Está en la página 1de 4

UNIVERSIDAD JUÁREZ AUTÓNOMA DE

TABASCO

(DIVISIÓN ACADÉMICA DE CIENCIAS SOCIALES Y


HUMANIDADES)

Nombre: Diego Armando Jauregui Duran

Grupo: D4H HORA: 5:00 – 6:00

Docente: Jesús Manuel Argaez de los Santos

Asignatura: Derecho internacional publico

Teapa, Tabasco, México


Globalización

Aunque el mundo está compuesto por grandes divisiones geográficas, políticas


y culturales, en la actualidad es posible que dos personas puedan mantener
una comunicación a tiempo real con la otra; es posible llegar de un día a otro al
extremo más alejado del planeta tomando un avión; así como un producto
producido en Asia puede ser exportado a América con cotidianidad.

Todos estos procesos si bien parecen muy comunes hoy en día, la verdad es
que hace unos años no eran tan simples. Pero en el presente lo son, gracias al
proceso de globalización que hemos experimentado en las últimas décadas.

En qué consiste la globalización

Existen muchas concepciones diferentes acerca de la definición de


globalización. Sin embargo, se puede resumir en que se trata de un proceso
dinámico que está compuesto por una creciente interdependencia entre los
países del mundo. Algo que ocurre usando como medio, una serie de
transformaciones de carácter global. Las fronteras que antes tantas
limitaciones representaban, con más frecuencia tienen menos relevancia.

Un concepto de globalización es un proceso creciente de internacionalización


industrial y del comercio, impulsado por el libre flujo de mercancía y capitales,
que ha escalado de una manera exponencial con la utilización la tecnología.

Este proceso, obviamente ha afectado también a la política. La noción de que


las naciones no están solas en el mundo, ha provocado que determinadas
decisiones de carácter global deban ser tomadas en consenso entre todos los
países, a través de los organismos designados. Aunque bien es cierto que
muchas veces los países con mayor poder llevan la voz cantante dentro de
dichas organizaciones. Esta es la razón de la existencia de un buen número de
organismos internacionales en este mundo globalizado, como:

la ONU (Organización de las Naciones Unidas)

el FMI (Fondo Monetario Internacional)

la OCDE (Organización para el Crecimiento y el Desarrollo Económico)


Si bien este concepto no es uno nuevo, y de hecho comenzó a hablarse de él
desde la segunda mitad del siglo XX, hay expertos en el tema, como Aldo
Ferrer quien señala que este proceso realmente es parte de uno mayor que
nació en 1492. Justo fue con el descubrimiento de América y la colonización
europea por el mundo.

Sin importar cuando haya comenzado la globalización, hay algo que es


innegable y es que es un fenómeno complejo que genera todavía opiniones
distintas entre las personas. Para algunos amenaza la identidad nacional y es
una forma de neocolonismo por parte de las potencias del mundo. Mientras que
para quienes la defienden, explican que es una enorme oportunidad para el
desarrollo económico y la conectividad entre naciones.

Y si bien se pueden tener opiniones encontradas, algo que no cambia es que la


globalización es inevitable. Un proceso consecuencia del progreso humano,
caótico en muchos casos y que requiere de ajustes y una evolución consciente.

Inicio de la globalización

Algunos autores retraen el origen de la globalización hasta los albores de la


civilización. Partiendo de la idea de que la globalización es una “conectividad
compleja” (Tomlinson, 1999), una de las definiciones de globalización con
límites más imprecisos, se pueden rastrear sus orígenes hace miles de años.
Uno de los teóricos actuales más prolíficos sobre la globalización, Jan
Nederveen Pieterse (2012), sitúa sus inicios en el 2000 o 3000 a.C. Este tipo
de teorías suele poner el énfasis en la capacidad de intercambiar bienes e
información que siempre ha acompañado a los seres humanos. Así, se están
publicando historias de la humanidad que recogen el papel de las redes de
intercambio comercial y de información en la configuración del mundo actual.
Suelen poner un énfasis especial en el comercio como motor de las
interacciones entre los seres humanos. De hecho, se afirma que el comercio es
una actividad productiva que precede históricamente a la agricultura o la
ganadería (Ravier, 2012). Es habitual citar como ejemplos la extensa Ruta de
la Seda entre Oriente y Occidente o los intercambios de materias primas como
el cobre o el estaño durante la Edad del Bronce, que a veces suponían rutas
comerciales de miles de kilómetros. La globalización sería un proceso evolutivo
que surge de la propensión natural del ser humano al intercambio y que tiene
unas raíces históricas muy alejadas del presente. Algunos autores como
Roland Robertson y David Inglis (2006) mantienen incluso que en la antigüedad
greco-romana ya existía la conciencia de una creciente interconexión global, al
menos en el centro de los imperios. Es decir, la conciencia de pertenencia a un
mundo en el que las barreras de la geografía se diluían ya estaba presente en
la antigüedad. Otros investigadores, aunque reconocen esta conectividad en la
antigüedad, adelantan un tanto el origen de la globalización propiamente dicha.
Göran Therborn (2012) habla de seis olas de globalización: la primera desde el
400 a.C. hasta el 800 d.C., aunque afirma que este periodo no es propiamente
global; la segunda desde el 1500 al 1700, coincidiendo con el descubrimiento
de América y el primer colonialismo; la tercera del 1750 al 1815, con las
guerras napoleónicas; la cuarta del 1830 al 1918, con el segundo colonialismo
europeo; la quinta de 1945 al 1989, que cubriría la Guerra Fría; y la sexta a
partir de 1990, que denomina globalización autoasumida. Y Peter N. Stearns
(2010) sitúa el origen de la globalización sobre el año 1000 d.C., aunque con
fuertes vínculos con etapas anteriores en las que ya existía una fuerte
vinculación de los seres humanos de diferentes partes del planeta.

También podría gustarte