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Eficiencia Energética de Sistemas de Refrigeración y Climatización.

La historia de la refrigeración es tan antigua como la civilización misma, se pueden distinguir dos
períodos:
 Refrigeración natural. Relacionada totalmente con el uso del hielo.
 Refrigeración artificial. Mediante el uso de máquinas.
Los períodos más sobresalientes de la evolución de la refrigeración son:
Refrigeración natural
 Año 1.000 AC: Los chinos aprendieron que el uso del hielo mejoraba el sabor de las bebidas.
Cortaron hielo en invierno y lo empacaban con paja y aserrín y lo vendían durante el verano.
 Para la misma época, los egipcios utilizaron recipientes porosos colocándolos sobre los techos
para enfriar agua, valiéndose del proceso de enfriamiento que generaba la brisa nocturna.
 Durante el imperio Romano, estos hacían bajar nieve y hielo de las montañas por cientos de
kilómetros, colocándolos en pozos revestidos de paja y ramas y lo cubrían con madera.
 Durante la edad media, los pueblos aprendieron a enfriar las bebidas y alimentos, observando
que durante el invierno los alimentos se conservaban mejor.
 Durante 1626, Francis Bacon trató de preservar un pollo llenándolo con nieve.
Refrigeración artificial
 En 1834, Jacob Perkins solicitó una de las primeras patentes para uso de una máquina práctica
de fabricación de hielo.
 En 1880, Carl Linde inició el progreso rápido de construcción de maquinaria de refrigeración en
base a la evaporación del amoniaco.
 También en 1880, Michael Faraday, descubre las leyes de la inducción magnética que fueron las
bases en el desarrollo del motor eléctrico.
 En 1930, químicos de Dupont desarrollaron los refrigerantes halogenados.
Desde entonces se creyó haber encontrado en los refrigerantes halogenados la panacea en la
refrigeración; por su seguridad, no toxicidad, no inflamabilidad, bajo costo y fácil manejo, entre otras
ventajas.
1974 Los científicos Sherwood Rowland, Paul Crutzen y Mario Molina advirtieron el daño que
estaba sufriendo la capa de ozono, la cual protege a la Tierra de los rayos ultavioletas provenientes del
sol, debido a los gases emanados desde la Tierra. Esta teoría permitió detectar el peligro inesperado
causado por la emisión de clorofluorocarbonos, mejor conocidos como CFCs, los cuales son
compuestos químicos muy estables y biológicamente inertes que resultan ideales para su uso en
sistemas de refrigeración y aire acondicionado, entre muchas otras utilidades industriales.
De no haber dado estos científicos la señal de alerta, el ecosistema terrestre hubiera sufrido un
daño irreparable, ya que los CFCs permanecen en la alta atmósfera (estratosfera) durante décadas
enteras. Por esta aportación al mundo, estos tres investigadores recibieron el premio Nobel de Química
1995.
Cada molécula de estos compuestos que escapan de algún sistema de refrigeración o de aire
acondicionado tiene la capacidad de destruir miles de moléculas de ozono estratosférico, el cual
absorbe una enorme cantidad de rayos ultravioleta del sol, los cuales son causantes del incremento en la
incidencia del cáncer en la piel, cataratas en los ojos, baja en el sistema inmunológico, daños a
cosechas y ecosistemas marinos y terrestres. Por ello, la capa de ozono es fundamental para preservar la
vida sobre la superficie terrestre.
No fue sino hasta los años 80 cuando los científicos advirtieron sobre los efectos dañinos de
algunos productos químicos sobre la capa de ozono en la Antártida, preocupación que condujo a la
selección de las sustancias potencialmente activas que podrían estarlo generando. Desde entonces, los
refrigerantes halogenados principalmente (aunque no son los únicos), quedaron señalados como los
causantes de tales efectos.
En la década de los años 80, investigadores de diversas instituciones científicas organizaron
expediciones a los lugares más afectados y confirmaron la hipótesis sobre la vulnerabilidad de la capa
de ozono a la emisión de CFCs. Con todas estas evidencias, un grupo de naciones tomó la decisión de
firmar el Protocolo de Montreal, acto que se llevó a cabo el 16 de septiembre de 1987, en Montreal,
Canadá, y cuyo objetivo es la regulación y reducción de la producción y consumo de Sustancias
Agotadoras de la capa de Ozono (SAOs). Actualmente cuenta con 191 países afiliados, y es
considerado el acuerdo internacional más exitoso en la historia de las Organización de las Naciones
Unidas.
El proceso de reducción progresiva de la producción y el consumo de SAOs se inició a
principios de 1996 en los países desarrollados. Por su parte, el Protocolo contempla plazos de
reducción gradual del consumo de SAOs para los países en desarrollo, aplicando el principio de
responsabilidad compartida pero con compromisos diferenciados. Particularmente, la disminución del
consumo de CFCs se determinó tomando en cuenta con base el consumo promedio de los años 1995-
97, y a partir de ese consumo las reducciones se fijaron de la siguiente forma:
El 50% de reducción en 2005. El 85% de reducción para 2007 y en 2010 está prevista la eliminación
definitiva.
Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono. Gaceta Oficicial 38.118 del 19
de julio de 1988. Acordado en 1985, establece el compromiso de relizar las investigaciones científicas
con el objetivo de mejorar el conocimiento de los procesos atmosféricos y desarrollar posteriores
protocolos para controlar las sustancias agotadoras de la capa dee ozono. Actualmente, 190 países han
ratificado el Convenio de Viena.

Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono. Gaceta


Oficial 34.134 del 11 de enero de 1989. Fue acordado en septiembre de 1987, Identificó las principales
sustancias que agotan la capa de ozono (CFC11, CFC12,CFC13, CFC14, CFC15 y tres halones) y
estableció los primeros límites para reducir la producción y el consumo de dichas sustancias. Se
establece una moratoria de los países en desarrollo, en relación con el calendario de reducción de las
sustancias y la obligaciónaldriosita@gmail.com de todos los países de informar anualmente las
cantidades producidas, importadas y exportadas de cada sustancia, para verificar progresivamente el
cumplimiento de las medidas. Actualmente ha sido ratificado por 189 países.
El avance científico y tecnológico conduzco a las Partes a realizar la primera Enmienda del
Protocolo de Montreal en 1990. Esta es la Enmienda de Londres, en la cual se modifica el Calendario
de Reducción y se acuerda que el consumo y la producción de las 8 sustancias deben ser eliminados
entre 1994 y 1996, pero se continúa la moratoria de 10 años para los países en desarrollo y se crea el
Fondo Multilateral para la Aplicación del Protocolo de Montreal en los países en desarrollo de manera
que puedan ir adoptando las nuevas tecnologías y eliminando el consumo de las sustancias a medida
que estén disponibles en el mercado.

En 1992, se acuerda la Enmienda de Copenhague que extienda la lista de las sustancias


controladas y perfecciona el Calendario de Eliminación tanto para países desarrollados como países en
desarrollo. Este calendario con algunos ajustes está vigente aún.

En 1997, con motivo de la celebración de los 10 años del Protocolo de Montreal, se acuerda la
Enmienda de Montreal, que establece la obligación de contar con un sistema de Licencias o similar,
que permita controlar las exportaciones e importaciones de las sustancias, con el propósito de combatir
el tráfico ílicito de las mismas.
En 1999, se acuerda la Enmienda de Beijing, que perfecciona el calendario de eliminación de
los HCFC y del Bromuro de Metilo.
El 11 de diciembre de 1992 se acordo el convenio para combatir el Cambio Climático Global y luego
en 1997 se acuerda el Protocolo de Kioto que fija un calendario para reducir progresivamente las
emisiones de gases de efecto de invernadero, estableciendo obligaciones diferentes para países
desarrollados y en desarrollo. Es importante señalar que en el Protocolo de Kioto figuran no solo los
CFC y HCFC sino también los sustitutos HFC, para combatir la destrucción de la capa de ozono y el
calentamiento global.
Posteriormente, en noviembre de 2017 se añadió la última de las medidas del Protocolo de
Montreal, la llamada Enmienda de Kigali, con objetivo de reducir tanto la producción como el
consumo de los denominados gases hidrofluorocarbonos (HFC) y sus productos, generados
principalmente en los acondicionadores de aire y refrigeradores. Dicha enmienda entró en vigor el 1 de
enero del presente 2019, proponiendo concretamente la reducción de dichos gases HFC al 80%,
evitándose así, la emisión a la atmósfera de alrededor de 70 millones de toneladas del equivalente CO2,
entre los años 2020 y 2050.

A
continuación
gráfica
referente a
los efectos
del
Protocolo de
Montreal.
Figura 1. Efectos del Protocolo de Montreal

Efectos del Protocolo de Montreal. El objetivo del Protocolo de Montreal es disminuir la concentración
de cloro y bromo en la estratósfera. Por esa razón se regula la producción y consumo de sustancias
agotadoras de ozono. En la parte superior se muestran los pronósticos de concentraciones de cloro
efectivo en la estratósfera considerando (1) la no existencia del Protocolo, (2) solamente el Protocolo
de Montreal de 1987, y (3) el Protocolo con sus Enmiendas y Ajustes. Los nombres de las ciudades y
los años indican dónde y cuándo se incorporaron los cambios al Protocolo de 1987. La cantidad de
cloro efectivo en la estratósfera que se considera aquí es el del efecto combinado de las sustancias de
cloro y bromo. Sin el Protocolo, las sustancias halógenas estratosféricas habrían aumentado
significativamente en el siglo XXI. La línea de"emisión cero" muestra la cantidad de cloro efectivo en
la estratósfera si todas las emisiones fueran reducidas a cero comenzando en 2003. La parte inferior de
la figura muestra cómo se incrementarían los casos de cáncer de piel si no hubiera regulación y cómo
disminuirían con las normas del Protocolo.

Conceptos básicos.
Refrigeración
Se define como la extracción de calor de una sustancia para mantenerla a una temperatura
convenientemente baja, inferior a la temperatura del medio ambiente.
El crecimiento en el uso de aire acondicionado tiene asociados importantes impactos
ambientales debido a las emisiones de GEI durante la generación de electricidad y al uso de
refrigerantes que agotan la capa de ozono.
El comportamiento del refrigerante al interior de las instalaciones de refrigeración y
climatización, depende principalmente de sus características termodinámicas acompañadas de la
aplicación y del sistema constructivo de los equipos. Un buen rendimiento del refrigerante representará
no solamente un sistema termodinámico más eficiente sino más amigable con el ambiente al estar
directamente relacionado con el consumo energético del sistema.
Un refrigerante es un producto químico líquido o gas, fácilmente licuable, que se utiliza para
servir de medio transmisor de calor entre otros dos en una máquina térmica, y concretamente en
aparatos de refrigeración. Los principales usos son los refrigeradores y los acondicionadores de aire.
Características de los refrigerantes:
 Punto de congelación: Debe ser inferior a cualquier temperatura que existe en el sistema, para
evitar congelaciones en el evaporador.
 Calor específico: Debe ser lo más alto posible para que una pequeña cantidad de líquido
absorba una gran cantidad de calor.
 Volumen específico: El volumen específico debe ser lo más bajo posible para evitar grandes
tamaños en las líneas de aspiración y compresión.
 Densidad: Deben ser elevadas para usar líneas de líquidos pequeñas.
 La temperatura de condensación, a la presión máxima de trabajo debe ser la menor posible.
 La temperatura de ebullición, relativamente baja a presiones cercanas a la atmosférica.
 Punto crítico lo más elevado posible.
 No deben ser líquidos inflamables, corrosivos ni tóxicos.
 Dado que deben interaccionar con el lubricante del compresor, deben ser miscible en fase
líquida y no nocivos con el aceite.
 Los refrigerantes, se aprovechan en muchos sistemas para refrigerar también el motor del
compresor, normalmente un motor eléctrico, por lo que deben ser buenos dieléctricos, es decir,
tener una baja conductividad eléctrica.
Existen varias formas de clasificar los refrigerantes según diferentes criterios:
De acuerdo con su composición química relacionada directamente con el grado de destrucción de la
capa de ozono.
De acuerdo con su función, dependiendo si se usa directamente en el sistema, o si es solo un agente
para transportar el frío que se produce con otro refrigerante.
De acuerdo con el grado de seguridad, teniendo en cuenta su toxicidad, reactividad y límites de
explosión.
Tipos
Por su composición química
 Los inorgánicos, como el agua, el Amoniaco o el dióxido de carbono.
 Los de origen orgánico (hidrocarburos y derivados).
 Los CFC's, Clorofluorocarbonos, perjudiciales para la capa de ozono.
 Los HCFC's, Hidroclorofluorocarbonados.
 Los HC: Hidrocarburos (alcanos y alquenos).
 Las mezclas, azeotrópicas (R5XX) o no azetrópicas (R4XX).

Figura 2. Clasificación de los refrigerantes según su tipo

Por su grado de seguridad


GRUPO 1: no son combustibles ni tóxicos
GRUPO 2: tóxicos, corrosivos o explosivos a concentraciones mayores de 3,5% en volumen mezclados
con el aire.
GRUPO 3: tóxicos, corrosivos o explosivos a concentraciones menores o iguales a 3,5% en volumen.
Por sus presiones de trabajo
Baja presión: a Presión atmosférica su Temperatura de ebullición es alta, superior a más de 20°C.
Media presión: Temperatura de ebullición entre +20°C y -30°C.
Alta presión: Temperatura de ebullición es baja, entre -30°C y -80°C.
Muy alta presión: a Temperatura es muy baja, inferior a -80°C
Por su función
Primario: si es el agente transmisor en el sistema frigorífico, y por lo tanto realiza un intercambio
térmico principalmente en forma de calor latente.
Secundario: realiza un papel de intercambio térmico intermedio entre el refrigerante primario y el
medio exterior. Realiza el intercambio principalmente en forma de calor sensible.
Desde algunos años, el impacto de los refrigerantes sobre el medio ambiente se volvió un reto mayor.
Debido a las fugas en los circuitos frigoríficos, la responsabilidad de estos refrigerantes en la
destrucción de la capa de ozono así como el incremento del efecto invernadero es más demostrada.
Las fugas de refrigerantes se deben evitar a toda costa; en la concepción, en la renovación y en el
mantenimiento. Depende de la calidad de:
De la selección e instalación de los equipos y materiales (por ejemplo soldaduras y conexiones de las
tuberías de distribución);
De la optimización del ciclo frigorífico;
Del mantenimiento;
Para establecer el impacto de los refrigerantes sobre la capa de ozono y el efecto invernadero, tres
parámetros fueron definidos:
 ODP: Ozone Depletion Potential;
 GWP: Global Warming Potential;
 TEWI: Total Equivalent Warming Impact.
ODP: Ozone Depletion Potential
Es un índice que caracteriza la participación de la molécula en la reducción de la capa de ozono. Se
calcula el valor de este índice en base a una molécula de referencia, el R 11 o el R 12 por tener un ODP
= 1.
GWP (Global Warming Potential)
Es un índice que caracteriza la participación de la molécula en el efecto invernadero. Se calcula el valor

de este índice en base a una molécula de referencia, el CO2 , y para duraciones bien determinadas (20,

50, 100 años). El CO2 tiene un GWP = 1.


TEWI (Total Equivalent Warming Impact)
El TEWI es un concepto que permite evaluar el calentamiento global (global warming) durante la vida
operacional de un sistema de refrigeración por ejemplo, utilizando un refrigerante determinado. Se
toma en consideración el efecto directo de las emisiones del refrigerante y el efecto indirecto de la
energía eléctrica requerida para hacer funcionar el sistema.
TEWI = Impacto de las pérdidas por fuga + Impacto de las pérdidas recuperadas + Impacto del
consumo eléctrico.
Im pacto de la s p érd id as por fuga = G W P∗ L∗ n
Impacto de las pérdidas recuperadas=GWP∗m∗(1− recuperación)
Im pacto d el consum o energ ético = n∗ E anu al∗β

TEWI=GWP∗L∗n+[GWP∗m∗(1− recuperación)]+ n∗E anual∗β


Donde:

TEWI es el impacto total equivalente de calentamiento, en kilogramos de CO2

GWP es el potencial de calentamiento global, relacionado con el CO2


L es la fuga, en Kilogramos por año
n es el tiempo de funcionamiento del sistema, en años
m es la carga refrigerante, en kilogramos
α recu peración es el f act or d e recicla do o recu peració n ,cu yo v a lor m á s b ajo es 0 y el m ás alto 1

E anual es el consumo de energía, en kilovatios/hora al año


β es la emisión de CO 2 , en kilogramos por kilovatio/ hora.

Caso Práctico
Caso representativo de empresa chilena de proceso (en concreto cereza) fresca, donde los sistemas
frigoríficos funcionan con HCFC o HFC y dispones de diversas cámaras de temperatura positiva. Se
trata de la introducción de refrigerantes con bajo o nulo potencial de calentamiento global (GWP) en la
producción y exportación de alimentos procesados, para demostrar la eficacia y la mayor eficiencia
energética de los sistemas de refrigeración funcionando con refrigerantes naturales de nulo o bajo
GWP, como el amoniaco, los hidrocarburos, el CO2 , y otras soluciones como las hidrofluorolefinas
(HFO).
Solución:
Para la estimación de las emisiones de CO2 - equivalentes se utilizará el concepto de TEWI (Total
Equivalent Warning Impact), que tienen en cuenta las emisiones directas e indirectas.
TEWI = Impacto de las pérdidas por fuga + Impacto de las pérdidas recuperadas + Impacto del
consumo eléctrico.
Im pacto de las pérdidas por fuga = G W P ∗ L ∗n

Impacto de las pérdidas recuperadas = GWP∗m∗ (1−α recuperación )


Im pact o del consum o energético = n∗ E anual∗ β

TE W I= G WP∗ L∗n+ [ G WP∗ m∗ ( 1− α recuperación ) ] + n∗ E anual∗ β

Donde:

TEWI es el impacto total equivalente de calentamiento, en kilogramos de CO2


GWP es el potencial de calentamiento global, relacionado con el CO2
L es la fuga, en Kilogramos por año
n es el tiempo de funcionamiento del sistema, en años
m es la carga refrigerante, en kilogramos
α recup eració n es elf act or d ereciclad o o recu p eración,cuyo v alor m ás bajo es 0 y el m ás alto 1

E anual es el consumo de energía, en kilovatios/hora al año


β es la em isión de C O 2 ,enk ilogram ospork ilov atio / hora .

Cálculo del TEWI para la instalación:


Para dicho cálculo se tienen en cuenta los siguientes datos:
Carga total de refrigerante estimada de la instalación:
R-22: 1.400 Kg
R-507 A: 2.550Kg
Potencial de calentamiento global, relacionado con el CO2 .
GWP del R-22: 1.810
GWP del R-507: 3.985
Tasa de fugas: 15% anual medio para R-22 y R-507A (dato congruente con los recogidos en la pág. 247
del “IPCC/TEAP Special Report: Safeguardding the Ozone Layer and the Global Climate System,
2005”).
Vida útil operativa de la instalación: se consideran 20 años.
Recuperación final antes de la desballestado de la instalación: 90%
Emisiones de CO2 procedentes del uso de energía: 0,7668 kg CO2 – eq/KWh (dato procedente de la
página web www.energíaabierta.cl y correspondiente a la media del año 2016)
En Venezuela este es un Factor de Emisión de CO2 del Sistema Eléctrico Nacional (SEN = 0,233).
Consumo anual de energía:
Instalación R-22: 1.203.519,31 KWh/año
Instalación R-507A: 1.556.846,09 KWh/año
TE W I= G WP∗ L∗n+ [ G WP∗ m∗ ( 1− αrecuperación ) ] + n∗ E anual∗ β

T E W I(R-22)= G W P ∗ L∗n+ [ G WP∗m∗ (1 − αrecuperación ) ] + n∗ E anual∗ β

TEWI (R−22)=(1.810∗210∗20)+(1.810∗1.400∗(1−0,9)+(20∗1.203.519,31 KgCO 2∗0,7668))


TEWI ( R−22)=7.602.000+253.400+ 18.457.172,21=26.312.572,2 KgCO 2 −eq
6.a.- Con los datos mencionados anteriormente, calcular el TEWI para el refrigerante R-507A.
Cálculo del TEWI para la instalación:
Para dicho cálculo se tienen en cuenta los siguientes datos:
Carga total de refrigerante estimada de la instalación:
3.600 Kg
Potencial de calentamiento global, relacionado con el CO2 .
GWP del CO2: 1
Tasa de fugas: 15% anual (540Kg/año).
Vida útil operativa de la instalación: se consideran 20 años.
Recuperación final antes de la desballestado de la instalación: No (0%)
Emisiones de CO2 procedentes del uso de energía: 0,7668 kg CO2 – eq/KWh (dato procedente de la
página web www.energíaabierta.cl y correspondiente a la media del año 2016)
En Venezuela este es un Factor de Emisión de CO2 del Sistema Eléctrico Nacional (SEN = 0,233).
Consumo anual de energía:
Instalación: 2.577.384,7 Kwh/año
Refrigerantes
Un fluido refrigerante es una sustancia que puede absorber y transportar grandes cantidades de calor. El
refrigerante en fase líquida absorbe calor estando a baja presión, con lo cual cambia a fase de vapor, ese
calor absorbido lo libera cuando está a alta presión y pasa de fase gaseosa a líquida. Los refrigerantes,
por su interacción con su objetivo primario, se pueden agrupar en:
Refrigerantes primarios: aquellos que absorben calor al evaporarse a cierta temperatura y presión, para
transferirlo hacia la atmósfera.
Refrigerantes secundarios: cualquier fluido enfriado mediante un refrigerante primario que circula
como fluido de transferencia de calor para retirar la carga térmica del sistema.

CLASIFICACIÓN DE LOS REFRIGERANTES POR GRUPO DE SEGURIDAD


La Clasificación de seguridad para los gases refrigerantes, se basa en la toxicidad y la inflamabilidad.
La clasificación de la toxicidad está basada en los índices TLV/TWA. Siendo:
 TLV (Threshold Limit Value): Concentración máxima permisible, expresada en la exposición
al gas en el orden de 8 a 12 horas por día, 5 días a la semana, durante 40 años.
 TWA (Time - Weighted Average): Concentración ponderada en el tiempo, expresada en horas
por día, de exposición a la sustancia peligrosa.
Los gases refrigerantes están clasificados en dos clases, dependiendo del tiempo máximo permisible en
que una persona puede estar expuesta a éstos.
De acuerdo con el estándar ANSI/ASHRAE 34 (Tabla N° 1 ) se clasifican los refrigerantes por su
grupo de seguridad, esta clasificación consta de una letra que indica su toxicidad y un número que
indica su inflamabilidad.
Según su toxicidad, los refrigerantes están divididos en dos grupos:
3
Clase A: toxicidad no identificada a concentraciones iguales o superiores a 400 ppm (400 ml / m ) .
3
Clase B: se tiene evidencia de toxicidad a concentraciones inferiores a 400 ppm (400 ml / m ) .
Las Partes por millón (ppm) es una unidad de medida de concentración que mide la cantidad de
unidades de sustancia que hay por cada millón de unidades del conjunto.
volumen de la sustancia analizada
Partes por Millón (ppm) = · 106
volumen total

Según su inflamabilidad, los refrigerantes están divididos en tres grupos:


Clase 1: no muestra propagación de llama. Prueba en aire a 21°C y 101 kPa.
3
Clase 2: baja propagación de llama. Límite inferior de inflamabilidad superior a 0.10 kg / m
a 21 °C, 101 kPa, calor de combustión inferior a 19 kJ/kg.
3
Clase 3: altamente inflamable, límite inferior de inflamabilidad inferior o igual a 0.10 kg / m
a 21 °C, 101 kPa, calor de combustión inferior a 19 kJ/kg.

Tabla 1. Clasificación de seguridad de los refrigerantes e inflamabilidad de los hidrocarburos.

Clases de refrigerantes
DENOMINACIÓN DE LOS REFRIGERANTES
La nomenclatura de los refrigerantes corresponde a algunas características de su origen las cuales
conforman las series que se conocen universalmente, tal como se muestra en la tabla 1 de la
clasificación del estándar 34 de la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y
Aire Acondicionado – ASHRAE.

Tabla N° 2. Clasificación de los refrigerantes según ANSI / ASHRAE 34

 Halocarbonados: Clorofluorocarbonos (CFC), hidroclorofluorocarbonos (HCFC) ,


hidrofluorocarbonos (HFC) mezclas entre ellos.
Los refrigerantes más representativos de esta familias son R11 y el R12. La afectación ambiental con el
ataque a la capa de ozono (discutida por algunos científicos), generó su control y posterior eliminación
para uso a nivel mundial.

Tabla N°3. CFC- Eliminados / Protocolo de Montreal


Los
HCFC,
como
refrigerantes de transición, siguen siendo una buena alternativa en sistemas comerciales de
refrigeración y aire acondicionado con una corta vida útil pues su fabricación y uso ya están siendo
controlados.

Tabla 4. . HCFC Puros – Contolados / Protocolo de Montreal

El 134a,
en
equipos
de aire

acondicionado y en refrigeración doméstica y comercial, es el refrigerante más conocido de esta


familia. El uso de R134a, conocido erróneamente en el comercio como “refrigerante ecológico”,
ocasiona serios problemas ambientales debido a su elevado valor de PCG o GWP.

Tabla 5. HFC Puros – Contolados / Protocolo de Kyoto

Referencias.

1. Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). (2006). Buenas prácticas en
Sistemas de Refrigeración y Aire Acondicionado. [ Consulta: 2020, Enero 09]
https://www.slideshare.net/ingenierogildardo/manual-buenas-practicas-en-sistemas-de-refrigeracin-y-
aire-acondicionado

2.- Puebla, J. Manual de Buenas Prácticas en Refrigeración. [ Consulta: 2020, Enero 09]
https://www.slideshare.net/BASINYER/libro-refrigeracin-buenas-practicas

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