
con los hechos. Y precisamente ésta era la tarea cuya desespe- Ambos conceptos, el de verdad y el de explicación, dan lugar
rante dificultad dio lugar al relativismo escéptico con conse- al desarrollo lógico de nuevos conceptos que quizá sean aún más
cuencias sociales qtte con seguridad no tengo necesidad de des- importantes para la lógica del conocimiento o para la metodolo-
cribir ahora. gía. El primero de estos conceptos es el de apmximación a la ver-
El segundo concepto que he utilizado y que puede precisar dad y el segundo el de fuerza explicativa o contenido explicativo
aclaración es el concepto de explicación o; más exactamente el de una teoría.
concepto. de explica_cíón causal. Estos dos conceptos son puramente lógicos en tanto en cuan-
Un problema puramente teórico -un problema de ciencia to pueden definirse con la ayuda de conceptos puramente lógi-
pura- siempre consiste en la tarea de encontrar una explicación, cos relativos a la verdad de un enunciado y al conte1údo de un
la explicación de un hecho o de un fenómeno o de una regulari- enunciado, es decir, relativos a la clase de las consecuencias lógi-
dad notable o bien de una notable excepción a una regla. Aquello cas de una teoría.
que esperamos explicar puede denominarse el explicandum. La Ambos son conceptos relativos: aun cuando cada enunciado
soluc.ión de tentativa de.! problema -es decir, la explicación- sea simplemente verdadero o falso, un enunciado puede consti-
siempre consiste en una teoría, un sistema deductivo, que nos tuir· una mejor aproximación a la verdad que otro enunciado.
permite explicar el explicandum vinculándolo lógicamente con Esto se da si, por ejemplo, el primer enunciado tiene «más» con-
otros hechos (las denominadas condiciones iniciales). Una expli- secuencias lógicas verdaderas y «menos» consecuencias falsas ·
cación totalmente explícita siempre consiste en la derivación ló- que el segt.\ndo. (Suponiendo que sean comparables los subcon-
gica ( o en la derivabilidad) del explicandum a partir de la teoría, juntos verdaderos y falsos de los coajuntos de consecuencias de
reforzada por algunas condiciones iniciales. \ ambos enunciados.) Puede mostrarse entonces fácilmente por
El esquema lógico básico de.toda explicación radica, pues, en qué suponemos correctamente que la teoría de Newton constitu-
una inferencia lógica deductiva, cuyas premisas están constitui- ye una mejor aproximación a la verdad que la de Kepler.
das por la teoría y las condiciones iniciales y cuya conclusión es De forma similar puede 1nostrarse q1le la fuerza explicativa de
el explicandu1n. la teoría de Newton es mayor que la de Kepler.
Este esquema básico tiene una gama asombrosa de aplíca- Obtenemos así unos conceptos lógicos subyacentes en la eva-
ciones. luación de i1uestraS teorías y. que nos permiten hablar con senti-
· Por ejemplo, puede utilizarse para mostrar la distinción entre do de progreso o reu~oceso en relación a las teorías científicas.
una hipótesis ad hoc y una hipótesis contrastable de forma inde- Hasta aquí me he referido a la lógica general del conocimien-
pendien.te. Además -'Y esto les puede ser de más interés- se pue- to; con respecto a la lógica de las ciencias sociales en partkular
de analizar.lógicamente, de forma sencilla, la distinción entre desearía presentar algunas tesis adicionales.
problemas teóricos, problemas históricos y problemas de ciencia Vigesünopri1nera tesis: No existe nada sem~jante a, una ciencia
aplicada. Esto muestra que tiene una total justificación la famo- pura111ente observacional; sólo hay ciencias ei1.Jas que teoriza-
sa distinción entre cientjas teóricas o nomotétic?s y ciencia$ his- mOs (de forma más ·o me11os-conscie11te o crítica). Esto vale ta1n-
tóricas o ideográficas -siempre que en este contexto se entienda bién para las ciencias sociales.
por «ciencia» el estudio de un conjunto de problemas definido y Vigesimosegunda tesis: La psicología es una ciencia social, pues
lógicamente diferenciado. nt1estros pensamientos y acciones dependen susta11cialmente de
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108" En busca de un inundo mejor La lógica de las ciencias sociales 109

las condiciones sociales. Ideas como a) la imitación, b) el len- .)as ciencias sociales. Este resultado muestra que en las ciencias
guaje, e) la familia, son obviamente ideas sociales; resulta claro sociales· existe un método puramente objetivo que puede bien de-
que la psicología del aprendizaje y del pensamiento, y por lo tan- nominarse el método objetivammle comprensivo, o lógica de la
to, por e1emplo, el psicoanálisis, no pueden existir sin utilizar situación. Semejante ciencia social objetiva1nente comprensiva
una u otra de estas ideas sociales. De este modo, la psi9ología puede ser desarrollada independientemente de todas las ideas
presupone conceptos sociales; lo cual muestra que no es posible subjetivas o psicológicas. Su método consiste en el análisis de la
explicar la sociedad exclt1sivarnente en términos psicológicos 0 situación de los hombres que actúan lo suficierite como para ex-
red;icirla a psicología. Por ello no pU<;de considerarse a la psi~o­ plicar su conducta a partir de la situación misma, sin más ayu-
logia como la base de las ciencias sociales. d.as psicológicas. La <(con1prensión» objetiva radica en la consM
Algo que, por principio, no podemos explicar psicológicamen- ciencia de que la conducta era objetivamente adecuada a la si-
te Y que hemos de presuponer en toda explicación psicológica es tuación. En otras palabras, se analiza la situación con suficie.nte
el entorno social del hombre. La tarea de describir este entorno amplitud como para que los momentos que al principio parecían
social (es decir, con la ayuda de teorías explicativas, pues -como ser psicológicos (como los deseos, motivos, recuerdos y asocia-
se indicó anteriormente- no existen las descripciones libres de ciones) se transformen en elementos de la situación. Por ello, la
teorías) es por lo tanto la tarea fundamental de la ciencia social. persona co11 deseos específicos se convierte en una person~ Cl..tya
Parece adecuado adscribir esta tarea a Ja sociología. En lo que situación puede caracterizarse por el hecho de que persigue me-
sigue parto por lo tanto de este supuesto. . tO.s objetivas específicas; y una persona con recuerdos o asocia-
Vigesimotercera tesis: La sociología es autónoma en el sentido ciones particulares se co11vierte en una persona cuya situación
de que, en gran medida, puede y debe ser independiente de la puede caracterizarse por el hecho de que está dotada objetiva-
psicología. Esto se debe también, además de a la dependencia de mente de teorías particulares o de una infonnación específica.
b psic;ología respecto á lis ideas sociales, al hecho de que la so- Esto nos permite comprender entonces las acciones en u1í
cwlogia se enfrenta constantemente a la tarea de explicar conse- sentido objetivo, de forma que podamos decir Jo siguiente: sin
cuencias sociales no intencionadas y a menudo no deseadas de dl.1da, yo tengo metas diferentes y suscribo diferentes teorías
la acción humru1a. Un ejemplo: la competencia es l.1n fenómeno (por ejemplo, respecto a las de Cario magno); pero si hubiera es-
social que habitualmente no es deseable para los competidores taQ_o yo en su situación -una situación que incluye metas y cono-
pero que puede y debe explicarse como una consecuencia no cimientos- presumiblemente también yo habría hecho lo que
busc_a~a (normalmente inevitable) de las acciones (conscientes y hizo. El método de análisis situacional es, pues, un método indi-
plamficadas) de los competidores. vidualista, desde luego, pero no un método psicológico, ya que
Así pues, aun cuando pueda existir una explicación psicológi- e¡¡c!uye programáticamente los elementos psicológicos sustitu-
ca para algunas de las acciones de Jos competidores, el fenóme- yéndolos por elementos situacionales objetivos. Suelo darle el
no social de la competei1cia es una consecuencia social de estas nombre de «lógica de Ja situación» o de «lógica situacional».
acciones no explicable por razones psicológicas. Vigesimosexta tesis: Las explicaciones de Ja lógica situacional
Vigesirnocuarta tesis: eero la sociología también es autónoma aquí descritas son reconstrucciones razonables y te<)ricas. Se tra-
e11 un segundo sentido; es. decir, como lo que a menudo se ha de- ta de reconstrucciones supersimplificadas y supere.squematiza-
nominado la s?ciolog~a comprensiva (verstehende Soziologie). das y, por ello, en general falsas. No obstante, pueden tener un
Vzgesimoquznta tesis: La investigación lógica de los métodos considerable contenido de verdad y.pueden ser, en sentido estric-
de la economía tiene un resultado que puede aplicarse a todas tan~ente lógico, buenas aproximaciones a Ja verdad, e incluso me-
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110 En busca de un mundo 1nejor La lógica de las ciencias sociales 111

jores que otras explicaciones contrastables. En este sentitj9, el _ 1. Las instituciones ~o actúan; sólo act(1an los individt1os en
concepto lógico de aproximación a la verdad es indispensable 0 p~r~ las instituciones. La lógica situacional general de estas
para una ciencia social que utiliza el método de análisis situacio- acciones sería la teoría de las cuasiacciones de las instituciones.
naL Por encima de todo, sin embargo, los análisis situacionales 2. Podemos formular una teoría de las co11secue11cias i11stitu-
son racional y empírícarnente criticables y susceptibles de mejo- tionale.S intencionadas y no intencionadas de la acción finalista.
ramiento. Por ejemplo, podemos encontrar una carta de la que Esto llevaría a una teoría de la creación y desarrollo de las insti-
se desprende que la información de que disponía Carlornagno tuciones.
era totalmente diferente a lo que dábamos por supuesto en nues-
tro análisis. Por el contrario, las hipótesis psicológicas o caracte- Para acabar, una observación. Creo que la epistemolog.fa es
. rológicas apenas resultan criticables. i.ln_porta11te no só]o para las ciencias individuales sino también
Vigesimoséptima tesis: Por lo general, la lógica situacional para la filosofía, y que el malestar religioso y filosófico de nues-
parte del supuesto de un mundo físico en el que discurren nues- tro tiempo, qu'e a todos 11os atañe, es sin eluda e11 buena parte un
tros actos. Este mundo contiene, por éjernplo, recursos físicos, malestar sobre la filosofía del conocimiento humano. Nietzsche
que están a nuestra disposición y sobre los cuales conocernos . Jo denominó nihilismo europeo, y Benda la traición de los inte-
algo, y obstáculos físicos sobre los cuales también conocernos algo lectuales. Yo desearía caracterizarlo como una consecuencia del
(a· rnenudci no demasiado). Fuera de esto, la lógica situacional descubrimiento socrático de que no sabe1nos nada; es decir, de
también debe suponer un mundo social, habitado por otras per- que nunca podemos-justificar racionalmente nuestras teorías.
sonas, sobre cuya·s n1etas conocernos algo (a menudo no dema- PeFO este importante descubrimiento, que ha generado, entre
siado) y, ade1nás instituciones sociales. Estas instituciones s_pcia-
1 muchos otros malestares, el malestar del existencialismo, sólo
Ies determinan el carácter específicamente social de nuestro es un descublimiento a medias; y el nihilismo puede superarse.
entorno social. Consisten .en todas las realidades sociales del Pues aunque no podan1os justificar racio11al1nente 11uestras teo-
mundo social, realidades que con-esponden a cosas del mundo rías y ni siquiera podamos probar que son probables, podernos
fisico. Una tienda de verduras o un instituto universitario o un cliticarlas de forma racional. Y podemos distinguir entre teorías
cuerpo de policía o una ley son, en este sentido, instituciones inejores y peores.
sociales. La iglesia, el Estado y el n1atrímon.io tambié11 so11 insti- . Pero esto ya lo sabia; antes incluso que Sócrates, Jenófones,
tuciones sociales, al igual que ciertos usos obligatorios como, que dejó dicho:
por ejemplo, el harakiri en cI Japón. En nuestra sociedad euro-
pe~, sin e1nbargo, el suicidio no ·es una institución en el sa1tido Los <llose..<; no desvelaron todo a los mortales desde el principio;
en que utilizo aquí la expresión y en el que afirmo que constituye pero en el curso del tiempo pode1nos aprender y conocer mejor las
una categoría i.mport~nte. cosas.
Ésta es mi última tesis. A continuación una propuesta y una
breve observación final.
Propuesta: Quizá podernos adoptar provisionalmente corno los
. problemas fundamentales· de una sociología puramente teórica,
en primer lugar el estudio de la lógica general de las situaciones,
y en segundo lugar la teoría de las instituciones y de las tradício-
. nes. Lü·Cltal acogería problen1as con10 los siguientes:

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