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Nº 9 - Nov. 2014
EL DEBATE EN TORNO
A LOS LÍMITES AL
RECURSO DE AGRAVIO
CONSTITUCIONAL
Escriben:
Samuel B. Abad Yupanqui
Luis Castillo Córdova
Eloy Espinosa-Saldaña Barrera
César Landa Arroyo
Mario Hernández Ramos
Pedro P. Grández Castro
(Coordinador)
Lima - 2014
CUADERNOS SOBRE
Directores
Luis Castillo Córdova
Pedro P. Grández Castro
© Copyright 2014:
Palestra Editores S.A.C
Plaza de la Bandera 125 - Lima 21 - Perú
Telfs.: (511) 6378902 / 6378903
palestra@palestraeditores.com
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Impresión y encuadernación:
Grández Gráficos S.A.C.
Mz. E Lt. 15 Urb. Santa Rosa de Lima - Los Olivos
Diagramación:
Adriana J. Mallqui Luzquiños
ISBN: 978-612-4218-20-0
Presentación ............................................................................... 7
Pedro P. Grández Castro
ANEXOS
E
n enero del año 2006, en pleno auge de la justicia Constitu-
cional, que había logrado hitos importantes en los primeros
años de la transición democrática, lanzamos junto con Edgar
Carpio Marcos y mientras desempeñábamos nuestra labor como
asesores del Tribunal Constitucional, la primera revista peruana
que recogía el íntegro de la producción jurisprudencial del Tri-
bunal Constitucional1.
Con un pequeño equipo de editores jóvenes, entre los que
destacaron Juan Manuel Sosa, César Zarzosa y Oscar Sumar, la
revista logró pronto un inusitado interés entre abogados, jueces
y profesionales del Derecho en general.
Para el año 2007 y, ante el éxito de la publicación mensual,
la editorial nos encomendó, como parte de la suscripción que
ofrecía, la elaboración de una publicación monográfica sobre te-
mas puntuales de la Jurisprudencia. Así surgió los Cuadernos de
Análisis y Crítica a la Jurisprudencia Constitucional, que a la fecha
tiene publicados ocho números y que ha sobrevivido a la pro-
pia Revista mensual con la que se ofrecía. En efecto, Palestra del
Tribunal Constitucional, luego de haberse publicado durante tres
años (36 números) dejó de imprimirse en el año 2009, entre otras
razones, por la pérdida de calidad de las decisiones del máximo
Tribunal, que había entrado en un franco retroceso en sus líneas
fundamentales.
1
Palestra del Tribunal Constitucional, Palestra editores, Lima, año
1, nº 1, enero de 2006
8 PEDRO P. GRÁNDEZ CASTRO
D
esde la vigencia de la Constitución de 1979, que introdujo al
Tribunal Constitucional (TC) —con el nombre de Tribunal
de Garantías Constitucionales—, se ha venido debatiendo
sobre cuál debería ser la forma más adecuada para acceder al TC
a n de tutelar los derechos fundamentales de las personas.
12 SAMUEL B. ABAD. YUPANQUI
1
aHumada ruiz, María Ángeles, “El certiorari, ejercicio discrecional de la jurisdicción de
apelación por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos”, Revista Española de Derecho
Constitucional, Madrid: CEC, N° 41, 1994, p. 111.
2
El artículo 50 1, b) de la LOTC dispone que el amparo sólo será admitido cuando: “el
contenido del recurso justi que una decisión sobre el fondo por parte del Tribunal Constitucional
en razón de su especial trascendencia constitucional, que se apreciará atendiendo a su importancia
para la interpretación de la Constitución, para su aplicación o para su general e cacia, y para
la determinación del contenido y alcance de los derechos fundamentales”.
EL ACCESO AL TC A TRAVÉS DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL 13
3
“Artículo 298.- El Tribunal de Garantías tiene jurisdicción en todo el territorio de la República.
Es competente para:
(…)
2.- Conocer en casación las resoluciones denegatorias de la acción de habeas corpus y la
acción de amparo agotada la vía judicial”.
4
Así se sustentó durante el debate constitucional por el constituyente Javier Valle Riestra
quien propuso la introducción del Tribunal de Garantías Constitucionales al señalar
que “Quiere decir que sólo se llegaría al Tribunal Constitucional en el caso que el Poder Judicial
denegase el amparo o el hábeas corpus”. COMISIÓN PRINCIPAL DE CONSTITUCIÓN
DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE 1978-1979, “Diario de los Debates”, Tomo V,
Lima, p. 177.
14 SAMUEL B. ABAD. YUPANQUI
5
monroY Gálvez, Juan, “Los medios impugnatorios en el Código Procesal Civil”, en La
formación del proceso civil peruano. Escritos reunidos, Lima: Comunidad, 2003, p. 201.
6
vesCovi, Enrique, Los recursos judiciales y demás medios impugnativos en Iberoamérica,
Buenos Ares: Depalma, 1988, pp. 219-220.
EL ACCESO AL TC A TRAVÉS DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL 15
7
Los magistrados que votaron esta sentencia fueron Alva Orlandini, Bardelli Lartirigoyen,
Gonzales Ojeda, García Toma, Vergara Gotelli y Landa Arroyo.
EL ACCESO AL TC A TRAVÉS DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL 17
“7. Que este Colegiado no puede permanecer indiferente ante los supuestos de incum-
plimiento de lo dispuesto en sus sentencias o de su ejecución defectuosa, que termina
virtualmente modi cando la decisión; frente a estas situaciones debería habilitarse la
8
El precedente contó con los votos de los magistrados Ernesto Álvarez, Carlos Mesía,
Fernando Calle, Juan Vergara y Gerardo Eto. Emitieron un voto singular conjunto los
magistrados Ricardo Beaumont y el entonces magistrado César Landa.
9
La Sala estuvo integrada por los entonces magistrados César Landa, Carlos Mesía y
Ricardo Beaumont.
18 SAMUEL B. ABAD. YUPANQUI
“Primero. El recurso de agravio a favor del cumplimiento de las sentencias del Tribu-
nal Constitucional tiene como nalidad restablecer el orden jurídico constitucional,
el mismo que ha sido preservado mediante sentencia estimatoria del Tribunal en el
trámite de un proceso constitucional.
Segundo. El Tribunal resolvería así en instancia nal para el restablecimiento del
orden constitucional que resultó violado con la decisión del juez de ejecución, de-
volviendo lo actuado para que la instancia correspondiente dé estricto cumplimiento
a lo declarado por el Tribunal Constitucional, en lo que se re ere al alcance y el
sentido del principio de la e caz ejecución de sus sentencias en sus propios términos.
Tercero. El órgano judicial correspondiente se limitará a admitir el recurso de
agravio constitucional, y corresponderá a este Colegiado dentro del mismo proceso
constitucional, valorar el grado de incumplimiento de sus sentencias, cuando son
desvirtuadas o alteradas de manera mani esta en su fase de ejecución. En cualquier
caso, el Tribunal tiene habilitada su competencia, ante la negativa del órgano judicial,
a través del recurso de queja a que se re ere el artículo 19° del CPConst”.
10
Artículo 29°-A.- Los expedientes que llegan al Tribunal Constitucional como
consecuencia de la apelación por salto, recurso de agravio a favor del cumplimiento
de sentencias del Tribunal Constitucional y del Poder Judicial y actos homogéneos no
tendrán vista de la causa.
Todos estos expedientes son resueltos por los mismos magistrados que intervinieron
en la sentencia. Si algún magistrado ya no se encuentra en el Tribunal Constitucional
se completa con los magistrados del colegiado que previno (Pleno, Sala 1 o Sala 2),
de menor a mayor antigüedad y al nal se llama al Presidente de la Sala o del Pleno
EL ACCESO AL TC A TRAVÉS DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL 19
12
La sentencia fue suscrita por el Pleno del TC integrado por los magistrados Carlos
Mesía, Ernesto Álvarez, Fernando Calle, Gerardo Eto, Ricardo Beaumont, Oscar Urviola
y Juan Vergara.
22 SAMUEL B. ABAD. YUPANQUI
Estos son los únicos casos en los cuales, pese a tratarse de sentencias
estimatorias de segundo grado, el TC admite la procedencia del RAC por
considerar que se habría vulnerado el orden constitucional. Sólo en estos
supuestos dicho recurso puede ser interpuesto por el demandado, lo cual
contradice lo dispuesto por el artículo 18 del Código Procesal Constitucional.
Recordemos que uno de los presupuestos subjetivos del RAC era que sólo
podía interponerlo el demandante.
13
PalaCio, Lino Enrique, Manual de Derecho Procesal Civil, Buenos Ares: LexiNexis,
Abeledo-Perrot, 18° ed., 2004, p. 330.
24 SAMUEL B. ABAD. YUPANQUI
14
La resolución fue dictada por los entonces magistrados Carlos Mesía, Enrique Álvarez
y Fernando Calle.
EL ACCESO AL TC A TRAVÉS DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL 27
15
Cfr. http://www.larepublica.pe/17-10-2014/acusan-a-dos-magistrados-del-tc-de-
recibir-dinero-de-torres
28 SAMUEL B. ABAD. YUPANQUI
16
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, “Memoria, Tribunal Constitucional”, Lima, 2013, p.
113. Cabe indicar que estas cifras no distinguen la sentencias de aquellas que no lo son,
por ejemplo, autos de rechazo liminar. Sería muy importante que el Tribunal hiciera
esta distinción en sus estadísticas.
EL ACCESO AL TC A TRAVÉS DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL 29
“Se hace evidente, pues, que se opta por una concepción objetiva del recurso de
amparo. Más todavía, por una concepción «exclusivamente» objetiva, en la medida
en que desaparece la dimensión de tutela. Con ello se va más allá, incluso, que en
las últimas reformas alemanas del amparo, que, aunque con la misma nalidad de
limitar drásticamente la admisión, además de exigir la especial relevancia constitu-
cional del asunto (aspecto objetivo) exigen también que la vulneración del derecho
haya producido un extraordinario y grave perjuicio para el recurrente (aspecto
subjetivo o de tutela).
Reducido, pues, el amparo a su dimensión objetiva, no puede dejarse de señalar
que la «especial trascendencia constitucional» (esto es, la objetivación), aun con
la «concreción o especi cación» de la misma que en la reforma se efectúa, deja al
Tribunal un margen muy amplio de discrecionalidad para apreciarla. Ello (que me
30 SAMUEL B. ABAD. YUPANQUI
“Tales casos serán los siguientes: a) el de un recurso que plantee un problema o una
faceta de un derecho fundamental susceptible de amparo sobre el que no haya doctrina
del Tribunal Constitucional, (…); b) o que dé ocasión al Tribunal Constitucional
para aclarar o cambiar su doctrina, como consecuencia de un proceso de re exión
interna, como acontece en el caso que ahora nos ocupa, o por el surgimiento de nue-
vas realidades sociales o de cambios normativos relevantes para la con guración del
contenido del derecho fundamental, o de un cambio en la doctrina de los órganos de
garantía encargados de la interpretación de los tratados y acuerdos internacionales
a los que se re ere el art. 10. 2 CE; c) o cuando la vulneración del derecho funda-
mental que se denuncia provenga de la ley o de otra disposición de carácter general;
d) o si la vulneración del derecho fundamental traiga causa de una reiterada inter-
pretación jurisprudencial de la ley que el Tribunal Constitucional considere lesiva
del derecho fundamental y crea necesario proclamar otra interpretación conforme
a la Constitución; e) o bien cuando la doctrina del Tribunal Constitucional sobre
el derecho fundamental que se alega en el recurso esté siendo incumplida de modo
general y reiterado por la jurisdicción ordinaria, o existan resoluciones judiciales
contradictorias sobre el derecho fundamental, ya sea interpretando de manera distinta
la doctrina constitucional, ya sea aplicándola en unos casos y desconociéndola en
otros; f) o en el caso de que un órgano judicial incurra en una negativa mani esta
del deber de acatamiento de la doctrina del Tribunal Constitucional (art. 5 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial: LOPJ); g) o, en n, cuando el asunto suscitado, sin
estar incluido en ninguno de los supuestos anteriores, trascienda del caso concreto
porque plantee una cuestión jurídica de relevante y general repercusión social o
económica o tenga unas consecuencias políticas generales, consecuencias que po-
17
araGón reYes, Manuel, “La reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional”,
Revista Española de Derecho Constitucional, Madrid: CEPC, N° 85, 2009, pp. 19-20.
18
BalaGuer Callejón, Francisco (Coordinador), “La nueva ley Orgánica del Tribunal
Constitucional”, Madrid: Tecnos, 2008, p. 78
EL ACCESO AL TC A TRAVÉS DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL 31
19
Herrera GarCía, Alfonso, “La reforma del recurso de amparo en la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional español: perspectivas de su funcionalidad frente a las leyes”,
en Constitucionalismo. Dos siglos de su nacimiento en América Latina, México: UNAM,
2013, p. 312.
20
CaBañas GarCía, Juan Carlos, “El recurso de amparo que queremos. (Re exiones a
propósito de la Ley Orgánica 6/2007, de 24 de mayo, de reforma parcial de la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional)”, Revista Española de Derecho Constitucional,
Madrid: CEPC, N° 88, 2010, pp. 48, 69 y 72.
21
vesCovi, Enrique, ob. cit., pp. 219-220.
32 SAMUEL B. ABAD.YUPANQUI
22
aBad YuPanqui, Samuel B., “La creación jurisprudencial de normas procesales: La
autonomía procesal del Tribunal Constitucional”, en Constitución y Proceso, Actas del
Seminario Internacional de Derecho Procesal “Constitución y Proceso” llevado a cabo
en el campus de la PUCP entre el 22 y el 25 de setiembre de 2009, Lima: ARA Editores,
2009, p. 35.
EL ACCESO AL TC A TRAVÉS DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL 33
23
El citado precedente fue suscrito por los magistrados Víctor García Toma, Magdiel
Gonzales Ojeda, Javier Alva Orlandini, Juan Bardelli Lartirigoyen y César Landa
Arroyo, con el voto singular de Juan Vergara Gotelli.
24
No estamos ante supuestos similares. No es lo mismo una demanda o un recurso
que carece —es decir, no cuenta— de fundamentación, que si ella resulta mani esta
infundada. En este último supuesto sí se cuenta con fundamentos pero ellos claramente
no evidencian una amenaza o afectación de derechos fundamentales.
34 SAMUEL B. ABAD.YUPANQUI
de segundo grado, a n de que corrija los eventuales y denunciados erroresen los que
dicha resolución puede haber incurrido"25.
Por un lado, resulta improcedente un recurso que no fundamente o
sustente el agravio (presupuesto subjetivo de la impugnación) que produce
la resolución objeto del RAC a quien lo interpone. Y es que, “no basta sólo con
la declaración de impugnación, esto es, la deducción de ella; se requiere agregar los
motivos o fundamentos de aquella”26. De otro, una demanda sin fundamento
también resulta improcedente. Precisemos este último aspecto. Una demanda
debe contar con los fundamentos de hecho y de derecho de la pretensión. Los
más relevantes son los fundamentos de hecho.
Como señala la doctrina “la exposición de los hechos tiene por nalidad la
determinación de la causa (causa petendi), o sea la razón o fundamento en cuya virtud
la pretensión se deduce”27. El juez conoce el derecho y, en todo caso, resulta de
aplicación el principio “iura novit curia”previsto por el artículo VIII del Título
Preliminar del Código. Por ello, entendemos que este motivo de impugnación
estaría referido al caso en que no se fundamente el agravio que produce la
resolución impugnada o cuando la demanda no sustente “los hechos en que se
funde el petitorio”28. Cabe indicar que para el actual magistrado del TC Ernesto
Blume Fortini “Este supuesto de desestimación de la pretensión contenida en la
demanda está referido a la ausencia grotesca de los elementos fáctico y jurídicos que
sustenten la supuesta vulneración invocada”29.
b.3) Otro supuesto que permite un rechazo se presenta cuando el pedido
contradice un precedente del TC. Este motivo nos parece sumamente claro. El
TC no puede permitir que sus precedentes sean incumplidos. Sin embargo,
habría que hacer algunas precisiones. Por un lado, tomar en cuenta que el
supuesto de hecho del caso que pretende ser conocido por el TC puede tener
algunas diferencias con aquellos que sustentan un precedente. Nos referimos
"mediante la técnica del distinguishing" a la que ya se ha referido el TC (Exp.
N°3361-2004-AA/TC, F. J. 5). De otro lado, podría suceder que el recurrente
pretenda que el TC cambie o establezca una excepción al precedente a partir
del conocimiento de su caso. Aquí, entendemos, no debería ser desestimado
el RAC. Asumir una posición absoluta terminaría “congelando” los preceden-
25
Priori Posada, Giovanni F., “El recurso de agravio constitucional y el reciente precedente
vinculante del TC”, en Gaceta Constitucional & Procesal Constitucional, Tomo 81, setiembre
2014, Lima: Gaceta Jurídica, p. 30.
26
vésCovi, Enrique, ob. cit., p. 47.
27
PalaCio, Lino Enrique, ob. cit., p. 352.
28
Código Procesal Civil, Artículo 424, inciso 6.
29
Blume Fortini, Ernesto, “La sentencia interlocutoria denegatoria”, en V Congreso Nacional
de Derecho Procesal Constitucional. A diez años de vigencia del Código Procesal Constitucional,
Arequipa: ADRUS, 2013, p. 38.
EL ACCESO AL TC A TRAVÉS DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL 35
tes del TC, la mayoría de los cuales han sido jados por una conformación
distinta a la actual.
b.4) Finalmente, el supuesto que ha despertado mayor polémica es aquel
que rechaza el RAC cuando la cuestión de derecho contenida en el recurso "no
sea de especial trascendencia constitucional", inspirado en la reforma a la LOTC
del TC español. Algunos, como el profesor García Belaunde han sostenido
que se trata de “un certiorari criollo y sui generis”30. Otras voces, desde el TC,
entienden lo contrario: “no se trata del ejercicio de una abierta discrecionalidad
que, por ejemplo, es más propia de un modelo anglosajón distinto al nuestro, el cual
permite la con guración y el uso del certiorari”31.
Es interesante resaltar que, por lo menos, habría dos perspectivas para
interpretar este supuesto: “una amplia y otra restringida”. Un magistrado del TC
sostiene que la manera más adecuada de aplicarla “es de forma necesariamente
restringida y, por tanto, entender que lo relevante en términos constitucionales, se
mide en parámetros prioritariamente subjetivos”32. En términos similares, que
resaltan la dimensión subjetivadel RAC, se a rma que el precedente “apuesta
entonces por proteger a los (as) justiciables que realmente demanda la tutela urgente
de sus derechos”33. En la misma dirección, se a rma que "el TC no puede dejar de
ser una corte de casos" y que "no se trata de una reducción de carga procesal, sino de
mejorar el posicionamiento del Tribunal Constitucional en la tutela de derechos"34.
De esta manera, nos parece evidente que pese a la inspiración en la refor-
ma a la LOTC española, la intención de quienes han introducido este motivo
de impugnación no ha sido objetivar al cien por ciento al proceso de amparo
sino mantener una tutela subjetiva. Es decir, parecería que se ha acogido una
interpretación mixta (objetiva-subjetiva). Habráque examinar la aplicaciónde
esta supuesto para arribar a conclusiones más exactas.
A nuestro juicio, se trata de un criterio importante que aplican otros
Tribunales Constitucionales. Les permite jar posición en aquellos casos rele-
30
GarCía Belaunde, Domingo, “Entre la Constitución y la Ley. Una delgada línea divisoria
que rara vez se aprecia”, en V Congreso Nacional de Derecho Procesal Constitucional. A
diez años de vigencia del Código Procesal Constitucional, Arequipa: ADRUS, 2013, p. 30.
31
esPinosa-saldaña Barrera, Eloy, “Acceso a los jueces y juezas constitucionales y ejercicio
de sus competencias en los procesos constitucionalidad de la libertad dentro de las
pautas previstas por el Código Procesal Constitucional. Re exiones al amparo de los
resuelto en la sentencia emitida en el caso Francisca Vásquez Romero”, en V Congreso
Nacional de Derecho Procesal Constitucional. A diez años de vigencia del Código Procesal
Constitucional, Arequipa: ADRUS, 2013, p. 106.
32
Blume Fortini, Ernesto, ob. cit., p. 39.
33
esPinosa-saldaña Barrera, Eloy, ob. cit., p. 110.
34
ledesma narváez, Marianella, “El nuevo precedente no busca reducir la carga procesal,
sino mejorar la tutela de derechos”, en Gaceta Constitucional & Procesal Constitucional,
Tomo 81, setiembre 2014, Lima: Gaceta Jurídica, pp. 16-17.
36 SAMUEL B. ABAD.YUPANQUI
35
El magistrado Blume Fortini ha emitido votos singulares señalando que “6. (…) una
vez abierta la puerta de acceso al Tribunal Constitucional vía la concesión del recurso de
agravio constitucional, lo cual signi ca acceder a una instancia de grado, que, además, es
última y de nitiva en la jurisdicción nacional, nocabe que el Tribunal Constitucional cali que
la procedencia o improcedencia del citado recurso, por cuanto aquél viene ya cali cado y
concedido por la segunda instancia judicial; el Tribunal Constitucional no tiene competencia
para entrar a dicha cali cación y, si lo hiciera, estaría volviendo a cali car en perjuicio del
justiciable demandante un recurso ya cali cado y concedido; a contracorriente de la lógica
nalista, amparista y antiformalista antes referida, y violando su derecho de acceso a la justicia
constitucional especializada en instancia nal y de nitiva en la jurisdicción interna. Más aún,
si la expedición de la sentencia interlocutoria denegatoria se produce sin vista de la causa” (Cfr.
por ejemplo, la Sentencia interlocutoria Exp. N° 2500-2014-PA/TC).
36
En Argentina, por ejemplo, el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación utiliza
esta expresión señalando que “Las sentencias interlocutorias resuelven cuestiones que
requieren sustanciación, planteadas durante el curso del proceso” (artículo 161).
37
Según el artículo 120 del Código Procesal Civil, aplicable supletoriamente a los procesos
constitucionales, “Los actos procesales a través de los cuales se impulsa o decide al interior del
proceso o se pone n a éste, pueden ser decretos, autos y sentencias”. El artículo121 precisa que
“Mediante los autos el Juez resuelve la admisibilidad o el rechazo de la demanda o de la reconvención,
el saneamiento, interrupción, conclusión y las formas de conclusión especial del proceso; el concesorio
EL ACCESO AL TC A TRAVÉS DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL 37
jurídico desde hace más de un siglo y medio”38. ¿A qué se debe ello? La única ex-
plicación la encontramos es la aplicación de una expresión que se mantiene
en el artículo 47 del Reglamento Normativo del TC según la cual “Mediante las
sentencias interlocutorias se resuelve la (…) indebida concesión del recurso de agravio
constitucional (…).” Un dispositivo que debería ser modi cado.
La sentencia interlocutoria denegatoria “se dictará sin más trámite”. Así lo
dispone el nuevo precedente. Ello signi ca que cuando el expediente llegue
a manos del TC, lo primero que hará será evaluar si el recurso interpuesto
está o noincurso en alguno de los cuatromotivos especí cos de impugnación
establecidos. No habrá informe oral alguno. Si supera estas causales de impro-
cedencia, el TC podrá conocer el fondo de la controversia. De lo contrario el
recurso será desestimado. Ello ¿resulta inconstitucional? ¿vulnera el derecho
de defensa? ¿afecta el derechode los justiciable a acceder al TC y obteneruna
sentencia de fondo?.
A nuestro juicio, la respuesta es negativa. Lo único que se está haciendo
es establecer un “examen de procedencia” con un número mayor de supuestos
puntuales que antes no existían. Como hemos mencionado, la introducción
de causales de improcedencia no es en sí misma inconstitucional. Para su
aplicación no se requiere un previo informe oral. Ello no vulnera el derecho
de defensa. Tampoco existe un derecho a una tercera instancia ante el TC. La
llamada “instancia plural” en los procesos de tutela de derechos se agota en el
Poder Judicial que cuenta con dosinstancias. ¿Acaso se podría a rmar que el
rechazo liminar de una demanda es inconstitucional? Evidentemente la res-
puesta es negativa. Algo similar ocurre con esta nueva modalidad del RAC.
El precedente permitirá una doble evaluación del recurso interpuesto.
Por un lado, la Corte Superiorexaminará si el recursosupera los presupuestos
subjetivos y objetivos de la impugnación, por ejemplo, veri cando si quien
lo interpone es el demandante o el demandado, o si lo hace dentro del plazo
establecido. De otro, el TC evaluará el cumplimiento de los cuatro supuestos
de impugnaciónexaminados. ¿Esta doble evaluaciónes incoherente. No.Como
reconoce Véscovi,en los recursos extraordinarios puedehaber un doble control.
“Es una de las características de estos recursos el estar sometidos a un control previo
de admisibilidad, que a veces es doble, por el propio tribunal a quo —ante quien se
interpone el recurso de ordinario— y ante el superior encargado de su resolución”39.
1. PRESENTACIÓN
D
esde el Derecho Romano la justicia que tarda no es justicia;
por eso el célebre Séneca decía que: “nada se parece tanto
a la injusticia, como la justicia que tarda”. En el actual Es-
tado constitucional se considera como un derecho fundamental
del ciudadano acudir a la justicia, para que esta resuelva su caso
en el plazo previsto por la ley. Sin embargo, es una realidad en
los sistemas de impartición de justicia que los plazos legales no se
cumplen; en cuyo caso es exigible que la autoridad se pronuncie
en un plazo razonable.
Las dilaciones judiciales indebidas en la tramitación de los
procesos constitucionales, tiene como efecto que la carga procesal
en el corto plazo se convierta en una sobre carga procesal, si no se
afronta directamente el problema de la impartición oportuna de
42 CÉSAR LANDA ARROYO
1
World Bank. Perú. Judicial Reform Project, Report N° 17137-PE, Latin America and
the Caribbean Region, Country Management Unit 6, Poverty Reduction and Economic
Management, s/l, October 27, 1997, p. 64.
2
Tribunal Constitucional. Proyecto de Fortalecimiento Institucional del Tribunal
Constitucional del Perú. Estudio de Per l de Proyecto. Lima, noviembre de 2005, pp. 14
ss. En el Poder Judicial se produce un fenómeno similar, de un progresivo incremento
anual de los expedientes pendientes de resolución; lo que genera un incremento del
índice de congestionamiento judicial a nivel nacional, pero sin visos de solución. Ver:
Hernández, Wilson. “Indicadores Judiciales: ¿Sirvió invertir en Módulos Básicos de
Justicia para reducir la carga procesal?”. Justicia Viva N° 33, Lima, 16 de junio de 2003.
Informativo electrónico del Consorcio Justicia Viva.
3
Gimeno sendra, Vicente “Causas históricas de la ine cacia de la justicia”. En W.
Wedekind (editor). Justice and Ef ciency. General reports and discussions, The eight world
conference on procedural law. Deventer: Dutch Association for Procedural Law, Kluwer
Law and Taxation Publishers, 1989, p. 19
CORSI E RICORSI DEL CERTIORARI CONSTITUCIONAL 43
4
“Memoria del Presidente del Tribunal Constitucional Sr. Dr. Guillermo Rey Terry”
reproducido como anexo en la Memoria del Tribunal Constitucional 2002-2004 (p. 61).
El documento citado se encuentra disponible en el siguiente enlace: <http://www.tc.
gob.pe/audiencias /memoria/memoria1_tribunal. pdf>.
5
La propuesta de reforma constitucional aludida puede ser visualizada en: <http://
www4. congreso. gob.pe/comisiones/2004/ceriajus/reforma. htm> (Consulta: 14 de
octubre de 2014).
44 CÉSAR LANDA ARROYO
A pesar que desde dicho año los recursos del Tribunal aumentaron (tanto en
el número de asesores, como en recursos logísticos) y la carga procesal descendió
(ver nuevamente el Cuadro N° 01), esta institución arrastra aún un importante
número de expedientes sin resolver (para el año 2014 la carga procesal pendiente
sumaba 3461 casos6), lo que haría pensar que la justicia constitucional no sólo tarda
en llegar, sino que cuando llega devendría en no oportuna.
Cuadro N° 01
Expedientes ingresados vs. expedientes
publicados 1996-2013
Año Ingresados Publicados
1996 1, 228 100
1997 1, 555 603
1998 1, 242 1, 193
1999 1, 371 1, 396
2000 1, 439 1, 808
2001 1, 585 702
2002 3, 094 1, 172
2003 3, 826 4, 602
2004 5, 104 4, 164
2005 10, 814 7, 061
2006 11, 150 10, 154
2007 6, 798 9, 325
2008 7, 234 7, 082
2009 6, 515 8, 953
2010 4, 596 6, 934
2011 5, 890 4, 858
2012 5, 286 4, 176
2013 8, 883 5, 690
Media 4, 867 4, 443
TOTAL 87, 610 79, 973
Fuente: Memoria del Tribunal Constitucional, año 2013.
6
Este dato ha sido recogido de lo expuesto en la Memoria del Tribunal Constitucional,
correspondiente al año 2013 (p. 115 del documento en pdf). El documento citado, se
encuentra disponible en la siguiente dirección electrónica: <http://www.tc. gob.pe/
audiencias/ memoria/memoria-2013. pdf>. Consulta del 13 de octubre de 2014.
CORSI E RICORSI DEL CERTIORARI CONSTITUCIONAL 45
7
ramos CHanCaFe, Cristina Janet. “El recurso de agravio constitucional en el precedente
vinculante del Tribunal Constitucional recaído en el expediente 00987-2014-PA/TC”.
En La Ley, Revista Jurídica Thomson Reuters, Año II, N° 91, 29 de septiembre de 2014, pp.,
33-45; asimismo esPinoza-saldaña, Eloy. “En búsqueda de un mejor posicionamiento
de los Tribunales Constitucionales en la cabal tutela de los derechos fundamentales.
Anotaciones sobre lo dispuesto en el caso Francisca Lilia Vásquez Romero (STC 00987-
2014-PA/TC). En La Ley, Revista Jurídica Thomson Reuters, Año II, N° 92, 6 de octubre
de 2014, pp. 1-9.
8
messitte, Peter. “The writ of certiorari. Deciding which cases to review”. Journal USA.
Issues of Democracy. April 2005. The Supreme Court of the United States. Highest Court in
the Land. U. S. Washington: Department of State, United States of America, 2005, pp.
18-21.
46 CÉSAR LANDA ARROYO
9
Al respecto revisar las ponencias de la Conferencia Internacional sobre el Recurso de
Certorari, que organizó el Tribunal Constitucional del Perú, el 22 y 23 de febrero del
año 2006. http://www.tc. gob.pe/notas _prensa /notas/2006/nota_06_025a. html.
10
HillGruBer, Christian — Goos, Christoph. Verfassungsprozessrecht. Heidelberg: C. F.
Müller Verlag, pp. 44 ss.
11
sCHlaiCH, Klaus. Das Bundes-verfassungsgericht. Stellung, Verharen, Entscheindugen.
München: Verlag C. H. Beck, pp. 186-208.
CORSI E RICORSI DEL CERTIORARI CONSTITUCIONAL 47
[…]. b) Que el contenido del recurso justi que una decisión sobre el fondo
por parte del Tribunal Constitucional en razón de su especial trascendencia
constitucional, que se apreciará atendiendo a su importancia para la inter-
pretación de la Constitución, para su aplicación o para su general e cacia, y
para la determinación del contenido y alcance de los derechos fundamentales.
(subrayado y en negrita nuestro).
12
Ver http://www.tribunalconstitucional.es/es/tribunal/estadisticas/Paginas/
Estadisticas2012.aspx (revisado el 22. 10. 2014); asimismo, H ernán dez ramo s,
Mario. Incertidumbre jurídica del recurrente en amparo ante la interpretación del Tribunal
Constitucional del nuevo trámite de admisión. Texto inédito que acompaña al presente
libro.
48 CÉSAR LANDA ARROYO
13
Supuesto a): “recurso que plantee un problema o una faceta de un derecho fundamental
susceptible de amparo sobre el que no haya doctrina del Tribunal Constitucional”.
14
Supuesto b): “recurso que dé ocasión al Tribunal Constitucional para aclarar o cambiar
su doctrina, como consecuencia de un proceso de re exión interna, como acontece
en el caso que ahora nos ocupa, o por el surgimiento de nuevas realidades sociales
o de cambios normativos relevantes para la con guración del contenido del derecho
fundamental, o de un cambio en la doctrina de los órganos de garantía encargados de
la interpretación de los tratados y acuerdos internacionales a los que se re ere el art.
10. 2 CE
15
Supuesto c): “cuando la vulneración del derecho fundamental que se denuncia provenga
de la ley o de otra disposición de carácter general”.
16
Supuesto d): “si la vulneración del derecho fundamental traiga causa de una reiterada
interpretación jurisprudencial de la ley que el Tribunal Constitucional considere lesiva
del derecho fundamental y crea necesario proclamar otra interpretación conforme a la
Constitución”.
17
Supuesto e): “cuando la doctrina del Tribunal Constitucional sobre el derecho
fundamental que se alega en el recurso esté siendo incumplida de modo general y
reiterado por la jurisdicción ordinaria, o existan resoluciones judiciales contradictorias
sobre el derecho fundamental, ya sea interpretando de manera distinta la doctrina
constitucional, ya sea aplicándola en unos casos y desconociéndola en otros”.
18
Supuesto f): “en el caso de que un órgano judicial incurra en una negativa mani esta
del deber de acatamiento de la doctrina del Tribunal Constitucional (art. 5 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial)”.
19
Supuesto g): “cuando el asunto suscitado, sin estar incluido en ninguno de los supuestos
anteriores, trascienda del caso concreto porque plantee una cuestión jurídica de
relevante y general repercusión social o económica o tenga unas consecuencias políticas
generales, consecuencias que podrían concurrir, sobre todo, aunque no exclusivamente,
en determinados amparos electorales o parlamentarios.”
20
Gómez Fernández, Itziar — Perez tremPs, Pablo. “Los problemas del recurso de amparo
en España y su reforma”. En La reforma del proceso de amparo: la experiencia comparada (S.
Abad Yupanqui — P. Pérez Tremps (coordinadores). Lima: Palestra, 2009, pp. 301-324;
asimismo, matia Portilla, Francisco Javier. “La especial trascendencia constitucional
CORSI E RICORSI DEL CERTIORARI CONSTITUCIONAL 49
Con esta jurisprudencia en el año 2012 de las siete mil doscientas no-
ventaicuatro demandas constitucionales, solamente se dictaron doscientas
cuarentaiseis21. El resto de las demandas fueron rechazadas liminarmente.
24
Como bien se sabe el precedente en el common law no es expreso, en el sentido que
el tribunal que lo adopta declara expresamente que su decisión constituye un
precedente, sino que es asumido como tal por las instancias judiciales basados en
el respeto del principio del stare decisis y en el prestigio o jerarquía funcional del
órgano judicial que expide la decisión, particularmente la Cortes Supremas de los
Estados en Estados Unidos y desde luego su Corte Suprema Federal o la Cámara de
los Lores en Gran Bretaña.
En cambio, nuestro precedente constitucional, supone la jación de reglas o criterios
procesales o sustantivos de manera expresa por parte del Tribunal Constitucional
a partir de un caso, en el que la sentencia que lo resuelve adquiere la autoridad
de cosa juzgada, es decir, una sentencia que se pronuncia sobre el fondo de la
controversia.
Sobre el precedente en Estados Unidos puede verse Barker, Robert S. El precedente y su
signi cado en el derecho constitucional de los Estados Unidos. Lima: Grijley, 2014, en Gran
Bretaña: Cross, Rupert. El precedente en el derecho inglés. Madrid: Marcial Pons, 2012, así
también FalCón Y tella, María José. La jurisprudencia en los derechos romano, anglosajón
y continental, Madrid: Marcial Pons, pp. 33-67.
25
Código procesal constitucional, artículo VII.- Las sentencias del Tribunal Constitucional
que adquieren la autoridad de cosa juzgada constituyen precedente vinculante cuando
así lo exprese la sentencia, precisando el extremo de su efecto normativo. Cuando
el Tribunal Constitucional resuelva apartándose del precedente, debe expresar los
fundamentos de hecho y de derecho que sustentan la sentencia y las razones por las
cuales se aparta del precedente.
CORSI E RICORSI DEL CERTIORARI CONSTITUCIONAL 51
26
Sentencia del Exp. N° 1417-2005-PA/TC, caso Manuel Anicama Hernández, de fecha
08 de julio de 2005, sobre el contenido constitucionalmente protegido del derecho a la
pensión (acceso, pensión mínima, no privación arbitraria de la pensión).
27
Sentencia del Exp. N° 0206-2005-PA/TC, caso César Antonio Baylón Flores, del 28
de noviembre de 2005, sobre los supuestos de procedencia del amparo para tutelar el
derecho al trabajo en su dimensión individual (protección frente al despido) y colectiva
(protección de la libertad sindical).
28
Sentencia del Exp. N° 0168-2005-PC/TC, caso Maximiliano Villanueva Valverde, de
fecha 29 de noviembre de 2005, sobre los requisitos que debe cumplir el mandato
exigible, contenido en una norma legal o en un acto administrativo, para la procedencia
del proceso de cumplimiento. Cabe recordar que a la fecha de expedición de este
precedente el mayor número de procesos de cumplimiento estaba vinculado
con el cumplimiento de normas legales y reglamentarias que regulan la materia
previsional (Decretos Leyes 19990 o 20530 y sus reglamentos correspondientes) o actos
administrativos rmes (resoluciones de la ONP) que reconocían el derecho a la pensión
de jubilados pero que no eran cumplidos en la práctica por la administración, de ahí
que los jubilados utilizaran mayormente al proceso de cumplimiento.
52 CÉSAR LANDA ARROYO
“Una de las Salas [del TC] se encargará de cali car la procedencia de las
causas que lleguen al Tribunal. La Sala determinará si, tras la presentación
de los recursos de agravio constitucional, se debe ingresar a resolver sobre
el fondo. Para realizar tal análisis, aparte de los criterios establecidos en el
artículo 18 del Código Procesal Constitucional, la Sala declarará su impro-
cedencia, a través de un Auto, en los siguientes supuestos: si el recurso no
se re ere a la protección del contenido esencial del ámbito constitucional-
mente protegido de un derecho fundamental; si el objeto del recurso, o de
la demanda, es mani estamente infundado, por ser fútil o inconsistente;
o, si ya se ha decidido de manera desestimatoria en casos sustancialmente
idénticos, pudiendo acumularse.”
29
landa arroYo, César. Derecho Procesal Constitucional. Lima: PUCP — Departamento
Académico de Derecho, Cuaderno de Trabajo N° 20, Marzo, 2011, p. 29.
30
Guastini, Riccardo. “La constitucionalización del ordenamiento jurídico. El caso
italiano”. En: Guastini, Riccardo. Estudios de teoría constitucional. México: Fontamara /
UNAM, 2001, pp. 153-183. También: landa arroYo, César. “La constitucionalización
del derecho peruano”. Derecho PUCP, número 71, 2013, pp. 13-36.
54 CÉSAR LANDA ARROYO
31
A modo de ejemplo, puede verse la in uencia de la jurisprudencia constitucional e
interamericana, e inclusive de nuestra Corte Suprema, en la interpretación del derecho al
debido proceso, en: landa arroYo, César. El derecho al debido proceso en la jurisprudencia.
Corte Suprema de Justicia de la República del Perú, Tribunal Constitucional del Perú, Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Lima: Academia de la Magistratura, 2012.
32
alexY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Segunda edición. Traducción de
Carlos Bernal Pulido. Madrid: CEPC, 2007, pp. 49-55.
33
landa arroYo, César. “Tribunal Constitucional y Poder judicial: una perspectiva
desde el derecho procesal constitucional”. Este trabajo puede ser consultado en la
siguiente dirección electrónica: http://www.law.u .edu/_pdf/academics/centers/
cgr/7th_conference/Tribunal_Const _y_Poder_Judicial. pdf, pp. 3-5, del documento
en pdf. Consulta: 14 de octubre de 2014.
CORSI E RICORSI DEL CERTIORARI CONSTITUCIONAL 55
34
HäBerle, Peter. “El derecho procesal constitucional como derecho constitucional
concreto frente a la judicatura del Tribunal Constitucional”. Pensamiento Constitucional,
año VIII, número 8, 2002, pp. 25-59.
35
HäBerle, Peter. La libertad fundamental en el Estado constitucional. Lima: Fondo Editorial
de la PUCP, 1997.
36
González PasCual, Maribel. El Tribunal Constitucional alemán en la construcción del espacio
europeo de los derechos. Pamplona: Civitas / Thomson Reuters, 2010, pp. 35-50.
56 CÉSAR LANDA ARROYO
37
Cfr. rodríGuez-Patrón, Patricia. La “autonomía procesal” del Tribunal Constitucional.
Madrid: Thomson / Civitas, 2003, p. 21; landa arroYo, César. “Autonomía procesal
del Tribunal Constitucional: la experiencia del Perú”. Anuario de Derecho Constitucional
Latinoamericano, año XV, 2009, pp. 277-310.
CORSI E RICORSI DEL CERTIORARI CONSTITUCIONAL 57
38
De acuerdo a la Memoria del Tribunal Constitucional del año 2013 (p. 119) en el
acumulado histórico (causas ingresadas desde 1996 hasta el 31 de diciembre de 2013),
se observa que Lima Metropolitana representa el 48. 99% de las causas ingresadas, en
tanto que el 51. 11% de los casos han provenido de las diferentes regiones y provincias
del país.
58 CÉSAR LANDA ARROYO
“-Identi cación de vulneración mani esta del contenido esencial del ámbito
constitucionalmente protegido de un derecho fundamental.
- Revisión de las demandas mani estamente infundadas.
- Evaluación de los casos en los que ya se haya reconocido la tutela del dere-
cho cuya protección fue solicitada en la demanda y respecto de los cuales se
haya declarado improcedente o infundado el pedido de reparación o resta-
blecimiento del agraviado en el pleno goce de sus derechos constitucionales.”
Grá co N° 1
Causales para interposición de demanda y de RAC
Ésta debía ser la base para que el TC aceptara un RAC, es decir solo
cuando se alegaba que el derecho involucrado estaba siendo vulnerado en
el contenido esencial de su ámbito constitucionalmente protegido, se podía
llegar a analizar el fondo de lo pedido.
Por su parte, el Exp. N° 4853-2005-PA/TC se estableció como precedente
vinculante la regla sustantiva que el TC podía admitir un recurso de agravio
constitucional, cuando la sentencia recurrida no solo fuese denegatoria, sino
también estimatoria cuando era contraria a los precedentes vinculantes esta-
blecidos por el TC, en tanto supremo intérprete de la Constitución.
Dimensión positiva:
En su dimensión positiva, el recurso de agravio constitucional se entien-
de como un instituto procesal del Tribunal Constitucional vinculado a
su función nomo láctica —es decir, de depuración e integración de la
interpretación constitucional, y, a su función nomotética —esto, es de
recreación del derecho a través de sus sentencias que llenen las lagunas
del derecho—, de conformidad con el artículo 1 de la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional. Esto supone la facultad del Tribunal Constitu-
cional, por decisión de la mayoría del número legal de sus miembros,
de conocer y resolver directamente los procesos constitucionales en los
siguientes supuestos:
- Cuando los operadores jurisdicionales o administrativos resuelvan con
criterios opuestos o distintos a los señalados por el Tribunal Consti-
tucional, establecidos mediante sus precedentes, su doctrina jurispru-
dencial y sus sentencias normativas. Esto se puede dar cuando una
Sala del Poder Judicial contradice lo establecido por otra —con icto
horizontal— o cuando un Juez o Sala del Poder Judicial de jerarquía
menor contradice lo establecido por la Sala Suprema —con icto ver-
tical—.
- Cuando existen sentencias contradictorias a los fallos del Tribunal
Constitucional como consecuencia de la existencia de vacíos nor-
mativos o de interpretaciones alternativas a optar, que no lleguen
a conocimiento del TC, debido a que son sentencias estimatorias
de segundo grado (ver más adelante el análisis del Exp. N° 4853-
2004-PA/TC).
CORSI E RICORSI DEL CERTIORARI CONSTITUCIONAL 61
Dimensión negativa:
La dimensión negativa del recurso de agravio constitucional no se pre-
sentaría ya como un instituto procesal del Tribunal Constitucional , sino,
propiamente, como un recurso del justiciable. No obstante, el recurso
de agravio constitucional en esta dimensión precisa del cumplimiento
tanto de determinados requisitos de admisibilidad así como de pro-
cedibilidad.
- Criterios de admisibilidad:
- Que se haya interpuesto por el demandante.
- Que se identi que la resolución judicial de segundo grado (artículo
18 del Código Procesal Constitucional) que vulnera el contenido
esencial del derecho fundamental tutelado.
- Que se interponga dentro del plazo de diez (10) días.
- Criterios de procedibilidad:
- Que exista una vulneración mani esta del contenido esencial del
derecho fundamental tutelado, de acuerdo con el artículo 38 del
Código Procesal Constitucional.
- Que no se trate de una demanda mani estamente infundada
(cuestiones de mera legalidad o peticiones ajenas a la tutela de los
derechos fundamentales, por ejemplo).
62 CÉSAR LANDA ARROYO
39
La sentencia fue dictada por los magistrados (Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Álvarez
Miranda y Calle Hayen), sin contar con los cinco votos necesarios para modi car un
precedente vinculante.
40
La sentencia fue dictada por los magistrados (Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Calle
Hayen, Eto Cruz y Álvarez Miranda).
41
La sentencia fue dictada por los magistrados Mesía Ramírez, Beaumont Callirgos,
Vergara Gotelli, Calle Hayen, Eto Cruz y Álvarez Miranda, sin fundamentar la
modi catoria del RAC, en el art. VI o el art. VII del CPCons.
42
La sentencia fue dictada por los magistrados Mesía Ramírez, Beaumont Callirgos,
Vergara Gotelli, Calle Hayén, Eto Cruz, Álvarez Miranda y Urviola Hani) al amparo
del artículo VI del CPConst., que no tiene efecto normativo.
43
La sentencia fue dictada por los magistrados Urviola Hani, Vergara Gotelli, Eto Cruz
y los votos en contra de Mesía Ramírez y Álvarez Miranda, al amparo del artículo VI
del CPConst., que no tiene efecto normativo.
64 CÉSAR LANDA ARROYO
44
montesinos Padilla, Carmen. Reformas de los sistemas español y europeo de garantía y
tutela multinivel de los derechos fundamentales. Getafe: Universidad Carlos III de Madrid,
2011, pp. 52-59. Consulta: 13 de octubre de 2014. <http://e-archivo. uc3m.es/bitstream/
handle/10016/18695/TFM_MEADH_Carmen_Montesinos_2011.pdf? sequence=1>.
66 CÉSAR LANDA ARROYO
45
landa arroYo, César. “Los precedentes vinculantes”. En: HäBerle, Peter y Domingo
GarCía Belaúnde (coordinadores). El control del poder. Libro Homenaje a Diego Valadés.
Tomo II. México: UNAM, 2011, pp. 173-216.
68 CÉSAR LANDA ARROYO
46
landa arroYo, César. Sentencias del Tribunal Constitucional que contienen precedentes
vinculantes. Código Procesal Constitucional. Artículo VII del Título Preliminar. Lima,
Agosto, 2014, pp. 42, s/p.; donde se reseñan los 44 precedentes vinculantes con efectos
normativos.
CORSI E RICORSI DEL CERTIORARI CONSTITUCIONAL 69
7. CONSIDERACIONES FINALES
Parte importante del control de la Constitución y de la tutela de los dere-
chos fundamentales es que las decisiones del Tribunal Constitucional no sólo
otorguen predictibilidad y certeza —seguridad jurídica— sino también una
tutela oportuna de los derechos que la Constitución reconoce.
Por ello, es necesario continuar con la reforma completa del RAC a n de
que la sobrecarga procesal que sigue afrontando el Tribunal Constitucional
no termine, en la práctica, desvirtuando y desnaturalizando su rol tutelar
establecido en la Constitución; sino, por el contrario, promoviendo la tutela
objetiva de los derechos fundamentales, mediante los precedentes vinculantes
y la interpretación constitucional del sistema jurídico.
Como hemos visto la modi cación del RAC, por vía jurisprudencial,
para acercarlo a un certiorari constitucional ha recorrido un difícil camino en
estos ocho últimos años, con aciertos, lentos avances y grandes retrocesos.
Estos últimos, en vez de ayudar a aminorar la carga procesal y permitir al TC
brindar una tutela de urgencia a los derechos fundamentales, han terminado
por entorpecer los objetivos propuestos. Sin embargo, con la renovación del
Tribunal Constitucional se abre un debate técnico y democrático de ida y vuelta
entre la jurisprudencia y la academia.
Como la historia jurisprudencial se mueve permanentemente en el tiempo
siempre hacia adelante, aunque no en forma lineal ni armónica, esperemos
que con nuevos casos, el Tribunal Constitucional pueda ir aclarando las dudas
e integrando los vacíos advertidos, a n de no desvirtuar su rol como último
garante de los derechos fundamentales y de la supremacía constitucional en
nuestro país.
Acerca de la constitucionalidad material
de las causales que habilitan el rechazo
sin más trámite del recurso de agravio
constitucional
Luis Castillo Córdova
I. INTRODUCCIÓN
D
os son las razones, como lo tengo justi cado en otro lado1, por las cua-
les se ha de considerar que las interpretaciones que de la Constitución
formula el Tribunal Constitucional han de ser tenidas como normas de
rango constitucional, más precisamente como normas constitucionales adscrip-
tas2. Una razón consiste en que la interpretación de la Constitución es siempre
una concreción directa de una norma constitucional directamente estatuida,
de modo que la concreción compartirá la misma naturaleza normativa del
objeto concretado. Y la segunda es la posición jurídica del órgano que formula
la interpretación, que exige reconocer vinculación a la concreción normativa.
Una de las últimas y relevantes normas constitucionales adscriptas que
ha formulado el Tribunal Constitucional, ha sido recogida en el fundamento
jurídico 49 de su sentencia al EXP. N° 00987-2014-PA/TC. Una tal norma puede
ser formulada en los términos deónticos siguientes:
1
Los precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional, Gaceta Jurídica, Lima 2014, pp.
20-23.
2
En la diferenciación presentada por Robert Alexy entre normas constitucionales
directamente estatuidas y normas constitucionales adscriptas. alexY, Robert, Teoría de
los derechos fundamentales, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid 1993, pp. 63–73.
CONSTITUCIONALIDAD MATERIAL DE LAS CAUSALES QUE HABILITAN EL RECHAZO DEL RAC
nal sin más trámite rechazar un recurso de agravio constitucional cuando carezca
de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque; la cuestión contenida
en el recurso no sea de especial trascendencia constitucional; la cuestión de Derecho
contradiga un precedente vinculante del Tribunal Constitucional; o se haya decidido
de manera desestimatoria en casos sustancialmente iguales.
3
Los precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional, ob. cit., pp. 23-29.
4
“La Constitución del Estado constitucional”, en Advocatus, en prensa.
5
alexY, Robert, Teoría de los derechos fundamentales, ob. cit., p. 71.
74 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
6
Estos elementos conforman el contenido esencial del derecho fundamental a proteger
mediante amparo el contenido constitucionalmente protegido de los derechos
fundamentales.
7
EXP. N° 02650–2010–AA/TC, fundamento 3.
8
Ibídem.
CONSTITUCIONALIDAD MATERIAL DE LAS CAUSALES QUE HABILITAN EL RECHAZO DEL RAC
9
EXP. N° 474–2008–PA/TC, fundamento 7.
10
Ibidem.
11
EXP. N° 03385-2010-PA/TC, fundamento 5.
12
“Ser y deber ser: cuando la esencia de los procesos constitucionales dice cómo debe ser
la procedencia de la demanda constitucional”, en Gaceta Constitucional 78, pp. 21-24.
76 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
13
Antes de la reforma reciente del reglamento normativo del Tribunal Constitucional,
en su artículo 11 se disponía que “la Sala declarará su improcedencia [del recurso de
agravio constitucional], a través de un Auto, en los siguientes supuestos: si el recurso
no se re ere a la protección del contenido esencial del ámbito constitucionalmente
protegido de un derecho fundamental”.
CONSTITUCIONALIDAD MATERIAL DE LAS CAUSALES QUE HABILITAN EL RECHAZO DEL RAC
14
kant, Immanuel (1996): 187.
15
BleCkman, Albert (1997): 539; BVerfGE 6, 32 (36); BVerfGE 27, 1 (6).
16
En palabras del Tribunal Constitucional peruano, se trata de la “plena realización de la
persona humana y su dignidad (artículo 1° de la Constitución)”. EXP. N° 00005–2008–
PI/TC, fundamento 21.
17
La relevancia jurídica de las necesidades esencialmente humanas, no ha sido extraña
a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional peruano, por ejemplo, cuando ha
mencion ado que “[e]ste despliegue en múltiples direcciones inherente a los derechos
fundamentales, como no podría ser de otro modo, también se encuentra presente en la
dignidad humana, que es comprehensiva enunciativamente de la autonomía, libertad
e igualdad humana, siendo que todas ellas en sí mismas son necesidades humanas que
emergen de la experiencia concreta de la vida prá ctica”. EXP . N° 2273–2 005–PHC/TC,
fundamento 9.
18
Lo mismo ocurre con las exigencias que brotan de la esencia o naturaleza humana. Así,
en referencia al trabajo, ha dicho el Tribunal Constitucional peruano que su importancia
78 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
22
Lo cual exige no cerrar como posibilidad el que una Convención o Tratado internacional,
así como una Constitución, lleguen a ser disposiciones normativas injustas e inválidas
cuando el contenido de los derechos ahí positivados contradigan las exigencias jurídicas
de los derechos humanos.
23
EXP. N° 0489–2006–PHC/TC, fundamento 11.
24
“Bien jurídico intimidad”, en palabras del Tribunal Constitucional peruano. EXP. N°
6712–2005–HC/TC, fundamento 30.
25
Este bien humano, es posible a rmar, “implica necesariamente la posibilidad de excluir
a los demás en la medida que protege un ámbito estrictamente personal, y que, como
tal, resulta indispensable para la realización del ser humano”. EXP. N° 6712–2005–HC/
TC, fundamento 38.
26
Sobre el cual ha manifestado el Tribunal Constitucional peruano que “es el ámbito
personal en el cual un ser humano tiene la capacidad de desarrollar y fomentar
libremente su personalidad. Por ende, se considera que está constituida por los datos,
hechos o situaciones desconocidos para la comunidad que, siendo verídicos, están
reservados al conocimiento del sujeto mismo y de un grupo reducido de personas,
y cuya divulgación o conocimiento por otros trae aparejado algún daño”. EXP. N°
6712–2005–HC/TC, fundamento 38.
27
En palabras del Tribunal Constitucional español, “facultades o posibilidades de
actuación necesarias para que el derecho sea reconocible como perteneciente al
80 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
tipo descrito y sin las cuales deja de pertenec er a ese tipo y tiene que pas ar a
quedar comprendido en otro, desnaturalizándose por decirlo así”. STC 11/2981,
fundamento 8.
28
Por eso, acierta el Tribunal Constitucional peruano cuando ha manifestado que “un
derecho tiene sustento constitucional directo cuando la Constitución ha reconocido,
explícita o implícitamente, un marco de referencia que delimita nominalmente el bien
jurídico susceptible de protección”. EXPs. N°s 6149–2006–PA/TC y 6662–2006–PA/
TC, fundamento 41.
CONSTITUCIONALIDAD MATERIAL DE LAS CAUSALES QUE HABILITAN EL RECHAZO DEL RAC
29
“Análisis de las decisiones constituyentes sobre derechos fundamentales”, en Revista
Sociedad jurídica, septiembre 2013, ps. 56-63.
82 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
Conviene analizar estos dos signi cados. No será posible reconocer vali-
dez a S1 porque signi caría admitir que las personas tienen un valor distinto,
y que la negación de la Constitución puede ser inconstitucional en grados
distintos. Y ni una ni otra a rmación puede ser sostenida, como ya se justi có
antes. De hecho, lo que hay que sostener con fuerza, una vez más, es que toda
agresión al contenido esencial o constitucional de un derecho fundamental
se ha de desaparecer urgentemente, porque toda negación de la Persona es
igualmente grave desde que todas ellas valen lo mismo; y toda negación de la
Constitución requiere una igual y rápida respuesta neutralizadora porque los
contenidos de la Constitución conforman una unidad con un mismo valor30.
S1 estaría aquejada de inconstitucionalidad desde que pretender que las
Personas tienen valores distintos signi ca pretender que las personas tienen
dignidad distinta, con lo cual se quebraría el artículo 1 de la Constitución, que
30
El Tribunal Constitucional diferencia la protección urgente de la protección no urgente
de los derechos fundamentales. Por ejemplo, cuando ha manifestado que “solo en
los casos en que tales vías ordinarias no sean idóneas, satisfactorias o e caces para la
cautela del derecho, o por la necesidad de protección urgente”. EXP. N° 0206-2005-AA/
TC, fundamento 6. En este punto habrá que distanciarse de quienes entienden que la
urgencia se con gura sólo a partir de que las circunstancias hagan preveer “un alto
grado de posibilidades de que el daño constitucional alegado se torne irreparable”.
rodríGuez santander, Roger, “Amparo y residualidad. Las interpretaciones (subjetiva y
objetiva) del artículo 5°. 2 del Código Procesal Constitucional”, en Justicia Constitucional,
número 2, 2005, p. 114.
84 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
manda reconocer que todas las personas tenemos una misma dignidad porque
tenemos igualmente el mismo valor de n. De igual forma, S1 es inconstitu-
cional porque al pretender niveles distintos de normatividad y de vinculación
a la Constitución, se niega frontalmente el artículo 45 de la Constitución en
el que se dispone que toda ella es igualmente vinculante por ser igualmente
normativa.
Estas de ciencias de inconstitucionalidad son superadas en S2, porque
éste signi cado se construye de cara a la Persona y a la Constitución: recono-
ciendo un mismo valor a todas las personas, se reconoce un mismo valor al
contenido esencial de los derechos fundamentales y, consecuentemente, un
mismo efecto de inconstitucionalidad a todo acto público o privado que lo
produzca. Si toda persona vale lo mismo, y toda la Constitución es igualmente
normativa, entonces, no podrá ser rechazado el recurso de agravio constitu-
cional cuando se sostenga en la vulneración del contenido constitucional del
derecho fundamental, porque siempre que esté en juego tal contenido se habrá
generado una misma especial trascendencia constitucional.
Consecuentemente la segunda causal presentada por el Tribunal Cons-
titucional en la norma N49 es materialmente constitucional si se le interpreta
según S2, este signi cado es el que conforma la norma:
31
alexY, Robert, Teoría de los derechos fundamentales…, ob. cit., pp. 66-67.
32
Es lo que Alexy denomina relación de precisión. Idem., p. 69.
86 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
33
“Análisis de las decisiones constituyentes sobre derechos fundamentales”, en Revista
Sociedad jurídica, septiembre 2013, pp. 56-63.
34
Häberle habla de una “sociedad abierta de los intérpretes de la Constitución”. Cfr.
HäBerle, Peter, El Estado Constitucional, primera reimpresión, UNAM, México 2003,
pp. 149–162.
35
Bernal Pulido, Carlos, El principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, 3ª
edición, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid 2007, p. 127.
36
Según el Tribunal Constitucional, el precedente vinculante es “aquella regla jurídica
expuesta en un caso particular y concreto que el Tribunal Constitucional decide
CONSTITUCIONALIDAD MATERIAL DE LAS CAUSALES QUE HABILITAN EL RECHAZO DEL RAC
establecer como regla general; y, que, por ende, deviene en parámetro normativo para
la resolución de futuros procesos de naturaleza homóloga. El precedente constitucional
tiene, por su condición de tal, efectos similares a una ley. [Es decir] la regla general
externalizada como precedente a partir de un caso concreto se convierte en una regla
preceptiva común que alcanza a todos los justiciables y que es oponible frente a los
poderes públicos”. EXP. 0024-2003-AI/TC, consideraciones previas.
37
Solamente si los derechos fundamentales son tenidos como exigencias de justicia,
será posible tenerlos como conformantes del contenido material de la Constitución.
Precisamente por esto, está exigido concebir a los derechos humanos como bienes
humanos debidos, es decir, como exigencias de justicia constitucionalizadas.
38
EXP. N° 2704–2004–AA/TC, fundamento 2. e.
39
El Tribunal Constitucional y su dinámica jurisprudencial, Palestra editores, Lima 2008, pp.
71 y ss.
88 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
40
Las resoluciones del Tribunal Constitucional no sólo no pueden ser cuestionadas
en su constitucionalidad por ningún órgano interno, si no que ade más la re visión
de constitucionalidad tampoco puede provenir de ningún órgano internacional.
Cuando un particular acude —por ejemplo— a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos una vez agotada la jurisdicción nacional, lo hace demandando al Estado
peruano y no al Tribunal Constitucional, por violación de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y no por violación de la Constitución peruana. En estos
casos, de ser atendida la demanda, la mencionada Corte Internacional sancionará al
Estado peruano por vulneración de la antes dicha norma internacional. En ningún caso
se formulará juicio alguno de constitucionalidad sobre resolución alguna del Tribunal
Constitucional.
CONSTITUCIONALIDAD MATERIAL DE LAS CAUSALES QUE HABILITAN EL RECHAZO DEL RAC
41
Los precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional, ob. cit., pp. 26-29.
42
En referencia a los derechos fundamentales, una norma adscripta mani estamente
inconstitucional desde un punto de vista material, es siempre una norma
mani estamente injusta. Lo mani estamente injusto es injusto de un modo extremo e
intolerable. Cfr. la obra coordinada por el Prof. Rodolfo Luis Vigo y titulada La injusticia
extrema no es Derecho, La Ley, Buenos Aires 2004.
43
Y solo en este caso Alexy tendrá razón en la exigida justi cación correcta para reconocer
el nacimiento de una norma constitucional adscripta.
90 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
44
En palabras del Tribunal Constitucional, “[c]abe recordar que el contenido
constitucionalmente protegido de los derechos reconocidos por la Ley Fundamental
no sólo ha de extraerse a partir de la disposición constitucional que lo reconoce; de
la interpretación de esta disposición con otras disposiciones constitucionales; con las
cuales pueda estar relacionada (principio de unidad de la Constitución); sino también
bajo los alcances del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Este Tribunal
reitera que el criterio de interpretación de los derechos fundamentales conforme con
el Derecho Internacional de los Derechos Humanos no se restringe sólo a los tratados
internacionales en materia de derechos humanos en los que el Estado peruano sea
parte, de acuerdo a la IV Disposición Final y Transitoria de la Constitución, sino que
comprende también a la jurisprudencia que sobre esos instrumentos internacionales
se pueda haber expedido por los órganos de protección de los derechos humanos,
reconocido en el artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional”.
EXP. 03938–2007–AA/TC, fundamento14.
45
EXP. N° 4853–2004–PA/TC, fundamento 16.
CONSTITUCIONALIDAD MATERIAL DE LAS CAUSALES QUE HABILITAN EL RECHAZO DEL RAC
Judicial que no había sido rati cado por el Consejo Nacional de la Magistratura.
Él, con posterioridad, se había presentado a un concurso nacional para cubrir
plazas en el Poder Judicial y en el Ministerio Público, pero le habían declarado
no apto precisamente por haber sido separado de la carrera judicial al no haber
sido rati cado, entre otras razones porque así lo disponía la Constitución en el
artículo 154. 2 de la Constitución. Esta última decisión del Consejo Nacional
de la Magistratura es cuestionada por Jacobo Romero Quispe a través de una
demanda de amparo por vulneración de sus “derechos constitucionales a la
dignidad, a no ser discriminado, al honor y la buena reputación, al trabajo y
a la igualdad ante la ley”. Este es el elemento fáctico del caso, la controversia
fáctica que el Tribunal Constitucional debe resolver.
En la referida sentencia el Tribunal Constitucional formula y justi ca
interpretaciones de la Constitución que conforman normas constitucionales
adscriptas. De estas normas hay una especialmente decisiva para la solución
del caso y que el Tribunal Constitucional la ha formulado como precedente
vinculante. Tal regla dispone lo siguiente: “El Consejo Nacional de la Magis-
tratura debe tener presente que, el Tribunal Constitucional, en tanto supremo
intérprete de la Constitución, ha integrado el artículo 154. 2°, con el numeral 2.
2°, ambos de la Constitución, en el sentido que no se puede impedir en modo
alguno el derecho de los magistrados no rati cados de postular nuevamente
al Poder Judicial o al Ministerio Público, pues el hecho de no haber sido ra-
ti cado no debe ser un impedimento para reingresar a la carrera judicial”46.
Esta regla jurídica que es una norma constitucional adscripta a la norma
constitucional directamente estatuida en el artículo 154. 2 de la Constitución,
puede ser denominada como N25b de la sentencia 1333-2006-PA/TC; y es la
que aplicada al caso concreto da lugar a una norma especial que puede ser for-
mulada así: Está ordenado al Consejo Nacional de la Magistratura que permita
postular a Jacobo Romero Quispe a los concursos de acceso a la magistratura,
sin que su condición de magistrado no rati cado impida participar de tales
concursos. Esta es una regla particular de rango constitucional, y conforma el
tercer elemento de la sentencia.
Y nalmente está el fallo de la sentencia en el que el Tribunal Constitucio-
nal ordena formalmente el cumplimiento tanto de N25b a todos los operadores
jurídicos, y particularmente ordena al Consejo Nacional de la Magistratura el
cumplimiento de la regla jurídica especial creada para el demandante Jacobo
Romero Quispe.
Estos son elementos esenciales a la sentencia, consecuentemente, deben
ser elementos que han de ser tomados en cuenta para determinar la existencia
y las consecuencias de un caso sustancialmente igual. Evidentemente, lo que al
Tribunal Constitucional le llegará a través del recurso de agravio constitucional
46
EXP. N° 1333-2006-PA/TC, fundamento 25b.
CONSTITUCIONALIDAD MATERIAL DE LAS CAUSALES QUE HABILITAN EL RECHAZO DEL RAC
47
Esto será así incluso aunque en el nuevo caso junto a unos elementos fácticos
sustancialmente los mismos se formulen pretensiones diferentes a las que se presentaron
en el primer caso.
48
Esta será la regla general, salvo excepcionalmente se trate de un cambio de criterio
jurisprudencial en cuyo caso el TC se obliga a justi car fuertemente porqué a un mismo
caso fáctico le da un tratamiento jurídico distinto.
96 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
S1: Está permitido rechazar sin más trámite el recurso de agravio cons-
titucional cuando se haya decidido de manera desestimatoria en casos
sustancialmente iguales; siempre, aunque haya sido sobre la base de una norma
constitucional adscrita materialmente inconstitucional.
S2: Está permitido rechazar sin más trámite el recurso de agravio constitu-
cional cuando se haya decidido de manera desestimatoria en casos sustan-
cialmente iguales; y tal decisión se haya construido sobre la base de una norma
constitucional adscrita materialmente constitucional.
S2: Está prohibido rechazar sin más trámite el recurso de agravio constitu-
cional cuando se haya decidido de manera desestimatoria en casos sustan-
cialmente iguales; y tal decisión se haya construido sobre la base de una norma
constitucional adscrita materialmente inconstitucional.
CONSTITUCIONALIDAD MATERIAL DE LAS CAUSALES QUE HABILITAN EL RECHAZO DEL RAC
49
O dicho de otro modo: la concreción constitucional que signi ca la norma adscripta N49
(y el artículo 11 del Reglamento normativo interno del Tribunal Constitucional), ¿esta
desajustada respecto del objeto concretado que es el artículo 202. 2 de la Constitución?
50
Esta concreción viene exigida y justi cada en la calidad del servicio que debe entregar
el Tribunal Constitucional como supremo intérprete y controlador de la Constitución y
de la constitucionalidad. La gran cantidad de causas que puedan llegar a su instancia,
así como la precariedad de medios para atenderlas a todas por igual, coloca en riesgo
cierto la exigida atención oportuna y justa que ha de brindar a los casos que conoce.
100 LUIS CASTILLO CÓRDOVA
cional justi ca y exige que la procedencia del mismo se amarre muy estrecha-
mente a los elementos esenciales de la procedencia del proceso constitucional:
la agresión mani esta del contenido constitucional del derecho fundamental.
Por su parte, la esencia de la labor del Tribunal Constitucional tiene que ver con
hacer efectiva a la Constitución en cada una de sus decisiones, particularmente,
decir lo justo al caso concreto desde la Constitución. La actuación conjunta
de ambas exigencias consiente sostener que si se trata de pensar en causales
que permitan el rechazo liminar del recurso de agravio, tales causales deben
condecirse con la esencia de los procesos constitucionales y con la esencia de
la labor de concreción de las exigencias de justicia constitucionalizada que
lleva a cabo el Tribunal Constitucional. Veamos.
La primera de las causales, como se explicó arriba, exige que el recurso de
agravio constitucional se sostenga sobre la agresión mani esta del contenido
constitucional del derecho fundamental. De esta forma, se respeta la esencia
del proceso constitucional, desde que éste tiene por nalidad proteger el con-
tenido constitucional de los derechos fundamentales; y se respeta también
la labor del Tribunal Constitucional, en cuanto de esta manera se le permite
pronunciarse por el alcance de tal contenido constitucional en el caso concreto,
para en ese caso decir lo justo desde la exigencia de justicia que representa el
derecho fundamental.
Si la segunda causal se interpreta según aquí ha sido propuesto, termina-
rá exigiendo que se atienda solamente contenido constitucional del derecho
fundamental. Si se permitiese, por el contrario, rechazar recursos de agravio
constitucional justi cados en la agresión mani esta del contenido constitucio-
nal so pretexto de que no tienen “la especial relevancia exigida”, ni el proceso
constitucional permitirá conseguir su nalidad, ni el Tribunal Constitucional
tendrá la oportunidad de decir lo justo en el caso concreto, negándose ambos
contenidos esenciales.
Si la tercera causal se interpreta de modo que se permita el trámite del
recurso de agravio constitucional cuando la cuestión de derecho invocada con-
tradice un precedente vinculante materialmente inconstitucional, se permitirá
la protección del contenido constitucional del derecho fundamental al que atañe
el precedente vinculante; y particularmente, se permitirá al Tribunal Consti-
tucional revisar la constitucionalidad material de sus precedentes, desde que
es la constitucionalidad material antes que la mera formal o procedimental, la
que hace a la justicia constitucional en un Estado constitucional de derecho. Se
negarían ambas esencias, por el contrario, si se permitiese rechazar el recurso
de agravio constitucional cuando la cuestión de derecho presentada contradice
un precedente vinculante materialmente inconstitucional.
Finalmente, algo similar es posible concluir para la cuarta causal, desde
que ésta debe ser interpretada de modo que se proscribe rechazar el recurso
de agravio constitucional cuando siendo dos casos sustancialmente iguales, la
CONSTITUCIONALIDAD MATERIAL DE LAS CAUSALES QUE HABILITAN EL RECHAZO DEL RAC 1
I. PRESENTACIÓN
R
ecientemente el Tribunal Constitucional peruano emitió la
sentencia correspondiente al expediente N° 0987-2014-PA/
TC, mediante el cual se resuelve la controversia iniciada por
Francisca Lilia Vásquez Romero el 12 de marzo de 2013 contra los
integrantes de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
del Santa, las Salas Civil Permanente y Constitucional Permanente
104 ELOY ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
1
Como ya hemos señalado en otros trabajos, los alcances del concepto “Constitución
han ido cambiando con los años. En un primer momento la comprensión del mismo se
circunscribe a un carácter más bien descriptivo del escenario político existente en una
sociedad determinada. Luego se le consideró como un acuerdo político fundamental
en el cual se sustentaba la labor de elaboración de lo jurídico, con ada en principio a
los parlamentos o congresos (según el sistema jurídico del cual se proviene) a través
de las leyes (la otra normativa sería desarrollo de lo previsto a nivel legislativo).
Después de ello, ya sea por in ujo de fallos como “Marbury versus Madison” (1803) en
los Esta dos Unidos y el pensamiento kelseniano en la Europa Continental de la primera
mitad del siglo veinte, la Constitución pasa a ser entendida como una norma jurídica (o
un conjunto normativo, de acuerdo con lo señalado por Eduardo García de Enterría). Sin
embargo, allí todavía el énfasis de estos textos se encontraba en asegurar la limitación del
poder, insistiendo más bien en la determinación de procedimientos y competencias. Ahora
bien, luego, y por una serie de acontecimientos, las cosas cambiarían.
Y es que acontecimientos como los sucedidos en Europa Continental (fortalecimiento
de la dignidad como base para la comprensión del Derecho y los derechos en general;
el aporte de los procesos de Núremberg, los cuales confrontan una comprensión más
bien tradicional del principio de legalidad; la distribución entre principios y reglas; o
el in ujo de posturas como las de Radbruch, que resalta que el Derecho no es tal si no
responde a consideraciones como el valor justicia) o en los Estados Unidos de Norte América
(la in uencia jurisprudencial de la Corte Warren, la distinción entre igualdad formal e
igualdad material), nos ponen ante un escenario distin to: la C onstituci ón, sin desconoce r
la relevancia de la limitación del poder y sus consecuencias, tiene hoy como norte al
reconocimiento y tutela de los derechos ciudadanos, con todo lo que ello involucra.
NOTAS SOBRE EL PRECEDENTE “VÁSQUEZ ROMERO” 105
2
Como ya es de conocimiento general, cuando se habla de “constitucionalización
del Derecho” nos estamos quedando en el necesario reconocimiento de que la
Constitución encierra la base o fundación de las diferentes disciplinas e instituciones
jurídicas. Como bien anotaba Favoreu, nos referimos a un fenómeno que tiene
múltiples efectos. Algunos, los más conocidos, son los denominados efectos
directos: “constitucionalización judicialización”, “constitucionalización elevación” y
“constitucionalización transformación”. La articulación del poder (y sobre todo, del
poder político) en un Estado, la con guración del sistema de fuentes en determinado
ordenamiento jurídico y la determinación de los alcances de las diferentes disciplinas
jurídicas y sus distintas instituciones solamente van a poder comprenderse a cabalidad
si son entendidos de acuerdo con lo planteado en el texto constitucional, o lo que
se desprende de él. Ver al respecto, Favoreu, Louis. “La Constitucionalización del
Derecho”. En: Revista de la Universidad de Valdivia p. 31-43.
Si el eje de la comprensión del Derecho, a partir de la Constitución es, como aquí ya se
ha dicho, el reconocimiento y tutela de los hoy, derechos, se entienden mejor las razones
por las cuales se habla de una “constitucionalización” en base o de conformidad con
la protección de los derechos.
3
Uno de los fenómenos más importante en el Derecho de estos últimos años es el de
fortalecer cada vez más la posibilidad de tener prevista la revisión en sede jurisdiccional
de ciertas decisiones propias del quehacer político, del gobierno y la dirección de una
sociedad determinada. Y es que si bien lo jurídico y lo político no son lo mismo, en un
Estado Constitucional, donde la legitimación del ejercicio del poder tiene una fuerte
connotación jurídica, el quehacer político no puede, de acuerdo con una posición
cada vez más asentada, desconocer los procedimientos previstos para la toma de
decisiones en el texto constitucional, o dejar de lado contenidos conformes a parámetros
constitucionalmente recogidos.
Esta “Constitucionalización de la política”, tiene tal vez como una de sus expresiones
más notorias a la del debate en Estados Unidos sobre la pertinencia de mantener la
gura de las “political questions”, suprimirlas, o permitir algún nivel de revisión
sobre las mismas. Este debate estadounidense tiene como su antecedente más claro lo
resuelto por la Suprema Corte Federal norteamericana en “Marbury versus Madison”
(1803), aunque oportuno es anotar que esta teoría toma su con guración de nitiva en
“Luther versus Borden” (1849). Otra expresión notoria del mismo es la de la discusión
europea sobre la sub sistencia de “actos políticos” o de “discrecionalidad política”. Una
explicación detallada sobre estos conceptos, los márgenes de acción con que se cuenta al
respecto y lo hecho por nuestro Tribunal Constitucional peruano sobre el particular se
encuentra recogida en nuestro “Balance a veinte años de vigencia de la Carta de 1993:
Notas sobre el papel del Tribunal Constitucional peruano en la constitucionalización del
Derecho y la política, y sus repercusi ones”. En: Pensamiento Constitucional N° 18. Lima,
Fondo Editorial de la Ponti cia Universidad Católica del Perú, marzo 2014, p. 175 y ss.
4
Justo es anotar que el actual esfuerzo por “convencionalizar” o “internacionalizar el
Derecho”, está generando algunos debates sobre el actual papel de las constituciones
106 ELOY ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
reconocer que existen una serie de personas que, desde una perspectiva bien
intencionada, aunque equivocada, intentarán habilitar todas las vías a su al-
cance para ejercer aquello que reputan relevante para la mejor defensa de sus
derechos, aun cuando su pretensión no sea correcta o ya haya sido atendida.
Es más, incuso puede encontrarse a quienes buscan aprovecharse del marco
garantista existente para, en base a ello, dilatar la resolución de situaciones
donde el resultado obtenido viene siéndole desfavorable, o todo indica que
no devendrá en un pronunciamiento en su favor.
En cualquier caso, la atención de todas estas situaciones lamentablemente
no colabora con una cabal tutela de los derechos, razón de ser del grueso de
Tribunales o Cortes existentes. Conviene entonces en este punto de nuestro
análisis resaltar que estos órganos jurisdiccionales nunca estuvieron previstos
para conocer todos los casos que pudiesen generarse. Incluso cuando no este-
mos ante una Corte de precedentes, sino ante una de casos, aquello no debe
llevar a desconocer que la labor de estos espacios jurisdiccionales tiene un
carácter excepcional, ya sea por su legitimación procesal especial, o en mérito
a que se abordan situaciones que primero deben analizarse ante la judicatura
ordinaria, o porque concurren ambas consideraciones.
Debe además tenerse en cuenta que acceder a la judicatura constitucio-
nal se materializa mediante canales especiales, especí cos, y supuestamente
expeditivos: los denominados procesos constitucionales. Dentro de dichos
procesos, aquellos especí camente previstos para la tutela de los derechos
fundamentales, los procesos constitucionales de la libertad, coexisten con
medios ordinarios de protección cuya admisión y trámite son exclusivamente
competencia de la judicatura ordinaria.
Ahora bien, justo es anotar que las pautas a seguir al respecto, deben estar
enmarcadas den los márgenes previstos en los ordenamientos jurídicos de
cada Estado en particular. En ese sentido, por ejemplo, y muy a despecho de
la voluntad de sus mismos integrantes, un Tribunal Constitucional no siempre
puede ser comprendido como un Tribunal de precedentes, lo cual por cierto
condicionará entre otras cosas cómo puede accederse a ese Tribunal buscando
la tutela de nuestros derechos. Ello dependerá de lo dispuesto en la normativa
de cada país. También dependerá de lo señalado en la normatividad de cada
Estado si se cuenta con un juez o jueza constitucional con formación adecuada
sobre los diferentes procesos constitucionales, lo cual puede incluso obligarle
a impulsar de o cio ciertas actuaciones procesales, hecho que en determina-
dos supuestos podría involucrar la introducción de limitaciones razonables a
elementos como el contradictorio en los diferentes proceso.
Es más, adelanta como hoy la gran mayoría de los autores y prácticamente
la totalidad de ordenamientos jurídicos sobre el particular optan claramente
por jueces y juezas en lógica inquisitiva y no dispositiva, habilitando así a
quienes juzgan a, por un lado, introducir elementos al proceso no ofrecidos
por las partes; y de otro, a resolver aspectos controvertidos sin mayor trámite
108 ELOY ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
6
Muy a despecho de lo que muchos plantean (y que en mérito a ese error, sistemáticamente
reciben una declaración de improcedencia de sus recursos), debe tenerse claro que el
Tribunal Constitucional no es ni debe ser un lugar en donde se plantee un nuevo
examen de lo controvertido en el Poder Judicial. Solamente cabe, tal como bien se ha
anotado desde la doctrina alemana, la revisión de lo resuelto por la judicatura ordinaria
si existe una vulneración o amenaza de vulneración de derechos fundamentales;
básicamente por excluir su análisis; no delimitar adecuadamente sus alcances; no
efectuar (o realizar erróneamente) el juicio de proporcionalidad que permita de nir
como resolver el (real o aparente) con icto entre el derecho invocado y otros derechos
o bienes constitucionalmente protegidos; o, nalmente, no respetarse el procedimiento
previsto para la regulación del derecho invocado.
NOTAS SOBRE EL PRECEDENTE “VÁSQUEZ ROMERO” 109
7
Coincidimos entonces con lo planteado, entre otros, por sosa saCio, Juan Manuel –“El
primer precedente del nuevo Tribunal Constitucional”. En: “República y Constitución”
(www.republicayconstitucional.blogspot.com). Fecha de consulta: 30 de agosto de 2014.
8
La Corte Suprema de Estados Unidos de América, instalada en 1791, comenzó sus
quehaceres conociendo pocas causas (87 por año, a mitad del siglo XIX, 98 al año una
década después) . Sin e mbargo, ya a mediados de ese siglo, la carga procesal se había
triplicado, pues había 30 expedientes ingresados en 1860). Esa cifra se duplicó diez años
después, y las causas llegaban a unas 1816 en 1890. En ese escenario se aprueba la “Evarts
Act” de 1891. En su sección sexta se introdujo el “writ of certiorari”, el cual permitiría
a la Corte sin mayores explicaciones la serie de recursos que no creyese conveniente
conocer. Este planteamiento fue sujeto a ajustes en 1914 y 1916, pero es recién en 1925,
con la “Jurisdiction Act” de ese año, que adquiere su con guración actual.
Allí, línea luego seguida en la reforma introducida en septiembre de 1988, se hace
énfasis en el carácter discrecional del certiorari. Cierto es que en las reglas establecidas
110 ELOY ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
“[…] los jueces del cuarto juzgado civil de la Corte Superior de Justicia del
Santa – Chimbote en posta jurisdiccional indebida e ilegal, en complicidad
con los auxiliares juridiciales y evidentemente de acuerdo con los vocales
supremos y los vocales de la Sala Civil de Chimbote tramitan con fraude el
Expediente número 1460-2006” (fojas 70, el subrayado es nuestro).
incluso existen los que han formulado críticas a lo nalmente esbozado. Pasaré
entonces a desarrollar algunas ideas mediante las que se busca dar respuesta
a este tipo de inquietudes, con el respeto que, por cierto, siempre debe tenerse
por la posición discrepante, aun cuando en el planteamiento de estas posturas
distintas no se haya tenido ese escrupuloso procesamiento de las diferencias
con lo que en su momento criticaron.
9
En ese sentido, recomendamos revisar lo planteado en ordenamientos jurídicos
uruguayo (en varias normas procesales), argentino (en temas de defensa de la
competencia), etcétera.
118 ELOY ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
4.5. Notas vinculadas con la con guración del recurso de agravio: ¿re-
curso ordinario o recurso extraordinario?
En el contexto de los comentarios hecho luego de la emisión del precedente
“Vásquez Romero”, algún destacado procesalista de nuestro medio considera,
con preocupación de su parte, que el Tribunal Constitucional estaría, mediante
este pronunciamiento, en la línea de convertir al Recurso de Agravio Constitu-
cional en uno extraordinario, pues con lo resuelto nos estaría anunciando que
aquello que en todo recurso ordinario correspondería ser resuelto al analizar
el recurso, será revisado previamente, pues sólo aquellos recursos que no in-
curran en estas causales (a las cuales erróneamente considerada como creadas
por el precedente) podrían recibir el trámite ordinario que le correspondería
al Recurso de Agravio Constitucional10.
Con todo el respeto que merece esta opinión, creo que la misma es equi-
vocada, pues parte de algunos errores. Se asume erróneamente, por ejemplo,
que el Tribunal Constitucional peruano haya dicho que el recurso de agravio
es un recurso ordinario, o que el recurso de agravio es un recurso extraordi-
nario. Ya en “Luis Sánchez Lagomarcino Ramírez” (STC 02877-2005-HC/TC),
el Tribunal, cuando hace un análisis y clasi cación de los diferentes recursos
dentro de un proceso constitucional, ya señalaba en su fundamento 12b dos
aspectos de innegable relevancia.
10
En ese sentido, Priori, Giovanni –“El recurso de agravio constitucional y el reciente
precedente vinculante del TC”En: Gaceta Constitucional y Procesal Constitucional N° 81.
Lima, Gaceta Jurìdica, setiembre 2014. p. 27 y ss.
NOTAS SOBRE EL PRECEDENTE “VÁSQUEZ ROMERO” 121
11
Ver al respecto el modelo que se acompaña como anexo 1 del presente texto.
12
Ver al respecto los formatos recogidos en los anexos 2 y 3 del presente texto.
13
Ver al respecto el modelo que se acompaña como anexo 4 del presente texto.
NOTAS SOBRE EL PRECEDENTE “VÁSQUEZ ROMERO” 123
14
En este caso, e incluso en la alegación de una “especial trascendencia constitucional”,
no se deja abierta una incontrolable discrecionalidad que bien podría abanderar ese
plano discrecional para devenir en algo absolutamente arbitrario. Así, por ejemplo,
y ante las pretensiones carentes de fundamentación (que pueden llegar al Tribunal
Constitucional peruano incluso como consecuencia de una doble improcedencia
liminar), ya hay posiciones jadas en el caso peruano sobre estándares mínimos de
motivación en casos como el de Giuliana Llamoja (STC 00728-2008-HC/TC) para el
escenario jurisdiccional; o el reciente César Castañeda Serrano (ATC 00791-2014-PA/
TC) con algunos necesarios matices a nivel administrativo.
De otro lado, conviene destacar que para la evaluación de si estamos ante causas
sustancialmente iguales, debe tenerse en claro cuáles son los reales alcances de una
motivación por remisión (repetición justi cada de considerandos ya utilizados en otras
resoluciones), pues pueden traerse re exiones de otros pronunciamientos aunque para
aplicarlas a situaciones diferentes que demanden respuestas distintas. Los alcances sobre
cómo entender los temas en los cuales ya hay una línea jurisprudencial establecida por
el Tribunal, o las ideas que dentro de la jurisprudencia de este colegiado y de otros
tribunales constitucionales, se han entendido como parte de lo que debe comprenderse
como de especial trascendencia constitucional, ya han sido desarrollados a lo largo de
este mismos texto y a ellas nos remitimos.
NOTAS SOBRE EL PRECEDENTE “VÁSQUEZ ROMERO” 125
ANEXO 1
SENTENCIA INTERLOCUTORIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por… contra la sentencia de fojas…, de
fecha…, expedida por…, que declaró… la demanda.
FUNDAMENTOS
1. En la STC Exp. N° 00987-2014-PA/TC, publicada en el diario o cial El Peruano el 29 de
agosto de 2014, este Tribunal estableció en el fundamento 49, con carácter de precedente
vinculante, que se expedirá sentencia interlocutoria denegatoria, dictada sin más
trámite, cuando concurra alguno de los siguientes supuestos, que igualmente están
contenidos en el artículo 11 del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional. A
saber, cuando:
a) Carezca de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque;
b) La cuestión de derecho contenida en el recurso no sea de especial trascendencia
constitucional;
c) La cuestión de Derecho invocada contradiga un precedente vinculante del Tribunal
Constitucional;
d) Se haya decidido de manera desestimatoria en casos sustancialmente iguales.
2. El recurso de agravio constitucional debe ser desestimado cuando carezca por
completo de fundamentación, cuando la fundamentación que se esgrime no es
coherente con aquello que se cuestiona, o cuando el demandante se limita a reiterar los
argumentos expuestos en su demanda sin esgrimir fundamentación relacionada con la
desestimatoria dispuesta en la instancia judicial.
3. Debe tenerse en cuenta que (justi car según sea un problema de ausencia de
fundamentación, de logicidad o de reiteración de los argumentos de la demanda)
4. En consecuencia, y estando a lo expuesto en los fundamentos 2 y 3 supra, se veri ca
que el presente recurso de agravio ha incurrido en la causal de rechazo prevista en
el acápite a) del fundamento 49 de la STC Exp. N° 00987-2014-PA/TC, y en el inciso
a) del artículo 11 del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional. Por esta
razón corresponde declarar, sin más trámite, improcedente el recurso de agravio
constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le con ere la
Constitución Política del Perú,
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE el recurso de agravio constitucional.
Publíquese y notifíquese.
SS.
NOTAS SOBRE EL PRECEDENTE “VÁSQUEZ ROMERO” 127
ANEXO 2
SENTENCIA INTERLOCUTORIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por… contra la sentencia de
fojas…, de fecha…, expedida por…, que declaró… la demanda.
FUNDAMENTOS
1. En la STC Exp. N° 00987-2014-PA/TC, publicada en el diario o cial El Peruano el 29 de
agosto de 2014, este Tribunal estableció en el fundamento 49, con carácter de precedente
vinculante, que se expedirá sentencia interlocutoria denegatoria, dictada sin más
trámite, cuando concurra alguno de los siguientes supuestos, que igualmente están
contenidos en el artículo 11 del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional. A
saber, cuando:
a) Carezca de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque;
b) La cuestión de derecho contenida en el recurso no sea de especial trascendencia
constitucional;
c) La cuestión de Derecho invocada contradiga un precedente vinculante del
Tribunal Constitucional;
d) Se haya decidido de manera desestimatoria en casos sustancialmente iguales.
2. En el presente caso se evidencia que el recurso de agravio no está referido a una cuestión
de Derecho de especial trascendencia constitucional. Al respecto, un recurso carece de
esta cualidad cuando su contenido no está referido al contenido constitucionalmente
protegido de un derecho fundamental; cuando se trate de un asunto materialmente
excluido del proceso de tutela de que se trate; o, nalmente, cuando lo pretendido no
alude a un asunto que requiere una tutela de especial urgencia
Expresado de otro modo, y teniendo en cuenta a lo precisado en el fundamento 50
de la STC Exp. N° 00987-2014-PA/TC, una cuestión no reviste especial trascendencia
constitucional (1) si una futura resolución del Tribunal Constitucional no solucionará
ningún con icto de relevancia constitucional, pues no existe lesión iusfundamental
comprometida o se trata de un asunto que no corresponde ser resuelto en la vía
constitucional; o si (2) no existe necesidad de tutelar de manera urgente el derecho
constitucional invocado, sin que medien razones subjetivas u objetivas que habiliten a
este órgano colegiado a emitir un pronunciamiento de fondo.
3. En efecto, en el presente caso el recurso interpuesto no… [hacer referencia a alguno de
los supuestos por el que se desestima el RAC, en base al fundamento 49 b) del mismo,
y subsumir en él los datos del caso]
4. En consecuencia, y de lo expuesto en los fundamentos 2 y 3 supra, se veri ca que el
presente recurso de agravio ha incurrido en la causal de rechazo prevista en el acápite
b) del fundamento 49 de la STC Exp. N° 00987-2014-PA/TC, y en el inciso b) del artículo
128 ELOY ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
11 del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional. Por esta razón corresponde
declarar, sin más trámite, improcedente el recurso de agravio constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le con ere
la Constitución Política del Perú,
RESUELVE
Publíquese y notifíquese.
SS.
NOTAS SOBRE EL PRECEDENTE “VÁSQUEZ ROMERO” 129
ANEXO 3
SENTENCIA INTERLOCUTORIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, XXX
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don XXXXXXXXXXXXX
contra la resolución de fojas XXX, de fecha XXXXXXX, expedida por la
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX, que declaró improcedente la demanda de autos.
FUNDAMENTOS
1) En la STC Exp. N° 00987-2014-PA/TC, publicada en el diario o cial El Peruano el
29 de agosto de 2014, este Tribunal estableció en el fundamento 49, con carácter
de precedente vinculante, que se expedirá sentencia interlocutoria denegatoria,
dictada sin más trámite, cuando concurra alguno de los siguientes supuestos,
que igualmente están contenidos en el artículo 11 del Reglamento Normativo del
Tribunal Constitucional. A saber, cuando:
a) Carezca de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque;
b) La cuestión de derecho contenida en el recurso no sea de especial trascendencia
constitucional;
c) La cuestión de Derecho invocada contradiga un precedente vinculante del Tribunal
Constitucional;
d) Se haya decidido de manera desestimatoria en casos sustancialmente iguales.
2) En la sentencia recaída en el Expediente N° 00142-2011-PA/TC, publicada el 5 de
octubre de 2011 en el diario o cial El Peruano, el Tribunal Constitucional, con calidad
de precedente vinculante, estableció nuevas reglas en materia de amparo arbitral,
señalando que el “recurso de anulación previsto en el Decreto Legislativo N° 1071,
que norma el arbitraje y, por razones de temporalidad, los recursos de apelación y
anulación para aquellos procesos sujetos a la Ley general de Arbitraje (Ley N° 26572)
constituyen vías procedimentales especí cas, igualmente satisfactorias para la
protección de derechos constitucionales, que determinan la improcedencia del amparo
de conformidad con el artículo 5 inciso 2) del Código procesal Constitucional”, aun
cuando éste se plantee en defensa del debido proceso o de la tutela procesal efectiva
(Fundamentos 20ª y 20b).
3) Sin embargo, conforme el Fundamento N° 21 de dicha sentencia, el amparo arbítralo si
procederá: 1) cuando el laudo arbitral vulnera los precedentes vinculantes establecidos
por el tribunal Constitucional; 29 cuando en el laudo se hace un indebido ejercicio del
control difuso de constitucionalidad; y, 3) en caso el amparo sea interpuesto por un
tercero que no forma parte del convenio arbitral y se sustente en la afectación directa
y mani esta de sus derechos constitucionales a consecuencia del laudo arbitral,
salvo que dicho tercero esté comprendido en el supuesto del artículo 14 del Decreto
Legislativo N° 1071.
4) El presente caso, la cuestión de derecho invocada pretende el cese de efectos, la
130 ELOY ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
revisión o impugnación del laudo arbitral emitido, por encontrarse disconforme con
éste, la cual no puede ser atendida en ésta sede constitucional, porque contradice los
supuestos de procedencia del amparo arbitral.
5) En consecuencia, estando a lo expuesto en los fundamentos 2 y 3 supra, queda claro
que se incurre en la causal de rechazo prevista en el acápite c) del Fundamento 49 de
la STC N° 00987-2014-PA/TC, y el inciso d) del artículo 11 del Reglamento Normativo
del Tribunal Constitucional; a razón por la cual corresponde declarar, sin más trámite,
improcedente el recurso de agravio constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le con ere
la Constitución Política del Perú
RESUELVE
Publíquese y notifíquese.
SS.
NOTAS SOBRE EL PRECEDENTE “VÁSQUEZ ROMERO” 131
ANEXO 4
SENTENCIA INTERLOCUTORIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, XXX
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don XXXXXXXXXXXXX
contra la resolución de fojas XXX, de fecha XXXXXXX, expedida por la
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX, que declaró improcedente la demanda de autos.
FUNDAMENTOS
1. En la STC Exp. N° 00987-2014-PA/TC, publicada en el diario o cial El Peruano el 29 de
agosto de 2014, este Tribunal estableció en el fundamento 49, con carácter de precedente
vinculante, que se expedirá sentencia interlocutoria denegatoria, dictada sin más
trámite, cuando concurra alguno de los siguientes supuestos, que igualmente están
contenidos en el artículo 11 del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional. A
saber, cuando:
a) Carezca de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque;
b) La cuestión de derecho contenida en el recurso no sea de especial trascendencia
constitucional;
c) La cuestión de Derecho invocada contradiga un precedente vinculante del
Tribunal Constitucional;
d) Se haya decidido de manera desestimatoria en casos sustancialmente iguales.
2. En la sentencia recaída en el Expediente N° 04128-2013-PA/TC, publicada el 15 de
setiembre de 2014 en el portal web institucional, el Tribunal Constitucional declaró
infundada la demanda, dejando establecido que la aplicación, en el caso concreto de la
Ley N° 29944, Ley de Reforma Magisterial, no vulneraba los derechos constitucionales
a la remuneración, al trabajo, entre otros invocados por la parte demandante. En tal
sentido, precisó que la migración de los profesores de los cinco niveles magisteriales
de la Ley N° 24029 a las tres primeras escalas de la Ley N° 29944, así como una
eventual reducción en la remuneración de los profesores: la reestructuración total de
la carrera magisterial basada en la meritocracia en la actividad docente y en la mejora
de la calidad del servicio de la educación, ello de conformidad con la sentencia recaída
en el Expediente N° 00020-2012-PI/TC.
3. El presente caso es sustancialmente igual al resuelto de manera desestimatoria en
el Exp. N° 04128-2013-PA/TC, debido a que la pretensión de la parte demandante
también está dirigida a solicitar la inaplicación de la Ley N° 29944, Ley de Reforma
Magisterial, señalándose la existencia de un acto en concreto que, en forma posterior
a la vigencia de la citada ley, establecería condiciones laborales menos favorables que
las que gozaba, desconociendo el nivel de carrera magisterial alcanzado y reduciendo
su remuneración, con lo que, según re ere, se afectan sus derechos fundamentales al
trabajo y al carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitución,
entre otros.
132 ELOY ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le con ere
la Constitución Política del Perú
Publíquese y notifíquese
La autodeterminación del Tribunal
en la admisión del recurso de agravio:
notas al caso Francisca Vásquez Romero
(STC 00987-2014-PA/TC)
Pedro P. Grández Castro
E
ntre los años 2005 y 2006 el Tribunal Constitucional (TC)
llegó al pico más alto de su historia en la admisión de cau-
sas, superando los 10 mil expedientes ingresados por año1.
Ante tal panorama que estaba colapsando sus posibilidades de
actuación, el Pleno del Tribunal, mediante un precedente vincu-
lante al que nos referiremos en seguida, llamó la atención sobre la
necesidad de buscar mecanismos para frenar el acceso de recursos
intrascendentes o irrelevantes al Tribunal.
1
Cfr.Estadísticas producidas por el propio Tribunal Constitucional,
accesible en: http://www.tc.gob.pe/tc_estadisticas_gen.php
134 PEDRO GRÁNDEZ CASTRO
2
Precedente vinculante Exp. Nº 2877-2005-HC/TC Fundamento 25.
3
Ibíd.
4
Fundamento 31 de la sentencia citada en el pie de página anterior. Este fundamento será
luego recogido en una reforma al Artículo 11 del Reglamento normativo del Tribunal
Constitucional.
5
Debe recordarse en este punto, que en el diseño constitucional, el Recurso de Agravio
en los procesos de tutela de los derechos fundamentales solo está previsto respecto
de “las resoluciones denegatorias de hábeas corpus, amparo, hábeas data, y acción de
cumplimiento”.
LA AUTODETERMINACIÓN DEL TRIBUNAL EN LA ADMISIÓN DEL RECURSO DE AGRAVIO 135
6
Sobre la Evolución jurisprudencial del Recurso de Agravio véase, en este volumen, el
trabajo del Profesor Samuel Abad.
7
Aunque la carga procesal se ha mantenido por sobre los 6 mil expedientes pendientes
de resolver, el ingreso de expedientes en el año 2014 es similar a la carga (6,143 al 30/11)
lo que supone en promedio, un año de retraso en la atención de causas, sin duda una
cifra menos dramática a la que presentaba el año 2006.
8
Conforme al resumen elaborado por el propio Tribunal: “La actora manifiesta que
en el proceso de ejecución de garantías seguido en su contra por el Banco Wiese
Sudameris (ahora Scotiabank), hasta la fecha no se le ha notificado la ejecutoria suprema
que resolvió́ su recurso de casación, ni el Decreto N° 40, de fecha 19 de octubre de
2011. Agrega, asimismo, que la Sala Civil Suprema emplazada ha actuado en forma
ilegal porque el proceso de tercería preferente de pago, que es de naturaleza civil, lo
«transformó» en constitucional y, «cambiando de jurisdicción», lo remitió́ a la Sala
Constitucional Suprema emplazada. Añade, por último, que los jueces del Cuarto
Juzgado Civil de Chimbote los vocales de la Sala Superior emplazada han tramitado
con fraude el Expediente Nº 1460-2006” (Exp. N° 00987-2014-PA/TC). Entre los
fundamentos 28 al 38 de la sentencia, el Tribunal concluye que los argumentos de la
demanda no tienen ningún sustento, refutando cada uno de sus argumentos.
136 PEDRO GRÁNDEZ CASTRO
9
Ello no quita desde luego, como también argumentaremos más adelante, que estas reglas
puedan y deban convertirse en un conjunto de reglas para la admisión y rechazo de los
Recursos de Agravios por parte de las Salas del Poder Judicial que actúa en segunda
instancia en los Procesos Constitucionales.
10
Cfr. Nino, Carlos S. “El contexto del Derecho” en: Introducción al análisis del Derecho,
Ariel, Primera edición, 1983, p. 2
LA AUTODETERMINACIÓN DEL TRIBUNAL EN LA ADMISIÓN DEL RECURSO DE AGRAVIO 137
Esta breve introducción general no puede ser desarrollada aquí con más
argumentos. Nos debe servir tan solo para llamar la atención sobre el contexto
de desarrollo incipiente y tardío de la justicia constitucional en nuestro país. La
experiencia reciente muestra que pese a que el Tribunal Constitucional puede
contribuir de manera notable, como lo hizo en la transición democrática, al
desarrollo y fortalecimiento de las instituciones y la concreción y defensa de
los derechos humanos, también puede ser desviada de sus fines, copada polí-
ticamente o incluso tocada por la terrible lacra de la corrupción11. Por tanto, el
Tribunal Constitucional no puede ni debe ser idealizado y, más bien conviene,
respecto de sus decisiones, asumir un razonable punto de vista externo, sin
renunciar a la crítica, en la sana comprensión de que esta es la mejor manera
de contribuir con las relevantes funciones que la Constitución le encomienda,
pero además, sin renunciar al ejercicio de un derecho constitucional como es
el de formular análisis y críticas de las resoluciones judiciales12.
Pues bien, en el caso del Tribunal Constitucional, el desprestigio al que
condujo sus controversiales decisiones en el último período13, llevó a acelerar
la designación de nuevos integrantes por parte del Congreso, designación que
tampoco ha estado exenta de episodios que ponían constantemente en tela de
juicio la forma de designación y la propia legitimidad del Parlamento para tan
trascendental tarea14. En efecto, como se recuerda, luego de un largo período
11
Según una nota periodística aparecida en el diario “La República” el pasado 17 de
octubre de 2014, un colaborador eficaz signado con el N° 14-2014 en el proceso por
graves actos de corrupción que involucran al Ex Alcalde de la ciudad de Chiclayo,
habría declarado a la fiscalía que el aludido alcalde “Torres pagó 160 mil dólares a dos
magistrados del TC para que resuelvan a su favor. Cada uno de estos, hoy ex magistrados,
habría recibido 80 mil dólares en efectivo, reveló el titular de la 3ª Fiscalía Penal Corporativa
de Chiclayo, Lucio Zapata.” La nota precisa además, “Aunque el fiscal no dio mayores
detalles, La República pudo conocer que el colaborador señaló a Carlos Mesía y Gerardo
Eto como los magistrados que habrían recibido el pago.” Cfr. Diario “La Republica”
edición del día 17/10/2014, puede consultarse en línea: http://www.larepublica.
pe/17-10-2014/acusan-a-dos-magistrados-del-tc-de-recibir-dinero-de-torres
12
Conforme al artículo 139 de la Constitución, son “principios y derechos de la función
jurisdiccional: inciso 20. El principio del derecho de toda persona de formular análisis
y críticas de las resoluciones y sentencias judiciales, con las limitaciones de ley.”
13
Un balance de las sentencias más controvertidas del anterior Tribunal que cubre el
periodo 2007-2012 puede verse en Ruiz Molleda, Juan Carlos y Roel Alva, Luis, “Balance
de las sentencias del Tribunal Constitucional 2007-2012”, disponible en: http://www.
justiciaviva.org.pe/webpanel/doc_trabajo/doc31072012-144116.pdf
14
He analizado los cambios a la legislación sobre la elección de magistrados planteando
la necesidad de volver a revisar el modelo de selección en: Grandez Castro Pedro,
“Repensar la estructura orgánica del Tribunal Constitucional” en Revista de la Maestría
en Derecho Procesal,PUCP, 2014. Disponible en:http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/
derechoprocesal/article/view/79-118
138 PEDRO GRÁNDEZ CASTRO
15
Convocados a través de redes sociales, los manifestantes tomaron las principales
plazas y calles no solo en la capital de la república. La tarde del 22 de julio de 2013 los
medios daban cuenta que en la Plaza San Martín habían mas de 10 mil manifestantes
que se habían autoconvocado pidiendo la anulación de las designaciones que se habían
concretado mediante Resolución Nº 004-2012-2013-CR publicado el día 18 de julio y que
designaba a Francisco Eguiguren, Cayo Galindo, Víctor Mayorga, Rolando Sousa, José
Luis Sardón y Ernesto Blume como magistrados del Tribunal Constitucional. Luego de
las protestas a nivel nacional, mediante una lacónica Resolución Nº 006-2012-2013-CR
publicada el día 25 de julio, el congreso dejó sin efecto esta designación que estaba a
punto de convertir en magistrado del máximo Tribunal Jurisdiccional encargado del
control de constitucionalidad y la defensa de los derechos humanos en última instancia
nacional, a uno de los abogados del Estudio que patrocinó a Fujimori frente a los
cargos de corrupción y violaciones a los derechos humanos por los que fue finalmente
condenado.
16
Esto, gracias a una modificación de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional que
permitía la “invitación” de candidatos restringiendo de este modo la convocatoria
abierta y pública. Cfr. Grandez Castro, Pedro, “Repensar la estructura orgánica del
Tribunal Constitucional” en Revista de la Maestría en Derecho Procesal,PUCP, 2014.
Disponible en:http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechoprocesal/article/
view/79-118
17
Mediante resolución (Auto) que está fechado 15 de julio de 2014, el nuevo Pleno del
TC ha decidido por unanimidad, declarar fundado un recurso de “nulidad” entendido
como “recurso de reposición” y que fue presentado por el Procurador del Consejo
Nacional de la Magistratura contra una denominada, “sentencia ampliatoria” que
en etapa de ejecución ordenaba, “sustituyendo” en sus funciones a dicho órgano
constitucional, que proceda a nombrar, “entre los postulantes que quedan en carrera,
esto es, don Mateo Grimaldo Castañeda Segovia o don César José Hinostroza Pariachi,
a aquel que corresponda desempeñarse como Fiscal Supremo”. Cfr.Exp. EXP. N.° 00791-
2014-PA/TC Expediente del Proceso de amparo originario, EXP. N.° 01044-2013-EA/TC.
LA AUTODETERMINACIÓN DEL TRIBUNAL EN LA ADMISIÓN DEL RECURSO DE AGRAVIO 139
18
Cfr. Entrevista a Marianela Ledesma, Magistrada del Tribunal Constitucional en:
Actualidad Jurídica Nº 250, Gaceta, Setiembre de 2014, p. 15.
19
Cfr. HABERLE, P. El Tribunal Constitucional como Tribunal ciudadano. El recurso
constitucional de Amparo, traducción de Joaquín Brage, Fundap, México, 2005.
20
Cono nos recuerda el profesor Samuel Abad, esta formula estuvo también en la
Constitución de 1979, aunque asimilando la actuación del TC con el recurso de Casación.
En los últimos años y en el marco de lo que establece la Constitución de 1993, “el TC
a través de su jurisprudencia ha ido precisando, desarrollando y creando una nueva
forma de entender los alcances del RAC para definir en qué casos este debe ser viable.
En varias ocasiones con una afán claramente tuitivo y, en otras, con la finalidad de
utilizarlo para imponer su criterio sobre lo dispuesto por el Poder Judicial.” Cfr. Abad
Yupanqui, Samuel, “Cuando podemos acceder al Tribunal Constitucional” en Gaceta
Constitucional Nº 81, Oct. De 2014, p. 25.
140 PEDRO GRÁNDEZ CASTRO
21
Artículo 1°.- El Tribunal Constitucional es el órgano supremo de interpretación y control
de la constitucionalidad. Es autónomo e independiente de los demás constitucionales.
Se encuentra sometido sólo a la Constitución y a su Ley Orgánica. (…)
22
Cfr. Galgano, F. “Il precedente giudiziario in civil law”, in F. Galgano (a cura di), Atlante
di diritto privato comparato, Bologna, 2006.
23
Artículo 2°.- Competencia: El Tribunal Constitucional es competente para conocer de
los procesos que contempla el artículo 202° de la Constitución.
El Tribunal puede dictar reglamentos para su propio funcionamiento, así como sobre
el régimen de trabajo de su personal y servidores dentro del ámbito de la presente Ley.
Dichos reglamentos, una vez aprobados por el pleno del Tribunal y autorizados por
su Presidente, se publican en el Diario Oficial El Peruano
24
Al respecto, recomiendo revisar el texto del profesor César Landa, “Autonomía procesal
del Tribunal Constitucional” en, Justicia Constitucional. Revista de Jurisprudencia y
Doctrina Año II, N° 4, julio - diciembre, Lima, 2006, p. 63 y ss.
LA AUTODETERMINACIÓN DEL TRIBUNAL EN LA ADMISIÓN DEL RECURSO DE AGRAVIO 141
25
En el precedente Sánchez Lagomarcino (STC 2877-2005-HC/TC) el Tribunal adelantaba
este criterio que luego sería incorporado en el Reglamento Normativo: “…este Colegiado,
en tanto órgano constitucional, posee una autonomía procesal que le permite tener
libertad para configurar el proceso constitucional en aquellos aspectos que no hayan sido
intencionalmente regulados por el legislador y que sean necesarios para la adecuada
realización de las funciones que le han sido atribuidas por la Constitución y su Ley Orgánica.
En el presente caso, corresponde ir determinando cuáles son las condiciones de
procedencia de los RAC, las cuales deben verse reflejadas en cambios en el Reglamento
Normativo, Resolución Administrativa N.º 095-2004-P/TC. Se implementarán las
disposiciones que no vulneran los principios procesales generales que se desprenden
de la Constitución, del CPCo y de su ley orgánica; y se procederá a regular la forma
en que debe organizarse esta sede con la finalidad de llevar a cabo, de manera más
efectiva, su función de control de la constitucionalidad y protección de los derechos
fundamentales.” (Fundamento 22).
26
Los cambios anunciados en el Precedente Sánchez Lagomarcino, fueron introducidos
mediante Resolución Administrativa N° 031-2006-P/TC, publicada el 02 de marzo del
2006, cuyo texto es el siguiente:
Artículo 11º.- “El Tribunal conoce, en última y definitiva instancia, las resoluciones
denegatorias de acciones de hábeas corpus, amparo, hábeas data y cumplimiento,
iniciadas ante los jueces respectivos, mediante dos Salas integradas por tres Magistrados.
La sentencia requiere tres votos conformes.
Una de las Salas se encargará de calificar la procedencia de las causas que lleguen
al Tribunal. La Sala determinará si, tras la presentación de los recursos de agravio
constitucional, se debe ingresar a resolver sobre el fondo. Para realizar tal análisis, aparte
de los criterios establecidos en el artículo 18º del Código Procesal Constitucional, la Sala
declarará su improcedencia, a través de un Auto, en los siguientes supuestos: si el recurso
no se refiere a la protección del contenido esencial del ámbito constitucionalmente protegido
de un derecho fundamental; si el objeto del recurso, o de la demanda, es manifiestamente
infundado, por ser fútil o inconsistente; o, si ya se ha decidido de manera desestimatoria
en casos sustancialmente idénticos, pudiendo acumularse.
En caso de no reunirse el número de votos requeridos, cuando ocurra alguna de las
causas de vacancia que enumera el artículo 16º de la Ley Nº 28301, cuando alguno de
sus miembros esté impedido o para dirimir la discordia, se llama a los Magistrados de
la otra Sala, en orden de antigüedad, empezando del menos antiguo al más antiguo y,
en último caso, al Presidente del Tribunal. En tales supuestos, el llamado puede usar
la grabación de la audiencia realizada o citar a las partes para un nuevo informe”.
27
Artículo 18.- Recurso de agravio constitucional: Contra la resolución de segundo
grado que declara infundada o improcedente la demanda, procede recurso de agravio
constitucional ante el Tribunal Constitucional, dentro del plazo de diez días contados
desde el día siguiente de notificada la resolución. Concedido el recurso, el Presidente
de la Sala remite al Tribunal Constitucional el expediente dentro del plazo máximo de
tres días, más el término de la distancia, bajo responsabilidad.
142 PEDRO GRÁNDEZ CASTRO
28
El articulo 18º no deja duda al establecer que el Recurso es “concedido” por la Sala
correspondiente del Poder Judicial, aun cuando del texto del mismo artículo también
se desprende que “contra la resolución de segundo grado que declara infundada o
improcedente la demanda, procede recurso de agravio ante del Tribunal Constitucional”
(resaltado agregado), lo que podría abonar sobre la autonomía y competencia del propio
Tribunal para establecer las restricciones conforme a su autonomía funcional.
29
STC 2877-2005-HC/TC Fundamento 31. En conclusión, el RAC, en tanto recurso
impugnativo dentro de un peculiar proceso, como es el constitucional, debe ser
utilizado como un mecanismo procesal especializado que permita que el TC intervenga
convenientemente.
Aparte de los requisitos formales para su interposición, se requerirá que el RAC
planteado esté directamente relacionado con el ámbito constitucionalmente protegido
de un derecho fundamental; que no sea manifiestamente infundado; y que no esté
inmerso en una causal de negativa de tutela claramente establecida por el TC.
30
Resulta por demás expresiva la aseveración que se recoge en el fundamento 43
del nuevo precedente, en el que se afirma que: “Lamentablemente, y a pesar de la
claridad del precedente (se refiere al Precedente en el caso Sanchez Lagomarcino) y
su obligatoriedad general, se repiten casos como el presente en el que se interpone un
Recurso de Agravio Constitucional manifiestamente infundado, que se limita a invocar
formalmente derechos reconocidos por la Constitución, pero con una completa carencia
de fundamento.”
31
Los reportes del último año muestran una cifra promedio de 6 mil expedientes
ingresados de los cuales el grueso son como siempre procesos de Amparo. Cfr.http://
www.tc.gob.pe/tc_estadisticas_gen.php
LA AUTODETERMINACIÓN DEL TRIBUNAL EN LA ADMISIÓN DEL RECURSO DE AGRAVIO 143
32
Desde hace ya buen tiempo se viene hablando en Europa de que ahí donde hay un sistema
de protección compartido entre Poder Judicial y Tribunal Constitucional en Europa.
33
Cfr. Priori Posada, Giovanni, “El recurso de agravio constitucional y el reciente
precedente vinculante del TC” en Gaceta Constitucional Nº 81, Octubre de 2014, p. 30.
144 PEDRO GRÁNDEZ CASTRO
quita, como por demás ocurre en la práctica del Tribunal, que el análisis una
vez superado el filtro que ahora se ha establecido, abarque también las demás
piezas del expediente, incluido por cierto la demanda que en muchos casos no
suele ser analizada con la debida diligencia por las instancias judiciales.
Lo que debe quedar claro en este punto es que el Tribunal ha fijado unas
exigencias para el recurso de agravio34, que no deben confundirse, ni con los
requisitos de la demanda ni tampoco con la evaluación de las cuestiones que
en su momento el propio Tribunal debe realizar una vez que el caso ha pasado
el filtro de admisión. Esta separación puede también ser estudiada como un
mecanismo útil a la hora de delimitar las competencias de ambos órganos (Po-
der Judicial y Tribunal Constitucional) en la tutela de los derechos a través de
los procesos constitucionales, especialmente en el proceso de amparo y hábeas
corpus. De este modo, la admisión de la demanda es menos selectiva, incluso
cuando es analizada bajo reglas más precisas de residualidad. El elemento
calibrador en todo caso en la actuación del Poder Judicial será la urgencia de
la tutela, especialmente a partir de la dimensión subjetiva del amparo35. En el
Recurso de Agravio, en cambio, la calificación se orienta hacia el Derecho en
términos objetivos, como lo ha precisado el Tribunal Federal Alemán refiriéndo-
se al Recurso Constitucional de Amparo, se puede hablar aquí de un “recurso
específico del Derecho Constitucional Objetivo”36. El elemento subjetivo sigue
presente, pero el elemento gravitante es de índole más bien objetivo: esto es,
la argumentación se orienta en esta etapa a persuadir al Tribunal que detrás
del Recurso late una cuestión de relevancia constitucional, que si bien puede
estar condicionado por la relevancia subjetiva de la tutela, no obstante, esto
no es suficiente, puesto que lo determinante será, en todo caso, la sustentación
sobre la forma en que tales afectaciones se relacionan con una deficiente tutela
que prestan las instancias judiciales, ya sea por desconocimiento del conten-
dido constitucional de los derechos o por una consciente postura en contra la
jurisprudencia del propio Tribunal.
34
Se trata en estricto de una estación de evaluación sustantiva sobre la viabilidad del
RAC ya admitido por el Poder Judicial. El análisis no es solo del escrito del Recurso
de Agravio, sino que llegado el caso puede tratarse de una evaluación integral de la
relevancia del caso conforme a los criterios del TC.
35
Esta es una de las posibles lecturas que ha sugerido Roger Rodríguez a la hora de
identificar la viabilidad de la demanda de amparo a partir de la regla de residualidad.
Cfr. Rodríguez Santander, Roger, “Amparo y residualidad. Las interpretaciones
(subjetiva y objetiva) del artículo 5.2 del Código Procesal Constitucional peruano”, en:
Justicia Constitucional. Revista de Jurisprudencia y Doctrina Año I, N° 2, agosto - diciembre,
Lima, 2005, p. 97 y ss.
36
BVerfGE 33, 247, 258 y ss. La cita es de Häberle, Peter, en: “El Recurso de Amparo ante
el Tribunal Federal Alemán”, en Häberle, P. El Tribunal Constitucional como Tribunal
ciudadano. El recurso constitucional de Amparo, traducción de Joaquín Brage, Fundap,
México, 2005. P. 106-107
LA AUTODETERMINACIÓN DEL TRIBUNAL EN LA ADMISIÓN DEL RECURSO DE AGRAVIO 145
37
Sobre esta evolución en el derecho europeo, sobre todo el camino alemán y las últimas
reformas en España, puede verse ampliamente en: Hernández Ramos, Mario, El nuevo
trámite del Recurso de Amparo Constitucional, Ed. Reus, Madrid, 2009.
38
Esta parece como tendencia clara en la reforma del año 1993, viendo que los intentos
previos no daban resultados. Es interesante constatar que parte del fracaso de medidas
no radicales, estarían relacionadas con “la comprensión del recurso de amparo
como instrumento de tutela jurídica subjetiva, así como en el sentido personal de
responsabilidad de los Magistrados, que no habrían querido tolerar vulneraciones de
los derechos fundamentales, por poca entidad que tuvieran”. Cfr.Lopez Pietsch, Pablo,
“Objetivar el Recurso de Amparo: Las recomendaciones de la Comisión Benda y el
debate español” en REDC, Nº 53, Madrid, 1998, p. 123
39
Sobre el análisis autorizado de la reforma en España, me remito al trabajo de Mario
Hernández, que se recoge en este volumen.
40
Las cifras que se señalan en este diagnóstico son reveladoras de las distorsiones que
se pueden generar en la práctica de la tutela de los derechos por parte de un Tribunal
Constitucional: de un aproximado de cinco mil recursos de amparo admitidos
146 PEDRO GRÁNDEZ CASTRO
“Es más, ese contenido no solamente es muy amplio (se refiere al contenido
de la tutela judicial), sino que en alguna de sus vertientes, destacadamente la
del derecho a obtener una resolución fundada en derecho, parece propiciar
el ejercicio de un control sobre todo lo actuado por el Poder Judicial desde
la legalidad ordinaria, es decir, aplicando cánones de enjuiciamiento iguales
a los utilizados por los jueces y Tribunales41”.
La nota que conviene destacar en este punto es sin duda el hecho objetivo que en
43
44
Crf. Shauer, Frederick, La reglas en Juego. Un examen filosófico de la toma de decisiones
basada en reglas en el derecho y en a vida cotidiana, Traducción de Claudina Orunesu y
Jorge Rodríguez, Marcial Pons, 2004, p. 81
45
En esta dirección, conviene reflexionar mirando las experiencias del derecho comparado.
En Alemania desde los primeros intentos por restringir el Acceso al Tribunal siempre se
ha legislado en sentido positivo: “La tramitación de una demanda de amparo exigirá su
LA AUTODETERMINACIÓN DEL TRIBUNAL EN LA ADMISIÓN DEL RECURSO DE AGRAVIO 149
previa admisión. Deberá ser admitida a trámite:
a) En la medida en que le sea atribuible
una relevancia constitucional fundamental.
b) Cuando esté indicado para lograr la
implantación efectiva de los derechos mencionados en el § 90.1. [es decir, los derechos
fundamentales]. Esta circunstancia puede darse también cuando la denegación de una
decisión sobre el fondo supondría un perjuicio especialmente grave para el recurrente.».
En España las reformas legislativas no son distintas. El artículo 50 reformado de la Ley
Orgánica del Tribunal establece en la parte mas relevante lo siguiente: «Artículo 50.1. El
recurso de amparo debe ser objeto de una decisión de admisión a trámite. La Sección,
por unanimidad de sus miembros, acordará mediante providencia la admisión, en todo
o en parte, del recurso solamente cuando concurran todos los siguientes requisitos:
b) Que el contenido del recurso justifique una decisión sobre el fondo por parte del
Tribunal Constitucional en razón de su especial trascendencia constitucional, que se
apreciará atendiendo a su importancia para la interpretación de la Constitución, para
su aplicación o para su general eficacia, y para la determinación del contenido y alcance
de los derechos fundamentales.
150 PEDRO GRÁNDEZ CASTRO
46
Como se recuerda, en la Constitución de 1979, el Tribunal de Garantías Constitucionales,
conocía, “en casación las resoluciones denegatorias de la acción de habeas corpus y la
acción de amparo agotada la vía judicial.” (Artículo 298º. Inciso 2º )
47
Cfr. Alexy, R. “Los derechos fundamentales en el Estado Constitucional y Democrático”,
trad. de Alfonso García Figueroa, en Neoconstitucionalismo(s),ed .de Miguel Carbonell,
Trotta, 2009.
LA AUTODETERMINACIÓN DEL TRIBUNAL EN LA ADMISIÓN DEL RECURSO DE AGRAVIO 151
48
En la propia historia del RAC puede encontrarse ejemplos en los que el Tribunal ha
admitido recursos contra sus propios precedentes y los ha tenido que no solo admitir
sino declarar fundados precisamente porque ha comprendido que era tiempo de
cambiar de criterio, incluso con argumentos más débiles respecto de los que sirvieron
para establecer el precedente anterior. Sobre esto puede verse el caso de la STC 3908-
2007-AA/TC que anuló un extremo del Precedente establecido en la STC 4853-2004-
AA/TC
152 PEDRO GRÁNDEZ CASTRO
49
Cfr. Diez-Picazo Gimenez, Luis, “reflexiones sobre el contenido y efectos de las sentecnias
dictadas por el Tribunal Constitucional en recursos de Amparo”, en La sentencia de
Amparo constitucional, CEC, 1996, p. 27
50
Sobre la distinción entre precedentes en sentido formal y material puede verse en,
Grández Castro, Pedro, “Las peculiaridades del precedente constitucional peruano”,
en Carpio Marcos y Grández Castro, P. Estudios al Precedente constitucional vinculante,
Palestra, Lima 2007.
LA AUTODETERMINACIÓN DEL TRIBUNAL EN LA ADMISIÓN DEL RECURSO DE AGRAVIO 153
51
La reforma española se fija también en este punto. Conforme al 44º de la reformada Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional: «Artículo 44.1. Las violaciones de los derechos
y libertades susceptibles de amparo constitucional, que tuvieran su origen inmediato
y directo en un acto u omisión de un órgano judicial, podrán dar lugar a este recurso
siempre que se cumplan los requisitos siguientes:
a) Que se hayan agotado todos los medios de impugnación previstos por las normas
procesales para el caso concreto dentro de la vía judicial.
b) Que la violación del derecho o libertad sea imputable de modo inmediato y directo
a una acción u omisión del órgano judicial con independencia de los hechos que dieron
lugar al proceso en que aquellas se produjeron, acerca de los que, en ningún caso,
entrará a conocer el Tribunal Constitucional.
c) Que se haya denunciado formalmente en el proceso, si hubo oportunidad, la
vulneración del derecho constitucional tan pronto como, una vez conocida, hubiera
lugar para ello.
2. El plazo para interponer el recurso de amparo será de 30 días, a partir de la notificación
de la resolución recaída en el proceso judicial.»
154 PEDRO GRÁNDEZ CASTRO
52
En este sentido, las funciones del Centro de Estudios Constitucionales resultan de
especial trascendencia de cara a darle mayor difusión y orientación a los usuarios del
sistema de justicia constitucional editando folletos y revistas de amplia difusión que
permitan una más fácil ubicación de la jurisprudencia constitucional.
53
Nos referimos al voto particular del magistrado Blume Fortine, expresado entre otros
en el EXP 03793 2014-PA/TC.
Incertidumbre jurídica
del recurrente en amparo en España.
La mejorable interpretación del Tribunal
Constitucional español del nuevo
trámite de admisión
Mario Hernández Ramos
L
a introducción por la Ley Orgánica 6/2007, de 24 de mayo
de reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
(en adelante LOTC) del actual trámite de admisión del
recurso de amparo constitucional constituye uno de los cambios
de mayor calado en la con guración de la actuación del Tribunal
*
Este trabajo ha sido realizado en el marco del proyecto de investigación
“Estatuto de los Jueces e Independencia Judicial” nanciado por el
Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, referencia
DER2011-29207-C02-01.
156 MARIO HERNÁNDEZ RAMOS
Constitucional en España (en adelante TC) tras más de treinta años de fun-
cionamiento. Esta modi cación, largamente debatida1, fue motivada por una
serie de causas en las que no podemos detenernos aquí2. Baste apuntar para el
objetivo de estas páginas, que el control de constitucionalidad de las normas
con rango de ley, que solo puede desempeñar el TC3, estaba siendo afectada
hasta el punto de la ine cacia debido a la avalancha de demandas de tutela de
derechos fundamentales4, función que, sin embargo, desempeñan previamen-
te los tribunales de justicia5. Con la citada reforma se persiguió restaurar la
posibilidad de que el TC volviera a dedicar su ciente tiempo y recursos para
su función primordial y que los recursos de amparo no volvieran a colapsar
la jurisdicción constitucional. Este objetivo intentó abordarse principalmente
a través de la reforma del trámite de admisión del recurso de amparo. 6
1
La bibliografía en este punto es muy extensa. Sin embargo, véanse las imprescindibles
obras de esPín temPlado, E., Fernández Farreres, G., Cruz villalón, P., La reforma de la
justicia constitucional, Centro de Estudios Jurídicos. Thomson —Aranzadi, Navarra, 2006;
Carrillo lóPez, M., (Coord.,), Hacia una nueva jurisdicción constitucional. Estudios sobre la
Ley 6/2007 de 24 de mayo, de reforma de la LOTC, Tirant lo blanch, Valencia, 2008; Bustos
GisBert, R., “Está agotado el modelo de recurso de amparo diseñado en la Constitución
Española?”, Teoría y Realidad Constitucional, n° 4, 2° semestre 1999, pp. 273-292. VV.
AA., “Cuestionario sobre la reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional”,
Teoría y Realidad Constitucional, n° 4, 1999, pp. 13-89.
2
Por todos, véase Hernández ramos, M., El nuevo trámite de admisión del recurso de amparo
constitucional, Madrid, Reus, 2009, pp. 21-51.
3
Art. 161. 1a) Constitución Española, en adelante CE) y arts. 27-34 LOTC.
4
Un estudio de estas cifras puede estudiarse en Hernández ramos, M., El nuevo trámite
de admisión…, ob. cit., pp. 21-24.
5
Art. 53. 2 CE y arts. 41-58 LOTC.
6
De esta forma se expresa el legislador orgánico en la Exposición de Motivos de la Ley
Orgánica 6/2007: “La experiencia acumulada tras más de 25 años de actividad del
Tribunal Constitucional desde su creación ha puesto de mani esto la existencia de
una serie de situaciones y circunstancias en la realidad práctica que con el transcurso
del tiempo han llegado a convertirse en problemas para el mejor resultado del trabajo
del Tribunal. Entre ellas destaca, por un lado, el crecimiento del número de recursos
de amparo hasta el punto de ocupar casi todo el tiempo y los medios materiales y
personales del Tribunal. Por otro lado, la realidad de los hechos ha permitido también
constatar la lentitud de los procedimientos que se desarrollan ante este Alto Tribunal,
cuestiones todas ellas respecto de las que es el momento de dar respuesta legislativa. En
este sentido, esta ley orgánica intenta dar solución a todo este conjunto de problemas,
y para ello procede a adecuar la normativa para dar respuesta a los problemas y
exigencias que se derivan de la realidad práctica del funcionamiento y organización
del Tribunal Constitucional. Así, respecto al mayor desarrollo de la función de garantía
de los derechos fundamentales en relación con las demás funciones del Tribunal
Constitucional, la ley procede a establecer una nueva regulación de la admisión del
recurso de amparo, al tiempo que otorga a los tribunales ordinarios más posibilidades
para revisar las violaciones de derechos fundamentales (…). “
INCERTIDUMBRE JURÍDICA DEL RECURRENTE EN AMPARO EN ESPAÑA 157
7
Arts. 48-50 LOTC 1988. Para un estudio completo sobre el recurso de amparo
constitucional, aunque previo a la reforma de 2007 véase Pérez tremPs, P., El recurso de
amparo, Tirant lo blanch, Valencia, 2004.
8
Art. 50 LOTC: 1. El recurso de amparo debe ser objeto de una decisión de admisión a trámite.
La Sección, por unanimidad de sus miembros, acordará mediante providencia la admisión, en
todo o en parte, del recurso solamente cuando concurran todos los siguientes requisitos:
a) Que la demanda cumpla con lo dispuesto en los artículos 41 a 46 y 49. b) Que el contenido
del recurso justi que una decisión sobre el fondo por parte del Tribunal Constitucional en razón
de su especial trascendencia constitucional, que se apreciará atendiendo a su importancia para
la interpretación de la Constitución, para su aplicación o para su general e cacia, y para la
determinación del contenido y alcance de los derechos fundamentales.
2. Cuando la admisión a trámite, aun habiendo obtenido la mayoría, no alcance la unanimidad,
la Sección trasladará la decisión a la Sala respectiva para su resolución.
3. Las providencias de inadmisión, adoptadas por las Secciones o las Salas, especi carán el
requisito incumplido y se noti carán al demandante y al Ministerio Fiscal. Dichas providencias
solamente podrán ser recurridas en súplica por el Ministerio Fiscal en el plazo de tres días. Este
recurso se resolverá mediante auto, que no será susceptible de impugnación alguna.
4. Cuando en la demanda de amparo concurran uno o varios defectos de naturaleza subsanable,
se procederá en la forma prevista en el artículo 49. 4; de no producirse la subsanación dentro del
plazo jado en dicho precepto, la Sección acordará la inadmisión mediante providencia, contra
la cual no cabrá recurso alguno.
9
Sobre estas funciones véase, por todos, Pérez tremPs, P., “La naturaleza del recurso de
amparo y su con guración procesal”, Revista Vasca de Administración Pública, núm. 39,
1994, pp. 89-103.
158 MARIO HERNÁNDEZ RAMOS
10
Véanse también ATC 188/2008, de 21 de julio; ATC 289/2008 y ATC 290/2008, de 22
de septiembre.
11
ATC 188/2008, de 21 de julio, FJ 1.
12
ATC 188/2008, de 21 de julio, FJ 2.
13
STC 155/2009, FJ 2; ATC 188/2008, FJ 3; ATC 289/2008, FJ 2; ATC 290/2008, FJ 2;
ATC 80/2009, FJ 2; ATC 252/2009, FJ 1,
14
ATC 188/2008, FJ 2; STC 140/2013, de 8 de julio, FJ 4. a); STC 176/2012, FJ 3).
INCERTIDUMBRE JURÍDICA DEL RECURRENTE EN AMPARO EN ESPAÑA 159
15
STC 2/2013, de 14 de enero, FJ 3
16
A pesar de esta exigencia puede encontrarse excepciones, como la STC 118/2014, de
8 julio (FJ 2. c) en la que el TC pasa un poco por alto esta obligación no exigiendo un
claro discurso justi cativo.
17
STC 17/2011, de 28 de febrero, FJ 2.
18
ATC 188/2008, de 21 de julio, FJ 3. Un excelente ejemplo de recurso de súplica admitido
por el TC lo constituye el ATC 108/2014, de 7 abril
19
STC 31/2013, de 11 de febrero, FJ 2.
160 MARIO HERNÁNDEZ RAMOS
20
Véase también, por ejemplo, la STC 118/2014, de 8 julio (FJ 2. c) en la que el TC pasa
un poco por alto esta exigencia no exigiendo un claro discurso justi cativo. A pesar de
que el recurrente no argumenta la especial trascendencia constitucional del recurso de
amparo sí alega un razonamiento mínimo que el TC de o cio conecta con el supuesto
de admisión c) de la STC 155/2009.
21
ATC 28/2013, de 11 de febrero, FJ 5.
INCERTIDUMBRE JURÍDICA DEL RECURRENTE EN AMPARO EN ESPAÑA 161
22
Las inadmisiones de los recursos de amparo se realizar por providencias que no son
motivadas y se limitan a señalar el precepto que incumple el recurso de amparo,
generalmente el art. 50. 1. b) LOTC, sin aportar más información al respecto.
23
Por ejemplo, STC 79/2014, de 28 mayo, FJ 3; STC 47/2014, FJ 2. a); STC 58/2014, FJ 2;
STC 118/2014, de 8 de julio FJ 2. c).
24
Por ejemplo, las STC 44/2013, de 25 de febrero; STC 56/2013, de 11 de marzo; STC
32/2013, de 11 de febrero; STC 31/2013, de 11 de febrero; STC 27/2013, de 11 de febrero
(FJ 2); STC 2/2013, de 14 de enero, FJ 3.
25
STC 192/2012, de 29 de octubre, (FJ 2); STC 145/2012, de 2 de julio (FJ 2).
162 MARIO HERNÁNDEZ RAMOS
26
STC 127/2013, de 3 de junio, FJ 2.
27
Primer y tercer criterio hermenéutico del art. 50. 1. b) LOTC se inspiran en la
Grundsatzannhame, § 93a. 1. a) de la Ley del Tribunal Constitucional Federal alemán
(en adelante BVerfGG). Para la relación entre ambos criterios véase Hernández ramos,
M., El nuevo trámite de admisión…, ob. cit., pp. 247-275.
28
Segundo criterio hermenéutico del art. 50. 1. b) LOTC se instpira en la Durchsetzungannhame,
§ 93a. 1. a) BVerfGG). Para la relación entre ambos criterios véase Hernández ramos,
M., El nuevo trámite de admisión…, ob. cit., pp. 276-290.
29
A pesar de que el recurso se presentó el 4 de mayo de 2004, 3 años antes de la entrada
en vigor de la L. O. 6/2007, a pesar de que la formalización de la demanda de amparo
tuvo lugar en mayo de 2008.
30
“Cuando, por razón de la fecha de la interposición del recurso de amparo, quepa aplicar
ese criterio exible, en modo alguno este puede llegar a ‘desvirtuar el requisito, ni puede
INCERTIDUMBRE JURÍDICA DEL RECURRENTE EN AMPARO EN ESPAÑA 163
tampoco suponer una excepción del deber de cumplimiento de la carga justi cativa
en los supuestos en los que se produce aquel tipo de relación temporal entre la fecha
de interposición de la demanda y la de la publicación, el 28 de julio de 2009, de la STC
155/2009, de 25 de junio’. Tal es la doctrina de la STC 143/2011, de 26 de septiembre,
FJ 2, que declara la inadmisibilidad de un recurso formulado antes de la STC 155/2009
porque el demandante ‘no ha ofrecido … razonamiento alguno que permita advertir por
qué el contenido del recurso de amparo justi ca una decisión sobre el fondo en atención
a su importancia para la interpretación, aplicación o e cacia general de la Constitución
o para la determinación del contenido y alcance de los derechos fundamentales que se
alegan’.”, STC 176/2012, de 15 de octubre, FJ 3. Véase también la STC 140/2013.
31
Supuesto a): “recurso que plantee un problema o una faceta de un derecho fundamental
susceptible de amparo sobre el que no haya doctrina del Tribunal Constitucional”.
32
Supuesto b): “recurso que dé ocasión al Tribunal Constitucional para aclarar o cambiar
su doctrina, como consecuencia de un proceso de re exión interna, como acontece
en el caso que ahora nos ocupa, o por el surgimiento de nuevas realidades sociales
o de cambios normativos relevantes para la con guración del contenido del derecho
fundamental, o de un cambio en la doctrina de los órganos de garantía encargados de
la interpretación de los tratados y acuerdos internacionales a los que se re ere el art.
10. 2 CE
33
Supuesto c): “cuando la vulneración del derecho fundamental que se denuncia provenga
de la ley o de otra disposición de carácter general”.
34
Supuesto d): “si la vulneración del derecho fundamental traiga causa de una reiterada
interpretación jurisprudencial de la ley que el Tribunal Constitucional considere lesiva
del derecho fundamental y crea necesario proclamar otra interpretación conforme a la
Constitución”.
164 MARIO HERNÁNDEZ RAMOS
35
Supuesto e): “cuando la doctrina del Tribunal Constitucional sobre el derecho
fundamental que se alega en el recurso esté siendo incumplida de modo general y
reiterado por la jurisdicción ordinaria, o existan resoluciones judiciales contradictorias
sobre el derecho fundamental, ya sea interpretando de manera distinta la doctrina
constitucional, ya sea aplicándola en unos casos y desconociéndola en otros”.
36
Supuesto f): “en el caso de que un órgano judicial incurra en una negativa mani esta
del deber de acatamiento de la doctrina del Tribunal Constitucional (art. 5 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial)”.
37
Supuesto g): “cuando el asunto suscitado, sin estar incluido en ninguno de los supuestos
anteriores, trascienda del caso concreto porque plantee una cuestión jurídica de
relevante y general repercusión social o económica o tenga unas consecuencias políticas
generales, consecuencias que podrían concurrir, sobre todo, aunque no exclusivamente,
en determinados amparos electorales o parlamentarios.”
38
Por ejemplo, STC 147/2013, de 6 de agosto; STC 125/2013, de 3 de mayo (FJ 3); STC
122/2013, de 20 de mayo (FJ 2); STC 126/2013, de 3 de junio (FJ 2); STC 115/2013, de 9
de mayo (FJ 2); STC 79/2013, de 8 de abril (FJ 2); STC 75/2013, de 8 de abril (FJ 2); STC
44/2013, de 25 de febrero (FJ 2); STC 31/2013, de 11 de febrero (FJ 2); STC 192/2012,
de 29 de octubre (FJ 2); STC 145/2012, de 2 de julio (FJ 2).
INCERTIDUMBRE JURÍDICA DEL RECURRENTE EN AMPARO EN ESPAÑA 165
caso concreto (supuesto g) 39. Raras son las ocasiones en las que el TC apunta
cualquier otro supuesto40 a excepción de la vulneración por una norma general,
ya sea de rango legal o reglamentario (supuesto c)41.
En efecto, los supuestos de admisión para la aplicación de la doctrina
constitucional que han realizado los poderes públicos, y especialmente los
órganos jurisdiccionales (Durchsetzungannhame) son más difíciles de identi car
en la jurisprudencia constitucional que los supuestos para llevar a cabo un
desarrollo material de los derechos fundamentales o de las normas constitu-
cionales (Grundsatzannahme)42.
No obstante esta a rmación, algunos recurrentes se han encontrado con
una sentencia del TC en la que ha aplicado de manera muy estricta la no exis-
tencia de alguno de estos supuestos, como por ejemplo el ATC 46/2011, de 28 de
abril de 2011. En este caso, dos concejales del Ayuntamiento de Majadahonda
fueron expulsados de su grupo municipal y formaron un grupo mixto. A partir
de ese momento se les convocaban a lasdistintas comisiones del Ayuntamiento
con voz pero sin voto. Ante la demanda por vulneración del derecho a partici-
pación política, los recurrentes insistieron que el Alto Tribunal había resuelto
esa cuestión anteriormente amparando a los recurrentes, por lo que debería
resolver en el mismo sentido (STC 169/2009, FJ 4, siendo asimismo reiterada
esta doctrina en la citada STC 20/2011, de 14 de marzo, FFJ 4 a 6, respecto de
los concejales no adscritos). El Alto Tribunal, no solo no resolvió de la forma
demandada, sino que inadmitió el recurso porque la cuestión jurídica que se
planteaba no era novedosa, pues obviamente ya había sido resuelta.
De todas formas, tras el estudio de la jurisprudencia constitucional hasta
la fecha, la mayor incertidumbre a la que se enfrenta un recurrente es tratar de
argumentar que su recurso de amparo debería ser admitido a trámite porque
ostenta especial trascendencia constitucional para la aplicación de la doctrina
constitucional por parte de los poderes públicos en pos de la e cacia de los
derechos fundamentales (Durchsetzungannhame).
Dentro de este grupo de supuestos, el más sencillo de todos es el supuesto
c), cuando la vulneración de un derecho fundamental provenga de una ley o
de otra disposición de carácter general.
39
Por ejemplo, STC 125/2013, de 3 de mayo (FJ 3); STC 79/2013, de 8 de abril (FJ 2); STC
44/2013, de 25 de febrero (FJ 1. b); STC 44/2013, de 25 de febrero (FJ 2); STC 31/2013,
de 11 de febrero (FJ 2); STC 192/2012, de 29 de octubre (FJ 2);
40
Supuesto f): STC 32/2013, de 11 de febrero (FJ 2; STC 2/2013, de 14 de febrero (FJ 3).
41
STC 118/2014, de 8 de julio FJ 2. c); STC 116/2013, de 20 de mayo (FJ 3); STC 77/2013,
de 8 de abril (FJ 2);
42
Por ejemplo, STC 31/2013, de 11 de febrero, FJ 2: caso de extradición a Hong Kong (art. 17
CE).
166 MARIO HERNÁNDEZ RAMOS
Sin embargo, dentro de esta sencillez, podría plantearse una duda: una
vez que se ha resuelto por primera vez y se declara que un precepto legal
vulnera un derecho fundamental, si volviera a plantearse la vulneración de
otro derecho por la misma norma que siguiera en vigor, ¿seguiría el recurso
ostentando de especial trascendencia constitucional? Desde nuestro punto de
vista, es relevante que una norma general vulnere derechos fundamentales.
Por la enjuncia de este supuesto, y el alcance y repercusión que pudiera llegar
a tener, desde nuestro punto de vista, tendría relevancia “en sí”, aunque hu-
biera ya pronunciamientos del TC al respecto. De hecho, hay varios ejemplos
en que los recursos de amparo se siguen admitiendo43.
También es sencillo argumentar para su admisión los amparos con ob-
jeto en la negativa mani esta del deber de acatamiento de la doctrina del TC
(supuesto f). Esta negativa ha de tener un elemento intencional y volitivo por
parte del tribunal a quo44. A pesar de la aparente sencillez de este supuesto,
incluso algunos miembros del TC han expresado la necesidad de que sea de-
sarrollado más en profundidad45.
Un clásico en esta categoría es la negativa de acatamiento de los tribunales
ordinarios de la jurisprudencia en materia de prescripción del delito46.
Sin embargo, el supuesto e), “cuando la doctrina del Tribunal Consti-
tucional sobre el derecho fundamental que se alega en el recurso esté siendo
incumplida de modo general y reiterado por la jurisdicción ordinaria”, es com-
plejo de argumentar e identi car a pesar de que es uno de los supuestos más
presentes en las admisiones a trámite. A pesar de ello, el TC apenas lo señala.
Son muchos los casos en los que se puede deducir de las varias sentencias
del TC que se está realizando un “incumplimiento general y reiterado” de la
jurisprudencia constitucional por parte de la jurisdicción ordinaria, como la
43
Un ejemplo de esta respuesta lo constituye el art. 40. 2 d) de la Ley 24/2003, de 10 de
julio, de la viña y del vino, que no tiene carácter básico, la cuestión que se plantea es
la de si este precepto, da cobertura legal su ciente a la sanción, habida cuenta de las
exigencias del principio de legalidad en materia sancionadora que consagra el art. 25 CE.
Esta misma cuestión ha sido ya resuelta en las SSTC 90/2012, de 7 de mayo, 109/2012,
de 21 de mayo, y 127/2012, de 18 de junio y STC 156/2012, de 17 de septiembre Todo
ello “conduce al otorgamiento del amparo solicitado por la sociedad recurrente pues la
subsunción de su conducta en el ilícito administrativo tipi cado por el art. 40. 2 d) de
la Ley 24/2003, de 10 de julio, de la viña y del vino, supuso una quiebra de la garantía
material del derecho fundamental a la legalidad sancionadora proclamado por el art.
25. 1 CE”.
44
ATC 26/2012, de 31 de enero FJ 3.
45
Voto particular de la Magistrada Encarnación Roca Trías en la STC 11/2014, de 27 de
enero.
46
Véase, por ejemplo, STC 32/2013, de 11 de febrero; STC 2/2013, de 14 de enero; STC
1/2013, de 14 de enero.
INCERTIDUMBRE JURÍDICA DEL RECURRENTE EN AMPARO EN ESPAÑA 167
47
SSTC 120/2013, 119/2013, 118/2013, de 20 de mayo, en cierto modo también STC 157/2013,
de 23 de septiembre.
48
SSTC 73 y 74/2013, de 8 de abril; SSTC 129 7 130/2012, de 18 de junio; STC 154/2012,
de 16 de julio;
49
STC 30/2013, de 11 de febrero y STC 45/2013, de 25 de febrero.
50
“la singularidad de la cuestión suscitada y que dota al presente recurso de la exigible
trascendencia constitucional radica en que la lesión del derecho a la tutela judicial
efectiva tiene su origen en el incumplimiento judicial de las reglas relativas a la
competencia funcional que le obligaban a acomodarse a lo resuelto por el órgano que
conoció de la apelación, incumplimiento que menoscaba severamente el funcionamiento
del sistema articulado para la prestación de la tutela judicial a la que todos tienen
derecho (art. 24. 1 CE) y frente a lo cual este Tribunal no puede dejar de reaccionar en
su condición de garante último de los derechos fundamentales. Se trasciende así el mero
interés subjetivo —necesario pero no su ciente en la nueva con guración del recurso
de amparo—, poniéndose de mani esto la necesidad de rea rmar la sujeción de los
órganos judiciales a lo resuelto por sus superiores jerárquicos en la fase de recurso, en
este caso en un incidente que se inserta en la fase de ejecución de las Sentencias.
168 MARIO HERNÁNDEZ RAMOS
51
Véanse, por ejemplo, la STC 153/2013, de 9 de septiembre: estimación, vulneración del
derecho a la tutela judicial efectiva sin indefensión art. 24. 1 CE en relación con derecho
a no ser sometido a torturas ni a tratos inhumanos o degradantes (art. 15 CE); otro
ejemplo es la STC 12/2013, de 28 de enero, que desestima el recurso de amparo planteado
por supuesta vulneración del art. 24 CE, aunque con voto particular de Magistrado
Pablo Pérez Tremps, pues cree que no se aplicó todo el rigor en las investigaciones.
INCERTIDUMBRE JURÍDICA DEL RECURRENTE EN AMPARO EN ESPAÑA 169
4. A MODO DE CONCLUSIÓN
No cabe ninguna duda de que en los primeros años de aplicación del pro-
cedimiento de admisión del recurso de amparo introducido por la LO 6/2007
de reforma de la LOTC produjo una inseguridad jurídica en el recurrente, no
solo por la inde nición del signi cado concreto del requisito de la “especial
trascendencia constitucional”, sino también por la forma en la que plantear
la demanda a la hora de satisfacer este nuevo requisito y por los efectos de
hacerlo de manera no satisfactoria para el Tribunal. Estas últimas dudas se han
ido resolviendo paulatinamente por el TC y ahora mismo es posible encontrar
fácilmente esta información en la jurisprudencia constitucional. Sin embargo,
no puede decirse lo mismo del signi cado y contenido del concepto de “espe-
cial trascendencia constitucional”. A pesar de la STC 155/2009, que contribuyó
mucho a su aclaración, el recurrente sigue enfrentándose a una gran incerti-
dumbre a la hora de plantear un recurso de amparo y justi car la satisfacción
170 MARIO HERNÁNDEZ RAMOS
EXP. N° 00987-2014-PA/TC
SANTA
FRANCISCA LILIA VÁSQUEZ ROMERO
En Lima, a los 6 días del mes de agosto de 2014, el Pleno del Tribunal Constitucional,
integrado por los señores magistrados Urviola Hani, Miranda Canales, Blume Fortini,
Ramos Núñez, Sardón de Taboada, Ledesma Narváez y Espinosa-Saldaña Barrera
pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Francisca Lilia Vásquez
Romero contra la resolución de fojas 278, de fecha 14 de noviembre de 2013, expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, que declara
improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 12 de marzo de 2013, la recurrente interpone demanda de amparo contra
los integrantes de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, de
la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República y de la Sala
de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la
República, así como contra el Presidente y el Procurador Público del Poder Judicial,
solicitando que se declare la nulidad de todo lo actuado en el proceso de tercería
preferente de pago correspondiente al Exp. N° 1460-2006 desde la Resolución N° 38,
de fecha 4 de diciembre de 2009 hasta el Decreto N° 5, de fecha 25 de enero de 2013,
por haberse vulnerado sus derechos “al debido proceso, de petición, de defensa, de
libre acceso al órgano jurisdiccional y a la tutela procesal efectiva”.
Re ere que en el proceso de ejecución de garantías seguido en su contra por el
Banco Wiese Sudameris (ahora Scotiabank), hasta la fecha no se le ha noti cado la
ejecutoria suprema que resolvió su recurso de casación, ni el Decreto N° 40, de fecha
19 de octubre de 2011. Sostiene, igualmente, que la Sala Civil Suprema emplazada
ha actuado en forma ilegal porque el proceso de tercería preferente de pago que es
174 ANEXOS
FUNDAMENTOS
§ Procedencia de la demanda
1. Antes de dilucidar la controversia, el Tribunal Constitucional estima necesario
pronunciarse respecto a la declaración de improcedencia liminar de la demanda.
2. El Tercer Juzgado Civil de Chimbote declaró improcedente la demanda, por
considerar que los hechos y el petitorio no estaban referidos en forma directa al
contenido constitucionalmente protegido de los derechos invocados, toda vez
que la actora pretende replantear una controversia debidamente resuelta por los
órganos jurisdiccionales emplazados. En consecuencia, se estimó de aplicación el
inciso 1) del artículo 5° del Código Procesal Constitucional. Considera, además,
que ha vencido el plazo de prescripción para interponer la demanda, lo cual
supone —aunque no haya sido expresamente citada— la aplicación de la causal
de improcedencia prevista en el inciso 10) del numeral 5° del mismo cuerpo legal.
3. Por su parte, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa
con rmó dicho pronunciamiento por considerar que el plazo de prescripción
transcurrió en exceso, siendo de aplicación el inciso 10) del artículo 5° del Código
Procesal Constitucional.
4. Debe tenerse presente que sólo cabe acudir al rechazo liminar de la demanda de
amparo cuando no exista margen de duda respecto de su improcedencia. Dicho
con otras palabras, cuando de una manera mani esta se con gure una causal de
improcedencia especí camente prevista en el Código Procesal Constitucional.
5. En ese sentido, corresponde analizar ambos pronunciamientos a efectos
de veri car si la demanda se subsume, o no, en alguno de los supuestos de
improcedencia previstos en el artículo 5° del Código Procesal Constitucional,
conforme lo dispone, además, el numeral 47° del mismo.
6. Respecto a la con guración de la causal de improcedencia prevista en el inciso
1) del artículo 5° del Código Procesal Constitucional, debe precisarse que la
demandante ha alegado que no se le han noti cado resoluciones y que se alteró el
EL PRECEDENTE SOBRE EL RAC Y SUS PRIMERAS APLICACIONES 175
b. resolviendo una cosa por otra y como litigantes y juez y parte contra la
agraviada, sin desvirtuar la infracción a mis derechos humanos y sin precisar
la ley que les faculte hacer a Scotiabank que cobre deuda falsa” (Fojas 301 de
autos); y
c. “... Agravio Moral: Se ha causado y sigue causando una inmensa tortura
moral y psicológica que consume la intimidad de la agraviada al producir
preocupaciones, pena, estrés, depresión, insomnios, melancolía y otros
sufrimientos” (Fojas 314 de autos).
16. Si bien la demanda se refería, prima facie, al debido proceso, como se ha señalado,
los planteos de la demandante carecen por completo de fundamentación
constitucional. Sin embargo, el Tribunal Constitucional entiende que en casos
como este, podría emitirse, extraordinariamente, un pronunciamiento sustantivo.
17. Tal posición se sustenta en diferentes principios relacionados con la naturaleza
y nes de los procesos constitucionales y, particularmente, para efectos del
presente caso, en los de economía e informalidad. [Cfr. STC 04587-2004-PA/TC,
fundamentos 16 a 19].
18. Por lo que hace al principio de economía procesal, este Tribunal ha establecido
que si de los actuados existen los su cientes elementos de juicio como para emitir
un pronunciamiento sobre el fondo pese al rechazo liminar de la demanda,
resulta innecesario obligar a las partes a reiniciar el proceso, no obstante todo
el tiempo transcurrido. Con ello, no sólo se posterga la resolución del con icto
innecesariamente, sino que, a la par, se sobrecarga innecesariamente la labor de
las instancias jurisdiccionales competentes.
19. En cuanto al principio de informalidad, este Tribunal ha precisado que si en el
caso concreto existen todos los elementos corno para emitir un pronunciamiento
sobre el fondo de la controversia, éste se expedirá respetándose el derecho de
las partes a ser oídas por un juez o tribunal, de manera que una declaración de
nulidad de todo lo actuado, por el sólo hecho de servir a la ley, y no porque se
justi que en la protección de algún bien constitucionalmente relevante, devendría
en un exceso de ritualismo procesal incompatible con él «(...) logro de los nes de
los procesos constitucionales», como ahora establece el tercer párrafo del artículo
III del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional.
fundamento 4].
21. En el caso concreto, la pretensión incoada se circunscribe a cuestionar
determinadas resoluciones judiciales, razón por la cual, para este Tribunal, la
falta de participación de los órganos judiciales emplazados en el presente proceso
no constituye razón su ciente para declarar la nulidad de todo lo actuado. Este
Tribunal Constitucional entiende que en autos existen su cientes elementos de
juicio como para emitir un pronunciamiento de fondo, resultando innecesario
condenar a las partes a transitar nuevamente por la vía judicial para llegar a un
destino que ahora puede dilucidarse.
22. En todo caso, de autos se veri ca que los emplazados han sido noti cados en
diversas oportunidades con cada uno de los diferentes actos procesales posteriores
al concesorio del recurso de apelación, conforme consta a fojas 168, 169, 170, 171,
172, 173, 174, 175, 176, 177, 178, 179, 180, 181, 182, 183, 184, 185, 186, 187, 188, 189,
190, 191, 192, 194, 195, 196, 197, 198, 199, 200, 203, 204, 205, 206, 207, 208, 209, 210,
212, 233, 234, 235, 236, 239, 241, 243, 251, 253, 255, 262, 263, 264, 266, 268, 270, 272,
273, 275, 277, 282, 283, 285, 287, 289, 290, 292, 294, 296, 317, 318, 319, 320, 322, 324,
326, 328, 330 y 332, con lo cual su derecho de defensa no se ha visto afectado en
tanto han tenido conocimiento oportuno de la existencia del presente proceso.
Por lo expuesto, para este Tribunal queda claro que el derecho de defensa de los
emplazados ha quedado plenamente garantizado en la presente causa, toda vez
que tuvieron la oportunidad de hacer ejercicio de él.
23. En consecuencia, el Tribunal Constitucional estima que si bien es cierto la demanda
de amparo de autos no se admitió a trámite, sin embargo, una evaluación de los
actuados evidencia:
En atención al principio de economía procesal, que en autos existen su cientes
recaudos y elementos de juicio como para emitir un pronunciamiento sobre el
fondo de la controversia; y,
Por lo que hace al principio de informalidad, que el rechazo liminar de la demanda
no ha afectado el derecho de defensa del emplazado Poder Judicial, quien fue
debidamente noti cado a partir del concesorio del recurso de apelación.
24. Por lo mismo, el Tribunal Constitucional considera que es competente para
resolver el fondo de la controversia.
§ Análisis de la controversia
28. La recurrente alega que se han vulnerado sus derechos al debido proceso, de
petición, de defensa, de libre acceso al órgano jurisdiccional y a la tutela procesal
efectiva, porque los jueces del Cuarto Juzgado Civil de Chimbote, los jueces de
la Sala Superior emplazada y los jueces de las Salas Supremas emplazadas se
habrían confabulado para litigar en su contra y tramitar con fraude el proceso de
tercería preferente de pago recaído en el Expediente N° 1460-2006 y favorecer al
Banco Wiese Sudameris (hoy Scotiabank).
29. Sin embargo, de la revisión de los actuados este Tribunal advierte que no obra medio
probatorio alguno que acredite tales alegatos. En efecto, de los actos procesales
aportados no se evidencia la confabulación alegada, ni el fraude imputado, y
también cabe enfatizar que ninguno de ellos prueba que a la recurrente se haya
imposibilitado o negado el libre acceso al órgano jurisdiccional.
30. En consecuencia, y respecto de este primer extremo, el Tribunal Constitucional
estima que no se ha acreditado la violación de los derechos invocados supra.
EL PRECEDENTE SOBRE EL RAC Y SUS PRIMERAS APLICACIONES 179
31. De otro lado, la recurrente también alega que no se le ha noti cado la ejecutoria
suprema que resolvió su recurso de casación, ni el Decreto N° 40, de fecha 19 de
Octubre de 2011.
32. Sobre el particular, de la lectura del escrito de demanda se in ere que la recurrente
conoce el contenido de los referidos actos procesales, toda vez que ha transcrito
la parte considerativa del Decreto N° 40, lo cual permite presumir a éste Tribunal
que éstos sí le fueron noti cados, máxime cuando en autos no obran su cientes
elementos de prueba que permitan arribar a la convicción de que lo manifestado sea
cierto. En consecuencia, y respecto de este extremo, este Tribunal estima que no se
encuentra probada la violación alegada.
33. En cuanto a la alegada violación del derecho a no ser sometido a procedimientos
distintos de los previstos por ley, que en puridad se re ere al derecho a la
jurisdicción predeterminada por ley, debe tenerse en cuenta que este Tribunal
consideró que, eventualmente, dicho derecho podría haberse visto afectado en
el presente caso (Cfr. Fundamento 9, supra). Al respecto conviene recordar que
su contenido plantea dos exigencias muy concretas: en primer lugar, que quien
juzgue sea un juez u órgano con potestad jurisdiccional, garantizándose así la
interdicción de ser enjuiciado por un juez excepcional o por una comisión especial
creada ex profesamente para desarrollar funciones jurisdiccionales, o que dicho
juzgamiento pueda realizarse por comisión o delegación, o que cualquiera de
los poderes públicos pueda avocarse al conocimiento de un asunto que debe ser
ventilado ante un órgano jurisdiccional. Y, en segundo término, que la jurisdicción
y competencia del juez sean predeterminadas por la ley [Cfr. Sentencia recaída en
el Expediente N° 0290-2002-HUTC].
34. Al respecto, cabe precisar que de la Resolución S/N, de fecha 9 de julio de 2010,
emitida por la Sala Civil Suprema emplazada, y que corre a fojas 57 de autos,
se desprende que la causa le fue remitida a la Sala Constitucional Suprema
emplazada porque se solicitó «la tercería preferente de pago ante una posible
ejecución de un predio rústico, constituido por la parcela de terreno N° 11283».
Tal es la justi cación expresada por la Sala Civil Suprema emplazada para remitir
la causa a la Sala Constitucional Suprema emplazada, la cual es conforme con el
inciso 4) del artículo 35° del Decreto Supremo N° 017-93-JUS, que prescribe que
la Sala de Derecho Constitucional y Social conoce «De los recursos de casación
en materia de Derecho Laboral y Agrario cuando la ley expresamente lo señala».
35. En consonancia con esta disposición, la Resolución Administrativa de Presidencia
N° 006-2001-P-CS, de fecha 30 de abril de 2001, dispone en su artículo 1° que
la referida Sala es la competente para conocer «de los recursos de nulidad y
casaciones agrarias pares e impares (...)».
36. En tal sentido, debe tenerse presente que la demandante no ha negado ni contradicho
que la mencionada parcela de terreno sea un predio rústico, de manera que resulta
claro que la Sala Constitucional Suprema emplazada se constituyó en el órgano
jurisdiccional competente para conocer y resolver su recurso de casación, por
cuanto la materia versó sobre un asunto de derecho agrario, como lo es la posible
ejecución de un predio rústico. Por lo mismo, este Colegiado puede concluir que
180 ANEXOS
HA RESUELTO
Publíquese y notifíquese
SS.
URVIOLA HANI
MIRANDA CANALES
BLUME FORTINI
RAMOS NUÑEZ
SARDÓN DE TABOADA
LEDESMA NARVÁEZ
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
EL PRECEDENTE SOBRE EL RAC Y SUS PRIMERAS APLICACIONES 183
ASUNTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Rene Alberto Ponce
Melosevich contra la resolución de fojas 136, su fecha 10 de junio 2014, expedida por la
Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró improcedente
la demanda de autos.
FUNDAMENTOS
1. En la STC 00987-2014-PA/TC, publicada en el diario o cial El Peruano el 29 de
agosto de 2014, este Tribunal estableció en el fundamento 49, con carácter de
precedente vinculante, que se expedirá sentencia interlocutoria denegatoria,
dictada sin más trámite, cuando concurra alguno de los siguientes supuestos, que
igualmente están contenidos en el artículo 11° del Reglamento Normativo del
Tribunal Constitucional. A saber, cuando:
a) Carezca de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque;
b) La cuestión de derecho contenida en el recurso no sea de especial trascendencia
constitucional;
c) La cuestión de derecho invocada contradiga un precedente vinculante del
Tribunal Constitucional;
d) Se haya decidido de manera desestimatoria en casos sustancialmente iguales.
2. En sentencia recaída en el Expediente N.° 07357-2013-PA/TC, publicada el 17
de setiembre de 2014 en el portal web institucional, el Tribunal Constitucional
declaró infundada la demanda, estableciendo que la entrada en vigencia de los
Decretos Legislativos NOS 1132 y 1133 y del Decreto Supremo N.° 246-2012-
EF no importa un trato desigual en perjuicio del demandante puesto que el
supuesto de hecho en el que éste se encuentra (pensionista del Decreto Ley N.°
19846 que pasó al retiro antes del 10 de diciembre de 2012) es diferente de los
supuestos de hecho en los que se hallan los dos grupos de militares y policías
que propone corno términos de comparación; y dejó sentado también que, de la
interpretación conjunta de los artículos 2.2 y 174° de la Constitución Política del
Estado, no se desprende que los pensionistas de las Fuerzas Armadas y la Policía
Nacional deban percibir el mismo ingreso mensual que los militares y policías
en actividad, sino más bien que los o ciales de las FuerzasArmadas y la Policía
184 ANEXOS
Publíquese y notifíquese.
SS.
URVIOLA HANI
MIRANDA CANALES
RAMOS NÚÑEZ
SARDÓN DE TABOADA
LEDESMA NARVÁEZ
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
EL PRECEDENTE SOBRE EL RAC Y SUS PRIMERAS APLICACIONES 185
S.
BLUME FORTINI
EL PRECEDENTE SOBRE EL RAC Y SUS PRIMERAS APLICACIONES 187
ASUNTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Augusto Emiliano
Lora Ormeño contra la resolución de fojas 134, su fecha 21 de noviembre 2013,
expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró
improcedente la demanda de autos.
FUNDAMENTOS
1. En la STC 00987-2014-PA/TC, publicada en el diario o cial El Peruano el 29 de
agosto de 2014, este Tribunal estableció en el fundamento 49, con carácter de
precedente vinculante, que se expedirá sentencia interlocutoria denegatoria,
dictada sin más trámite, cuando concurra alguno de los siguientes supuestos,
que igualmente están contenidos en el artículo 11º del Reglamento Normativo del
Tribunal Constitucional. A saber, cuando:
a) Carezca de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque;
b) La cuestión de derecho contenida en el recurso no sea de especial trascendencia
constitucional;
c) La cuestión de derecho invocada contradiga un precedente vinculante del
Tribunal Constitucional;
d) Se haya decidido de manera desestimatoria en casos sustancialmente iguales.
2. En la sentencia recaída en el Expediente N.º 07357-2013-PA/TC, publicada el 17
de septiembre de 2014 en el portal web institucional, el Tribunal Constitucional
declaró infundada la demanda, estableciendo que la entrada en vigencia de
los Decretos Legislativos Nos 1132 y 1133 y del Decreto Supremo N.º 246-2012-
EF no importa un trato desigual en perjuicio del demandante puesto que el
supuesto de hecho en el que éste se encuentra (pensionista del Decreto Ley N.º
19 846 que pasó al retiro antes del 10 de diciembre de 2012) es diferente de los
supuestos de hecho en los que se hallan los dos grupos de militares y policías
que propone como términos de comparación; y dejó sentado también que, de la
interpretación conjunta de los artículos 2.2 y 174º de la Constitución Política del
Estado, no se desprende que los pensionistas de las Fuerzas Armadas y la Policía
Nacional deban percibir el mismo ingreso mensual que los militares y policías
en actividad, sino más bien que los o ciales de las Fuerzas Armadas y la Policía
188 ANEXOS
SS.
URVIOLA HANI
MIRANDA CANALES
RAMOS NÚÑEZ
SARDÓN DE TABOADA
LEDESMA NARVÁEZ
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
EL PRECEDENTE SOBRE EL RAC Y SUS PRIMERAS APLICACIONES 189
S.
BLUME FORTINI
EL PRECEDENTE SOBRE EL RAC Y SUS PRIMERAS APLICACIONES 191
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Zenón Huaytalla Sánchez
contra la resolución de fojas 60, su fecha 15 de enero de 2014, expedida por la Tercera
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró
improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS
1. En la STC 00987-2014-PA/TC, publicada en el diario o cial El Peruano el 29 de
agosto de 2014, este Tribunal estableció en el fundamento 49°, con carácter de
precedente vinculante, que se expedirá una sentencia interlocutoria denegatoria,
dictada sin más trámite, cuando concurra alguno de los siguientes supuestos,
que también están contenidos en el artículo I1° del Reglamento Normativo del
Tribunal Constitucional. A saber, cuando:
a) Carezca de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque;
b) La cuestión de derecho contenida en el recurso no sea de especial trascendencia
constitucional;
c) La cuestión de Derecho invocada contradiga un precedente vinculante del
Tribunal Constitucional;
d) Se haya decidido de manera desestimatoria en casos sustancialmente iguales.
2. En la sentencia recaída en el Expediente N.° 04128-2013-RA7TC, publicada el 15
de setiembre de 2014 en el portal web institucional, el Tribunal Constitucional
declaró infundada la demanda, dejando establecido que la aplicación, en el caso
concreto, de la Ley 29944, Ley de Reforma Magisterial, no vulneraba los derechos
constitucionales a la remuneración, al trabajo, entre otros invocados por la parte
demandante. En tal sentido, precisó que la migración de los profesores de los
cinco niveles magisteriales de la Ley 24029 a las tres primeras escalas de la Ley
29944, así como una eventual reducción en la remuneración de los profesores,
son actos que encuentran justi cación pues responden a una causa objetiva: la
reestructuración total de la carrera magisterial basada en la meritocracia en la
actividad docente y en la mejora de la calidad del servicio de la educación, ello de
conformidad con la sentencia recaída en el Expediente N.° 0020-2012-PI/TC.
3. El presente caso es sustancialmente igual al resuelto de manera desestimatoria en
el Exp. N.° 04128-2013-PA/TC debido a que la pretensión de la parte demandante
192 ANEXOS
también está dirigida a solicitar la inaplicación de la Ley N.° 29944, Ley de Reforma
Magisterial, señalándose la existencia de un acto en concreto que, en forma
posterior a la vigencia de la citada ley, establecería condiciones laborales menos
favorables que las que gozaba, desconociendo el nivel de carrera magisterial
alcanzado y reduciendo su remuneración, con lo que, según re ere, se afectan sus
derechos fundamentales al trabajo, a la remuneración, entre otros.
4. En consecuencia, de lo expuesto en los fundamentos 2 y 3 supra, queda claro
que en el caso de autos se incurre en la causal de rechazo prevista en el acápite
d) del fundamento 49 de la STC 00987-2014-PA/TC, y en el inciso d) del artículo
11° del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional; razón por la cual
corresponde desestimar, sin más trámite, la pretensión impugnatoria.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le con ere
la Constitución Política del Perú.
RESUELVE
Publíquese y notifíquese.
SS.
MIRANDA CANALES
SARDÓN DE TABOADA
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
Anexo 2
El caso Sánchez Lagomarcino
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis Sánchez Lagomarcino
Ramírez en con tra de la reso lución de la Cuarta Sala Especializada en lo Penal para
Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 89, su fecha
21 de febrero de 2005, que declara fundada la demanda de hábeas corpus de autos.
II. ANTECEDENTES
a. Demanda
Con fecha 22 de diciembre de 2004, el recurrente, don Luis Sánchez Lagomarcino
Ramírez, interpone demanda de hábeas corpus contra el magistrado del
Cuadragésimo Juzgado Penal de Lima, don Manuel Iván Miranda Alcántara, por
expedir irregularmente la resolución de fecha 17 de diciembre de 2004, en el proceso
judicial signado con el N.° 115-2003. A través de la mencionada resolución fue
declarado reo contumaz y se ordenó su captura.
El actor considera que lo sucedido constituye un acto procesal irregular
que amenaza sus derechos constitucionales a la libertad personal y a la tutela
procesal efectiva, garantizados por los artículos 2°, inciso 24, y 139°, inciso 3, de la
Constitución. Para fundamentar tal aseveración, señala que el emplazado estaba
impedido de dictar sentencia por encontrarse pendiente de resolver la excepción de
prescripción presentada mediante escrito de fecha 20 de octubre de 2003, la cual se
194 ANEXOS
venía tramitando en cuerda separada, y, por tanto, debía resolverse con antelación al
principal, conforme lo establece el artículo 5°, in ne, del Decreto Ley N.° 28117.
d. Apelación
Con fecha 5 de enero de 2005, el demandante interpone recurso de apelación
contra la sentencia del 30 de diciembre del 2004, en el extremo del fallo que ‘omite’
(sic) disponer que se remitan los actuados a la scalía provincial penal de turno,
tal como lo señala el artículo 8° del CPCo, en caso que exista causa probable de la
comisión de un delito.
Alega que el juez debió remitir al scal los actuados para los nes pertinentes,
ya que existen pruebas irrefutables de que el demandado cometió dolosamente los
delitos de abuso de autoridad y prevaricato, previstos en los artículos 316° y 318° del
Código Penal.
EL CASO SÁNCHEZ LAGOMARCINO 195
f. Agravio constitucional
Con fecha 18 de abril de 2005, el recurrente interpone recurso de agravio
constitucional (RAC) contra el extremo de la resolución judicial N.° 401, de fecha 21
de febrero de 2005, que exime de responsabilidad al juez demandado.
El recurso tiene como objeto que se aplique el artículo 8° del CPCo, ya que considera
que el juez demandado violentó el principio de legalidad procesal, conducta que fue
realizada con conocimiento y voluntad de causar perjuicio, vulnerando el derecho a
la tutela judicial efectiva.
• Petitorio constitucional
El demandante considera que se han quebrantado sus derechos a la libertad
personal (artículo 2°, inciso 24, de la Constitución) y al debido proceso (artículo
139°, inciso 3, de la Constitución).
Alegando tales actos vulneratorios, solicita consecutivamente dos cosas distintas:
- En la demanda, reclama que se deje sin efecto la resolución cuestionada, y que
cese de esta manera la violación de sus derechos constitucionales.
- En los recursos impugnatorios (apelación y RAC), pide que se sancione al juez
emplazado por existir pruebas irrefutables de que los demandados cometieron
dolosamente los delitos de abuso de autoridad y prevaricato al emitir la
resolución que vulnera los derechos del favorecido.
196 ANEXOS
IV. FUNDAMENTOS
1. Antes de resolver el fondo del asunto es necesario determinar la competencia del
TC en los casos de procesos constitucionales de libertad (hábeas corpus, amparo,
hábeas data y cumplimento), toda vez que su o ciosidad sólo será posible
admitirla para determinados supuestos y en especí cas circunstancias.
Sólo concibiendo con claridad estos conceptos será posible establecer si el RAC
interpuesto es pasible de conocimiento por este Colegiado, pues necesita estar
precedido de una resolución denegatoria de protección de derechos fundamentales,
hecho que, además, debe haber quedado acreditado en el transcurso del proceso.
devuelve al ad quem la facultad del fallo para que, en segunda instancia, se encargue
del reexamen y emita decisión nal; por este efecto, la causa se eleva del órgano
judicial que ha conocido (a quo) a uno jerárquicamente superior, lo cual provoca
un lógico cambio de sede que, a consecuencia de la centralizada estructura
jerárquica, ampliará el territorio jurisdiccional del segundo (ad quem). El RAC es
un tipo de esta impugnación, al igual que la apelación, la queja y la casación.
Sin embargo, a colación del caso concreto, es necesario que se realice una
clasi cación que atienda al grado de urgencia y excepcionalidad del proceso, así
como a la naturaleza del derecho a protegerse. De esta forma, se pueden encontrar
los recursos ordinarios, los extraordinarios y los excepcionales, los cuales pasamos a
explicar.
Entre ellas, es relevante hacer mención de las siguientes: que los hechos y petitorio
de la demanda no re eran directamente al contenido constitucionalmente
protegido del derecho invocado; que existan vías igualmente satisfactorias para
su protección, salvo cuando se trate del proceso de hábeas corpus; y, que a la
presentación de la demanda haya cesado la amenaza o violación de un derecho
constitucional o se haya convertido en irreparable.
Al respecto, el primero de estos acápites guarda concordancia directa con lo
establecido en elartículo 38° de dicho Códigoque postula, aunque exclusivamente
para el proceso de amparo, que no procede:
(...) en defensa de un derecho que carece de sustento constitucional directo o
que no está referido a los aspectos constitucionalmente protegidos del mismo.
De tal forma, consideramos que sólo podrá admitirse una intervención de este
Colegiado si es que lo que está en juego es la búsqueda real de protección del
ámbito constitucionalmente protegido de un derecho fundamental, y hacia ello
debe estar orientada nuestra actuación.
27. Las causales de admisibilidad y procedencia del RAC han sido explicadas
someramente en el artículo 18º del CPCo, el cual señala que tal recurso debe ser
interpuesto por el demandante; dirigido contra la resolución de segundo grado
que declare infundada o improcedente la demanda; y presentado en el plazo de
diez días contados desde el día siguiente de noti cada la resolución.
Dado que ni la Constitución ni las leyes han establecido, más allá del reconocimiento
de la protección del contenido constitucionalmente protegido, excepciones o
limitaciones en cuanto a la procedencia de las solicitudes de salvaguardia de los
derechos, este Tribunal considera que es necesario determinar, sobre la base de
los criterios que se han ido estableciendo supra, cuándo le corresponde intervenir.
Así, a partir de la jurisprudencia y las disposiciones del CPCo mencionadas,
puede inferirse que el contenido constitucionalmente protegido de los derechos
es un requisito de procedencia de la demanda, pero también del RAC.
28. Entonces, aparte de las prescripciones formales precisadas por el artículo 18°, este
Colegiado considera importante que la Sala encargada del análisis de procedencia
pueda actuar sobre la base de nuevos cánones de análisis ex ante de los RAC,
estableciendo si cumplen con el n para el cual se encuentran reconocidos.
Entonces, para que este Colegiado pueda ingresar a estudiar el fondo del asunto
debe existir previamente una clara determinación respecto a la procedencia de
los RAC presentados. En ella se insistirá en los siguientes aspectos, con la posible
acumulación de casos idénticos:
- Identi cación de vulneración mani esta del contenido esencial del ámbito
constitucionalmente protegido de un derecho fundamental.
- Revisión de las demandas mani estamente infundadas.
- Evaluación de los casos en los que ya se haya reconocido la tutela del derecho
cuya protección fue solicitada en la demanda y respecto de los cuales se haya
declarado improcedente o infundado el pedido de reparación o restablecimiento
del agraviado en el pleno goce de sus derechos constitucionales.
EL CASO SÁNCHEZ LAGOMARCINO 219
Grá co N.º 1
Causales para interposición de demanda y de RAC
29. Asimismo, debe perseverarse en el sentido del primero de los criterios explicados
en el párrafo anterior. En elfundamento 10 de lasentencia del Expediente N.°1417-
2005-AA/TC, se ha determinado que un derecho tiene sustento constitucional
directo cuando la Constitución reconoce, explícita o implícitamente, un marco de
referencia que delimita nominalmente el bien jurídico susceptible de protección,
motivo por lo cual, en un marco garantista, existe una escala de tutela que transita
desde la delimitación más abierta a la más precisa.
El sustento constitucional directo de un derecho no se reduce a una tutela
normativa del texto constitucional formal, sino que alude a una protección de
la Constitución en sentido material (pro homine) en la que se integra la Norma
Fundamental con los tratados de derechos humanos y las disposiciones legales
que desarrollan directamente el contenido esencial de los derechos fundamentales
que así lo requieran y que conforman el bloque de constitucionalidad (artículo 79°
del CPCo).
A colación de ello este Colegiado debe analizar, para determinar si interviene en
un caso concreto, si lo que está siendo demandado por el recurrente es o no parte
220 ANEXOS
del contenido esencial del ámbito constitucionalmente protegido del derecho, tal
como no ocurrió en el caso de autos. Para ello, habrá de utilizar una concepción
de contenido esencial como el desarrollado en la sentencia de los Expedientes N.°
0050-2004-PI/TC y otros. Además, la referida sentencia del Expediente N.° 1417-
2005-AA/TC, en el fundamento 21, expresa que
(...) todo ámbito constitucionalmente protegido de un derecho fundamental se
reconduce en mayor o menor grado a su contenido esencial, pues todo límite
al derecho fundamental sólo resulta válido en la medida de que el contenido
esencial se mantenga incólume.
Ésta debe ser la base para que el TC pueda aceptar un RAC. Sólo cuando se alegue
que el derecho involucrado está siendo vulnerado en el contenido esencial de su
ámbito constitucionalmente protegido, se podrá llegar a analizar el fondo de lo
pedido. Ante ello, es necesario tener en cuenta lo que establece el CPCo respecto
a la procedencia del recurso.
30. Es provechoso enfatizar que ya el Tribunal ha estado en la búsqueda
de autorrestringirse en el ejercicio de su función jurisdiccional, a efectos de brindar
mayor predictibilidad en sus resoluciones y procurar a la población una justicia
constitucional de una mejor calidad.
Por ello consideramos pertinente recordar que, en algunas áreas, este Colegiado
ha ido señalando cuál es el ámbito constitucionalmente protegido de los derechos
fundamentales, estableciendo con claridad algunos espacios que no merecen
salvaguardia en sede constitucional, aunque en estos casos su utilización
comenzara desde la sentencia. Así, se pueden reconocer sentencias como las
siguientes, que van en esa línea:
- Expediente N.º 3760-2005/PA/TC, publicada el 18 de febrero de 2005, respecto
a la inhabilitación política.
- Expediente N.° 2496-2005-PHC/TC, publicada el 3 de junio de 2005, respecto
a la detención preventiva.
- Expediente N.° 2303-2005-PHC/TC, publicada el 30 de junio de 2005, respecto
al agotamiento de la vía previa en materia tributaria.
- Expediente N.° 1417-2005-PA/TC, publicada el 12 de julio de 2005, respecto a
las materias del derecho a la pensión que pueden ser tuteladas en un proceso
de amparo.
- Expediente N.° 0168-2005-PC/TC, publicada el 10 de octubre de 2005, respecto
al ámbito del derecho a la pensión que puede ser tutelado en un proceso de
cumplimiento.
- Expediente N.° 2876-2005-PHC/TC, publicada el 26 de octubre de 2005,
respecto al contenido constitucionalmente protegido del derecho a la libertad
de tránsito que puede ser tutelada en un proceso de hábeas corpus.
- Expediente N.° 2802-2005-PA/TC, publicada el 13 de diciembre de 2005,
respecto a la procedencia de protección del derecho a la libertad de empresa
en un proceso de amparo.
- Expediente N.° 0206-2005-PA/TC, publicada el 14 de diciembre de 2005,
respecto a las materias del derecho al trabajo que pueden ser tuteladas en un
proceso de amparo, tanto en el régimen privado como en el público.
EL CASO SÁNCHEZ LAGOMARCINO 221
HA RESUELTO
Publíquese y notifíquese.
SS.
GARCÍA TOMA
GONZALES OJEDA
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
LANDA ARROYO
222 ANEXOS
Emito el presente voto, con el debido respeto por la opinión vertida por el
Colegiado, por los siguientes fundamentos:
1. Llega a conocimiento de este Supremo Tribunal el recurso de agravio constitucional
interpuesto por Luis Sánchez Lagomarcino Ramírez contra la sentencia emitida
en segunda instancia por la Cuarta Sala Especializada en lo Penal para Procesos
con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima, que, con rmando la
apelada, declaró fundada la demanda de hábeas corpus interpuesta contra el juez
del cuadragésimo Juzgado Penal de Lima, don Manuel Iván Miranda Alcántara.
Se cuestiona la sentencia sólo en el extremo que exonera de responsabilidad al
demandado, a rmando que está acreditado en autos el dolo con el que actuó,
por lo que solicita se le sancione conforme al artículo 8º del Código Procesal
Constitucional.
2. Signi ca esto que el Tribunal Constitucional ha quedado limitado en su
intervención sólo al extremo cuestionado en el recurso de agravio constitucional,
estando impedido de ingresar a revisar de o cio y menos resolver lo que
en segunda instancia ha sido favorable al actor desde que, no pudiendo ser
cuestionado por una evidente falta de interés para obrar, constituye cosa juzgada.
Siendo así cuando en el fallo de la sentencia se declara como improcedente a la
demanda, se está revocando la sentencia que no fue cuestionada, vulnerándose
un derecho fundamental del actor que este Supremo Tribunal está llamado a
cautelar, motivos por los que no comparto el fallo de la sentencia.
3. En cuanto al extremo referido a la responsabilidad del demandado y, como
consecuencia de ello, la sanción exigida contra él, único agravio expuesto por el
recurrente en su recurso, debe precisarse que el artículo 8º del Código Procesal
Constitucional reserva esta facultad al Juez Constitucional para ejercerla sólo
“(...) cuando exista causa probable de la comisión de un delito”. En consecuencia,
es el juez quien realiza la valoración de los medios probatorios que obran en
el expediente a efectos de determinar si de los actuados se evidencia la posible
comisión de un delito.
4. En el caso de autos, tanto el a quo como el ad quem han fundamentado el porqué
consideran que no hay indicios de responsabilidad contra el juez emplazado, toda
vez que, como queda expues to en el Considerando Octavo de la sentencia de primera
instancia y el Considerando Cuarto de la sentencia de segunda instancia (fojas 50
y 91), la vulneración al debido proceso se debió “(...) a un criterio de interpretación
erróneo de las normas procesales y administrativas de carácter penal”.
EL CASO SÁNCHEZ LAGOMARCINO 223
S.
VERGARA GOTELLI
Anexo 3
La reforma del recurso de amparo en España y su desarrollo
en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional*
JUAN CARLOS I
REY DE ESPAÑA
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
I
Las democracias modernas se basan en Constituciones dotadas de valor normativo
garantizado en forma cada vez más extendida por órganos encargados del control
de constitucionalidad, que ejercen la jurisdicción constitucional. La Constitución
Española de 1978 se inscribe en esta tradición y recupera el precedente del Tribunal
de Garantías establecido por la Constitución Española de 1931.
El sistema constitucional español se asienta ya sobre una práctica política de
más de cinco lustros de experiencia. Sus instituciones se han revelado como e caces
instrumentos de regulación de la convivencia, y entre ellas el Tribunal Constitucional
ha cumplido con una tarea especialmente relevante, como centro de equilibrio del
sistema de poderes separados, territorial y funcionalmente, que la Constitución
articula. Las funciones atribuidas al Tribunal Constitucional por la Constitución
se desarrollan en la ley orgánica reguladora de la institución de acuerdo con
el mandato de su artículo 165: la protección de la supremacía constitucional, y la
consiguiente depuración del ordenamiento de las normas contrarias a los mandatos
constitucionales, se complementan con la protección de derechos fundamentales, así
como la resolución de con ictos territoriales. La pretensión del constituyente de dotar
de la mayor e cacia al órgano de control de constitucionalidad es comprensiva de
* Para la selección de las decisiones del TC Español, hemos tenido en cuenta el trabajo del Prof.
Mario Ramos Hernández que aparece en este volumen, a quien extendemos una vez más nuestro
agradecimiento (N. del E.)
226 ANEXOS
todas y cada una de las mencionadas facetas. La presente reforma pretende reordenar
la dedicación que el Tribunal Constitucional otorga a cada una de sus funciones para
cumplir adecuadamente con su misión constitucional.
La jurisdicción constitucional arranca de las previsiones constitucionales del
título IX y la con guración legal encomendada al legislador orgánico constituye un
elemento relevante que tuvo su primera expresión en la Ley Orgánica 2/1979, de 3
de octubre, del Tribunal Constitucional. Esta norma ha constituido el instrumento
indispensable para la realización de las tareas a cargo del Tribunal Constitucional y
los procedimientos en ella previstos han arraigado en la vida y la conciencia jurídica
españolas. La amplia experiencia en su aplicación se re eja en el gran número de
casos planteados y resueltos -en constante incremento hasta alcanzar en el año 2004
el número de 7.951 asuntos ingresados y 7.823 resoluciones dictadas- y también ha
dado lugar a varias reformas legislativas (Ley Orgánica 8/1984, de 26 de diciembre;
Ley Orgánica 4/1985, de 7 de junio; Ley Orgánica 6/1988, de 9 de junio; Ley Orgánica
7/1999, de 21 de abril; Ley Orgánica 1/2000, de 7 de enero). Sin embargo, las
mencionadas modi caciones no habían acometido hasta el momento una reforma
que afrontase de manera conjunta las di cultades de funcionamiento del Tribunal
Constitucional, que es el objetivo de esta ley orgánica.
II
La experiencia acumulada tras más de 25 años de actividad del Tribunal
Constitucional desde su creación ha puesto de mani esto la existencia de una serie
de situaciones y circunstancias en la realidad práctica que con el transcurso del
tiempo han llegado a convertirse en problemas para el mejor resultado del trabajo
del Tribunal. Entre ellas destaca, por un lado, el crecimiento del número de recursos
de amparo hasta el punto de ocupar casi todo el tiempo y los medios materiales
y personales del Tribunal. Por otro lado, la realidad de los hechos ha permitido
también constatar la lentitud de los procedimientos que se desarrollan ante este Alto
Tribunal, cuestiones todas ellas respecto de las que es el momento de dar respuesta
legislativa. En este sentido, esta ley orgánica intenta dar solución a todo este conjunto
de problemas, y para ello procede a adecuar la normativa para dar respuesta a los
problemas y exigencias que se derivan de la realidad práctica del funcionamiento y
organización del Tribunal Constitucional.
Así, respecto al mayor desarrollo de la función de garantía de los derechos
fundamentales en relación con las demás funciones del Tribunal Constitucional, la
ley procede a establecer una nueva regulación de la admisión del recurso de amparo,
al tiempo que otorga a los tribunales ordinarios más posibilidades para revisar
las violaciones de derechos fundamentales a través de una nueva regulación de la
nulidad de los actos procesales ex artículo 241.1 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1
de julio, del Poder Judicial. Se trata de medidas encaminadas a lograr que la tutela
y defensa de los derechos fundamentales por parte del Tribunal Constitucional sea
realmente subsidiaria de una adecuada protección prestada por los órganos de la
jurisdicción ordinaria.
LA REFORMA DEL RECURSO DE AMPARO EN ESPAÑA 227
III
La ley intensi ca el papel de las partes litigantes del proceso judicial en el que se
plantee una cuestión de inconstitucionalidad, ya que no sólo se les permite realizar
alegaciones sobre la pertinencia de plantear la cuestión de inconstitucionalidad, sino
que también se permiten alegaciones sobre el fondo de la cuestión. Al tiempo, se
introduce la posibilidad de personación de los litigantes del proceso judicial ante el
Tribunal Constitucional en los 15 días siguientes a la publicación en el «Boletín O cial
del Estado» de la admisión a trámite de las cuestiones de inconstitucionalidad, para
permitir la contradicción en este procedimiento de constitucionalidad, siguiendo en
esto las directrices contenidas en la Sentencia de 23 de junio de 1993, del Tribunal
Europeo de Derechos Humanos.
El elevado número de demandas de amparo ha provocado un amplio desarrollo
de la función de garantía de los derechos fundamentales en detrimento de otras
competencias del Tribunal Constitucional. El número de solicitudes de amparo
y el procedimiento legalmente previsto para su tramitación son las causas que
explican la sobrecarga que en la actualidad sufre el Tribunal a la hora de resolver
estos procedimientos de garantía de los derechos fundamentales. Por esta razón, las
reformas que se abordan van dirigidas a dotar al amparo de una nueva con guración
que resulte más e caz y e ciente para cumplir con los objetivos constitucionalmente
previstos para esta institución. Y así, entre las modi caciones que se introducen en
relación con el amparo se pueden destacar el cambio en la con guración del trámite
de admisión del recurso, la habilitación a las Secciones para su resolución y la reforma
del trámite de cuestión interna de constitucionalidad prevista en el artículo 55.2 de la
Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre.
La primera de estas novedades es la que afecta a la con guración del trámite de
admisión del recurso de amparo. Y es que frente al sistema anterior de causas de
inadmisión tasadas, la reforma introduce un sistema en el que el recurrente debe
alegar y acreditar que el contenido del recurso justi ca una decisión sobre el fondo
por parte del Tribunal en razón de su especial trascendencia constitucional, dada su
importancia para la interpretación, aplicación o general e cacia de la Constitución. Por
tanto, se invierte el juicio de admisibilidad, ya que se pasa de comprobar la inexistencia de
causas de inadmisión a la veri cación de la existencia de una relevancia constitucional en
el recurso de amparo formulado. Esta modi cación sin duda agilizará el procedimiento
al transformar el examen de admisión actual en la comprobación en las alegaciones
del recurrente de la existencia de relevancia constitucional en el recurso. En cuanto a la
atribución de potestad resolutoria a las Secciones en relación con las demandas de
amparo, incrementa sustancialmente la capacidad de trabajo del Tribunal.
Otra novedad signi cativa se encuentra en la introducción de una nueva
regulación de la cuestión interna de constitucionalidad para los casos en los que la
estimación del amparo traiga causa de la aplicación de una ley lesiva de derechos o
libertades públicas. En tales supuestos la nueva regulación ordena elevar la cuestión
al Pleno con suspensión del plazo para dictar sentencia de amparo, de manera que
la cuestión de inconstitucionalidad se resolverá por el Pleno en ulterior sentencia
de conformidad con lo previsto en los artículos 35 y siguientes de la Ley Orgánica
2/1979, de 3 de octubre.
228 ANEXOS
de los demás asuntos que le puedan ser atribuidos expresamente por una
ley orgánica.
2. En los casos previstos en los párrafos d), e) y f) del apartado anterior, en
el trámite de admisión la decisión de fondo podrá atribuirse a la Sala que
corresponda según un turno objetivo, lo que se comunicará a las partes.
3. El Tribunal en Pleno, en ejercicio de su autonomía como órgano constitucional,
elabora su presupuesto, que se integra como una sección independiente dentro
de los Presupuestos Generales del Estado.»
Cinco. El artículo 15 queda redactado como sigue:
«Artículo 15.
El Presidente del Tribunal Constitucional ejerce la representación del Tribunal,
convoca y preside el Tribunal en Pleno y convoca las Salas; adopta las medidas
precisas para el funcionamiento del Tribunal, de las Salas y de las Secciones;
comunica a las Cámaras, al Gobierno o al Consejo General del Poder Judicial,
en cada caso, las vacantes; nombra a los letrados, convoca los concursos para
cubrir las plazas de funcionarios y los puestos de personal laboral, y ejerce las
potestades administrativas sobre el personal del Tribunal.»
Seis. Se introduce un segundo párrafo en el apartado 1 del artículo 16 del siguiente
tenor:
«Los Magistrados propuestos por el Senado serán elegidos entre los candidatos
presentados por las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas
en los términos que determine el Reglamento de la Cámara.»
Siete. El artículo 16.2, 3 y 4 quedará redactado como sigue:
«2. Los candidatos propuestos por el Congreso y por el Senado deberán
comparecer previamente ante las correspondientes Comisiones en los términos
que dispongan los respectivos Reglamentos.
3. La designación para el cargo de Magistrado del Tribunal Constitucional se
hará por nueve años, renovándose el Tribunal por terceras partes cada tres. A
partir de ese momento se producirá la elección del Presidente y Vicepresidente
de acuerdo con lo previsto en el artículo 9. Si el mandato de tres años para el
que fueron designados como Presidente y Vicepresidente no coincidiera con
la renovación del Tribunal Constitucional, tal mandato quedará prorrogado
para que nalice en el momento en que dicha renovación se produzca y tomen
posesión los nuevos Magistrados.
4. Ningún Magistrado podrá ser propuesto al Rey para otro período inmediato,
salvo que hubiera ocupado el cargo por un plazo no superior a tres años.»
Ocho. El artículo 20 tendrá la siguiente redacción:
«Artículo 20.
Los miembros de la carrera judicial y scal y, en general, los funcionarios
públicos nombrados Magistrados y letrados del Tribunal pasarán a la situación
de servicios especiales en su carrera de origen.»
Nueve. Se modi ca el apartado 2 y se añade un apartado 3 al artículo 35 con la
siguiente redacción:
«2. El órgano judicial sólo podrá plantear la cuestión una vez concluso el
LA REFORMA DEL RECURSO DE AMPARO EN ESPAÑA 231
amparo podrán también presentarse hasta las 15 horas del día hábil siguiente
al del vencimiento del plazo de interposición, en el registro del Tribunal
Constitucional, o en la o cina o servicio de registro central de los tribunales
civiles de cualquier localidad, de conformidad con lo establecido en el artículo
135.1 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.
El Tribunal determinará reglamentariamente las condiciones de empleo, a los
efectos anteriores, de cualesquiera medios técnicos, electrónicos, informáticos
o telemáticos.
3. El Pleno o las Salas podrán acordar la celebración de vista oral.»
Veinticinco. Los apartados 2 y 3 del artículo 86 quedan redactados como sigue:
«2. Las sentencias y las declaraciones a que se re ere el título VI se publicarán
en el ‘’Boletín O cial del Estado’’ dentro de los 30 días siguientes a la fecha
del fallo. También podrá el Tribunal ordenar la publicación de sus autos en la
misma forma cuando así lo estime conveniente.
3. Sin perjuicio en lo dispuesto en el apartado anterior, el Tribunal podrá
disponer que las sentencias y demás resoluciones dictadas sean objeto de
publicación a través de otros medios, y adoptará, en su caso, las medidas que
estime pertinentes para la protección de los derechos reconocidos en el artículo
18.4 de la Constitución.»
Veintiséis. El apartado 1 del artículo 88 queda redactado como sigue:
«1. El Tribunal Constitucional podrá recabar de los poderes públicos y de los
órganos de cualquier Administración Pública la remisión del expediente y de
los informes y documentos relativos a la disposición o acto origen del proceso
constitucional. Si el recurso hubiera sido ya admitido, el Tribunal habilitará
un plazo para que el expediente, la información o los documentos puedan ser
conocidos por las partes para que éstas aleguen lo que a su derecho convenga.»
Veintisiete. El apartado 2 del artículo 90 queda redactado como sigue:
«2. El Presidente y los Magistrados del Tribunal podrán re ejar en voto
particular su opinión discrepante, siempre que haya sido defendida en la
deliberación, tanto por lo quese re ere a la decisión como a la fundamentación.
Los votos particulares se incorporarán a la resolución y cuando se trate de
sentencias, autos o declaraciones se publicarán con éstas en el ‘’Boletín O cial
del Estado’’.»
Veintiocho. Se añade un párrafo segundo al artículo 92, con la siguiente redacción:
«Podrá también declarar la nulidad de cualesquiera resoluciones que
contravengan las dictadas en el ejercicio de su jurisdicción, con ocasión de la
ejecución de éstas, previa audiencia del Ministerio Fiscal y del órgano que las
dictó.»
Veintinueve. Los apartados 3 y 4 del artículo 95 quedan redactados como sigue:
«3. El Tribunal podrá imponer a quien formulase recursos de
inconstitucionalidad o de amparo, con temeridad o abuso de derecho, una
sanción pecuniaria de 600 a 3.000 euros.
4. Podrá imponer multas coercitivas de 600 a 3.000 euros a cualquier persona,
investida o no de poder público, que incumpla los requerimientos del Tribunal
dentro de los plazos señalados y reiterar estas multas hasta el total cumplimiento
236 ANEXOS
Por tanto,
Mando a todos los españoles, particulares y autoridades, que guarden y hagan
guardar esta ley orgánica.
JUAN CARLOS R.
El Presidente del Gobierno,
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO
*****
LA REFORMA DEL RECURSO DE AMPARO EN ESPAÑA 239
TEXTO
Tribunal Constitucional. Sala Primera. Excms. Srs.: doña María Emilia Casas
Baamonde, don Javier Delgado Barrio, don Jorge Rodríguez-Zapata Pérez, don
Manuel Aragón Reyes, don Pablo Pérez Tremps. Núm. Registro: 1282-2008. Asunto:
Recurso de amparo promovido por don Eric Roger Maurice Langevin. Sobre: Auto de
23 de noviembre de 2007 de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia
Nacional, que acuerda el ingreso en prisión del recurrente a efectos de la orden
europea de detención y entrega para su entrega a Francia, y posterior Auto de 14 de
enero de 2008, que lo rati ca (OEDE núm. 148-2006).
AUTO I. ANTECEDENTES
1. Con fecha 15 de febrero de 2008 el Procurador de los Tribunales don José
Ángel Donaire Gómez, en nombre y representación de don Eric Roger Maurice
Langevin, presentó en el Registro General de este Tribunal recurso de amparo
contra el Auto de 23 de noviembre de 2007 de la Sección Segunda de la Sala de lo
Penal de la Audiencia Nacional, que acuerda el ingreso en prisión del recurrente
a efectos para su entrega a Francia, con motivo de la orden europea de detención
y entrega (OEDE núm. 148-2006), así como contra el Auto de 14 de enero de 2008,
que desestima el recurso de súplica interpuesto contra el anterior. 2. Los hechos
en que se fundamenta la demanda de amparo son, sucintamente expuestos, los
siguientes:
a) La orden europea de detención y entrega emitida por las autoridades judiciales
francesas, y recibida por el Juzgado Central de Instrucción núm. 1, en funciones
de guardia, el 13 de noviembre de 2006, es para ser enjuiciado el recurrente
como presunto autor de un delito de estafa. A dicha fecha el recurrente se
encontraba imputado por delito de estafa en el Juzgado de Instrucción núm.
2 de Málaga, diligencias previas núm. 1459-2005, hallándose en situación de
prisión provisional por dicha causa.
b) Por Auto de 22 de diciembre de 2006 la Sección Segunda de la Sala de lo Penal
de la Audiencia Nacional acordó haber lugar a la entrega del recurrente en
amparo a las autoridades francesas en virtud de la orden europea de detención
y entrega reseñada, sin perjuicio de suspender su entrega material hasta tanto
conste la extinción de las responsabilidades penales que tiene pendientes en
España, o autorización del Juzgado de Instrucción núm. 2 de Málaga para
proceder a la entrega. c) Conocido por la Sección Segunda de la Sala de lo Penal
de la Audiencia Nacional que el Juzgado de Instrucción núm. 2 de Málaga había
acordado la libertad provisional del recurrente, dicha Sección dictó el Auto de
240 ANEXOS
del art. 49.1 LOTC, en relación con lo dispuesto en el art. 50.1 LOTC, impiden
considerar que este requisito sea de naturaleza subsanable. En efecto, este
Tribunal ha reiterado en múltiples ocasiones la importancia que tiene la demanda
de amparo como escrito rector para acotar, de nir y delimitar la pretensión y,
por tanto, la resolución del recurso de amparo (por todas, STC 7/2008, de 21 de
enero, FJ 1). En relación con ello, por un lado, y en referencia a las exigencias
de precisión y claridad contenidas en el primer inciso del art. 49.1 LOTC, se ha
destacado que no cabe considerar que representen meros formalismos, ya que
están justi cadas por la necesidad de «proporcionar los elementos necesarios para
la formulación del juicio que corresponde hacer a este Tribunal» (STC 82/1995,
de 5 de junio, FJ 5); y, por otro, se ha advertido reiteradamente que no puede
exigirse de este Tribunal que integre los defectos argumentales de la demanda
de amparo (por todas, STC 143/1994, de 9 de mayo, FJ 5), «toda vez que quien
impetra el amparo constitucional no solamente ha de abrir la vía para que este
Tribunal pueda pronunciarse sobre las vulneraciones de la Constitución que se
aleguen, sino que además ha de proporcionar la fundamentación fáctica y jurídica
que razonablemente cabe esperar, y que se integra en el deber de colaborar
con la jurisdicción constitucional, sin que le corresponda a este Tribunal suplir
los razonamientos de las partes, ni reconstruir la demanda de o cio cuando el
demandante ha desatendido la carga de argumentación que pesa sobre él» (STC
76/2007, de 16 de abril, FJ 5). Pues bien, habida cuenta de que la justi cación
de la especial trascendencia constitucional del recurso (art. 49.1 in ne LOTC)
es una inexcusable exigencia argumental para el recurrente, vinculada con un
requisito de orden sustantivo cuyo cabal cumplimiento se conecta con la mejor
ordenación, en su conjunto, del recurso de amparo tal como resulta de la reforma
introducida por Ley Orgánica 6/2007, no cabe admitir que el incumplimiento
de esta carga en la demanda de amparo constituya un defecto subsanable, no
siendo, en consecuencia, procedente la apertura del trámite de subsanación
previsto en el art. 49.4 LOTC (ni tampoco, obviamente, la subsanación por propia
iniciativa del recurrente). Entender lo contrario supondría, además, desconocer
que la interposición del recurso de amparo está sujeta a plazos de caducidad
preclusivos, que no pueden ser reabiertos para dar cumplimiento a un requisito
que afecta directamente a la determinación misma de la pretensión deducida
en el recurso de amparo. En cualquier proceso jurisdiccional, la subsanación de
defectos de la demanda que le da origen puede referirse a requisitos formales,
como la aportación de documentos o la consignación de determinados datos, pero
no es posible extenderla al contenido de las alegaciones que sustentan aquella
pretensión, porque constituyen su sustrato material y ello trastocaría los principios
generales del proceso y las garantías de su seguridad jurídica, que quedarían
gravemente dañados si se abriera la posibilidad de que las argumentaciones que
habían de conducir a la misma admisión a trámite pudieran ser introducidas
ex novo posteriormente a la presentación de la demanda. Y ello aún con mayor
motivo en el actual recurso de amparo dados el signi cado y cometido que le
otorga la nueva regulación legal, que tiene como característica más distintiva la
necesidad de que exista una «especial transcendencia constitucional» en el asunto
planteado para que este Tribunal pueda conocer del mismo.
LA REFORMA DEL RECURSO DE AMPARO EN ESPAÑA 243
ACUERDA
*****
244 ANEXOS
TEXTO
El Pleno del Tribunal Constitucional, compuesto por doña María Emilia Casas
Baamonde, Presidenta, don Guillermo Jiménez Sánchez, don Vicente Conde Martín
de Hijas, doña Elisa Pérez Vera, don Eugeni Gay Montalvo, don Jorge Rodríguez-
Zapata Pérez, don Ramón Rodríguez Arribas, don Pascual Sala Sánchez, don Manuel
Aragón Reyes y don Pablo Pérez Tremps, Magistrados, ha pronunciado
la siguiente
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
1. Mediante escrito presentado en el Registro General de este Tribunal el día 30 de
septiembre de 2008 don César Sánchez Sánchez, Letradode o cio de doña Dolores
Vallejo Marchal, solicitó que a su defendida le fuera designado Procurador del
turno de o cio para promover demanda de amparo contra las resoluciones
judiciales a las que se ha hecho mención en el encabezamiento de esta Sentencia.
2. Por diligencia de ordenación de la Secretaría de la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, de 4 de noviembre de 2008, se dirigió atenta comunicación al
Ilustre Colegio de Procuradores de Madrid, a n de que, de conformidad con
lo dispuesto en la Ley 1/1996, de 10 de enero, de asistencia jurídica gratuita, y
LA REFORMA DEL RECURSO DE AMPARO EN ESPAÑA 245
y cinco días y cuota diaria de 6 € (art. 50.1 CP)—, por una pena privativa de
libertad, como es la de localización permanente (arts. 35 y 37 CP) y, por lo
tanto, de mayor gravedad y poder a ictivo, de aplicación inmediata y muy
lejana de la eventual responsabilidad personal subsidiaria prevista en caso
de impago de la multa (art. 53 CP) que pudiera conducir a la privación de
libertad.
Tres son las circunstancias que destaca el Ministerio Fiscal: a) en primer lugar,
que el Juzgado, traspasando su deber de neutralidad frente a la acusación,
asume una distinta y más grave pretensión punitiva que no había sido objeto
de discusión, sin plantear, no obstante, tal posibilidad de modo análogo al
previsto en el art. 733 LECrim, lo que conculca el principio de imparcialidad,
también encuadrado en el derecho a un proceso con todas las garantías, en la
medida en que el órgano judicial no puede constituirse en acusación, asumiendo
la función de una de las partes. Sustituye así a la acusación, incorporando una
variación sustancial en la cali cación jurídica, que agrupa, no sólo el título de
imputación, sino la concreta pretensión punitiva; b) en segundo lugar, que ni
siquiera en apelación se formuló acusación en los términos de la Sentencia del
Juzgado de Instrucción, circunstancia que de haberse producido no hubiera
podido sanar, no obstante, la infracción cometida en primera instancia; y c)
en tercer lugar, que, aunque en este caso la recurrente no se hallaba presente
en el juicio de faltas, la forma de actuar del órgano judicial de hecho hubiera
eliminado, no sólo que la acusada tuviera un conocimiento completo de todos
los aspectos de la pretensión —acusación— del Ministerio Fiscal, que integra
tanto el título de imputación como la concreta pretensión punitiva, sino
también la posibilidad de las partes de informar en apoyo de sus respectivas
pretensiones (art. 969.1 LECrim), al no aparecer la pena privativa de libertad
en la petición de la acusación, sino únicamente en la Sentencia, resultando así
la pena impuesta imprevista y de cuyas razones y de la concreta pena impuesta
sólo habrían tenido conocimiento una vez concluido el acto del juicio.
Las anteriores consideraciones son objeto de matización por el Ministerio
Fiscal, al estimar que en todo caso debe respetarse el principio de legalidad
en aquellos supuestos en que la imposición de una pena esté forzosamente
vinculada al tipo delictivo por el que se formula acusación, pues el proceso
penal tiene un carácter sustantivamente público (STC 174/2003, de 29 de
septiembre).
El Ministerio Fiscal concluye el análisis de este primer motivo de amparo
entendiendo que ha resultado vulnerado el principio acusatorio, en conexión
con el derecho a un juez imparcial y con el derecho de defensa, como integrantes
del derecho a un proceso con todas las garantías (art. 24.2 CE).
b) Respecto a la queja de la recurrente relativa a la falta de individualización
de la pena y a su motivación, el Ministerio Fiscal, tras reproducir la doctrina
de la STC 21/2008, de 31 de enero, considera, analizando conjuntamente
la Sentencia de instancia y de apelación, que las razones en ellas expuestas
resultan insu cientes para justi car la pena mayor y de distinta naturaleza
que se impuso. En su opinión, poniendo esta queja en conexión con el primer
motivo de amparo, lo que no se pude hacer es convalidar por vía de la
LA REFORMA DEL RECURSO DE AMPARO EN ESPAÑA 249
correspondiente debate.
Sin embargo en otras resoluciones dictadas sobre la materia, aunque no constituye
su ratio decidendi, este Tribunal ha declarado también que «[E]n todo caso, como
límite infranqueable en el momento de dictar Sentencia, al Juez le está vedado
cali car los hechos de manera que integren un delito penado más gravemente
si este agravamiento no fue sostenido en juicio por la acusación, ni imponer
una pena mayor que la que corresponda a la pretensión acusatoria jada en las
conclusiones de nitivas, dado que se trata de una pretensión de la que no pudo
defenderse el acusado» (STC 75/2003, de 23 de abril, FJ 5; doctrina que se reitera
en la STC 347/2006, de 11 de diciembre, FJ 3, y en el ATC 426/2005, de 12 de
diciembre). Parece pues abrirse en estas otras resoluciones, aunque en un plano
meramente doctrinal, la aceptación de un límite más restrictivo a la imposición de
penas en relación con las pedidas por las acusaciones.
6. Pues bien, es conveniente aclarar y per lar la doctrina constitucional de la que
se ha dejado constancia, referida al alcance del deber de congruencia entre la
acusación y el fallo en lo que respecta en concreto a la posible pena a imponer.
Con la perspectiva constitucional que nos es propia resulta preciso replantear
la cuestión y avanzar un paso más en la protección de los derechos de defensa
del imputado y en la preservación de la garantía de la imparcialidad judicial
en el seno del proceso penal, en el sentido de estimar que, solicitada por las
acusaciones la imposición de una pena dentro del marco legalmente previsto
para el delito formalmente imputado, el órgano judicial, por exigencia de los
referidos derechos y garantía constitucionales, en los que encuentra fundamento,
entre otros, el deber de congruencia entre acusación y fallo como manifestación
del principio acusatorio, no puede imponer pena que exceda, por su gravedad,
naturaleza o cuantía, de la pedida por las acusaciones, cualquiera que sea el tipo
de procedimiento por el que se sustancia la causa, aunque la pena en cuestión no
transgreda los márgenes de la legalmente prevista para el tipo penal que resulte
de la cali cación de los hechos formulada en laacusación y debatida en el proceso.
De este modo, por una parte, se refuerzan y garantizan en su debida dimensión
constitucional los derechos de defensa del acusado. En efecto, la pena concreta
solicitada por la acusación para el delito formalmente imputado constituye, al
igual, por lo menos, que el relato fáctico y la cali cación jurídica en la que aquélla
se sustenta, un elemento sin duda esencial y nuclear de la pretensión punitiva,
determinante, en cuanto tal, de la actitud procesal y de la posible línea de defensa
del imputado. Obviamente a éste ha de informársele, ex art. 24.2 CE, no sólo de
los hechos imputados por la acusación y de su cali cación jurídica, sino también
de las reales y concretas consecuencias penológicas que aquélla pretende por la
comisión de dichos hechos; esto es, la pena cuya imposición se solicita. El acusado
ejerce el derecho constitucional de defensa sobre la concreta pena solicitada
por la acusación por los hechos imputados y la cali cación jurídica que éstos le
merecen, y no sobre otra pretensión punitiva distinta, sin que en modo alguno le
sea exigible vaticinar y defenderse de hipotéticas y futuribles penas que pudiera
decidir el órgano judicial, y que excedan por su gravedad, naturaleza o cuantía
de las solicitadas por la acusación. En otras palabras, la confrontación dialéctica
256 ANEXOS
FALLO
HA DECIDIDO
Voto particular que formula el Magistrado don Eugeni Gay Montalvo respecto
de la Sentencia dictada por el Pleno de este Tribunal en el recurso de amparo
avocado al Pleno núm. 7329-2008
*****
LA REFORMA DEL RECURSO DE AMPARO EN ESPAÑA 265
TEXTO
La Sala Segunda del Tribunal Constitucional, compuesta por doña Adela Asua
Batarrita, Presidenta, don Francisco José Hernando Santiago, don Fernando Valdés
Dal-Ré, don Juan José González Rivas, don Pedro José González-Trevijano Sánchez y
don Enrique López y López, Magistrados, ha pronunciado
I. ANTECEDENTES
1. Mediante escrito remitido desde el centro penitenciario de Topas (Salamanca),
cuya entrada se registró en este Tribunal el día 7 de abril de 2011, don Yuneo
Lasso Chihad, interno en dicho centro penitenciario manifestó su voluntad de
interponer recurso de amparo contra las resoluciones judiciales citadas en el
encabezamiento.
2. Por diligen cia de ordenac ión de 14 de abril de 2011, se concedió a don Yuneo
Lasso Chihad un plazo de diez días para la aportación de copias de la resolución
que pretende recurrir en amparo y de las que de la misma traen causa, para que
acreditara fehacientemente la fecha de noti cación de aquélla a su representación
procesal y, nalmente, para que compareciera por medio de Procurador con poder
al efecto y asistido de Letrado conforme al art. 81.1 de la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional (en adelante LOTC), o bien pidiera su designación del turno de o cio.
266 ANEXOS
3. Por escrito registrado en este Tribunal el día 1 de junio de 2011, el recurrente solicitó
la designación de Abogado y Procurador del turno de o cio y una vez efectuadas,
tras la oportuna tramitación, las respectivas designaciones, se formalizó demanda
de amparo, que tuvo entrada en el Registro General de este Tribunal el 26 de
septiembre de 2011.
Los hechos más relevantes de los que trae causa la demanda de amparo son,
sucintamente expuestos, los siguientes:
a) El demandante, estando interno en el centro penitenciario de Huelva, formuló
una queja manuscrita dirigida al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria núm. 6
de Andalucía (sede en Huelva), que rmaron también otros cuatro internos, en
la que expone que no se le permite estar presente en los registros de la celda,
mostrándose en desacuerdo con la forma en que los mismos se habrían realizado
y considerando que se ha vulnerado el art. 23 de la Ley Orgánica general
penitenciaria (en adelante LOGP) y el art. 71 del Reglamento penitenciario
(en adelante RP). El demandante indica que, pese a que aquella diligencia
viene prevista en los arts. 65 y 68.1 RP, no se regula el modo en que debe
realizarse, esto es, no se establece si los internos han de estar o no presentes en
su desarrollo, si bien teniendo en cuenta el art. 23 LOGP, que dispone que ha
de hacerse dentro del respeto a la dignidad, tal precepto no parece compatible
con la manera en que en este caso se han realizado los cacheos de las celdas,
de forma desordenada, siendo más acorde con la dignidad del preso que se le
permita estar presente en el registro de la celda que constituye su morada, lo
que no ha sucedido en el presente caso aunque ello no hubiera restado e cacia
al cacheo. La parte demandante concluye el escrito expresando que la queja
se formula por los cacheos realizados los días 17 y 18 de septiembre de 2010,
solicitando estar presente en los que se realicen.
b) El órgano judicial al que se dirige la queja solicita informe al centro
penitenciario y el director del mismo remite un escrito fechado el 28 de
septiembre de 2010, en el que pone de mani esto que el interno se encuentra
en aplicación de limitaciones regimentales del art. 75.1 RP, en el departamento
de aislamiento. Se expone que la presencia del interno en el cacheo de su
celda, atendiendo a los arts. 23 LOGP y 68 RP, no es preceptiva y que todas
las requisas de celdas se realizan de forma que se dañe lo menos posible a los
objetos y enseres personales de los reclusos. En el informe se concluye que a
causa del comportamiento del interno se adoptó el acuerdo de limitaciones
regimentales, ya que afecta a la seguridad y al buen orden del establecimiento
al haber protagonizado una agresión a un funcionario y varios incidentes
regimentales graves por los que tuvo que ser aplicado el medio coercitivo de
aislamiento provisional.
c) El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria núm. 6 de Andalucía, son sede en Huelva,
desestimó la queja en Auto dictado el 13 de octubre de 2010, argumentando
que a los internos se les practican cacheos personales y registros conforme
al art. 68 RP, sin que sea necesaria su presencia en la celda «en cuanto no
constituye domicilio conforme a lo manifestado por el Tribunal Constitucional
(sent. 24/11/1995), y reiteradamente mantenido por este Juzgado en anteriores
LA REFORMA DEL RECURSO DE AMPARO EN ESPAÑA 267
elementos que expresa el art. 50.1 b) LOTC, sin que, obvio es, sea su ciente
con la sola mención –desprovista de los imprescindibles fundamentos– de
que el recurso posee especial trascendencia constitucional. Por el contrario, es
necesario que de lo expuesto se desprenda «por qué el contenido del recurso
de amparo justi ca una decisión sobre el fondo en atención a su importancia
para la interpretación, aplicación o general e cacia de la Constitución o para
la determinación del contenido y alcance de los derechos fundamentales»
que se aleguen en la demanda (por todas, SSTC 69/2011, de 16 de mayo, FJ
3; 143/2011, de 26 de septiembre, FJ 2; 191/2011, de 12 de diciembre, FJ 3;
176/2012, de 15 de octubre, FJ 3 y 2/2013, de 14 de enero, FJ 3).
d) Se hace precisa una última matización, relativa al contexto temporal, como
pauta orientativa a los efectos que aquí tratamos y que recoge la citada STC
155/2009, de 25 de junio, publicada el 28 de julio de 2009. Así, este Tribunal
ha apreciado el momento de interposición de la demanda de amparo en
relación con dicha fecha, para atenuar el rigor del análisis del cumplimento del
requisito de justi car la especial trascendencia constitucional –sin, obviamente,
eliminarlo o desvirtuarlo– en las demandas interpuestas con anterioridad a la
misma (SSTC 69/2011, de 16 de mayo, FJ 3; 143/2011, de 26 de septiembre,
FJ 2 y 178/2012, de 15 de octubre, FJ 3). En cambio, el transcurso del tiempo,
y la correlativa existencia de una doctrina constitucional consolidada
sobre la cuestión, hará decaer la pertinencia de atemperar la valoración del
cumplimento de aquella carga justi cativa.
5. Aplicando la doctrina precedente a este supuesto, la demanda de amparo, tras
exponer escuetamente los antecedentes de hecho e indicar uno de los preceptos
constitucionales que se estima vulnerado –ampliado con la mención de varios
otros a lo largo de la misma–, introduce un epígrafe referido a lo que se designa
como «relevancia constitucional» y «especial trascendencia constitucional». Sin
embargo, los razonamientos que siguen a tal rúbrica se limitan, estrictamente,
a dar cuenta de la supuesta lesión padecida, señalando literalmente que «no es
conforme a nuestro derecho, ni al derecho internacional vigente en España, que el
hecho de estar presente o no estar presente el sr. interno en el registro de la celda,
se considere, se justi que, o se estime, por el resultado nal del registro; y no por
la causa o motivo inicial al mismo, esto es, antes de iniciarse el registro», como
pretende fundamentar el Auto impugnado. Esta a rmación no se acompaña de
la existencia de una argumentación tendente a motivar la especial trascendencia
constitucional que permite una decisión sobre el fondo del recurso en atención a su
importancia para la interpretación, aplicación o general e cacia de la Constitución
o para la determinación del contenido y alcance de los derechos fundamentales
cuya vulneración se denuncia y no se realiza, en n, siquiera un mínimo esfuerzo
por encuadrar el asunto en alguno de los casos que se especi caron en el
fundamento jurídico 2 de la invocada STC 155/2009, de 25 de junio.
Por lo demás, y atendiendo al último de los parámetros referidos en el fundamento
jurídico anterior, esto es, el momento de presentación de la demanda de amparo,
registrada en este Tribunal con fecha de 26 de septiembre de 2011 –por tanto, más de
dos años después de haberse publicado la reiterada STC 155/2009, de 25 de junio–,
LA REFORMA DEL RECURSO DE AMPARO EN ESPAÑA 275
FALLO
Ha decidido