La democracia Dominicana es un sistema difícil y nos llevaría mucho tiempo
poder profundizar en ella. Aunque con frecuencia nos canse, al mismo tiempo nos sentimos orgullosos de ella, ya que la democracia es al mismo tiempo una tarea ardua y, quizás podríamos decir, atrevida. A veces, sabemos que en la práctica no triunfa. Por eso hay muchos que, desde hace mucho tiempo, no han dejado de criticarla. Esto no significa que no valoremos los avances producidos desde la dictadura hasta hoy. Para nosotros se ha avanzado desde aquel sistema de gobierno, pero es necesario reconocer que el sistema en que vivimos hoy no es el ideal. Es decir, estamos en una etapa de transición hacia una verdadera democracia. El gobierno de la República Dominicana se lleva a cabo en un marco de una democracia representativa, mediante la cual el Presidente de la República Dominicana es a la vez Jefe de Estado y jefe de gobierno, y de un sistema multipartidista. El poder ejecutivo es ejercido por el gobierno. El poder legislativo reside en las dos cámaras del Congreso Nacional, que está conformado por dos cámaras legislativas: El Senado, que es el ente de representación territorial, cuenta con 32 escaños, uno por cada una de las treinta y una provincias y otro en representación del Distrito Nacional; y la Cámara de Diputados, con 178 escaños. El Poder judicial es independiente del poder ejecutivo y legislativo.