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LA VAGINA
La vagina es un conducto interno recubierto por una mucosa
que comunica la vulva (órgano externo) con el cuello del útero o cérvix.
La vagina tiene una apertura externa que puede estar parcialmente
recubierta por el himen. Se trata de un conducto elástico de unos 8 o 11
centímetros de longitud, formado de numerosos pliegues y recubierto de
una mucosa.
Este órgano desempeña un papel fundamental en el aparato reproductor
femenino:
EL ÚTERO
También llamado matriz, es el órgano ginecológico interno de mayor
tamaño. Se trata de un órgano muscular, hueco, de unos 8 cm de longitud y
5 cm de ancho, con una forma que recuerda a una pera. Su principal
función es la de albergar al feto y la placenta durante todo el embarazo.
Consta de 2 partes diferenciadas, el cuerpo del útero y el cérvix (cuello
cervical)
Cuerpo de útero
Cuello de útero
El cuello del útero ocupa la parte más inferior y es la que está en contacto
con la vagina. Tiene forma cilíndrica y paredes gruesas. Su función
es recibir el esperma tras la eyaculación y proyectarlo hacia la cavidad
del cuerpo del útero para lograr la fecundación. Durante el embarazo se
cierra mediante un tapón mucoso y aísla el saco amniótico del exterior
para protegerlo de posibles infecciones.
LAS TROMPAS DE FALOPIO
Las trompas de Falopio o trompas uterinas son 2 conductos ubicados a
izquierda y derecha del cuerpo del útero, que lo unen con los ovarios, que
se encuentran en la cavidad abdominal. Tienen unos 10 cm de largo y se
encargan de:
LOS OVARIOS
Son las glándulas sexuales femeninas. En concreto 2, de forma ovalada y
unos 3 cm de tamaño, ubicados al final de cada una de las tropas de
Falopio y en cuyo interior se encuentran los óvulos. Con cada ciclo
menstrual uno de los óvulos (de uno de los dos ovarios) completa la
maduración y atraviesa la corteza para desprenderse en el interior de la
trompa de Falopio a la espera de ser fecundado por un espermatozoide.
Dentro de los ovarios se distinguen 2 zonas:
INTRODUCUON
a infección del tracto genital superior (ITGS) es una condición común entre las
mujeres en edad reproductiva(1). Corresponde a la infección y la inflamación
resultante del tracto superior de los órganos reproductivos femeninos, incluyendo el
endometrio, las trompas de Falopio y los ovarios(2). Reportes de la literatura
estiman que es una de las enfermedades más comunes del género femenino
afectando 1 millón de mujeres, representando 275.000 hospitalizaciones al año en
EE.UU(3,4). En Chile, en el Servicio de Ginecología del Hospital San Borja Arriarán,
2,4% de los egresos en 1991 fueron por esta causa(5), en otrosreportes cerca del
39% de las pacientes afectadas por EIP correspondían a ATO la cual ha aumentado
especialmente en mujeres mayores de 40 años(6).
La ITGS usualmente es causada por una infección de tipo ascendente, con etiología
bien esclarecida por la literatura donde sus principales agentes involucrados son
Neisseria gonorrhoeae o Chlamydia trachomatis, aunque entre un 30%-40% de los
casos es de causa polimicrobiana(
Gonorrea
DEFINICIONES
cérvix con mayor incidencia en las mujeres con prácticas sexuales de riesgo
con un espectro de gravedad desde muy leve hasta potencialmente letal,
EPIDEMIOLOGIA
ETIOLOGIA
bacteriano.
Chlamydia trachomatis.
Mycoplasma (hominis, urealyticum, genitalium).
Streptococcus grupo D.
Staphylococcus coagulasa negativo.
Staphylococcus aureus.
Haemophylus influenzae.
Streptococcus grupo B.
Esta infección polimicrobiana condiciona salpingitis y
Peptococcus sp.
Peptostreptococcus sp.
Bacteroides sp.
FACTORES DE RIESGO
2. Múltiples compañeros sexuales: Como ocurre en otras ETS, las mujeres solteras y
sexualmente promiscuas son las más afectadas por EIP. Las mujeres con múltiples
compañeros sexuales, tienen un riesgo mayor de 4.5 veces de padecer una EIP que las
monogámicas. Se ha encontrado como factor de riesgo de mayor significación el tener
un más de un compañero sexual en los treinta días previos a la infección, más que el
numero total de compañeros que hubiese podido tener en el transcurso de su vida.
3. Enfermedades de transmisión sexual: La presencia o historia de otras ETS aumenta
el riesgo de padecer una EIP. Se ha encontrado que el antecedente de EIP gonocócica es
un factor de riesgo para episodios subsecuentes de EIP no gonocócica.
La ectopia asociada a los ACO, favorece la colonización por clamídeas. Aún aceptando
un mayor riesgo de ETS, no se incrementan las tasas de EIP.
7. Historia previa de EIP: Un tercio de las mujeres con EIP van a tener más de brote
sucesivo, el segundo de los cuales aparece en el primer año después del primer brote en
la mitad de las pacientes. Gonococo y clamídeas, se aislan con menos frecuencia que en
el primer brote. Son determinantes en la cronicidad del proceso: la falta de tratamiento
de las parejas sexuales, la lesión tubárica residual, el tratamiento incompleto o la
persistencia de las mismas conductas sexuales y factores de riesgo.
9. EIP iatrógena: Secundaria a distintas maniobras realizadas a nivel del tracto genital
inferior y superior, facilitando el ascenso de gérmenes, como son el parto, legrado,
inserción de DIU, histeroscopia, punción transvaginal, histerosalpingografía, etc
PATOGENIA
La mayoría de los casos de E.P.I son debidos a enfermedades de transmisión sexual del
tracto genital inferior que ascienden al tracto genital superior, se cree que el origen de la
enfermedad es una cervicitis que se disemina y junto con el receptor de superficie
mucosa llega primero al endometrio y posteriormente a la tuba uterina. En 85% de los
casos la diseminación es espontánea, en 14% es secundaria a la manipulación
instrumentada, como en la inserción del dispositivo intrauterino, biopsia de endometrio
o histerosalpingografía, y sólo 1% es secundaria a otras infecciones abdominales.
El drenaje del exudado purulento hacia la cavidad abdominal condiciona que entre 5 y
15% de las pacientes con EPI desarrollen peritonitis localizada, abscesos ováricos,
tubárico o peritoneales. Un porcentaje pequeño de pacientes con E.P.I pueden
desarrollar perihepatitis secundaria (síndrome de Fitz–Hugh–Curtis).
FISIOPATOLOGÍA
En general, la EPI se presenta con endometritis y salpingitis.
(enfermedad leve a moderada) y ocasionalmente con absceso
tubo-ovárico o peritonitis pélvica (enfermedad grave) . PID debe
ser considerado como una enfermedad polimicrobiana. Los más
comunes organismo causante es la clamidia, seguida de la
gonorrea, y ambos pueden estar presentes. Sin embargo, estos
organismos representan solo 50% de PID. Infecciones mixtas
causadas por organismos en la flora vaginal, incluidos los
organismos que causan la vaginosis bacteriana, pueden causar EPI
y pueden asociarse con infecciones por clamidia y / o gonorrea.
También implicado son citomegalovirus, Mycoplasma hominis,
Ureaplasma ,urealyticum y Mycoplasma genitalium.
Si bien la infección aguda de EPI no suele ser grave, la las
secuelas a largo plazo son. En un informe, las mujeres con
antecedentes de PID desarrollaron cicatrices tubáricas que
conducen a la infertilidad en el 8%, embarazo ectópico en el 9% y
dolor pélvico crónico en el 18% .16 Hasta el 85% de las mujeres
con presunta EPI no buscan atención médica inmediata, debido a
la no gravedad, no específica Síntomas de EPI.17 Retrasos en el
diagnóstico y tratamiento de la EPI son un factor de riesgo de
problemas de fertilidad.
Puede existir una salpingitis folicular secundaria a la adherencia de los pliegues mucosos con
atrapamiento de exudado y de secreción acuosa.
Manifestaciones clínicas
MANIFESTACIONES CLÍNICAS La sintomatología depende, en parte, de los agentes causales de
la enfermedad pero, sobre todo, de las lesiones anatómicas producidas. En términos generales
suele admitirse, que las infecciones por manipulación iatrogénica o en las portadoras de DIU
tienen menor gravedad que las debidas a transmisión sexual directa. También se admite que
las E.P.I por clamidias tienen un curso clínico más benigno que las gonocócicas, aunque los
hallazgos laparoscópicos 25 en aquellas pueden ofrecer cuadros graves discordantes con la
clínica; la asociación de anaerobios conduce a la formación de abscesos. El inicio del cuadro
suele ser agudo y aparatoso, pero a veces es insidioso y progresivo, se asocia a menudo con la
menstruación, y así lo manifestará la paciente; éste comienzo menstrual (o pocos días después
de la menstruación) de la sintomatología es especialmente característico de las salpingitis
gonocócicas, mientras que en las clamídicas es de comienzo insidioso y no necesariamente
asociado con la menstruación. El dolor es el síntoma más constante, y puede tener muy
diferentes gradaciones; aunque puede ser fuerte desde el principio, lo más frecuente es que la
intensidad sea baja al comienzo para irse incrementando progresivamente. El dolor se
exacerba con los movimientos y la presión abdominal y en algunas ocasiones su principal
manifestación es la dispareunia. La duración del episodio doloroso agudo suele ser por lo
general breve, aunque el resto de la sintomatología es muy variable e inconstante pero debe
ser cuidadosamente valorada. La leucorrea es muy frecuente, en ocasiones hay metrorragias,
que dependen de la existencia de infección endometrial; según la intensidad el cuadro puede
haber una importante alteración del estado general. No son raros los síntomas urinarios, como
disuria, polaquiuria y tenesmo vesical; asimismo, se asocian con frecuencia síntomas digestivos
como molestias en la defecación, en tanto que los vómitos y náuseas sólo aparecen si hay
afectación peritoneal. La fiebre es un síntoma que no falta casi nunca, pero, al igual que el
dolor, puede ser extraordinariamente variable; en ocasiones es muy alta, por encima de 40º,
acompañada de escalofríos, pero la mayoría de las veces se mantiene alrededor de 38º, con
duración diversa. 26 A veces se produce un cuadro de dolor en el hipocondrio derecho,
conocido como síndrome de Fitz-Huhg-Curtis, debido a una perihepatitis causada por el
ascenso de gérmenes a través de la cavidad peritoneal. El síntoma doloroso fue descrito
primitivamente por Stajano en 1919, y se trata de una inflamación de la cápsula hepática sin
lesión del parénquima, con formación de exudados fibrinosos y adherencias atribuida
tradicionalmente a infección gonocócica, se ha comprobado que también puede producirse
por clamidias y otros gérmenes.
CLASIFICACIÓN
La clasificación de EPI nos orientara el tipo de intervención a realizar el cual podemos valorar la
gravedad y las características laparoscópicas .
1. CLASIFICACIÓN CLÍNICA:
2. Aguda
3. Silente
4. Atípica
5. Residual o crónica
6. Postparto/ postaborto
7. CLASIFICACIÓN EVOLUTIVA:
8. No complicada: Sin masa, limitada a trompas y ovarios con o sin signos de irritación
peritoneal.
9. Complicada: Masa o absceso que involucra trompas y ovarios, con o sin signos de
irritación peritoneal.