Especial

“Cuando pasen los años recordarás todo lo que has vivido y tendrás la satisfacción
de que durante tu formación como profesional, aprendiste a amar a tu carrera.”

LA COMUNIDAD TELECA
“La historia”
Por: Juan Carlos Mamani Limachi

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e cuando en cuando, uno se sienta, respira y nos conocemos, por ello cada generación va recogiendo lo
empieza a recordar. Trae a su mente las cosas que que la generación anterior le contó, legó y dejó.
formaron parte de su pasado y hace un recuento
de todos los hechos que ha vivido a lo largo de su Desde la primera generación que apareció en el 2003,
vida. La historia se basa en eso, en “hechos”. hasta la actual, hemos ido conociéndonos, conviviendo y
aprendiendo más y más de nuestro entorno. Así también,
Cada uno escribe su historia, un grupo de personas como en toda familia existen mentores, para nosotros son
hacen “historia” y si hablamos de varios grupos nuestros queridos profesores, quiénes van guiando y seña-
tendremos que hablar de una comunidad y una comunidad lando el camino a cada nueva generación, la cual viene a ser
escribe una “gran historia”. Historia que involucra la vida de un nuevo grupo humano que se va aunando a la
cada uno de sus integrantes. En nuestro caso va desde profe- comunidad ya existente.
sores, personal administrativo, jefes de prácticas
y laboratorios, hasta los mismos futuros ingenieros.
La historia de nuestra comunidad, no tiene muchos años de
vida. Pero no por ello es menos rica que otras. Somos
parte de una gran familia, familia que tiene nombre
y apellido, la familia de “Ingeniería de las Telecomunica-
ciones”.
Como buenos peruanos, vamos a reducir el nombre y nos
quedaremos con: “Familia Teleca”.
Lamentablemente, nuestra familia es numerosa y no todos

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Los “telecos”, gentilicio para todo aquel que
forma parte de la “familia teleca”, han ido
adquiriendo costumbres de generación en
generación. Así los telecos, tenemos una
“Asociación de Ingenieros y Estudiantes
de las Telecomunicaciones”, cuyas siglas
son AITEL, quienes de algún modo u otro
tienen como tarea principal que toda la
familia teleca se integre, por ello se
desarrollan diversas actividades en
coordinación con los mentores de la
especialidad (profesores), personal
administrativo y autoridades. Actividades
que bien pueden ser académicas
(conferencias, talleres, seminarios, cursos,
etc.) y de integración (campamentos,
campeonatos, reuniones, etc.). He ahí la mís-
tica, de nuestra sección. “Tele”, como
especialidad, es muy joven; sin embargo, es
una especialidad que como ninguna otra, ha
sabido ganarse un lugar para nada despre-
ciable en la “Facultad de Ciencias e
Ingeniería”. Lo que invita a cualquiera a
formar parte de este gran grupo humano.
Fue en 2004, cuando la primera AITEL,
formada por: Carlos Castillo Herrada (Chato
Carlos), Humberto Vásquez Freire (Fumber),
José Agüero Ludeña (El Gordo), Yoselin Ponce
y Claudia Karina Ruiz. En una de las aulas del
pabellón B, convocaron a cuanto teleco
pudiese existir, para definir la mascota (y su
respectivo nombre), el nombre del equipo y
finalmente el nombre de la barra. Esto,
debido a que desde ya, nuestra presencia
se hacía sentir y nuestra participación en la
denominada “Semana de Ingeniería” era
inminente. Las posibles mascotas eran: un
delfín, un celular y un murciélago. El delfín
con su comunicación a frecuencias muy
altas (ultrasonido), el celular con la comuni-
cación por microondas y el murciélago con
su comunicación por ondas ultrasónicas.
Estos últimos vuelan emitiendo sonidos
(puesto que son prácticamente ciegos) y se
van orientando por la forma en que el sonido
regresa a ellos.
El murciélago ganó la competencia. “Telito
Plus” iba a ser su nombre; pero, la gente se
alborotó y a voz unánime le pusieron: “Telito
Televanta”. La gente estaba enloquecida,
faltaba el nombre del equipo que represen-
taría a “Tele” en todas competencia que
existiesen. En primera instancia “Antenas
Calientes” era la voz; sin embargo, “Fibra
Tóxica” se las llevó. Por último, el nombre
de la barra, aunque ya todo era jolgorio; en
un momento de éxtasis, empezaron a gritar:
“¡Telenchufé!, “¡Telenchufé!”.
Fue así que, “Telito Televanta, Fibra Tóxica y
Telenchufé”, pasaron a ser parte de nuestro
lenguaje día a día. Hoy en día,
Telecomunicaciones tiene un prestigio y un
hambre de gloria inigualable y es la
obligación de cada integrante, desde sus
lugares sacar adelante a nuestra familia.
Las amanecidas en el V, los días sin fin antes
de parciales y finales, los malestares con los
profesores, las horas largas de estudio, los
gritos, las satisfacciones, las cosas que no nos
gustan y queremos cambiar, las actitudes que
tomamos, los almuerzos, las discusiones
entre nosotros, los campamentos, el amor
que nace de unos hacia otros, los
sentimientos encontrados, las frustraciones,
las ganas de seguir adelante y al final del día
una sonrisa. Una sonrisa que se convierte en
un abrazo entre cada uno de los que
estamos al lado, porque ser de “Tele”, es más
que llevar unos cursos y pasarlos para
obtener nuestro título profesional. Ser de
“Tele”, involucra ser parte de una comunidad.
Cuando pasen los años recordarás todo lo
que has vivido y tendrás la satisfacción
de que durante tu formación como
profesional, aprendiste a amar a tu carrera.
Amas a tu carrera y amas lo que has
decidido. Al final la historia, la escribimos
nosotros, la “historia de nuestra
comunidad teleca” la escribimos todos
porque la comunidad la conformamos
todos.
“No existe argumento,
para que tu corazón vaya
solo por los años que te
toquen vivir en nuestra
comunidad”.
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