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Hablaremos de los derechos constitucionales:

El constitucionalismo social: en la primera posguerra del siglo 20


adquiere auge, una forma de constitucionalismo a la que se la ha
calificado como social. El constitucionalismo social se maneja con una
pluralidad de lineamientos que podemos clasificar así:
inclusión en las constituciones formales de una declaración de
derechos sociales y económicos, que abarcan el ámbito de la educación
la cultura la familia el trabajo la asociación etc. y regulaciones en torno
de la llamada cuestión social.
El constitucionalismo social considera que el estado debe estructurar y
promover un orden económico justo, que permita el acceso de todos los
hombres a las fuentes de trabajo y de producción, y que haga posible
una distribución equitativa de las riquezas y de los bienes de producción
y de consumo. De allí, las pautas constitucionales sobre el derecho de
propiedad, todas las referencias a la promoción y planificación social y
económica, a la integración, al desarrollo etcétera, se orientan en esta
línea siempre que encuadren en un espacio suficiente de libertad.

Derecho a trabajar en el artículo 14 de la constitución nacional:


La constitución histórica de 1853, no omitió consignar entre la tabla de
derechos básicos enumerados en el artículo 14 a todos los habitantes y
en el 20 a los extranjeros el derecho de trabajar.
El trabajo es una actividad humana en la que el hombre empeña y
compromete su dignidad. El valor del trabajo proviene del valor del
hombre que lo realiza el trabajo no es una mercancía sino una conducta
humana. En el trabajo se vuelca en mérito aquella dignidad personal la
vida, la salud, la energía, la subsistencia y la seguridad del hombre.

Artículo 14 bis pacto de San José de Costa Rica:


El pacto internacional de derechos económicos sociales y culturales: el
artículo 23 del pacto de San José de Costa Rica consigna que todos los
ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades:
En primer lugar, de participar en la dirección de los asuntos públicos
directamente o por medio de representantes libremente elegidos.
De votar y ser elegidos en las elecciones periódicas auténticas
realizadas por el sufragio universal e igual y por voto secreto que
garantice la libre expresión de la voluntad de los electores.
Tener acceso en condiciones generales de igualdad a las funciones
públicas de su país.
El artículo 25 del pacto internacional de derechos civiles y políticos
guarda marcada analogía con la norma transcripta del pacto de San
José. El pacto internacional de derechos económicos sociales y
culturales prevé en su artículo sexto el derecho a trabajar. Comprensivo
el derecho de toda persona de tener la oportunidad de ganarse la vida
mediante un trabajo libremente escogido o aceptado.

El artículo 14 bis y el derecho individual del trabajo:


Nuestra constitución formal ha complementado el enunciado del
derecho de trabajar del primitivo artículo 14 con los del artículo 14 bis a
partir de 1957, en lo que hace a los derechos del hombre en razón del
trabajo en su primera parte establece:
El trabajo en todas sus formas gozará de la protección de las leyes, las
que asegurarán al trabajador en primer lugar. condiciones dignas y
equitativas de labor, una jornada limitada descanso y vacaciones
pagadas retribución justa, salario mínimo vital y móvil igual
remuneración por igual tarea participación en las ganancias de las
empresas con control de la producción y colaboración en la dirección
protección contra el despido arbitrario, estabilidad del empleado público,
organización sindical libre y democrática reconocida por la simple
inscripción en un registro especial.
Lo primero que observamos es que el trabajo tiene y debe tener tutela.
Esa tutela surge directa y operativamente de la constitución y debe
ampararla la ley. La ley debe necesariamente asegurar todo lo que el
artículo enúmera. De aquí surge que la competencia le incumbe al
congreso con ejercicio obligatorio y que estamos ante lo que cabe
denominar: “zona de reserva de ley” por lo que el poder ejecutivo no
puede asumirla ni transferirla, salvo potestad reglamentaria.

Artículo 14 bis y los derechos gremiales:


La mención que de los gremios hace el artículo 14 bis, tiene por objeto
deparar a continuación el reconocimiento de los derechos típicamente
considerados gremiales. Entre los que menciona sólo tres que son: la
huelga, la concentración de convenios colectivos de trabajo y el recurso
de la conciliación y arbitraje. Los demás derechos que puedan rotularse
como gremiales merecen ampararse en los derechos implícitos del
artículo 33 y en el derecho internacional de los derechos humanos que
integran nuestro derecho interno.
El primero de los derechos gremiales que en importancia consigna la
segunda parte del artículo 14 bis es el de la huelga. La huelga apareció
en el horizonte del mundo jurídico como una abstención colectiva de
trabajo que hizo sus encuadres en los conflictos con movimientos
colectivos de trabajo. El abandono del trabajo tiene que ser plural para
revestir la naturaleza de la huelga. Los sujetos de la huelga son el sujeto
activo que declara y conduce la huelga del sujeto pasivo que participa
en la huelga. Al primero lo llamamos sujeto declarante y al segundo
sujeto participante.
En cuanto a los efectos de la huelga en cada contrato individual de
trabajo corresponde advertir, que la huelga no produce
automáticamente la ruptura de la relación laboral sino solamente la
suspende. La huelga declarada ilegal autoriza al empleador a poner en
mora a los trabajadores participantes, intimándole al retorno del servicio
y en caso de persistencia en el abandono a despedirlos con justa causa.
Mientras la relación laboral esté suspendida por el ejercicio de huelga
el empleador no está obligado a abonar la retribución porque no hay
contraprestación de servicios. Si la huelga es ilegal y practicada de
intimación patronal para reanudar las tareas el personal no se reintegra
el empleador puede despedir a algunos y no a todos, despedir a todos
o bien reincorporar luego sólo algunos.

Artículo 14 bis y la seguridad social:


La tercera parte del artículo 14 bis está dedicada a la seguridad social.
Se entiende por seguridad social la protección y cobertura de los riesgos
comunes a todos los hombres como enfermedad, vejez, desempleo
muerte, accidentes, etcétera, la protección y cobertura de esos mismos
riesgos con respecto a los trabajadores.
Entre estos dos aspectos la nota distintiva radica no tanto en las
contingencias amparadas sino más bien en los sujetos a quienes se
ampara que como queda expuesto son todos los hombres en el inciso
a y solamente los trabajadores en el inciso b.

Protección integral de la familia:


La tercera parte del artículo 14 bis in fine está dedicada a la protección
integral de la familia mediante la defensa del bien de familia la
compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.
El bien de familia en cuanto supone un inmueble donde habita el núcleo
familiar y al que se rodeas de determinadas seguridades en razón de su
destino de vivienda doméstica se relaciona con el acceso a una vivienda
digna.
Pero este último anunciado va más allá de su carácter programático
porque obliga al estado a procurar mediante políticas diversas que todos
los hombres pueden obtener un ámbito donde vivir decorosamente sean
o no propietarios de él, tengan o no convivencia familiar.
La compensación económica familiar se traduce en el derecho de recibir
determinadas prestaciones que más allá de una retribución conmutativa
del trabajo se destinan a sufragar la subsistencia de parientes del
trabajador que están a su cargo y para los cuales tienen la obligación
alimentaria su forma más común es el salario familiar o la asignación
familiar, que complementa al salario estrictamente retributivo.

La propiedad en la constitución argentina:


El artículo 14 consigna entre los derechos subjetivos, el de usar y
disponer de su propiedad. A esta declaración, acompaña del artículo 17,
afirmando que la propiedad es inviolable y ningún habitante de la nación
puede ser privado de ella sino en virtud de una sentencia fundada en
ley. El sujeto activo que se erige en titular del derecho de la propiedad
puede ser la persona física la persona de existencia ideal o colectiva.
El sujeto pasivo del derecho de propiedad es ambivalente por un lado
el estado a quien se dirige fundamentalmente la prohibición de violar la
propiedad privada y de los particulares que no deben perturbar el uso y
ejercicio del derecho que ostenta el sujeto activo.

Expropiación por causa de utilidad pública:


El derecho de la propiedad no es perpetuo porque puede extinguirse
mediante la expropiación la expropiación es una de las limitaciones al
derecho de propiedad en el tiempo ya que la perpetuidad de ese
derecho es susceptible de extinguirse cuando el estado procede
expropiarlo la expropiación es el acto unilateral por el cual el estado
priva de la propiedad de un bien al titular del derecho sobre el mismo
con fines de utilidad pública mediante calificación por la indemnización
previa e integral al valor de aquel bien.
En el ámbito provincial, las expropiaciones locales se rigen por las
constituciones y leyes provinciales interpretadas y aplicadas por sus
tribunales sin perjuicio del ajuste indispensable a las pautas de la
constitución federal.
Las etapas del proceso expropiatorio son:
- la calificación legislativa de la utilidad pública
- la determinación de los bienes y
- la indemnización
Propiedad intelectual
el artículo 17 la prevé expresamente al establecer que todo autor o
inventor es propietario exclusivo de su obra un invento o
descubrimientos por el término del acuerdo a la ley. Propiedad
intelectual es el derecho del autor sobre una obra científica literaria
artística etcétera. Propiedad industrial y comercial es el derecho que
recae sobre inventos descubrimientos patentes marcas de fábrica
etcétera con un matiz económico acentuado para ambos casos la
constitución prevé una regulación legal distinta que las de otras formas
de propiedad.

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