Está en la página 1de 3

Después de todo lo que me dijo la señora sobre la producción de forma artesanal quise ir

más allá, a algo dirigido a mi carrera algo industrial, me dio la curiosidad de saber el
proceso, pero de forma industrial; entonces fui a una de las fabricas más reconocidas, para
comprar el producto y comprar con el que hace la señora artesanalmente, no le sentí mucho
la diferencia, solo que el que se fabrica artesanalmente es un poco más dulce, esa fue la
única diferencia que noté.
Cuando llegue a la fábrica me dio curiosidad la gran variedad de productos que
comercializan como su principal producto es el tan famoso bocadillo veleño, que era el
motivo por el cual yo iba realmente, porque tenía la curiosidad, ya en la fábrica miraba
todos los productos que ofrecían al cliente me acerque a la caja para ver si me dejaban ver
el proceso de la fabricación la que atendía dijo que hablaría con el jefe, después me
preguntaron el por qué quería ver el proceso de fabricación y dije que era con fines
estudiantiles y nada más, el señor de muy buena forma me colaboro.
Entre y empecé a ver todo como era, lo primero que vi fueron muchas canastas de
guayabas, demasiadas canastas; según lo que me explicaron esa es la recepción de las
guayabas ahí se almacenan las frutas o “Pepas” como ellos las llaman, se recibe la fruta
fresca no se hace esperar la fruta por más de 24 horas entre más fresca sea la futa mejor
para ser procesada.
La segunda “estación” o parte del proceso es algo que se llama “Lavado y desinfección” en
esta estación se limpia la fruta con agua limpia para quitar los rastros de barro y hojas o
residuos vegetales después se lleva a un proceso de desinfección en el cual no me dieron
muchos detalles solo me dijeron que era un proceso de desinfección, esto para tener una
buena forma de proceso, para que sea totalmente consumible y por cuestiones legales tales
como el que monitorean que el proceso sea higiénico para que el consumidor este seguro de
lo que compra .
En la tercera estación se llama “Despulpado” en esta parte del proceso se usa algo que se
llama la despulpadora, este proceso en realidad no tiene mucha ciencia, se usa para la
trituración y para que se puedan separar la semilla de la fruta, por que como me dijo el
señor “Que en un bocadillo salga una semilla seria feo” y en parte tiene razón.
La cuarta estación se llama “Cocción” En esta parte se cocina la pulpa ya sin semillas en
una paila gigantesca de cobre o también me dijeron que puede ser en una paila de acero
inoxidable, el recipiente se pone la pulpa debidamente procesada y azúcar, de deja
aproximadamente 45 minutos agitando la mezcla constantemente para que no pierda la
contextura.
La quinta estación se llama “Punteo” esta parte del proceso me dejo sorprendido ya que se
hace de forma manual por uno de los operarios o el más conocido en su ámbito como
“Pailero” y ya con experiencia puede realizar esta labor de sacar una muestra de la mezcla y
usa los dedos índice y pulgar y según lo que me contaba el “Pailero” se debe formar un hilo
entre 3 y 5 centímetros sin que se rompa o se separe, esto para demostrar que la mezcla está
en el espesor correcto, de una forma visual se verifica el color y la textura de la mezcla para
poder continuar con el proceso.
La sexta estación se llama “Moldeo” para este punto la jalea caliente (Lo que queda
después de la cocción) se debe poner en un molde de madera, es tradición de ellos, después
de verter la jalea en el molde se deja enfriar en unos cuartos con ventilación natural,
mínimo dos o 3 días, para que coja la contextura necesaria en este rico pasa bocas
colombiano.
La sexta estación es el “Corte” como hemos podido ver la mayoría del proceso es de una
forma manual pues esta parte del proceso no es la excepción, el bocadillo se corta de forma
manual y para ello usa una cortadora de acero, lo cortan en bloques (Longear), después que
se cortan se pasan a unas tablas de madera para dejarlas secar más, durante unas 12 horas
aproximadamente.
La octava estación es el “Empaquetado” para esto usa una hoja que se llama “Hoja de
Bijao” y se empaca el bocadillo de forma manual, este es un empaque amigable con el
planeta y tiene una relación directa con el bocadillo, la hoja es biodegradable, pero como
sabemos uno identifica que es un bocadillo veleño si no vemos este tan tradicional
empaque, es que llamativo a los ojos del consumidor y le da un buen aspecto, las personas
que se encarga de eso tienen demasiada practica en ello y lo hacen demasiado rápido es
algo admirable.
La novena estación es el “Empaque” en esta parte aún siguen usando las hojas
anteriormente mencionadas, se empacan en paquetes de ciertas unidades del bocadillo con
franjas del bocadillo horizontalmente, después de poner las unidades en la caja de madera,
muy tradicionales también en este tipo de bocadillo o también puede ser en cajas de madera
depende mucho del consumidor también, pero pues en lo personal prefiero las de madera da
un toque más colombiano y un recuerdo de Vélez.
En la décima y última estación el empaque deberá tener el sello de la fábrica y del origen
donde fue fabricado, teniendo en cuenta todos los requisitos legales vigentes que tras la
producción deben tener un registro para que su comercialización sea satisfactoria.
Después de ver todo el proceso puedo decir que en mi país aún hay cosas que se hacen al
por mayor de una forma manual, eso algo de admirar del número de personas que se
ocupan para tener este tan rico bocadillo en cada uno de nuestros paladares para poder
degustar las cosas tan tradicionales que Colombia puede ofrecer a sus nacionales e
internacionales, cabe destacar que el que me dio la autorización de ver el proceso me
acompaño en todo momento y explicándome como se hacía cada estación, de una manera
amable y principalmente a las manos que preparan estos pasa bocas, que son reconocidos
nacional y mundialmente por ser uno de los bocadillo que aún se puede decir que se puede
hacer de una forma manual en su mayoría del proceso, personas que conservan las
tradiciones colombianas sin importa el tiempo que pase lo hacen con gusto y eso es de
admirar se les valora el esfuerzo y dedicación con el cual hacen cada uno de los bocadillos

También podría gustarte