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Osmel Álvarez

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Teoría General del Delito.

Tiene su origen a finales del siglo XIX, donde surgen las ciencias
experimentales y se trata de adaptar la teoría del delito al método a las
mismas, si bien ha ido perfilando su propia evolución. Sus autores precursores
son Franz Von Liszt y Ernst Von Beling. Este sistema cataloga la acción
humana como el hito causal que desencadena un resultado. Así, se determina
que una conducta es típica y antijurídica cuando la acción y el resultado se
hallan contenidos en un tipo penal, por ejemplo la acción de matar y el
resultado causado de muerte. Dicha conducta se encuentra recogida en un
precepto penal y por tal motivo, concurre dicha conducta es típica y
antijurídica.

Es una teoría que explica al delito en función de las leyes de la naturaleza, todo
lo encuadra como una relación de causa efecto, dicho de otra forma la acción es un
fenómeno causal y/o natural que trae como consecuencia un resultado que puede
consistir en un delito. Se caracteriza por su sencillez para ubicar la culpabilidad, ya
que para atribuir la responsabilidad a la persona solo se requiere la comprobación de
la causa, tomándose al efecto como consecuencia que una persona siempre será
culpable cuando se acredite su acción como causa del resultado. Esta doctrina ha
recibido críticas en el sentido de imputarle que solo se fija en la materialidad del acto
realizado representada por el elemento objetivo del tipo sin importarle el ánimo (dolo o
culpa) ni la finalidad o destino de la acción, que pudiera haber motivado al sujeto que
realiza la acción. Estudia a la voluntad en la culpabilidad, a diferencia de la finalista
que estudia la voluntad en la acción

Desde el punto de vista de su aplicabilidad, cabe decir que la teoría del delito
constituye una "herramienta" de la que se sirve el penalista para resolver, a partir de
ese sistema, los problemas específicos que plantea la aplicación de los concretos
delitos. En el caso concreto de valorar si se ha cometido un homicidio, conforme al
precepto del artículo 138 del Código Penal, no resulta suficiente con el hecho de que
"A mate a B", porque resulta necesario constatar cómo es el comportamiento de A
(acción y omisión), cómo se produjo la muerte de B (relación de causalidad e
imputación objetiva), con qué intención actuó A (dolo e imprudencia), si el hecho es
antijurídico (causas de justificación), si A es culpable (imputabilidad, conocimiento de
la antijuricidad del hecho) etc.

-Sujetos procesales, partes del proceso penal y su vinculación con los


órganos de seguridad ciudadana

Sujetos del delito. ...


o Sujeto activo del delito Es la persona individual con capacidad
penal que realiza la conducta típica. Solamente una persona
individual puede cometer delitos. Aun en los casos de asociación
criminal, las penas recaen solo en sus miembros integrantes. Solo
en la persona individual se da la unidad de voluntad y el principio
de individualidad de la pena.
o Sujeto pasivo del delito Es el titular del interés jurídico lesionado
o puesto en peligro. En otras palabras, es todo titular de un
interés que se ve perjudicado con el delito, pudiendo ser una
persona individual o colectiva, y no pueden serlo ni los muertos ni
los animales, por no ser titulares de ningún interés.
La acción del delito. ...
o ACCIÓN CAUSAL O NATURAL El contenido de la voluntad, que
se manifiesta en el movimiento corporal, no es considerado como
un factor perteneciente a la acción. Los partidarios de la
concepción causal o natural de la acción consideran a esta como
un puro suceso causal. Se trataría de un comportamiento corporal
(fase externa, “objetiva de la acción”), producido por el dominio
sobre el cuerpo; es decir, libertad de inervación muscular,
“voluntariedad” fase interna “subjetiva” de la acción: un
comportamiento corporal causado mediante la voluntad. El
contenido de la voluntad, que se manifiesta en el movimiento
corporal, no es considerado como un factor perteneciente a la
acción. Su análisis deberá realizarse, según los defensores de la
teoría causal, sea al determinarse la ilicitud del comportamiento,
sea al analizarse si el agente actuó culpablemente.
o ACCIÓN FINALISTA La acción es un comportamiento humano
sometida a la voluntad orientada hacia un resultado determinado.
Oponiéndose a la teoría causal, esta concepción afirma que la
acción es un comportamiento humano sometido a la voluntad
orientada hacia un resultado determinado. La finalidad de la
acción resulta del hecho que el hombre, consciente de su poder
causal, puede prever, en cierta medida, los efectos posibles de su
actividad; asimismo, él puede tratar de alcanzar fines diferentes y
dirigir, según un plan, su actividad hacia un objetivo determinado
o ACCIÓN SOCIAL Según la teoría de la acción social, el criterio
común que permite elaborar un concepto único de acción,
comprensivo del hacer y del omitir, es el carácter socialmente
relevante del comportamiento humano. De acuerdo a los
partidarios de la concepción social, el criterio común que permite
elaborar un concepto único de acción, comprensivo del hacer y
del omitir, es el carácter socialmente relevante del
comportamiento humano. Según ellos, su tesis constituye una
solución intermedia entre los criterios ontológicos y los normativos
puros.
La tipicidad del delito. ...
o El concepto que tenemos en la actualidad tiene su base en la
concepción clásica del delito y en el trabajo del jurista
alemán Ernst von Beling de inicios del siglo XX. Su trabajo
plantea un pensamiento causalista y pautas objetivas sobre el
comportamiento, entendiendo el “Tipo” compuesto solo por
elementos objetivos o externos, y dejando el plano subjetivo del
delito en la esfera de la “culpabilidad”. El planteamiento de la
escuela finalista del jurista Hans Welzel pone en jaque la
concepción causalista, ya que considera como elementos que
fundamentan el tipo de la conducta que constituye el delito,
también a aquellos de carácter subjetivo (Pej: El Dolo). Esto
marca el camino de un cambio en lo que el sistema va a entender
como los elementos que integran el “Tipo”

La antijuridicidad del delito. ...


La antijuridicidad es un elemento positivo del delito, en cuanto que la conducta
que es antijurídica será considerada como delito. La antijuridicidad compara lo
establecido en el ordenamiento con la conducta llevada a cabo por
determinado sujeto. 
Dentro de la definición de antijuricidad, la doctrina diferencia entre:

o Antijuricidad formal: un hecho es formalmente antijurídico


cuando el mismo se contradice con lo dispuesto en la ley, cuando
además de ser típico no está especialmente justificado por la
concurrencia de alguna de las eximentes
o Antijuricidad material:  un hecho materialmente antijurídico
cuando el mismo se opone a los intereses sociales o es nocivo
para la sociedad; es decir, cuando transgrede una norma jurídica
positiva, lesionando o poniendo en peligro con ello un bien
jurídico que el ordenamiento desea proteger.
La culpabilidad del delito.
La culpabilidad es la característica del sujeto para que se le
impute a título de culpable un determinado hecho típicamente
antijurídico. Lo anterior viene a significar, que para emitir un juicio que
declare culpable a un sujeto será necesario que la conducta haya sido
típicamente antijurídica. Para determinar si un sujeto es culpable desde
un punto de vista práctico, han de llevarse a cabo una serie de
valoraciones encaminadas a definir la capacidad del sujeto respecto a su
modo de actuar:

 La imputabilidad del sujeto: se examinan el cumplimiento o no


de las causas de imputabilidad.
 La conciencia de antijuricidad 
 La exigibilidad de la conducta: se analizan las causas de
inexigibilidad. 

Legislación que regula la vulneración de los derechos humanos

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


Código Orgánico Procesal penal

Garantías del detenido

Derecho al debido proceso


Derecho a la libertad personal
Derecho a la Defensa
Derecho a la Presunción de Inocencia
Derecho a la Igualdad
Derecho a la tutela Judicial efectiva

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