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Apoyo Unidad 2
Apoyo Unidad 2
Unidad 2
Conceptos jurídicos fundamentales
Sesión 3
La conducta permitida, exigida y
prohibida
Texto de apoyo
Módulo 1. Hecho, acto y sujetos de Derecho
Unidad 2. Conceptos jurídicos fundamentales
Sesión 3. La conducta permitida, exigida y prohibida
Texto de apoyo
Índice
Presentación.......................................................................................................................................... 2
Derecho subjetivo .................................................................................................................................. 2
Facultad ............................................................................................................................................. 3
Cierre................................................................................................................................................... 17
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 18
Presentación
Sujetos de derecho
Fuente: freepik
Después de haber estudiado tanto las normas jurídicas como los elementos que integran al Derecho,
en esta sesión identificarás quiénes son las personas a las que se destinan esas reglas de conducta, a
quiénes se les denomina sujetos de derechos y obligaciones
Derecho subjetivo
El derecho subjetivo derivado de la norma jurídica, permiten a las personas realizar una conducta
determinada, pero también le permite no realizarla, de modo que queda al arbitrio del sujeto titular la
decisión sobre ejercer o no su derecho conferido por la norma.
En el contrato de compraventa, se tiene que existe una persona que ofrece en venta
un bien mueble o inmueble a cambio de un precio cierto. En este caso nos
encontramos con un contrato bilateral, porque acarrea derechos y deberes recíprocos
para cada una de las partes. El vendedor tiene el deber de entregar el bien al
comprador, así como el derecho de exigir (o no) el precio al comprador. Visto desde
la óptica del comprador, éste tiene el deber de pagar el precio si se lo exige el
vendedor, pero también tiene el derecho de exigir (o no) la entrega del bien
enajenado.
Tras lo anterior, es de señalarse que el derecho subjetivo confiere una ventaja a su titular que puede
ejercer o no, obrando de forma válida cualquiera que sea su decisión, pues se encuentra respaldado
en el Derecho.
Al derecho subjetivo se le homologa con el interés jurídico que se protege mediante el juicio de
amparo. En la Ley de Amparo vigente, artículo 5, fracción I, se contempla el denominado interés
legítimo, entendido como un interés jurídicamente protegido que confiere un “efecto positivo”,
“beneficio” o ventaja”, de modo directo o indirecto, presente o futuro, pero cierto, producto de la
anulación del acto reclamado o bien, de la emisión del acto o la norma cuya omisión se reclama a la
autoridad. Como se ve, se trata de una categoría más laxa que el interés jurídico, pero sin llegar a ser
el mero interés simple, es decir, por la mera legalidad que no acarrea ventaja alguna a quien exige.
Facultad
La facultad jurídica tiene un gran parecido con el derecho subjetivo en cuanto que permite las dos
posibilidades de la conducta, es decir, hacer u omitir, solo que se distingue del derecho subjetivo en
cuanto a que ésta se ejerce no solo para hacer u omitir una conducta, sino para modificar situaciones
jurídicas en forma válida.
Por otra parte, la facultad admite una especie, tal como sucede en el caso de una
persona detenida ante el Ministerio Público, el cual puede ejercer o no acción penal
en contra de la persona, pero también es cierto que dicha autoridad “debe” resolver si
la ejerce o no, dentro de un plazo de 48 horas. Este ejercicio de la facultad de modo
obligatorio aplica también cuando un Juez está facultado para dictar sentencia y
modificar la situación jurídica de las partes. Sólo el juez puede hacerlo, pero al mismo
tiempo, éste debe dictar la sentencia en un plazo de 15 días modificando la esfera
jurídica de las partes, en el momento en que es cerrada la instrucción. La facultad por
lo tanto, produce efectos jurídicos cálidos y sólo en caso de que no se realice por el
titular de la facultad o dicha facultad no se ejerza del modo regido por la ley, el acto
será nulo o anulable.
Deber jurídico
A diferencia del derecho subjetivo, que contempla la posibilidad de hacer u omitir, el deber solo
contempla la posibilidad de hacer o bien de omitir, pero ¿cómo sabemos cuál de las dos opciones es el
deber? Acudiendo a la estructura de la norma. Si la hipótesis es no pagar el precio de la cosa material
de la compraventa y ésta se sanciona con un castigo, sabremos que para evitar las consecuencias
desfavorables, la conducta exigida será de dar; en este caso, pagar el precio.
Un error común es entender al deber jurídico como la conducta exigida por la norma, porque en
realidad no siempre la norma ordena qué hacer o qué omitir. Tal como el caso de la prohibición del
homicidio, del cual la norma dice: “comete delito de homicidio el que priva de la vida a otro”. Si bien
propiamente no lo prohíbe, pues sólo describe la conducta en la hipótesis, no se está ante el
cumplimiento de un deber jurídico, sino a su incumplimiento, el cual es sancionado con cárcel cuando
dicha hipótesis es cumplida.
A pesar de que el comprador tiene el deber de pagar el precio, es común escuchar decir que tiene la
obligación de hacerlo, incluso el propio Código Civil regula los “derechos y obligaciones” del
comprador, sin embargo, esa expresión es errónea.
La realización de los supuestos que las normas jurídicas contienen, produciendo determinadas
consecuencias de Derecho lógicas y necesarias, pueden consistir en el nacimiento, la transmisión, la
modificación o la extinción de derechos (facultades) y obligaciones (deberes jurídicos). A todo deber
jurídico corresponde una facultad de la misma clase y viceversa, mientras que por otro lado, cuando un
individuo no cumple con sus deberes, disminuyen también sus derechos en la misma medida. De este
modo, las nociones deber y derecho poseen la misma importancia.
Acorde a las tesis liberalista, el Derecho se construye en beneficio de los individuos que viven en una
sociedad, tratándose entonces de un instrumento erigido por la autoridad, con vistas al pleno
desarrollo físico, intelectual y moral de los individuos que la componen. Se ha dicho que la historia del
Derecho es la historia de la lucha por la libertad, sin embargo, al proclamar que el orden jurídico debe
proteger la libertad del ser humano, sería irresponsable no poner límites al ejercicio de esa libertad,
porque el individuo también puede usar su libertad para hacer el mal. Si la persona no admite un orden
moral objetivo al que deba subordinar sus actos, puede atropellar con sus acciones los derechos y
libertades de otros individuos y en términos generales, del bien común.
La libertad jurídica entonces tiene límites y mientras las leyes especifican algunos, el orden moral
también los impone, al proclamar como injustas las conductas individuales que lesionan a otros
individuos y al bien común. Surge una nueva concepción de la libertad jurídica, considerada entonces
la facultad que tiene todo individuo de elegir y servirse de aquellos medios más convenientes a su
desarrollo individual y al bien común. Dicha facultad debe estar protegida por el orden jurídico.
Los valores de la libertad y del bien común lejos de oponerse, se complementan. La libertad que
protege el orden jurídico, es la capacidad que tiene el individuo de autodeterminarse para lograr su
pleno desarrollo, y para ello, debe considerar que no vive aislado sino en sociedad, que forma parte de
una comunidad en donde sus actos tendrán consecuencias, asumiendo entonces responsabilidades
por los demás en aras del bien común y de la supervivencia de su comunidad.
Hecho ilícito
El hecho ilícito no es otra cosa que la conducta prohibida, la que se desea erradicar o evitar dentro de
una sociedad. Es la conducta que el legislador considera nociva para el entramado social (o incluso
perjudicial para sus propios intereses, pues es de recordarse que la norma es producto de voluntades
con determinado fin subjetivo y que el Derecho sólo es una herramienta para reducir las opciones del
comportamiento humano, de modo que por sí mismo no es ni bueno, ni malo. El hecho ilícito es pues
la conducta que condiciona la aplicación del castigo.
Es ilícito incumplir un contrato (ilícito civil) o bien cometer homicidio (ilícito penal o
delito). El ilícito se puede cometer por una conducta de hacer, como por ejemplo
robar, o bien por no hacer, como la omisión de auxilio, por no pagar impuestos, o por
no dar alimentos a los hijos.
El ilícito por lo tanto, es la conducta opuesta al deber jurídico. Cuando en la norma la descripción de la
conducta (hipótesis) se sanciona con un castigo, estamos ante un hecho ilícito y si es permitida o
simplemente no se castiga, es un deber jurídico.
Los sujetos de Derecho son los entes que pueden ser sujetos de derechos y obligaciones. En muchas
ocasiones este término se utiliza como sinónimo de persona, sin embargo, podemos encontrar una
diferencia substancial entre ambas. La persona es un “ente sustantivo del orden jurídico considerado
en sí mismo aisladamente” (Enciclopedia Jurídica, 2015), es decir, se trata de un ser humano, cuyos
derechos y obligaciones son consignados en las normas jurídicas. En cambio, cuando nos referimos al
sujeto de derecho, estamos haciendo alusión a la persona actuando en una relación jurídica. Dicha
relación solamente puede darse entre dos personas, ya que consiste en el vínculo existente entre ellas
y gira alrededor de bienes o intereses regulados por las normas jurídicas.
El concepto de persona jurídica si bien nació con las personas biológicas, evolucionó
para comprender a las personas jurídico-colectivas, común, pero erróneamente
llamadas personas morales. Aun así, su evolución se remonta al teatro griego, donde
los actores empleaban un reverberador de voz, cuya finalidad era dar mayor volumen
a la voz. Más adelante esa máscara fue cubriendo más el rostro del actor mismo y
servía para caracterizarlo, comenzando su fusión entre el actor y el personaje, razón
por la cual, persona designaba al actor mismo, de ahí que persona era quien actuaba
en la escena idea que pasa posteriormente al campo jurídico, donde persona jurídica
es quien actúa en la escena jurídica.
En este sentido, una persona física celebra contratos, paga impuestos, tiene familia y dentro de ella
cumple deberes y tiene derechos, es decir, actúa dentro del Derecho como titular de derechos y
obligaciones. En el caso de las personas “morales”, a pesar de carecer de existencia fáctica, no se
desconoce que el Estado por ejemplo, entre otras funciones, nos cobra impuestos o imparte justicia
por medio de sus jueces, actuando en el mundo jurídico y produciendo consecuencias de derecho. Si
bien, la persona moral actúa por medio de personas biológicas investidas de autoridad, éstas no son
más que sus representantes. De este modo, se puede decir que las personas morales son una ficción,
una figura que permite atribuirle a una institución, el trato de una diversa y a la cual no le corresponde
su naturaleza, pero que por fines de utilidad, se equipara y se le da el mismo trato. Las personas por lo
tanto, tienen capacidad para actuar y por ende, esa capacidad se divide en capacidad de goce y de
ejercicio como se verá en los párrafos siguientes al abordar los atributos de las personas.
Las personas morales pueden sub clasificarse en personas jurídicas en el ámbito privado, que se
desarrollan en diferentes materias como por ejemplo la civil, la mercantil y la laboral, a través de una
asociación civil, una sociedad anónima de capital variable o un sindicato y como personas jurídicas
en el ámbito público, el Estado mexicano, integrado por sus diferentes órganos que también son
personas morales públicas, así como los países conformados como Estados.
Suele decirse que las personas morales son una ficción creada por el Derecho porque, aunque son
sujetos de derechos y obligaciones, no son corpóreamente tangibles, pero son creadas y citadas por
las distintas leyes, desde la Constitución hasta los bandos municipales.
Atributos de la personalidad
Nombre
El nombre es la manera con la cual se identifica a una persona de las otras. Consiste en el atributo de
la personalidad que va a designar a una persona en su carácter individual. El nombre de las personas
físicas es distinto al nombre de las personas morales y se estructura de diferente manera. Mientras el
nombre de las personas físicas se compone de un nombre propio o patronímico, compuesto por sus
apellidos paterno y materno, que además de cumplir con una función de identidad, es indicativo de la
familia a la que pertenece, el de las personas morales (el cual es requisito para conformarla), no puede
ser igual al de otra persona moral.
El artículo 371 de la Ley Federal del Trabajo, ordena que los sindicatos, para su
registro ante la autoridad laboral competente, requieren presentar un estatuto sindical
que debe señalar un nombre que los distinga de los demás.
Domicilio
Regulado en los artículos 29 a 34 del Código Civil Federal. El domicilio de una persona física es el
lugar en el que habitualmente reside, habita o tiene el principal asiento de sus negocios, aplicando esto
último también a las personas morales. Cuando se proporciona dicho domicilio, deben darse también
los datos suficientes para la localización de la persona, ya que este atributo de la persona, según el
maestro Galindo, produce ciertos efectos, como son:
interpuesta en su contra), señalando el plazo que tiene para contestarla y comparecer ante
dicha juzgadora a defender sus derechos. Los emplazamientos que no se realizan o que se
realizan de manera defectuosa, sin observar todos los preceptos legales aplicables al respecto,
son nulos, ya que si no se llevó a cabo conforme a derecho, quiere decir que se le quita al
demandado su oportunidad de defenderse correctamente, lo cual vulnera el Derecho Humano
al debido proceso consagrado en los artículos constitucionales 14 y 17.
Las notificaciones, por otro lado, consisten en comunicados importantes que realizan las
autoridades jurisdiccionales o administrativas a una persona a la que se le afectan sus
derechos. Por ejemplo, la notificación de una liquidación de la autoridad fiscal, que tiene por
efecto darle a conocer al contribuyente el monto de impuestos y accesorios (multas y recargos)
que debe hacer al fisco. Esto es muy importante, ya que de no atender dicha notificación, la
autoridad fiscal tendría el derecho de iniciar el procedimiento administrativo de ejecución en
contra del contribuyente, mediante el cual puede embargar sus bienes.
Las visitas de verificación sanitaria, que la autoridad competente hace a las farmacias
es una obligación a cumplir con la norma administrativa. Por otra parte, las autoridades
fiscales realizan auditorías de esta naturaleza en los domicilios de las empresas para
verificar que se encuentren cumpliendo con sus obligaciones.
Cabe señalar que las personas morales tienen su domicilio en el lugar donde se encuentre su
administración o el principal asiento de sus negocios y éste aparece asentado en su acta constitutiva.
Domicilio real: Es en el que efectivamente habita una persona. Es en donde tiene su residencia.
Domicilio conyugal: Es el lugar en el que establecen su hogar los cónyuges (marido y mujer) al
contraer matrimonio civil.
Domicilio legal: Es el que se proporciona a efecto de ejercer derechos o cumplir obligaciones.
Domicilio convencional: El designado por acuerdo de las partes para determinados fines
específicos.
Capacidad
La capacidad, en el lenguaje ordinario, significa poder hacer algo; por ejemplo: Juan tiene la capacidad
de levantar pesas de 20 kilos. Sin embargo, en el ámbito jurídico, esta expresión tiene un sentido
distinto, pues constituye una de las características jurídicas de las personas. Esta capacidad consiste
en contar con ciertos atributos para poder realizar diversos actos jurídicos.
Nacionalidad
Constituye el indicativo del país en el que nació una persona, cuyo efecto legal es que pueda acceder
a los derechos y obligaciones que tiene el conjunto de ciudadanos que poseen la nacionalidad de un
país específico.
Se puede obtener la nacionalidad por nacimiento o por naturalización y se pueden tener una o varias.
En México, los individuos que nacen dentro de su territorio nacional o bien, en aeronave o buque con
bandera mexicana, tienen derecho a adquirir tal nacionalidad, pero también pueden hacerlo por
naturalización quienes contraigan matrimonio con un mexicano por nacimiento, los hijos de mexicanos
por nacimiento (padre o madre), los padres de mexicanos por nacimiento y los extranjeros que fijen su
residencia en territorio nacional cuando menos por cinco años, inmediatos anteriores a la fecha en que
se solicite la naturalización (artículos 34 a 37 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos).
Las personas morales también cuentan con este atributo, ya que el artículo 8 de la Ley de
Nacionalidad, declara mexicanas a las personas jurídicas constituidas conforme a las leyes de nuestro
país y cuyo domicilio se encuentra establecido en territorio nacional. La falta de alguno de estos
requisitos provocará que la persona moral sea considerada como extranjera.
Patrimonio
Se refiere al conjunto de bienes que pertenecen a una persona susceptible de estimación económica.
El término proviene del latín patri que significa padre y monuium que significa recibido, es decir, lo
recibido por línea paterna.
El patrimonio de una persona se conforma con los bienes con los que cuenta, es decir, que son de su
propiedad. Estos bienes pueden ser muebles (cosas que no se encuentran fijadas al suelo, como por
ejemplo, un automóvil, un televisor, una joya o una obra de arte) o inmuebles (los que sí se
encuentran fijos al suelo, como las casas y los edificios).
En caso de las personas morales, se denomina patrimonio social que, según el maestro Mantilla
Molina, “es el conjunto de bienes y derechos de la sociedad, con deducción de sus obligaciones; se
forma, inicialmente, con el conjunto de aportaciones de los socios” (1989:212).
Estado civil
Se trata del único atributo de la persona que es exclusivo de las personas físicas y está constituido por
“determinadas condiciones que la ley toma en consideración para atribuir a quienes las poseen, ciertos
efectos jurídicos” (Galindo, 2007:412) y consiste en el estatus personal que se tiene con respecto a las
demás personas que integran la familia y la sociedad, comprendiendo las relaciones matrimoniales, la
filiación y el parentesco.
El estado de cónyuge establece relaciones jurídicas entre dos personas unidas por el matrimonio. El
parentesco por consanguinidad significa la relación que existe entre las personas que descienden unas
de otras o de un tronco común y así el parentesco puede ser en línea recta o colateral. El parentesco
por afinidad es el que existe entre un cónyuge y los parientes consanguíneos del otro. Por la adopción
una persona, el adoptado se coloca en estado de hijo del adoptante (Galindo, 2007:398).
Asimismo, el estado civil de las personas se acredita mediante un acta de estado civil, legalmente
expedida por el Estado a través del Registro Civil, que es:
Una institución de orden público que funciona bajo un sistema de publicidad. Tiene por objeto hacer
constar por medio de la intervención de funcionarios debidamente autorizados para ello y que tienen fe
pública, todos los actos relacionados con el estado civil de las personas (Galindo, 2007:427).
El Registro Civil
Como todo registro, tiene como propósito hacer constar hechos y actos, en este caso del estado civil
de las personas. Su funcionamiento se basa en diversos sistemas o principios:
Civil; y también una persona distinta al solicitante podrá obtener información registral, siempre que
conste la identidad del solicitante y exista un interés legítimo (salvo datos especialmente
protegidos, que estarán sometidos al sistema de acceso restringido de cada registro).
De exactitud: El Registro debe garantizar la concordancia entre los datos inscritos y la realidad
extraregistral (se presume que los hechos inscritos existen y los actos son válidos y exactos
mientras el asiento correspondiente no sea rectificado o cancelado en la forma prevista por la ley).
En caso de que se impugnen judicialmente los actos y hechos inscritos en el Registro Civil, deberá
instarse la rectificación del asiento correspondiente.
Personas físicas
En nuestro país las personas físicas desde que nacen y hasta los 18 años, gozan únicamente de
derechos, pero no de obligaciones, éstas se adquieren al cumplir la mayoría de edad. Por ejemplo, una
de las obligaciones que se adquieren con la mayoría de edad para los varones, es realizar el servicio
militar.
El medio legal para acreditar que una persona física ha nacido y la fecha en que haya sucedido, es un
acta de nacimiento expedida por el Registro Civil de la entidad en donde nació. Es muy importante
hacer este registro desde los primeros días de nacidos, ya que la posibilidad de reclamar sus derechos
se va a realizar mediante la presentación de su acta de nacimiento
Para que una persona física pueda reclamar su derecho a recibir atención médica de
las instituciones de salud pública como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS),
el Seguro Popular o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores
del Estado (ISSSTE), es necesario que presente su acta de nacimiento.
En México, la persona física obtiene capacidad de ejercicio con la mayoría de edad, que se alcanza a
los 18 años; en ese momento se adquiere la ciudadanía y con ello varias responsabilidades y derechos
que no se tenían con antelación, como por ejemplo, votar, poder celebrar contratos y convenios,
contraer matrimonio, etcétera. Cabe señalar que existen excepciones y, aun siendo menor de 18 años,
se pueden contraer obligaciones, como en el caso de la emancipación, paternidad, relación laboral,
entre otros.
Es importante aclarar que no en todos los países las personas cuentan con la mayoría
de edad a los 18 años. En Estados Unidos de Norteamérica, por ejemplo, la mayoría
de edad se adquiere a los 21 años.
Asimismo, debe hacerse mención de que la capacidad jurídica se pierde con la muerte
y el único medio para poder acreditar legalmente que una persona ha fallecido, es el
acta de defunción legalmente expedida por el Registro Civil.
Personas morales
Por otra parte, con respecto a las personas morales, antes de analizar cómo ejercen su capacidad
jurídica, se debe precisar que se originan en el momento en el que son constituidas legalmente. Esto
es, cuando el grupo de personas físicas que conforman la persona moral, acuden con un fedatario
público (notario público o corredor público) o con la autoridad competente, llenando los requisitos que
les exige la ley de la materia correspondiente y formalizando su unión. Esto se comprueba legalmente
con el documento oficial correspondiente.
Una vez constituida la persona moral, se nombra a sus representantes legales para realizar actos
jurídicos a su nombre, es decir, para ejercer su capacidad jurídica es necesario nombrar a personas
físicas que tengan la posibilidad material de celebrar estos actos representando los intereses de las
personas morales.
En este rubro, surge otro problema: ¿cómo van a acreditar las personas físicas designadas que son
representantes de las personas morales? Para responder la cuestión, vale la pena aclarar que así
como cada legislación va estipulando los requisitos para constituir una persona moral, también va a
contemplar la manera en que se puede nombrar a sus representantes legales. Esto se realiza
mediante el otorgamiento de poderes, por lo que las personas que se designen para tales efectos,
deberán mostrar dicho poder ante las autoridades correspondientes para acreditar su personalidad
jurídica. Como se ha explicado, la persona física mayor de edad tiene personalidad jurídica para
realizar actos jurídicos a nombre propio u optar por realizarlos a través de un representante legal. Sin
embargo, para el caso de las personas morales debe contarse con la autorización legal suficiente para
representar a una persona física o moral y, así, realizar actos jurídicos a su nombre.
Es importante aclarar que en la mayoría de los casos está permitido nombrar a dichos representantes
ante notario público, quien expedirá una copia certificada del testimonio notarial en el que conste el
otorgamiento de poderes para que los representantes puedan mostrarlo ante las diversas autoridades
o particulares y poder realizar los actos jurídicos para los que se encuentra autorizado en el poder
correspondiente.
Ahora bien, las personas morales públicas se crean o tienen su nacimiento con una norma aprobada
por el Poder Legislativo Federal o local: las leyes que dan vida a los municipios, organismos o
dependencias públicas, van a precisar las características y atribuciones de quienes las conforman,
dentro de ellas, las de representación.
Cierre
Cierre
Fuente: flaticon
La asunción de tu papel como sujeto de derecho es necesaria en la formación del abogado, para
conocer en la propia cotidianidad el mundo del deber ser, lo cual es sumamente necesario antes de
acercar la justicia y defender los derechos de otras personas. De este modo, se puede reconocer las
atribuciones de las personas conforme a la ley, es decir, la titularidad a ejercer y las obligaciones a
cumplir sobre las mismas. Sin embargo, es de señalarse que la calidad de sujetos de Derecho varía
dependiendo del ámbito de Derecho del que se trate, es decir, civil, mercantil, administrativo, penal,
laboral, etcétera.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: flaticon
Legislación