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La encrucijada de Jerry
DNI: 34948431
1. Introducción:
1 MAIER, JULIO, Derecho Procesal Penal T. I, Ed. Editores del Puerto, Buenos Aires, 2007, p. 707.
Derechos Humanos en su artículo 8.2.h. sino que el imputado ahí se
encontraba con otro escollo: la Cámara de casación con su recurso solo
revisaba cuestiones de derecho, algo muy similar a lo que hacía el recurso
extraordinario federal. Entonces este recurso de casación era lo
suficientemente reducido como para cumplir con las garantías
constitucionales.
También vamos a ver la tensión entre el nen bis in idem y el doble conforme, ya
que este juego es el que hacen los dos actores Ministerio Publico Fiscal e
imputado, donde es sabida la diferencia que tienen entre ellas, con todo el
aparato punitivo que tiene el Estado frente a un ciudadano común.
Llegamos al 2014, donde se sanciona un nuevo Código Procesal Penal
Federal, de corte acusatorio y vamos a ver a lo largo de esta monografía como
la cuestión planteada anteriormente se modificó. Habría que arribar a la
conclusión si el cambio fue para bien, o si es más de lo mismo.
decir, pesaba mucho más el deber ser de una supuesta imparcialidad a lo que
2 LEDESMA, ÁNGELA E., "En su origen, “(2019). Debido proceso penal 6. (1ª Edición). Hammurabi.
https://biblioteca.hammurabidigital.com.ar/reader/ledesma-el-debido-proceso-penal-t-6?location p. 212.
3 FERRAJOLI, LUIGI: “Los valores de la doble instancia y de nomofilaquia”, NDP, 1996, pp. 447-448.
realmente sucedía. Sin ir más lejos, la solución a todo esto que sería la
implementación del Juicio por Jurados para juicios criminales, fue escrita en
1853 en nuestra Constitución y apenas hoy, en pleno siglo XXI, está
reglamentada en algunas escasas provincias.
Lo que se esgrimió en su momento es que la existencia del Recurso
Extraordinario Federal, existente en la Ley 48 era suficiente. Pero sin un
exhaustivo análisis, nos damos cuenta de que este solo permite la revisión de
cuestiones federales, de colisión de normas provinciales y federales. Lo que
faltaba y… ¿falta? es un recurso acorde para poder revisar cuestiones de
hecho y prueba, cosa que a mi criterio no termina de satisfacer el recurso de
casación. Ya lo vamos a ver, pero por ejemplo en Giroldi, la Corte Suprema de
Justicia de la Nación que “la forma más adecuada para asegurar la garantía de
la doble instancia en materia penal prevista en la Convención Americana sobre
Derechos Humano” es declarar la invalidez constitucional de las limitaciones
procesales (en el caso del art. 87 de la ley 23.077), en cuanto veda la
admisibilidad de recurrir a la Cámara Nacional de Casación Penal de las
sentencias condenatorias dictadas por los tribunales de acuerdo al
procedimiento regulado por dicha normativa”4.
Mirando el artículo 8 inciso 2 apartado h) de la Convención Americana de
Derechos Humanos, vemos que “el derecho a recurrir el fallo ante juez o
tribunal superior” es una garantía del imputado. ¿Entonces qué rol tiene el
Ministerio Público Fiscal? ¿Es acaso otro actor que tiene esta garantía? La
respuesta es no. El acusador no tiene garantías, tiene diferentes metodologías
para llevar a cabo esta acusación de parte del Estado.
El éxito en la instancia de revisión de un recurso de la acusación contra la
sentencia absolutoria abre dos posibles soluciones: la casación positiva, es
decir la resolución del caso en la instancia revisora o bien la anulación y el
reenvío para que se dicte una nueva sentencia, lo que por regla implica la
sustanciación de un nuevo debate, cuyo problema sería la afectación del nen
bis in idem. Si se resuelve en la instancia de revisión, nos encontramos ante
otro problema: el doble conforme. Y esto es así, ya que el derecho
internacional prevé la revisión de una condena en contra del acusado. Ahora
cuando lo revisado es la reconstrucción histórica del caso, entran en juego las
garantías que definen a un debido proceso como lo prevé nuestra Constitución
Nacional.
Doble conforme y nen bis in idem tironean para ver quien sufre más, quien es
mas perjudicado. Ya que el sistema en uno u otro caso termina perjudicando al
reo. Si el imputado dispone de un recurso contra la última instancia que lo
perjudica, su derecho se satisface, al menos en el marco de principios reglados
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional
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de Derechos Civiles y Políticos. El alcance que estos pactos otorgan al nen bis
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in idem se restringe a vedar un segundo juicio con fallo firme (arts. 8.4, CADH;
5 HERBEL, GUSTAVO A. (2013). Derecho del imputado a revisar su condena. (1ª Edición). Hammurabi.
https://biblioteca.hammurabidigital.com.ar/reader/herbel-derecho-del-imputado-a-revisar-su-
condena?location pp. 618-619.
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Fallo Giroldi, Horacio David y otro s/ recurso de casación -causa N 32/93.
7 Considerando 10 del Fallo Giroldi.
las presuntas víctimas y su abogado interpusieron recurso de ante la Sala
Tercera de la Corte Suprema de Justicia, a pesar de que “al menos avizoraba
la posible lesión” de la sentencia condenatoria de artículos de la Constitución
Política y de la Convención Americana y de que esta acción el proceso
pendiente requerido para el control constitucional por vía incidental. El recurso
de revisión, establecido en el artículo 408.g) del Código Procesal Penal de
Costa Rica, permite la revisión de las sentencias condenatorias firmes dictadas
en perjuicio del condenado que no hayan sido dictadas con observancia del
debido proceso. A pesar de que el recurso de revisión ha sido considerado
tradicionalmente como extraordinario, en el ordenamiento jurídico costarricense
en procedente por violaciones al debido proceso, lo cual lo convierte en una vía
eficaz y adecuada para resolver violaciones de este tipo, que debió ser
agotadas por las presuntas víctimas antes de acudir a la Corte. El Estado de
Costa Rica señaló que, conforme a su texto constitucional les garantiza a sus
habitantes sus derechos humanos a través de acción de inconstitucionalidad,
consulta judicial de constitucionalidad, recurso de habeas corpus y el recurso
de amparo. Ninguno de ellos fue agotado en este proceso.
Dice también el fallo, que el recurso de casación no es un recurso pleno, sino
que es un recurso extraordinario. No autoriza la revisión completa del caso en
los hechos y en el derecho, sino que se resuelve en diversos y complicados
formalismos, lo cual es contrario al artículo 8.2.h de la Convención. El recurso
de casación no permite la reapertura del caso a pruebas, ni una nueva
valoración de las ya producidas, ni ningún otro medio de defensa que no esté
comprendido en la enumeración del artículo 369 del Código Procesal Penal de
Costa Rica. La Comisión en sus alegatos, expresa que la Corte no exige que el
recurso previsto debe ser ordinario, sólo exige que debe constituir una
“verdadera garantía de reconsideración del caso” y que la existencia de una vía
recursiva no basta si no cumple con dicho objetivo. Ni la Convención ni la Corte
exigen que el recurso deba ser el de apelación. El recurso de casación cumple
con las condiciones que debe tener un recurso para adecuarse a las exigencias
de la Convención.
La Corte considera que el derecho de recurrir del fallo es una garantía
primordial que se debe respetar en el marco del debido proceso legal, en aras
de permitir que una sentencia adversa pueda ser revisada por un juez o tribunal
distinto y de superior jerarquía orgánica. Se busca proteger el derecho de
defensa otorgando durante el proceso la posibilidad de interponer un recurso
para evitar que quede firme una decisión que fue adoptada con vicios y que
tiene errores que ocasionarán un perjuicio indebido a los intereses de una
persona. Por lo tanto, declaro que el Estado Costarricense violó el artículo
8.2.h. de la Convención Americana. También, dentro de un plazo razonable, el
Estado debe adecuar su legislación de modo tal que cumpla con el artículo
8.2.h. de la Convención.
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federal, dejaría afuera una cantidad de aspectos esenciales que no podrían ser
abordados sin poner en crisis el propio alcance de la excepcional vía de
competencia del máximo tribunal constitucional; por el contrario, el nuevo
examen del caso -primera condena mediante la mecánica de funcionamiento
de la Cámara de Casación -máxime luego de la adecuación al recurso a partir
del precedente “Casal”, no haría mella en su cotidianidad desde lo
eminentemente práctico".
El presente caso constituye la primera oportunidad en que se determina
expresamente que, ante el dictado de una sentencia condenatoria en sede
casatoria, la garantía de la doble instancia que asiste al imputado debe ser
salvaguardada directamente en dicho ámbito mediante la interposición de un
recurso de casación que deberán resolver otros magistrados que integren ese
tribunal, sin necesidad de que el imputado deba previamente recurrir a esta
Corte para obtener una decisión que ordene que tenga lugar dicha revisión.
3. El recurso de casación.
8 SIENRA MARTÍNEZ, Agustina, “La facultad del Ministerio Público de recurrir la sentencia en contra del
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SIENRA MARTÍNEZ, Agustina cita a Maier cuando dice: “El principio de “la doble conforme” por analogía
con la prueba de exactitud de una operación matemática, significa que el derecho al recurso consiste en
la facultad del condenado de poner en marcha una instancia de revisión que, en caso de coincidir total o
parcialmente con la resolución impugnada, daría mayor certeza de la legitimidad de la condena (cuando
una operación aritmética da dos veces el mismo resultado, hay grandes posibilidades de que sea exacta);
y en caso contrario, privaría de efectos a la sentencia originaria”, p. 201.
objeto sin primero haberse esclarecido hasta la saciedad el objeto de
valoración! Siendo imposible, a su vez, fijarse tal objeto de valoración sin
operaciones regladas, es decir, que, tanto el ser como el deber ser, se
demuestran mediante procesos normativos10.
¿Qué hace entonces el recurso de casación? ¿Asegura un fin último de
averiguación y entendimiento de la verdad? Acá entramos en otro panorama.
Dice Michele Taruffo, que “se precisa adoptar un concepto de verdad como
correspondencia de las proposiciones relativas a los hechos de la causa con la
realidad empírica de tales hechos11. Si esto no fuera revisado por el recurso de
casación, pues ya nada lo haría. Y la revisión no sería amplia y completa en
cuanto a hechos y prueba.
En todo caso, según la concepción dominante, el Juez del hecho no ha
cumplido su deber de hallazgo de la verdad, con su mera convicción de haber
cumplido tal deber, sino que, como resalta el Tribunal de Casación, él debe
haber satisfecho tal deber, también, fácticamente, con independencia de su
representación subjetiva. Si el Juez del hecho partiera de esta exigencia, la
apreciación de un suceso que, supuestamente se habría producido a las 22
horas del día 24 de diciembre en Munich, a plena luz del sol, tendría que ser
revocada por el Juez de casación, porque la imagen del Juez del hecho sobre
el comportamiento conforme a la verdad no coincide con el acontecimiento real,
por lo que se hace precisa una comparación entre la imagen de la verdad del
Juez del hecho y la propia verdad. La imaginable objeción de que, aquí, el Juez
de casación se limita a comparar su propia imagen con la del Juez del hecho,
no la considero relevante. Cierto es que, también, el Juez de casación tiene su
propia imagen sobre el curso del acontecimiento conforme a la verdad, pero
ello solo después de que él haya comprobado la imagen de la verdad del Juez
de instancia y si esta imagen comprende un real curso del acontecimiento. Una
comprobación de esta índole parece plena de sentido, en tanto existe
fácticamente un acontecimiento real fuera de la representación judicial. Con
otras palabras, en el caso planteado de la comprobación por el Juez de
casación de las constataciones fácticas, se prevé la existencia de la verdad
como objeto de una imagen de la verdad, posiblemente, formada de manera
defectuosa. Lo mismo es válido para la exigencia de explicación de una
defectuosa apreciación de la prueba12. Los hechos son la base del proceso, es
cuestión de probarlas. Y si esto no es revisable, ¿entonces qué nos queda?.
12
Página
10 JOSÉ CORDERO ACOSTA, La Casación Penal y el Principio del Doble Conforme, 2009, España, p.
19.
11
MICHELE TARUFFO, La Verdad en el Proceso, Derecho & Sociedad 40, p. 243.
12 Von Kirchmann, Julius Hermann, “La ciencia del derecho”, Buenos Aires: Editorial Losada, 1949, pp.
185-186. Observación a propósito de algunas consideraciones sobre la relación entre prueba y verdad, de
Michele Taruffo.
5.a. Una breve descripción sobre que decía el Código Procesal Penal de la
Nación:
Primero voy a exponer que dice, y tangencialmente ver el análisis que estos
artículos conllevan. Según Dalbora, el recurso de casación es “vía impugnativa
para reparar un error jurídico de la sentencia”13. En lo personal no coincido con
esta afirmación, pues de lo que se viene hablando es de poder hacer una
revisión integral, y no solo jurídica de la sentencia condenatoria del imputado.
Para reafirmar su postura el autor deja asentado que “El recurso es admisible si
se pone en crisis la observancia de las normas reguladoras del dictado de la
resolución o cómo se debe fundar (CNCP, Sala III, L.L., del 25/X/1994, f.
92.612). Las cuestiones de hecho y pruebas atinentes a la comprobación del
cuerpo del delito son manifiestamente ajenas a la instancia casatoria y sólo
susceptibles de ser sometidas al juez de la causa o a la cámara por vía del
recurso de apelación”. También su postura puede estar encausada en el
tiempo en que fue escrito este código comentado, que no estaba aggiornado a
los nuevos aires del derecho internacional con jerarquía constitucional.
13 D´ALBORA, FRANCISCO J., Código Procesal Penal de la Nación Comentado, Ed. Abeledo Perrot, 7ma.
Edición, p. 717.
14 SIENRA MARTÍNEZ, Agustina, “La facultad del Ministerio Público de recurrir la sentencia en contra del
primero19.
15
D´ALBORA, FRANCISCO J., Código Procesal Penal de la Nación Comentado, Ed. Abeledo Perrot, 7ma.
Edición, p. 732.
16
Ídem, p. 732.
17 MAIER, Julio, Derecho Procesal Penal T. I, Ed. Editores del Puerto, Buenos Aires, 2007, pp. 708-710.
18
Ídem, pp. 633-636.
19
Ídem, p. 637.
5.b. Qué introdujo el Código Procesal Penal Federal.
Y esta historia comienza en el artículo 54, que define el rol de los jueces de
casación. En el inciso e) menciona que “En la revisión de las sentencias
condenatorias firmes en los términos fijados por el artículo 366 y siguientes de
este Código.” Ahora bien, para entender cómo se llega a la revisión de
casación, vemos que primero tenemos el “recurso de revisión” ante el mismo
juez que dictó la sentencia. En el artículo 350, dice que su competencia será en
relación con los puntos que motivan los agravios y al control de
constitucionalidad. Las impugnaciones interpuestas por los acusadores
permitirán modificar o revocar la resolución aun a favor del imputado. Cuando
las decisiones de los jueces con funciones de revisión señalados en el artículo
53 de este Código involucren cuestiones federales, estos serán considerados
como el tribunal superior de la causa y su decisión será considerada sentencia
definitiva a los fines del recurso extraordinario ante la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
En el artículo 351, expresa que si la resolución hubiera sido impugnada sólo
por el imputado o en su favor, no podrá modificarse en su perjuicio. Pero ¿qué
sucede si la decisión es impugnada por el Ministerio Público? Pues no
obtenemos una respuesta de esto.
Ahora vamos a lo más importante que es la legitimación del representante del
Ministerio Público, que está contemplado en el artículo 355.
Podrá impugnar las decisiones judiciales en los siguientes casos:
a. Los sobreseimientos y demás resoluciones que pongan fin a la acción o a la
pena o hagan imposible que continúen las actuaciones y la denegación o
revocación de medidas cautelares, cuando no hubiese habido DOS (2)
pronunciamientos en el mismo sentido;
b. La sentencia absolutoria;
c. La sentencia condenatoria, si la pena aplicada fuera inferior a la mitad de la
pena pretendida;
d. Las decisiones que se tomen durante la ejecución de la pena.
Estos límites no regirán si el imputado es funcionario público y el hecho se ha
cometido en el ejercicio de la función o en ocasión de ella.
Si bien pareciera hacerse hincapié en el rol de funcionario público, salgamos de
esa discusión, no porque sea menos interesante sino porque no es el objeto de
esta investigación. Pareciera bastante amplio el marco que tiene el acusador
estatal para recurrir las sentencias. Porque teniendo en cuenta que esto debe
interpretarse en favor del imputado, desde el inciso a), b) y c) son claramente
en detrimento de una sentencia favorable. Y nuevamente, la puja entre el nen
bis in idem y el doble conforme parecieran reaparecer en esta reforma.
15
El artículo 364 nos arrastra a otro problema, que es el del reenvío infinito. Nos
habla del doble conforme, y dice que “Si la impugnación de la sentencia fuese
Página
Ministerio Público Fiscal, que se limiten los recursos -el cáncer del actual
proceso penal-, los mecanismos repulsivos que el actual régimen contempla y
Página
Al parecer le hacían falta muchos cambios, pero ¿que hay en cuanto a las
garantías constitucionales del imputado? Se entrometen cuestiones ideológicas
partidarias, cuando el cuerpo de una norma es que sea fiel a la constitución. Y
no estoy queriendo decir que la protección a las víctimas no sea correcta, creo
que debe ser un norte para resguardar siempre en el proceso, pero aquí
hablamos de otra cosa. Hay garantías consagradas en el artículo 18 de nuestra
Constitución Nacional, el debido proceso, la presunción de inocencia y la
defensa en juicio. Ya que todos estos planteos parecen despegarse de la
CADH y del PDCP que tienen rango constitucional en el artículo 75 inciso 22 de
la Constitución Nacional.
Con esta reforma solo se deja la primera oración, lo que puede dar lugar a un
serio riesgo en la reapertura de procesos y a que se utilice, por supuesto -como
viene ocurriendo en estos tres años-, con fines de persecución político-
partidaria.
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20 Código Procesal Penal Federal. Ley 27063 de 2014. 4 de diciembre de 2014 (Argentina).
Artículo 5 del actual Código Procesal Penal Federal21:
Solo el tiempo dirá cuáles serán las nuevas problemáticas en torno a esto, ya
que el Ministerio Público sigue recurriendo, ahora ya sólo en favor del acusado.
Página
¿Será esta una excusa para que se siga recurriendo, con alguna falacia
21 Código Procesal Penal Federal. modificación por ley ley 27482 de 2018. B.O.8/2/2019 (Argentina).
argumentativa? No lo sabremos hasta que suceda. Como decía el filósofo del
derecho Carlos S. Nino: el avance hiperactivo del Poder Ejecutivo o de algún
otro poder del Estado elimina división de poderes y alienta al Estado a avanzar
sobre la privacidad y el derecho a la propiedad del individuo22. Será cuestión de
que la jurisprudencia o, más bien, el resguardo de los derechos y garantías que
por esencia tendrán a su cargo los magistrados en las actuaciones, pongan
freno a cualquier abuso o inequidad en el que pueda incurrir el órgano
acusador por excelencia, léase: el poder del Ministerio Publico Fiscal23.
Me gustaría acabar con unas palabras del gran catedrático Dr. Julio Maier
que nos dejó hace muy pocos días: “Las organizaciones judiciales
verticales son propias de los sistemas políticos autoritarios,
características, por ej. de las monarquías absolutas y de su régimen
procesal penal, la Inquisición. Desde el punto de vista de la decisión
judicial, no siempre la organización administrativa de los tribunales, la
organización horizontal se corresponde con el régimen republicano,
aristocrático o democrático, histórico o actual"24.
21
Página
22 Este debate emerge en NINO, Carlos S., “Un país al margen de la ley”, Ed. Emecé, Buenos Aires, 1992.
23
Durrieu, Roberto, Interrogantes del nuevo Código Procesal Penal Federal, Cita ONLINE
AR/DOC/458/2019, p.5.
24
MAIER, Julio, Derecho Procesal Penal", T. I, Fundamentos, 2da. Edición, Ed. Del Puerto, Buenos Aires,
p. 137.