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La génesis de la psicopatía y parafilias: Una mirada desde los factores genéticos y

sociales.

Katty Sofía González Muñoz

2020

En las últimas décadas ha existido una dicotomía entre dos argumentos sobre la
psicopatía sobre si estos nacen, es decir, viene determinado genéticamente o si es
producido por algún  factor social y ambiental que  moldea su conducta teniendo en
cuenta aspectos como la niñez o infancia y que en consecuencia  los convierte en un
psicópata. La investigación sobre los genes relacionados a la psicopatía, comenzaron
evaluado su posible conexión con genes relacionados al Trastorno de Personalidad
Antisocial (TAP), como: Los relacionados con el metabolismo: catechol-O-metil
trasferasa, las monoaminas, monoaminooxidas y dopamina beta-hidroxilasa. Los
vinculados a la morfología de los receptores son: El receptor de dopamina D2, D4 y
receptor de serotonina, 1B y 2 (5HTR2A). Las conclusiones de todas estas
investigaciones todavía no son determinantes y estos hallazgos son muy preliminares
para poder sacar conclusiones. No obstante, hay otras investigaciones que afirman que
la psicopatía se da por factores sociales. En este sentido y tal como lo señala Farrington,
(2005), sostiene que la influencia de la familia como antecedente para la psicopatía, es
decir, si un niño en su infancia es privado del vínculo con su madre durante los primeros
cinco años de vida, podría tener efectos negativos en el desarrollo de las etapas del ciclo
vital, sumándole a esto otros factores tales como el rechazo parental, violencia
intrafamiliar, abuso sexual infantil, disciplina errática, alcoholismo  y la supervisión
parental pobre influyen en el desarrollo de la psicopatía y en diversos trastornos
mentales como las parafilias.

Las parafilias consisten en tener impulsos, fantasías o conductas sexuales mediante


la utilización de un objeto o situación poco común. Se debe tener en cuenta que las
parafilias son consideradas como trastornos sexuales. (Cuyuch, 2016). Este trastorno
sexual puede evidenciarse en Garavito, (2012) dentro de este personaje se encuentra
diferentes tipos de parafilias como la efebofilia ya que empezó a sentir atracción sexual
por  jóvenes adolescentes varones, además, al momento de que este violador cometía los
actos, los estrangulaba, asfixiaba  con el fin de ahogarlos y causarles la muerte por tal
razón se encontró otra parafilia como asfixiofilia, por otro lado, se evidencia la
anisonogamia  al sentir atracción sexual por una pareja mucho menor que él y por
último se observa un sadismo en esta persona ya que experimentaba placer erótico
cuando provocaba dolor y humillación a sus víctimas al momento de cometer el acto
sexual.

Teniendo en cuenta lo anterior, estos trastornos tiene un origen o génesis en la


infancia del individuo; Pues su  padre golpeaba a su esposa, la “arrastraba” por el suelo,
decía palabras obscenas por parte de su padre, a los 13 años fue víctima de violación
sexual  por el mejor amigo de su papá, además hubo torturas psicológicas, golpes por de
parte del sacerdote del pueblo. Al año después de esto, aparecieron los homicidios con
menores, leía libros de Adolfo Hittler, se identificada con la figura de este personaje,
escuchaba voces, juega a la ouija y manifestaba que en ocasiones se sentía  como
“poseído” y cuando bebía alcohol se volvía una persona díscola y sin control.

El mantenimiento de estas conductas de parafilias probablemente fueron reforzadas


por la edad, la llegada de la pubertad, la adolescencia y la exploración de la sexualidad,
sumado a una gran ignorancia en educación sexual en el contexto de una cultura
machista, fue trayendo como resultado el establecimiento de comportamientos pedófilos
y se mantuvo así porque no era descubierto, lo cual aumentaba el placer y constituyó un
reforzamiento positivo de la conducta, desarrollando además otras conductas de escape
ante las situaciones estresantes y traumantes vividas en la infancia como el miedo, la ira
y la violencia, las cuales fueron liberadas negativamente en contra de los niños que se
convirtieron en sus víctimas.

Por otra parte, es importante resaltar los factores de riesgo que pueden estar
asociados al desarrollo de conductas sexuales agresivas y violentas. Un estudio
realizado por Buch (2018) donde se busca establecer los factores de riesgo que inciden
en la transformación de víctima a victimario, expone que un factor principal es la
normalización de conductas violentas o agresivas desde la infancia, en el caso concreto
de Garavito desde niño estuvo inmerso en un ambiente familiar violento, sumado al
hecho de ser víctima de abuso sexual por un amigo de la familia, resulta bastante
probable afirmar que estas circunstancias fueron la génesis de las conductas sexuales
pedófilas desarrolladas, además, al normalizar estos comportamientos desde la infancia
pudo replicarlos e incluso perfeccionarlos, lo cual se evidencia en que fue descubierto
tardíamente después de violar y asesinar a muchos niños.

Otro factor destacado en el estudio es la escasa o nula atención psicológica brindada


ante situaciones traumáticas, además de existir un alto porcentaje de impunidad ante
escenarios de violencia. La poca atención al duelo psicológico en la víctima, puede
conducir en algunos casos al desarrollo de conductas similares a las del victimario,
creando en la víctima un deseo e impulso consciente o inconsciente de venganza y una
alteración negativa de las emociones, que desembocan en la replicación de conductas
violentas. Garavito al no recibir el tratamiento psicológico acorde a las vivencias
traumáticas de la infancia, realizó una gestión inadecuada de sus emociones y
experiencias, resultando en el desarrollo de parafilias y conductas sexuales agresivas.
También, el factor de impunidad ante la violencia psicológica, familiar, física y sexual
pudo dar origen a un proceso de revictimización o victimización secundaria, donde la
víctima en este caso Garavito, buscó saciar el sentimiento de vulnerabilidad que le
dejaron las situaciones traumáticas infantiles, convirtiéndose en victimario y replicando,
incluso perfeccionando, las conductas de las que fue víctima.

Cabe resaltar en este punto la importancia que tiene en el desarrollo humano la etapa
de la infancia. En muchos casos de violadores o delincuentes se observa que en el
período infantil fueron víctimas de violencia física, psicológica, emocional o sexual que
no fue tratada de forma adecuada y fue la base para el desarrollo de conductas violentas
y agresivas en la adolescencia y adultez.

Referencias

Buch, E. (2018). Factores de riesgo en la transformación de víctima a victimario.


Educación Social: Revista d'Intervención Socioeducativa, 69, 186-205.

Cuyuch, M. (2016). Las parafilias DSM-V.


Farrington, D. P. (2005). The importance of child and adolescent psychopathy. Journal
of Abnormal Child Psychology, 33 (4): 489-497.

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