Diciembre 2006 Final

Seminario de Investigación 1
El Impacto de las TICs en el Campo de la Comunicación.
La comunicación en el Sitio Web del Concejo Municipal.
Introducción
En la actualidad, el mundo se encuentra en un proceso de redefinición histórica

de las relaciones de producción, de poder, y de experiencia1 que deriva de la
convergencia e interacción de tres procesos, hasta cierto punto, independientes. Por
supuesto, la revolución de la tecnología es uno de ellos; pero no podrían
comprenderse cabalmente los cambios sociales a que asistimos sin tener en cuenta la
crisis económica y subsiguiente reestructuración del capitalismo en los ´70, por un
lado, y por el otro la crisis de las instituciones políticas y el surgimiento de los nuevos
movimientos sociales.
La emergencia de un nuevo modo de desarrollo, que Manuel Castells llama
"informacionalismo", conformado históricamente por la reestructuración del
capitalismo, hacia finales del Siglo XX.
En este escenario, Internet es, sin duda, el fenómeno cultural-comunicacional
del momento. Como afirma Pierre Lèvy “la virtualización alcanza incluso a las formas
de estar juntos, a la formación del “nosotros”: comunidades virtuales, empresas
virtuales, democracia virtual, etc.” 2
Presenciamos la aparición de nuevos procesos y formas de convivencia social
que se relacionan con la digitalización, la realidad virtual, el multimedia, el hipertexto,
entre ellos, el fenómeno de los Sitios Web de las instituciones democráticas del
Estado.
De esta manera, las Tecnologías de la Información y Comunicación se tornan
transformadoras de los múltiples ámbitos que la contienen, así la economía, la
sociedad, la cultura, la política, e incluso, los modos de producción de conocimiento
están cambiando.
Las líneas temáticas que guían nuestro trabajo hacen referencia al fenómeno
de Internet, a la construcción del espacio público, especialmente político, a la
comunicación de la Web en torno a los procesos legislativos locales.
Poniendo especial énfasis, a manera de prefacio, en el contexto global en que
se desarrollan nuestras sociedades, contamos con tres premisas: el fenómeno de
Internet, desde una perspectiva historicista de la tecnología; la comunicación como
elemento constitutivo de la acción política, y por último las características propias de
la participación en los procesos legislativos locales a través de las TICs.
Para comprender el problema planteado nos centraremos en la observación
participante del sitio Web del Concejo Municipal de Rosario.
Los Concejales en tanto son los encargados de legislar y velar por el
funcionamiento de la democracia en su esfera local se encuentran con este espacio
que traza nuevos interrogantes acerca de lo que implican estas tecnologías para la
configuración del espacio público.
Consideramos una de las aristas de un tema complejo y multidimensional que
abarca a muchos actores sociales enfocando nuestro análisis en las prácticas políticas
de los legisladores a través del uso del Sitio Web planteando un modo de
comunicación.
Si bien coincidimos con Dominique Wolton en que la comunicación a través del
la Red tiene límites precisos que estarían dados por las competencias tecnológicas de
Alumna: Yanina Rivero E-mail: yaninairivero@yahoo.com.ar

los ciudadanos. Como comprende Wolton “El acceso a toda la información no

sustituye la competencia previa para saber qué información pedir y que uso hacer de
ella. El acceso directo no suprime la jerarquía del saber y de los conocimientos.”3
Ante el nuevo escenario histórico-social, es decir, frente a las nuevas
oportunidades y amenazas que plantea la Sociedad de la Información es relevante
reflexionar acerca de las prácticas políticas de los gobiernos locales en el espacio
virtual.
Resumen o Abstract
Internet en la medida que presenta un espacio virtual que permite nuevas

prácticas y nuevos mecanismos de interacción entre los ciudadanos, partidos y
organizaciones puede vislumbrar nuevas vías de acceso e influencia en el proceso de
gobierno. Proyectando como posibilidad la reconfiguración de las formas en que el
poder se organiza y ejerce y de redimensionar los mecanismos, procesos e
instituciones mediante los que representantes, funcionarios y ciudadanos articulan sus
intereses e inciden en el proceso de toma de decisiones.
Los nuevos medios de información y comunicación se ponen al servicio de la
democracia en cuanto se convierten en potenciales herramientas de información,
interacción y control.
Ante el nuevo escenario histórico-social, es decir, frente a las nuevas
reflexionar acerca de las prácticas políticas de los gobiernos locales en el espacio
virtual.

Desarrollo
≈ La Máquina: La técnica como creación histórico-social.
La tecnología es uno de los temas más debatidos en la actualidad, sin

embargo, no es un fenómeno reciente.
Una mirada historicista nos puede guiar en la comprensión de esta
problemática. Precisamente, vemos que las máquinas se han desarrollado partiendo
de un complejo de agentes no orgánicos para convertir la energía, para realizar un
trabajo, para incrementar las capacidades mecánicas o sensorias del cuerpo del
hombre o para reducir a un orden y a una regularidad mensurable los procesos de la
vida. Se trata de un proceso que empezó con el uso de una u otra parte del cuerpo
como instrumento. Es necesario tener presente que en el fondo del desarrollo de los
instrumentos y las máquinas está el intento de modificar el medio ambiente de tal
manera que refuerce y sostenga el organismo humano.4
Si bien, el desarrollo de máquinas es el hecho técnico más patente de los
últimos mil años, sin embargo, ha existido desde, por lo menos, los tiempos neolíticos.
Durante el periodo más antiguo, algunas de las adaptaciones más efectivas del
ambiente vinieron, no del invento de las máquinas, sino del invento igualmente
admirable de utensilios, aparatos y obras. El periodo moderno nos ha dado finalmente
las obras de energía. En tanto las herramientas y las máquinas transforman el medio
ambiente cambiando la forma y la situación de los objetos; los utensillos y aparatos
han sido utilizados para efectuar transformaciones químicas igualmente necesarias.
Pero la mayor parte de estos procedimientos se mantuvieron en su estado
tradicional hasta la mitad del siglo XIX, y solo desde entonces es cuando han sido
influidos en un grado más amplio por el mismo juego de fuerzas científicas y de
intereses humanos que estaban perfeccionando la moderna máquina de energía.
Las obras, los aparatos y las máquinas han desempeñado un papel enorme en
el desarrollo del medio ambiente moderno. Mumford Lewis habla del complejo
tecnológico moderno. Entiende por complejo tecnológico a “la máquina” que abarcará
el conocimiento, las pericias y las artes derivadas de la industria o implicadas en la
nueva técnica, e incluirá varias formas de herramientas, instrumentos, aparatos y
obras así como máquinas propiamente dichas.”
El autor explica como llegó a configurarse este complejo tecnológico, explica el
proceso de preparación cultural en el que convergen numerosos hábitos, ideas y
modos de vida, así como instrumentos técnicos para la formación de este nuevo
orden.
Durante los siete primeros siglos de la existencia de la máquina las categorías
de tiempo y espacio experimentaron un cambio extraordinario, y ningún aspecto de la
vida quedó sin ser tocado por esta transformación.
El reloj es la máquina clave de la edad moderna industrial: no es un simple
medio para mantener las huellas de las horas, sino también para la sincronización de
las acciones de los hombres. En cada fase de su desarrollo el reloj es a la vez el
hecho sobresaliente y el símbolo típico de la máquina: incluso hoy ninguna máquina es
tan omnipresente.
El reloj además, es una máquina productora de energía cuyo “producto” es
segundos y minutos: por su naturaleza esencial disocia el tiempo de los
acontecimientos humanos y ayuda a crear la creencia en un mundo independiente de
secuencias matemáticamente mensurables: el mundo especial de la ciencia. Fue este

marco abstracto del tiempo dividido el que se hizo cada vez más punto de referencia
tanto para la acción como para el pensamiento, y un esfuerzo para llegar a la precisión
en este aspecto.
A cada cultura le concierne un determinado significado social del espacio y el
tiempo, como el lenguaje, impone condiciones y dirige la acción práctica.
Entre los siglos XIV y XVII se produjo un cambio revolucionario en Europa
occidental acerca del concepto del espacio. El espacio como jerarquía de valores fue
sustituido por el espacio como sistema de magnitudes. La perspectiva convirtió la
relación simbólica de los objetos en una relación visual: lo visual a su vez se convirtió
en una relación cuantitativa. En el nuevo cuadro del mundo, la dimensión no
significaba importancia humana o divina, sino distancia. Dentro de esta red ideal de
espacio y tiempo tienen lugar ahora todos los acontecimientos; y el hecho más
satisfactorio dentro de este sistema fue el movimiento en línea recta, pues dicho
movimiento se prestó para la representación precisa del sistema espacial y temporal
de coordenadas.
Otra consecuencia de este orden debe tenerse en cuenta: el situar una cosa
espacial y temporalmente llegó a ser esencial para su comprensión.
Las categorías de tiempo y espacio antes prácticamente disociadas, habían
quedado unidas: y las abstracciones del tiempo y espacio medido minaban las
antiguas concepciones de infinito y eternidad ya que la medición debía empezar con
un arbitrario aquí y ahora, incluso si el espacio y el tiempo están vacíos. La conquista
del tiempo y espacio había comenzado.
Cada elemento en la vida forma parte de una red cultural: una parte
compromete, restringe, ayuda a expresar a la otra. Durante este periodo se rompió la
red, y un fragmento escapó y se lanzó a una carrera separada, la voluntad de dominar
el medio. Dominar, no cultivar: alcanzar el poder, no conseguir la forma. La antigua
síntesis se había destruido en el pensamiento y en la acción social.
La fabricación de relojes; la medición del tiempo; la exploración del espacio; la
regularidad monástica; el orden burgués; los artificios técnicos; las inhibiciones
protestantes; las exploraciones mágicas; finalmente, el orden, la precisión y la claridad
de las ciencias físicas mismas; todas estas actividades habían formado al fin un
complejo social y una red ideológica, capaz de soportar el peso inmenso de la
máquina y de ampliar más aún sus operaciones.
Coincidimos con la conceptualización de técnica de Lewis Mumford y con su
propuesta teórica, por lo tanto, este concepto será el utilizado en este trabajo. Según
el autor, la historia de la técnica no puede estudiarse separada de múltiples factores
culturales que “preparan” su advenimiento. Señala que es equivocado pensar las
tecnologías como un tipo particular de descubrimiento cuyo advenimiento hace girar
diferente al mundo. Mumford lo expresa de esta manera: “Detrás de todos los grandes
inventos materiales del último siglo y medio no había sólo un largo desarrollo de la
técnica; había también un cambio de mentalidad. Antes de que pudieran afirmarse en
gran escala los nuevos procedimientos industriales era necesaria una nueva
orientación de los deseos, las costumbres, las ideas y las metas. Para entender el
papel dominante desempeñado por la técnica en la civilización moderna –dice más
adelante-, se debe explorar con detalle el período preliminar de la preparación
ideológica y social. No debe explicarse simplemente la existencia de los nuevos
instrumentos mecánicos: debe explicarse la cultura que estaba dispuesta para
utilizarlos y aprovecharse de ellos de manera tan extensa”. Mumford subraya que la
técnica no constituye un dominio autónomo que se desarrolle al margen de la
sociedad. Por la tanto, lo que produce los cambios en las sociedades no puede ser el
advenimiento de una técnica, puesto que ella misma es creación histórico-social.

≈ ¿Nuevas coordenadas?
En la actualidad, el mundo experimenta una revolución parecida o mayor a la

revolución industrial que va dando paso a un nuevo tipo de organización social en
general, respaldada por una forma cada vez más acentuada en el conocimiento y las
tecnologías5.
La sociedad en la que vivimos está en constante transformación debido a un
proceso acelerado de cambio tecnológico en el que intervienen la microelectrónica y la
informática. La aglomeración de información, la brevedad en la transmisión, la
superación de las limitaciones de distancia, la utilización simultánea de múltiples
medios; son algunos de los elementos que explican la enorme propagación de cambio;
que nos obligan a modificar conceptos básicos y con ello la forma de vida en general.
Desde la llamada Tercera Revolución Industrial, las Tecnologías de la
Comunicación y de la Información (TICs) resultan constitutivas y transformadoras de
los múltiples ámbitos que la contienen, así la economía, la sociedad, la cultura, e
incluso, los modos de producción de conocimiento están cambiando. Una nueva
sociedad está configurándose en el marco de lo que se denomina “capitalismo de la
información”.
Los cambios tecnológicos y su difusión son producidos dentro de una trama
compleja de relaciones en el marco de las culturas, que detentan determinados
modelos científicos-tecnológicos. Dado que las nuevas tecnologías de la información
no son sólo herramientas que aplicar sino procesos a desarrollar, los usuarios y los
creadores pueden convertirse en los mismos. En efecto, se evidencia una estrecha
relación entre los procesos sociales de creación y manipulación de símbolos (la cultura
de la sociedad) y la capacidad de producir y distribuir bienes y servicios (las fuerzas
productivas). Por primera vez en la historia la mente humana es una fuerza productiva
directa. Así, los ordenadores, los sistemas de comunicación y decodificación y
programación genética son todos amplificadores y prolongaciones de la mente
humana.
De esta manera, asistimos a un cambio en los esquemas de percepción,
interpretación y acción de los sujetos, pues, el núcleo de las tecnologías emergentes
no sólo introduce nuevos productos sino que transforman los procesos bases de la
sociedad (el trabajo, la educación, la economía, la política, etc.).
En la actualidad, presenciamos la aparición de nuevos procesos y formas de
convivencia social que se relacionan con la digitalización, la realidad virtual, Internet y
el multimedia.
Como afirma Pierre Levy “la virtualización alcanza incluso a las formas de estar
juntos, a la formación del “nosotros”: comunidades virtuales, empresas virtuales,
democracia virtual, etc.”6
El nuevo sistema electrónico de comunicación, el multimedia7, que comenzó a
formarse de la fusión de los medios de comunicación de masas globalizados y
personalizados y la comunicación a través del ordenador extiende la comunicación
electrónica a todas las esferas de la vida generando virtualidad real.
Si bien, en todas las sociedades, la humanidad ha existido y actuado a través
de su entorno simbólico, sin duda, éste tiene sus características propias.
Asimismo, la inclusión de la mayoría de las expresiones culturales dentro del
sistema de comunicación integrado tiene sus consecuencias sociales, una de ellas
afirma Manuel Castells es que debilita de manera considerable el poder simbólico de
los emisores tradicionales que transmiten a través de las costumbres sociales

codificadas por la historia: religión, moralidad, autoridad, valores tradicionales,

ideología política.
La secularización de la sociedad parece llegar a su punto máximo, las
sociedades están verdaderamente desencantadas, quizás, continúa Castells, porque
todos los milagros están en línea y pueden combinarse en mundos de imágenes
autoconstruidas.
Pero, no sólo por el collage que significa el ciberespacio sino sobre todo
porque el nuevo sistema de comunicación transforma radicalmente el espacio y el
tiempo, las dimensiones fundamentales de la vida humana.
En su libro La Era de la Información señala el autor “las localidades se
desprenden de su significado cultural, histórico y geográfico, y se reintegran en redes
funcionales o en collage de imágenes, provocando un espacio de flujos que sustituye
el espacio de lugares. El tiempo se borra en el nuevo sistema de comunicación cuando
pasado, presente y futuro pueden reprogramarse para interactuar mutuamente en el
mismo mensaje.”
El espacio de los flujos y el tiempo atemporal son los cimientos materiales de
una nueva cultura que trasciende e incluye la diversidad de los sistemas de
representación transmitidos por la historia.
En este nuevo contexto: ¿Cuál es nuestro imaginario de la sociedad? ¿Qué
ideas nos hacemos de nuestras maneras de convivir? Parto de la siguiente premisa:
toda sociedad se reconoce a sí misma por medio de un imaginario social 8. Sólo
mediante esa imagen proyectada una sociedad puede constituirse en tanto orden
colectivo.
Dicho imaginario-síntesis de la sociedad, es encarnado por diversas formas de
comunidad imaginada, entre ellas el estado y la nación. Ellas no sólo abarcan formas
materiales, sino que representan igualmente formas simbólicas del Nosotros. A través
de ellas los ciudadanos se sienten parte de un orden colectivo. Dichos imaginarios
son, por ende, tan verdaderos como el desempleo o la calidad de la educación. Son
inseparables de las ideas o imágenes que se hacen las personas acerca del orden
colectivo. Sin embargo, parece que asistimos a un debilitamiento general de los
imaginarios sociales.
Subyace a esta crisis una erosión de los mapas cognitivos 9 (la representación
simbólica de la realidad mediante la cual estructuramos una trama espacio-temporal)
que usan los individuos para clasificar y ordenar la realidad social. No contamos con
códigos adecuados para dar cuenta de la nueva complejidad social. Los esquemas
tradicionales con sus distinciones entre política y economía, estado y sociedad civil,
público y privado ya no logran representar adecuadamente el nuevo entramado. 10
Más información tenemos y más crucial se vuelve la interpretación. Percibimos
entonces las insuficiencias de nuestros marcos interpretativos para enfocar los
cambios que van transformando los procesos económicos, la estructura social y
comunicativa, el ámbito cultural y que por cierto, alteran igualmente las formas
políticas.
El imaginario político, o sea, las imágenes que nos formamos de la sociedad en
tanto producción colectiva-conflictiva de un orden es vital para comprender que no hay
una finalidad histórica fijada de antemano y que cada época, cada grupo define, a
partir de su experiencia, el sentido del orden. En este marco, considero la política
como la lucha por el orden, donde el imaginario juega un papel decisivo.
La “fuerza de lo necesario” aumenta incesantemente, mientras que se ha
debilitado nuestra capacidad político-cultural de redefinir lo posible y, con mayor razón,

lo deseable. No es que existan menos posibilidades o menos anhelos; ellos crecen al

igual que las necesidades más no encuentran un marco interpretativo.
Todo esto socava el fundamento mismo de las instituciones tradicionales de la
sociedad.
Por un lado la expansión informática del espacio permite una comunicación sin
la presencia física de los participantes. Ella modifica no solo las pautas de sociabilidad,
sino la noción de espacio público. Por otro lado la fragmentación del tiempo social, la
historia se deshace en una secuencia de episodios autosuficientes.
La multiplicidad de códigos interpretativos y la velocidad con que circulan las
informaciones y símbolos aceleran la obsolencia de las experiencias pasadas e
instalan una especie de presente autista.
La descorporalización aparece como una característica inherente a la
mediatización de la comunicación social. El auge de una cultura de la imagen
revoluciona las experiencias y los imaginarios colectivos, en parte por la preeminencia
de la imagen, alterando el tipo de conversaciones sociales y deliberaciones
ciudadanas.
Han cambiado las experiencias que hace la gente de la convivencia social:
relaciones sociales más flexibles, una trama social más tenue y más frágil. También,
se da una mutación en la representación que suele hacerse la gente de la sociedad
como un cuerpo coherente y cohesivo: nadie ni nada ofrece una idea verosímil de la
totalidad social.
En miras de la sociedad del conocimiento es imprescindible analizar los
dispositivos sociales que se están gestando, los que están debilitándose, los que se
resignifican en la sedimentación de esta nueva mirada. Entendiendo a las tecnologías,
no en su sentido instrumental, sino como parte de la trama social en la que se teje,
adquiere importancia su impacto en el aspecto cognitivo-afectivo de la vida de la
gente. Éste es un componente fundamental del imaginario social que orienta la acción
de la comunidad.
El orden social es algo que se está continuamente negociando y actualizando
por eso ante esta revolución tecnológica el desanclaje11 espacio-temporal de la vida
cotidiana de los actores sociales, sin duda, es la antesala para comprender las
modificaciones en la política.
La política que presupone la pluralidad12 es ese espacio en donde se negocia
y se arman esos esquemas interpretativos para entender la realidad y actuar sobre
ella. Esa competencia de la política está fallando, pero, dentro de un marco general de
la sociedad, en donde prevalece la precariedad y el desconcierto, donde no se
encuentra un sentido que ayude a ordenar todos estos cambios para darle un
significado, un lugar en nuestro imaginario.
Teniendo en cuenta este escenario histórico-social, y frente a las nuevas
reflexionar sobre las prácticas políticas de los gobiernos locales en el espacio virtual.
Tomaremos como caso de análisis una de las instituciones democráticas de la ciudad
para reflexionar sobre los cambios que atraviesan la comunicación política y los
nuevos desafíos de la sociedad contemporánea.
Dado que según los estudios presentados en la obra de Manuel Castells los
usos sociales de la tecnología determinan, sin duda, considerablemente las
consecuencias sociales y culturales de la comunicación a través de la computadora.
Por otro lado, el autor Pablo Baumann13 advierte que “los gobiernos
municipales y locales son actores fundamentales en esta nueva geografía mixta
(virtual y territorial), por varias cuestiones. En primer lugar, por una cuestión

estratégica y geopolítica: en tanto los Estados-nación se ven inmersos en redes

variables de poderes y contrapoderes globalizadas frente a las cuales pierden
soberanía y autonomía, delegando cada vez más responsabilidades en los niveles
inferiores de gobierno, descentralizando tareas y funciones para descomprimir los
crecientes niveles de demandas y garantizar la gobernabilidad de los sistemas
políticos, los gobiernos locales asumen cada vez más funciones y autonomía (esto
último no siempre se da, dependiendo de la capacidad de obtención de recursos
propios que estos tengan). Estos pueden implementar estrategias propias de
desarrollo, estableciendo alianzas con otros municipios dentro y por fuera de los
propios estados, conformando redes, buscando nuevos mercados para sus
producciones, innovando y promoviendo el surgimiento de nuevas actividades
rentables, promoviendo sus recursos, etc.”
Así es, que señala una tendencia al crecimiento de una autonomía en la
elección de autoridades locales, respecto a las lealtades o al voto para autoridades
nacionales. Además, porque el control ciudadano sobre sus gobernantes se hace más
efectivo a nivel local. Asimismo, porque los gobiernos regionales y locales están
tendiendo a implementar procesos de descentralización y participación ciudadana.
Si bien la comunicación en el espacio virtual del Concejo Municipal depende de
todos los actores sociales, es decir, de las circunstancias en que se encuentran los
concejales, los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil, nuestro trabajo se
enfoca en los actores legislativos que proponen un determinado uso social de las TICs
y posibilitan cierto nivel de interactividad.
Asimismo, la problemática de las instituciones legislativas en Internet es un
tema reciente y por lo tanto no ha sido suficientemente investigado. A través de la
revisión y organización de las investigaciones académicas disponibles sobre el tema
hemos considerado como referencia, los resultados preliminares del estudio realizado
por María M. Frick sobre los “Parlamentos en la Era Digital” en América Latina que
analiza los Sitios Web de las instituciones legislativas y partidos políticos tomando
como referencia la incorporación de estas tecnologías en el continente europeo.
Reenfocaremos algunos conceptos claves para nuestro trabajo. Así, Frick se
refiere a gobernancia electrónica como “el movimiento de los gobiernos hacia la
esfera virtual y es un campo incipiente con muchos rumbos posibles, cuya paulatina
corporización y potencialidades dependerán de la innovación conceptual, creatividad e
iniciativa de los actores de la escena política.”
Con el advenimiento de las nuevas tecnologías, ciudadanos, partidos y
organizaciones adquieren nuevos mecanismos de interacción y la posibilidad de
utilizar nuevas vías de acceso e influencia en el proceso de gobierno. Esta posibilidad
tiene el potencial de reconfigurar las formas en que el poder se organiza y ejerce y de
redimensionar los mecanismos, procesos e instituciones mediante los que
representantes, funcionarios y ciudadanos articulan sus intereses e inciden en el
proceso de toma de decisiones.14
El gran desarrollo de los sistemas mediales durante las últimas décadas ha
permitido que los medios de comunicación, y especialmente la televisión, se hayan
instalado como el principal punto de convergencia al cual todos quieren acceder, poder
comunicar y difundir información pública dirigida hacia la ciudadanía. En este
panorama el Estado ha quedado relegado y ha tenido que competir con otros actores
sociales para instalar su discurso en este espacio.
El planteamiento de Régis Debray15 expone claramente como la videoesfera
tiene una lógica precisa que se sumerge en todos los espacios de la sociedad, las
mismas cuestiones se ven ahora de otra manera, se les da otro contenido más
adecuado a la racionalidad actual. Partimos entonces para analizar las TICs de este
estado actual de cosas, identificando la lógica de la televisión que la precede y

observando el modo en que se inserta en el este contexto socio histórico de máquinas,

practicas culturales y costumbres políticas establecidas.
Se debate acerca de la trascendencia de los cambios de las TICs dentro de
esta evolución mediológica, si conforman o no un nuevo paradigma, sin embargo, lo
que es innegable es que producen alteraciones en las dimensiones
culturales/comunicacionales de la política. Para indagar sobre este proceso veremos el
modo en el que el Concejo Municipal usa y se apropia de las posibilidades que ofrece
la Red. Las instituciones atraviesan tiempos adversos, el uso que hagan de las
tecnologías sin duda será un elemento importante en la mediatización de la política
que hoy es un fenómeno ineludible.
El ideal de nosotros no es un objeto en si mismo de voluntad o representación
sino la focal a través de la cual se nos aparecen los objetos.
Videograbadora, control remoto y walkman son reformadores políticos, y
nuestras más humildes manipulaciones cotidianas repercuten en la solidez de
nuestras convicciones. Eclecticismo partidario (o musical), volatilidad del voto (o de la
mirada), zapping electoral. ¿Puede Internet repercutir en la forma de pensar y hacer
política?
Según los estudios que llevan adelante los investigadores de la Asociación Links
“las democracias contemporáneas disponen de numerosas innovaciones, como
páginas de partidos políticos en Internet, sitios Web de las asambleas parlamentarias,
acceso digital a la documentación y a la gestión administrativa de los diferentes
organismos de la Administración Pública, canales de retransmisión continua y en
directo de las sesiones de las Cámaras Legislativas, comunicación bidireccional
electrónica entre ciudadanos y diputados, foros políticos y grupos virtuales de
discusión e intercambio de información política, e incluso, opciones de e-voto en
referéndums y elecciones. Internet permite el acceso de sus usuarios a una
voluminosa cantidad de información en formato electrónico de interés o aplicación a la
política: transmisión de sesiones de las Cámaras de Diputados en directo, los
acuerdos firmados por el Ejecutivo, padrones electorales, resultados de las votaciones
de los miembros del Congreso, textos de leyes, tratados establecidos, discursos
oficiales, las transcripciones de ruedas de prensa, plataformas de partidos políticos y
otros. A esto hay que añadirle los periódicos y revistas en línea, así como una gran
variedad de boletines, newsletters, blogs y cadenas de e-mails de diversos orígenes.”16
El gobierno electrónico significa poner el Estado, nacional, regional o local, en
Internet, para contribuir a producir una transformación en la cultura política e
institucional, y para que los ciudadanos puedan acceder a las informaciones que les
interesan. Pero, evidentemente, para que estos portales u otras herramientas
administrativas similares sean completamente viables, hay que asegurar que todos los
ciudadanos posean una formación que les permita navegar por Internet, que tengan
acceso a las herramientas informáticas, ya sea en sus hogares o por medio de
telecentros u otros equipamientos de uso público.
Observamos como el sitio Web del Concejo Municipal se constituye en un
espacio público-mediático, en el que se mezclan cuestiones del medio y de la
institución.

≈ Breve descripción del sitio Web del Concejo Municipal de la Ciudad de

Rosario en www.concejorosario.gov.ar.
En un breve mapa descriptivo del sitio, la primera sección, de inicio, tiene

información sobre la Agenda del mes, también se le otorga un lugar privilegiado a la
difusión de los eventos actuales organizados desde el mismo Concejo que tienen un
marcado cariz cultural (concursos literarios, exposiciones de fotografía, de cine,
conciertos). En la página principal también vemos una columna donde se encuentran
links de algunos medios (diarios, radios) nacionales, locales y regionales. Cuenta,
además, con diversas secciones que se muestran al comienzo Concejo, Historia,
Licitaciones, Medio Ambiente, Legislación, Base de Datos, Varios.
El diseño es básico, con la incorporación de movimiento sólo en el encabezado
de la página y una gráfica sobria que alterna entre los tonos azul, negro, rojo, y el
fondo blanco. La información más actualizada es la de la agenda, publicada de forma
mensual. Las otras secciones contienen información fija, o que se actualiza con una
menor periodicidad.
La información que prevalece es la institucional referida a la historia de
Rosario, el funcionamiento general del Concejo, la legislación vigente, la composición
del cuerpo, el organigrama, los antecedentes o datos de cada concejal, los proyectos
presentados y los aprobados.
La información de los concejales es reducida, acompañada de su foto, con muy
pocos recursos gráficos, los proyectos que han presentado, además de incluir el
correo electrónico, y los teléfonos de sus oficinas particulares.
Algunas de las secciones -que tienen que ver con información más actual, de
los temas que se tratan y deciden en estos días en el Concejo- se encuentran “en
construcción”, como, por ejemplo, las licitaciones.
La presentación de la página se hace a manera de portal, con una serie de
vínculos que no logran el objetivo de optimizar la comunicación ni la difusión. No existe
una parte dinámica actualizada diariamente en donde los encargados de prensa
difundan las noticias y boletines institucionales.
La mayoría de los links internos contienen una pequeña presentación de los
objetivos del área del cuerpo legislativo, e información más especializada. Por
ejemplo, la sección Medio Ambiente contiene leyes de varios órdenes.
Es notoria la falta de links del gobierno municipal o de otros sitios Web con los
que trabaje en red en torno a las problemáticas que abarca el ejercicio legislativo que
podrían ser de interés público para el usuario.
Algunos de estos links contienen la posibilidad de enviar correo electrónico o
incluyen la dirección de las autoridades; pero no todos los vínculos presentan una
situación similar a esta.
Como primer registro, ésta página permite: consultas bibliográficas y de
documentación sobre el desempeño del Cuerpo legislativo local, pero sin ser
incorporados nuevos elementos que hacen más completa la interactividad del usuario
con el gobierno a través de la página Web.
Esta primera etapa se limita a ofrecer sólo la información necesaria para
conocer el funcionamiento del cuerpo, y sobre el modo de comenzar los trámites, pero
no permite ningún otro tipo de iniciativa por parte del usuario, salvo el contacto vía mail
con el webmaster y los mails de los legisladores.

Es decir, no cuenta con herramientas como el foro, Chat, Newsletters, etc.,

salvo mails a través del Outlook Express que permita contar con un espacio para la
consulta, o posibilidad de opinión sobre algún tema especifico pronto a debatir en el
Concejo.
≈ Hipertexto ¿cómo funciona la Red?
Recurrimos al planteamiento conceptual de Lévy sobre el ciberespacio en el

que describe al “texto contemporáneo, alimentado en línea y conferencias
electrónicas, corriendo por las redes, fluido, desterritorializado, dinámico, sumergido
en el entorno oceánico del ciberespacio, reconstituye aunque de un modo diferente y a
una escala infinitamente superior, la copresencia del mensaje y de su contexto viviente
que caracteriza la comunicación oral.”
Un hipertexto es una matriz de textos potenciales, de los cuales sólo algunos
se realizarán como resultado de la interacción con un usuario. Entonces, lo virtual17
sólo aparece con la entrada de la subjetividad humana en la secuencia textual, cuando
del mismo movimiento surgen la indeterminación del sentido y la propensión del texto
a significar. Tensión que resolverá la lectura mediante una actualización, es decir, una
interpretación.
El lector de pantalla es más activo que el lector sobre papel reflexiona Levy, “la
pantalla informática es una nueva “máquina de leer”, el lugar donde una reserva de
información posible se realiza a través de la selección, aquí y ahora de un lector
particular. Toda lectura en ordenador es una edición, un montaje singular”.
El hipertexto no se deduce lógicamente del texto fuente. Es el resultado de una
serie de decisiones: ajuste del tamaño de los nodos o módulos elementales,
disposición de las conexiones, estructura de la interface de navegación, etc. En
muchos casos, tendrá lugar a nivel de la concepción y selección del programa.
Un texto lineal clásico aunque digitalizado, no se leerá como un verdadero
hipertexto, es decir, se determina sobre todo por la relación que se establece entre el
lector y el programa de lectura y de navegación más que con la pantalla. Debemos
preguntarnos entonces: ¿Qué funciones de búsqueda y de orientación ofrece el
programa? ¿Permite construir “vínculos” automáticamente entre diferentes partes del
texto, llevar anotaciones de diferentes tipos? ¿El lector puede personalizar su
programa de lectura? Son muchas las variables que van a influir intensamente en las
operaciones intelectuales a las que se entregará el lector.
El soporte digital facilita nuevos tipos de lecturas (y de escrituras) colectivas.
Un continuum variado se extiende, por tanto, entre la lectura individual de un texto
preciso y la navegación por vastas redes digitales, en el seno de las cuales una
multitud de personas, anota, aumenta y conecta los textos entre sí mediante enlaces
hipertextuales. De este modo, la hipertextualización multiplica las ocasiones de
producción de sentido y permite enriquecer considerablemente la lectura.
El enfoque más simple del hipertexto consiste en describirlo como si fuera un
texto estructurado en red. La diferencia considerable en relación a los hipertextos
anteriores a la informática es que la búsqueda en los índices, el uso de los
instrumentos de orientación, el paso de un enlace a otro se hace con una gran
velocidad del orden del segundo.
El hipertexto digital se definiría como una colección de informaciones
multimodales dispuestas en una red de navegación rápida e “intuitiva”. El navegador

se puede convertir en autor no ya recorriendo una red preestablecida sino participando

en la estructuración del hipertexto y creando nuevos vínculos.
≈ Reflexiones sobre el Sitio Web.
La Red permite proporcionar a los ciudadanos de manera eficiente gran

cantidad de información y de documentos relevantes para el propio proceso
participativo, sin embargo, en la actualidad en el Sitio Web no ocurre así. Gran
cantidad de la información relevante del Concejo en cuanto a los temas tratados no
están al servicio del usuario. Se encuentran, y adquieren predominancia, meramente
la legislación, cuestiones más sobre el modo de funcionamiento del Concejo, que la
información que aspire a la participación de la comunidad.
Una presentación de la información sobre los asuntos importantes del Concejo
a menudo provoca a demandar activamente informaciones adicionales o incluso a
convertirse en fuente de informaciones, al compartir con el resto de participantes
referencias y documentos relacionados con la discusión.
El portal del Concejo no explota las cualidades que posee el ciberespacio. La
interactividad se reduce a la transmisión de información, no despliega las herramientas
interactivas. Este tipo de usos que permite la expresión en línea de opiniones, críticas
y propuestas relacionadas con planes y problemas locales y la participación en la
elaboración de políticas y en la gestión urbana no ha sido planteado desde la
configuración del espacio online del Concejo.
La posibilidad de interactividad permite al cibernauta salir de la postura
contemplativa de mero espectador para pasar a conformar parte del mismo medio,
con todas las ventajas y desventajas del caso, gracias a la construcción hipertextual
sobre la que se sustenta Internet.
El hipertexto también posibilita el hipermedia ya que conecta con la misma
finalidad, texto, imagen y sonido. El fenómeno del multimedia podría propiciar más
interés a la hora de recorrer la página pero estos recursos no son utilizados, es más,
abunda una disposición a lo lineal, textual, sobria sin imágenes, fotos ni material
audiovisual que enriqueciera el espacio.
La posibilidad de estar dentro del texto, de cambiarlo, de modificarlo
transforma absolutamente el espacio de producción.
Las principales propiedades comunicacionales que alberga Internet:
multidireccionalidad, audiencia global, ductilidad de los diferentes tipos de
comunicación, facilidad de publicación, economía en la distribución, entorno
multimedial, actualización permanente, enorme capacidad de archivo, lectura aleatoria,
interactividad , soporte ideal para producciones hipertextuales no se incorporan a este
espacio virtual del Concejo Municipal.
El modo de comunicación de muchos con muchos que representa la
comunicación a través del ordenador se ha utilizado de maneras diferentes y con fines
distintos, sin embargo, en el Concejo no se ha pensado una estrategia para su uso.
Según pudimos apreciar este medio no sustituye a los otros medios de
comunicación ni crea nuevas redes: refuerza los modelos esenciales ya existentes.
Teniendo en cuenta el concepto de Levy sobre hipertexto, el sitio Web no
aprovecha las cualidades específicas del soporte digital que permite construir este
nuevo entorno basado en la comunicación multidireccional, no utiliza los links con
otros actores sociales, ni vínculos internos que permitan una participación más activa

del ciudadano al menos en la lectura, ni plantea la oportunidad de generar redes

sociales entre los participantes.
A nuestro criterio prevalece en esta esfera una visión de los actores como
consumidores-individuos, sin interpelarlos como interactuando activamente en redes
de relaciones diferenciadas. Lo cual termina agudizando los problemas de
gobernabilidad, dado que en vez de articular demandas, las agrega estadísticamente.
Se manifiesta al no mostrar espacio alguno en que interpele a las organizaciones de la
sociedad con las que habitualmente se relaciona para la confección de políticas
públicas.
En este sentido, son los ciudadanos organizados y no los gobiernos quienes
están dando los primeros pasos para articular, organizar, y facilitar la creación de
espacios colectivos de comunicación y fortalecimiento de la participación ciudadana.18
Con el acceso a las tecnologías teleinformáticas se genera un nuevo canal de
expresión a la opinión pública, cualitativamente diferente porque los ciudadanos
pueden participar activamente en la difusión de sus opiniones, debates y cuestiones
de interés.
Las redes electrónicas comunitarias aparecen como los nuevos escenarios de
recreación de lo público y revalorización del status político de la ciudadanía, facilitando
el acceso a la información pública, y el debate como fundamento de participación
política. Permitiendo no solo un ida y vuelta entre actores políticos y ciudadanos, sino
fortaleciendo los lazos de relación horizontal entre estos últimos.
La participación de los ciudadanos en el sistema socio-político a través de la
opinión pública, que se expresa en las redes electrónicas comunitarias, es un modelo
deseable de perfeccionamiento de la representación social, de formación de la
voluntad política y de articulación de intereses en la Sociedad de la Información. 19 En
este sentido, Finquelievich comprende el diseño institucional de las redes electrónicas
comunitarias, “aunque todavía embrionario en su desarrollo, funciona en base a
relaciones horizontales, descentralizadas, multipartidarias, y no acotadas
geográficamente, que trasciende los límites del sistema de representación tradicional,
partidario o parlamentario, y que puede favorecer en su desarrollo el fortalecimiento de
una democracia representativa con fuerte participación social; un modelo capaz
encauzar la participación ciudadana propiciando instancias de deliberación social
propias del sistema democrático.”
El sitio Web del Concejo Municipal no tiene en cuenta esta nueva realidad que
poco a poco empieza a adquirir peso en las cuestiones decisivas de interés público
como actores legítimos de la sociedad civil organizada.
Las redes electrónicas comunitarias son mucho más que el hardware y el
software que las sustentan; reflejan el acceso a un nuevo espacio de vinculación que
permite la aparición de distintos tipos de organización social asociados al uso de las
herramientas informáticas20. Tal como menciona Douglas Schuler21 “las redes
electrónicas comunitarias ofrecen una oportunidad importante y excepcional para que
las comunidades desarrollen y administren una tecnología democrática”.
Para que este espacio actúe realmente como un espacio de comunicación se
ponen en juego muchos factores, entre los más relevantes, se encuentra la voluntad
política por parte de los concejales electos: “la participación supone siempre, en un
mayor o menor grado, compartir con la ciudadanía informaciones y poder de decisión
que anteriormente quedaban en manos de los políticos y los cuerpos técnicos
gubernamentales.”
Además, existe una amplia gama de sitios Web diseñados con los fines más
diversos, sobre todo, del mercado organizadas como un hipertexto, sin embargo,
afirma Prieto Martín existe una “escasa disponibilidad de plataformas electrónicas que

hayan sido específicamente diseñadas para el ámbito de la participación ciudadana

municipal y que puedan ser fácilmente adaptadas a las necesidades de cada
municipio, constituye sin duda uno de los retos más importantes que deben ser
superados para que la expansión de las iniciativas de participación-e sea una
realidad.”22
En la actualidad, el desarrollo y la disponibilidad tecnológica están más
avanzados que las estructuras sociales e institucionales capaces de procesarlos. En
materia de aplicaciones urbanas de TICs se ha avanzado en la implementación
simplificando y facilitando la gestión municipal, posibilitando la descentralización de
servicios, y detentando múltiples aplicaciones en sectores como transporte y vialidad,
gestión de infraestructuras, racionalización del consumo energético urbano,
conservación del medio ambiente, gestión de servicios de salud, gestión de servicios
de educación y cultura, entre otros.
Según el planteamiento de Karol23 el ciudadano actual sigue igualmente
desinformado que en décadas anteriores, con respecto a los asuntos claves que
generan y cambian las decisiones de quienes detentan el poder económico y político.
Como expresa el español Cebrián Herreros, "Sólo una mínima parte de la información
realmente valiosa sale a flote y se difunde en la sociedad. El resto permanece
restringida y en secreto para las estrategias de relaciones personales, de pequeños
grupos, de empresas, de instituciones, de partidos políticos, de sindicatos, de
gobiernos, de Estados". El Concejo On-line no rompe con esta realidad que, por el
contrario, parece acentuarse cada vez más.

1
CASTELLS, Manuel, La Era de la Información. Economía, Sociedad y Cultura. La Sociedad Red, ed. Alianza, Madrid, 1997,
2
LEVY, Pierre, ¿Qué es lo Virtual?, ed. Paidós, 1999, Pág. 13.
3
WOLTON, D., Internet ¿Y después? Gedisa. Barcelona, 2000.
4
LEWIS, Mumford, “Preparación Cultural” en Técnica y Civilización, ed. Alianza, Madrid, 1982, pág. 20/22
5
LEWIS, Mumford, op.cit. anterior, pág.
6
LEVY, Pierre, op.cit, pág
7
CASTELLS, Manuel, op.cit. Cap. 5 pág.
8
LECHNER, Norbert. Los Patios Interiores de la Democracia. Subjetividad y Política, ed. Fondo de Cultura Económica,
Chile, 2da ed., 1990, pág.
9
LECHNER, Norbert. Op.cit. anterior, pág.
10
CASTORIADIS, Cornelius, La Institución Imaginaria de la Sociedad, ed. Suil, parís, 1975, pág.
11
REGUILLO, R, “La Clandestina Centralidad de la Vida Cotidiana”, revista Causas y Azares Nº 7, 1998, pág. 104.
12
ARENDT, Hannah, La Condición Humana, ed. Seix Barral, Barcelona, 1974.
13
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14
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15
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16
Finquelievich, S, Libro E- Política Y E- Gobierno En América Latina. Publicado en Asociación Links,
http://www.links.org.ar
17
LEVY, Pierre, op.cit, pág
18
Baumann, P. y Jara A. Informe “E-Government y Redes Electrónicas Comunitarias. Entre la Mercantilización y la
Politización de las Relaciones Sociales”. Publicado en Asociación Links http://www.links.org.ar.
19
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20
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21
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desafíos”. en Finquelievich, S. comp. Ciudadanos, a la red!. Ed. Ciccus – La Crujía, Bs. As., 2000.
22
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diseño” en Revista TEXTOS de la CiberSociedad, 9. Temática Variada. Publicado en http://www.cibersociedad.net
23
KAROL, J. L. "La ciudad y la gente: modelos de autoridad en la formulación y gestión de políticas de desarrollo urbano",
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Nacional de Quilmes, 4 y 5 de diciembre, 1995.
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desarrollo urbano", ponencia para el Seminario Internacional: "La gestión del territorio: problemas
ambientales y urbanos", Universidad Nacional de Quilmes, 4 y 5 de diciembre, 1995.

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Seminario de Investigación 1

El Impacto de las TICs en el Campo de la Comunicación.

La comunicación en el Sitio Web del Concejo Municipal.

En la actualidad, el mundo se encuentra en un proceso de redefinición histórica

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los ciudadanos. Como comprende Wolton “El acceso a toda la información no

Internet en la medida que presenta un espacio virtual que permite nuevas

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≈ La Máquina: La técnica como creación histórico-social.

La tecnología es uno de los temas más debatidos en la actualidad, sin

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En la actualidad, el mundo experimenta una revolución parecida o mayor a la

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codificadas por la historia: religión, moralidad, autoridad, valores tradicionales,

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lo deseable. No es que existan menos posibilidades o menos anhelos; ellos crecen al

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estratégica y geopolítica: en tanto los Estados-nación se ven inmersos en redes

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observando el modo en que se inserta en el este contexto socio histórico de máquinas,

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≈ Breve descripción del sitio Web del Concejo Municipal de la Ciudad de

En un breve mapa descriptivo del sitio, la primera sección, de inicio, tiene

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Es decir, no cuenta con herramientas como el foro, Chat, Newsletters, etc.,

≈ Hipertexto ¿cómo funciona la Red?

Recurrimos al planteamiento conceptual de Lévy sobre el ciberespacio en el

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se puede convertir en autor no ya recorriendo una red preestablecida sino participando

≈ Reflexiones sobre el Sitio Web.

La Red permite proporcionar a los ciudadanos de manera eficiente gran

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hayan sido específicamente diseñadas para el ámbito de la participación ciudadana

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ARENDT, Hannah, La Condición Humana, ed. Seix Barral, Barcelona, 1974.

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CASTELLS, Manuel, “La revolución de la tecnología de la información” en La Era de la Información.

CASTORIADIS, Cornelius, La Institución Imaginaria de la Sociedad, ed. Suil, parís, 1975.

GARCIA CANCLINI, Néstor, Consumidores y Ciudadanos, ed. Grijalbo, México 1995.

LEVY, Pierre, ¿Qué es lo Virtual?, ed. Paidós, 1999, Pág. 13.

SHULLER, D. “Nuevas comunidades y nuevas redes comunitarias. Construir nuevas instituciones

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