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Facultad De Psicología Educación y Relaciones

Humanas.

Carrera: Licenciatura en Psicología.

Sede: Central

Asignatura: PPS Clínica

Profesor: Lic. Nicolás Zalazar

Alumna: Paula Virginia Díaz

Curso: 5to

Comisión: D

2019

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A partir de las visitas a la institución se pudo ir escuchando las diferentes

problemáticas que caracterizan a la misma e ir soslayando cual es la dinámica institucional.

Teniendo en cuenta las entrevistas realizadas a los diferentes profesionales una

primera problemática a pensarse es la comunicación institucional. Se podría pensar que ésta

dentro de la institución es actualmente escasa. Al preguntarle a una enfermera sobre la

manera en que se relaciona con los demás trabajadores del lugar menciona que con la

persona que más información intercambia es con la médica psiquiatra.

Respecto al psicólogo, expresa que el mismo, a veces, se acerca a preguntar qué

novedades o información de los pacientes le puede brindar, de esta manera, es informado de

cuestiones orgánicas como un malestar después de una mala digestión de la comida, entre

otros. A su vez la enfermera expresa que determinados pacientes un día están más

exaltados que otro, y menciona que en ocasiones “se brotan” razón por la cual la medida a

tomar ante esa situación es el ingreso a la sala de contención y la medicación.

Es así que la información circula de manera “desordenada” ya que al psicólogo

podrían servirle, más que informes de cuestiones orgánicas, los datos acerca de estos

pacientes que la enfermera ve que están exaltados, para que en equipo se pueda llegar a

comprender que sucede en esa situación en particular y no solo se recurra a la ¿intervención

castigo?

A su vez la enfermera expresa que ella no sabe cuál es el rol del psicólogo, que

trabajos realiza. Cuestión muy llamativa, ya que la misma, sí está al tanto de las actividades

pertenecientes a las demás profesiones incluidas en la institución. Tampoco se realizan

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reuniones de trabajo entre los profesionales de la institución. No hay un lugar de encuentro

entre las diferentes disciplinas.

Se observa a partir de ello que el lugar para el psicólogo en la institución queda

relegado a un escalón más bajo, mas allá de que su trabajo sea uno de los más significativos

dentro de la institución.

Los sectores entre los que se producen estos cortocircuitos de información son el de

psicología, enfermería y psiquiatría.

Para una mejor comprensión de esta situación se optó por tomar a Ulloa (1997) para

dar cuenta de cómo se ve afectada la articulación de ciertos elementos de la dinámica

institucional generando así una fractura, en este caso, sobre cierto movimiento referido al

sistema y modalidad de la comunicación dentro de la institución. Según este autor lo que se

produce en este caso es una intensa identificación del sujeto con su rol, al mismo tiempo

que se deja de lado cierta conciencia o sentimiento de pertenencia del mismo con respecto a

su nivel dentro del ordenamiento institucional, lo que da como resultado determinado grado

de competitividad entre los miembros de un mismo nivel jerárquico (Ulloa 1997).

A su vez es importante considerar el trabajo del psicólogo como se mencionó

anteriormente ya que es característica su manera de intentar generar lazo entre los

profesionales. La enfermera que fue entrevistada menciona que le sorprendió que el

psicólogo se acercara a preguntar por novedades, ya que con el profesional que trabajaba

anteriormente ya comunicación era directamente nula.

El psicólogo a su vez, pudo lograr abrir un proyecto que la clínica autorizo para

poder festejar los cumpleaños una vez por mes de los pacientes. Y en cuanto a las prácticas

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de la institución como la sala de contención, el amarre de manos, entre otros, intenta

dejarlas en desuso manejándose así de una manera diferente a lo que impone la institución.

En el primer festejo de cumpleaños realizado, a la hora del corte de la fiesta, los

pacientes no querían retirarse del lugar para ir a tomar su medicación y luego ingresar a las

habitaciones. Una paciente en particular se encontraba muy reticente a ello, razón por la

cual el psicólogo pide ayuda a la enfermera para que puedan explicarle la situación y se

retirase a tomar la medicación. La enfermera ante este pedido expresa: … “te dije que

cuando escuchan música quedan muy exaltados, sabía que esto iba a pasar”; a lo que el

psicólogo responde: “si tuvieran la posibilidad de escuchar música y divertirse más

seguido te aseguro que no pasaría”.

De esta manera el accionar de este profesional en la clínica podría considerarse

como lo que según Kaminsky (1991) se denomina “lo hablante”, es decir, aquello que

corrompe cierta practica enquistada que es tomada como general, aquello que permite cierta

dinámica, cierto movimiento y que promueve el cambio, en otras palabras, podría

denominarse también como lo instituyente.

A su vez, se reconocen otros aspectos de la dinámica de la clínica que si bien no

manifiestan una intencionalidad explicita en su enunciado, si permiten plantear ciertos

interrogantes sobre el lugar desde el que eso es dicho.

Teniendo en cuenta ello, se observó el caso de un paciente de 28 años que vive en

esta institución desde que fue creada, aproximadamente 10 años. Él no tiene una familia, es

decir que no recibe visitas. Se encuentra judicializado y a la espera de una familia adoptiva

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que nunca llega. Su tutor es el dueño de la institución. Y por información que pudo

recolectar el psicólogo de la institución es una persona que no posee el documento nacional

de identidad. Una profesional menciono que “vino dentro del paquete de minoridad y

familia”.

En primer lugar, es necesario mencionar que, en dicha institución, la Ley Nacional

de Salud Mental Nº 26657 (2013) pareciera no tener lugar en su ejercicio. La misma,

plantea en su artículo 15: en ningún caso la internación puede ser indicada o prolongada

para resolver problemáticas sociales o de vivienda, para lo cual el Estado debe proveer los

recursos adecuados a través de los organismos públicos competentes. Y además en su

artículo 14: la internación es considerada como un recurso terapéutico de carácter

restrictivo y solo puede llevarse a cabo cuando aporte mayores beneficios terapéuticos que

el resto de las intervenciones realizables en su entorno familiar, comunitario o social”.

Este paciente menciona que el entro por voluntad propia y que no entiende por qué

no puede irse. Expresa que él quiere tener su casa, o una familia adoptiva, que le gustaría

estudiar, tener sus cosas. Que en la clínica esta “su junta” sus amigos, pero que él no puede

vivir más así. Menciona “¿no soy un delincuente, no soy un preso, porque no me puedo ir?”

A su vez al preguntarle desde cuanto está en la clínica responde que desde hace tres

meses. Cuando se le pregunta por su edad responde que tiene más o menos 14 años. No

sabe la causa por la cual ingreso en la institución, solo menciona que “fue por voluntad

propia”. Pero lo que sí reconoce es su derecho a poder salir de allí esta coartado.

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Estas cuestiones llevan a preguntarse por el papel del tiempo y el espacio en estas

instituciones asilares, y por la posibilidad de un proyecto de vida fuera de allí que aparece

obturado por el atravesamiento de la institución en la subjetividad de un paciente.

Hay prácticas que dejan ver la manera en que ello se produce. No saber la hora, ni

los días, ni las noticias, o cuando es la fecha de cumpleaños de cada uno, sobre todo de los

que no poseen DNI son prácticas que hacen a una existencia de vida detenida en el tiempo.

“Para Foucault los discursos se hacen practicas por la captura o pasaje de los individuos, a

lo largo de su vida, produciendo formas de subjetividad; los dispositivos constituirían a los

sujetos inscribiendo en sus cuerpos un modo y una forma de ser, pero no cualquier manera

de ser, lo que inscriben son un conjunto de praxis, saberes, instituciones, cuyo objetivo

consiste en administrar, gobernar, controlar, orientar y dar un sentido que se supone útil a

los comportamientos, gestos y pensamientos de los individuos.” (Garcia Fanlo, 2011)

En una entrevista con las cocineras de institución, se mencionaba que la única

preocupación de los pacientes es la comida. Expresa una de ellas: “ellos lo que quieren

saber hoy es que van a comer, están a la espera del desayuno, después el almuerzo la

merienda y la cena, eso los mantiene todos los días. Y si, a ellos no les importa si el dólar

sube, o si le van a votar a Macri, ellos la única preocupación que pueden tener acá es la

comida”.

Más que una cuestión de que les importa a ellos, sería una cuestión de que

elementos tienen para pensar/pasar su existencia en dicha institución. Que se les brinda en

la rutina diaria.

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Cuestiones como la ropa compartida entre todos, la imposibilidad de tener

guardarropas propio en cada habitación, la negativa ante la propuesta de poder ubicar sus

nombres en las puertas de las habitaciones y prácticas como rasurarles la cabeza a la

mayoría, tienden a ser homogeneizantes. Y podría pensarse que van en camino a arrasar

con lo propio, con el deseo de algo diferente.

Sin embargo, a partir de estas entrevistas surge un interrogante/problemática ¿es

posible elaborar un proyecto de vida dentro de esta institución? Este paciente, hizo saber de

su deseo.

Al pensar que posibles intervenciones podrían realizarse ante esta problemática de

la cuestión del borramiento del tiempo y el espacio, que como consecuencia podrían coartar

la posibilidad de formación de un proyecto de vida en los pacientes, a lo largo de las

practicas con el grupo que se asiste al lugar se plantearon varias actividades que hacen a la

recuperación de algo propio dentro de la institución.

En un primer momento se pensó en poner carteles con nombres en cada habitación,

cuestión que fue denegada por la psiquiatra de la institución. Se pensó también en

modificar cajas y decorarlas para guardar los objetos de cada uno ya que no poseen un

guardarropas propio. Además de ello podría pensarse en realizar salidas a los diferentes

lugares de la ciudad, y no ya el rutinario “caminar por el barrio”. Actividades que tengan

que ver con empezar a construir una historia propia que podría ser posible.

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Bibliografía

- Kaminsky,G. (1990) Dispositivos Institucionales. Ed Lugar.

- García Fanlo, L. (2011) ¿Qué es un dispositivo? Foucault, Deleuze, Agamben.

A parte Rei. Revista de Filosofía.

- Ulloa, F. (1997) Psicología de las instituciones, una aproximación

psicoanalítica. en Revista de Psicoanálisis XXVI.

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