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TRASTORNOS DE ANSIEDAD

Crisis de angustia
La característica esencial es la aparición aislada y temporal de miedo o malestar de
carácter intenso, en ausencia de peligro real, que se acompaña de al menos 4 de un total
de 13 síntomas somáticos y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos.
La crisis se inicia de forma brusca y alcanza su máxima expresión con rapidez,
acompañándose a menudo de una sensación de peligro o de muerte inminente y de una
urgente necesidad de escapar. Los 13 síntomas vienen constituidos por palpitaciones,
sudación, temblores o sacudidas, sensación de falta de aliento o ahogo, sensación de
atragantarse, miedo a volverse loco, etc. Describen el miedo como intenso. Crisis de
angustia inesperadas, (no relacionadas con estímulos situacionales), situacionales
(desencadenadas por estímulos ambientales) y predispuestas por una situación
determinada.

Agorafobia
La característica esencial es la aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o
situaciones donde escapar resulta difícil o donde en el caso de aparecer una crisis de
angustia o síntomas similares a la angustia, puede no disponer de ayuda. Esta ansiedad
suele conducir de forma típica a comportamientos permanentes de evitación de
múltiples situaciones, por ejemplo estar solo dentro o fuera de casa, mezclarse con la
gente, viajar en auto u ómnibus, etc.

Trastorno de angustia
La característica esencial es la presencia de crisis de angustia recidivantes o
inesperadas, seguidas de la aparición, durante un periodo como mínimo de 1 mes, de
preocupaciones persistentes por la posibilidad de padecer nuevas crisis de angustia y por
sus posibles consecuencias. Para efectuar el diagnostico se requiere haber presentado
por lo menos dos crisis de angustia inesperadas. Estos individuos suelen presentar crisis
de angustia más o menos relacionadas con una situación determinada. La frecuencia y
gravedad varían. Paralelamente a las preocupaciones sobre las crisis de angustia y sus
posibles consecuencias, muchos individuos con trastorno de angustia también confiesan
tener sensaciones constantes de ansiedad que no se centran en una situación o
acontecimiento específico. Durante las crisis se observa taquicardia transitoria y
elevación moderada de la presión arterial. La edad de inicio varía considerablemente, el
más típico es que el inicio tenga lugar entre el final de la adolescencia y la mitad de la
cuarta década de la vida. Puede haber trastorno con o sin agorafobia.

Fobia especifica
Miedo intenso y persistente a objetos o situaciones claramente discernibles y
circunscriptas. La exposición al estimulo fóbico provoca casi invariablemente una
respuesta inmediata de ansiedad, esta respuesta puede adquirir la forma de una crisis de
angustia situacional o mas o menos relacionada con una situación determinada. En la
mayoría de las ocasiones el estimulo fóbico es evitado. El individuo experimenta un
temor marcado, persistente y excesivo o irracional cuando se encuentra en presencia de
objetos o situaciones especificas. Las fobias también pueden hacer referencia a la
posibilidad de perder el control, angustiarse, sufrir manifestaciones somáticas de
ansiedad y miedo. Pueden ser de tipo animal, ambiental, sangre- inyecciones o
situacional. Los primeros síntomas aparecen habitualmente en la niñez y en la primera
etapa de la adolescencia.

Fobia social
Miedo persistente y acusado a situaciones sociales o actuaciones en público por temor a
que resulten embarazosas. La exposición a estos estímulos producen casi
invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, esta respuesta puede tomar la
forma de una crisis de angustia situacional. En la mayoría de las ocasiones las
situaciones sociales o actuaciones en público se convierten en motivo de evitación. Los
individuos con fobia socia experimentan síntomas de ansiedad: palpitaciones,
temblores, sudoración, diarrea, etc. Los adultos reconocen que sus temores son
excesivos e irracionales. Para le diagnostico, los temores o comportamientos deben
interferir en la actividad laboral o académica del individuo. Suele aparecer a mediados
de la edad adulta, a veces con el antecedente infantil de timidez o inhibición social.

Trastorno obsesivo compulsivo


Presencia de obsesiones o compulsiones de carácter recurrente, lo suficientemente
graves como para provocar perdida de tiempo significativas o un deterioro de la
actividad general o malestar clínicamente significativo. En algún momento del curso del
trastorno, el individuo reconoce estas obsesiones o compulsiones como exageradas o
irracionales. Las obsesiones son ideas, pensamientos de carácter persistente que el
individuo considera intrusas e inapropiadas y que provocan una ansiedad o malestar
significativos. Las obsesiones mas frecuentes son ideas recurrentes sobre temas de
contaminación, dudas repetitivas, la necesidad de poner las cosas en un determinado
orden, etc. El individuo intenta ignorar o suprimir estos pensamientos o neutralizarlos
mediante otras actividades o ideas, es decir las compulsiones las cuales son
comportamientos o actos mentales cuyo propósito es prevenir o alivianar la ansiedad o
el malestar pero no provoca placer gratificante. Aunque se suele iniciar en la
adolescencia o a principios de la edad adulta, también puede hacerlo en la infancia.

Trastorno por estrés postraumático


Aparición de síntomas característicos que sigue a la exposición a un acontecimiento
estresante y extremadamente traumático y donde el individuo se ve envuelto en hechos
que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza a la integridad
física: el individuo es testimonio de un acontecimiento donde se producen muertes,
heridos. La respuesta del sujeto a este acontecimiento debe incluir temor, desesperanza,
horrores intensos. El cuadro sintomático completo debe estar presente más de 1 mes. el
acontecimiento traumático puede ser reexperimentado de varias maneras, recuerdos
recurrentes, pesadillas, flashbacks. El individuo tiene una disminución de interés o
participación en actividades que antes le resultaban gratificantes. Puede iniciarse a
cualquier edad, los síntomas aparecen en los primeros 3 meses posteriores al trauma.

Trastorno por estrés agudo


Aparición de ansiedad, síntomas disociativos y de otro tipo que tiene lugar durante el
mes que sigue a la exposición a un acontecimiento traumático de carácter extremo. En
el mismo momento del trastorno o con posterioridad a él, el individuo presenta al menos
3 de los siguientes síntomas disociativos: sensación subjetiva de embotamiento,
desapego o ausencia de la realidad que lo rodea, despersonalización y amnesia
disociativa. Después del acontecimiento traumático, este es revivido de forma
recurrente, el individuo evita los estímulos que pueden aflorar recuerdos del trauma y
presenta síntomas de ansiedad. Los síntomas provocan un malestar clínico significativo.
Estas alteraciones duran por lo menos dos días y no se prolonga mas allá de las 4
semanas posteriores al acontecimiento traumático, si los síntomas persisten mas allá de
las 4 semanas, puede efectuarse el diagnostico de trastorno por estrés postraumático.
Los síntomas se experimentan durante o inmediatamente después del trauma, duran
como mínimo 2 días o se resuelven en las primeras 4 semanas después del
acontecimiento.

Trastorno de ansiedad generalizada


Preocupación excesiva que se observa durante un periodo superior a 6 meses y que se
centran en una amplia gama de acontecimientos y situaciones. El individuo tiene
dificultades para controlar este estado de constante preocupación. La ansiedad y la
preocupación se acompañan de al menos otros tres síntomas: inquietud, fatiga precoz,
dificultades para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular y trastorno del sueño.
Muchos individuos también pueden presentar síntomas somáticos (sudación, nauseas,
diarrea, etc.).

Trastorno de ansiedad debido a enfermedad medica


Existencia de ansiedad significativa que se considera secundaria a los efectos
fisiológicos de una enfermedad medica. Entre los síntomas cabe incluir ansiedad
prominente y generalizada, crisis de angustia y obsesiones y compulsiones. Para
efectuar este diagnostico debe existir una historia clínica, una exploración física y
hallazgos de laboratorio que confirmen que la alteración es una consecuencia fisiológica
directa de una enfermedad. Primero se debe establecer la presencia de la enfermedad.

Trastorno de ansiedad inducido por sustancias


Existencia de síntomas de ansiedad que se consideran secundarios a los efectos
fisiológicos directos de una sustancia (droga, fármacos o tóxicos). Dependiendo de la
naturaleza de la sustancia y del contexto en que aparecen los síntomas (durante la
intoxicación o la abstinencia) el trastorno puede incluir ansiedad predominante, crisis de
angustia, fobias y obsesiones y compulsiones.

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