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TEMA 18

EL PROCESO DE TOMAR DECISIONES. COMO SE APRENDE Y COMO SE ENSEÑA.

1. INTRODUCCIÓN

2. coNcEpruALtzACtóN; LA MADUREz vocAcroNAl Y ToMA DE DEc¡sloNES

3. COMO SE APRENDE Y EITISTÑN A TOMAR DECISIONES


3.1. Qué enseñar y qué aprender
3.2. Cómo se enseña y aprende: Modelo de intervención y estrategias metodológicas
3.3. Papel de la familia en el proceso de toma de decisiones.

4. CONCLUSION

5. BIBLIOGRAFíA

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INTRODUCCIÓN
La nueva realidad educativa en respuesta a las nuevas demandas y necesidades sociales, debe
contemplar, como un componente fundamental, la ayuda en los procesos de toma de decisiones
académicas y profesionales. Esta tarea de ayuda incluye una serie de aspectos que se consideran
importantes a la hora de asumir el proceso de toma de decisiones vocacional. Éste es un proceso
complejo en el que interactúan diferentes factores y, si se quiere asumir de forma plena, no sólo
se ha de plantear desde la dimensión cognitiva, sino también desde la dimensión afectivo-
emocional y social.
Por otra parte, es importante señalar las diferentes vicisitudes a las que los alumnos en general y,
el alumnado de secundaria, en particular, han de hacer frente a lo largo de su escolarización. Por
ello, el proceso de toma de decisiones ha de trabajarse a lo largo de todas las etapas haciendo
especial hincapié, en la educación secundaria, dado que constituye un momento clave desde el
punto de vista del desarrollo de la madurez vocacional.

Para el desarrollo de este tema vamos a seguir la siguiente estrategia expositiva. En primer lugar
realizaremos una breve conceptualización del término madurez vocacional y la relación estrecha
que se establece con el proceso de toma de decisiones vocacionales. A continuación,
profundizaremos en el análisis y estudio de dicho proceso atendiendo a elementos tan relevantes
como: dimensiones, estilos, factores y modelos para su desarrollo. Por último haremos una breve
reflexión sobre el papel que juegan los padres en la toma de decisiones de sus hijos/as

Comenzamos realizando una breve CONGEPTUALIZACIÓN sobre la MADUREZ VOCACIONAL


Y TOMA DE DECISIONES, para enmarcar el desarrollo del tema.

(Síntesis del concepto según el T.19)

Por toma de decisiones se entiende todo un proceso de resolución de problemas y de actividad


de procesamiento de la información necesaria, que permite llegar a una elección satisfactoria.
Debe entenderse como un proceso continuo de carácter cognitivo, emocional y social. Esta
dinámica requiere de una constante revisión en función de las nuevas informaciones que el sujeto
va adquiriendo por su experiencia, además de una implicación por parte del propio interesado
(saber interiorizar el problema y querer afrontarlo). La persona ha de sentirse identificada con
cada una de sus decisiones. La decisión es la elección final que sigue a la deliberación consciente
y reflexiva (ALVAREZ GONZALEZ, 2007)

Aspecúos a destacar en los procesos de toma de decisiones.


Una vez definido el concepto de toma de decisiones planteamos, siguiendo a M" Luisa Rodríguez
Moreno, aquellos aspectos que le son propios:
. Se ha de decidir en un tiempo y/o momento determinado. Una decisión deviene fácil o
difícil en función del tiempo de que se dispone para llevarla a cabo y el momento en que se
produce, que puede ser adecuado o no.
o Constituye una situación de cambio y/o ruptura con lo anterior. Toda decisión supone un
cambio que puede ser incluso traumatizante si no se prepara a la persona previamente
(por ejemplo, un muchacho que siempre ha vivido y estudiado en un pueblo y tiene que
irse a vivir y a estudiar a la gran ciudad). Este cambio o ruptura supone salir de un contexto
y entrar en otro, que, en la mayoría de los casos, no se parece al anterior. Este proceso se
ha de preparar previamente para que la persona sepa con lo que se va a encontrar y cómo
adaptarse a esa nueva situación.

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a Se plantean diferentes alternativas o trayectorias y propuestas. Se han de poner sobre la
mesa todas las alternativas, propuestas y trayectorias en el caso de que se quiera realizar
una correcta toma de decisiones.
a Se requiere de una plena implicación por parte del interesado. La persona que tiene que
tomar una decisión, resolver un problema o bien llevar a cabo una transición es el sujeto
activo del proceso. Ét y sólo él es el que tiene que afrontar dicho proceso. El resto de
agentes implicados (personas próximas) han de acompañarle y estar a su lado cuando
necesite ayuda.
a Supone un proceso de aprendizaje permanente a lo largo de la vida. La toma de
decisiones constituye un proceso de aprendizaje. Como estos procesos son continuos y a
lo largo de la vida del individuo requieren un aprendizaje permanente.
a lmplica una adaptacion personal y social a la nueva situación. Estos procesos de cambio,
(y a veces, de ruptura) suponen no sólo todo un proceso de adaptación personal, sino
también contextual a la nueva realidad.
a Comporta momentos críticos antes, durante y después del acto decisorio. La complejidad
de los procesos de toma de decisiones, de resoluciones, requiere de una preparación
(antes), de una puesta en ejecución (durante) y de un seguimiento (después). Se ha de
preparar el proceso, se ha de acompañar a la persona en la ejecución y se ha de hacer un
seguimiento para comprobar si la decisión tomada ha sido la adecuada.
a Se ponen en juego tres dimensiones; la cognitiva, la emocional y la social. Para afrontar de
forma plena este proceso se han de tener en cuenta la dimensión cognitiva (competencias
para saber tomar la decisión o resolver un problema), la dimensión emocional
(competencias afectivo-emocionales) y la dimensión social (tener en cuenta a las personas
que rodean al interesado).
a Se han de describir los sentimientos y emociones y evitar los que sean negativos. Se ha de
tomar conciencia de cómo las emociones desempeñan un papel importante en los
procesos de toma de decisiones. Es necesario conocer las propias emociones y las de los
demás para luego regularlas. Estos procesos tienen efectos importantes sobre los estados
emocionales y se han de evitar en todo momento las emociones negativas (ansiedad,
temor, ira, vergüenza, etc.).
a Se ha de evitar tanto la impulsividad como la inhibicion (autocontrol). En estos procesos el
sujeto no puede ser impulsivo, ni inhibirse, sino que debe ser reflexivo, si quiere abordar de
forma adecuada la toma de decisiones, la resolución de un problema o bien una transición.
Se ha de tener un adecuado autocontrol durante todo el proceso.

Estilos para tomar una decisión


Autores como Johnson (1978), Harren (1979), Krumboltz (1979), Corominas (1999), Alvarez
González (2005), entre otros, han destacado que, en el proceso de toma de decisiones o de
resolución de problemas, se pueden adoptar diferentes estilos de decisión. Efectuada una revisión
de los mismos, éstos se podrían agrupar en los siguientes:
o Estilo activo: Se implica desde el primer momento en el proceso y es consciente de su papel.
Siente la necesidad de tener que asumir las decisiones y tomar la iniciativa desde el principio.
Se ve protagonista y manifiesta una fuerte voluntad por implicarse en dicho proceso.

a Estilo pasivo: Le cuesta más afrontar la elección. Se ve influenciada por los que le rodean a
la hora de tomar sus propias decisiones, quiere satisfacer a los demás y se siente segura si
otras personas respaldan su decisión. En definitiva quiere que los demás le saquen "las
castañas delfuego" y sean los que lleven la"voz cantante".

a
J
a Estilo lógico: Manifiesta a lo largo de todo el proceso un propósito definido por abordar sus
propias decisiones y por querer resolver sus problemas con la ayuda de sí mismo y de los
demás. Valora los pros y contras de forma objetiva, razonada y sin precipitación. Ve este
proceso como algo que forma parte de su proyecto personal y profesional.

a Estilo impulsivo y emocional: El sujeto se guía más por lo emocional que por lo cognitivo y
suele mostrarse un tanto impulsivo en sus acciones. No madura lo suficiente los diferentes
pasos que ha de seguir antes de tomar la decisión definitiva. Se mueve por impulsos
emocionales y no tanto por razonamientos lógicos y racionales. La toma de decisiones
depende en gran medida de su estado de ánimo.

Factores que influyen en la toma de decisiones vocacional


La toma de decisiones vocacional es un proceso complejo en el que intervienen una serie de
factores que determinan el éxito del proceso. Diferentes autores (Osipow, 1983; Rivas, 1988;
Gómez, 1995; ÁMarez Gonzá\e2,2005a) han puesto de manifiesto que existen una serie de
factores que son facilitadores de los procesos de toma de decisiones. Estos factores se podrían
concretar en los siguientes:
- De tipo personal: la autoestima y autoconfianza,los valores, la personalidad, las aptitudes,
las experiencias, la conciencia de las emociones, el control emocional, etc.
- De tipo motivacional: las preferencias, las expectativas, las aspiraciones, los intereses, la
satisfacción, etc.
- De tipo académico: el rendimiento, la duración de los estudios, la metodología de estudio,
etc.
- De tipo profesional: salidas laborales, prestigio social, seguridad, salario, etc.
- De tipo ambiental: posibilidades del entorno, la situación económica, el apoyo y soporte
familiar.

En definitiva, los factores que determinan la toma de decisiones son:


- La realidad que envuelve al sujeto que ha de tomar la decisión.
- El conocimiento que ha de tener de sí mismo y de los demás.
- La información suficiente que debe tener sobre el problema a decidir.
-Los aspectos afectivo-emocionales que ha de tener presentes y que pueden ser
favorecedores o no de la decisión.

Enfoques Teóricos
Para finalizar con este primer análisis conceptual sobre la toma de decisiones, pasamos a mostrar
los enfoques teóricos que lo explican desde una vertiente práctica.
La intervención en toma de decisiones requiere de unos planteamientos teóricos que van a
fundamentar dicho proceso. Estos enfoques teóricos se pueden agrupar en torno a dos tipos:
- /os referidos a los problemas personales (modelo IDEAL de Bansford y Stein, 1993) y
- /os centrados en la elección vocacional (modelo de Holland, 1975; modelo de Super,
1977; modelo de Gelatt, 1962, 1977; modelo de Krumboltz, 1977, 1979; modelo de
Pelletier y Cols., 1991).

Ambos enfoques se centran exclusivamente en la dimensión cognitiva o competencial para


enseñar a tomar decisiones, pero olvidan la dimensión afectivoemocional y social, como señalan
Alvarez González y M" Luisa Moreno en el modelo comprensivo para la toma de decisiones
(2007).

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Dentro de los modelos citados el más utilizado en los contextos formativos es el modelo DECIDES
de Krumboltz, que a continuación se presenta y que ha fundamentado a la mayoría de los
programas de toma de decisiones publicados en España:

Este modelo entiende la toma de decisiones como un proceso de aprendizaje donde el orientador
es considerado como un educador que coordina y estructura dicho proceso. Consta de las
siguientes fases con sus correspondientes cuestiones:
1. Definir bien la situación problemática. Explicitar lo que se desea y el tiempo límite para
tomar la decisión.
2. Establecer un plan de accion. En esta fase se han de describir las acciones necesarias
para tomar la decisión; se ha de planificar cuándo se hará cada actividad y se ha de estimar
el tiempo que se dedicará a cada etapa o fase.
3. Clarificar valores. Clarificar los valores y considerar los beneficios.
4. ldentificar alternativas. Barajar las diferentes opciones y alternativas.
5. Descubrir resultados posrb/es. Comparar las diferentes opciones.
6. Eliminar alternativas. Descartar aquellas alternativas que no responden a las necesidades
planteadas.
7. Empezar la acción. Llevar a cabo la opción elegida.

A partir del enfoque krumboltziano se han diseñado y elaborado programas específicos de toma
de decisiones (Rodríguez Moreno, Dorio y Morey, 1994; Benavent y otros, 2OO2). Alvarez
González presenta una variedad de programas de orientación profesional, entre los que se
incluyen los de toma de decisiones.

Desde el punto de vista del tema que nos ocupa, vamos a plantear los aspectos generales acerca
de las áreas o dimensiones que se ha de tener presente en un programa de toma de decisiones
en general, pero insistiremos en la importancia de la toma de decisiones de corte vocacional en la
etapa adolescente.

Siguiendo con el desarrollo del epígrafe profundicemos en COMO SE APRENDE Y COMO SE


ENSEÑA este proceso. Para ello, veamos en primer tugar: QUÉ eruSeÑRn y QUÉ RpneruOfR:
DIMENSIONES que se han de tener en cuenta en el proceso de toma de decisiones, a partir de
las aportaciones de Alvarez González y M" Luisa Rodríguez bajo el Modelo de toma de decisiones
comprensivo que incluye: dimensión cognitiva, emocional y social.

La dimensión cognitiva.
Esta dimensión estudia cómo se podrían desarrollar en las personas una serie de competencias
cognitivas que las preparen para saber tomar decisiones. Es decir, se trata de transmitir qué
pasos se han de seguir para asumir correctamente dicho proceso. Los diferentes enfoques
teóricos desarrollan precisamente esta dimensión como la principal. En ella se deben incluir los
siguientes factores: El conocimiento de sí mismo; el conocimiento de los demás; información
adecuada sobre el problema a decidir; habilidad para evaluar y organizar la información relevante
y habilidad o eficacia para resolver problemas o situaciones de decisión.

o El conocimiento de sí mismo. En esta dimensión el sujeto ha de conocer sus intereses, sus


valores, sus aptitudes, sus expectativas, sus experiencias, sus estilos cognitivos, etc.
El conocimiento de los demás. Ha de desarrollar competencias interpersonales que le
permitan conectar con aquellas personas que, en un momento determinado, le puedan
ayudar en su proceso de decisión.

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o Informacion adecuada sobre el problema a decidir. Ha de barajar todas aquellas


alternativas que es necesario tener en cuenta para efectuar una decisión adecuada.
o Habilidad para evaluar y organizar la informacian relevante. La de saber analizar de forma
correcta y objetiva las diferentes alternativas que van a ser imprescindibles en la decisión.
o Habilidad o eficacia para resolver problemas. La de estar en posesión de las competencias
básicas para abordar con éxito la toma de decisiones.

La dimensión emocional.
Esta es una dimensión que tiene un peso muy impor, ente si se quiere desarrollar el proceso de
toma de decisiones de forma comprensiva y plena. llo es suficiente con conocer las diferentes
fases que se han de seguir en dicho proceso, sino que es necesario tener en cuenta otros
aspectos de carácter emocional que están presentes en la decisión y hacen que el individuo
quiera o no tomar la decisión; el dominio de estos aspectos puede hacer más fácil la toma de
decisiones. Nos estamos refiriendo a: La autoestima y la confianza en sí mismo; el tomar
conciencia de las propias emociones y las de los demás; el manejo y regulación de las propias
emociones; el control de la ansiedad ante la elección y la resolución de conflictos
psicoemocionales.

La emoción a veces impide la decisión y de la indecisión surge el conflicto. Tomar conciencia de


los factores emocionales en la toma de decisiones, en la resolución de problemas o en las
transiciones contribuye a lograr un mejor autoconocimiento para tomar decisiones, resolver
conflictos y hacer transiciones más apropiadas.
o La autoestima y la confianza en sí mismo: lmplica una adecuada valoración de sí mismo e
igualmente una suficiente y correcta confianza en sí mismo.
o El tomar conciencia de las propias emociones y las de los demás. Consiste en entender y
comprender las propias emociones y las de los demás, como un elemento imprescindible
en dicho proceso.
o El manejo y regulacion de las propias emociones, evitando las emociones negativas
(ansiedad, miedo, temor, tristeza, ira, vergüenza, estados depresivos, etc.).
o El control de la ansiedad ante la elección como un requisito básico e imprescindible.
o La resolución de conflictos psicoemocionales: carencia de intereses, falta de confianza en
sí mismo, falta de identidad personal y profesional, sentimientos de conflicto, miedo a tener
éxito, miedo a fracasar, etc.

La dimensión social.
Se debe tomar conciencia de que en toda toma de decisiones se está implicando a quien rodea al
sujeto que decide. De ahí la importancia de hacer partícipes de las decisiones a las personas
próximas a nosotros y que forman parte de la vida del sujeto activo (padres, familiares, amigos,
profesores, compañero/a, etc.).
En esta dimensión se desarrollarían las competencias interpersonales y el apoyo de las personas
próximas. Los factores a tener en cuenta son: Apoyo del contexto; apoyo afectivo y respaldo
familiar; apoyo económico; dominio de las habilidades sociales básicas; respeto por los demás;
comunicación receptiva; compartir emociones; comportamiento prosocial y cooperación y
asertividad.
o Apoyo del contexto. Las posibilidades que ofrece el entorno, el nivel cultural y clase social
de los que rodean a la persona que decide.
o Apoyo afectivo y respaldo familiar. La familia no ha de imponer la decisión, sino dar el
apoyo y la comprensión necesaria para hacerla más fácil y llevadera.

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o Apoyo economico. Disponer del apoyo económico suficiente que no interfiera, sino
favorezca la decisión.
o Dominio de las habilidades socra/es básrcas como el saber escuchar, pedir disculpas,
despedirse, etc.
o Respefo por los demás. Aceptar y apreciar las diferencias individuales y grupales y valorar
los derechos de todas las personas.
o Comunicación receptiva (capacidad para atender a los demás) y comunicación expresiva
(capacidad para expresar los propios pensamientos y sentimientos con claridad).
o Compartir emociones positivas y sinceras en los momentos de decisión
o Comportamiento prosocial y cooperacion. Mantener actitudes de amabilidad y respeto a los
demás.
o Asertividad Mantener un comportamiento equilibrado entre la agresividad y la pasividad,
capacidad para defender y expresar los propios derechos, opiniones y sentimientos.

El proceso decisorio se prioriza, fundamentalmente en la educación secundaria, por considerar


que es una etapa educativa clave, donde el alumnado ha de afrontar los procesos de toma de
decisiones, no sólo de tipo académico (trayectorias educativas), sino también de tipo profesional
(finalidad terminal de esta etapa) y de tipo personal (problemática de la adolescencia). Este tipo de
decisiones van a tener una repercusión relevante en el presente y futuro proyecto de desarrollo
personal del adolescente. Una adecuada toma de decisiones, en esta etapa formativa, se
convierte en un factor de calidad de la educación; en definitiva, en un valor añadido de primer
orden. De ahí, la necesidad de ayudar, acompañar al alumnado en su proceso de decisión y, parc
ello, ha de tomar conciencia el profesional de la educación y de la orientación de aquellos estilos,
estrategias y modelos que favorecen dicho proceso decisorio.

Para justificar esta necesidad, analicemos la nueva realidad de la Educación secundaria actual
en relación con los procesos de toma de decisiones.

La nueva realidad de la educación secundaria presenta los siguientes aspectos o características

a Es una formación integral, comprensiva, diversificada e intercultural del alumnado, dirigida


a prepararle para la vida y para el acceso a los diferentes estudios. Esto va a requerir,
entre otros aspectos, el desarrollo de competencias para afrontar los procesos de toma de
decisiones.
a Esta formación ha de resaltar, además de la dimensión cognitiva, la dimensión afectivo-
emocional y social.
a Presenta dos finalidades: una propedéutica de continuación de los estudios y otra terminal
que se concreta con la entrada al mundo laboral.
o Ofrece un mayor grado de opcionalidad en la educación secundaria y diferentes
modalidades de bachillerato, que van a exigir al alumnado el tener que hacer elecciones
adecuadas y constantes.
a Es una etapa selectiva con un alto nivel de exigencia académica, especialmente para
aquellos que van a continuar estudios, que son la mayoría.
o Supone una mayor libertad y responsabilidad y un menor control de la familia. El alumnado
se enfrenta a constantes situaciones de decisión que ha de superar de forma correcta.
a Prevé una mayor diversidad del alumnado en cuanto a preparación académica, motivación
por los estudios, intereses, valores, apoyo familiar, expectativas, etc.

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a Es una etapa educativa caracterizada por la necesidad de una adecuada exploración del
yo (conocimiento de sí mismo) y del entorno educativo y laboral (información de estudios,
profesional y ocupacional).

Debido a este conjunto de nuevas características, los ámbitos de decisión en este nivel
educativo son muy variados y afectan a un amplio abanico de dimensiones: la académica y
profesional, la personal y la social: por ejemplo, el alumnado se hace preguntas sobre qué
estudios seguir; qué profesión elegir; cómo compaginar los deberes académicos con la diversión;
qué hacer con el tiempo libre; cómo enfrentarse al estrés; con quién salir; con quién hablar de los
problemas personales; transgredir o no ciertas normas; consumir o no tabaco o alcohol; cómo
comportarse con el sexo opuesto, etc. Preguntas que, como se comprueba, abarcan multiplicidad
de cambios.

Precisamente, uno de los factores que determinan la calidad de la educación en esta etapa es
afrontar la preparación para los procesos de toma de decisiones de tipo personal, académico y
socio-laboral que el alumnado ha de realizar a lo largo de su formación, concretamente en la
secundaria.
Así pues, la Ley 2/2006, de 3 de mayo Orgánica de Educacion (LOE) modificada por LOMCE,
determina aspecfos fundamentales en relación a la orientacion educativa y profesional, en sentido
amplio:
Entre los principios del sistema educativo, art. 1.
f) La orientación educativa y
profesional de los estudiantes, como medio necesario para el
logro de una formación personalizada, que propície una educación integral en
conocimientos, destrezas y valores.

En el RD 110512014, del currículo básico de la ESO y Bachillerato, se reconoce entre los principios
de la ESO que:
En la educación secundaria obligatoria se prestará especial atención a la orientación educativa y
profesional del alumnado.

Del mismo modo, en relación alos principios pedagógicos de esfa etapa se determina:
Corresponde a las Administraciones educativas promover las medidas necesarias para que la
tutoría personal de los alumnos y el funcionamiento de mecanismos de orientación constituyan un
elemento fundamental en la ordenacion de esfa etapa.

A partir de estasconsideraciones previas sobre la importancia de la toma de decisiones en


secundaria, veamos CÓMO SE ENSEÑA Y APRENDE este proceso.

El modelo de intervención que más se adecuado para el desarrollo de estos procesos es el de


programas, sin desechar el resto de modelos que pueden cumplimentar la práctica tutorial
(modelo clínico y modelo de consulta). Ahora bien, el modelo de programas exige una serie de
requisitos:

a) El compromiso por parte del centro educativo y de los responsab/es de orientacion y de la


tutoría de potenciar programas dirigidos a todo el alumnado. La toma de decisiones ha de ser
asumida por la institución y considerada como una actividad más dentro de la tarea formativa
(Raths y otros, 1986).

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b) La implicación y disponibilidad de tiempo por parte del personal que interuiene. Adecuación de
la estructura y horarios para poder desarrollar, de forma óptima, la tarea tutorial individual y grupal.

c) La presencia en el centro de un especialista que asesore, dinamice, dé soporte técnico y los


recursos para la planificación, ejecución y evaluación de la toma de decisiones. Consolidación de
la figura del coordinadorla del PAT para dinamizar los equipos de tutores, participar en su diseño y
elaboración, proporcionar los recursos y las estrategias de acción adecuadas, hacer de enlace
entre la tutoría y otras instancias (comisión de coordinación pedagógica, jefatura de estudios,
departamento de orientación, etc. e incluso en educación secundaria participar en la selección y
formación de tutores/as. )

d) Los recursos humanos y materiales. Recursos materiales y humanos suficientes para poder
desarrollar con garantías la acción tutorial en general y la toma de decisiones en particular. Una
intervención la hacen buena o mala los que la llevan a cabo y si cuenta con los recursos
necesarios.

e) La formación de todos los implicados en la toma de decisiones. Una formación que contemple
el desarrollo personal y el desarrollo profesional de todos los agentes implicados en la acción
tutorial. Es decir, que esa formación no sólo les enriquezca personalmente sino también
profesionalmente. Les sea útil para abordar su tarea tutorial.
f) La coordinación de /os diferentes servicios educativos y de orientacion dentro y fuera de la
institucion. Se impone una adecuada coordinación de los distintos servicios que actúan en un
contexto determinado y que han de colaborar en el desarrollo de la orientación profesional y en la
toma de decisiones vocacional que tienen lugar en ese contexto. Ésta no se puede llevar a cabo
en su plenitud si no existe un mínimo de coordinación de los servicios del centro y de la
comunidad.

Estrategias de interuención
A la hora de diseñar y poner en marcha una intervención en toma de decisiones, se pueden
adoptar diferentes criterios en función de:
¡ la predisposición e implicación de la institución;
. la implicación del profesorado;
o los recursos humanos y materiales de que se dispone.
Se puede utilizar una estrategia u otra, o bien una combinación de ellas. Estas estrategias se
refieren al cómo se lleva a cabo la intervención:

a) La orientación y la acción tutorial como algo circunstancial y sin apoyo institucional. Este es el
caso de un grupo de profesorado interesado que decide dinamizar la toma de decisiones y la
acción tutorial. En algunos momentos cuentan con la colaboración de los equipos de apoyo. Se
permite dicha actividad pero no se dispone de la infraestructura ni apoyo por parte del resto del
profesorado. El programa suele ser puntual, centrado en cursos concretos.

b) La adopción de un currículo específico de acción tutorial y toma de decisiones. Se diseña un


currículo paralelo donde se desarrollan los temas formativos. El Plan de acción tutorial se
contempla en el Proyecto educativo del centro, pero no dentro de las enseñanzas de las diferentes
áreas curriculares. Esto supondría el disponer de un nuevo módulo de tiempo, presentándose tres
alternativas:
1) inclusión en el horario dedicado a la tutoría;
2) a través de una ampliación del horario escolar (actividad extraescolar) y

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3) disminución del horario de algunas asignaturas y crear una asignatura específica con
temas de tutoría. La limitación sería el tiempo y el alumnado se daría cuenta de que la
acción tutorial y orientadora aparece desligado de los procesos de E-4.

c) Se produce la integración de algunos de /os objetivos de la toma de decisiones en algunas de


las materias. En este aspecto hay materias que se prestan más como las matemáticas, lengua
etc. Esta estrategia es bastante usual, pero ha sido llevada con escaso rigor. No cabe duda que la
estrategia integradora más práctica es el intersectar los objetivos de toma de decisiones y acción
tutorial con los objetivos educativos. Esto supondría:
I ) una implicación y estructuración de orientación y acción tutorial en el centro y
2) una sensibilidad de la comunidad por este tema.
El especialista de orientación desempeñaría una doble función: asesor, consultor, dinamizador y
educador en aquellos aspectos que el profesorado-tutor no es capaz de asumir. Este profesorado-
tutor llevaría la responsabilidad de la intervención orientadora y tutorial en su mayoría.

d) La ptena integración en ta globalidad del currículo. Los aspectos de la acción tutorial y la toma
de decisiones se van desarrollando a través de las materias y tutorías. Esta integración requeriría:
1) implicación total del centro;
2) un diseño curricular flexible;
3) una nueva estructura y organización del centro;
4) recursos tanto en el centro como en la comunidad y
5) una formación permanente del profesorado.
La función del especialista es la de consultor, asesor, dinamizador y facilitador de recursos y la del
profesorado{utor es la de llevar a cabo la intervención. Cada profesor es un tutor que habrá de
abordar la tutoría y la toma de decisiones en su asignatura. Se requiere una implicación del centro
y una implicación y coordinación del profesorado.

e) La integracion de Ia orientación y acción tutorial de forma interdisciplinar. Se trata de incorporar


los procesos de toma de decisiones en las diferentes áreas curriculares de forma transversal. Esto
necesitaría:
1) la integración y la superación de las estrategias anteriores;
2) una perfecta coordinación del profesorado;
3) un compromiso de trabajar de forma interdisciplinar. Los equipos docentes son los
protagonistas de la intervención curricular y tutorial y el orientador ha de ser un
colaborador del profesorado y de la dinámica del centro. La dificultad estriba en cómo
coordinar e implicar al profesorado de las diferentes materias.

Hay una serie de servicios que pueden contribuir a la puesta en marcha y desarrollo de los
programas de orientación, concretamente de la toma de decisiones. Estos se pueden agrupar en
función de dos contextos: en el centro y en la comunidad: En el centro se ha de destacar el papel
del departamento o servicio de orientación como soporte técnico a la orientación y acción tutorial
y, entre otros aspectos, a los procesos de toma de decisiones. Es decir, se convierte en un
elemento aglutinador, coordinador y facilitador de la tarea orientadora y tutorial en el centro, tanto
en educación infantil y primaria como en secundaria

En el proceso de toma de decisiones y con el objetivo de finalizar con la exposición de este tema,
cabe preguntarse: ¿cuál es el papel de la familia en el proceso de toma de decisiones de su
hijo?:

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a Los padres tienen que ser conscientes de que son los propios hijos los que han de tomar
sus propias decisiones.
o Éstos han de colaborar y participar en el proceso de toma de decisiones de su hijo, pero
sin inteferir en su libre decisión.
a La intervención de los educadores, orientadores y familia será siempre la de orientar,
asesorar, proponer y sugerir, y no la de imponer.
a Se ha de evitar cualquier conflicto entre los intereses del hijo y las expectativas de la
familia.
o Padres y madres han de fomentar un ambiente familiar que favorezca el proceso de toma
de decisiones de sus hijos, mostrando actitud dialogante, interés por todas sus cosas,
fomentando la confianza en sí mismos y en sus propias posibilidades, poniendo a su
disposición los recursos y condiciones necesarios, etc.
o El hijo debe conocerse a sí mismo y debe conocer, a su vez, la realidad familiar y
ambiental en la que se encuentra.
a Éste ha de tener presente la opinión de su familia en su proceso de toma de decisiones.
Ha de hacerles partícipes de sus proyectos e intenciones.

CONCLUSION
Podemos comprobar, con todo lo analizado a lo largo de este tema, que el desarrollo de la MV, la
autonomía personal y el proyecto de vida supone una tarea que entraña gran complejidad pero
que al mismo tiempo, se convierte en una herramienta imprescindible para el desarrollo de una
educación integral del alumno. Desde este planteamiento impera la necesidad de asumir
estrategias de trabajo de colaboración y esfuerzo compartido, como principio fundamental en
nuestro actual marco normativo.

BIBLIOGRAFIA

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