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UNIDAD 1

1.- Evolución histórica. La idea del riesgo y del seguro. El Seguro Social.
La Seguridad Social, tal y como la conocemos actualmente, no se ha formado por generación
espontánea, sino que es el resultado de una larga evolución histórica: quizás sea más propio
referirnos a una evolución de la protección social, como expresión más amplia e indicadora de los
diversos instrumentos utilizados a lo largo del tiempo para afrontar las necesidades sociales.
Podemos distinguir, tres fases o etapas de las distintas formas de protección social:
a. Las primeras medidas de protección social, desde sus orígenes hasta la aparición de los
seguros sociales, que podemos considerar como los precedentes más remotos de la
Seguridad Social.

b. Los Seguros Sociales (época clásica): nacimiento y desarrollo de los seguros sociales,
desde el último tercio del siglo XIX hasta la configuración de los sistemas de Seguridad
Social, como precedente inmediato.

c. Los sistemas de Seguridad Social, a partir de la década de los años cuarenta del siglo
pasado hasta el momento actual.

LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD SOCIAL: NACIMIENTO Y EVOLUCIÓN

Las primeras medidas de Protección Social


La seguridad constituye una aspiración permanente de las personas y, por consiguiente, ha sido
siempre buscada y pretendida por el hombre, bien individualmente bien en el seno de la familia o
del grupo tribal. No obstante, en un momento posterior se tiende a socializar la protección que
garantice de algún modo esa seguridad, dando paso a las distintas fórmulas de protección social.
Durante la Edad Media, el problema de la pobreza va a dar lugar a medidas de protección social
de diverso signo. Por un lado, se adoptan, medidas de protección basadas en la solidaridad o
ayuda mutua a través de asociaciones de carácter corporativo o profesional. Las Cofradías y
Gremios ayudaban a aquellos que caían en desgracia, protegían a las viudas y huérfanos, y
llegaron, incluso, a fundar hospitales.
Y, por otro, se adoptaron medidas de asistencia social a favor de los pobres, por parte de la Iglesia
y de instituciones caritativas privadas.
El Estado únicamente se esforzará, en este momento, en la lucha y represión de la mendicidad y
otras consecuencias derivadas de la pobreza (policía de los pobres).
En la Edad Moderna, se da un salto cuantitativo y cualitativo en materia de protección social, y
durante los siglos XVI, XVII y XVII, desde la Autoridad Pública se arbitran diversas medidas de
protección social.
La protección fundamental de las necesidades sociales se realiza a través del principio mutualista
(hermandades, montepíos) y de las primeras instituciones de ahorro popular (Montes de Piedad).

En la Época Liberal, el ascenso de la burguesía, la exaltación de los principios individualistas


(Laissez faire), y el triunfo del liberalismo económico (ADAM SMITH) abocan a la sociedad del
siglo XIX a una cierta indefensión frente a las necesidades sociales. Para el liberalismo
económico, la pobreza y las privaciones de las clases inferiores aparecen pues, como un hecho
inevitable y necesario, lo que determina que en este momento la protección de las necesidades
sociales pasa única y exclusivamente, por la previsión individual, es decir, por el ahorro de los
individuos. Se produce así, la creación de instituciones de ahorro popular: las Cajas de ahorro.
En la primera mitad del siglo XIX se comienza a poner de manifiesto la incapacidad del
liberalismo económico para hacer frente a las necesidades sociales que planteaba la nueva
sociedad industrial. Esto nos traslada, inmediatamente, a un determinado momento histórico, el
último tercio del siglo XIX, a un país, Alemania, y a una realidad política y económica, donde se
sitúa el origen moderno de la Seguridad Social: los Seguros Sociales.
Evolución histórica

El derecho de la seguridad social nace a fines de siglo XIX con la crisis de la Revolución
Industrial.
En los países industrializados aparece la necesidad de protección frente a los problemas del
industrialismo.

A partir de 1880-1890 los dos problemas principales que debían ser cubiertos eran, por un lado, el
de la protección de las familias numerosas y los menores y mujeres que trabajaban jornadas
agobiantes sin límite horario, y por el otro, los accidentes de trabajo, ya que aquellas personas que
sufrían un accidente de trabajo quedaban marginados (en la calle) para siempre.

Los trabajadores que ya estaban organizados en asociaciones sindicales contrataban seguros


privados o contaban con fondos de aseguramiento de contingencias.

El estado alemán, que comienza con las leyes de Bismark de 1883 y 1889, crea lo que se puede
llamar el primer sistema de seguridad social. Los alemanes habían aceptado el liberalismo
capitalista pero con una alta contracción autoritaria y paternalista.

La famosa reforma de la seguridad social de Bismarck comenzó en 1883: un sistema casi tan
completo como en la actualidad. Este año crea el seguro de enfermedad obligatorio para todos los
trabajadores de dependencia de la industria.

En 1884 crea el seguro de accidente de trabajo, y en 1889, los de invalidez y despido, con lo cual
se constituye un sistema bastante complejo.

La importancia y lo revolucionario de estos sistemas era que la inclusión se consideraba


obligatoria. Todos los trabajadores estaban incluidos obligatoriamente, y deja de ser una
responsabilidad del seguro privado para asar a ser una responsabilidad del seguro social, con
aportes de los empleadores y del Estado, el trabajador no aportaba.

La expresión seguridad social se consolida en la “Carta del Atlántico”, firmada en 1941 durante la
Segunda Guerra Mundial, que es la base de la Carta de las Naciones Unidas de 1945 y el
antecedente inmediato del derecho de la seguridad social, así como lo es el Tratado de Versalles
respecto del derecho del trabajo.

En 1942 en Inglaterra se desarrolla un programa de seguridad social elaborado por Lord Beveridge
que es uno de los pilares de la evolución de la seguridad social a nivel mundial.

La etapa clásica. La política social de Bismarck y los Seguros Sociales


Desde el punto de vista histórico, la legislación alemana de Bismarck sobre los Seguros Sociales
es la que ha constituido el efecto más significativo, como una nueva forma de prestación social
que relegaba al pasado, el sistema tradicional de la ayuda en la pobreza: la beneficencia pública y
privada.
Alemania no conoció la influencia de las ideas de la Revolución francesa (individualismo), sino
que estuvo influenciada por el pensamiento de Hegel que ve al Estado como el fin supremo de
individualismo. El pensamiento hegeliano inspirará el socialismo de Estado adoptado por
Bismarck.
Los Seguros Sociales nacen en la Alemania de Bismarck, porque, sólo en la Alemania del siglo
XIX se daban una serie de factores.
De orden económico.
El paso del Estado agrario al Estado industrial se precipitó en Alemania en la segunda mitad del
siglo XIX provocando el desarrollo de un proletariado urbano muy miserable.
De orden ideológico.
La Alemania del siglo XIX es el lugar de un pensamiento socialista muy vivo. Existía una
corriente de pensamiento económico-social, el llamado “socialismo de cátedra” que se acercaba al
intervencionismo del Estado pedido por los socialistas. El Estado no puede quedar indiferente ante
la miseria de una parte de la población. Para este fin debe utilizarse el impuesto.
De orden político.
Bismarck comprendió el peligro que para el Imperio Alemán representaba la miseria de las masas
obreras, que se afiliaban al socialismo al ofrecerle éste, en sus programas soluciones a sus
problemas
Con gran habilidad emprende una política de reformas sociales.
De orden jurídico.
Existían algunos precedentes que favorecían esta política. Una ley obligaba a los empresarios a
asegurar por enfermedad o accidente de trabajo a sus asalariados, empleados domésticos y de
comercio que conviviesen con él bajo el mismo techo, y una ley de 1848 obligaba a las empresas
industriales ferroviarias a la responsabilidad por accidente de trabajo.
Bismarck, Canciller del Imperio alemán, anunció que el Estado no tiene solo la misión defensiva
de protección de los derechos existentes, sino que también está obligado a promover
positivamente, por instituciones apropiadas, utilizando los medios de la Sociedad, el bienestar de
sus miembros, especialmente de los más débiles y necesitados. Aparece una nueva concepción
“revolucionaria para la época”: El Estado intervencionista.
1883, Ley del Seguro de Enfermedad, para todos los obreros industriales: cotización a cargo del
empresario y del trabajador. Prestaciones: asistencia médica y subsidio del 50% del salario.
Gestión Estatal.

1884, Ley del Seguro de Accidentes de Trabajo, estaba ya establecido pero, se mejora en el
sentido de eliminar el sentido de responsabilidad por culpa, es decir, todo accidente queda cubierto
(responsabilidad objetiva). La cotización íntegramente a cargo de la empresa.

1889, Leyes de los Seguros de Invalidez y Vejez, financiados por medio de un seguro fijo del
Estado (12,5 marcos que se elevan a 50 en 1899) más cotizaciones obreras y patronales que podían
ser variables. Las pensiones tenían un mínimo fijo más un complemento variable.

En el sistema alemán el Seguro se declaró obligatorio para todos los individuos sometidos a la ley.
El campo de aplicación originario, es muy limitado, solo afecta a los trabajadores industriales.
Las prestaciones eran económicas, sustitutorias del salario perdido, y proporcionales a este.
La financiación se realizaba por cuotas satisfechas por el trabajador como asegurado directo, el
patrono como socio protector obligatorio y el Estado en determinadas ramas (invalidad y vejez).
El dato importante era que la cuantía de la cuota, no era proporcional a las posibilidades del
riesgo, sino al salario de los trabajadores, con lo que se rompió con un principio clásico del Seguro
Privado.

Generalización a los países industrializados europeos.


El sistema de seguros sociales, se extiende, según las características socioeconómicas de cada país,
desde la época de las leyes bismarkianas hasta la década de los años cuarenta del siglo.
La evolución histórica, del sistema de seguros sociales consistió, a grandes rasgos, en la
ampliación paulatina del campo de aplicación del seguro social de los trabajadores
económicamente débiles a todos los trabajadores por cuenta ajena y, más tarde, a todos los
trabajadores, incluidos los autónomos o por cuenta propia, acabándose en muchos casos por
eliminar los topes salariales para el aseguramiento; y en la ampliación de los riesgos cubiertos
hasta llegar a un ideal de protección que no difiere en mucho del actual.
En este período del desarrollo de los seguros sociales, cabe distinguir dos tendencias:
Una primera es la creación de verdaderos seguros sociales. Destaca, por su atrevimiento, la
política social británica.
El sistema de seguros sociales británicos otorga un sitio a las medidas de Asistencia instauró de
manera simultánea el seguro de enfermedad y de invalidez.
El sistema inglés se caracteriza por ser el primero en organizar la institución del Seguro
Obligatorio de desempleo.
La legislación inglesa no incorpora el sistema de reparación de accidentes de trabajo en el sistema
general de seguros sociales. La Ley inglesa consagró en 1897 el principio del riesgo profesional y
el de responsabilidad individual del empleador.
La otra tendencia fue la de libertad subsidiada, que consistía en apoyar los sistemas de seguros
voluntarios que habían ido creando las organizaciones de trabajadores. Dejando a los trabajadores
la opción de asegurarse o no, pero incentivando al asegurado, que obtenía, si se aseguraba,
subvenciones del Estado.

La extensión de los Seguros Sociales fuera del continente europeo: los Estados de América
Latina.
La aparición de los Seguros Sociales atraviesa en América Latina por no pocas dificultades: escaso
desarrollo industrial, dispersión de la población, problema en las comunicaciones (grandes
distancias), dificultad de acceso a determinados sectores de la población que habitan en zonas, en
muchos casos inexploradas, etc.
Será Chile quien inaugure la política de Seguros Sociales en 1925, creando los seguros de
enfermedad, maternidad e invalidez e instituyendo un Ahorro Obligatorio para sustituir al seguro
de vejez.

LA ÉPOCA MODERNA. LAS POLÍTICAS DE SEGURIDAD SOCIAL


La época moderna o contemporánea se caracteriza por una extensión de la protección al conjunto
de la población. A esta generalización, palabra clave de este período contemporáneo se une el
reconocimiento, entre los otros derechos del hombre, de un derecho a la Seguridad Social.

Antecedentes. Orígenes de la expresión “Seguridad Social”.


Legalmente aparece en la Ley de Seguridad Social de Estados Unidos, de 14 de agosto de 1935.
La crisis de 1929 provoca en los Estados Unidos profundos cambios: crecimiento del desempleo,
desórdenes en el sistema bancario, restricción de la actividad económica. El 14 de agosto de 1935
fue aprobada la Social Security Act, con un campo de aplicación muy reducido: los trabajadores
industriales.
Excluye a los trabajadores agrícolas, autónomos, domésticos, funcionarios, que serán incluidos
posteriormente. El régimen de cobertura de los Riesgos sociales, asegura una protección
insuficiente otorgando prestaciones de exigua cuantía: Seguro de desempleo y Seguro de Vejez y
Supervivencia. Así, los seguros se financian por medio de tasas sobre los salarios, su nivel
repartido por igual entre empleador y asalariado, y con subvenciones federales concedidas a los
Estados.

El sistema de Seguridad Social de Nueva Zelanda.


Pero es en Nueva Zelanda, cuando aparece por primera vez en el mundo, una organización
sistemática para la eliminación de la indigencia. Esta ley organiza un servicio de protección social,
con prestaciones sanitarias y económicas, a favor de toda la población.
La ley se denominó de Seguridad Social, y la expresión quedó consolidada con la tendencia de
aplicación universal, protegía a todos los ciudadanos, no solo a los asalariados.
Esta ley, sorprendió al mundo, instaurando un sistema asistencial completo, basado en la idea de
solidaridad, según la cual, todo individuo cuyo nivel de vida descienda de un mínimo objetivo,
tiene un derecho frente a la sociedad para enjugarlo.

El impulso de la Segunda Guerra Mundial.


La segunda guerra mundial, acelera este nuevo concepto de Seguridad Social. La Carta del
Atlántico de 12 de agosto de 1941, en su disposición 5ª, tuvo un marcado carácter ideológico,
situando la promesa de la Seguridad para ofrecer a los combatientes y a la población de
retaguardia un mundo económico-social mas justo, sustituyendo la política clásica de los Seguros
Sociales, situados en la relación empresario-trabajador, por una política social más amplia.
El punto 5 afirma la necesidad de la más completa colaboración entre todas las naciones a fin de
asegurar a todos, mejores condiciones de trabajo, una situación económica más favorable y la
Seguridad Social.

El Informe Beveridge.
En el año 1941 William Beveridge, profesor de Oxford preside una Comisión de Reforma de los
Seguros Sociales.
El informe “Social Insurance and allies Services” es un estudio profundo donde se sienta el
principio de la extensión de la Seguridad Social a toda la población, apareciendo la idea del
derecho de toda persona a la Seguridad social, derecho que será consagrado en las diversas
Declaraciones Internacionales.
El Informe consta de dos partes. La más amplia es el estudio y la crítica de los Seguros Sociales y
sus servicios afines en 1941-42.
Se refiere a Inglaterra pero sus análisis son válidos para otros países. El estudio reveló dos órdenes
de defectos: a) la insuficiencia de los seguros, planteando como remedio la extensión en cuanto a
las personas protegidas (ámbito subjetivo) y en cuanto a las prestaciones (ámbito objetivo) y b) la
complejidad de las instituciones proponiendo como remedio la unificación.
La segunda parte del Informe ofrece un proyecto de Sistema de Seguridad Social, de acuerdo con
las siguientes bases:
1
Presupuestos Generales del Sistema.
El sistema de Seguridad Social, para lograr plenamente sus objetivos presupone:
a. Una situación de pleno empleo.

b. Un servicio gratuito de salud, para todos los ciudadanos, con la triple función de prevenir,
curar y en sus casos rehabilitar.
1
Características del sistema.

a. Campo de aplicación. Toda la población activa o no activa, superándose el criterio de


trabajadores asalariados económicamente débiles. El principio de universalidad tenía plena
aplicación.

b. Riesgos cubiertos. El gran riesgo es la necesidad. Todos los riesgos que puedan llevar a ella
por la pérdida de la capacidad de trabajo o por el desempleo deberán ser cubiertos. Se
incluyen los accidentes de trabajo que deben abandonar su protección basada en la
responsabilidad empresarial.

c. Prestaciones. La lucha contra la indigencia debe garantizar un nivel adecuado de vida. Las
prestaciones no deben ser proporcionales al salario ganado durante la vida activa por el
sujeto protegido, sino que se fijaran en función del coste de vida, y son uniformes para
todos.

Beveridge declaró “que se entiende por Seguridad Social la garantía de una renta determinada
tendente a la liberalización de la necesidad”.
1
Financiación. Al principio de prestaciones uniformes corresponde el de cotizaciones igualmente
uniformes para cada una de las categorías de población que se establecieron. La formalizaban por
sellos, mediante giros postales. El Servicio Nacional de Salud y las Cargas familiares se
financiaban con cargo a los impuestos generales, expresándose así la solidaridad nacional.
Administración. Al afirmar Beveridge la unidad de riesgo, la necesidad, concluía con el
imperativo de unificar todas las instituciones en un Servicio Público Único bajo la autoridad de un
Ministerio de Seguridad Social.

El Informe Beveridge ejerció una influencia considerable sobre la opinión universal y sobre los
Derechos positivos tanto en los países de la Commonwealth, como en los propios ordenamientos
europeos que apegados al sistema germánico no dudan en acoger algunas de las ventajas del
modelo beveridgeano.
De cualquier manera conviene señalar que ningún sistema de Seguridad Social es hoy puramente
bismarkiano y beveridgeano; ni siquiera en los países en que vieron la luz ambos modelos.

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