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LA EPIDEMIA MAS ALLA DEL CORONAVIRUS

El suicidio, ponerle fin a tu propia vida, es una reacción trágica a situaciones de


vida estresantes; más trágica aún porque el suicidio puede prevenirse. Si estás
pensando en suicidarte o conoces a alguien que esté teniendo sentimientos
suicidas, aprende a identificar los signos de advertencia del suicidio y a
comunicarte para buscar ayuda y tratamiento profesional de inmediato. Puedes
salvar una vida; la tuya o la de otro.

“Nunca antes habíamos visto tasas de suicidio como las que estamos viendo a partir de
2015” dice el geógrafo a cargo del estudio, Gustavo Páez, que ha estudiado el
fenómeno desde Mérida, la ciudad montañosa de los Andes en la que históricamente
se registra la mayoría de los suicidios en Venezuela. Para 2018, 9,7 de cada 100.000
venezolanos se quitaba la vida, muchas veces en medio de un cuadro depresivo.

la tasa de suicidio del país hasta 2015 estuvo entre las más bajas del mundo. Entre
2010 y 2015 la tasa aumentó 81%, de 2015 a 2018 el incremento fue de 155% hasta
llegar 9,7 por cada 100.000 habitantes, muy cerca ahora del promedio mundial de 10,5.
En números absolutos se pasó de 1.143 suicidios en 2015 a 2.889 tres años después.
Debido a que el aumento se ha seguido viendo es posible que ya hayamos alcanzado,
o incuso superado, el promedio mundial.

Aunque las motivaciones de un suicida son algo difícil de determinar, Páez señala que
el incremento reciente estaría asociado al agravamiento de la crisis en Venezuela,
caracterizada por el aumento de la pobreza, la inseguridad alimentaria, el incremento
en los riesgos de muerte y el retroceso en la sobrevivencia. Esta tesis la pudieron
corroborar con entrevistas a psiquiatras, personal de salud y familiares de víctimas, que
componen el segmento cualitativo del extenso estudio. “Esos son los factores que
deben haber actuado como detonantes de los sentimientos negativos que llevaron a
muchos venezolanos a tomar la lamentable decisión de quitarse la vida”

Las principales causas que pueden asociarse a los casos son la crisis actual del país,
los trastornos depresivos y los problemas afectivos o de parejas, según el OVV. “La
depresión y la ansiedad, detonadas por la crisis actual, se muestran como las
principales causas en la mitad de los casos

En mayo el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, llama a todos


los países a asumir compromisos ambiciosos a la hora de tratar enfermedades
psicológicas, en el marco de un posible aumento de los suicidios y el abuso de drogas
de ámbito mundial.

Durante la presentación de un informe sobre los efectos de la Covid-19 y la salud


mental, Guterres destacó que las personas que corren mayor riesgo en la actualidad
son los trabajadores sanitarios, las personas mayores, los adolescentes y los jóvenes,
las personas con afecciones de salud mental preexistentes y las que están atrapadas
en conflictos y crisis. El máximo responsable de la ONU destacó que los padecimientos
psicológicos como la depresión y la ansiedad “constituyen algunas de las mayores
causas de sufrimiento en nuestro mundo".

Según los datos de la ONU. la depresión afecta a 264 millones de personas en todo
el mundo, y el suicidio es la segunda causa de muerte en los jóvenes de 15 a 29 años,
partiendo de que casi la mitad de todas las afecciones de salud mental comienzan a
manifestarse a los 14 años.

1. Las recesiones económicas

se asocian a aumentos en la tasa de suicidios. Personas que pierden sus negocios, sus
empleos, sus casas, que se endeudan, que quedan incluso en situaciones
económicamente muy precarias.

Las emociones negativas de tristeza, ansiedad, aburrimiento y pánico colectivo que


llevan a conductas irracionales hacen de los hogares en confinamiento ollas de presión.
“Estamos desesperados en casa”

2. El aislamiento social y los sentimientos de soledad


3. Disminución de la actividad física y temor a enfermarse
4. El aumento de violencia y abusos en el hogar. Atrapados en casa con sus
victimarios
5. Dificultad para acceder a los servicios de salud mental y a los medicamentos
6. Depresión
7. Ansiedad
8.

 Hablar acerca del suicidio, por ejemplo, con dichos como “me voy a suicidar”,
“desearía estar muerto” o “desearía no haber nacido”

 Obtener los medios para quitarse la vida, por ejemplo, al comprar un arma o
almacenar pastillas

 Aislarse de la sociedad y querer estar solo


 Tener cambios de humor, como euforia un día y desazón profunda el siguiente

 Preocuparse por la muerte, por morir o por la violencia

 Sentirse atrapado o sin esperanzas a causa de alguna situación

 Aumentar el consumo de drogas o bebidas alcohólicas

 Cambiar la rutina normal, incluidos los patrones de alimentación y sueño

 Hacer actividades arriesgadas o autodestructivas, como consumir drogas o


manejar de manera negligente

 Regalar las pertenencias o poner los asuntos personales en orden cuando no


hay otra explicación lógica para hacerlo

 Despedirse de las personas como si no se las fuera a ver de nuevo

 Manifestar cambios de personalidad o sentirse extremadamente ansioso o


agitado, en especial cuando se tienen algunos de los signos de advertencia que
se mencionaron con anterioridad

 Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces

 Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño

 Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso

 Cansancio y falta de energía

 Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa

 Dificultad para concentrarse

 Movimientos lentos o rápidos

 Inactividad y retraimiento de las actividades usuales

 Sentimientos de desesperanza o abandono

 Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio

 Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad


sexual
Los signos de advertencia no siempre son obvios y pueden cambiar de persona a
persona. los niños pueden presentar síntomas distintos a los de los adultos. Vigile
especialmente los cambios en el rendimiento escolar, el sueño y el comportamiento.
Algunos dejan en claro sus intenciones mientras que otros guardan en secreto sus
pensamientos y sentimientos suicidas.

Prevención

Para ayudarte a evitar pensar en el suicidio:

 Busca el tratamiento que necesites. Si no tratas la causa de fondo, es posible


que los pensamientos suicidas regresen. Aunque puedas sentirte avergonzado de
buscar tratamiento para problemas de salud mental, el tratamiento adecuado para
la depresión, el abuso de sustancias u otro problema de fondo te hará sentirte
mejor acerca de la vida y ayudará a mantenerte a salvo.

 Crea una red de apoyo. Hablar de los sentimientos suicidas puede ser difícil, y
es posible que tus amigos y familiares no comprendan completamente por qué te
sientes de ese modo. Procura conectarte con ellos de todas formas, y asegúrate
de que las personas que se preocupan por ti sepan lo que está sucediendo y
estén a tu lado cuando las necesites. También es recomendable que busques
ayuda en la comunidad religiosa, en grupos de apoyo o en otros recursos
disponibles en tu comunidad. Sentirte conectado y contenido puede ayudar a
reducir el riesgo de suicidio.

 Recuerda que los sentimientos suicidas son temporales. Si te sientes


desesperanzado o sientes que seguir viviendo no vale la pena, recuerda que el
tratamiento puede ayudarte a recuperar la perspectiva y a mejorar tu vida. Tómalo
con calma y no actúes impulsivamente.

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