Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
mhwqoflnomias europe,a_,_,s.
Algo similar ocurrió con las epidemia-s y enfermodades contagiosas. Los euro-
peos del siglo XVIII no mejoraron (le forma sustancial los “¡Volt-és de supervivencia en
general, concretamente en sus hospitales, respecto a etapas anteriores. El combate
contra la n‘iortalidad no fue dirigido por el progreso médico. A15.0"1111W0S“dC‘JDSQ\zrgl'WlCfi-NT
maskm‘gmfi4“I,~a11'.wsr.dn,ln51gIn; coma-Lzu‘noaulacim’1_-C011.L[2LL1,_.m.mid". se conocía desde
m]75fi_0“eimiFLamncia. pero HU llegaron a tener un impacto ¡mínimamente Significativo en
la población eur‘Open hasta después de LES Los mayores logms se obtuvieron en la
Algo similar ocum'ó con las epidemias y enfermedades contagiosas. Los euro-
peos del siglo XVIII no mej oraron de forma su stancíal los niveles de supervivencia en
general, concretamente en sus hospitales, respecto a etapas anteriores. El combate
contra la mortalidad no fue dirigido por el progreso médico. Mgmt.ídeloeflavances
mass’igm'fieauïvosvdelsrgloe'comoJam'oculaemennualax"tru'cla. se conocía desde
"Ll‘SQWeFILEgania‘, pero no llegaron a tener un impacto mínimamente significativo en
la población europea hasta después de 1195. Los mayores logros se obtuvieron en la
difusión de medicamentos, por otro lado ya conocidos, y que si ahora podían ser me-
jor distribuidos y aplicados fue debido a la labor promotora de un sistema de ense-
W-ñanza mejor articulado y al? apoyos delos poderes públi og; f____Lueegaso.'de.la qui.- bar-72"“?
g9”? -'"'i|lwaco_nv_nh__al'as
mm"fiebregger‘éfW10“-p.-_._araLasficnlfgxm.Ld-aicswfvwe. w£516,613 Duly.0.sincfliatric.os)pvara
MM“ J
el n'escorbuto; 573;" 51-.
“mph”... -
Los tímidos avances sobre la mortalidad durante el siglo XVIII hay que buscarlos
i
__’t
«.54. p _
mésticm cum[ruccio’n. ulucación. cm). Todo ollo uan oporlunidatlcs para sus habim
tanlcs y para unas amplias cucncax dc imnigmmcs rurales. La urbanización. zulcu'lzis.
se convirtió cn un pmlcmm :1gL‘mL‘ pam cxtcndutlas.ucimlad dc cnnxmnc). Nu sólo vi-
vían mais personas quc nn prodtlcmn ln quc consunnïul, sin“ qm' la ciudad ua un mar-
wp.ri\‘i¡05111qupara \L‘I'>\y’\CI'\I\10.14'18 clilcs cmrontmmn un mm ¡(leal para Im'wtrur
su pm‘icm'n (Laws, mpm uu‘rluju. htrluliax, cxxjucla. cut); mn cHux «.‘sltmulal' la inn?
lación cn cl ¡mln dr grupm xm‘iuln‘x. I‘aumn‘x mmm. pm pivnlplu. la mula. ¿ul‘quirw-
run cn c! su)“ \\‘Hf una ¡“mur'látmiu ¿Iulc'nuk‘a“¡unh- umrhn‘imm‘m.
,A\ mm mayor poblacion .xc unm ul quc ésta mmtn/‘¿u'a Ll sur mas (lcpcndh‘nu‘ del
IHL‘I‘L‘JHÍU, A ¡“lulggmh'l \1 ¿«'lu\'\IHq la ¡ncjm'gu‘ll IilxHHIHJHÍL‘JJL'ITHIL‘N_\"III) [H‘Iluiipiudc
mmm¡mL-¡on Iau'h'm'Ia¡1|l«'_g'l.'u” ' Him» ¡Mx ¡uniuus ¡nihln'm lln‘llil;l«
I'UD CNIL‘ plutuu ÍL'LÍUK'ICIHI“ llll'h‘h) (uwuu HHH ms(Iluk'lnlluh'x. ‘\] .‘IIHHL'CUI IIIL‘I'L‘Hde
más CÍÏL‘IL‘IHL‘H sv puw cn martha unn mmm] dc «¡u-“mmm quc w dcaplcgubal
_V_~——.—.—w w --.. —_ -_._ ...... t .Vv...\-7:- “wm-
finaLtchmsíLRLeI‘c“Vutienud.0..._en__un__.«gs
in...___._.ificati
Mbmzacw'ñn conm'buywó “de forma significativa a este aumewnmtqgemlamweqiomppm
..a-««......__...-.-.. ... . . ... .a «.....-.q._. _. _-‘. . . .... ...—....a-..4..~._.-
mésiico, construcción. educación. cie. ). Todo clio eran oporliin¡dades para sus hahi—
tantes y para unas amplias. cuenci'ix dc ininigramcs rurales. l.¿i urbani/.;icio"n. ademas.
se convirtió on un poderoso ¿igt‘ulc palmex'Lcmlcrla51,)Ciuluddc consumir). No solo vi-
vian máspci‘soii.‘1sqiic noprmliiciiin loque miisumian. sino que la L'ill(líl(l cm un mur-
CO pri\'ilcgiiiilo para xci' y ser \‘Mn. las elites encontraron un sitio ideal [mm ¡ilustrar
suposición (mms. ropa.tx'ii‘i'iiiijrxtertulias.escuela.cie.)_\jconell;is estimular la imi-
{HUD/HUNG]1'L‘\1()(1L‘gl'llptw sociales. Factores comm.ptnxfil'tll1[11(). lu moda.¿idquiriin
ron cn el siglo \\iii una iiiipuruiiir‘iii 1111161111(‘zimcntcI‘cwfluviallzu'in.
.»\ una mayor pohlacion \c iiiiiii cl quc C5111 crimen/1'¿ira L1 sur mzis dependiente dci
mercado. A lo largo del siglo \’\ Hi. Li iiicinru en [le 01111111111turl‘mllcx“yunprincipnuic
expeciiili/nciiiii llii'iliiii la iiilcgiiit'i'o'ii de 1m invitados, los lil)t.i\‘lkÍ‘\ [iiililicox ll'iciliizi-
1011L‘bICDI‘UCL‘AUI‘Cducimdt‘)ll'ulmx v obstdculos iris,lilLiL'iUiiulcm A] .‘tml'ccu IHL‘I‘L‘udm
Tun,”“3"""‘ímï'po‘"“rta’“"'n"c"‘1"a auténticamente": revolucionaria.
'
población“ se unió el que esta comenzara a ser más dependiente del
mercado. A“ lo“ largo del siglo XVIII, la mejora en las comunicaciones y un principio del
¿espera'ah“'z‘acióin facilitó las integración de los mercados. Los poderes públicos facilita-
ron este proceso reduciendo trabas y obstáculos institucionales. AI aparecer mercados
más eficientes se puso en marcha una esptr'al de crecimiento, que se desplegaba
a medida que aumentaba la confianza de los consumidores en el abastecimiento en los
mercados. En aquellas regiones europeas donde fue posible una regularidad en
los mercados se evolucionó rápidamente hacia una reducción del autoconsumo y de la
necesidad de mantener reservas de materias primas y alimentos. La dependencia del
mercado también varió en cada parte de Europa en función de la estructura social. En
toda Europa subsistian enormes diferencias entre los grupos sociales, pero en aquellos
paises donde estas diferencias fueron menores hubo unos niveles de consumo muy su-
periores y más variados. mientras que en los paises donde habia enormes diferencias
el consumo total eran considerablemente menor. El crecimiento económico y la movi-
lidad social que se dio a lo largo del siglo XVIII contribuyeron por esta vía al ascenso de
la sociedad de consumo.
se-
1.2. EL PAPEL DEL ESTADO Y LOS CAMBIOS INSTITUCIONALES
'Il_ .m.- _
Smollados poneimercmttilismo durante el siglo XVII, correspondía n los estados la ta-
Le‘ade promoverel dpfiarml_l_,0_‘“990‘;n__9’mi»co. Había que intervenir en todas las parcelas
i A I l 'I “ ‘I
de la actividad económica. desde el comercio ¿I la agricultura. Lu felicidad de los súb-
ditos se mediría por los progresos económicos del reino. y con ello I21 gloria del monar-
ca. Pero, para conseguir esta felicidad económica. había que arm-[made al resto de
w l 'l'l l l fl
países una parte de lu rique/n IIIundial, que Se considerulw limitada. Los progresos en
la economía nacional sc veían como un medio para competir mejor en ln economia in-
w
ternacíonnl.
E . . l .
I “HIMQI' ¡«nnnn [\nn DI “IMJ ¡JI DL‘ÍIÏI]t\ D't'flflïlll’j’hll Él CII Ill‘l\l1l\lhlfl DI"! nnn (‘Il nr’nrun