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TÍTULO:
CUENTOS PARA CRECER,
EDUCACIÓN EN VALORES A TRAVÉS DE LA LITERATURA.
APELLIDOS/NOMBRE TUTOR:
José Eloy Hortal Muñoz.
Fecha: 26/05/2018
Cuentos para crecer,
Educación en valores a través de la literatura. Soraya Rodríguez Oronoz
“Todas las personas grandes han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan)”.
(De Saint-Exupéry, 1943, p.7)
RESUMEN
El presente Trabajo Fin de Grado nace de la pasión por proporcionar una educación en
valores real, que ayude al individuo a desarrollar sus máximas potencialidades humanas,
a vivir respetando todo aquello que le rodea, y a cuidar y proteger su entorno en su
máxima expresión.
Este proyecto, va dirigido a todos los agentes implicados en la educación desde las
edades más tempranas. En él, se expone la utilidad de la literatura para la transmisión de
valores en la etapa del segundo ciclo de Educación Infantil.
A través de la fantasía, podemos inculcar a los más pequeños unos valores que permitan
una convivencia sana y plena con sus iguales, con el resto de la sociedad y basada en el
respeto hacia todos sus congéneres.
El trabajo se centra en el uso del cuento como herramienta de enseñanza-aprendizaje de
valores reales, es por ello que su título es Cuentos para crecer ya que, pretenden ayudar
al individuo a crecer tanto a nivel psicológico como humano.
Haremos un breve repaso a la importancia del cuento en la etapa de Educación Infantil
para pasar a una propuesta de cuentos de creación propia, que se han elaborado teniendo
presente las características evolutivas de la infancia en el periodo de 3 a 6 años, a fin de
lograr el objetivo de contribuir al desarrollo global del niño, propiciando una educación
en valores que le facilite la interacción con su medio, la felicidad, y el conocimiento, a
través de un recurso motivante para ello como es el cuento.
Este proyecto se podría implementar en el ámbito educativo de modo real, ya que, para
su realización, nos hemos basado en los contenidos insertos en el Real Decreto
1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del
segundo ciclo de Educación infantil y en algunos de los objetivos presentes en el
Decreto 17/2008, de 6 de marzo, del Consejo de Gobierno, por el que se desarrollan
para la Comunidad de Madrid las enseñanzas de la Educación Infantil.
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Cuentos para crecer,
Educación en valores a través de la literatura. Soraya Rodríguez Oronoz
ÍNDICE DE CONTENIDOS
1. INTRODUCCIÓN ........................................................................................................ 4
2. OBJETIVOS ................................................................................................................. 5
3. JUSTIFICACIÓN ......................................................................................................... 6
3.1 Filosofía .................................................................................................................. 6
3.2 Necesidades detectadas ........................................................................................... 6
3.3 Intención educativa del proyecto, principios educativos e influencias de autores de
la Escuela Nueva ........................................................................................................... 7
3.4 Justificación educativa del proyecto ..................................................................... 11
3.5 Destinatarios y finalidad del proyecto ................................................................. 15
4. MARCO NORMATIVO ............................................................................................ 16
5. MARCO TEÓRICO ................................................................................................... 18
5.1 Historia de la Literatura Infantil ........................................................................... 18
5.1.1 Literatura Infantil de la Edad Media al Renacimiento en España .................... 18
5.1.2 Literatura Infantil española en los siglos XVI y XVII ....................................... 20
5.1.3 Producciones extranjeras de Literatura Infantil ............................................... 20
5.1.4 Nacimiento de la Literatura Infantil: El siglo de las luces XVIII ..................... 21
5.1.5 Los primeros periódicos infantiles .................................................................... 21
5.1.6 Literatura Infantil en el siglo XIX...................................................................... 22
5.1.7 Influencias de la Literatura Infantil extranjera ................................................. 22
5.2 Literatura Infantil En La Actualidad ..................................................................... 24
5.2.1 Concepto Literatura Infantil .............................................................................. 24
5.2.2 Tipos de Literatura Infantil................................................................................ 25
5.2.3 La Literatura Infantil y la instrucción ............................................................... 26
5.2.4 Clasificación de la Literatura Infantil ............................................................... 26
5.2.5 Tipos de cuento............................................................................................... 26
5.2.6 El cuento como recurso metodológico............................................................... 28
El poder de los cuentos ........................................................................................... 28
Características de los cuentos apropiados para la etapa infantil .......................... 28
6. EDUCACIÓN EN VALORES ................................................................................... 29
6.1 El educador como modelo y transmisor de valores .............................................. 29
6.2 Los temas transversales en la educación .............................................................. 31
6.3 La literatura como aliada en la educación en valores ......................................... 33
6.4 ¡Cuéntaselo con cuentos!...................................................................................... 33
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Cuentos para crecer,
Educación en valores a través de la literatura. Soraya Rodríguez Oronoz
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Cuentos para crecer,
Educación en valores a través de la literatura. Soraya Rodríguez Oronoz
1. INTRODUCCIÓN
La necesidad de educar en valores, se hace latente en una sociedad tecnocientífica, que
parece estar dejando de lado temas tan importantes como la transmisión de buenas
pautas de comportamiento, de virtudes como el respeto hacia uno mismo y hacia los
demás; independientemente del género, raza o inclusive especie, de la amistad, la
educación para la paz o el respeto hacia el medio ambiente y el patrimonio entre otros.
El cuento se convierte en una herramienta imprescindible para la educación en la
infancia, puesto que de modo lúdico adentra a los niños en un mundo de fantasía del que
adquieren aprendizajes que les marcarán para el resto de su existencia. Es por ello, que
debemos sacarle el máximo partido y utilizarlo para transmitir los aspectos más
relevantes que favorecen la convivencia y la felicidad del propio individuo.
Partes en las que se divide este trabajo:
Marco
Educación en Propuesta
Justificación normativo y
valores educativa
teórico
Evaluación y
Anexos
conclusiones
Este Trabajo Fin de Grado, se inicia contextualizándolo bajo una justificación del
mismo, seguido de un marco normativo, haciendo una pequeña revisión a las leyes
educativas vigentes y pasaremos así al marco teórico. Dentro de este apartado,
expondremos aspectos como: Concepto de Literatura Infantil, los tipos que existen de la
misma, un pequeño debate sobre la Literatura Infantil e instrucción. Así mismo, dentro
del marco teórico, clasificaremos la Literatura Infantil, (haciendo énfasis en los tipos de
cuento) y dedicaremos un subapartado al cuento como recurso metodológico.
Seguidamente, se desarrolla la importancia de la educación en valores en la etapa de
Educación Infantil, así como su presencia en el currículo educativo y la necesidad de
trabajarla adecuadamente dentro de aula.
El punto clave del trabajo se centrará en una propuesta de cuentos educativos en la que
se plasmarán obras de invención propia, encaminadas a incidir en la educación en
valores dentro del segundo ciclo de Educación Infantil, para alumnos y alumnas de tres
a seis años de edad, aunque también pueden ser empleados para el primer ciclo de esta
etapa educativa y para educandos de primaria con sus debidas modificaciones.
Para concluir el Trabajo Fin de Grado, se plasma una evaluación a fin de corroborar que
los temas tratados, se adaptan a las necesidades reales de los niños y que realmente
sirven para trabajar los valores que se pretenden. Finalmente, se muestra una conclusión
personal sobre el proceso de elaboración del presente trabajo, una crítica sobre el
mismo, las fuentes de información y los anexos en los que se incluyen los textos de los
cuentos creados.
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Educación en valores a través de la literatura. Soraya Rodríguez Oronoz
2. OBJETIVOS
El objetivo general que se persigue con la realización de este Trabajo fin de grado es el
que se expone a continuación:
Contribuir a la formación integral de los niños en la etapa educativa del segundo ciclo
de Educación Infantil, propiciando una educación en valores a través del uso del cuento
como herramienta metodológica será el objetivo principal.
Participar
activamente en las Acercar al niño a la
actividades. Literatura Infantil
propiciando la escucha
activa.
Valorar la necesidad
de cuidar el
medioambiente
Mejorar el proceso de
socialización
Adquirir pautas de
comportamiento
adecuadas en relación
con la educación en
valores.
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3. JUSTIFICACIÓN
3.1 Filosofía
Este proyecto surge ante una necesidad vital y social. En la actualidad, se tiende a
sobrevalorar muchos aspectos como la tecnología, la moda o el dinero, dejando de lado
los valores humanos y el respeto a la naturaleza, tanto extrínseca, como intrínseca al
individuo.
El niño, viene al mundo como un ser indefenso, dispuesto a aprender todo aquello, que
nosotros, los adultos, le queramos enseñar. Los niños, al igual que los animales
aprenden por imitación, esto puede resultar una bomba potencial para construir un
mundo mejor o para destruirlo. Y es que, tal como dijo Jean Jacques Rousseau:
“Es bueno todo lo que sale de las manos del creador de la Naturaleza, y todo se
degenera en las manos del hombre”.
(Rousseau, 1966, p.35)
No estipulado
número de horas
Currículo no
Exceso de explícito No
libertad
en su sobre concretados
temas
elección educación en
valores
Orientaciones
insuficientes
para el docente
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Para el desarrollo del presente Trabajo Fin de Grado, hemos seguido principalmente las
ideas pedagógicas aportadas por algunos de los autores de la denominada “Escuela
Nueva” a fin de ajustarnos a las características y necesidades del alumnado en la etapa
educativa de Educación Infantil y poder justificar, desde un punto de vista didáctico, la
propuesta educativa que se pretende llevar a cabo.
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Tanto a nivel teórico como procedimental, al tratar el tema de los valores en el aula a
través de cuentos, no podemos olvidar algunos de los principales principios educativos
que la Escuela Nueva nos ha legado:
Individualización y Centros
Educación
paidocentrismo en la
de interés
naturaleza
Educación
Socialización Coeducación
Civil
Educación
Actividad y Puramente
Globalización
autoeducación Negativa
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La educación debe ser puramente negativa: consiste en no enseñar lo que está bien,
sino sólo evitar que se caiga en el error. Será la fuerza de los acontecimientos lo que le
enseñe al niño lo correcto y lo que no lo es. A través de los cuentos, haremos que los
niños empiecen a plantearse cuestiones éticas y morales con respecto a los personajes de
los mismos y los acontecimientos que suceden, dentro de sus posibilidades.
“La educación primera debe ser meramente negativa. Consiste, no en enseñar la virtud
ni la verdad, sino en preservar de vicios el corazón y de errores el ánimo”.
(Rousseau, 1821, p.97)
Uno de los puntos clave en los que se sustenta este trabajo, es en el pensamiento
Roussoniano de que la moral se fundamenta en la bondad innata del ser humano. La
Naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, la sociedad lo deprava. Es por ello que, a
través de la Literatura Infantil, trataremos de preservar y potenciar la virtud de la
bondad humana.
Respeto a las necesidades, los estilos de aprendizaje y los ritmos de los alumnos en el
proyecto
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Educación
Diseño para de calidad Aprendizaje
Coeducación
todos adaptada a social
cada sujeto
En las actividades se opta por un diseño para todos, ya que se considera que todos los
niños son iguales y a su vez diferentes, comprendiendo que cada uno de ellos tiene sus
propias necesidades y ritmos de aprendizaje. Se ha de proporcionar una educación de
calidad, adaptada a las necesidades de cada sujeto.
Dentro de este proyecto cobra gran relevancia la coeducación, ya que la educación, será
igualitaria para niños y niñas, sin hacer ningún tipo de discriminación por razón de
género.
No hay que olvidar, la importancia del aprendizaje social, puesto que los niños,
aprenden muchas cosas de la imitación, tanto de adultos como de sus compañeros
(aprendizaje vicario). Las actividades planteadas, abogan por la socialización de los
individuos. Todas, se realizan en pequeño o gran grupo, lo cual, facilita este aspecto.
También cabe mencionar, el trabajo que se realiza con los niños, para que respeten
normas básicas de convivencia y relación social, como el respeto de turnos de palabra.
Maestro/a
Papel mediador
del aprendizaje
Optamos por una figura del maestro como mediador del aprendizaje, esto quiere decir,
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que, facilita “andamios” para que construyan por sí mismos su aprendizaje, siguiendo
una metodología constructivista.
Para ello, el educador, según la teoría Vigotskiana, parte de la zona de desarrollo real de
cada niño, que es, lo que puede hacer y hace, situándose en la zona de desarrollo
próximo, estimulando a cada niño, de forma adecuada para llegar a la zona de desarrollo
potencial.
El niño y la niña aprenden haciendo y jugando, por lo que el eje metodológico será el
jugo. Siguiendo el principio Roussoniano de Educación en libertad. En este programa,
la educación, no se impone en ningún momento, se basa en la experiencia, en las
vivencias del niño, que marcarán su propio aprendizaje. Se seguirá una metodología
activa y participativa en todo momento.
Al comenzar a contar los cuentos, el educador, tendrá en cuenta las características del
grupo y el nivel de desarrollo evolutivo en que están los niños.
Coordinación educativa entre el profesorado del proyecto y las familias de los alumnos
El trabajo con las familias y/o con la entidad educativa de los niños, es también
fundamental. Para llevar a cabo la actividad educadora en el aula, será precisa la
coordinación con las familias para conocer datos relevantes sobre los niños, como
gustos, intereses, miedos, fobias... y se harán las adaptaciones necesarias en los cuentos.
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El proyecto está enfocado para trabajar con los alumnos de la Etapa de Educación
Infantil, concretamente, en el segundo ciclo, en el nivel 5-6 años. No obstante, con las
modificaciones oportunas puede llevarse a cabo en niveles inferiores del segundo ciclo,
e incluso en el primer ciclo de Educación Infantil. Podemos considerarlo pues, un
recurso para el aprendizaje de valores en el aula en toda la etapa educativa de Infantil.
La finalidad de este proyecto, es, como hemos citado en apartados anteriores: valorar y
emplear el cuento como herramienta imprescindible en la transmisión de valores que
fomenten el desarrollo de valores positivos, como la protección al medio ambiente, el
cuidado de los más necesitados, la amistad y también el aprendizaje de aspectos
intrínsecamente ligados a la condición humana como la muerte, que en muchas
ocasiones se postergan hasta la edad adulta y que sin lugar a dudas no benefician en
modo alguno a los educandos.
Nos adentramos de este modo, en una educación verdaderamente humana; en una
formación íntegra que consiga sacar lo mejor de cada individuo y, por ende, para la
humanidad.
Gracias a los conocimientos adquiridos a lo largo del grado y a los valores transmitidos
por los maestros de la Universidad Rey Juan Carlos, podemos afirmar la siguiente frase:
“Si tan solo pudiese abrir los ojos de una persona, y que no se cerrasen nuevamente,
habría cumplido el propósito de mi vida”.
(Soraya R. Oronoz, 2018)
¿Cómo sería el mundo si nos centrásemos en formar a los alumnos siguiendo su bondad
innata, transmitiéndoles valores positivos y sembrando en ellos la semilla de la virtud?
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4. MARCO NORMATIVO
En este apartado se indica la normativa vigente en Educación Infantil que regula la
intervención del maestro en el aula, ya que este proyecto puede ser empleado tanto en
educación formal como no formal. Se ha tenido muy en cuenta la educación transversal
a la que se alude a lo largo del Currículo Oficial de Educación Infantil para el desarrollo
del proyecto con el objetivo de poder llevarlo a la práctica en un entorno educativo real.
Del mismo modo, se ha consultado la Constitución Española en cuanto a Educación en
valores se refiere.
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5. MARCO TEÓRICO
5.1 Historia de la Literatura Infantil
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Los niños, eran educados con lecturas diarias, cartillas, catecismos y catones que
recibían el nombre de Christus debido a que era la primera palabra impresa en estas
obras. Las fábulas de Esopo, eran una lectura obligada en la época. La literatura siempre
ha constituido un medio esencial para la enseñanza y el esparcimiento personal y es que,
a través de ella no sólo se aprende a leer y a escribir, si no que permite desarrollar la
imaginación, adquirir vocabulario, nociones imprescindibles para vivir en sociedad y es
el modo idóneo de hacer llegar los valores más aceptados a los lectores, he aquí el
motivo de este Trabajo Fin de Grado: emplear la literatura como herramienta
imprescindible en la transmisión de la ética y la educación en valores real, ligada a las
necesidades humanas y sin la cual no es posible la evolución de nuestra especie.
Bravo Villasante, C. Historia de la Literatura Infantil española, p.27. Dos grabados en madera del
Isopete historiado, que ilustran las fábulas de “La raposa y las uvas” y “La comadreja vieja y el mur”.
Resulta innegable afirmar que los inicios de la Literatura Infantil estuvieron ligados a la
pedagogía. Los abecedarios, las cartillas y los catecismos fueron los primeros libros
editados para la infancia. En muchos aspectos, La historia del invencible Don Polindo,
Sergas de Esplandían, entre otros, fueron ya obras aptas para la infancia. Los libros
didácticos como las Cartillas y Catones para enseñar a leer y la doctrina cristiana, junto
con los libros de caballería, de hazañas y los fabularios, romances y coplas empezaron
entonces a caer en manos de los niños y de este modo, se inició el maravilloso mundo
de la Literatura Infantil.
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Del mismo modo que no todo lo escrito para niños puede considerarse Literatura
Infantil, lo que no está escrito específicamente para este público puede llegar a
convertirse en ella si los niños se apropian de los títulos tal como sugiere Villasante, de
esta manera, libros no escritos para los más pequeños pasaron a formar parte de sus
ejemplares preferidos como ocurriría más tarde con Robinson Crusoe y Gulliver.
En esta época aparece Rodrigo Caro, padre del folklore infantil que escribió Días
geniales o lúdricos, obra en la que aparecen juegos de niños y el origen de los mismos,
así como de las nanas y las cantinelas. Es en los siglos XVI y XVII cuando cobran
fuerza las retahílas, y la poesía tradicional. Gran parte del folklore infantil lo recogió
Alonso de Ledesma (1562-1623) en su obra Juegos de Nochebuenas a lo divino.
La lírica de Lope de Vega puede ser considerada en gran parte como escrita para niños
ya que usa versos sencillos que facilitan la comprensión por parte de los niños, en su
libro Los Pastores de Belén, Lope especifica que lo escribió para su hijo.
Aún en el siglo XVII no se puede hablar propiamente de Literatura Infantil ya que lo
único expresamente creado para los niños eran las cartillas, abecedarios, tratados
pedagógicos y otras publicaciones destinadas a la didáctica. Probablemente, el niño
ojearía libros como el Quijote en esta época.
En el año 1657 se publica Orbis Pisctus de Amos Comenius con hermosas imágenes. Es
en esta época cuando se edita también los Contes de fées o Histories ou contes du temps
passé avec des moralités, más conocidos como los Cuentos de Perrault, que marcaron
un hito histórico dentro de la Literatura Infantil aún no considerada como tal, aunque el
autor en un principio no lo escribió para este tipo de público, los niños se apoderarían de
estos cuentos tan famosos hoy día como La historia de Piel de Asno, Pulgarcito, El gato
con Botas, Caperucita Roja o La Cenicienta. Es de destacar que Perrault añadió una
moraleja al final de cada cuento, aspecto de gran relevancia en el empleo de este género
literario para educar en valores.
En el siglo XVIII aparece Rousseau, autor ilustrado que revolucionó la enseñanza bajo
la creencia de que el ser humano es bueno por naturaleza y que es la sociedad la
encargada de corromperlo; Idea clave para el desarrollo de este Trabajo Fin de Grado
enfocado a lograr educar a los niños en su bondad innata. Rousseau creó El Emilio¸ un
manual práctico de educación a partir del cual surgieron muchos otros manuales
educativos.
En esta época es habitual la lectura de Las Fábulas de La Fontaine, el Telémaco, de
Fenelón y otras obras como El almacén de los niños de Leprince de Beaumont (1711-
1780) que recoge enseñanzas de historia, física y geografía acompañadas de cuentos.
Armand Barquín (1749-1791) fue un autor que escribió mucho para niños con obras
como El amigo de los niños (1782) o La moral universal de la infancia.
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En el año 1750 en Inglaterra, John Newberry abrió una librería juvenil donde se podían
adquirir fábulas, poemas, nanas y algún cuento. Este hombre, también editó unos años
antes, en 1744 el primer libro ilustrado para niños: Little Pretty Pocket Book a los que
seguirían muchos otros títulos destinados a este público. En esta época en Inglaterra se
publicaron Robinson Crusoe de Daniel Defoe y los Trabajos de Gulliver de Jonathan
Swift tan relevantes dentro de la Literatura Infantil.
Es en el siglo XVIII cuando aparecen títulos más apropiados para la infancia. Los
nobles ilustrados y los ministros encargaron a los escritores obras destinadas a los niños.
De este modo, Tomás de Iriarte escribió unas Fábulas literarias acabadas en moraleja y
cuyos personajes eran animales y dos manuales de geografía e historia. Samaniego
también escribió unas maravillosas fábulas adaptadas a la psicología infantil.
El primer periódico infantil fue publicado en Inglaterra por Newberry, se llamaba The
Lilliputian Magazine (1751-2752) y progresivamente la prensa infantil fue viendo la luz
en Alemania, Francia y España. En 1798 se publicó en España el primer periódico
infantil bajo el nombre Gazeta de los niños o principios generales de moral, ciencias y
artes, acomodados a la inteligencia de la primera edad, por Josep y D. Bernabé Canga
Argüelles; naciendo así un modo de transmitir la moral de la sociedad del momento a
los más pequeños y por ende una vez más, empleando la literatura para educar en
valores entre otros aspectos. En el anexo 8, se puede ver una portada de este periódico.
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Fernán Caballero, seudónimo de la autora Cecilia Böhl de Faber fue una de las primeras
escritoras en preocuparse por la Literatura Infantil pero con una tendencia tal vez
demasiado moralizadora y didáctica. Fernán Caballero, al igual que los hermanos
Grimm en Alemania, realizó una tarea de recopilación de cuentos españoles de la
tradición oral y del mismo modo escribía en el periódico La educación Pintoresca junto
con otros autores como Antonio Trueba. La prensa infantil en estos años tuvo un gran
auge con títulos como El museo de la infancia, La Aurora, La Juventud o El Amigo de
las Familias. Cabe también señalar a la autora Joaquina García Balmaseda que escribió
obras para niños como La madre de familia y Memorias de una niña, en el periódico
infantil La Aurora de la Vida.
La revista infantil Los niños, dirigida por Frontaura tuvo una enorme difusión y en ella
colaboraban personalidades tan destacadas como Trueba, Hartzenbusch, Campoamor,
José Zorrilla y Gertrudis Gómez de Avellaneda. Poco a poco vemos como la figura del
niño como destinatario de la literatura se va haciendo más potente.
Con el paso del tiempo, las producciones literarias destinadas al público infantil y
juvenil se multiplicaron y resultaba más sencillo adquirir cuentos, revistas, periódicos e
incluso poesía enfocada a estas edades.
Durante el siglo XIX hubo una enorme difusión de aleluyas tanto para adultos como
para niños quedando muy patente su vinculación a los periódicos infantiles. Hacia el
año 1866 aparecieron obras maestras de la Literatura Infantil como Cuentos Morales de
Sinués, La religión demostrada al alcance de los niños de Jaime Balmes (1810-1849).
El autor de Los amantes de Teruel, escribió también para niños; un tomo de Cuentos y
fábulas y otro de Cuentos y teatro infantil.
Las fábulas de Hartzenbusch también son dignas de mención dentro de la literatura
escrita para niños, además este autor escribió también obras de teatro de magia, como
Los polvos de la madre Celestina y se puede considerar que él fue quien inaguró el
género teatral infantil. Otros grandes autores como Luis de Coloma, Andersen o Lewis
Carrol pasarían a la historia por sus textos para niños.
En otros países de Europa también aparecen grandes escritores afanados en escribir para
niños. En el año 1812, los hermanos Grimm, publican en Alemania una colección de
Cuentos para Niños en los que aparecen personajes que aún hoy en día perduran en el
mundo infantil como Blancanieves y los siete enanitos, etc.
La Cenicienta y Caperucita de los cuentos de Perrault publicados cien años antes en
Francia se traducen en España y van apareciendo en los periódicos infantiles. También
se empiezan a difundir cuentos fantásticos de Hoffmann como El Cascanueces. En
Dinamarca destaca Hans Christian Andersen, autor de El soldadito de plomo, La
Sirenita, El patito feo y La reina de la nieve que llegaron también a España y que
incluso hoy día sigue en auge para el público infantil.
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El editor Saturnino Calleja, funda su casa editorial en 1876, recogiendo los cuentos
clásicos de Perrault, Grimm, Andersen y otros divulgando títulos como Las mil y una
noches, Los Viajes de Gulliver, las aventuras de Robinson Crusoe, alternándose relatos
morales, con humor, miedo y otras emociones.
Leopoldo Alas “Clarín” escribió gran cantidad de cuentos, al igual que Benito Pérez
Galdós, por lo que queda latente que este género literario si así podemos denominarlo
ya que existe gran controversia al respecto, cuenta con autores de gran renombre y que
escribir para niños no es sinónimo de caer en simpleza y facilidad como muchos puedan
pensar.
Podríamos mencionar infinidad de autores y títulos que han marcado la vida de millones
de personas con sus obras para niños o que no escribieron pensando en ese público pero
este, se apropió de ellas. La calidad poética que Juan Ramón Jiménez plasma en Platero
y yo o en su Antología para niños y adolescentes debería servir de argumento más que
válido para afirmar que dentro de la poesía, cuentos, revistas etc. Escritas para niños
requieren de un trabajo cuidado y que pueden considerarse auténticas obras de arte. El
cancionero de Unamuno.
Pinocho, Las Aventuras maravillosas de Pipo y Pipa de Bartolozzi, fundador del Guiñol
y otras obras marcan el inicio de un nuevo concepto de cuento infantil.
La autora Carmen Conde, viene a decir que los recuerdos de la infancia constituyen la
Literatura Infantil y que por tanto, a veces es más para mayores que para niños,
radicando aquí la dificultad de escribir para niños, a esto, queremos añadir la idea de
que, “Los cuentos sirven para dormir a los niños y para despertar a los adultos” (Bucay,
2002) y es que, a través de ellos podemos tanto inducir al sueño, como fomentar una
cultura basada en el respeto, en la empatía y la humanidad que parece perderse en
ocasiones tras el consumismo y el egocentrismo que cada vez se amplía más a la edad
adulta.
Desde 1963 la Literatura Infantil y juvenil en España no ha parado de florecer con
nueva series, títulos y autores. Ana María Matute, Rafael Morales, Carola Soler o Gloria
Fuertes entre otros autores hacen que lo escrito para niños tenga cada vez más
relevancia.
Las naciones son cada vez más conocedoras de la necesidad de educar desde las edades
más tempranas y ven en la literatura una clara aliada para la formación de los pequeños
y no tan pequeños, cayendo en el peligro del didactismo. Si el escritor crea para
transmitir valores sociales positivos reales, centrándose en las necesidades e intereses de
los niños y sin perder de vista el componente lúdico, detrás de cada libro encontraremos
una llave mágica para crear una sociedad mejor.
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La Literatura Infantil como género literario es algo muy global y poco concreto. En la
actualidad, muchas personas piensan que todo el que escribe para niños está creando
Literatura Infantil, pero la realidad, es que se requiere de una limitación adecuada para
hablar propiamente de este género garantizando una calidad en las obras y dirigiéndose
a las necesidades del público que la consume.
“La Literatura Infantil ha de ser como un juguete, un juego más que divierta y deleite”.
( Villasante, 1969, p.9)
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para comprender en estas edades como puede ser El Principito de Antoine de Saint-
Exupéry.
En la actualidad, tal como refiere el autor Juan Cervera Borrás (1900), hay una
tendencia a considerar Literatura Infantil a todas las producciones que tienen como
vehículo la palabra con un toque artístico o creativo y como receptor al niño.
Por otra parte, cada vez se habla más del “doble destinatario” de este tipo de literatura y
es que, abundan las obras que aparentemente van dirigidas al público infantil o juvenil
pero que apasionan a los adultos. Por ejemplo, Platero y yo o el ya mencionado
Principito tienen gran popularidad entre todos los públicos por lo que resulta
complicado encasillar a estas obras como literatura exclusivamente infantil.
Michael Ende, cree que no hay temas infantiles y temas adultos, sino “distintas maneras
de contar” (citado por TAMES).
Como se puede observar, resulta complejo llegar a una definición consensuada de la
Literatura Infantil. Perriconi (1983) la define como “acto de comunicación, de carácter
estético, entre un receptor niño y un emisor adulto, que tiene como objetivo la
sensibilización del primero y como medio la capacidad creadora y lúdica del lenguaje, y
debe responder a las exigencias y necesidades de los lectores”.
Tejada (1986) piensa, que la Literatura Infantil es aquella en la que lo fundamental
dentro de la obra es el lenguaje y la calidad. Por ello, el escritor debe crear una obra
adecuada a sus lectores, independientemente de su edad y conocimientos.
Tras analizar las concepciones de diversos autores sobre la Literatura Infantil, queda
latente que el debate continúa abierto, y, la definición de la misma resulta muy
discutible.
Según sostiene Juan Cervera Borrás (1984) podemos hablar de tres tipos de Literatura
Infantil en función de su proceso creador:
1. literatura ganada: incluye producciones que no fueron creadas en un principio para
los infantes, pero que con el tiempo, fueron destinadas a los niños, ya sea con una
adaptación previa o sin ella. Aquí se incluyen los cuentos tradicionales, el sector
folclórico de la Literatura Infantil, romances, canciones y ciertas novelas infantiles.
2. la literatura creada para los niños: es la que tiene ya como destinatarios específicos
a los niños.
3. la literatura instrumentalizada: libros que se suelen emplear para Educación
prescolar, suelen tener un protagonista común que pasa por distintos escenarios y
situaciones, o aquellos que se crean para complementar otras asignaturas. En este tipo
de obras, lo que predomina es la intención didáctica y no la creatividad ni la literatura
en sí misma.
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Educación en valores a través de la literatura. Soraya Rodríguez Oronoz
Merlo, (1975), rechaza que las obras infantiles “deban servir para instruir, educar o
moralizar”. Ni tampoco que deban funcionar para mejorar el aprendizaje de la
lectoescritura. “La Literatura Infantil, tal como la concebimos, no es literatura
didáctica”. Y al defender «la independencia de la Literatura Infantil dentro del ámbito
de la literatura contemporánea», este autor, concibe la Literatura Infantil como creada
para el disfrute de los más pequeños y no para la instrucción por parte de los adultos.
El tema de la Literatura Infantil y la instrucción puede llegar a ser muy controvertido,
puesto que puede considerarse un arma de doble filo con la que no se debería jugar. La
literatura enfocada para las edades más tempranas, debe dirigirse a las necesidades
reales de los niños y no a las impuestas por el mundo adulto tal como viene a decir el
autor Juan Carlos Merlo.
A los interesados en la Educación Infantil, debería preocuparnos el inminente auge de la
literatura instrumentalizada en detrimento de la creada esencialmente para los niños. En
esta instrumentalización, pueden aparecer todo tipo de manipulaciones ideológicas. Es
necesario que el profesional de la educación, reflexione sobre la calidad de los
contenidos de las obras a tratar con sus alumnos.
Poesía.
Teatro.
Narrativa.
No se desarrollará este punto, puesto que el grueso del trabajo se centra exclusivamente
en el cuento como herramienta de transmisión de valores.
1
Clasificación obtenida de Lleixa Arribas, T., Antón Rosera, M., Candela García, F., et al: La Educación
Infantil 0-6 años, Barcelona, Paidotribo, Vo.l.
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Rebecca Isbell y Shirley C. Raines, autoras el libro El arte de contar cuentos a los
niños, afirman que los cuentos ofrecen muchas posibilidades y que, un cuento bien
contado (valga la redundancia) puede inspirar acción; potenciar la capacidad de
percepción, ampliar conocimientos, o proporcionar diversión. Los cuentos ayudan a los
niños a comprender el mundo y el modo en que se relaciona la gente en él. Además,
favorecen la comprensión de su estructura narrativa y pueden animar a los niños a
explorar diversos géneros literarios y a convertirse ellos mismos en los narradores,
lectores o inclusive en un futuro, por qué no, en escritores.
Rebecca Isbell y Shirley C. Raines, en su libro El arte de contar cuentos a los niños
proponen las siguientes:
- Argumento fácil de seguir.
- Palabras y expresiones reiterativas.
- Sucesos previsibles y acumulativos.
- Aventuras y acción.
- Incidentes divertidos.
- Situaciones interesantes y entretenidas.
- Final emocionante con conclusión apropiada.
- Moraleja o mensaje fácil de comprender.
Estas autoras, hacen especial hincapié en la importancia del mensaje o moraleja del
cuento y es que, los niños absorben el conocimiento como si de esponjas se tratase, por
esto, debemos adecuar los contenidos de los mismos para fomentar una educación en
valores que ayude a cada individuo a ser la mejor versión de sí mismo y así, construir
un mundo mejor para todos. Sin caer por ello en una mera instrumentalización del
recurso.
Los cuentos reportan placer, tanto a quienes lo escuchan, como a los que lo leen y
permanecen en nuestros recuerdos mucho más tiempo de lo que podemos imaginar,
podemos decir que son un regalo para toda la vida, de los que se recuerdan no solo sus
moralejas, sino el clima de afecto y cariño que traslada a un mundo de paz y
tranquilidad al que siempre se desea regresar.
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6. EDUCACIÓN EN VALORES
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Rafael Yus, en su obra Temas transversales: Hacia una nueva escuela2, señala los
elementos comunes en el análisis cultural de los temas transversales según Celorio
(1992). A continuación, y basándonos en estos datos, hacemos un somero resumen de
los mismos:
• Se impugna un modelo global que se rechaza por ser insolidario y reproductor de
injusticias sociales.
• Destacan la importancia de introducir toda esta problemática en la escuela como
enfoque orientador crítico y dinámico.
• Proponen una renovación de los sistemas de enseñanza-aprendizaje que, desde la
reflexión crítica permita pasar a la comprensión y a la acción.
• La educación en valores plasma planteamientos de problemas esenciales, para
reconocer el conflicto y emplearlo para educar desde él.
• Pretenden romper con las visiones dominantes, que reproducen injusticias y
desigualdades.
• Necesidad de conseguir aulas cooperativas y participativas.
2
Información obtenida de “Yus Rafael, Temas transversales: Hacia una nueva escuela, Barcelona, Grao,
1996, pp.3-4).
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Queda latente, que tal como dice el profesor Rafael Yus, el Estado, no llega a detallar
qué tipos de enseñanzas transversales han de ser abordadas en los centros, sino que éstas
se deja cierta laxitud a la Comunidad Educativa para seleccionarlas y priorizarlas.
El Equip Contrapunt (1994) afirma que los temas transversales pueden convertirse en
los más valiosos aliados para efectuar el acercamiento desde la institución escolar a los
temas significativos del mundo actual.
González Lucini (1994), tal como recoge Rafael Yus en su libro Temas transversales:
Hacia una nueva escuela, destaca los siguientes principios pedagógicos que se deberían
seguir en la educación en temas transversales:
• La escuela necesita abrirse a la vida, dejarse penetrar por ella, empaparse de su
realidad y fundamentar toda su acción en esa realidad cotidiana.
• La escuela necesita romper el distanciamiento entre los contenidos de las áreas y los
que el alumnado percibe y adquiere a través de su experiencia diaria, en contacto con la
realidad. Ambos contenidos deben fundirse.
• La escuela debe adoptar una actitud crítica y constructiva en cuanto a los valores
éticos fundamentales, ayudando al alumnado a adquirir una actitud moral, de ruptura
ante lo establecido que no nos gusta y la creación e invención de lo que está por
establecer, con arreglo a un proyecto de vida, individual y colectivo, más hermoso y
digno.
• En la escuela tiene que hacerse posible la unión entre aprender a aprender y aprender a
vivir, incidiendo en todos los ámbitos del desarrollo.
3
Información obtenida a partir de la obra: Yus Rafael, Temas transversales: Hacia una nueva escuela,
Barcelona, Grao, 1996, pp.5-7.
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González Lucini (1993), apuesta por una escuela nueva en la que se prime un proyecto
de humanización escolar, un reto para el personal docente y para el alumnado.
En España, cada comunidad autónoma presenta una serie de temas transversales que, se
recogen en el Currículo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte:
Educación
Cada Comunidad Autónoma pone más énfasis en unos temas u otros, pudiendo ampliar
los mismos en función del ideario del centro, siempre partiendo del punto de vista
democrático.
La educación moral y cívica supone un gran debate, puesto que se enfrentan las ideas
del catolicismo con la moral laica, propia de la sociedad democrática y aconfesional que
el país pretende.
Muchos autores, critican ciertos aspectos de la disposición de estos temas transversales
en la normativa educativa. Bolívar (1992), critica que los objetivos de etapa e incluso
los de área tienen una importante carga de valores morales y prosociales, pero que luego
no aparecen concretados en contenidos específicos y, que, acaban por desaparecer en los
criterios de evaluación.
Otano y Sierra (1994), tal como refleja Rafael Yus en el primer capítulo de su obra
Temas transversales: Hacia una nueva educación, publicada por la Editorial Graó en
Barcelona en 1998, resaltan dos importantes incongruencias en la formulación de los
temas transversales:
• La inexistencia de un criterio coherente en el Decreto de Enseñanzas Mínimas.
• Si la elección de los contenidos prescriptivos se ha fundamentado en lo disciplinar, no
podría negarse que el eje socioeducativo tuviera un mayor peso en el proceso didáctico.
Gran cantidad de profesionales de la enseñanza, se plantean dudas acerca de lo que
realmente es la transversalidad y cómo puede ser llevada a cabo en el aula día a día.
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A los niños les encantan los cuentos, debemos aprovechar esto, para transmitirles de un
modo ameno y lúdico aquello que les hará crecer queriéndose a sí mismos, a los demás
y a todo aquello que les rodea pero, sobre todo, respetando.
A continuación, se pueden ver algunos cuentos que he ido creando para trabajar los
valores empezando por supuesto por fomentar una autoestima positiva y ajustada en los
alumnos que les permita abrirse a un mundo de emociones.
Los cuentos, se clasifican en 7 tipos, en función de los valores fundamentales que
permiten trabajar con ellos, de cada modalidad aparece uno o varios ejemplos de
cuentos:
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7. PROPUESTA EDUCATIVA
A continuación se plasma una pequeña muestra de cuentos de elaboración propia que
pueden ser empleados en el aula dentro del programa de Educación Transversal del
centro educativo. Los cuentos están pensados para trabajar valores en cualquier edad,
pero basándonos en criterios vinculados al desarrollo cognitivo y socio-afectivo de los
niños en Educación Infantil, consideramos más adecuado emplear el proyecto en el
nivel 5-6 años.
La propuesta recoge quince cuentos para trabajar valores en el aula durante un curso
escolar, dedicando una sesión de una hora y quince minutos cada dos semanas
aproximadamente en la que se dedicará 15-20 minutos a la lectura y comprensión del
cuento fomentando la participación activa de los alumnos. Posteriormente se podrán
realizar actividades de refuerzo de lo aprendido como manualidades, talleres de creación
literaria conjunta con el maestro o maestra, debates en la asamblea, etc. El momento
ideal de trabajar el proyecto será antes del recreo ya que de realizarlo con posterioridad
es posible que estén menos atentos y surjan más distracciones.
El orden de los cuentos a trabajar será decisión del maestro o de la maestra, no obstante,
conviene empezar con los enfocados a reforzar la autoestima y el autoconcepto, ya que
son clave en el desarrollo correcto de la empatía y en el inicio de la moral del individuo.
Durante el periodo de prácticas de cuarto curso de grado en Educación Infantil, se llevó
a cabo una experiencia piloto para comprobar la viabilidad del uso de estos cuentos en
el aula de tres años y su efectividad. Se seleccionaron los cuentos más apropiados a su
nivel evolutivo y a sus intereses, resultando un auténtico éxito tanto a nivel motivador
como en la comprensión y seguimiento de los mismos.
Pinchando en el nombre del cuento se puede leer el texto de cada uno de los propuestos.
Resumen Una elefanta rosa desea cambiar su imagen. Envidia la delgadez, las
manchas y el largo cuello de las jirafas e intenta hacer peripecias
para convertirse en una hasta que un día, se ve reflejada en el agua y
aprende a valorarse y a quererse.
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Educación en valores a través de la literatura. Soraya Rodríguez Oronoz
Resumen Un pequeño elefante llamado Nico está ansioso por conocer el circo
pero, una vez que va de excursión a él y ve que los animales que
están allí no parecen felices, se plantea si no sería mejor un circo sin
animales en el que todos los que actuasen fuese por voluntad propia.
Palabras clave Respeto por los animales, empatía, circos sin animales tristes.
Justificación Los animales no son “cosas”, son individuos que deben ser
pedagógica respetados y tenidos en cuenta como seres sintientes que son y no
deberían emplearse para el ocio humano si eso les perjudica.
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Justificación Fomentar el respeto por los animales debe ser algo que forme parte
pedagógica de una educación basada en la empatía y qué mejor que hacerlo con
un animal tan cercano a los niños y niñas como las hormigas.
Resumen Nadia es una niña que quiere que le regalen una pecera pero cuando
al fin tiene una, se da cuenta de que los peces no están felices allí
porque no tienen casi espacio para nadar, entonces, decide
liberarlos.
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Resumen El bosque está enfermo porque los humanos están talando los
árboles y contaminando el entorno. Los animales y los duendes que
en él viven, deciden pedir ayuda al “Rey de los humanos”
escribiendo una carta, los humanos y humanas responden a la carta
reduciendo, reutilizando y reciclando, de este modo, consiguen que
el bosque deje de estar enfermo y todos puedan vivir felices en él.
Resumen Los animales del bosque, han observado que su entorno está muy
sucio y por ello, están tristes. Descubren que la suciedad deriva de
una cosa llamada “huella ecológica”, uno de los animales les explica
de qué se trata y posteriormente, aprenden como reducirla para tener
un planeta más cuidado, en el que poder vivir muchos años.
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Resumen Una niña que vive con su familia ve como su padre está cada vez
más cansado. El padre le cuenta un secreto antes de fallecer que le
ayuda a comprender que aunque ya no pueda estar con ella,
siempre estará cuidándola y velando por ella desde la Luna.
Resumen Sansón es un oso que decide dejar de comer animales, con este
cuento se introduce la noción de veganismo sin necesidad de
adoctrinar.
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Resumen Negrita es una oveja que se siente diferente a las demás pero, con
ayuda de sus amigas ovejas comprende que todas y cada una de
ellas son distintas, se acaba aceptando a sí misma y aprende a
valorar las diferencias de todas sus compañeras como algo
positivo.
Resumen Un pequeño cuento en forma de poema para que los niños vean
que Juana es una niña alegre y responsable dejando atrás prejuicios
sociales acerca de la etnia gitana.
Justificación Dentro de la sociedad hay distintas culturas que los niños deben
didáctica aprender a respetar sin discriminar por ello a ninguna persona.
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Educación en valores a través de la literatura. Soraya Rodríguez Oronoz
Resumen Alba es una gatita a la que rescataron, es una gatita muy especial y
es que no sabe ronronear como suelen hacer todos los gatos, al
principio, su compañera humana se preocupa por ello pero al final
comprende que Alba es un ser único como lo son todos los seres
que pueblan el Planeta y que ella no ronronea para demostrar sus
emociones, si no que para ello, emplea su mirada.
Resumen Martina es una niña que siempre soñó con dedicarse de modo
profesional a la mecánica de coches. Tras superar distintos
problemas, consigue ser mecánico y ve como tanto niños como
niñas pueden convertirse en lo que ellos quieran sin importar su
género.
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Existen numerosas propuestas en el mercado que pueden servir de ayuda para trabajar la
educación en valores, entre ellas, destacan títulos como Fábulas morales de Félix
María Samaniego, una auténtica obra de arte para tratar distintos temas morales en el
aula con los alumnos; sin ir más lejos, se pueden mencionar sus poemas El pájaro
herido de una flecha, Los dos amigos y el oso, o El asno y el cochino, con una calidad
más que reseñable y una moraleja directa y clara de comprender y utilizar con el
alumnado del segundo ciclo de Educación Infantil.
Otros títulos como El Perro que no sabía ladrar de Gloria Fuertes, Rescate animal de
Patrick George o Carrera de zapatillas de Alejandra Bernardis Alcain, para tratar el
valor de la amistad, “Las flechas del guerrero” del autor Pedro Pablo Sacristán que trata
el tema de la educación para la paz, Laura cambia de ciudad de la escritora Antoñita
Valle Rodríguez, que habla sobre el valor de ser diferentes y de respetar a los demás o
El oso Santillín de la autora argentina María Álvarez, que muestra a los pequeños el
valor de respetar la naturaleza, son algunas apuestas seguras que deleitarán a los niños y
a las niñas a la par que les ayudan a ir comprendiendo normas de conducta adecuadas
para una convivencia plena en sociedad.
El educador debe seleccionar los textos en función de lo que quiera trabajar con los
niños y niñas, es muy adecuado observar primero las necesidades del grupo, los roles de
los pequeños y comenzar por los valores más cercanos a sus intereses para facilitar su
interiorización. Ya sea creando sus propios cuentos o poemas, empleando títulos ya
editados o modificando estos últimos, no cabe duda de que la literatura es una gran
aliada para iniciar y mantener la educación en valores.
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Educación en valores a través de la literatura. Soraya Rodríguez Oronoz
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La maestra o el maestro, a lo largo del curso escolar, mediante una evaluación continua
y sistemática observará si los alumnos, gracias al trabajo en valores a través de la
literatura, logran alcanzar los siguientes ítems.
Muestra un autoconcepto
ajustado en cuanto a sus
capacidades y posibilidades de
acción.
Lo adecuado sería cumplimentar esta tabla antes del comienzo del proyecto, durante el
mismo y al finalizarlo para ver su efectividad.
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Se centra en los
intereses del grupo.
Capta la atención
de los alumnos y
alumnas.
Es aceptada por la
comunidad
educativa.
Se trabajan los
valores de los
cuentos dentro del
recinto educativo.
Se propicia el
ambiente apropiado
de aprendizaje
durante la lectura
de los cuentos.
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9. CONCLUSIONES
Este Trabajo Fin de Grado es el inicio de un arduo pero bonito trabajo encaminado a
lograr una educación en valores real, en la que emplear el cuento como principal
estrategia metodológica. Por ello, tiene un carácter no sólo teórico sino también práctico
para que no quede en un mero documento en el que se ha invertido tiempo y esfuerzo.
Hay que ser conscientes de la posibilidad de mejora del mismo, y a medida que se
amplíen conocimientos, gracias a la futura experiencia profesional y a la formación
continua, se irá modificando; ya que la idea, es que sirva para transmitir valores a los
pequeños y que constituya un punto de partida para adentrarnos en el maravilloso
mundo de la educación en valores el cual, tiene un especial interés dentro de la etapa de
Educación Infantil.
Haber podido realizar parte del proyecto durante el período de prácticas, ha constituido
una gran ayuda para adaptarlo a la realidad, a las necesidades e intereses de los niños y
ha resultado muy interesante poder ver como los niños y niñas interiorizaban los
conceptos de modo natural. El hecho de haber contado los cuentos en el grupo de
alumnos y alumnas, ha servido para corroborar su viabilidad y utilidad y ha resultado
emocionante comprobar como algo que se ha creado con toda la pasión del mundo,
sirve no sólo para el disfrute de los pequeños, sino que de un modo u otro, constituirá
una herramienta útil para crear una sociedad y un mundo más justo para todos.
Tras conversar con profesionales de la educación en activo y con estudiantes de esta
rama de conocimiento, se ha constatado la inquietud de los mismos con respecto al tema
de tratar la educación en valores dentro del aula, quedando latente la necesidad de
elaborar un documento que sirva de guía a tal fin.
Se puede afirmar que en lo relativo a la educación en valores en Educación Infantil,
puesto que la normativa educativa no contempla la educación en valores en esta etapa
educativa como un área de conocimiento propiamente dicha, el único documento
efectivo al que se puede recurrir es a la Constitución Española y, aunque es un referente
útil, a nivel pedagógico no se adapta a los diferentes niveles del estadio evolutivo de los
alumnos y alumnas.
A lo largo del desarrollo de este trabajo, se ha podido observar la magnitud del tema en
cuestión y se ha despertado la curiosidad por continuar trabajando en el tema de la
Educación en Valores pero, limitándolo, ya que este es muy amplio, por ello, tras una
gran reflexión, se continuará el proceso de investigación con objetivo de profundizar en
la transmisión de valores para la mejora de la sociedad.
Como crítica constructiva, cabe citar, que el marco teórico es una somera aproximación
al estado de la cuestión en lo relacionado con Literatura Infantil, pero que puede parecer
apartado del principal eje vertebrador del trabajo que es la educación en valores, no
obstante, se ha tratado de plasmar en este documento la estrecha vinculación entre la
Literatura escrita para niños y la transmisión de valores.
Una vez concluido este trabajo, fuimos conscientes del gran interés que suscitaba el
tema de la Educación cívica y moral en el personal docente y en los estudiantes que se
preparan para ser futuros profesores; de su unión actual que parece indisoluble con
temas religiosos, y de la clara necesidad de un marco de referencia útil y claro para
transmitir aquellos valores considerados socialmente adecuados para transmitir a los
más pequeños.
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10. BIBLIOGRAFÍA
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11. ANEXOS
Anexo 1.
Cuentos para trabajar la autoestima y el autoconcepto
Había una vez una hermosa elefanta rosa, llamada Esmeralda, que soñaba con ser tan
alta y esbelta como una jirafa. Envidiaba su delgadez, sus elegantes manchas y su largo
cuello. Esmeralda se miraba al espejo, trataba de meter su redonda barriga hacia
adentro, pero no conseguía parecer más delgada. Por las noches, cuando nadie la veía
cogía el pintalabios del neceser de su madre y se decoraba el cuerpo con manchas
marrones para parecerse a una jirafa. Estiraba el cuello y las patas, se miraba en el
espejo de nuevo, pero nada... no se parecía en nada. Esmeralda estaba triste y a la vez
enfadada, deseaba que su barriga desapareciera, que su trompa se transformara en una
elegante boca con lengua azul como la de las jirafas; que los pelitos que recorrían su
rosado cuerpo se transformaran en manchas marrones y que sus enormes patas se
convirtieran en unas largas y delicadas.
Así pasaron muchos días e incluso años y nuestra amiga Esmeralda siempre estaba muy
triste por no ser como ella deseaba. Una mañana de verano de esas tan calurosas que
sólo apetece estar metidos en el agua, la elefanta nadaba junto a otros elefantes en el
lago cercano a su casa, por casualidad, vio un reflejo en el agua; era una elefanta
preciosa, elegante y alta; se detuvo un instante, miró fijamente la imagen, movió sus
enormes orejas hacia un lado y hacia otro, levanto la trompa y sacudió las patas
¡Caramba! era ella, la que el agua reflejaba. Esmeralda dejó de sentirse triste, y de
querer ser una jirafa. Se sentía a gusto con su barriga, su trompa, sus orejas gigantes y
sus enormes patas.
Esmeralda, la elefanta que quería ser jirafa por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
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Zacarías era diferente, desde el momento en que nació, su color azul sorprendía a todo
aquel que le miraba.
Cuando se miraba en el espejo trataba de imaginarse cubierto de pelos marrones,
negros, blancos o naranjas, como el resto de sus compañeros.
Un día, cansado de su pelaje decidió ir a una tienda y comprar un tinte negro para
cambiar su color de pelo.
Zacarías, estaba muy contento porque, al fin, sería igual que los demás y no tendría que
avergonzarse de su aspecto.
Lo que nuestro amigo no sabía era que precisamente, su color azul era una de las cosas
que le hacían especial.
Zacarías, muy ilusionado destapó el bote de tinte negro y sin pensarlo, fue untándose
por todo el cuerpo; primero la cabeza, luego el cuello, los hombros, los brazos y frota
que te frota fue extendiendo esa pasta negruzca por las piernas y los pies hasta acabar
recubierto por completo.
Dejó pasar unos minutos y se metió en el agua para aclararse su nuevo pelo, se secó con
el secagatos y muy nervioso, se puso frente al espejo...
¡Oh! Zacarías se miró y empezó a mover las garras para asegurarse de que ese gato que
se reflejaba en su espejo era él, gesticulaba con la boca y abría mucho los ojos. Estaba
realmente sorprendido ¿aquel gato negro era él?, se sentía diferente, echaba de menos su
antiguo pelaje azul.
Zacarías estaba triste, porque no se sentía él mismo. Intentó quitarse el tinte, con jabón
y mucha paciencia. Frotaba y frotaba bajo el agua pero... no pasaba nada, su pelaje,
seguía negro.
Cansado por el esfuerzo que había hecho para volver a ser azul, Zacarías cogió su
mochila y se fue a la escuela. Sus amigos, no le reconocían pero enseguida, les contó lo
que había ocurrido y le dieron un fuerte abrazo.
Nuestro amigo, ya había perdido la esperanza de volver a ser azul, se lamentaba por no
haber valorado antes lo bonito que era su color de pelo.
En el recreo, se sentó en un muro de piedra viendo a sus compañeros jugar. De repente,
empezó a llover y el olor a hierba mojada distrajo por un momento a Zacarías. Cuando
levantó la mirada; vio a todos sus amigos y a sus maestros mirándole.
¡La lluvia estaba haciendo que Zacarías recuperase su color azul!
Zacarías, se miró la pata y la barriga y se sintió muy feliz al ver, que volvía a ser el de
siempre, el gato azul que nunca querría volver a dejar de ser.
Zacarías el gato azul, por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia Creative
Commons Atribución 4.0 Internacional.
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Anexo 2.
Cuentos para trabajar el respeto por los animales
Nico, el pequeño elefante siempre ha soñado con ir a visitar el circo para poder ver
trapecistas, payasos, malabaristas, leones saltando aros de fuego; jirafas, música, luces
de colores...
La maestra ha dicho que el lunes, Nico y sus compañeros, irán al circo y eso ha puesto
muy contento a nuestro amigo.
Es domingo y Nico está muy nervioso, porque mañana irá con sus amigos a ver a los
trapecistas, a los leones, a los osos y a un montón de animales que actúan en el circo. Su
mamá, le ayuda a preparar la mochila para la excursión, en ella meten agua, un
bocadillo, una manzana, pañuelos de papel, y unos cuantos caramelos de limón.
¡Ya es el día! – Nico, ¿estás preparado?, ¿llevas todo? – ¡Sí! Estoy preparado mamá,
vamos rápido, por favor.
Nico y su madre, van caminando hasta la escuela, donde la maestra y sus compañeros
esperan sonrientes su llegada.
– ¿Estamos todos chicos? Preguntó la maestra. – ¡Sí! Contestaron a coro todos los
alumnos.
Nico, se despidió de su madre y con mucha ilusión, se subió junto con sus amigos y su
maestra al autobús blanco y naranja que les llevaría al circo.
– Ya hemos llegado. Niños, bajar del autobús y daros la mano de dos en dos.
Nico el elefante y su amigo el avestruz veracruz se agarraron de las patas y tras hacer
una larga fila con sus compañeros, al fin, cogieron las entradas y pasaron dentro del
circo.
Tal como se imaginaba Nico, había leones, osos, jirafas, trapecistas, payasos,
malabaristas y ¡hasta un elefante tan grande como su papá! Pero... ellos, no parecían
estar alegres; el león tenía los ojos tristes y la mirada vidriosa, los osos tenían el pelaje
estropeado y no hacían más que gruñir, el elefante estaba encadenado por una pata y no
paraba de mover la cabeza de un lado hacia a otro, tenía la trompa agachada y su mirada
estaba vacía. Las jirafas estaban encerradas en una estrecha jaula con barrotes metálicos
y desde fuera se podía ver que estaban muy delgadas. En realidad, los únicos que
parecían estar contentos eran los trapecistas, los malabaristas y los payasos y la mujer
que les vendió las entradas.
Comienza el espectáculo; los leones, empiezan a saltar sobre aros de fuego, parece que
temen al hombre que sostiene una especie de látigo y por eso le obedecen. Después, sale
el elefante, ya no está atado, se levanta sobre sus patas traseras y baila, pero no parece
feliz, sus patas están delgadas y tiene heridas seguramente producidas por las cadenas.
Más tarde los osos actúan con unos vestidos rosas y azules. Nico se fija en sus zarpas,
¡no tienen garras!
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Terminan las actuaciones, Nico, Veracruz y el resto de compañeros bajan de las butacas
y regresan al autobús. La maestra, les pregunta si les ha gustado el circo; Nico con la
voz entrecortada dice:
– A mí sólo me han gustado los trapecistas, los payasos y los malabaristas porque, el
resto de animales, no estaban felices. ¿No sería más divertido para todos un circo sin
animales tristes?
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La hormiga cojita
Érase una vez, un insecto negro con tres bolitas por cuerpo y seis patas de aderezo.
Tenía una pata rota y durante los recreos corría de un lado hacia otro, evitando caer en
las manos de unos niños desalmados. Boloncho era su nombre, y por ahí había oído
decir que era una hormiga. Boloncho tenía mamá, también tenía papá, Boloncho tenía
hermanitos a los que tenía que cuidar. Escuchaba con sus pequeños oídos y veía con sus
diminutos ojos todo lo que a su alrededor pasaba, y cojeando caminaba hacia donde se
le antojaba, pero cierto día, una niña con pecas en la cara, dos coletas y en la mano una
rama, encontró su humilde hormiguero que a la puerta de su casa daba.
Secuestró a sus dos hermanos y casi pisa a su madre que por poco fue aplastada. Todos
huyeron despavoridos y con lágrimas en la cara.
Boloncho quería salvar a su familia, pero no sabía qué hacer, pues tan solo era una
hormiga. Cojeando, se acercó a aquella niña que la miraba con los ojos tan abiertos, que
parecían platos.
La niña de las coletas, acercó su enorme mano, ¡iba a aplastar a Boloncho!
- ¡Oh no!, gritaron sus hermanos que estaban secuestrados en una caja cuadrada.
Boloncho temblaba, pero tenía que ayudar a sus hermanos, no podía dejarlos ahí. Se
armó de valor y miró a la niña a los ojos. En ese momento, la niña de las pecas se sintió
triste, ella era tan grande, que debía proteger a los más pequeños, tenía el poder de
salvar vidas y a partir de ese momento eso haría. Acercó una hoja de papel a la caja
donde estaban los hermanos de Boloncho, estos, se acercaron y se agarraron con sus
patas confiando en que no les hicieran daño. La niña, les fue trasladando hasta su
hormiguero, mientras con pasitos pequeños, Boloncho, les seguía sonriendo.
Finalmente, toda la familia hormiga se reunió y escucharon atentamente a la niña que
decía:
- A partir de ahora no tenéis que tener miedo, porque yo que soy muy grande, os estaré
protegiendo.
La hormiga cojita por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia Creative
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La pecera de Nadia
Nadia, era una niña tímida a la que le encantaban los animales, sentía una gran pasión
por los peces y siempre, pedía a sus padres que le regalasen una pecera para poder tener
un montón de peces en su habitación.
Era el cumpleaños de Nadia y al fin abrió un regalo enorme con forma redonda ¡era una
pecera!
Ese mismo día, por la tarde, después de comer, Nadia y su padre, fueron a la tienda de
animales a comprar peces para meter en la pecera. Nadia, estaba entusiasmada, había
peces de un montón de colores diferentes: naranjas, rojos, amarillos, azules, grises,
negros e incluso verdes.
Después de un buen rato mirando a los animales a través de los cristales, se decidió,
eligió cuatro peces de sus colores preferidos: naranja, azul, amarillo y rojo y el vendedor
metió a cada uno de los peces en una bolsa con agua.
Camino a casa, Nadia iba en el coche de su padre mirando a sus nuevos compañeros y
decidiendo cuáles serían sus nombres.
- Tú serás Tritón. Dijo Nadia señalando a los peces azul y tú limón, mirando al
amarillo. Al pez rojo le llamó fresa y al naranja melocotón.
Llegaron a casa, la pecera estaba preparada, tenía agua, figuras con forma de casa para
que se ocultasen los peces y había un bote pequeño con comida.
Nadia, impaciente, pidió ayuda para meter a sus cuatro nuevos amigos en su pecera
redonda, y muy contenta, observó cómo cada uno nadaba de un lado a otro.
La niña, pasaba horas viendo a los peces, les daba de comer, les limpiaba la pecera,
pero… una duda le pasaba por la cabeza ¿por qué parecían estar tristes?
Mamá le contó a Nadia que a los peces les gusta nadar mucho y, que a lo mejor,
necesitaban más espacio para estar alegres.
Pasaban los días y las escamas de los peces parecían tener cada vez un color más
apagado, Nadia estaba triste al ver así a sus compañeros y decidió que era hora de
llevarlos a un sitio con mucho más espacio para que vivieran libres. Les contó su plan a
sus padres y estos, enseguida empezaron a buscar información para ver cuál sería el
mejor hogar para los peces.
Pero Nadia, había cogido cariño a Fresa, Melocotón, a Tritón y a Limón, por lo que no
le sería fácil despedirse de ellos.
Al fin, sus padres, le comunicaron que habían encontrado el hogar ideal para sus amigos
con aletas, vivirían en un santuario de animales, que tenía un río en el que cuidarían de
ellos con mucho cariño. Pues, no podían soltarlos sin más en cualquier sitio, esto, podría
dañar a otros animales que vivieran allí, además, estos peces, habían nacido en
cautividad, es decir, criados por humanos, y les resultaría muy complicado vivir sin su
ayuda.
Era sábado y hacía un día lluvioso, la familia, cogió los paraguas y Nadia, agarró con
mucho cuidado su pecera. Tras un rato en el coche, llegaron a un lugar, en el que vivían
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muchos animales que parecían muy contentos. Un chico joven les recibió, y les
condujo hasta un río.
Ya en el río, Nadia miró a sus compañeros con escamas y se despidió de ellos, volcó
suavemente la pecera en el agua y vio como los peces se alejaban poco a poco,
iluminados con un color hermoso que tintaban el agua del río, como si de un arcoíris se
tratase.
Con su pecera vacía en la mano, sonrió y dijo:
- “Cada uno debe vivir en su casa, no es justo que los peces vivan en un piso,
porque necesitan nadar en libertad, al igual que yo no podría vivir en el agua,
porque necesito aire para respirar”.
La pecera de Nadia, por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia Creative
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Anexo 3.
Cuentos para trabajar el respeto por el medioambiente
El bosque enfermo
Érase una vez un bosque, en el que vivían miles de animales, de árboles y de plantas
que estaban muy felices disfrutando del agua limpia del río, del aire fresco, del solecito
por las mañanas y de la lluvia que caía de las nubes. Los animales del bosque gozaban a
la sombra de los árboles hasta que un día se percataron de algo ¡cada vez había menos
sombra para resguardarse del sol y de la escasa lluvia que caía!, los árboles del bosque
estaban desapareciendo y los que quedaban estaban tristes y enfermos.
Los animales del bosque, no entendían lo que estaba pasando y se reunieron con los
duendes para ver si ellos tenían alguna solución para recuperar la sombra perdida de los
árboles y hacer que estos volviesen a estar contentos y sanos, además; estaban
preocupados porque cada vez había menos agua en el río y pasaban una sed terrible.
Los duendes, explicaron a los animales que el bosque estaba enfermo porque no llovía y
porque los humanos estaban talando de manera indiscriminada los árboles para fabricar
papel, cartón y madera.
- ¿Y qué podemos hacer? dijo un ratoncillo pequeño de color marrón con las
orejas muy grandes.
- Pues… tenemos que conseguir que los humanos nos ayuden a reducir la
contaminación ya que así, lograremos que llueva y de esta manera, los árboles
volverán a crecer, el río volverá a tener agua para beber y para que vivan en él
los peces, las ranas, los cangrejos de río, las tortugas y todos los animales que
viven dentro y cerca de él. y además, tenemos que convencerles para que
reutilicen el papel y lo reciclen, dijo el duende Clemente.
La lechuza, que estaba muy cansada porque era de día y ella vivía de noche y dormía de
día se acercó a la reunión para proponer una solución al problema:
- Amigos y amigas del bosque, estamos en crisis, y como bien ha dicho el duende
Clemente hay que convencer a los humanos para que nos ayuden a recuperar un
bosque sano. Para ello, propongo que escribamos una carta al Rey de los
humanos explicando que el bosque está muy enfermo y todo lo que ello nos
ocasiona a los habitantes que en él residimos.
De este modo, todos los habitantes del bosque, desde el gusano más pequeño, hasta el
águila que surcaba el cielo; pasando por los veloces conejos, los hermosos corzos, las
liebres, las perdices, las hormigas, los escarabajos y todos los seres vivos que allí
vivían, se pusieron patas a la obra para elaborar una carta para solicitar la ayuda de los
humanos. Además, decidieron comenzar a limpiar ellos mismos el bosque de residuos
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Cuentos para crecer,
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que las familias iban dejando por el camino cuando visitaban el bosque, ensuciando y
alterando el hábitat de todos ellos.
En tan sólo unos días, el duende Clemente había recopilado un montón de ideas para
escribir en la carta, cogió un lápiz y comenzó a redactar la carta leyéndola en voz alta
mientras muchos de los animales del bosque le escuchaban muy atentos, el escrito,
decía así:
La liebre Danielle corrió veloz para depositar la carta en un buzón de correos para que
llegase al Rey de los humanos.
Pasó una semana y el Rey, recibió la curiosa carta; la leyó y pensó que debía ayudar a
curar el bosque enfermo, razón por la cual, decretó que todos los humanos y humanas
mayores, pequeños, ancianos, jóvenes, con gafas, sin gafas, altos y bajos, en silla de
ruedas y sin silla de ruedas; absolutamente todos, deberían Reducir, Reutilizar y
Reciclar de ahí en adelante para ayudar al bosque y que todos los niños y niñas
utilizarían los folios por las dos caras para no tener que talar tantos árboles y así
preservar la sombra para los animales del bosque, además, pondría autobuses y trenes
que se moverían con la luz del sol para contaminar menos y convocó a todos los
ciudadanos y ciudadanas a proponer ideas para salvar el bosque. Escuchó todas y cada
una de las propuestas que se hicieron y como todos los humanos estaban de acuerdo, se
empezaron a tomar las medidas necesarias para recuperar la salud del bosque.
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Cora la castora
Érase una vez, una castora que quería ayudar al medio ambiente para conservar su casa
y todas las de sus amigos animales que vivían en el bosque.
Un día, Cora, se levantó por la mañana un poco enfadada, porque su casa estaba llena de
papeles, de plásticos y otros desperdicios. Fue corriendo a beber agua al río y un
plástico redondo se le quedó enganchado en una de sus patitas haciendo que se callera al
agua que estaba fría y con un color verdoso que desprendía un olor muy malo.
Cansada de que el río estuviese sucio y de que dentro de su casa apareciese basura,
decidió reunir a los animales que vivían cerca del bosque y les dijo muy seriamente:
- Hace unos años que vivo en el río, alimentándome de peces y tronquitos de árbol,
pero, cada día que pasa, el agua en la que me baño, en la que bebo y en la que como los
pececitos para alimentarme, se ha puesto muy muy sucia, eso me pone triste y a veces,
me pongo malita de la barriga. Además cada vez hay menos árboles porque los
humanos los talan para hacer sus casas, sus muebles, para utilizar papel... y por eso... no
puedo construir mi refugio para dormir calentita, ni tampoco puedo afilarme mis
enormes dientes.
Muchos de mis amigos se han mudado a otros ríos, el señor pez nadó y nadó hasta
encontrar un río más limpio, las aves que pasaban por aquí para beber agua, ya no
suelen venir, y yo... me estoy quedando solita, pero... a mí me gusta mi casa y quiero
hacer algo para que vuelva a ser como era antes, ¿qué está pasando?
Una abeja encorvada, con arrugas en la cara a la que todos llamaban la Abeja Vieja
pidió el turno de palabra y empezó a contar una cosa muy rara sobre algo que se
llamaba “huella ecológica”:
Una vez, un castor anciano con barba y un palo en la mano, me contó, que nuestras
casas estaban cada vez más sucias y deterioradas por algo que se llama “huella
ecológica” y que esta, era una especie de huella que dejamos cada uno de nosotros al
vivir en la tierra, y, que si esta es muy grande, se destrozaría todo, iríamos perdiendo
nuestras casas y tendríamos que comprar otro planeta para que pudiésemos vivir.
Pero Abeja Vieja, interrumpió una joven langosta llamada Costa:
- ¿Podemos comprar otro planeta?, no se no se... yo, prefiero arreglar el nuestro y hacer
que todos podamos estar contentos con nuestras familias, nuestros amigos y nuestras
casitas.
Cora, que había estado muy atenta a lo que la Abeja Vieja había contado sobre la huella
ecológica pensó que si todos proponían algunas ideas, conservar sus casas y por tanto el
planeta, no sería tan complicado, y así, sacó un lápiz y un papel y dijo a todos los que
estaban reunidos de proponer soluciones para hacer que el agua estuviese más limpia, el
bosque más cuidado, el cielo más azul y el aire mejor perfumado.
Las ideas se fueron agolpando de tal manera que Cora tenía dificultad para escribirlas
todas; unos proponían que los humanos dejasen de utilizar tantas bolsas llevando una de
tela o de plástico siempre al supermercado para evitar que les den otras nuevas, otros
que en las casas debían reciclar separando residuos con ayuda de los mayores, otros
afirmaban que había que gastar menos agua al ducharse, lavarse los dientes o fregar los
cacharros, que la luz había que apagarla al salir de los sitios, que habría que evitar tirar
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desperdicios al suelo y una larga lista de cosas que sin duda, ayudarían al planeta y a
Cora y sus amigos a conservar sus casas y evitar que enfermasen.
Después de debatir ideas para salvar sus casas y el planeta, todos los animales llegaron a
una conclusión y es que, en la tarea de mantener las casas de los animales limpias
necesitaban la colaboración de los humanos, porque ellos, podrían hacer que los
animales fuesen más felices si tiran sus desperdicios a la basura, si gastan menos agua y
con pequeños gestos como utilizar las dos caras del papel para dibujar y de este modo,
reducir su huella ecológica.
Cora, decidió escribir una carta a los humanos con todas las ideas que los animales
tenían para mantener sus casas limpias y libres de residuos y se la entregó a la Abeja
Vieja para que volando, la dejase sobre la mesa del primer humano que viviese más
cerca del bosque.
Cuando la carta llegó a manos de un niño llamado Alejandro este, se lo comunicó a sus
padres, a sus amigos y a sus maestros y maestras del colegio, la carta recorrió todas las
clases de la escuela e incluso salió en la televisión y cada día eran más los humanos que
estaban dispuestos a reducir su huella ecológica para ayudar a los animales y a ellos
mismos a conservar sus casas y su planeta.
Y así, todos los animales, humanos y no humanos, se pusieron manos y patas a la obra
para conseguir reducir eso que la Abeja Vieja explicó que era la huella ecológica,
consiguiendo así tener unos ríos más limpios, unos bosques que conservaban sus árboles
y un planeta cuidado para vivir en él muchos años.
Cora la castora, por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia Creative
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Anexo 4.
Cuento para trabajar el vínculo afectivo y la muerte
¿Alguna vez has pensado en por qué brilla la Luna?, ¿será que en ella hay una bombilla
enorme?, ¿tal vez sea el hogar de las luciérnagas?
Emilie, era una niña muy alegre, que vivía con sus padres y su abuela en un pequeño
piso en la ciudad.
Como cada día, el padre de Emilie, iba a buscarla a la salida del colegio, junto con su
abuela. Pasaban un ratito en el parque, donde Emilie se divertía jugando con los demás
niños y niñas, mientras papá y la abuela, la miraban desde un pequeño banco de madera.
Papá parecía preocupado y cada día estaba más y más cansado.
Aquel día, Emilie, esperaba en la puerta del colegio a su padre y a su abuela pero… vio
llegar sola a la abuelita. Esa tarde, no se pararon a jugar en el patio, fueron directamente
a casa.
Papá estaba tumbado en la cama y apenas abría los ojos. Emilie, estaba triste por ver a
su padre asó, e intentaba animarle diciéndole que saldrían juntos al parque en cuanto
estuviese menos cansado.
Papá agarró suavemente la mano de Emilie y le dijo en voz muy bajita:
- Ven, Emilie, acércate, tengo que contarte un secreto.
- ¡Cuenta, cuenta Papá, me gustan mucho los secretos!
- ¿Ves la Luna ahí arriba? Le preguntó su padre.
- Sí papá, ahí está, respondió Emilie.
- Y… ¿sabes por qué brilla la Luna?
Emilie, se quedó pensando y finalmente respondió:
- Mh… no, ¿por qué brilla?
- Pues, porque las personas que nos quieren mucho y no pueden estar con
nosotros porque están muy cansadas, enfermas o por cualquier otra razón, se van
a la Luna y desde arriba nos observan y nos cuidan con los ojos tan abiertos y
una sonrisa tan grande que son capaces de iluminar el cielo para estar cada
noche con nosotros.
Explicó papá a Emilie.
- Entonces… papá, ¿el abuelo está en la Luna?
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Cuentos para crecer,
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Mamá, le explicó entonces, que ya no podrían ver más a papá. Emilie, agarró las
manos de su madre y con una dulce sonrisa, le dijo que ella sabía un secreto que le
había contado papá:
- Nosotras no le veremos, pero él, cada noche, nos mirará desde arriba y sonreirá.
- Emilie, no entiendo lo que quieres decir, contestó su madre.
- Mamá, ¿no te has preguntado nunca por qué brilla la Luna?
¿Por qué brilla la Luna?, por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia
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Anexo 5.
Cuentos para trabajar el respeto por la diversidad
Érase una vez un oso un poco particular. Sansón era un oso fuerte con un pelo brillante
y una barriga muy gordita y redonda.
Era un oso distinto a todos los demás porque a él le gustaba ser amigo de todos los
animales de la montaña; conejos, cabras, pájaros, jabalíes… El resto de osos y osas de
le decían que él no debía ser amigo de otros animales porque él era omnívoro y tenía
que comer carne para vivir.
Como sansón aún era pequeño, su madre se encargaba de traerle la comida para
alimentarse pero él... no comía. Pasaban los días, y la madre, preocupada, le preguntó:
– Pero... Sansón, hijo; tú eres un oso y debes comer carne para crecer. Dijo su
madre.
Sansón se sentía diferente a todos los demás leones, lamía la escasa hierba que había en
el suelo, comía alguna fruta que caía de los árboles, cortaba los tallos de las plantas para
saborearlos y cuando ya había llenado su barriga, caminaba hasta un gran río en el que
decenas de cabras descansaban y bebían agua. Al principio, los animales del río huían al
ver que se acercaba Sansón, pero pronto, comprendieron que él no era como los demás,
que era un amigo.
Sansón corría junto a las liebres, jugaba con los peces y charlaba con las aves. A él, no
le hacía falta hacer daño a otros para vivir.
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Llegó el invierno y junto a él, la escasez de alimentos. Los animales del lago
permanecían ocultos, apenas había rastro de ellos. Las aves se acurrucaban en sus
calentitos nidos y los osos buscaban sin parar peces que pescar para llevarse a la boca.
Sansón, iba en secreto cada día a hablar con sus amigos los animales del río y por
supuesto, conocía sus escondites.
Sus compañeros los osos comenzaban a ponerse enfermos, sobre todo los ancianos y los
más jóvenes. Fue entonces cuando pidieron consejo a Sansón:
– Sansón, dijo la osa líder, ¿cómo haces para mantenerte tan sano? Cuéntanos tu
secreto para que todos podamos ponernos a salvo.
– Yo... yo sólo soy vegano. Como no tengo que cazar animales ni pescarlos, estoy
acostumbrado a recolectar frutos durante todo el año para que cuando llegue el
invierno, tenga con qué alimentarme.
Sansón guió a la osa líder hasta el lugar en el que guardaba sus frutos y decidió
compartirlos con todos los demás osos. Todos los osos y las osas rugían de placer al
probar esos manjares que Sansón había recolectado con tanto cariño y esmero.
Acabó el invierno y con ello, los pájaros volvieron a cantar, los animales del lago
salieron del escondite y los osos salían cada mañana a recolectar frutos, grano y otros
alimentos deliciosos. Ahora, todos los habitantes del lago eran amigos y vivían felices
respetándose los unos a los otros.
Sansón, el oso vegano, por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia Creative
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Negrita
Había una vez una oveja negra llamada negrita que vivía rodeada de hermosas ovejas
blancas. Negrita se sentía diferente y por eso se alejaba de las demás, en ocasiones tenía
ganas de relacionarse con sus compañeras, de ir a comer hierba con ellas y sobre todo,
cuando llegaba el duro invierno deseaba más que nunca dormir pegadita a las demás
ovejas para resguardarse del aire y del frío abrigada por sus grandes abrigos de lana
blanca.
Negrita pensaba que las demás ovejas, blancas y perfectas se reían de ella y que no la
querrían nunca por ser diferente. Pasaba un día, otro y otro y negrita estaba cada vez
más y más triste, envidiando la vida de las ovejas blancas. De vez en cuando se acercaba
despacio, intentando no llamar la atención, pero, en cuanto se metía en el rebaño, sus
compañeras empezaban a hablar: - Beee - Beee beee. - Beee bee bee. Desorientada y
confusa, Negrita no se paraba a escuchar lo que las otras ovejas querían decir, se sentía
muy muy triste, emprendía marcha atrás y volvía a ocultarse en un lugar tranquilo a
salvo de las miradas de sus compañeras. Mientras tanto, las demás ovejas blancas
charlaban admirando la hermosa lana negra de nuestra amiga Negrita. Unas decían que
al ser más oscura en invierno pasaría menos frío ya que a los rayos de sol les gustaba
más el color negro, otras murmuraban que era tan bonita que no quería hablar con ellas,
las más viejas aseguraban que habían conocido a otras ovejas negras y que siempre eran
seres especiales que daban suerte pero que por una extraña razón, siempre se alejaban
del grupo. Las ovejas jóvenes decían que Negrita se creía mejor que todas y que por eso
no quería comer donde estaban ellas. Entonces, Mee, una oveja anciana con la lana
despeluchada, carraspeo y dijo: - Beee ¿no os dais cuenta de que negrita se siente triste?
Es diferente sí, pero ¿acaso no somos diferentes cada una de nosotras?
Se armó un enorme alboroto, todas las ovejas balaban sin cesar dando sus opiniones:
- Paulina es más alta que las demás. - ¡Churra tiene la lana mucho más larga! - Atina es
muy delgada. - ¡Josefa tiene pelo entre las cejas! Entonces, la anciana Mee, volvió a
hablar: - No debemos tratar mejor o peor a una compañera por no parecerse a nosotras,
porque todas somos diferentes. ¿Por qué no vamos a saludar a negrita y la invitamos a
comer con nosotras? Todas las ovejas se pusieron muy contentas ante la idea de la
anciana oveja y emprendieron rumbo al escondite de Negrita. Negrita estaba durmiendo,
soñando con ser una oveja blanca cuando de repente entreabrió los ojos y se vio
arropada por un enorme manto blanco con bocas sonrientes. Negrita alzo la mirada, se
acurrucó entre sus compañeras y se sintió más feliz que nunca. A partir de ese día,
Negrita siempre estaba junto a sus amigas y comprendió que ser diferente no era algo
malo, que todas sus compañeras tenían algún rasgo especial que las hacía únicas y
empezó a sentirse orgullosa de su enorme mata de lana negra.
Negrita, por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia Creative Commons
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Juana la gitana
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Rocío y Nala
Rocío, siempre fue una niña especial, al igual que todos los niños que pueblan nuestro
planeta.
Era una niña preciosa, pero pronto, sus padres empezaron a preocuparse. No
interaccionaba como los demás niños ni con los adultos; no sonreía, apenas sostenía la
mirada cuando sus padres la miraban a los ojos, ya con más de un año, no señalaba
objetos con su dedo, tal como hacían sus amiguitos en el parque, y poco a poco, según
iba creciendo, se iba marcando una notable diferencia respecto a los demás niños de su
entorno.
Aunque sus papás, notaban algo raro, no quisieron alarmarse y no fue hasta los seis
años, cuando una profesora del colegio, concertó una tutoría con ellos para verificarles
lo que ellos sospechaban. Rocío, tenía síntomas de TEA, es decir, Trastorno del
Espectro Autista. Tras acudir a muchos médicos, terapeutas y una larga lista de
especialistas, se emitió el diagnóstico. Rocío, tenía “Síndrome de Asperger”.
A partir de ese momento, la vida de Rocío y de toda la familia dio un vuelco de 180
grados; médicos, terapeutas, actividades, cambio de colegio y un largo etc.
La niña hacía pequeños avances, pero los padres empezaban a impacientarse por querer
que fuera “normal”, la etiqueta que habían colgado a Rocío, cada día pesaba más y más.
Cierto día, mientras iban al Centro de Atención Temprana, donde Rocío hacía unos
ejercicios muy divertidos que le ayudaban a trabajar la parte de comunicación e
interacción social que tanto le costaba, se cruzó Nala en su camino. Nala era una
enorme Husky Siberiana, los padres se quedaron paralizados al ver a ese animal tan
enorme frente a ellos, pero la niña, extendió su mano para acariciarla. No sabemos muy
bien por qué, Nala y Rocío establecieron un vínculo de amistad inigualable,
posiblemente, sin saberlo, ambas cargaban con una horrible etiqueta que condicionaría
el resto de sus vidas, una por ser “Asperger” y la otra por ser “Husky”, considerados una
raza “fría y poco cariñosa”.
El día a día de Rocío, empezó a cambiar; si bien continuaba sin establecer demasiado
contacto con su familia y otras personas, gracias a la perra, era capaz de hacer cosas sola
que antes no podía, como por ejemplo, dormir en su propia cama sin necesitar a sus
padres. Nala, permanecía acurrucada al lado de la niña durante toda la noche y si esta se
despertaba asustada, se buscaba las mañas para acabar entre sus brazos y calmarla.
¡Y no sólo eso!, en el colegio, empezaba a contar historias sobre Nala a su profesora,
que la escuchaba con mucha atención, además, se volvió toda una experta en perros ¡le
apasionaban! y pasaba gran parte de su tiempo memorizando razas y cosas acerca del
mundo canino. Toda la inteligencia de Rocío, había pasado hasta ahora bastante
desapercibida pero, cada día que pasaba, Rocío, dejaba ver más y más su gran
capacidad para recordar números, para resolver sumas, restas, etc. Sus padres, estaban
maravillados con el cambio y su profesora, le mostraba a la niña lo orgullosa que estaba
de ella, eso sí, sin abrazarla ni besarla (porque no aguantaba muy bien el contacto físico
con otras personas).
Nala ayudó a Rocío a ir tolerando ciertas cosas que antes no soportaba, como los ruidos
excesivamente altos, o el simple contacto con otro humano. De un modo totalmente
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mágico, ayudó a que el mundo de Rocío, se ampliara. Ambas, hacían sentir la una a la
otra que no estaban solas. Y así, poco a poco, niña y perra, un tanto apartadas de una
realidad ruidosa, rápida y un tanto deshumanizada, hicieron comprender a su familia y
al mundo entero, que cada uno de nosotros tenemos un valor único, que a unos se nos da
bien unas cosas, a otros otras, que unos somos artistas, otros filósofos, que hay mentes
maravillosas para las matemáticas que no toleran los besos y gente que da abrazos
excepcionales y no toleran las matemáticas, Nala y Rocío mostraron al mundo que cada
ser, tiene una importante labor y que las etiquetas son para la ropa ¡no para ellas!
Y colorín colorado, Rocío y Nala un trocito de corazón y mundo, juntas han
conquistado.
Rocío y Nala, por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia Creative Commons
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Cuentos para crecer,
Educación en valores a través de la literatura. Soraya Rodríguez Oronoz
Había una vez, una linda gatita blanca a la que se le había olvidado ronronear.
Era una gatita sin nombre, sucia y sin hogar.
Perdida en la carretera, una voz oyó hablar. Mojada, con frío y asustada, cerró los ojos y
se dejó llevar.
La gatita no confiaba en los humanos. Una vez tuvo unos; tenía juguetes, una cama para
dormir calentita... pero un día, sin saber por qué, los humanos cogieron su coche y la
metieron en su cesta de viaje. Ella, pensaba que iban de vacaciones o al veterinario pero
no fue así. Se bajaron del coche, abrieron la puerta de su cesta de viaje y la dejaron sola
en medio de una carretera oscura y fría en mitad de la noche. Gatita no comprendía
nada. Ella siempre se había portado muy bien y, cuando sus humanos pensaban que
había hecho algo malo la pegaban, ella, estaba acostumbrada aunque no le gustaba nada
que lo hicieran, ¿por qué simplemente no podían decir que eso no se hacía en lugar de
pegar?, ¿no son los seres humanos inteligentes y seres empáticos?
Con los ojos entreabiertos gatita miró hacia arriba y allí estaba; un ángel con rostro
humano que la había recogido de esa horrible carretera. Estaba muy sucia, mojada y
tenía los colmillos partidos por la mitad, además tenía alguna que otra herida en su
cuerpo ¿qué me pasa? pensaba gatita que se sentía muy incómoda y con la tripa más
hinchada de lo normal.
Esa misma noche mientras gatita se acicalaba, sin previo aviso, empezaron a salir bebés
de su tripa: ¡un gatito, dos gatitos, tres gatitos, cuatro gatitos, cinco gatitos, seis gatitos y
siete gatitos!
Gatita, no entendía nada y con tantas emociones nuevas se había olvidado de ronronear.
De repente, notó una suave caricia que recorrió su cuerpo e hizo que se le cerrasen los
párpados de los ojos.
Una gata, una humana y una mirada. ¡Te llamas Alba! y así, la gatita sin nombre, ya
podía ser nombrada.
Alba pasó mucho tiempo en adaptarse a su nueva casa y vivía con su hijo Simba del que
no se separaba. Pero Alba... no ronroneaba y su compañera humana se preocupaba ¿no
será feliz? ella siempre se preguntaba y además... ¿por qué siempre que se acercaba
Alba bufaba?
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La humana quería a Alba tal como ella era y comprendía que necesitaba tiempo para
lograr ser feliz, al fin y al cabo su vida no había sido fácil.
Poco a poco, la gatita empezó a querer y a confiar en su amiga humana; la seguía por
toda la casa, dormía pegada a sus piernas... pero no ronroneaba.
La gatita que no sabía ronronear, por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia
Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
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Anexo 6.
Cuento para trabajar la igualdad de oportunidades en ambos géneros
Martina la mecánico
Martina siempre soñó con ser mecánico de coches. Le encantaba mirar dentro del capó
del coche de sus padres y ver como todas las piezas que había en su interior funcionaban
al mismo tiempo haciendo que el vehículo pudiese moverse.
Cuando a Martina le preguntaban qué quería ser de mayor, no lo dudaba ni un
momento:
- ¡Quiero ser mecánico de coches! decía entusiasmada.
Los niños, niñas y adultos a los que se lo contaba se reían de ella y solían decir que era
un trabajo de chicos… ella, no entendía muy bien por qué. Siempre creyó que tanto las
niñas como los niños, podían hacer el mismo trabajo sin problemas.
Cuando Martina se hizo mayor, seguía con el sueño de ser mecánico de coches y un
profesor le dijo ¿por qué no? En ese instante, Martina comprendió que daba igual lo que
el resto de personas pensaran, ella sería mecánico de coches costase lo que costase.
Cuando cumplió dieciocho años, cogió papel y bolígrafo y empezó a ir a clases para ser
mecánico profesional. Al principio, los profesores y los compañeros la miraban
extrañados, porque entre los alumnos no había ninguna chica.
Martina aprendía muy rápido, estaba deseando arreglar coches y, antes de que se diera
cuenta, estaba trabajando en un taller mecánico, metiendo sus propias manos en el capó
de los coches, reparando motores y haciendo un sinfín de tareas con las que siempre
soñó.
Se acordaba mucho de las personas que se reían cuando contaba que quería dedicarse a
la mecánica de coches y seguía sin comprender por qué había gente que pensaba que
una chica no podía hacer el mismo trabajo que un chico de igual modo, e incluso
pensaba que esas personas se equivocaban al pensar que otras profesiones eran “de
chicas”. Si un niño quiere ser enfermero, florista… debería serlo; si una niña quiere ser
piloto, mecánico o cualquier otra cosa, no hay nada ni nadie que tenga que impedírselo,
sostenía siempre Martina.
Durante unos años, Martina acudía a los colegios a explicar a los alumnos y alumnas a
qué se dedicaba. Todos atendían con atención y le hacían un montón de preguntas, ni
siquiera les sorprendía que fuese mujer y trabajase arreglando coches (eso debía ser sólo
cosa de adultos, porque los niños lo tomaban del modo más natural que puede haber).
Cuando Martina tuvo ochenta años y ya estaba viejecita, decidió visitar su antiguo
Centro de Formación en el que aprendió su profesión y se alegró mucho, al comprobar
que en los pupitres, ahora había tantos chicos como chicas. Al fin, habían comprendido
que no importa lo que las personas digan que es de chicos o de chicas, sino que hay que
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hacer todo con amor y con pasión y que tener vulva o pene no tiene relación alguna con
no poder hacer lo que uno desea.
Martina la mecánico, por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia Creative
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Anexo 7.
Cuento para educar en el respeto hacia el patrimonio
Eloísa es una niña a la que le encanta ir con su familia a visitar museos, palacios,
catedrales, iglesias y jardines. En especial, le encanta el Palacio Real de Madrid. Cuanto
pasa dentro de este palacio, se siente una auténtica reina; se imagina el modo en que
caminaría si fuese reina; qué comería, los libros que leería y todas las cartas que tendría
por firmar encima de la mesa de su escritorio.
Eloísa siempre pide a sus padres que la lleven al Palacio Real, porque es el sitio que
más le gusta del mundo. En él puede ver como la historia cobra vida, y cuando sus
padres hablan un poco alto les regaña y dice ¡Sh que el Rey y la Reina están durmiendo!
Un día, entrando a la armería de este palacio, en la que cada vez que va se imagina
montada a caballo vestida con una gran armadura metálica y empuñando una espada
gritando “No hacen falta armas para gobernar a personas felices”, vio un muchacho, de
unos catorce años que con un rotulador negro que estaba escribiendo en la fachada del
edificio un nombre. Esto, a Eloísa no le pareció nada bien ¡Estaba ensuciando el palacio
y ya nadie podría disfrutar de ese trocito de pared que formaba parte de aquella hermosa
obra de arquitectura! Además, el chico, una vez acabó de escribir su nombre en la pared,
escupió un chicle rosa pegajoso que tenía en la boca y este, cayó al suelo.
A Eloísa sus padres le habían dicho toda la vida que los palacios, los jardines, las
iglesias, las catedrales y los museos, eran de todos y que en ellos, hay que comportarse
como si estuvieras en tu casa, así que, sin dudarlo, se acercó al muchacho imaginándose
montada en su caballo blanco con su armadura y su espada, y subiendo el brazo en alto
le dijo seria pero con voz baja:
- ¡Muchacho!, se te ha caído un chicle y… esa pintada de ahí, sería mejor que la
borrases, porque este palacio, es de todos y hay que cuidarlo para que podamos
seguir disfrutándolo.
El muchacho, se sonrojó y sintió una gran vergüenza ¡Le estaba regañando una niña de
apenas cinco años! Y lo peor de todo es, que tenía razón. No era necesario escribir su
nombre en aquel trocito de pared histórico, ni tirar un chicle al suelo ensuciando su
entorno. Estaba tan triste por lo que había hecho que se llevaba las manos a la cabeza,
¿qué podía hacer? Eloísa, viendo que el chico no sabía qué hacer para arreglar su error,
se ofreció a ayudarle, con una amplia sonrisa, le miró y susurrando a su oído dijo:
- Tengo una idea, en mi mochila llevo un pañuelo de tela, podemos pasar al aseo
para visitantes del palacio, mojarlo y echar un poco de jabón. Con eso, quizá
salga el nombre que has escrito en la pared.
- Sí, dijo el muchacho ¡Podemos probar!, además, puedo recoger el chicle y
meterlo en la bolsa de plástico que llevo en la mochila, es más… podemos pedir
ayuda a los mayores para recoger toda la basura que hay por el suelo y que
ensucia este maravilloso lugar. Mis padres están dentro de la armería ¿les
preguntamos?
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Eloísa y el Palacio Real, por Soraya R. Oronoz se distribuye bajo una Licencia Creative
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Anexo 8.
Portada del periódico La gazeta de los niños.
Bravo Villasante, C, Historia de la Literatura Infantil española, p.87. Portada del primer periódico
infantil publicado en España: La Gazeta de los Niños.
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