MiHCUlllIttfMítt.'flttbnf, lintK" .V 1'iiln en til .

\rnen

club inglés, el Belgrano Athletic; las gradas estaban "alestmln* .

La hibridación en el fútbol:
una élite, tanto inglesa como argentina", y la elegancia de
la creación del estilo criollo
vestimenta y de los automóviles estacionados fuera, le daban
impresión al periodista de haber participado en un "elcgnni
I » in i , • u i.i de mis informantes coincidió en la importancia de
encuentro de carreras ecuestres"(l9/6/1905: ]). Parecería que PN(
llltii n I r . i i ilición ideológica del fúlbol en la revista semanal
época altamente civilizada había desaparecido por completo h;iei
• l l ' M H . » Tifan parte de ellos eran lectores regulares, e incluso
1912, momento en que AJümni abandonó la práctica del fúllx'i |H- MI i ¡" ' ues conocían muy bien la historia de la revista. Una
Uno por uno los clubes ingleses de clase alta abandonaron I.
id i i i u .leleriwticas de El Gráfico ha sido la de celebrarse a sí
práctica del fútbol competitivo y se concentraron en el Rugby, e
tenis o el criquet. mi , i «MI publicaciones periódicas sobre su propia historia. Esto
|(ii n n l < . |c recuerda al lector la importancia de la publicación sino
En 1914, el Exeter City, un equipo profesional de segunda divl
i p i i i . u i i b i e n permite un fácil acceso a la "memoria escrita". Me
sión que jugaba en la English Southern League (Liga Inglesa del
H l i t i r - i . i s m c con esta vía de investigación sin imaginarme lo difícil
Sur], realizó una gira por la Argentina, Perdió un partido pero ven
i|in -.cria tener acceso a los archivos de la revista. Obtener el
ció a Racing -el equipo campeón- por 2 a O, y al equipo nacional
I íso demandó muchos años, más varias cartas sin respuesta.
por 3 a 1, El fútbol inglés aún era superior; pese a que los argenti-
M.r. larde, comprendí el porqué de estas dificultades: las únicas
nos se quejaban de la extrema brutalidad y el estilo primitivo del
tíos eolecciones completas de El Gráfico en todo el país se guardan
• • • fútbol demostrado por Jos visitantes (The Standard. 18/7/1914;
rn I,i biblioteca de la editorial. Para consultarlas, existía un con-
4). Durante el banquete de despedida, el entrenador de Exeter ex-
l i o l sumamente estricto. Al comienzo de mi trabajo en la sala de
presó que los jugadores amateurs argentinos podrían vencer sin
l i - i i i i r a , un periodista que bajaba del sexto piso me entregaba
dificultad a los equipos amateurs ingleses pero aún no estaban
cada volumen y de esa manera, se hacía responsable de que éste
listos para vencer a los equipos profesionales. Enfatizó que los ju-
l'ucra devuelto intacto. Esto complico mi trabajo hasta que obtuve
gadores locales "eran muy buenos en la gambeta y eran rápidos,
la confianza de dos jóvenes periodistas que aceptaron entregarme
pero el punto débil era su individualismo y tratar de brillar por
seis tomos por día. Completar la lectura de El Gráfico resultó real-
sobre sus compañeros. Nunca obtendrán un éxito total hasta que
mente arduo para un antropólogo no dedicado al análisis cultural
comprendan que se necesitan 11 jugadores para hacer un gol" (Th.e
o al de medios de comunicación.
Standard, 14/7/1914: 4). Hacia 1914, si consideramos este co-
El Gráfico fue fundado en 1919 en Buenos Aires y marcó el
mentario como real, existían dos estilos; el estilo inglés, basado en
comienzo de una revista para "hombres". Producida por la edito-
la disciplina colectiva y el esfuerzo común, y el otro, el criollo local,
rial Atlántida, que también había publicado con gran éxito revis-
basado en el individualismo y la falta de sentido táctico. Esta opo-
tas para niños y para mujeres, Eí Gró/íco incluía en diferente me-
sición es fundamental en la construcción del imaginario del estilo
del fútbol argentino. dida, artículos sobre política, nuevas fotos, deportes, fotos de ar-
tistas e informes sobre actividades relacionadas con el ocio y los
espacios de recreación. A partir de 1921, Eí Gró/ico gradualmente
pasó a ser una revista de deportes, aunque hasta fines de esa
década todavía se publicaban fotos y semi-desnudos de bailari-
nas desconocidas y supuestamente extranjeras. La circulación de
El Gráfico aumentó durante esa década y llegó a vender 100.000

89
 llilifiilarii'H: l.m hibridua masculinas en etfúlhol
en: jútbnt, maga y piiln en la Argentina

origen popular y de clase trabajadora. La transformación de estos

ejemplares en ía década del treinta. La circulación de la revista
últimos en "héroes" o "villanos", en "modelos" para ser emulados o
alcanzó su pico entre mediados de las décadas del 40 y 50, con
no , y el análisis detenido de sus actuaciones, son ejemplos del
una tirada de 200.000 copias semanales. En ese momento, la
revista tenía circulación continental, y era leída en Santiago de proceso de la construcción simbólica de "lo nacional" a través del
Chile, La Paz, Quito, Bogotá, San José, Ciudad de Guatemala y análisis de las virtudes deportivas. El término "nacional" se utiliza
Ciudad de México. para indicar que en El Gráfico las voces, las actuaciones, los éxitos
o fracasos de actores populares se encuentran combinados con las
r El Gráfico, con justa razón, fue definido como la "Biblia del
j deporte en Sudamérica" (Sánchez León 1998: 149). Se le dedica- reflexiones de escritores y periodistas de clase media. Esta con-
fluencia es menos aparente en revistas dedicadas a la mujer o en
ba un gran espacio al fútbol, pero también se cubrían otros de-
semanarios de temas más políticos o literarios ya que las voces
portes como carreras de motos, automovilismo, polo, natación y
boxeo, en los que la Argentina había alcanzado una cierta reputa- dominantes son las de la clase media o alta.
En el contexto de la década del 20, cuando el fútbol ya se había
ción internacional. Al comienzo, la revista era un portavoz de ía
consolidado en la Argentina y pasó a ser parte del mundo global
ideología modernista en boga que enfatizaba la importancia de la
educación física para la salud, introducía nociones de higiene, del deporte, El Gráfico desarrolló la teoría de las dos fundaciones
del fútbol: la primer fundación británica y la segunda criolla 4.
incorporaba recomendaciones sobre la mejor dieta a seguir y cómo
Uno de los argumentos utilizados se refería al origen étnico de los
evitar enfermedades, marcaba la importancia de desarrollar
jugadores en la mayoría de los equipos famosos y también en
hobbies como, por ejemplo, el aeromodelismo, enfatizaba la nece-
sidad de alentar a las mujeres a practicar deportes, y sobre todo, aquellos que jugaban para el equipo nacional. En la época de la
recalcaba persistentemente los aspectos morales y educacionales fundación británica -desde 1887 hasta 1911- fecha en que se
quebró la hegemonía de Alumni, "el glorioso equipo británico",
del deporte. Según El Gráfico, el deporte debía ser considerado
como una actividad física moral, ya que desarrollaba un estricto predominaban los jugadores de origen británico:
código de conducta en aquellos que lo practicaban debido a la
En núes tro país no se ha comenzado ía práctica dejootball
existencia de reglas, controles y sanciones. Una actividad física
con ía lectura de los reglamentos y ía compra de los elemen-
que resulta de la fantasía y la creatividad individual, no controla-
tos de juego indispensable, no. Fueron ingleses venidos al
da por reglas estrictas, se define como juego y no como deporte
(El Gráfico no. 394, 1927: 18). Río de la Plata los primeros que practicaron el juego y
siguieron pracíicándoío sus Fufos incorporados en colegios
El Gráfico es la revista deportiva semanal de la clase media que
ingleses, tai cuaí se hace hoy con otros deportes como el
tuvo mayor influencia en la Argentina. El análisis de esta revista
cricket. Tnvopues eljootball rioplatense su origen inglés en
permite, por lo tanto, reconstruir cierto imaginario masculino de la
sus primeras prácticas y la primera lección de técnica superior
clase media. -».
Se puede cuestionar la hegemonía —, de esta „revista, esíuuo a cargo del Southampton, y luego el Nottingham Forest,
pero no existen dudas sobre su decisiva influencia en la definición
Everton, Tottenham, etc. Todo completamente inglés, como
de las diferentes áreas del pensamiento moral masculino y nacio-
puede verse y apreciarse en nuestros famosos cracks de
nal. Los periodistas de El Gráfico, excelentes escritores en su ma-
nuestra iniciación en elfooibaU. que se llamaron Brown, Weiss,
yoría, pensaban como miembros de la clase media pero a su vez
Lett, Ratcliff, Buchanan, Moore, Mack, Leonard, Watson
daban lugar a la expresión y diseminación de voces, imágenes y
Huíton y tantos oíros cuyos nombres no difieren en nada de
actuaciones de jugadores de fútbol y otros hombres de deporte de

90
 llfliríitartnii; Ijis HibritliK maxriilinax rn
.Wascitlinütailes: J'úlbnl, lang» y pitia en la Argentina

disciplinada y metódica, pues no sacrifica el individualis-

los que practican elfootball en la Rubia Albión (El Gráfico
mo en homenaje a la suma colectiva de los valores. En el
no. 470, 1928:5).
football inglés todo tiende a destruir la acción personal para
formar un todo sólido, de manera que un team no se cuenta
La fundación del fútbol criollo comenzó en 1913, cuando, tal
por sus hombres separadamente, sino por la acción unifor-
como se mencionó con anterioridad, Racing Club, con sólo tres
me de todo un conjunto. De ahí que elfooiball británico sea
jugadores, secundarios, de origen británico -Wine, Loncan, y
realmente poderoso y tenga la fuerza regular e impulsiva
Prince- ganó el campeonato argentino por primera vez. Desde ese
de una verdadera máquina, pero es monótono porque siem-
momento, declinó la importancia de los clubes británicos y sus
pre es igual y uniforme. Elfootball rioplatense, en cambio,
jugadores desaparecieron de los equipos nacionales. De acuerdo
no sacrifica enteramente la acción personal y utiliza más el
con El Gráfico, este cambio fue posible porque: "cuando elfootball
dribbling, el esfuerzo personal generoso, tanto en los hom-
comenzó a difundirse, dejaron de ser los cracks nombres británi-
bres de ataque como de defensa, por consecuencia, un
cos para transformarse en apellidos puramente latinos, especial-
football más ágil y vistoso (El Gráfico no. 470, 1928: 15).
mente italianos y españoles, como García, Martínez, Ohaco, Olazar,
Chiappe, Calomino, Laforia, Isola, etc" (no. 470, 1920: 5)
En los textos de El Gráfico, las virtudes masculinas "británi
Es interesante notar que lo criollo es definido a partir de la
cas" se amalgaman a las siguientes cualidades: flemático, disci-
predominancia de los apellidos españoles e italianos. Lo criollo se
plinado, metódico, fuerte, potente y con ideales colectivos. Estas
Juncia, por lo tanto, a través de los hijos de inmigrantes latinos. Los
virtudes ayudan a crear un estilo repetitivo -estilo "máquina". El
hijos de inmigrantes "ingleses" nunca fueron considerados como
autor reconoce que este estilo permite conceptualizar el fútbol
criollos, y no podían transformarse en criollos por jugar al fútbol.
británico como "perfecto", es decir, industrialmente perfecto. El
Siempre fueron ingleses, practicaron un deporte inglés y de esta
varón criollo, gracias a la influencia latina, es exactamente lo
manera, mantuvieron su identidad inglesa. ¿Cómo pueden expli-
opuesto: inquieto, individualista, menos disciplinado, basado en
carse estas diferencias? Según la interpretación de El Gráfico, ra-
el esfuerzo personal, la agilidad y habilidad. La conclusión del
zones genealógicas dan lugar a razones basadas en estilos de jue-
autor es que, debido a estas características, uno puede ver el fút-
go. Estos estilos, a su vez, están basados en diferencias étnicas
bol rioplatense como imperfecto y por lo tanto, posible de desa-
conceptualizadas como diferencias en el carácter y en la manera
rrollo una vez establecido el profesionalismo. Más tarde, en la
de expresar sentimientos y movimientos físicos. Una vez que, desde
década del cuarenta, el concepto de "máquina" se opone al de
mediados de la primer década del siglo, los hijos de los inmigrantes
"arte"en el sentido de interpretación musical artística: los argen-
latinos habían creado su propio fútbol, El Gráfico explica:
tinos juegan fútbol con el tacto y la virtuosidad con la que los
artistas tocan el piano o el violín. Por esta razón, un gran equipo
Es lógico que con el correr de los años toda la influencia
de fútbol será como una gran orquesta formada por grandes
sajona delfootball haya ido despareciendo para dar paso
individualidades (El Gráfico no. 1124, 1941: 18). La característica
al espíritu menos flemático y más inquieto del latino... Ins-
más típica del fútbol argentino sería el toque, que puede ser corto,
pirados en la misma escuela que los británicos, muy pronto
lento o rápido, de acuerdo con los requerimientos tácticos y la
los latinos fueron modificando la ciencia del juego e hicie-
ron una propia, hoy ampliamente reconocida... ella se dife- intensidad del juego.
Las nociones de virtudes físicas masculinas británicas y criollas
rencia de la inglesa en que es menos monocorde, menos

93
92
 \liiM-iiIiiinlnilr\. Jttflwt, launa y putu fu la ArKtttiina
I >n i nancearán pero se irán modificando con el tiempo. Las virtudes
Jisieas inglesas seguirán asociadas a "la fuerza y el poder íísico",
mientras que las virtudes de los criollos serán las de la habilidad y
los movimientos virtuosos. La metáfora de la "máquina" opuesta a
la creatividad individual es una constante en la imagen del fútbol
argentino. Lo británico está asociado a Jo industrial, lo criollo al
sistema social pre-índustrial. Frente a la "máquina", la repetición,
la respuesta típica criolla fue el dribbling, que más tarde pasó a
denominarse jjgmbeíía (palata^cjuedenva de la literatura gauchesca
y que describe el modo de correr_de!_av£sj,ruz). La gambeta es emi-
nentemente individual y no puede ser programada; es la oposición
a lo industrial, al juego colectivo de la máquina.
Según El Gráfico, hacia 1928 lo criollo había adquirido sus ca-
racterísticas propias. La "fundación" del "estilo criollo" debía te-
ner una fecha precisa, un protagonista y un evento: esta fue esta-
blecida en 1913 cuando Racing Club destronó a los campeones
de Alumni, el club con mayor poder durante muchos años como
ya hemos señalado, y representante no sólo de la fundación del
fútbol "británico" sino también de! "estilo británico". Resulta inte-
resante considerar que, como sucede con los mitos, la realidad
histórica no coincide con la narración. Como vimos, Alumni aban-
donó la competencia en 1912 y no en 1913, No participó del cam-
peonato de 1912 donde la victoria fue de Quilines, otro equipo
inglés. Por lo tanto, Racing no venció a Alumni sino a Quilmes,
Las dos "fundaciones" se relacionan de muchas maneras con dos
hegemonías históricas: Alumni dominó el fútbol organizado des-
de 1900 hasta 1911, y Racing hizo lo mismo desde 1913 hasta
1919. Detrás de estas dos "fundaciones mitológicas" existe una
hegemonía histórica concreta. Resulta más interesante aún, la
genealogía de los estilos: se puede concebir uri estilo particular de
jugar al fútbol como algo totalmente imaginario, pero en general,
éste se desarrolla a través de una comparación con otros estilos,
como lo demuestran los textos antes mencionados. Sin embargo,
en los quince años entre 1913 y 1928, la transformación del estilo
británico en estilo criollo fue un proceso gradual. En esta trans-
formación fue importante la mirada del "otro distante", los euro-
94
llikridaciHii: IMX liiliritlux uitiM-iiliiws tn rtfulknl
peos, y no la del "otro cercano", los uruguayos.
El Gráfico argumenta, tempranamente, que el fútbol se conver-
lirá en el deporte fundamental de la Argentina, ya que permite a
la nación expresarse a sí misma a través de un equipo nacional
(no. 190, 1923: 4)-. Se enfatiza que esto no podría ocurrir con un
deporte individualista; jugar para el equipo nacional requiere a
los jugadores desarrollar un sentido de nación, ya que por un
tiempo, deberán dejar de lado sus intereses privados como juga-
dores de diferentes clubes. Al mismo tiempo, el comentador ob-
serva que las diferencias nacionales, las diferencias entre estilos
pueden verse más claramente en un partido de fútbol que en cual-
quier otra competencia deportiva.
La victoria uruguaya en los Juegos Olímpicos de París en 1924
y la exitosa gira de Boca Juniors -un equipo de primera división-
a través de varios países europeos en 1925, confirmaría la exis-
tencia de un fútbol "rioplatense" diferente del fútbol europeo e
inglés5. Hasta 1925, año de la gira de Boca, los argentinos eran
más ingleses que los uruguayos, incluso en la percepción de los
mismos jugadores uruguayos (El Gráfico no. 190, 1923: 4, y no.
205, 1923: 15). Los europeos contribuyeron a este cambio a tra-
vés de su propia percepción de las diferencias en juego, a través
de su definición del fótbol "rioplatense" practicado tanto por ar-
gentinos corno por uruguayos. La visita en 1926 de Real Deporti-
vo Español, un club de Barcelona, fue utilizada para el desarrollo
de una teoría del fútbol criollo como algo distintivo. Sin una pizca
de modestia, El Gráfico comenta la visita del equipo catalán:
Considerarnos muy alto el valor delfootball que se prac-
tica en nuestro país - tan alto que sólo apreciamos como
superior alfootball de los profesionales británicos- y es por
ello que dentro de un concepto severo en la técnica repúte-
nlos el mérito de nuestros huéspedes y deduciremos que el
football en España ha adquirido un adelanto sorprendente
que lo coloca casi a nuestra altura, y decimos precisamente
casi a nuestra altura porque tenemos la convicción de que
el nuestro es más técnico, más rápido, más preciso: quizás
95
 MasfttlittHtaftex: ftittml, taitRa y pt>in tu la Argentina
carezca de efectividad por la habilidad en la acción indivi-
dual de nuestros grandes jugadores, pero el football que
practican los argentinos y que hacemos extensivo a los uru-
guayos es más bello, más plástico, de mayor precisión ya
que para llegar al arco adversario no se hace con pases
largos y adelantados, terminados casi en seguida, sino que
es cada avance la consecuencia de una serie de acciones
breves, precisas, colectivas, de dribblings hábiles y pases
precisos como una filigrana (no. 366, 1926: 17).
Conforme a la percepción de El Grájico la habilidad para gambe-
tear de los jugadores argentinos sería una de los aspectos funda-
mentales del estilo criollo. La gambeta es una actividad individual,
no colectiva. El estilo colectivo pasaría, por lo tanto, a depender de
las cualidades de los mejores jugadores, aquellos con grandes
habilidades en el arte de la gambeta. La gambeta sería el factor que
permitiría el paso desde la "fundación" al desarrollo de un estilo.
La gambeta daría estilo a la forma. La mirada de los "otros", los
europeos, aceleraría este proceso. Al mismo tiempo, los jugadores
argentinos y uruguayos que comenzaban a aparecer en Europa
fueron los grandes gambeteadores en la década del veinte.
La exportación de jugadores argentinos, en su mayoría delan-
teros, comenzó en 1921 cuando el club italiano Torino compró a
Julio Libonatti, un enérgico y técnico centro delantero quien, du-
rante la década del 20 resultó un jugador esencial para el equipo
nacional italiano (Brera 1975, vol.l: 95-7). Curiosamente, los
italianos decidieron dejar a Libonatti en Italia durante los Juegos
Olímpicos de Amsterdam para evitar la acusación de que se trata-
ba de un profesional (Brera 1975: 97). Esta exportación de juga-
dores de fútbol fue fortalecida en las décadas del 20 y 30. En el
proceso de transformación del fútbol como "deporte universal", la
Argentina comenzó a exportar cuerpos y a ser identificada con el
f u l bol y sus jugadores.
/£/ Gráfico desarrolló la teoría de las dos "fundaciones" dentro de
un nuevo contexto internacional: los argentinos y los uruguayos
dominaron los campeon¿xí.os sudamericanos de las décadas de 1910
96
Hibridación; IMS liibrítlin inasciiliaiix en elfútbat
¡i 1930, así como también los Juegos Olímpicos de Amsterdam en
11)28, donde ambos equipos se enfrentaron en la final, y los uru-
guayos ganaron su segunda medalla de oro consecutiva. El fútbol
"rioplatense" fue definido con un poder mundial, ya no periférico al
iútbol europeo. Esto fue confirmado en 1924 por la visita del . y
IMymouth Argyll, un equipo profesional que jugaba en la liga ingle- L
sa del sur. Este equipo fue vencido en dos oportunidades por el
equipo nacional argentino: 3 a O y 1 a O. The Standard al comentar
la primer victoria expresó del equipo argentino que su juego fue
"sorprendente", "técnico" y "rápido", a diferencia del Plymouth al
que consideró "bastante primitivo" (30/6/1924: 2). En el segundo
partido, el mismo diario resumió las diferencias entre los dos equi-
pos, remarcando que los delanteros argentinos eran muy buenos
al gambetear y significativamente más técnicos que sus pares in-
gleses (21/7/1924: 2). De todos modos, las "tácticas de ataque" de
los jugadores profesionales ingleses no eran comprendidas por los
argentinos y según The Standard, el público abucheó constante-
mente a los jugadores en todos los partidos. En la carta de despe-
dida, escrita por el capitán del Plymouth y publicada por The Stan-
dard, podemos leer lo siguiente:
Es evidente que los amantes del fútbol argentino no es-
tán todavía entusiasmados con el uso de los hombros que
en Inglaterra se considera tan perfectamente limpio y jus-
to... los resultados tan apretados de nuestros partidos me
permiten remarcar el rápido desarrollo de la Asociación de
Fútbol en Sudamérica y somos lo suficientemente abiertos
como para declarar que la clase de fútbol demostrada por
sus mejores jugadores está muy cerca de la de los más
juertes clubes de la Liga Inglesa, y les pedimos que acep-
ten nuestras felicitaciones (20/7/1924:5).
En la misma edición de The Standard, el presidente de la Asocia-
ción del Fútbol Argentino, Dr. Tedín Uriburu, destacó que: "La visita
del Plymouth Argyll ha sido un éxito y deja en nuestras mentes la
imagen de aquellos jugadores de fútbol que en estos años recientes
97
 liiiuhuU-n: Júilinl, IHHKH >'/'»/« ni la Argentina
eran discípulos y alumnos del gran deporte inglés y que hoy pueden
considerarse verdaderos oponentes de los mejores equipos que
vienen a este país desde otros países" (20/7/1924: 5).
Uno de los mejores observadores y juez de los cambios ocurri-
dos en el fútbol argentino fue sin lugar a dudas, Jorge Brown, el
centro-delantero y mítico jugador de Alumni y del equipo nacional
durante la época de la "fundación" británica. En 1921, de modo
nostálgico expresó:
El fútbol que yo cultivé era una real demostración de
energía y habilidad. Un juego más brusco pero viril, bello y
vigoroso. El fútbol moderno se ve debilitado por un exceso
de pases realizados cerca del arco. Es un juego más fino,
tal vez nías artístico, aun aparentemente más inteligente,
pero ha perdido su entusiasmo primitivo. Con el estilo ac-
tual, los resultados son menores comparados con los resul-
tados del estilo antiguo. Es importante tener presente que
el fútbol no es un deporte delicado... Es unjuego violento y
fuerte en el que se prueban la resistencia física y los mús-
culos de los jugadores. Lamentablemente, este estilo ha
desaparecido... ya no se practica el estilo veloz, el estilo
que produjo tantosjugadores invencibles. En el pasado, en
nuestros partidos había más ataques pero siempre con la
¿•~-
estricta legalidad y respeto por el adversario. Hoy en día,
se cree que sejuega mejor porque se evita el contacto físico
y por lo tanto, ya no es posible ver esos añonados partidos
producidos por el estilo de jugar pelotas largas. Ya no es
posible ver el estilo consagrado en Inglaterra y exportado a
todo el mundo. Confieso que soy un amante de la tradición
y creo que al expresar estas ideas, estoy en lo cierto (El
Gráfico no. 707, 1921: II).
En 1921, Brown rechazó el nuevo estilo y defendió la tradición
inglesa, que estaba desapareciendo. Tres años más tarde, en 1924,
aceptó la consolidación del estilo argentino pero demandó explíci-
lamente una mayor hibridación para mantener viva la influencia
98
Hibridación: l-»s hiluiílm mast-uHiHM ni flfiílfwl
inglesa. Se demostraba claramente a favor de una mezcla de esti-
los "con el fin de que las virtudes latinas se complementaran a la
perfección con la técnica británica" (La Nación, 10/6/1924:5). De
esta manera, en 1921, Brown aceptaba que el estilo británico era
parte del pasado y en 1924, se declaró a favor de un retorno a lo
británico con el fin de producir un estilo más híbrido. Brown era
un hombre de su época. Desde su perspectiva, la dominación del
estilo latino era algo negativo, y una mezcla con el estilo británico
produciría eventualmente un estilo más pulido. No debemos olvi-
darnos, si creemos en los datos de El Gráfico, que como verdadero
"héroe" de la fundación británica, Brown siempre estaba a la bús-
queda de la perfección.
Es importante tener en cuenta que el uso que hace El Gráfico
del término "fundación criolla" referido a un juego transformado
por los hijos de la primera generación de inmigrantes, debe haber
sido considerado como un insulto para los escritores nacionalis-
tas de la época. Los nacionalistas se oponían a la inmigración
masiva porque contaminaba la "esencia nacional" y "manchaba el
país" (Rock 1993: 41-2). En el mundo del fútbol, sin embargo, los
inmigrantes y su creatividad permitieron que la identidad nacio-
nal apareciera, se fortaleciera y se reprodujera a través del tiem-
po. La identidad nacional en ^IJutbql pertenece a los hijos de los
JB2
inmigrantes
ini no-británicos: es una horma cultural creada al mar-
gen del criollismo nacionalista. La narración de Eí Gráfico es un
homenaje" a la mezcla de los fiijos frutos de la unión de latino-
europeos con la población nativa y deja de lado, en forma explíci-
ta, a los hijos de los británicos. La exclusión de los hijos de los
británicos puede ser considerada como una concesión por parte
de los escritores de El Gráfico a los nacionalistas argentinos anti-
británicos y al mismo tiempo, una clara muestra del arielismo
-ideología anti-anglo-sajona-, dominante entre muchos intelec-
tuales latinoamericanos de la época (ver Rodó 1994) 6. De todos
modos, en mi opinión, El Gráfico también contribuyó a su manera,
a definir en el campo del deporte lo "británico" como el "otro" im-
portante para los argentinos. Sin embargo, la revista defendía a
los jugadores argentinos que abandonaban el país para jugar en

Masca Un idades: fúlbiil, fango y pola en la Argentina
el exterior, aunque algunos de ellos pasaran a jugar para equipos
nacionales donde eran definidos como "locales". Italia hizo uso de
esta situación de manera flagrante, al incluir cuatro jugadores
argentinos en el equipo ganador de la Copa Mundial de 1934.
Estos jugadores serán considerados embajadores del fútbol crio-
llo. El Gráfico reportó al respecto:
No debemos ser egoístas. Orsi, Cesaríni, Stábiie y todos
aquellos que traspasan las fronteras en busca de mejores
horizontes en rumbo a países que los necesitan, deben ser
vistos como la antigua España veía partir a sus Adelanta-
dos. Van a la conquista de otras multitudes. Ya nos resulta
un poco chico el país y una buena lección dejutbol en nues-
tras canchas no deslumhra a nadie. Hace muchos años
que en el arte de gambetear y marcar goles venimos dando
cátedra. Por eso, es preciso salir; los buenosjugadores que
nos prestigian en el extranjero habrán hecho algo patrióti-
co. Por esta razón es necesario salir al exterior; los buenos
jugadores que son nuestro orgullo en el exterior están tra-
bajando patrióticamente. Stábiie va a Italia, no a defender
el fútbol de la península, sino el criollo por cuanto es un
criollo que juega (589, 1930: 37].
Resulta pertinente entonces, presentar y discutir ahora los mo-
delos que explican el crecimiento del estilo criollo en la Argentina.
Estilo criollo masculino:
¿naturaleza indeterminada o amalgama social?
Tal como mencioné con anterioridad, el documental Fútbol Ar-
gentino -basado en la teoría de las dos fundaciones del fútbol ar-
gentino- presentado con gran éxito en 1990, pasó a ser una espe-
cie de "narración ejemplar" para los jóvenes entusiastas de este
deporte. La mayoría de mis informantes vieron el documental y
aceptaron esta presentación histórica en tanto "historia real".
100
\ ru etfútíntl
Matías, el mayor de mis informantes, nacido en 1920, recorda-
l>a la importancia de esta "teoría" -según sus propias palabras-
rn la década del 40, "época de oro" del fútbol argentino cuando el
equipo nacional ganó la mayoría de la Copas Sudamericanas, y
muchos clubes -después de la Segunda Guerra Mundial- realiza-
ron giras por Europa con gran éxito. Matías mencionó El Gráfico,
|)cro también otros periódicos y programas de radio, como princi-
pales fuentes de esta "teoría". Insistía en la importancia de crear
"mitologías" y relacionarlas con la necesidad de tener un "estilo
nacional". Hizo hincapié en la competencia con los uruguayos:
Los uruguayos ganaron dos títulos olímpicos, en 1924 y
1928, y también la primer Copa Mundial en 1930. Los ar-
gentinos obtuvimos dos medallas de plata: en 1928 y 1930.
Salimos segundos dos veces, y logramos comprender las
derrotas en base a la oposición de la Juerza y ejiciencia de
los uruguay osfrente a nuestra elegancia. Fue como un tour
de forcé; de golpe los uruguayos eran más británicos y
nosotros exactamente lo opuesto. Quiero decir que los uru-
guayos y los argentinos aprendieron de lo británico, y
abruptamente, tuvimos alumnos buenos y malos. Nosotros
transformamos las derrotas en una victoria: la consolida-
ción de un estilo diferente.
Matías sabía que el concepto de fútbol rioplatense, que com-
prendía Argentina y Uruguay, había existido durante la década
del 2O. Sin embargo, él creía que este concepto no era sólo el
producto de los periodistas de El Gráfico sino que también había
sido impuesto por la mirada de los europeos. El mantenía que ya
que la Argentina y el Uruguay habían sido en muchos aspectos
partes importantes del "nuevo mundo" en las primeras dos déca-
das del siglo veinte, resultaba obvio unificar los dos países en un
particular estilo de fútbol. Le recordé que en la película Fútbol
argentino el fútbol rioplatense era presentado como algo distinto y
como producto cultural de exportación.
A pesar de que la narración genealógica está presentada como
101
 Mttscutiiiütades: fútbol, tango y puteen la Argentina
construcción ideológica, Matías y muchos de mis informantes in-
sistían en las diferencias de estilos de fútbol. Amílcar declaró con
su claridad característica que "sin diferencias el fútbol desapare-
cería, no podemos tener miles de equipos jugando de la misma
manera, porque tenemos millones de individuos diferentes jugando
de diferentes maneras". De esta modo, todos acordaron respecto
de las variaciones; la pregunta era entonces cómo surgieron las
diferencias individuales y cómo se cristalizaron en un imaginado
y "real estilo colectivo".¿f^resentaré entonces los dos modelos
interpretativos de El Gráfico. ¿J
Borocotó, famoso periodista durante décadas, desarrolló la idea
de la "gambeta criolla" en 1928, y la elaboró en 19507. En su
conceptualización, las transformaciones que permitían el desa-
rrollo del nuevo estilo sólo estaban abiertas a los descendientes
de los inmigrantes latinos. Su teoría tenía dos significados: el ori-
ginal, de 1928, basado en la libertad de los "pibes criollos"; el
complementario, de 1950, sobre la absorción de las sustancias.
Según la primer teoría, los "pibes" aprendieron a jugar espontá-
neamente en los potreros (espacios urbanos, vacíos, de diferentes
tamaños, generalmente pequeños y con superficies desniveladas)
sin maestros; a diferencia de Inglaterra donde, según Borocotó, el
fútbol formaba parte del sistema escolar (Eí Gró/icono 480, 1928).
Además, como hemos visto antes, la evolución del fútbol británi-
co en la Argentina estaba íntimamente relacionada con la
implementación y consolidación del sistema educativo británico8.
Los grandes clubes británicos de la época pionera surgieron de
las escuelas británicas, y muchos de sus directores desempeña-
ron un papeí crucial en la mejoría de los niveles del juego. Kanitkar
(1994) sostuvo que el Imperio Británico creó la imagen del "mu-
chacho deportista". Se recomendaban deportes en equipo que re-
querían cualidades de liderazgo, cooperación y lealtad. El ser parte
de este equipo era considerado como ser parte de una máquina
perfecta. La oposición entre libertad y creatividad con la escuela
-asociada con la disciplina y la relación alumno/maestro- cobra
sentido, por lo tanto, desde una perspectiva histórica.
Borocotó recuerda que eí fútbol argentino se hizo conocido en
102
llihfielaciáii: l.m liíbñttiix masen Hñus en tlfútbnl
todo el mundo a través de la gambeta, y que los jugadores que
dejaron la Argentina para jugar en Europa eran los mejores
gambeteadores. A la vez, hace hincapié en que hasta ahora la
Argentina ha sido conocida en el mundo por exportar sus famo-
sas carnes congeladas y por la calidad de sus cereales, "produc-
tos no populares" -en el sentido de que provienen de las tierras de
la clase terrateniente de la pampa- y que ahora es importante que
sea conocida por sus "productos populares". Uno de los produc-
tos populares de alta calidad es la gambeta, y sus exponentes son
los refinados jugadores de fútbol argentinos. La práctica del fút-
bol le permite a los argentinos -y a la nación- ser "vistos" en el
mundo, ser "recordados" y sobre todo, ser "valorados". El hecho
de llegar a las finales de 1928 y 1930 es tan importante como la
exportación de jugadores (ElGrq/Tcono.467, 1928:16). Los argen-
tinos son "globales" a través del fútbol, una práctica corporal que
hace posible para muchos jóvenes atletas formar parte de las "co-
nexiones transnacionales", para utilizar el título del libro de
Hannerz (1996) dedicado a la globalidad contemporánea.
Chantecler, otro de los grandes escritores de El Gráfico, también
contribuyó al desarrollo de una teoría de lo criollo. La gambeta,
una expresión del cuerpo, pasaría a ser una manifestación esen-
cial del carácter criollo. Ésta expresa la habilidad y astucia del criollo
opuesta a la carencia de arte del británico (Eí Gró/íco no.467, 1928:
16), A los prin^piosfiíndamenteies de la tesis de Sorocotó -lapura
imaginación del pibejrla congestiónj3e,jugadores enja^cancha-^e
le debe agregar un componente más: la astucia. Sin la existencia
. ; • "' • " • - ——
de las cualidades de habilidad y astucia, la gambeta no tendría
lugar y no habría espacio para la improvisación creativa. Chantecíer
sostiene que los británicos son fríos y matemáticos, y por esa razón,
juegan un fútbol "aprendido". En contraste, los jugadores de fútbol
rioplatenses, cálidos y capaces de improvisación, juegan un fútbol
"inspirado". Al mismo tiempo, realiza una distinción entre los países
del Río de La Plata: los argentinos juegan con el corazón, son más
rápidos y más agresivos; los uruguayos juegan con ¡a cabeza, son
más calmos y más románticos (El Gráfico no.467, 1928: 16).
Chantecler desarrollara la teoría del "crisol de razas" y la amal-
103
 MasciilinitladfK: fútbol, langu y /»»/» f u la Argtitlitia
gama, destacando el continuo proceso de criollización. Un criollo
no nace sino que se jiace; es un producto de una tradición, alte-
rada por el aporte individual. En un artículo denominado "La vi-
veza criolla: característica principal de nuestro fútbol" expresa:
Cuando nuestro país de inmigrantes recibe en su seno
las grandes corrientes de todas' las razas, ha ido asimilan-
do cualidades de cada una para amalgamarlas y darles el
sello propio. De ahí la raza nueva que glosan los intelectua-
les europeos cuando vienen a estudiar lapsícología de nues-
tro pueblo y no pueden hallarle una idiosincrasia dejinida,
puesto que tenemos algo de cada civilización sin pertene-
cer típicamente a ninguna (El Graneo no. 654, 1932:21).
Chantecler considera que en el desarrollo de la "habilidad" del
criollo, los jugadores de la época británica, como Leonard, Brown,
Buchanan y Arnold Watson Hutton, contribuyeron a cambiar la
frialdad de los británicos. En un diccionario del fútbol criollo,
Chantecler define de una manera muy precisa "los productos de
la viveza criolla: el amague, la "bicicleta'(un tipo especial de gam-
beta), el ataque falso, el túnel, la marianela" y también lo que él
denomina "astucia deshonrosa" (El Gráfico no. 652 y 653, 1932).
La viveza criolla pasa a ser no sólo una lista de jugadas inventa-
das sino, más bien, una cualidad que se desarrolla históricamen-
te. Detrás de cada uno de esas proezas existe un creador, un
jugador criollo que Jas desarrolló. Chantecler construye sus ideas
a partir del concepto de la amalgama, conceptualizado como el
proceso de fusión de todas las razas en el fútbol, y a esto le añade
la agregación, imaginada como un producto de la creatividad in-
dividual. Chantecler escribe como si hubiera sido un discípulo de
la antropóloga inglesa Strathern, para quien cualquier estilo es
una combinación de los procesos sociales de amalgama y
agregación (Strathern 1992: 10-46).
Borocotó intentó desarrollar una teoría sobre el fútbol nacional
sustrayéndole toda influencia británica, transformándolo en algo
puramente criollo. Sujpur de forcé -su transformacióri-dejg^teo-
104
i i.i de los escritores nacionalistas de la época- consiste en haber
unido el fútbol criollo a la inmigración y la ciudad. De este modo,
Mostuvo que los inmigrantes latinos nacionalizaron el fútbol por-
i | i u - pasaron a ser criollos, heredando las características de los
"verdaderos criollos". No se trata de un "crisol de razas" sino de
una transferencia de cualidades a través de la absorción de sus-
tancias fundamentales. Esta perspectiva fue desarrollada por com-
pleto en 1950. Pemítanme presentarla en forma breve.
En la Copa del Mundo de 1950 en Brasil, se jugó la final entre
dos equipos sudamericanos: Uruguay y Brasil. La Argentina no
participó, continuando el boicot comenzado en 1934. El hecho de
que estos dos equipos llegaran a la final y dominaran el campeo-
nato creó un torbellino en Argentina. La victoria de Uruguay fue
vista como una confirmación de la superioridad del fútbol riopla-
Icnse. Borocotó participó en el debate público sobre la existencia
de estilos diferentes y defendió un punto de vista esencialista.
Destacó el hecho de que los italianos y los españoles no jugaban
igual que los argentinos a pesar de que había muchos jugadores
argentinos de descendencia italiana y española. Se negó a acep-
tar la interpretación racial unilineal del estilo argentino: los hijos
de los inmigrantes tenían sangre italiana y española, pero habían
sufrido una transformación al entrar en^contacto con sustancias
argentinas únicas. Borocotó definió las siguientes sustancias como
poseedoras de cualidades transformadoras: eljpaisaje -compues-
to por la tierra y el aire- y la comida en general: la carne, el asado
y el mate. Insistió además en qiie~ésíás sustancias no se encuen-
tran en otro lugar y que por ende, definen a la Argentina como
una nación diferente (El Gráfico no. 1618, 1950: 46-8). Por otro
lado, insistió en que "no existe una única manera de jugar al fút-
bol" y que la existencia de estilos diferentes se relaciona con "ras-
gos culturales". Continuó utilizando este argumento, presentado
en la década del 20: el contacto con la pampa y su cultura trans-
formó a los inmigrantes.
**-»""-'" •"" o
En este sentido, algo único e intransferi-
ble se naturaliza: el contacto con la naturaleza permite a los hijos
jle los inmigrantes -sólo a algunos, por supuesto- transformarse.
Este estilo de juego, por lo tanto, deriva de la naturaleza, es un
105
 SífütbQl, tan¡>t> y ptifartí la
don natural; un jugador criollo nace con esas características, no
es que puede adquirirlas^ luego. Lo "natural", lo criollo, aparece
como una barrera contra la transferencia cultural, contra la im-
portación de estilos europeos, que era el principal punto de dis-
cusión en 1950. Borocotó encuentra una simetría entre ser y sentir:
lo natural tiene que ver con los sentimientos, y no con la razón (El
Gráfico no. 1618, 1950: 46). Desde esta perspectiva, los inmigrantes
no aportaron nada sustancial para llevar a cabo esa transformación
radical: sus hijos, nacidos en las pampas, pasaron a ser criollos.
Si Borocotó se niega a aceptar la idea del crisol de razas,
Chante^jerT'gür'éTcontrarío^Qnfirma la importancia de la inmi-
gración en la creación de un estilo en el que hay cabida para la
habilidad británica. Ser criollo no es un hecho permanente: se
desarrolla con el paso del tiempo a través de un tipo exitoso de
crisol de razas¿Ambas teorías comparten la idea de que lo criollo
no fue investido de fuerza y coraje ya que sus virtudes supremas
son el arte de la gambeta -o sea, una manera de evitar el contacto
físico con el adversario- y la astucia, ia habilidad de esconder las
verdaderas intenciones al transformar la vida y el juego en una
serie de simulaciones continuas de modo tal que el adversario no
descubra las verdaderas intenciones, y lograr convertir el engaño
en victoria (ver Archetti 1995 a).jEl gran icono del fútbol británi-
co, Brown, estaba de acuerdo con Borocotó y Chantecler respecto
de los cambios de estilo, como ya hemos visto. El dominio del
estilo británico había desaparecido hacia fines de la década del
20, y el estilo criollo comenzó a viajar por el mundo como una
manera diferente de interpretar el juego.
A modo de conclusión:
el estilo masculino criollo como mecanismo
de exclusión e inclusión
Al presentar mis hallazgos históricos a algunos de mis infor-
mantes nos enredamos en varias polémicas. Matías era claro en
su opinión: la ideología de El Gráfico era dominante en ese mo-
106
llitmilacián: l.n\ masculinas t'ii rljtitbiil
i m - i i l o y lo es aún en "la explicación básica de la creación de un
nuevo estilo". Él destacaba que otros diarios importantes, espe-
cialmente La Nación y Critica, presentaban estos mismos argu-
mentos. Amílcar insistía en el "tono populista de la clase media
.il oponer arbitrariamente distintas maneras de jugar al fútbol".
Uoberto, un empleado estatal de mediana edad, consideró el
modelo de Borocotó como un mecanismo efectivo para la creación
de una especie de solidaridad y aceptación de los nuevos
inmigrantes. El insistía que muchos de sus argumentos eran
"oportunistas" y una manera de excluir lo británico en un período
de creciente nacionalismo»
Mis informantes no aceptaban la importancia del paisaje, la
comida y la sangre en la creación del estilo. Sin embargo, recono-
cían que para concebir las diferencias entre los argentinos naci-
dos de padres italianos e italianos de la madre patria se debían
tener en cuenta algunas características centrales del nuevo país.
Roberto hizo hincapié en que. en esa época, la pampa y el gaucho
eran sustanciales: "los nacionalistas imaginaban una nación de
gauchos"9. El criollo era conceptualizado en relación con la inte-
gración pero también en términos de creatividad. La hibridación
es un mecanismo de creatividad cultural, un tipo de creatividad
selectiva: en el mundo del fútbol los descendientes de británicos
eran menos creativos que los descendientes de italianos y espa-
ñoles I0. La diversidad de orígenes no excluía procesos de genera-
lización en los que un factor clave era la continua amalgama de
las nuevas mezclas. Lo "nacional" es un producto híbrido típico,
abierto pero excluyente, ya que los británicos quedaban fuera de
este nuevo estilo de jugar.
El caso del fútbol, analizado en este capítulo, ilustra el proceso de
hibridación como la creación de una"forma pura", que no existía en
el pasado y que está constituida históricamente como una nueva
forma y a la ve/, como tradición. Los escritores nacionalistas de la"\a deben de haber considerado
término "fundación criolla" a un juego introducido por los hijos de la ,
primera generación de inmigrantes. Los nacionalistas se oponían a /
los inmigrantes porque contaminaban la frágil "esencia nacional".
107
 Masruliaúbulrs: Jútlml, tan^o y palo en la Argentina
llibridaciñn: ¡AHÍ hiliríiliix masculinos en etfúlbttl

Kn oí mundo del fútbol, sin embargo, los inmigrantes y su crea-

manera en que los colegios ingleses alentaban la práctica
lividíid dieron lugar a que el estilo nacional apareciera, se fortale-
del deporte en equipo. El deporte, de acuerdo a su punto de
ciera y se reprodujera a lo largo del tiempo. La id entidadnacional
vista, desarrollaba la energía individual y enseñaba hábi-
en el fútbol pertenece a los hijos de los inmigrantes; es una forma
tos de trabajo adecuados como también disciplina y de
cultural creada al margen del criollismo de los nacionalistas. La
esta manera, completaba laformación de verdaderos hom-
narrativa de El Gráfico es un homenaje a los hijos de los extranje-
bres (1996: 100).
ros que excluye, en forma explícita, a los hijos de los británicos.
Creo que El Gráfico contribuyó, a su manera, a definir lo "británi-
El fútbol en la Argentina se considera opuesto a la disciplina
co" en tanto el "otro" relevante para los argentinos en el campo
escolar. El proceso de criollización implicó un viraje de la escuela
del deporte. La hibridación, por lo tanto, no produce el caos que
a la calle y de lo británico a los nuevos híbridos, productos de la
imaginaban algunos de los pensadores nacionalistas. El mundo
inmigración no británica. En este sentido, y contra los valores de
del fútbol dio lugar a una imagen positiva de los inmigrantes
coraje y fuerza de voluntad, los jugadores de fútbol argentino re-
masculinos, y el desempeño de los mejores jugadores constituía
presentan casi lo opuesto: fueron descritos como sensibles, artís-
una señal importante al imaginar las complejas relaciones entre
ticos y grandes improvisadores. En el ámbito internacional del
nacionalidad y masculinidades.
fútbol en la década del 20, los jugadores argentinos representa-
Las virtudes de los híbridos masculinos producidos en el fútbol
ban algo distinto para los europeos, como ya lo he explicado an-
argentino tenían una cualidad transgresora ya que podían trasto-
tes: la encarnación de la gambeta y el individualismo extremo. El
car el modelo dominante basado en las virtudes masculinas britá-
estereotipo establecido del hombre moderno fue de esta manera
nicas. El cuerpo ideal en el fútbol argentino no estaba relacionado
desafiado por los híbridosargen tinos. La relación entre el deporte
con la belleza como era el caso de Mosse (1996) respecto de la
y la masculinidad moderna resulta más intrincada de lo que Mosse
construcción ideológica de la masculinidad moderna europea. El
imaginó. El caso del polo me permitirá volver a las virtudes mas-
deporte en equipo era considerado como una educación en la libertad
culinas del coraje y el dolor, y de la habilidad y la capacidad lúdica.
individual y en la creatividad más que en la disciplina colectiva,
como postulaba la ideología inglesa. Cuando aparece la belleza, lo
hace en relación con la manera de jugar, con la estética del fútbol y
Notos
no como una propiedad adquirida del cuerpo. Tampoco lo era la
fuerza de voluntad, que de acuerdo a Mosse era una cualidad en la , 1. La Asociación de Fútbol Argentina (AFA) desempeñó un papel fundamental en
imagen del hombre moderno. Al respecto expresó: la expansión del fútbol organizado en Sudamérica. Hacia 1912, la mayoría de las
ligas importantes estaban afiliadas a la AFA: la Liga Uruguaya, la Liga Rosarina, las
Ligas de las provincias del norte de Argentina (Salta, Santiago del Estero y Tucumán),
Generalmente, íajuerza de voluntad se equiparaba al co- la Liga del Sur (de la provincia de Buenos Aires) y la Asociación Brasileña de San
Pablo y Rio de Janeiro {The Standard 17/ 8/1912:3).
raje, al saber enfrentar el peligro y el dolor. Elfortalecimiento
del cuerpo a través del deporte era considerado universal- 2. El análisis de Frydenberg se basa en la lectura de La Argentina, publicación
que aparecía dos veces por semana a partir de 1902 y que se transformó en diario
mente como una de las mejores maneras de alcanzar este en 1907. La originalidad de La Argentina se encuentra en que los clubes no afiliados
objetivo. Angelo Mosso, un renombrado médico italiano, a la Asociación podían utilizar sus páginas para anunciar sus campeonatos y los
resultados. De esta manera, se creó un mundo social del "fútbol aficionado". Es
además de admirar la gimnasia como la manera ideal de importante destacar que los hallazgos de Frydenberg son complementarios a los
míos -basados en la lectura de The Standard, el cual representaba al fútbol oficial
perfeccionar el cuerpo masculino, también admiraba la organizado y a los valores británicos de "juego limpio".

108
109
 MaYÍ•ulinidiules: f»//><>/. taiig» y piiíii en la Argentina
3. Desde 1890 hasta 1910, era una práctica común en la Argentina realizar una
cena de camaradería después de cada partido importante de fútbol -denominada
"tercer tiempo". The Standard describió minuciosamente estas cenas después de
cada partido internacional entre Argentina y Uruguay o de partidos entre equipos
argentinos y visitantes británicos. Se describía y comentaba el menú de la cena, el
vino y la música. Los "terceros tiempos" eran eventos sociales. Esta práctica
desapareció durante la década de 1910 pero se ha mantenido en el rugby como
símbolo del "juego limpio" y de los valores de caballerosidad en un deporte
caracterizado por la violencia física. Se puede considerar el "tercer tiempo" como
representación de una ideología de clase que no estuvo más vigente en del fútbol
cuando éste pasó a ser popular.
4. Es importante destacar que a pesar de que en términos de estilos el "otro"
relevante es el estilo "británico". El Gráfico es eonciente de que uno puede jugar
contra los equipos nacionales de Gales, Escocia. Inglaterra e Irlanda del Norte. Esto
no es específico de la Argentina. Según Moorhouse, aun en la Inglaterra de hoy, lo
"británico" es considerado equivalente a lo "inglés" o de una manera vaga, se presume
que es una "mezcla" de todos los "elementos" con "características celtas" de donde
surgen salvajes nobles y queribles aunque algo excéntricos" (1996:57). Desde los
comienzos del fútbol argentino, el principal enemigo fue Inglaterra, representando
un obstáculo a superar para llegar a la madurez y a un supuesto reconocimiento
universal. Inglaterra no sólo había inventado el fútbol moderno y sus reglas sino que
también sus jugadores eran profesionales y por esta razón, no se mezclaban con
jugadores amateurs en los Juegos Olímpicos. En innumerables ocasiones. Ef Gráfico
no sólo comparaba los estilos diferentes sino también insistía en la necesidad de
seguir el mismo camino de los ingleses y profesionalizar el fútbol nacional. Esto
ocurrió en 1931, con ía creación de la liga profesional. Durante décadas, los argentinos
soñaron con unn. victoria eontra Inglaterra. Al leer El Gráfico, uno siempre tiene la
impresión de que las victorias contra otros equipos eran menos importantes. Todos
mis informantes, sin excepción, consideraban una victoria contra Inglaterra como
rnás importante que una victoria contra Alemania o Italia, países europeos que
realmente tenían importancia mundial en el fútbol.
5. Jules Rimet, presidente de la Fédération Internationale de Football
Associafcion (FIFA), visitó la Argentina en 1924, después de los Juegos Olímpicos.
Observó que la victoria lograda por los uruguayos, en un juego universal como el
fútbol, era importante para las nuevas naciones porque pasaban a ser conocidas,
y ganaban un prestigio difícil de obtener de otra manera. Por otro lado, lamentó
la ausencia de la Argentina ese año ya que privaba al mundo de una fantástica
final entre los dos equipos de la cuenca del Río de la Plata {La Nación 9/6/1924:
3). Su premonición fue certera: la final de los siguientes Juegos Olímpicos fue
disputada entre Argentina y Uruguay.
6. El arielismo fue una ideología basada en el famoso libro de Rodó, Ariel publicado
en la década de 1900. Rodó continuó la teoría del arte de Taine, en la que se suponía
que la compleja relación entre las razas, el medio ambiente y los eventos históricos,
creaban el "carácter" de los diferentes grupos de personas y determinaban sus
identidades culturales. Rodó identificaba la tradición y el carácter anglo-sajóii,
claramente representado en los norteamericanos, con el utilitarismo y el materialismo
extremo, mientras que los latinos eran para él profundamente humanistas y artísticos.
Si leernos El Gráfico desde esta perspectiva, no nos sorprendemos al ver que el estilo
anglo-sajón es presentado como industrial, mecánieo y repetitivo, mientras que el
estilo latino es considerado como sensible, artístico y con una creatividad basada en
¡a improvisación. El análisis de Borocotó tal vez destilara arielismo debido a que él
era un uruguayo de cepa. Respecto de la importancia de la prensa en la creación de
110
rútilos nacionales y eventos deportivos (ver Oiiard 1993; Leite Lopes y Faguer 1994;
l'iipr 1997).
7, Borocotó -cuyo verdarero nombre era J. Lorenzo- fue uno de los periodistas
deportistas con mayor influencia en la Argentina. Nació en 1902 en Montevideo,
Iimguay, comenzó a trabajar en El Gráfico en 1927 y se retiró, como editor, en 1955.
A partir cíe 1927, trabajó como periodista deportivo. Fue el autor de varios bestsellers
y también tuvo éxito en el mundo del cine. Alabarces considera a Borocotó como el
mejor escritor deportivo de esta época porque "él comprendió que el fútbol estaba
murriamente relacionado con la vida diaria de los argentinos, con sus afectos, sus
historias, sus sueños"(1996:181). Escribió el guión para uno de los clásicos del cine
;u genti.no. Pelota de Trapo, realizado en 1948 (ver Cechetto 1943), y de esta manera,
la construcción de la mitología del fútbol argentino fue hecha "realidad" a través de
la fuerza ficticia de la película. La película describe con "espontaneidad y de manera
lírica el mundo de los niños y su pasión por el fútbol" (Maranghello 1984:102)
Alabarces sostiene que Pelota de Trapo todavía hoy puede ser considerada como la
película rnás importante sobre fútbol realizada en la Argentina contemporánea
(1996:181). Más adelante me referiré a esta película. Con respecto al cine y el fútbol
ver Alabarces (1996) y Romano (1998).
8, La práctica de los deportes estaba limitada por temporadas: octubre/enero
para el criquet, abril/octubre para el polo; y marzo y septiembre para el fútbol y el
rugby. De esta manera, quedaba excluida la práctica intensiva combinada del fútbol
y el rugby. Sin embargo, muchos jugadores de rugby y fútbol también jugaban al
criquet. A la vez era común que los jugadores de polo practicaran el criquet y el golf
(The Standard, 29/10/1905:6).
9. Los nacionalistas aceptaban a los inmigrantes si se integraban a la nación.
Roberto, un descendiente de judíos rusos, tiene razón al observar y esiar de acuerdo
con Shunway, cuando afirma que "el nacionalismo argentino es primero y
principalmente nativo, orgulloso de la herencia hispánica del país y de su mezcla
étnica" (1991: 292). Dado este contexto ideológico y la influencia del arielismo, la
aceptación de los inmigrantes latinos como creadores de un estilo nacional parece
ser posible, aunque controvertida.
1O. La historia del fútbol argentino con sus "dos fundaciones" se puede comparar
con los procesos históricos en Perú, Brasil y Uruguay. El desarrollo histórico del
fútbol en Perú es, de varias maneras, similar al caso argentino: un comienzo británico
y aristocrático para luego ser adoptado, a comienzos del siglo veinte, por la clase
trabajadora de Lima y Callao. (Deusta Carvallo et aí.1984). Masón (1995) ha
demostrado el papel fundamental de la élite británica en los orígenes y la temprana
historia de la Argentina, Brasil y Uruguay. Sin embargo, él mantiene que "los británicos
estaban presentes al comienzo del fútbol en Brasil...[perol otros inmigrantes europeos
también fueron importantes en las primeras etapas del fútbol" (1995:9). Leite Lopes
(1997) ha demostrado que en el desarrollo del fútbol brasileño dominó la élite británica.
Su análisis de las interconexiones entre el fútbol y el criquet, y también el remo,
resulta interesante. En los clubes británicos de Rio y San Pablo, los hombres
practicaban fútbol y también criquet, pero algunos clubes más importantes estaban
organizados alrededor del remo masculino. El fútbol fue gradualmente aceptado a
pesar de que algunos clubes de remo se negaran a hacerlo por ser considerado un
deporte poco masculino. Los blancos pobres, mestizos y gente de color fueron
incorporados al fútbol organizado a fines de la década del 20. Este proceso generó
una serie de conflictos cuando Vasco de Gama, un club no perteneciente a la élite.
fundado por inmigrantes portugueses, ganó el campeonato en Río en 1923- El año
siguiente. Vasco da Gama quedó excluido de la liga. La democratización del fútbol
 \Aff¡fiiiina

brasileño comenzó en la década del 30 CAPITULO TRES

comparación con la Argentina y el Uruguay?^ Idasi989: Leite López
1989: L - 1997). En
años. Esto explica el dominio de ambos país DI^«fnó un retraso de casi veinte
ES
sudamericano. A pesar de las similitudes en k^ 8 P1"1™61"08 períodos del fútbol
de exclusión británica en la iui
™-««i formación del cst¡[
nittuiuii uei s l 3^ sudamericanos, el mecanismo
csffl?
No se ha documentado el mismo desarrollo«
desarrollo ^rial ,. es exclusivo de la Argentina.
=-
época. En Brasil, e imagino que también en IV . Üco en otras sociedades en esa
con la ideología argentina de la fundación ^^ vez en Uruguay, en contraste
deporte -y en la construcción de una nación-f la idea de nmlürracismo en el
Leite Lopes 1997). La importante presencia/^113111-6 en la década del 30 (ver
del fútbol en Brasil y Perú -y en menor grado & t '* Ablación de color en la práctica
nacionales. Sánchez León observó que en P^- ^lay- condicionaron las imágenes La hibridación y los híbridos masculinos
cholos, nunca jugadores de raza blanca {1993!losiciolos deí fútbol eran de color o
hipótesis a trabajar, delinear las "áreas de i03' Es Poslble> Por lo tanto, como en el mundo del polo
consolidación de estilos e imágenes en Sudaméti°lar y las "areas europeas" en la
que podían jugar como los brasileños porqu»^' ^s argentinos nunca imaginaron
color en los equipos nacionales de mayor éxfe nuilca habian tenido jugadores de

Luego de varios intentos, Enrique, jugador de polo con 6 de

handicap en las décadas del 50 y del 60, importante empresario
industrial y terrateniente, miembro de una familia de inmigrantes
que ganaba mucho dinero a fines del siglo diecinueve previo a
convertirse en "aristocrática", encontró un espacio en su ocupa-
da agenda para reunirse conmigo. Aunque me dijo que sólo dis-
ponía de una hora ese día, en realidad, me recibió en dos oportu-
nidades y me "dedicó" más de seis horas de su valioso tiempo. Me
ayudó a encontrar el camino a seguir en mi investigación históri-
ca sobre el polo. Destacó la importancia de los orígenes rurales,
las transformaciones en las décadas del 20 y del 30, período en el
que mayor cantidad de gente adoptó el juego y sobre todo, la tras-
cendencia deun estilo de juego que se identificó con una tradi-
cion argentina. En sus palabras:

Nosotros tenemos los mejores jugadores del mundo por-

que tenemos los mejores petisos y ios me/ores petiseros. Ac-
tualmente, los jugadores son profesionales, y los mejores
equipos argentinos están respaldados por firmas interna-
cionales y excéntricos miííonorios extranjeros. El polo que
juegan es de otro planeta; los mejores, juegan en Argentina
durante cuatro meses y cuando termina nuestro Abierto de
Polo en noviembre, se convierten en nómades: juegan en ín-

112