INSTITUTO COLOMBIANO DE GEOLOGÍA Y MINERÍA

INGEOMINAS

RESEÑA EXPLICATIVA DEL MAPA GEOLÓGICO PRELIMINAR

PLANCHA 279 DAGUA

ESCALA 1 : 100.000

Informe No. .

Bogotá D.C. 1984

República de Colombia
MINISTERIO DE MINAS Y ENERGÍA
INSTITUTO COLOMBIANO DE GEOLOGÍA Y MINERÍA
 REPÚBLICA DE COLOMBIA
MINISTERIO DE MINAS Y ENERGÍA
INSTITUTO COLOMBIANO DE GEOLOGÍA Y MINERÍA
INGEOMINAS

RESEÑA EXPLICATIVA DEL MAPA GEOLÓGICO PRELIMINAR

PLANCHA 279 DAGUA
ESCALA 1 : 100.000

Por

John A. Aspen
Alvaro Nivia G.
David Milward

Bogotá D.C. 1984

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CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCIÓN ................................................................................................ 2 

1. ESTRATIGRAFÍA ........................................................................................... 3 

1.1 ROCAS CRETÁCICAS ........................................................................................... 3 

1.2 ROCAS TERCIARIAS ............................................................................................. 5 

1.3 DEPÓSITOS CUATERNARIOS ........................................................................... 7 

2. ROCAS INTRUSIVAS .................................................................................... 9 

3. GEOLOGÍA ESTRUCTURAL ....................................................................... 10 

4. GEOLOGÍA ECONÓMICA............................................................................ 12 

4.1 MINERALES METÁLICOS................................................................................... 12 

4.2 MINERALES NO METÁLICOS ........................................................................... 12 

5. GEOLOGÍA HISTÓRICA .............................................................................. 13 

BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................ 15 

Reseña explicativa del Mapa geológico preliminar Plancha 279 Dagua

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PREFACIO

Los trabajos contenidos en este informe son el resultado de un Programa de

Cooperación Técnica Bilateral suscrito por los Gobiernos de Colombia y Gran
Bretaña.

El trabajo fue adelantado por el Instituto Nacional de Investigaciones Geológico-

Mineras (INGEOMINAS) y el Servicio Geológico de Gran Bretaña (B.G.S), entre
mayo de 1980 y diciembre de 1984, como representantes del Ministerio de
Minas y Energía de Colombia y la Administración para el Desarrollo de Ultramar
de Gran Bretaña.

Un área de aproximadamente 16.000 km2 fue cartografiada cubriendo

principalmente el Departamento del Valle, con algunas partes de los
departamentos de Cauca, Quindío y Tolima. Se entregan mapas preliminares
para publicación a escala 1:100.000 (Planchas 243,261, 262, 278, 279, 280,
299 y 300 del IGAG) y un mapa geológico preliminar del Departamento del
Valle, escala 1:250.000. Además de las reseñas explicativas adjuntas de las
planchas a 1:100.000, se realizaron memorias detalladas relativas a la geología
de la Cordillera Occidental, Cordillera Central y el Graben del Cauca del
Departamento del Valle del Cauca. Para información más detallada el lector
puede remitirse a estos trabajos.

En cuanto a Geología Económica, se efectuó Exploración Geoquímica Regional

en la Cordillera Occidental, en zonas no estudiadas hasta ahora y se realizaron
estudios de exploración detallada en las áreas de Trujillo-Naranja y La Marina
(Plancha 262), Vijes (Plancha 280), Pance (Plancha 299) y El Pisno (Plancha
321), este último en el Departamento del Cauca.

Como complemento a la Cartografía Regional se adelantó un estudio

gravimétrico, tratando de determinar las estructuras profundas del Graben del
Valle del Cauca. Los resultados han sido integrados a trabajos anteriores de
sísmica y magnetometría hechos por ECOPETROL.

Dataciones radiométricas en un número aproximado de 80, fueron hechas por

métodos de potasio-argón y rubidio-estroncio, como un aporte más al programa.
Las muestras analizadas están registradas en el archivo de INGEOMINAS en
Cali.

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INTRODUCCIÓN

La Plancha 279 está localizada al noroccidente de Cali en el Departamento del

Valle del Cauca. El 25% más occidental de la plancha se presenta dentro de la
Llanura Costera del Pacífico, mientras que el resto está localizado en la
Cordillera Occidental.

La Llanura Costera se encuentra por debajo de los 200m de altura y está

cubierta de bosque lluvioso primario, tiene clima tropical húmedo con un
promedio de lluvia anual que varía entre 6820 y 7360 mm y una temperatura
media anual de 25º C.

En la Cordillera las alturas están generalmente por debajo de los 2800 m. En el

occidente del área existen aún extensas zonas de bosque lluvioso primario,
mientras que al oriente gran parte del área ha sido talada para la agricultura. Se
conocen pocos datos meteorológicos pero se puede decir que la temperatura
media anual varía aproximadamente entre 20º C y 17º C. La pluviosidad es
generalmente bimodal pero ampliamente variable de un sitio a otro. Una notable
excepción se presenta en los alrededores de Dagua (E-9) donde el clima es
semiárido. En toda el área enero – febrero y julio – agosto tienden a ser los
meses más secos.

El acceso al área se realiza por las carreteras Cali – Loboguerrero y por la

carretera sin pavimentar (Cali) Quemeral – Buenaventura. Además, en la mitad
oriental de la plancha, entre los principales centros agrícolas y de población,
como Pavas, La Cumbre, Bitaco, Quemeral y Dagua, existen varias carreteras
sin pavimento y numerosos carreteables. El acceso en el oeste es más difícil y
está limitado a los ríos principales y/o trochas utilizadas por los minerales.

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1. ESTRATIGRAFÍA

Aproximadamente el 75% de la plancha lo ocupan rocas cretáceas que

conforman la mayor parte de la Cordillera. Hacía el este, estas rocas se
encuentran suprayacidas inconformablemente por sedimentos pliocenos. Un
pequeño bloque fallado de sedimentitas oligocenas se presentan en la esquina
suroriental de la plancha; y al occidente de la Falla del río Bravo (A – 10, H – 8)
afloran varios stocks, de tamaño intermedio, el Batolito de Anchicayá de edad
Mioceno.

1.1 ROCAS CRETÁCICAS

Se debe anotar que los términos Grupo Dagua y Grupo Diabásico (NELSON,
1962; BARRERO, 1979) no se utilizan en este informe; en su lugar se ha dado
nombres de formaciones a las principales unidades litoestratigráficas que
conforman la secuencia volcano-sedimentaria cretácica de la Cordillera
Occidental (ASPEN, 1984).

Formación Volcánica Kv. Esta formación anteriormente conocida como Grupo

Diabásico (NELSON, 1962; BARRERO, 1979) tiene como localidad tipo la
carretera principal entre Cali (Plancha 299) y Dagua (E-9). Esta compuesta por
diabasas, lavas basálticas y lavas almohadillas, incluyendo también silos de
dolerita. Los análisis químicos disponibles indican que se trata de basaltos
toleíticos con bajo contenido de potasio (BARRERO, 1979; MILLWARD et al.,
1982 y en imprenta). Algunos rasgos comunes asociados con las zonas de
fallas principales son brechamiento y venas de cuarzo y epidota. Asociaciones
minerales metamórficas de enterramiento, de bajo grado, han sido reportadas
por Barrero (1979) y Rodríguez (1981).

El espesor de la Formación no se conoce pero alcanza probablemente de

varios miles de metros.

Miembros sedimentarios de la Formación Volcánica Kvs. Numerosos

horizontes y lentes sedimentarios existen dentro de la Formación Volcánica. Su
composición es variable incluyendo, pizarras, limolitas laminadas, areniscas,
cherts y localmente, calizas delgadas, con espesores variables, generalmente
menores de 30 m.

Formación Espinal Ke. Esta formación fue descrita inicialmente por Hubach y
Alvarado (1934) y posteriormente por Nelson (1962) y Barrero (1979). En este

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estudio se conserva el nombre de Formación Espinal y se aplica a una banda

prominente de sedimentitas que se puede trazar de norte a sur a lo largo de la
Plancha (A – 11 a H – 9). Las sedimentitas que se presentan al oeste del
afloramiento principal (E – 8 a H – 8) se asignan también a la Formación
Espinal.

Litológicamente la formación consta de cherts negros, shales negros, silíceos,

carbonaceos y piríticos; limolitas y unidades turbidíticas. Estas últimas
presentan bases erosivas y están compuestas de unidades típicamente
gradadas de grawacas líticas y/o feldespáticas cuyo tamaño de grano decrece
hacia arriba de areniscas a limolitas laminadas hasta shales y cherts. Con
frecuencia se presentan también calizas, generalmente fragméntales, dentro de
las unidades turbidíticas. Localmente, silos basálticos delgados de la Formación
Volcánica intruyen a la Formación Espinal.

De acuerdo con Barrero (1979), algunos cherts y shales silíceos consisten

hasta de un 30% de remanentes de radiolarios. También se han reportado
foraminíferos (BARRERO, 1979).

Exceptuando algunos efectos locales en los contactos (p. ej. en B – 11), la

formación es esencialmente no metamórfica, pero cerca de las fallas
principalmente intenso brechamiento es común y las sedimentitas de grano
más fino pueden desarrollar foliación/clivaje. Donde se pudieron observar los
contactos con la Formación Volcánica, estos, el superior (oriental) y el inferior
(occidental), son normales.

El espesor de los afloramientos principales de la Formación Espinal varía entre

700 y 2000 m aproximadamente.

Formación Cisneros Kc. Este nombre fue utilizado por Barrero (1979) para
referirse a un complejo de rocas metamórficas de bajo grado expuestas en las
cercanías de Cisneros (B -. 7, B – 8, C – 8). En este trabajo el nombre incluye
las mismas rocas, pero define un cinturón fuertemente tectonizado de rocas
(meta) sedimentarias, en especial de grano fino, que yace entre las fallas del río
Bravo al oriente y de la de Aguaclara al occidente. El metamorfismo es
invariablemente de bajo grado y se cree que está ampliamente relacionado al
intenso cizallamiento dentro del cinturón.

Litológicamente, consiste de filitas y pizarras grises claras y verdes, cherts,

metacalizas y en menor y en menor proporción de areniscas interestratificadas.
También se presentan pizarras oscuras carbonáceas que a veces son grafíticas
y piríticas. La secuencia está comúnmente silicificada y algunas de las pizarras
cloríticas, más homogéneas, tienen probablemente origen piroclástico (ver
también NELSON, 1962).

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Horizontes guías prominentes de pizarras grises y rojas, con abundantes trazas

fósiles tipo Zoophycos, ocurren cerca a El Naranjo (B – 8) y El Engaño (G – 7).
Algunos de los cherts son ricos en radiolarios (BARRERO, 1979) aunque
muchos son de origen secundario.

El intenso fallamiento y plegamiento isoclinal, hacen difícil estimar el espesor de

la formación.

Miembros Volcánicos dentro de la Formación Cisneros Kcv.

Composicionalmente estas rocas parecen ser idénticas a las de la Formación
Volcánica, pero debido a su discontinuidad y a que no pueden relacionarse
directamente con las principales intercalaciones de ella se incluyen en la
Formación Cisneros. El espesor varía generalmente entre 10 y 50 m.

Formación Río Piedras Kp. La localidad tipo propuesta está situada en el río
Piedras (G – 3), el nombre se refiere a un cinturón de rocas esencialmente no
tectonizadas que afloran en el Flanco Occidental de la cordillera. Hacía el oeste,
está inconformente suprayacida por sedimentos terciarios; el contacto oriental
no está bien definido, y pasa poco a poco a la Formación Cisneros con un
aumento en tectonismo. La fábrica tectónica y/o el clivaje penetrativo que
caracterizan a la Formación Cisneros.

Litológicamente, consiste en areniscas cuarzosas y limolitas azulosas,

compactas, bien estratificadas, bien sorteadas y de lodolitas que
frecuentemente son piríticas y/o carbonáceas. Localmente se presentan
horizontes más masivos de grawacas, algunos con estratificación gradada y/o
con bases erosiónales. Las estructuras sedimentarias están bien preservadas e
incluyen laminación paralela, estratificación cruzada a pequeña escala,
rizaduras, pliegues de deslizamiento, calcos de carga y estructuras diapíricas.
El espesor se desconoce pero excede los 1000 m.

Edad de las Formaciones Mesozoicas

La mayoría de la evidencia fósil disponible está recopilada en Barrero (1979) y
en Etayo et al. (1982). Las edades varían de Barremiano a Maestrichtiano,
siendo la mayor parte Cretáceo superior.

Las determinaciones radiométricas realizadas en la Formación Volcánica son

generalmente poco confiables debido a su bajo contenido en K2O, pero se han
obtenido dataciones K/Ar de 83 ± 2 y 84 ± 2 m. a. para el Stock de El Tambor
(Plancha 280) (BROOK, 1984), que la intruye y está genéticamente relacionado
a ella (ASPEN & McCOURT, en preparación).

1.2 ROCAS TERCIARIAS

Formación Guachinte Tog. Esta formación fue originalmente definida y

descrita por Orrego et al. (1976) en la Plancha 299, sección del río Guachinte.

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Esta secuencia restringida a H – 12 es esencialmente continental y consiste de

areniscas cuarzosas y areniscas feldespáticas de grano medio a grueso, shales
y ciclotemas con carbones.

La Formación Guachinte es de edad Eoceno superior a Oligoceno (SCHWINN,

1969, KEISER, 1954; DUQUE-CARO, 1984, comunicación escrita). La edad de
Mioceno superior indicada por Orrego et al. (1976) no se admite debido a que la
formación está intruida por el Stock de Pance (Plancha 299) de edad Mioceno
inferior (BROOK, 1984).

En la Plancha se presenta un espesor máximo de 200 m.

Formación Raposo TPr. Esta formación aflora en la llanura Costera del

Pacífico a lo largo del borde occidental de la Cordillera Occidental. La localidad
tipo propuesta se encuentra en el río Raposo y su tributario el río Cacolí.

Litológicamente es la base, son comunes los conglomerados de guijarros y

guijas, pero estos tienden a decrecer hacía el occidente, donde se presenta un
incremento de sedimentos típicos, azules – grisosos, de grano más fino,
incluyendo grawacas, limolitas y lodolitas. Los conglomerados están
compuestos de clastos de diabasas, cherts, dioritas, hornfelsas y filitas, que
fueron derivados de la Cordillera Occidental. La secuencia es en general mal
sorteada e inmadura. Está pobremente litificada y las capas individuales tienen
poca continuidad lateral. Los restos de hojas y madera son comunes y se han
reportado lentes de carbón de 2 – 4 cm.

La formación es esencialmente continental, pero incluye al menos algunos

horizontes marinos (p. ej. en A – 3 y C – 4).

Ya que los conglomerados de la Formación Raposo generalmente contienen

clastos de diorita del Batolito de Anchicayá, datado entre 20 y 18 m. a., se
considera que estos conglomerados no pueden ser más antiguos de Plioceno.
De acuerdo con Nutall (1984, comunicación escrita) aunque las muestras
fosilíferas recolectadas en la quebrada Lucas (C – 4) no contienen especies
diagnosticas, es improbable que la fauna sea más antigua de Neógeno.

Miembro basal de la Formación Raposo TPrb. Este miembro representa una

unidad característica que puede ser trazada fotogeológicamente desde el río
Cacolí (F – 3) hacia el sur hasta el río Concepción (H – 2). En el norte está
compuesto por un conglomerado-brecha de bloques muy grueso, de tamaños
mayores de un metro, mientras que al sur, conglomerados de guijas y guijaros
son más comunes.

Formación Mayorquín TPm. Está formación fue definida en la Plancha 278

(ASPDEN & NIVIA, 1984) y su localidad tipo está localizada en la parte inferior
del río Mayorquín.
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Litológicamente es similar a la Formación Raposo pero contiene fósiles marinos

y está compuesta de grawacas, limolitas y lodotitas. La base de la secuencia
está marcada, localmente por un conglomerado fosilífero, pero en otras partes
el contacto con la Formación Raposo es probablemente gradacional,
presentándose una compleja interdigitación de estratos marinos y continentales
que tienen, por lo tanto, la misma edad. La bioperturbación es común, en
algunos sitios la secuencia es calcárea.

El espesor de las formaciones Raposo y Mayorquín no se conoce.

1.3 DEPÓSITOS CUATERNARIOS

Depósitos Mareales QHa. Están restringidos a A – 1 y consisten de lodos y

limos de mareas.

Manglares Qm. Estos están restringidos a la esquina noroccidental de la

plancha en la zona de influencia de las mareas.

Aluviones Antiguos Qa. Se encuentran localizados al occidente de la plancha,

es probable que incluya depósitos tanto litorales como fluviátiles. Consisten
básicamente en arenas, limos y arcillas con abundantes restos de plantas.

Aluviones Recientes Qal. Se presentan asociados a los ríos principales están

compuestos por guijarros, gravas, arenas, limos y arcillas. En los alrededores
de Pavas (E – 119) los aluviones recientes se diferencian y consisten en limos y
arcillas moteadas rojas a marrones, que probablemente representan depósitos
lacustres.

Coluviones y Derrubios Qd. Están asociados principalmente a el río Dagua

cerca a la Falla Dagua-Calima (C – 9, F – 9). Estos depósitos son de grano y
litológicamente representan la geología local.

Conos aluviales Qca. Se presentan en el río Dagua al sur de Loboguerrero (C

– 10) en el río Bitaco (D – 11) y en B – 4 asociados con el río Zabaletas. Tienen
en general poca estratificación y están compuestos de cantos, guijarros y
gravas con cantidades menores de arenas limos y arcillas. Presentan bases
erosiónales evidentes, y localmente las estructuras internas pueden incluir
gradación, canales y estratificación imbricada. También presentan horizontes de
paleosuelos con caliche.

Terrazas aluviales Qt. Se presentan principalmente en el río Dagua (C – 10) y

en el río Anchicayá al occidente de Aguaclara (E – 3). Están compuestas de
cantos rodados, guijarros, gravas y arenas gravillosas cubiertas localmente por
bolsones de limo y arcilla.

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Derrumbes Qtd. Se presentan dos áreas de derrumbes (en G – 6 y C – 9) y

ambas están asociadas con las fallas principales. Los depósitos están
compuestos de una mezcla caótica de bloques y locales.

Suelos lateríticos Ql. Ocurren esencialmente hacia el oriente de la Falla del río
Bravo y representan el producto de la meteorización in situ de las rocas de la
Formación Volcánica. Los suelos consisten de arcillas limosas y arcillas
marrones rojizas a ocre que reposan ya sea sobre arcilla saprolítica café o
sobre el lecho rocoso. Localmente se pueden encontrar agregados tuberculares
de gibsita. En algunas áreas, como por ejemplo en F – 11, la concentración de
gibsita es suficiente como para clasificar los suelos como bauxitas.

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2. ROCAS INTRUSIVAS

Gabros Kg (Kgz, Kgd, Kgp, kghp). Dentro del área de presentan diferentes
cuerpos de gabro que intruyen a la Formación Volcánica a la cual se cree que
están genéticamente relacionados (ASPDEN & McCOURT en preparación).
Batolito de Anchicayá Tdi (Tdia, Tdig, Tdid, Tdit, Tdip, Tdic, Tdil).
Numeroso stocks de composición intermedia intruyen las rocas cretácicas de la
parte occidental de la Cordillera. Petrográficamente su composición es similar y
por lo tanto se considera que representan la porción superior no erosionada aún
de un batolito único.

Para diferentes plutones las edades radiométricas (Hbl – Bi) K/Ar varían entre
20 ± 1 y 18 ± 1 m. a. (BROOK, 1984).

La andalusita es común en las aureolas de metamorfismo de contacto; también

se presenta biotita y granate. En el Stock del Alto de Anchicayá (H – 5) y el
Stock de Aguaclara (E – 5) ocurren márgenes básicos consistentes
esencialmente en hornblenditas.

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3. GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

El rasgo estructural más prominente dentro de las rocas cretácicas es la

presencia de un complejo sistema regional de fallas interconectadas de
orientación aproximada NE-SW.

Estas fallas aunque están concentradas dentro de la Formación Cisneros, que

en general es una unidad de grano más fino y menor competencia, se
presentan a través de toda la cordillera originando una serie de bloques
romboidales. Las fallas son normales e inversas y el complejo patrón de
fallamiento sugiere que movimientos horizontales de gran escala jugaron un
importante, si no dominante papel en la evolución tectónica de la cordillera.

El rumbo de la estratificación de los ejes de los pliegues y del clivaje

normalmente es paralelo a la dirección de la cordillera, aunque los bloques
individuales limitados por fallas pueden ser paralelos o subparalelos a las fallas
limitantes. Se puede pensar que variaciones locales se deben principalmente a
la presencia de intrusiones en particular a los cuerpos intrusivos del Batolito de
Anchicayá, en el occidente, o a la rotación de los movimientos horizontales
diferenciales a lo largo de las fallas limitantes.

Los buzamientos ocurren generalmente hacia el este y tienden a decrecer hacia

el oeste. Al oeste de la Falla del río Bravo (A – 10, H – 8) las rocas están
localmente intervenidas, buzando en general al este, mientras que entre las
fallas Dagua-Calima los datos estructurales en los afloramientos masivos son
esporádicos, pero algunos horizontes sedimentarios y de lavas almohadilladas
están verticales, o buzando fuertemente hacia el este.

El prominente clivaje laminar de desarrollo primario dentro de la Formación

Cisneros ha sido replegado produciéndose pliegues en “chevron” y pliegues
conjugados, que presentan planos axiales que buzan entre 25º y 45º hacia el
suroeste y están asociados localmente con el desarrollo de un clivaje de
fractura paralelo. Similarmente, los movimientos más jóvenes se asocian con el
desarrollo de un clivaje de fractura paralelo. Estos movimientos más jóvenes se
reflejan por la presencia de un pequeño número de fallas transversales que
cortan algunos de los sistemas de fallas principalmente de sentido NE-SW. Por
ejemplo al norte de Dagua (Eg).

Por esta razón, se pueden reconocer dos periodos principales de deformación.

El primero y más intenso corresponde a la Orogenia Calima del Terciario inferior

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(BARRERO, 1979) que estuvo probablemente dominado por movimientos de

deslizamiento de rumbo; y un evento más joven cuyos efectos continúan hasta
el presente, dominado por movimientos verticales y que comenzó en el
Mioceno. La evidencia disponible indica que la cordillera representa una cuña
imbricada.

Hasta el oeste, en la llanura Costera del Pacifico, los sedimentos pliocenos

presentan muy poca deformación. La secuencia presenta ondulaciones suaves
y en general buzan alejándose de la cordillera hacia el oeste y el noroeste. Se
conoce poco de la estructura de subsuelo pero es probable que se presenten a
profundidad rocas terciarias más antiguas reposando inconformemente sobre el
basamento Cretácico (PÉREZ, 1980).

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4. GEOLOGÍA ECONÓMICA

4.1 MINERALES METÁLICOS

La población local trabaja ampliamente los aluviones auríferos, en general a lo

largo del piedemonte de la cordillera. Las operaciones comerciales en el río
Raposo cesaron en los años 40. El oro está asociado con los diferentes stocks
del Batolito de Anchicayá.

En el río Aguaclarita (E – 4) existen depósitos, potencialmente comerciales, de

manganeso. Esta ocurrencia, que ha sido periódicamente investigada por
diferentes compañías durante los años 60 y 70, consiste de venas de Mn y
cuarzo, probablemente auríferas y sedimentos ricos en Mn.

4.2 MINERALES NO METÁLICOS

Al oriente de Falla de río Bravo ocurren esporádicamente bauxitas originadas

por la meteorización de la Formación Volcánica. Estos depósitos, en el área de
Pavas y Bitaco (F- 11) fueron trabajados en el pasado y pueden tener interés
comercial para el futuro (SIGMUND, 1976).

En algunas localidades (F – 5) ocurren shales grafíticos dentro de la Formación

Cisneros.

De los aluviones del río Dagua se extraen agregados para construcción (A – 3,

A – 5) y localmente en la Formación Cisneros (C – 8, G – 7) se explotan
pizarras que son utilizadas para la decoración de fachadas.

En la Formación Guachinte (H – 12) se presentan carbones que se explotan

sobre bases comerciales.

La llanura Costera forma parte del Geosinclinal de Bolívar que ha sido

activamente explotado para hidrocarburos. Para la plataforma costa afuera al
occidente de la plancha se conocen algunos datos de sísmica y perforaciones
(PÉREZ, 1980).

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5. GEOLOGÍA HISTÓRICA

Las rocas cretácicas de la cordillera Occidental comprenden una secuencia

volcano - (meta) sedimentaria subyacida por materiales de alta densidad que se
cree está representado por corteza oceánica (CASE, et al., 1971, 1973).
Estudios geoquímicos de la Formación Volcánica sugiere que el origen de los
basaltos puede ser un arco de islas o una cuenca oceánica (MILLWARD et al.,
1982, y en imprenta) y se cree que la secuencia volcano-sedimentaria
completa representa un terreno alóctono que fue acrecionado desde el suroeste
al borde continental de Colombia en el Terciario inferior (McCOURT &
ASPDEN, 1984; McCOURT et al., en imprenta). Durante esta acreción, cuya
línea está marcada por el sistema de fallas Cauca-Patía (Planchas 299-280-
261), la secuencia fue deformada y metamorfizada localmente.

La dirección oblicua del movimiento de la placa oceánica con respecto al

margen continental (PILGER, 1983) tuvo como resultado que la secuencia fuera
tajada en una serie de bloques elongados, limitados por fallas, que fueron
apilados al oeste del sistema de fallas del Cauca-Patía formando una cuña
imbricada. El momento exacto de la acreción se desconoce pero es probable
que tuviera lugar durante el Paleoceno. A causa de la continuación de la
oblicuidad del movimiento de la placa oceánica (PILGER, 1983) es probable
que durante el Terciario inferior movimientos dextrales de deslizamiento del
rumbo dominaran la tectónica de la cordillera.

No afloran sedimentos de edad Terciario inferior al occidente de la plancha,

pero hacia el oriente la Formación Guachinte (Tog), de origen esencialmente no
marino se depósito a lo largo del eje proto-graben del Cauca – Patía (Planchas
300-280-299) (McCOURT & ASPDEN, 1984).

Hace aproximadamente 25 m. a. ocurrió un importante cambio reflejado en la

reorientación de las placas suramericanas y oceánicas (PILGER, 1983;
McCOURT et al., en imprenta). El nuevo régimen de subducción fue
esencialmente normal y dio como resultado el plegamiento de las rocas
sedimentarias del Terciario inferior depositadas en el prota-graben del Cauca –
Patía y la iniciación de un ciclo Neógeno de magmatismo que continua hasta el
presente.

El batolito de Anchicayá se emplazó hace aproximadamente 20 m. a. Los

movimientos verticales fueron dominantes y muchos de ellos se sucedieron a lo
largo de antiguas zonas de debilidad dentro de la cordillera. Hacia el final del

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Mioceno se presentó el periodo de mayor levantamiento y durante el Plioceno,

grandes volúmenes de materiales clásticos se depositaron hacia el occidente, al
pie de la emergente cordillera.

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BIBLIOGRAFÍA

ASPDEN, J. A., 1984. The Geology of the Western Cordillera and Pacific Coastal Plain
in Valle del Cauca (Sheets 261, 278, 279, 280 and 299): Ingeominas - Misión
Británica (B.G.S.), Cali, Colombia.

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