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Para cuáles condiciones o enfermedades se prescribe este medicamento?

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El clomifeno se usa para inducir la ovulación (producción de óvulos) en las


mujeres que no producen óvulos, pero que desean quedar embarazadas. El
clomifeno pertenece a una clase de medicamentos llamados estimulantes
ovulatorios. Funciona de igual manera que el estrógeno, una hormona
femenina que hace que los ovarios produzcan óvulos y se liberen.

¿Cómo se debe usar este medicamento? Volver al comienzo

El clomifeno viene envasado en forma de tabletas para tomar por vía oral. Se
toma, por lo general, 1 vez al día durante 5 días, empezando el día 5 del ciclo,
o alrededor de esta fecha. Para ayudarle a acordarse de tomar el clomifeno,
tómelo a la misma hora todos los días. Siga cuidadosamente las instrucciones
en la etiqueta del medicamento y pregúntele a su doctor o farmacéutico
cualquier cosa que no entienda. Use el medicamento exactamente como se
indica. No use más ni menos que la dosis indicada ni tampoco más seguido
que lo prescrito por su doctor.

¿Qué otro uso se le da a este medicamento? Volver al comienzo

El clomifeno también se usa para tratar la esterilidad en los hombres,


anormalidades menstruales, senos fibrocísticos y producción persistente de
leche materna. Converse con su doctor acerca de los riesgos de usar este
medicamento para tratar su condición.
Este medicamento también puede ser prescrito para otros usos; pídale más
información a su doctor o farmacéutico.

¿Cuáles son las precauciones especiales que debo seguir? Volver al


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Antes de comenzar a tomar clomifeno:


 dígale a su doctor y a su farmacéutico si usted es alérgico al clomifeno o
a otros medicamentos.
 dígale a su doctor y a su farmacéutico qué medicamentos con y sin
prescripción está tomando, como por ejemplo vitaminas, suplementos
nutricionales y productos fabricados a base de hierbas.
 dígale a su doctor si usted tiene o alguna vez ha tenido enfermedades al
hígado, quistes ováricos (excepto los provocados por el Síndrome del
Ovario Policístico), fibromas uterinos, sangrado vaginal anormal, tumor
pituitario, o enfermedades a la glándula tiroides o suprarrenal.
 dígale a su doctor si está embarazada, tiene planes de quedar
embarazada o si está amamantando. Si queda embarazada mientras
toma este medicamento, llame a su doctor de inmediato.
 usted debe saber que el clomifeno puede provocar visión borrosa. No
conduzca ni opere maquinaria pesada, especialmente con alumbrado
deficiente, hasta que sepa cómo lo afectará este medicamento.
 usted debe saber que el clomifeno aumenta las perspectivas de tener un
embarazo múltiple (mellizos o más). Converse con su doctor sobre los
riesgos de tener un embarazo múltiple.

¿Qué dieta especial debo seguir mientras tomo este medicamento?


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A menos que su doctor le indique de otro modo, continúe con su régimen de


alimentación normal.

¿Qué tengo que hacer si me olvido de tomar una dosis? Volver al


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Tome la dosis que olvidó tan pronto como lo recuerde, sin embargo, si es hora
para la siguiente, sáltese la que no tomó y siga con la dosificación regular. No
tome una dosis doble para compensar la que olvidó.

¿Cuáles son los efectos secundarios que podría provocar este


medicamento? Volver al comienzo

El clomifeno puede provocar efectos secundarios. Dígale a su doctor si


cualquiera de estos síntomas se vuelve severo o si no desaparece:
 bochornos (sofocamiento por calor)
 malestar estomacal
 vómitos
 dolor en los senos
 cefalea (dolor de cabeza)
 sangrado vaginal anormal

Algunos efectos secundarios podrían provocar graves consecuencias para la


salud. Los siguientes síntomas son poco comunes, pero si experimenta alguno
de ellos, llame a su doctor de inmediato:
 visión borrosa
 visión de manchas o luces
 visión doble
 dolor de estómago o abdomen
 inflamación del estómago (hinchazón)
 aumento de peso
 disnea (respiración entrecortada)

El uso a largo plazo de clomifeno puede aumentar el riesgo de desarrollar


cáncer de ovarios. El clomifeno no debe usarse por más de seis ciclos
menstruales. Converse con su doctor acerca de los riesgos de tomar este
medicamento.
El clomifeno puede provocar otros efectos secundarios. Llame a su doctor si
tiene cualquier problema inusual mientras toma este medicamento.
Si usted desarolla un efecto secundario serio, usted o su doctor puede enviar
un informe al programa de divulgación de efectos adversos del 'MedWatch' de
la Administración del Alimento y de la Droga ('FDA') por Internet [ en
http://www.fda.gov/MedWatch/report.htm ] o por teléfono [ 1-800-332-1088 ].
¿Cómo debo almacenar este medicamento? Volver al comienzo

Mantenga este medicamento en su envase, bien cerrado y fuera del alcance de


los niños. Almacénelo a temperatura ambiente y lejos del calor excesivo y la
humedad (no en el baño). Deseche cualquier medicamento que esté vencido o
que ya no se utilice. Converse con su farmacéutico acerca del desecho
adecuado de los medicamentos.

¿Qué debo hacer en caso de una sobredosis? Volver al comienzo

En caso de una sobredosis, llame a la oficina local de control de


envenenamiento al 1-800-222-1222. Si la víctima está inconsciente, o no
respira, llame inmediatamente al 911.
Los síntomas de la sobredosis pueden incluir:
 malestar estomacal
 vómitos
 sofocamiento por calor
 visión borrosa
 visión de manchas o luces
 puntos ciegos en ojos
 inflamación del estómago (hinchazón)
 dolor del estómago o abdomen

¿Qué otra información de importancia debería saber? Volver al comienzo

Cumpla con todas las citas con su doctor y laboratorio. Su doctor podría
ordenar algunos exámenes de laboratorio para determinar la respuesta de su
cuerpo a este medicamento.
No deje que otras personas tomen su medicamento. Pregúntele al farmacéutico
cualquier duda que tenga sobre cómo renovar la prescripción de su
medicamento.

citrato de
clomifeno
El citrato de clomifeno
es un fármaco inductor
de la ovulación que se
administra por vía oral.
Si un problema de
fertilidad se origina en
una ovulación poco
frecuente o ausente, el
citrato de clomifeno
puede ser el primer
tratamiento para la
fertilidad
recomendado. Debido
a que el citrato de
clomifeno es
relativamente
económico, algunos
médicos se
adelantarán y
prescribirán el
tratamiento luego de la
serie inicial de
exámenes de
infertilidad. Si no ovula
luego de tres ciclos de
tratamiento o no
queda embarazada
luego de tres ciclos
ovulatorios los
médicos a menudo
decidirán realizar
exámenes más
complejos.
Si el clomifeno solo no
tiene éxito, los
médicos podrían
combinarlo con otros
fármacos Algunos de
estos fármacos, como
la bromocriptina, la
dexametasona (para
los niveles altos de
andrógeno), o las
gonadotropinas
podrían también
utilizarse solos o en
combinación con otros
medicamentos.
Antes de recetar esta
terapia farmacológica,
usualmente se
practica una biopsia
endometrial para
detectar hiperplasia o
cáncer del
revestimiento uterino
si una mujer ha sido
anovulatoria durante
un largo tiempo. El
análisis de esperma
también se lleva a
cabo para detectar la
presencia de
anomalías
espermáticas.
También se llevan a
cabo exámenes que
descartan trastornos
de la pituitaria
(prolactina), de tiroides
o adrenales.
Antes de comenzar
con el clomifeno,
debería realizarse una
ecografía (ultrasonido)
de ovarios para
descartar la presencia
de quistes ováricos. Si
el ciclo no tiene éxito y
se está por realizar
otro ciclo, se necesita
otra ecografía. La
formación de quistes
luego de la
administración de
clomifeno puede
ocurrir en el 5% de las
veces.
 cómo actúa
 cómo se administra
 efectos secundarios
 resultados

cómo actúa
El clomifeno estimula
al organismo para que
libere hormona
folículoestimulante
(FSH) y hormona
luteinizante (LH), las
hormonas necesarias
para la ovulación. El
fármaco se comporta
como un “anti-
estrógeno” y convence
al organismo de que el
nivel de estrógeno es
bajo. En respuesta, el
organismo reaccionará
secretando FHS y LH
para estimular el
crecimiento folicular.
El clomifeno puede
provocar que el
organismo genere dos
o tres veces más la
cantidad normal de
estrógeno. El
clomifeno no estimula
directamente la
ovulación, sino que
hace que la secuencia
de eventos cercanos a
la ovulación se
desarrolle de manera
más normal. Para las
mujeres que no
producen folículos
maduros, el clomifeno
puede ayudarles a
desarrollar óvulos
maduros antes de la
ovulación.
Los efectos anti-
estrógeno pueden
afectar a otros
órganos también.
Algunas mujeres
pueden encontrar que
el moco del cuello
uterino no se diluye
como lo haría
normalmente en
respuesta al estrógeno
cerca del momento de
la ovulación. Es
posible que el
revestimiento uterino
no evolucione
adecuadamente para
que ocurra la
implantación. Muchas
de las mujeres que
toman clomifeno
recibirán también una
inyección de hCG para
estimular el cuerpo
lúteo, un quiste que se
forma en el ovario
luego de la ovulación,
para producir
progesterona. Otras
pueden tomar
progesterona
suplementaria para
asegurar que el
revestimiento uterino
esté preparado
adecuadamente.
Arriba
cómo se administra
El clomifeno se
administra oralmente
durante 5 días,
generalmente
comenzando el día 2-5
de su ciclo (el día 1 es
el primer día de su
sangrado menstrual
completo). El progreso
puede controlarse
desde el hogar con el
seguimiento de la
temperatura basal
corporal (TBC) o
utilizando un kit de
predicción de la
ovulación de venta
libre, pero es decisión
del médico determinar
la mejor estrategia de
control del efecto del
fármaco. Algunos
prefieren que sus
pacientes vayan al
consultorio, porque
pueden desarrollarse
múltiples folículos en
respuesta al
clomifeno. Puede
realizarse una
ecografía transvaginal
para controlar el
desarrollo folicular.
Se les recomienda a
las parejas que
mantengan relaciones
día por medio durante
una semana
comenzando algunos
días después del
último día en que tome
el medicamento, ya
que puede ocurrir un
aumento ovulatorio de
gonadotropinas entre
cinco y 10 días
posteriores al último
día en que se tomó el
fármaco.
No existe una fórmula
perfecta para predecir
cuál es la posología
adecuada: el
tratamiento comienza
con 50 miligramos
diarios durante cinco
días. Hay una
correlación entre el
peso corporal y la
dosis. Debido a que la
tasa de embarazo no
es mayor al duplicar la
dosis, no tiene sentido
alguno pedir una dosis
mayor Sin embargo, si
el primer ciclo no
provocó la ovulación,
el segundo ciclo será
con 50 miligramos
más. Las dosis se
incrementan en 50
miligramos hasta que
se alcanzan los 150
miligramos. El éxito
con 200 miligramos o
con 250 miligramos
rara vez sucede. Si no
se logra la ovulación
entre los 150
miligramos y los 250
miligramos, se declara
el fracaso del
clomifeno, y se
explorarán nuevas
opciones.
Arriba
efectos secundarios
Existen riesgos y
efectos secundarios
asociados al
clomifeno. Su médico
le hablará sobre
importantes temas de
seguridad cuando este
producto sea recetado.
Arriba
resultados
“De las pacientes
seleccionadas
correctamente, se
supone que el 80%
experimentará la
ovulación, y el 40%
quedará embarazada”,
según Speroff y cols,
autores de la
publicación Clinical
Gynecologic
Endocrinology and
Infertility. También de
Speroff y cols:
“Aproximadamente el
75% de los embarazos
que sí se logran con
clomifeno, se
producen en los tres
primeros ciclos de
tratamiento”.
El porcentaje de
embarazos por ciclo
de ovulación es del 20
al 25%. Casi el 5% de
los embarazos son
embarazos múltiples
(casi todos mellizos).
La discrepancia entre
la ovulación y el
embarazo se debe a
otros factores o a la
falta de persistencia.
En los casos sin otros
factores, la tasa de
embarazo por ciclo
ovulatorio alcanza la
tasa normal del 20 al
25%.
Las parejas no
deberían desalentarse
si los ciclos de
clomifeno no dan
como resultado un
embarazo, dado que
éste es el más
conservador de varios
enfoques. Si el
tratamiento no resultó
en un embarazo
exitoso, los médicos
podrían combinar el
clomifeno con otros
medicamentos, o
intentar con un
enfoque
completamente
diferente, como las
gonadotropinas.

Un tratamiento estándar para la infertilidad es lo mejor para el trastorno


hormonal
Un estudio halla que el clomifeno logra más embarazos en mujeres con el
síndrome del ovario poliquístico

Es posible que las mujeres con síndrome del ovario poliquístico que desean
tener un bebé corran mejor suerte si toman el medicamento para la fertilidad
clomifeno en vez de metformina, un medicamento sensibilizador de la insulina
que ayuda a inducir la ovulación en mujeres que sufren este trastorno.

Esa es la conclusión de una nueva investigación que halla que la tasa de


natalidad para las mujeres que tomaban clomifeno era de 22.5 por ciento, en
comparación con apenas el 7.2 por ciento de las que tomaron metformina.

"Mucha gente cree que tomar metformina sería más efectivo, pero este
medicamento falló en dos ensayos, cuando se tomaba solo o en combinación
con clomifeno", señaló el autor principal del estudio, el Dr. Richard Legro,
profesor de obstetricia y ginecología del Colegio de Medicina del Estado de
Pensilvania.

"El clomifeno solo es el estándar por excelencia para que mujeres con SOP
consigan quedar embarazadas", agregó.

El estudio, financiado por los National Institutes of Health, aparece en la edición


del 8 de febrero del New England Journal of Medicine. Bristol-Myers Squibb
suministró la metformina y los placebos usados en el estudio.

El síndrome del ovario poliquístico (SOP) es un trastorno endocrino común.


Afecta hasta al 8 por ciento de las mujeres estadounidenses y podría ser la
causa de la mayoría de los casos de infertilidad, de acuerdo con la información
de fondo del artículo. Las mujeres con SOP suelen tener sobrepeso, exceso de
vello corporal y facial, menos sensibilidad a la insulina y ciclos menstruales
irregulares. La raíz de muchos de estos síntomas es un exceso de andrógenos,
u hormonas masculinas.
Muchas mujeres con SOP son tratadas con metformina (nombre de marca,
Glucophage), un medicamento para la diabetes que ayuda a incrementar la
respuesta del organismo a la insulina. Esto, a su vez, reduce los niveles de
insulina en circulación, lo que reduce los niveles de andrógenos. Esto con
frecuencia ayuda a restablecer la ovulación y a regularizar la menstruación, y
además es posible que ayude a algunas mujeres a perder peso. Muchos
también creen que la metformina podría ayudar con la infertilidad asociada con
el SOP, de acuerdo con el artículo.

El Dr. David Guzick es decano de la Facultad de medicina de la Escuela de


medicina y odontología de la Universidad de Rochester, en Rochester, Nueva
York, y autor de un editorial acompañante en la publicación, en el que señala:
"La metformina se ha arraigado como un tratamiento generalmente aceptado.
La creencia se basaba en que debido al abordamiento de la anormalidad
subyacente, se restablecía la normalidad del sistema.

El clomifeno era visto como una alternativa anticuada que no relejaba la


fisiología del SOP. Sin embargo, este estudio ha encontrado que lo opuesto es
lo verdadero, el método tradicional resultó ser preferible", añadió.

Guzick apuntó que el clomifeno actúa de forma más directa que la metformina
cuando se trata de la fertilidad. El clomifeno hace que el cuerpo libere hormona
folículo estimulante, que induce a los ovarios a liberar un óvulo.

Para el nuevo estudio, los investigadores reclutaron a 626 mujeres con SOP
que eran estériles. La duración promedio de esa esterilidad era de tres años,
de acuerdo con Legro.

Las mujeres fueron asignadas de forma aleatoria para recibir clomifeno más un
placebo, metformina más un placebo, o tanto metformina como clomifeno
durante hasta seis meses.

El grupo que tomó la combinación de medicamentos obtuvo la mayor tasa de


natalidad, con 26.8 por ciento. La tasa de natalidad para el grupo de clomifeno
fue de 22.5 por ciento, mientras que para el grupo de metformina fue de
apenas 7.2 por ciento. La diferencia entre el grupo de la combinación y el grupo
de clomifeno no fue estadísticamente significativa, señalaron los
investigadores.

Aunque la metformina y el clomifeno combinados hacían que las mujeres


tuvieran una mayor ovulación, Legro destacó otro hallazgo interesante de este
estudio, al apuntar que "todas las ovulaciones no son iguales", y que estudios
como éste no pueden conformarse con analizar la tasa de ovulación, sino que
necesitan hacer un seguimiento completo hasta constatar cuántas mujeres
consiguen, de hecho, el embarazo.

Otra preocupación, agregó Legro, era que más mujeres de las que tomaron
metformina perdieron el embarazo en el primer trimestre. Aunque las cifras no
fueron estadísticamente significativas en el estudio, Legro señala que el
hallazgo es preocupante, por lo que recomienda a las mujeres que dejen de
tomar metformina tan pronto sepan que están embarazadas.

La preocupación principal del clomifeno es el alto riesgo de embarazos


múltiples, según Legro. En este estudio, la tasa de embarazos múltiples en el
grupo de clomifeno fue de 6 por ciento, en comparación con cero por ciento
para el grupo de metformina.

En resumidas cuentas, dijo Legro, las mujeres con SOP que desean concebir
deberían recibir clomifeno como terapia de primera línea. "La metformina no es
tan buena como se ha dicho, pero ésta no es la primera vez que se destrona a
un recién llegado", agregó.

Guzick apuntó que, a parte del medicamento, una de las cosas más
importantes que pueden hacer las mujeres con SOP, tanto para quedar
embarazadas como para mejorar su salud general, es perder peso.

"Incluso perder entre cinco y diez libras (entre dos y 4.5 kilos), puede conducir
a un incremento de 50 por ciento en la ovulación", señaló Guzick. Y perder
peso antes de la concepción puede también ayudar a las mujeres a reducir el
riesgo de algunas complicaciones del embarazo, destacó.

Clomifeno, metformina o ambos para la esterilidad en el síndrome del ovario


poliquístico

El síndrome de ovario poliquistico (SOP) es una de las causas mas frecuentes


de infertilidad en Estados Unidos y Europa. El SOP es la causa mas frecuente
de anovulación de las mujeres con infertilidad y se caracteriza por
hiperandrogenismo, hirsutismo, ciclos menstruales irregulares, ovarios con
múltiples quistes y síndrome metabólico (sobretodo resistencia a la insulina y
obesidad). El tratamiento de la infertilidad de las mujeres que sufren de SOP se
realiza mediante fármacos que estimulan la ovulación. El citrato de clomifeno
es un fármaco que se ha demostrado que es seguro y que funciona: es una
sustancia antiestrogenica que promueve la producción de FSH en la glándula
pituitaria con la consiguiente formación de folículos y ovulación. Es un fármaco
que funciona, pero que también cojea: esta asociado a embarazos múltiples y
no tiene efecto sobre el síndrome metabólico de las pacientes con SOP. Se ha
visto que corrigiendo los componentes del síndrome metabólico (bajando peso)
se reduce el hiperandrogenismo y se produce una inducción de la ovulación.
En vista a esto se propuso la utilización de metformina en estas pacientes. Se
han publicado varios estudios comparando la metformina frente a placebo y
frente a clomifeno o combinando los dos. Los resultados de todos estos
estudios son contradictorios y no se puede establecer una conclusión. Por todo
ello esta semana se ha publicado en el NEJM un estudio multicentrico y
randomizado que compara la utilización de clomifeno, metformina y la
combinación de los dos fármacos en 626 mujeres infértiles con SOP. El
objetivo primario del estudio fue la tasa de partos vivos, que en el grupo del
clomifeno fue tres veces mayor que en el de metformina, tampoco hubo
grandes diferencias del clomifeno solo y el clomifeno combinado ( si que hubo
diferencias en las tasas de ovulaciones). En el grupo de clomifeno también
hubo más partos múltiples comparados con los otros grupos. Las pacientes con
SOP presentan un riesgo cardiovascular más elevado que la población general
por lo que es importante el tratamiento de estas pacientes con medidas que
disminuyen los factores de riesgo cardiovascular y que diminuyan la resistencia
a la insulina como las glitazonas o la metformina. La reducción de las
alteraciones metabólicas o el tratamiento con metformina no se asocia con un
aumento de los partos en estas pacientes. Como conclusión, el tratamiento de
elección es el clomifeno que es barato, eficaz (mas eficaz que la metformina) y
seguro a pesar de un ligero aumento de los partos múltiples.

A continuacion os muestro el resumen del articulo:

Antecedentes El síndrome del ovario poliquístico es una causa común de


esterilidad. El clomifeno y los sensibilizadores a la insulina se utilizan solos o en
combinación para inducir la ovulación, pero no se sabe si uno de estos dos
métodos es superior al otro.

Métodos Asignamos aleatoriamente a 626 mujeres estériles con síndrome del


ovario poliquístico a recibir citrato de clomifeno más placebo, metformina de
liberación lenta más placebo o una combinación de metformina y clomifeno
durante un máximo de 6 meses. La medicación se interrumpió cuando se
confirmó el embarazo y las pacientes fueron seguidas hasta el parto.
Resultados La tasa de partos con recién nacidos vivos fue del 22,5% (47 de
209 pacientes) en el grupo tratado con clomifeno, del 7,2% (15 de 208) en el
grupo tratado con metformina y del 26,8% (56 de 209) en el grupo de
tratamiento combinado (p<0,001 para la metformina tanto frente al clomifeno
como frente al tratamiento combinado; p=0,31 para el para clomifeno frente al
tratamiento combinado). Entre los embarazos, la tasa de embarazos múltiples
fue del 6,0% en el grupo tratado con clomifeno, del 0% en el grupo tratado con
metformina y del 3,1% en el grupo de tratamiento combinado. Las tasas de
pérdida del embarazo en el primer trimestre no difirieron significativamente
entre los grupos. Sin embargo, la tasa de concepción de las pacientes que
ovulaban fue significativamente más baja en el grupo tratado con metformina
(el 21,7%) que en el grupo tratado con clomifeno (el 39,5%, p=0,002) y el grupo
de tratamiento combinado (el 46,0%, p<0,001). Con la excepción de las
complicaciones del embarazo, las tasas de acontecimientos adversos fueron
similares en todos los grupos, aunque los efectos secundarios
gastrointestinales fueron más frecuentes, y los síntomas vasomotores y
ovulatorios menos frecuentes, en el grupo tratado con metformina que en el
grupo tratado con clomifeno.

Conclusiones El clomifeno es superior a la metformina a la hora de lograr un


parto con recién nacido vivo en las mujeres estériles con el síndrome del ovario
poliquístico, aunque el parto múltiple es una complicación.

CLONACION
 En genética la clonación es el proceso de de hacer copias de un
fragmento específico de ADN, generalmente un gen. Para ello se aisla la
secuencia de ADN a clonar y se implanta en un microorganismo, usado
como vector de clonación (normalmente algun tipo de bacteria), para
obtener gran número de copias del fragmento insertado, como por
ejemplo en el caso de la insulina para uso humano. ...
es.wikipedia.org/wiki/Clonación
 técnica de ingeniería genética que consiste en la formación de clones*.
Mediante técnicas experimentales se han obtenido distintos tipos de
clones animales: por partición (como los gemelos monozigóticos*); por
transferencia de núcleo, con diversos grados de complejidad, en el que
fundamentalmente se transfiere el núcleo de la célula de un donante al
citoplasma de otro donante, (como fue el caso de la oveja Dolly).
www.biomeds.net/biomedia/glosario.htm
 es una forma de reproducción asexual que produce individuos
genéticamente idénticos.
www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi99/segregacion-genetica/glosario.htm
 Proceso por el cual, sin unir dos células sexuales, ya partir de la
implantación del núcleo de una célula con una dotación cromosómica
completa en un óvulo, al que previamente le ha sido extirpado el núcleo,
se obtiene un ser humano gemelo idéntico genéticamente a aquél a
quien le ha sido extraído la célula dotada de la totalidad de cromosomas.
www.portaley.com/biotecnologia/bio8.shtml
 Producción de individuos genéticamente idénticos. En tecnología de
DNA recombinante, el uso de procedimientos de manipulación de DNA
para producir múltiples copias de un gen o segmento de DNA. Ver:
BIOTECNOLOGIA.
www.peruecologico.com.pe/glosario_c.htm
 f. Acción y efecto de clonar.
www.encolombia.com/medicina/cirugia/cirugia15400glosario.htm
 Técnica por la que se produce un clon el cual es un organismo original (y
que tiene su misma constitución genética) por medio de varios tipos de
reproducción asexual.
www.cddhcu.gob.mx/camdip/comlvii/comeco/foro3/glosario.htm
 Multiplicación de una planta por reproducción asexuada vegetativa. Las
vides seleccionadas por el agricultor se reproducen implantando una
estaquilla cortada de los sarmientos de la planta madre, cuyas
cualidades se repetirán en la planta hija. La selección clonal permite
obtener un calco exacto de la cepa originaria y presenta todas sus
cualidades, pero también sus flaquezas por lo que no es conveniente
plantar todo el viñedo con el mismo clon

CLONACION TERAPEUTICA

La clonación terapéutica y la experimentación con embriones humanos

por Santiago Egido Arteaga

Los recientes anuncios de que los Estados Unidos y el Reino Unido van a
permitir ciertos tipos de manipulaciones con embriones humanos han
resucitado la vieja polémica sobre los aspectos éticos de las nuevas
tecnologías. El propósito de este artículo es resumir las discusiones recientes.
Necesitaremos una introducción técnica de un par párrafos.

¿Qué son las células madre?

Las células que forman un animal son muy diferentes entre sí; piénsese por
ejemplo en las neuronas, en las células aplanadas de la piel, y en los
adipocitos redondeados donde se almacena la grasa. Todas las células de un
animal tienen el mismo ADN, con unas pocas excepciones como los glóbulos
rojos, que no tienen núcleo, y los espermatozoides, que tienen sólo la mitad de
cromosomas. Entonces, si todas las células tienen las mismas instrucciones
genéticas, ¿cómo pueden ser tan diferentes? La respuesta está en que los
diferentes tipos de células tienen activados diferentes juegos de genes. Al
principio del desarrollo de un embrión todas sus células son idénticas, pero
luego se van especializando al activarse unos genes u otros, y se van
convirtiendo en músculos, huesos, etc. Cuando una célula especializada se
divide, sus hijas pertenecen al mismo tipo que la madre. Pues bien, las células
madre son aquellas que no están especializadas y tienen la capacidad de
reproducirse y convertirse en cualquier otro tipo de célula. El ejemplo obvio de
célula madre es un óvulo fecundado, ya que obviamente al dividirse genera
todos los otros tipos de células que forman una persona.

¿Qué es la clonación terapéutica?

Antes de responder a esta pregunta quizás convenga restaurar el prestigio que


tuvo la palabra "clonar", que parece que ha sido demonizada últimamente
como si sólo los científicos dementes a lo Fu Man Chu pudiesen tener interés
en inventarse tales crímenes contra la humanidad. Empecemos recordando
que los cultivos de piel para injertar a las víctimas de quemaduras graves son
una forma de clonación sin objeciones éticas. Incidentalmente, se ha convertido
en un tópico el decir que las leyes se quedan atrasadas. Pero es que incluso
sin leyes específicas, el matar a un clon para sacarle órganos sería castigado
como asesinato; las películas de horror son películas.

Se pueden clonar células, embriones, órganos o individuos. Casi todo el mundo


está de acuerdo en que clonar personas es, por lo menos, extremadamente
indeseable. Ojalá pudiésemos clonar órganos para hacer transplantes, pero
esto no se conseguirá pronto salvo con tres órganos peculiares: piel, hígado, y
médula ósea. Veremos antes los xenotransplantes (transplantes de órganos de
animales) que la clonación de órganos humanos. Pero de lo que se está
hablando ahora es de la posibilidad de clonar células para curar enfermedades;
más bien, de la posibilidad de clonar tipos de células.

Por ejemplo, se quiere clonar neuronas para curar la enfermedad de Parkinson.


Los síntomas de esta enfermedad se pueden aliviar depositando sobre el
cerebro del enfermo una capa de neuronas jóvenes que produzcan la
dopamina cuya carencia produce el mal. El problema es que el sistema
inmunológico del enfermo rechaza todas las células ajenas. Esto se puede
remediar en parte administrando medicinas contra el rechazo y usando
neuronas inmaduras de fetos fallecidos de muertes naturales, que son menos
susceptibles de causar estas reacciones. Pero tratar a un solo enfermo
requiere numerosos fetos, y tan sólo en los EEUU hay un millón de enfermos
de Parkinson, así que esta terapia se ha quedado en una mera posibilidad
teórica.

Si fuese posible obtener neuronas del paciente y obligarlas a reproducirse en el


laboratorio para después inyectárselas, el problema estaría resuelto con esta
especie de auto-donación. Hoy por hoy esto no es factible; el problema es que
las neuronas no se reproducen, o mejor dicho, hay que "torturarlas" tanto para
que lo hagan que la mitad de ellas se muere por el camino.

La solución a todos los problemas: obtener una célula madre con el ADN del
paciente, dejar que se divida muchas veces, y luego conseguir que sus
descendientes se especialicen convirtiéndose en neuronas. Se ha conseguido
hacer esto con animales.

La clonación terapéutica consiste en fabricar células madre del paciente por el


siguiente procedimiento. Se toma una célula suya cualquiera, obviamente no es
necesario que sea una célula madre. Le sacamos el núcleo con los
cromosomas dentro y tiramos todo lo demás. A continuación obtenemos un
óvulo sin fecundar (preferentemente humano pero posiblemente animal) y
tiramos su núcleo con sus cromosomas. Metemos el núcleo de la célula del
paciente dentro del óvulo. Obtenemos así un óvulo un tanto confundido, porque
no ha sido fecundado por un espermatozoide pero a pesar de ello ya tiene
completados todos los pares de cromosomas. De alguna forma se consigue
que el óvulo empiece a dividirse. Y esto es lo que queríamos: los
descendientes de este óvulo son células madre que tienen el mismo ADN que
el paciente (en los cromosomas) y por lo tanto no causarán rechazo cuando se
le inyecten. Una aclaración posiblemente innecesaria: en principio esto no tiene
relación con la ingeniería genética, porque los genes no se modifican para
nada; se cambia todo el núcleo de la célula.

La lista de enfermedades devastadoras que se cree que se podrían curar o


aliviar con técnicas similares incluye la diabetes, cirrosis, leucemia,
osteoporosis, quemaduras, Alzheirmer, Parkinson, Huntington, tetraplejia,
algunos tipos de cáncer, algunas dolencias de corazón y espalda, y otras.
Suena prometedor, ¿no? (No está de más recordar que la terapia génica
también prometía mucho, pero 10 años después apenas ha producido
resultados).

El problema

Hasta aquí todo parece tan maravilloso que casi cuesta encontrar la razón del
debate. Lo que ocurre es que un óvulo con ADN del paciente reproduciéndose
es... bueno... un embrión humano (y además un clon) que va a ser destruido
para que alguien se beneficie. Según algunos puntos de vista, esto es un
aborto.

Algunos argumentos expuestos por quienes se oponen a estas técnicas:

1. Es un aborto, el asesinato de un inocente.


2. En el futuro se podrían encontrar otras curas que no requiriesen células
madre, o que usasen células madre que no fuesen óvulos, o se podrían
administrar medicinas para estimular a las neuronas u otras células a
que se reprodujesen. Ya se ha conseguido "reprogramar" las células
madre de la médula ósea humana en células nerviosas, y convertir
ciertas células nerviosas de rata en células madre.
3. El hacer clones atenta contra la dignidad humana, incluso aunque no se
pretenda que estos embriones se desarrollen.
4. Si el propósito de los cambios recientes en Inglaterra y los EEUU es sólo
facilitar la investigación, ¿por qué no limitarse a animales?
5. Habrá mujeres que crean erróneamente que al abortar están ayudando
a la ciencia, o que se justifiquen en esto.

Los partidarios de desarrollar estas técnicas no se dejan convencer por esas


razones porque:
1. Investigar sobre estas técnicas ayudará precisamente a encontrar
procedimientos sustitutivos que de otra forma no se descubrirían o se
encontrarían más tarde.
2. En principio se podrían usar otras células madre humanas, como las de
la médula ósea o el cordón umbilical. Pero en la práctica hay problemas,
tanto con humanos como con animales. Las células madre adultas
pierden capacidades, y las que más se prestan a estos manejos son los
óvulos.
3. No se intenta clonar humanos; esos embriones no tienen ninguna
posibilidad de desarrollarse por sí solos (habría que implantarlos en un
útero).
4. Los embriones usados hasta ahora en experimentos proceden de
fecundaciones in vitro inviables, ya sea porque les faltan cromosomas y
jamás podrían desarrollarse, o porque tras un análisis genético se sabe
que esos embriones crecerían teniendo alguna enfermedad mortal. Por
lo tanto sería legal abortarlos si estuvieran en un útero, y no parece
lógico que el destruirlos en un laboratorio sea más ilegal.
5. Hay investigaciones que se pueden hacer con animales, pero otras que
no. En particular, hay muchas enfermedades humanas sin equivalente
animal. Los comités que autoricen la realización de experimentos
decidirán en cada caso si el uso de embriones humanos está justificado
o no.

Adicionalmente, he aquí unas reflexiones que pueden resultar interesantes:


1. ¿Qué es exactamente un embrión inviable? Desde el punto de vista
biológico sería aquel que no puede desarrollarse porque, por ejemplo, le
faltan demasiados cromosomas. Desde el punto de vista genético sería
aquel del que se sabe que daría lugar a una persona con una
enfermedad grave. Desde el punto de vista social sería aquel que nadie
quiere. Desde el punto de vista de algunas religiones, todos estos serían
viables, lo que habría que hacer sería "repararlos" y encontrarles
familias adoptivas.
2. Si nos oponemos a la investigación con células madre, entonces
también deberíamos renunciar a los beneficios que se obtengan de ellas
y no usar las tecnologías desarrolladas en otros países; lo contrario
sería hipocresía.
3. En el futuro sería posible tener bancos de células madre. Se extraerían
de los cordones umbilicales y placentas de los recién nacidos, se
congelarían, y años después se podrían usar sin problemas éticos.
4. Ahora que los bebés probeta ya son jóvenes probeta, se ha comprobado
que son personas perfectamente normales. La única peculiaridad es que
hay quien dice que de niños algunos han sido demasiado queridos...
5. Las asociaciones de enfermos de diabetes o Alzheimer están a favor de
las investigaciones con células madre.
6. En la reproducción natural, el 60% de los óvulos fecundados no llegan a
implantarse en el útero por varias causas. Si pensamos que un óvulo
fecundado es un ser humano, entonces más de la mitad de la
humanidad ha muerto sin que ni sus madres fuesen conscientes de su
existencia.
7. Imaginemos que de un solo aborto se pudiesen extraer células madre
para curar a millones de personas. ¿Sería un sacrificio aceptable? Se ha
pensado en particular en los ovarios de fetos relativamente
desarrollados.
8. Hoy en día a veces se consigue salvar la vida de bebés prematuros
nacidos a las 22 semanas. En algunos sitios es legal abortar a las 28
semanas.

Los embriones congelados de las fecundaciones in vitro


Tan sólo en España hay 30.000 embriones congelados con los que no se sabe
qué hacer. Son las sobras de los procesos de fecundación in vitro. Esto se
debe a, entre otras, tres razones técnicas:
1. Los espermatozoides y los embriones se pueden congelar bien, pero los
óvulos no. La razón es que los óvulos son unas células enormes y
tardan más en congelarse al sumergirlos en nitrógeno líquido, dando
tiempo a que se forman en su interior cristales de hielo lo
suficientemente grandes como para destrozar las estructuras celulares.
2. En contraste con la donación de semen, donar óvulos es un proceso
largo, incómodo, desagradable, caro, y con efectos secundarios.
3. El procedimiento de implantar un embrión fecundado in vitro en el útero
de la madre es muy sencillo, pero tiene el problema de que normalmente
no produce un embarazo.

Debido a estos tres factores, cuando se donan óvulos no se extrae sólo uno,
sino que se aprovecha para conseguir todos los óvulos que se puedan. Se
fecundan inmediatamente, se les deja que se desarrollen un poco, y se
congelan cuando llegan a la fase de mórula (unas 8 o 32 células). Luego se
introducen dentro del útero de la madre. Es frecuente insertar dos o tres
embriones a la vez, esperando un pequeño porcentaje de implantaciones; esto
resulta a veces en gemelos. Los espectaculares embarazos de octillizos son
consecuencia de otras técnicas de fecundización con hormonas.
Bien, y una vez se ha conseguido el embarazo, ¿qué ocurre con los embriones
sin usar que están esperando congelados en el laboratorio? En un principio se
pensó que después de cinco años congelados se deteriorarían y serían
inviables, por lo tanto se les podría destruir; pero después se ha visto que
transcurrido este período siguen siendo capaces de desarrollarse sin
problemas. Así pues, la Ley de Reproducción Asistida de 1988 no permite
destruirlos, punto. Tampoco permite usarlos para investigar, y nadie quiere
implantarlos (hay bastantes huérfanos), con lo cual se les tiene congelados en
un "limbo".
En cambio, las muestras de los bancos de semen se destruyen a los cinco
años sin miramientos. Esto causa problemas a los hombres que tienen que
someterse a tratamientos de radioterapia y deciden guardar muestras de su
semen por si en el futuro quisieran tener hijos, porque ese futuro ha de ocurrir
en menos de cinco años.
Se va adoptando el criterio de permitir la experimentación con embriones sólo
hasta que tengan 14 días (descontando el tiempo que hayan estado
congelados). Las razones para este plazo:
1. Se considera necesario que haya un límite.
2. A los 14 días es cuando empieza a formarse el sistema nervioso.
3. Es difícil que un embrión con más de 14 días pueda implantarse en un
útero, con lo cual todo análisis y experimento no destructivo debe acabar
antes de esta edad.
4. Estos embriones son demasiado pequeños para obtenerse por abortos;
sólo pueden proceder de fecundaciones in vitro.

A pesar de todo, este convenio de los 14 días no parece satisfacer a ninguno


de los bandos; mientras unos se oponen a todo plazo, otros han dicho que
"está bien para empezar". Por ejemplo, harían falta 28 días para poder estudiar
la formación de órganos, un paso necesario para aprender a clonar órganos
enteros en vez de sólo células. El debate sobre esta cuestión se parece al del
aborto, cosa que se refleja en el lenguaje usado. Para humanizar al sujeto de la
discusión, los antiabortistas hablan de "nasciturus", el que va a nacer, y no, no
se refieren a la figura jurídica del heredero que no ha nacido todavía. Los otros,
para deshumanizarlo, se han inventado la palabra "pre-embrión" alegando que,
en estricta terminología médica (que no se ha usado en este artículo) embrión
es una fase concreta del desarrollo, cuando ya hay tejidos diferenciados.
La situación en el Reino Unido
El día 16 de agosto de 2000, siguiendo la recomendación de un grupo de
expertos, el gobierno de Tony Blair anunció una propuesta por la que se haría
legal el experimentar con embriones humanos. Esta propuesta, que ha de ser
aprobada por el Parlamento, estipula que:
1. Los experimentos se harán sólo con propósitos de investigación.
2. Será necesario obtener un permiso antes de realizar cualquier
experimento, y habrá estrictos controles durante su realización.
3. Se prohibe la clonación de individuos, que seguirá siendo un delito
criminal.
4. Se prohibe la formación de híbridos de humanos y animales. Es decir, el
óvulo usado en la clonación ha de ser humano en vez de animal.
5. Se requerirá el consentimiento de los donantes implicados.

El problema está no sólo en decidir qué se considera lícito, sino también en


decidir cuáles son los castigos por las infracciones. Parece lógico que los
comités que autorizan los experimentos veten a los científicos con un pasado
de transgresiones, pero no parece haber consenso en los detalles. Para las
faltas graves se pueden establecer penas carcelarias; así, el código penal
español castiga con penas de uno a cinco años de prisión a quienes "fecunden
óvulos humanos con cualquier fin distinto a la procreación humana" y, con la
misma pena, "la creación de seres humanos idénticos por clonación u otros
procedimientos dirigidos a la selección de la raza". Hay quien está en contra de
este tipo de castigos y argumenta que para encarcelar a alguien se tiene que
estar muy seguro de que sus acciones no dejarán de ser un delito dentro de
pocos años.
Estados Unidos, preparando el negocio de la biotecnología
La situación en los Estados Unidos es completamente diferente debido al
enorme poder político que tienen los grupos de presión antiabortistas. Hace
dos meses las compañías privadas no tenían absolutamente ninguna
restricción sobre la forma en que podían obtener las células madre, mientras
que las instituciones públicas y aquellas que recibiesen fondos de investigación
federales no podían realizar ningún experimento que involucrase embriones
humanos.
A los antiabortistas les hubiera gustado superar el "no se hace eso con mis
impuestos" y conseguir que las compañías privadas tampoco pudiesen hacer
cosas que ellos encuentran cuestionables, pero esto chocaría con dos
principios americanos inamovibles: la libertad de empresa y la capacidad
legislativa de los estados. En otras palabras, no serviría de mucho conseguir
que en cuarenta estados se prohibiesen estos experimentos, porque las
compañías interesadas se irían a los estados menos conservadores.
El problema con esta situación era que, al no poder intervenir el gobierno
federal, se corría el riesgo de que cuatro compañías controlasen con sus
patentes un sector cuya importancia en el futuro puede ser inmensa,
imponiendo sus precios y su ética, y desarrollando sólo los productos que
considerasen comercializables. La polémica decisión tomada en agosto fue
autorizar la investigación pública con células madre de embriones humanos. Es
decir, no se ha autorizado nada que no estuviesen haciendo ya antes las
empresas privadas. Se imponen las siguientes normas a la investigación
pública (la privada puede acatarlas o no):
1. Los embriones han de proceder únicamente de fecundaciones in vitro
que se quieran destruir. Nunca pueden tener más de 14 días.
2. Los proyectos de experimentos han de pasar por un lento y complicado
proceso de aprobación.
3. Las células madre obtenidas no podrán ser usadas para crear otros
embriones, ni podrán ser mezcladas con embriones animales.
4. Se prohibe todo tipo de incentivo económico para quienes donen los
embriones. Los donantes tampoco podrán ser el "beneficiario médico"
de las células que se extraigan de sus embriones, ni podrán elegir a los
receptores.

Esta decisión institucionaliza una "doble moral": las organizaciones que reciban
fondos de investigación del gobierno federal siguen estando sometidas a más
restricciones que las que impone el Reino Unido, en particular no pueden
experimentar con embriones. Pero pueden comprar las células madre
obtenidas de embriones que hayan producido los laboratorios privados, y
experimentar con ellas. Las clínicas privadas serán las encargadas del "trabajo
sucio" de manipular embriones y destruirlos, y se quedarán con todo el
beneficio. Con frecuencia, esta compra de células madre implicará un
transporte a través de un pasillo. La palabra "hipocresía" aparece a menudo en
las discusiones.
Entre los aspectos más irritantes de esta normativa está la lentitud en la
autorización de experimentos. El grupo de trabajo se reunirá por primera vez en
diciembre de este año y pasará un informe a un comité del NIH (National
Institute of Health) que no empezará a deliberar hasta el 2001. No se sabe
cuándo se autorizarán los primeros experimentos. Los proyectos públicos,
entre ellos un banco de células madre, están tan congelados como los
embriones... desde hace cinco años.
No hará falta decir que hay mucha gente insatisfecha con esta política. Y todo
puede volver a cambiar si así lo decide el nuevo presidente o el nuevo
congreso; muchos conservadores han manifestado su absoluto rechazo a esta
normativa. El derecho consuetudinario anglosajón no es el más adecuado en
temas donde no hay una tradición establecida. Recordemos que el NCHGR
(Centro Nacional para la Investigación del Genoma Humano) reservó el 3% de
su presupuesto para investigar sobre los aspectos éticos, legales y sociales de
ese proyecto.
Mientras tanto, las empresas privadas siguen investigando lo que quieran sin
impedimentos administrativos. Recordemos algunos logros obtenidos hasta la
fecha:
1. Diacrin está experimentando con inyecciones de neuronas de fetos de
cerdos.
2. ¿Es problemático conseguir óvulos humanos? No importa, ACT ha
aprendido a clonar embriones humanos usando óvulos de vaca.
3. Geron Corporation se hizo famosa por clonar a la oveja Dolly. Ahora
espera obtener sus primeros beneficios haciendo experimentos para
empresas farmacéuticas. Usará células madre para ver cómo las células
hepáticas asimilan ciertas sustancias potencialmente peligrosas, sin
arriesgarse a hacer los ensayos con personas.
4. Neural Stem Biopharmaceuticals está usando células madre con el fin
de ayudar a determinar las funciones de los genes.

Una aclaración posiblemente innecesaria: clonar individuos sigue estando


prohibido en los EEUU (y en todas partes) tanto para compañías privadas
como para el sector público.
La situación en España y Europa
Quizás sorprendentemente, España fue un país pionero en lo referente a la
legislación en estos temas, sacando ya en 1988 la Ley de Reproducción
Asistida, que en su momento se consideró la más avanzada de Europa. Hoy
por hoy nuestra legislación es mucho más restrictiva que la del Reino Unido,
por no hablar ya del sector privado de los EEUU. Por ejemplo, hemos firmado
la Declaración de Gijón de la Sociedad Internacional de Bioética (SIB), en la
que se admite como válida la utilización de células troncales con fines
terapéuticos, siempre que esto no implique la destrucción de embriones.
Tenemos prohibido:
1. Todo uso no reproductivo de embriones, so pena de entre uno a cinco
años de cárcel.
2. La creación de clones, so pena de entre uno a cinco años de cárcel.
3. Destruir los 30.000 embriones congelados resultantes de los procesos
de fecundación in vitro.
4. Seleccionar el sexo de los hijos.
5. Estimular a que se reproduzca un óvulo no fecundado por un
espermatozoide.
6. Mantener óvulos fecundados in vitro más de 14 días, teniendo que
congelarlos o implantarlos en un útero antes de este plazo.

Sin embargo, estas leyes se hicieron cuando no estaban claras las


posibilidades terapéuticas de estas técnicas, y es muy posible que se reformen
pronto.
Las decisiones del Reino Unido y EEUU han provocado reacciones dispares
dentro de España. El PP se opone diciendo que se debe defender la vida,
mientras que PSOE, CiU y IU están inclinados a apoyar estas investigaciones.
Entre los jueces, las asociaciones conservadoras como la Asociación
Profesional de la Magistratura o la Asociación de Fiscales están en contra, y las
progresistas como Jueces para la Democracia o la Unión Progresista de
Fiscales están a favor. Entre los científicos españoles no hay unanimidad,
aunque están más a favor que otros segmentos de la sociedad. El Ministerio de
Sanidad señaló que no impulsará ninguna reforma legislativa hasta que los
foros europeos se pronuncien. Lo que es más importante: la mayor parte de los
miembros de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida están a favor de
autorizar la experimentación con embriones; ya en abril tenían consenso (pero
no unanimidad).
Alemania ha mostrado su rechazo, mientras que Francia e Italia dudan. El
Vaticano se sigue oponiendo hasta a la fecundación in vitro con fines
reproductivos. En toda la Unión Europea está actualmente prohibido el uso de
embriones con fines distintos a los reproductivos (recordemos que la propuesta
del gobierno británico ha de ser aprobada).
El Parlamento Europeo pidió al gobierno británico que retirase su propuesta.
Pero su opinión está lejos de ser clara: al votar esta decisión hubo 237 votos a
favor de mandar la carta de protesta, 230 en contra, y 43 abstenciones. Los
partidos que votaron a favor de enviar este comunicado a Londres fueron PPE-
DE, UEN, Verdes, y democristianos. Los socialistas y liberal-demócratas
propusieron que antes de mandar la carta se esperase al dictamen científico
del Grupo Europeo de Ética, que se cree que estará a favor de la
experimentación con embriones; esta propuesta fue rechazada.
La polémica que no cesará pronto
La clonación terapéutica es sólo parte de una problemática más compleja. En
los últimos días hemos visto:
1. (4 de octubre) Dos padres estadounidenses son portadores de la anemia
de Fanconi y la probabilidad de que un hijo suyo padezca la enfermedad
es el 25%. En estas condiciones se considera válido fecundar in vitro
varios embriones, hacer los análisis, y elegir para implantar en la madre
uno que no padecerá la enfermedad. Esta es la única situación en la que
se considera ético elegir el sexo del hijo. Esto es viejo, tan sólo en
España se ha hecho más de 400 veces. Pero es que en este caso se fue
más lejos; de entre quince embriones había once sanos, y se escogió el
más compatible con la hija mayor, que padece la enfermedad, para que
el nuevo hijo pudiese donarle células madre.

Argumentos en contra:

-Es un donante que no ha dado permiso y por lo tanto sienta un


precedente.
-El hijo puede crecer creyendo que ha sido traído al mundo sólo para
salvar a su hermana, sin sentirse querido por sus padres. Parece que en
este caso querían tener más hijos y no podían por el riesgo de que
naciesen enfermos; pero...
-Un problema muy general: ¿esto debería pagarlo la Seguridad Social?
¿Sólo los padres ricos podrán escoger embriones sanos?
-Argumento estándar: ¿y si mañana alguien selecciona de entre los
embriones sanos aquél que tiene el color de ojos preferido? Esta no es
la misma cuestión que la de modificar los genes para que el niño tenga
los ojos de ese color.

Argumentos a favor:

-Las células madre que ha donado el recién nacido proceden de su


cordón umbilical y por lo tanto "no le puede importar perderlas".
-Según el director de la clínica donde se hicieron los ensayos, desde
siempre se han tenido hijos por todo tipo de razones cuestionables; para
conseguir casarse, para recibir una herencia, para no sentirse solos,
para salvar un matrimonio fallido, para perpetuar apellidos, porque
hacen falta trabajadores en la granja familiar... Si todo eso se admite,
¿por qué no tener un hijo para salvar la vida de una hija?
-Ya ha habido casos de padres que han tenido un hijo "a ciegas"
(naturalmente) con la esperanza de que pudiera ser donante para un
hermano, y esto es legal; entonces, ¿por qué no asegurarse de que una
vez traída al mundo una persona pueda ser donante?
La probabilidad de que la hija sobreviva ahora a su enfermedad se
estima en un 90%; antes se esperaba que muriese en un año. Los
padres no dan ninguna señal de estar arrepentidos.
2. (5 de octubre). Un matrimonio escocés anuncia un litigio para poder
elegir el sexo de su hijo. Ya tienen cuatro hijos varones y su única hija
murió el año pasado. Alegan que el estado emocional de la madre
debería pesar tanto como el riesgo de transmitir una enfermedad
genética o un embarazo peligroso. Si no consiguen el permiso,
probablemente recurrirán a alguna clínica privada en los EEUU, y a ver
quién demuestra luego que el sexo de su hija no es natural.
3. (5 de octubre). Las menores de edad francesas no necesitarán permiso
paterno para interrumpir el embarazo, y el plazo legal para abortar se
amplía hasta las 12 semanas. Se estima que cada año unas 5.000
francesas viajan a Holanda o Reino Unido para abortar, ya que ahí la
legislación es más permisiva (22 semanas). El número total de abortos
en Francia se estima en 210.000 por año.
4. (7 de octubre) La empresa americana Biotransplant y la australiana SCS
han obtenido embriones humanos usando óvulos de cerdo; ACT hizo lo
mismo con óvulos de vaca. La oficina de patentes recibió la solicitud de
registro, pero emitió un dictamen en contra por considerarla "contraria a
la moral". Las dos empresas han decidido retirar la solicitud.
5. (9 de octubre) La Comunidad de Aragón encarga a ACT que clone un
bucardo, una especie de cabra extinguida cuyo último ejemplar murió el
año pasado y del que se tomaron muestras de tejido.
6. (13 de octubre) El Reino Unido autoriza a los seguros a pedir el historial
genético. Es de esperar que esta decisión sea muy discutida.
7. (18 de octubre) Un equipo francés regenera un corazón debilitado por
numerosos infartos inyectando en su interior mioblastos del propio
paciente. Los mioblastos son las células madre de las células
musculares.

Se sigue discutiendo cuál es el significado de las patentes sobre genes


naturales, humanos o no. Hay quien dice que sólo sirven como registro de
quién descubrió esos genes; otros defienden el derecho a la explotación
económica. Pero mientras se llega a un acuerdo, todo el mundo patenta todo
aquello que descubre, por si acaso (faltaría más). Hay quien revuelve el río
porque sí; recientemente una mujer consiguió sus quince minutos de fama
diciendo que se había patentado a sí misma registrando su ADN, cuando en
realidad no tenía una patente sino una solicitud de patente. Se siguen
acumulando las denuncias de niños nacidos muertos cuyos cuerpos
desaparecen en los hospitales. Y como tras cada olimpiada han vuelto los
rumores de atletas que compiten durante su segundo mes de embarazo,
recibiendo un pelín de ayuda extra de sus hormonas; luego esos embarazos se
"olvidan".
No es fácil predecir el futuro, pero es interesante fijarse en que todas las
comisiones técnicas están a favor de la investigación adecuadamente
controlada. La historia no nos sirve de guía, porque la dignidad humana es algo
muy caprichoso; recordemos las viejas discusiones sobre la disección de
cadáveres, las donaciones de sangre, o la legalización del aborto; y también el
canibalismo o la pena de muerte. Pretender que nunca se abusará de las
nuevas tecnologías sería desconocer la naturaleza humana, pero decir que en
el futuro se aceptarán cosas que hoy nos parecen cuestionables sería
simplificar demasiado la situación. Lo único que parece claro es que es más
fácil resolver los problemas técnicos que ponernos de acuerdo.
 

Células madre: conceptos básicos

Definición de células madre: son aquellas células dotadas simultáneamente


de la capacidad de autorrenovación (es decir, producir más células madre) y de
originar células hijas comprometidas en determinadas rutas de desarrollo, que
se convertirán finalmente por diferenciación en tipos celulares especializados.

En el contexto de la actual investigación, se pretende obtener células madre


que se mantengan como tales en cultivo en el laboratorio, y que bajo
determinados estímulos puedan conducir a poblaciones de células
diferenciadas.

El zigoto (óvulo fertilizado) es una célula totipotente, capaz de dar origen a


todo el organismo. Durante las primeras divisiones el embrión es una esfera
compacta (mórula), en la que todas las células son totipotentes, y de hecho
esto se refleja de modo natural en los gemelos monozigóticos. A los pocos días
comienza una primera especialización, de modo que se produce un
blastocisto, con una capa superficial que dará origen al trofoblasto, del que
deriva la placenta, y una cavidad casi “hueca” (rellena de fluido) en la que está
la masa celular interna (m.c.i.). (Ir a fotos de estas primeras fases
embrionarias humanas)

Las células de esta m.c.i. son pluritotentes, porque aunque por sí solas no
pueden dar origen al feto completo (necesitan el trofoblasto), son el origen de
todos los tejidos y tipos celulares del adulto.

Hay que aclarar un punto: aunque las células de la masa celular interna del
blastocisto son pluripotentes, no son en sí mismas células madre dentro del
embrión, porque no se mantienen indefinidamente como tales in vivo, sino que
se diferencian sucesivamente en los diversos tipos celulares durante la fase
intrauterina. Lo que ocurre es que cuando se extraen del embrión y se cultivan
in vitro bajo ciertas condiciones, se convierten en células “inmortales” dotadas
de esas dos propiedades de las que hablábamos: autorrenovación y
pluripotencia.

Obtención en ratón de células madre embrionarias: desde inicios de los


años 80. Actualmente, en casi cualquier raza de ratón es posible separar
blastómeros de m.c.i. del blastocisto, y cultivarlos de modo que las células
resultantes (células madre o troncales, stem cells) presentan dos notables
propiedades: pluripotencia y capacidad de contribuir a la línea germinal:

Pluripotencia: Las células madre pueden diferenciarse in vivo e in vitro en una


gran diversidad de tipos celulares.

In vivo dicha multipotencia se manifiesta cuando al incorporar células madre


en blastocistos pueden dar origen a cualquier tejido u órgano,
In vitro pueden contribuir igualmente, con las señales adecuadas, a
diferentes líneas celulares de las tres capas embrionarias (ecto-, meso- y
endodermo). Este es el campo donde más se está investigando actualmente,
por su relevancia para la clonación terapéutica, como veremos.

Contribución a la línea germinal: Las células madre embrionarias de ratón


pueden contribuir a la línea germinal de ratones quiméricos. Si inyectamos
células madre cultivadas de una raza de ratón en el interior de un embrión
normal (blastocisto) de otra raza, dichas células madre pueden dar origen a
cualquier tipo de tejido del adulto. Lo interesante aquí es que en algunos casos
sirven de fuente para las células germinales (espermatozoides u óvulos). Estos
ratones en los que hay tejidos procedentes de dos razas distintas se
denominan quimeras, y en algunas quimeras las células reproductivas
proceden de las células madres introducidas en el blastocisto, de modo que su
constitución genética se puede distinguir de la de las células somáticas.

Si manipulamos células madre por ingeniería genética, y las transferimos a un


blastocisto, podemos obtener ratones quimeras en los que parte de los tejidos
están alterados genéticamente. Si las células madre manipuladas contribuyen a
la línea germinal, el rasgo genético modificado en el ratón quimera se transmite
a la descendencia, constituyéndose entonces una línea de ratones
transgénicos. Los ratones transgénicos, incluidos los denominados K.O.
(noquedados genéticamente, es decir, con un gen mutante introducido por
recomibinación homóloga) son actualmente una herramienta valiosísima en
biología y en diseño de modelos de enfermedades humanas.

Otras células madre:

Células madre germinales (EG): se aislan de fetos, a partir de la cresta


germinal, donde se está produciendo la diferenciación de la línea germinal.
Células madre de adulto (AS): El caso paradigmático es la célula madre
hematopoyética (HSC), que genera todos los tipos de células sanguíneas y
del sistema inmunitario, y que reside en la médula ósea (aunque en la fase
fetal se encuentra en hígago y bazo).
2.    Células madre humanas
2.1           Células madre embrionarias y germinales

En 1998 dos grupos informaron de la obtención de células madre humanas,


reproduciendo lo que ya se había logrado en ratones:

El trabajo de Thomson y colegas en la Universidad de Wisconsin, financiado


por Geron: aislamiento y cultivo de células madre embrionarias (ES) a partir
de blastocistos sobrantes procedentes de programas de FIV.
El de Gearhart, en la Universidad John Hopkins obtuvo células madre
germinales embrionarias (EG) a partir de fetos abortados.

John Gearhart, de la Johns Hopkins


University School of Medicine

Las posibles aplicaciones de estas células madre embrionarias son:


Estudios básicos
Diseño de nuevos medicamentos
El uso que más ha llamado la atención sería el empleo de las células madre
o sus derivados para terapias celulares o incluso reparación de tejidos
dañados.

Se ha calculado que se usaran embriones “sobrantes” de programas de FIV, en


unos cuantos años se podrían establecer unas 1000 líneas distintas de células
ES humanas. De los estudios realizados hasta ahora, parece incluso que la
frecuencia de derivación de ES humanas es alta (25-33%), superior a la de los
ratones, especie en la que, además, hay variaciones en la eficiencias de
derivación dependiendo de las razas.

2.2           Células madre de adulto

En humanos se conoce desde hace años, al igual que en ratones, la célula


madre hematopoyética de adultos, que reside en la médula ósea y que da
origen a toda las líneas de células sanguíneas e inmunes. Aunque se conocen
desde hace tiempo células madre en tejidos que, como la sangre o la
epidermis, presentan gran tasa de proliferación, solo recientemente se han
descubierto células madre en órganos que normalmente tienen una baja tasa
de renovación, como es el caso del cerebro.

Así pues, la novedad ha consistido en reconocer la existencia de células madre


pluripotentes en otros tejidos y órganos, y aún más interesante, que algunas de
ellas presentan la suficiente flexibilidad como para generar células
especializadas de otros linajes.

Esto ha supuesto una sorpresa alentadora, ya que aumenta la perpectiva de


obtener a largo y medio plazo terapias celulares, sin los problemas éticos
asociados a destruir embriones para obtener células madre.

2.2.1        Biología básica de las células madre de adulto

En modelos animales (mosca del vinagre, ratón)

Patrones de diferenciación, con marcadores moleculares (p.ej. patrones de


moléculas de superficie).
Señales externas e internas: múltiples mecanismos de retroalimentación y
de interacciones recíprocas entre células, dentro del nicho o “hábitat” que
ocupan en el organismo. Aquí la investigación básica está desentrañando las
moléculas que se envían unas células a otras, y cómo estos “mensajes
desde el exterior” ponen en marcha una serie de factores de transcripción
para activar genes, cuyos productos ejercen una serie de efectos:
reorganizaciones de orgánulos y macromoléculas, divisiones simétricas y
asiméticas, diferenciaciones, etc.
Controles intrínsecos: parece que las células disponen de “relojes
internos” que de alguna manera les indican el número de veces que deben
dividirse antes de diferenciarse totalmente. Sabemos aún poco de esta
faceta, pero se piensa que están implicados varios mecanimos:
Proteínas promotoras e inhibidoras del ciclo celular
Longitud del telómero: se ha propuesto que conforme la célula se
especializa, va acortando sus telómeros, hasta que finalmente llega a la
senescencia. De hecho, en la mayor parte de los tejidos adultos no se
puede detectar actividad de telomerasa. Por el contrario, las células
madre poseen telómeros largos y actividad telomerasa constitutiva
(permanente).
Controles externos: un complejo juego de señales de corto y largo
alcance entre células madre, sus hijas, y las células vecinas:
Factores secretados: los que se conocen mejor son los factores de la
médula ósea, incluyendo numerosas citoquinas, que dirigen la
maduración, proliferación y diferenciación a los linajes mieloides y
linfoides. Pero se están estudiando otros sistemas como la diferenciación
de la cresta neural.
Interacciones célula con célula, a través de proteínas integrales de
membrana.
Interacciones de las células con la matriz extracelular del tejido, por medio
de receptores de membrana, como las integrinas.

En muchos de estos casos, la señal externa que llega al receptor


de membrana se “transduce” (reemite) al interior mediante una
cascada de reacciones bioquímicas (con abundantes
fosforilaciones y desfosforilaciones de proteínas), para finalmente
originarse una orden de activar o desactivar grupos de genes. Por
lo tanto, la célula puede cambiar su patrón de expresión, lo que en
determinados casos significa un paso más en su ruta de
diferenciación, su proliferación, o incluso puede significar la
muerte celular programada (apoptosis).

2.2.2        Papel en la renovación celular del organismo

Se están acumulando pruebas de que desde la vida perinatal a la adulta van


apareciendo células madre en los tejidos somáticos, como parte de la
estrategia del organismo para su renovación en condiciones fisiológicas o ante
un daño. Esto nos lleva a la conclusión aparentemente paradójica de que en
realidad las células madre de adulto no son células “primitivas” derivadas
directamente del embrión temprano, sino que serían células que aparecen
tardíamente, “especializadas” en suministrar células de repuesto al organismo
adulto.

Un descubrimiento de mediados de los 90 parece apoyar esto: existen células


madre neuronales en el cerebro anterior de mamíferos, rodeando al ventrículo
lateral, y participan en la repoblación de la subepéndima del ventrículo tras
irradiación, y en los roedores son la fuente de nuevas neuronas que migran
hasta el bulbo olfativo. Además, en monos migran por una ruta desconocida
hasta la corteza cerebral asociaciativa (la que contribuye a los mecanismos de
memoria).

La identidad exacta de las células madre neuronales está sometida a


controversia, ya que algunos las localizan como células de la epéndima que
rodean a los ventrículos, mientras que otros las hacen coincidir con los
astrocitos de la zona subventricular.

Las células madre del sistema nervioso central (SNC) pueden generar los
tres grandes tipos de células del cerebro adulto: neuronas, astrocitos y
oligodendrocitos. Pero desconocemos la importancia y significado real de estas
células madre. Puede ser que en verdad el SNC del adulto mantenga una
cierta capacidad de autorrenovación, como rasgo adaptativo según las
especies. Quizá en los animales superiores la formación local de nuevas
neuronas en ciertas estructuras cerebrales tenga algo que ver con los
mecanismos de creación e integración de la memoria. Además, hace poco se
han aportado pruebas de que los estímulos ambientales pueden intervenir en la
regulación de la formación de neuronas.

Las células madre mesenquimales (MSC) humanas están presentes en el


estroma de la médula ósea, constituyendo una población totalmente diferente
de las células madre hematopoyéticas, y su papel es contribuir a la
regeneración de los tejidos mesenquimáticos (hueso, cartílago, músculo,
ligamento, tendón, tejido adiposo y estroma). Se han aislado y cultivado MSC
humanas, y lo que es mejor, se ha logrado su diferenciación controlada hasta
células con rasgos típicos de osteocitos, condrocitos o adipocitos,
respectivamente.

2.2.3        La plasticidad de las células madre de adultos


(transdiferenciación)

En los últimos años se están acumulando informes que parecen confirmar una
idea hasta ahora sorprendente: el que células madre o precursoras de un
linaje, cuando se trasplantan en individuos receptores, puedan dar origen a
células de otros linajes. Esto pone en cuestión la imagen hasta ahora
asentada de que el potencial de desarrollo de las células madre de un tejido
estaba restringido a las células diferenciadas del tejido en el que residen.

Células cerebrales que dan línea sanguínea:


ratones irradiados subletalmente (para destruir su línea hematopoyética)
fueron inyectados sistémicamente con células madre neurales marcadas
genéticamente (gen lacZ). A partir de estos trasplantes, los ratones
produjeron células sanguíneas de los dos sublinajes: mieloide y linfoide, así
como células hematopoyéticas inmaduras.
Células de la médula ósea contribuyeron a nuevas células de microglía
y astroglía en varias zonas del cerebro, cuando se inyectaron en circulación
de ratones adultos irradiados.
Células madre neurales de ratones y de humanos pueden convertirse
en células musculares esqueléticas.
Células de médula ósea como origen de células hepáticas:
El grupo de Petersen (usando ratones) hizo transplantes de médula ósea
de machos a hembras singénicas (para seguir la “pista” usando el gen sry
del cromosoma Y como marcador), y dañó los hígados de los receptores
para estimular su regeneración. Aparecieron células ovales hepáticas
procedentes del donante, lo que sugería que en la médula ósea existen
células madre con potencialidad de generar células epiteliales del hígado.
Dando un paso más, el grupo de Theise hizo trasplantes parecidos, pero
sin dañar el hígado, y se detectaron hepatocitos derivados del donante, lo
que significa que en la médula ósea existe alguna célula madre que en
circunstancias normales puede contribuir a la renovación de los hepatocitos
(siendo quizá las células los intermediarios).
Células madre mesenquimáticas (MSC) del estroma de la médula ósea
pueden originar células de linajes no mesenquimatosos:
cuando se inyectan en ventrículos laterales de ratones neonatos, se
diferencian en astrocitos.
Catherine Verfaillie está estudiando esta versatilidad de diferenciación. En
niños, pero incluso en adultos (45-50 años) pueden originar células
cerebrales, precursores de hepatocitos y las tres clases de músculo
(esquelético, cardíaco y liso). Aunque aún no han encontrado un marcador
molecular, se sabe que presentan rasgos intermedios entre las ES
embrionarias y otras células madre de adulto:
A semejanza de las ES, se dividen repetidamente en cultivo,
aparentemente sin hacerse senescentes. Exhiben marcadores
moleculares similares a las ES.
A diferencia de las ES no se diferencian espontáneamente, ni inducen
teratomas (mayor seguridad). Hay que aplicarles moléculas para que se
diferencien. Y esto está muy bien de cara a posibles terapias.
Células satélite de músculo esquelético de ratón pueden repoblar la
sangre y rescatar a ratones irradiados.
En otra “vuelta de tuerca”, las cosas parecen funcionar también en el sentido
inverso: células hematopoyéticas que generan células musculares. 
La infusión de células madre de médula ósea a ratones distróficos cuya
médula ósea había sido destruida conducía a células que migraban a
músculo, donde producían distrofina, restaurando parte de la función
muscular.

Como hemos visto, una célula madre neuronal (ectodermo) puede dar lugar a
linaje sanguíneo (mesodermo); o células madre de la médula ósea
(mesodermo) pueden originar células hepáticas (endodermo). Esto ha sido otra
auténtica sorpresa porque pone en entredicho un “dogma” asentado de la
embriología, el que dice que el destino de una célula queda sellado cuando
entra a formar parte de una de esas capas embrionarias.

Hay que ser moderado a la hora de sacar conclusiones de todo estos


experimentos, especialmente de su relevancia en relación a posibles terapias.
Puede que el microambiente del adulto, sobre todo en los casos de
experimentos con ratones dañados (irradiados, con degeneración muscular)
sea especialmente apto para permitir a células madre de la médula ósea la
suficiente flexibilidad fenotípica, incluida su diferenciación en linajes
relacionados con capas embrionarias distintas. Pero hay que distinguir entre el
microambiente en una situación fisiológica, y el derivado de una patológica,
porque el primero puede que no sea adecuado para inducir los grandes
cambios fenotípicos que vemos en el segundo. Por otro lado, el cultivo in vitro
de células madre o de precursores “comprometidos” en determinados linajes
puede que permita su desdiferenciación y eventual re-diferenciación hacia otros
linajes.

3.    Terapias con células madre

El retrato robot de una buena célula madre para terapias celulares y


trasplantes en humanos sería como sigue:

1. Debería ser efectivamente pluripotente, idealmente que se pudiera


generar cualquier tipo buscado de célula
2. Debería ser inmortal, es decir, tener la capacidad de proliferar
(autorrenovarse) indefinidamente
3. Debería poseer un fenotipo estable, bien caracterizado desde el punto
de vista molecular
4. Debería carecer de potencial tumorigénico
5. Debería ser susceptible de manipulación genética, para permitir
modificaciones genómicas precisas, incluyendo la introducción de genes
terapéuticos.

3.1           Terapias celulares y trasplantes

La esperanza terapéutica principal que se tiene en las células madre es que se


puedan emplear para terapias celulares y trasplantes de tejidos, sin los
problemas actuales ligados a los aloinjertos: escasez de donantes
histocompatibles, necesidad de administrar drogas inmunosupresoras
(ciclosporina, corticoides) con sus efectos secundarios (riesgo de infecciones,
de cáncer, nefropatías, etc.). Lo ideal sería derivar tejido con la identidad
histológica del propio paciente para hacer autotrasplantes.
Se está abriendo el campo de la Ingeniería Celular, que en definición de
Bernat Soria es “un nuevo campo interdisciplinar que aplica los principios de la
ingeniería y de las ciencias de la vida a la obtención de sustitutos biológicos
para restaurar, mantener o mejorar la función tisular”.

3.1.1        Perspectivas con las células madre embrionarias (ES)

El uso que más ha llamado la atención sería el empleo de células diferenciadas a partir
de células madre embrionarias para terapias celulares o incluso reparación de tejidos
dañados.

Una posibilidad sería tipificar muchas líneas diferentes de ES, con


diferentes sistemas MHC (HLA), pero la diversidad de los haplotipos HLA es
enorme. Una alternativa sería manipular por ingeniería genética las ES para
crear líneas con diferentes haplotipos del HLA, de manera que se obtuvieran
bancos de células apropiados para diferentes receptores de trasplantes. De
todas formas, aunque se lograran células con HLA similar al paciente,
quedarían otros sistemas minoritarios de histocompatibilidad, cuya falta de
concordancia con el paciente podría llevar a problemas no siempre
controlables.
En cambio, el potencial terapéutico de las ES se pondría de manifiesto sobre
todo empleando ES derivadas del propio paciente, ya que no habría
problemas de rechazo de injertos: estaríamos ante un autotrasplante. Pero
¿cómo es posible esto en un individuo ya nacido, si por definición estas
células proceden de embriones? Aquí es donde entraría el método de
transferencia de núcleo de célula somática (la llamada clonación
terapéutica): el paciente suministra células somáticas, se transfiere núcleo a
ovocito desnucleado, se crea un “embrión artificial” (embrión somático),
hasta la fase de blastocisto; se toman las células de su masa interna, se cultivan como
células madre, y finalmente se diferenciarían al tipo de célula o tejido para la terapia
celular o el injerto, sin los problemas del rechazo (autotrasplante). Según algunos, es
muy probable que en las próximas décadas seamos capaces de derivar células madre
autólogas para todos los que las necesiten.
El 21 de noviembre de 2001, la empresa ACT (Robert Lanza, Michael West
en J. Regenerat. Med.) comunicó que había logrado la primera clonación
de un embrión humano mediante este sistema. Muy debatido
científicamente: 57 óvulos maduros de 7 mujeres. Con la mitad,
partenogénesis. Sólo lograron mantener 6 durante 7 días, pero sin células
madre (NO es embrión). Otros 17 óvulos fueron desnucleados, y se les
transfirió núcleos de adulto. Sólo 6 se dividieron hasta 4 o 6 células, y no
progresaron. ¿Embriones de verdad?
Los científicos del Instituto Roslin han propuesto a las autoridades británicas
un proyecto consistente en obtener “bancos de células madre clonadas”
por transferencia de núcleos de células pluripotentes de cordón umbilical
de los recién nacidos. Cada cultivo quedaría conservado en previsión de la
necesidad ulterior de diferenciarlo hacia tipos celulares requeridos para
autotrasplantes del individuo donante.

Pero los retos técnicos de este enfoque son formidables, incluso dejando aparte los
derivados de la transferencia de núcleos a ovocitos.

Las células ES de ratón (y quizá las humanas) son tumorigénicas: si se


inyectan a un animal adulto originan teratomas y teratocarcinomas. Por lo
tanto, un tema de seguridad será asegurarse de que en un cultivo
diferenciado a partir de ES no quedan estas células troncales, o bien
disponer de métodos fiables de separación y purificación de las células
diferenciadas de interés respecto de las ES.
Para ello habrá que avanzar en estudios de marcadores (al estilo de los
CD de las células inmunes) para caracterizar todas las fases intermedias de
cada ruta de diferenciación.
En general, la obtención de poblaciones celulares puras exige el empleo de
técnicas eficaces de selección clonal: p. ej., el uso del FACS (citómetro de
flujo activado por fluorescencia, que discrimina poblaciones en función de
marcadores de superficie). Alternativamente, marcadores genéticos
fácilmente seleccionables en el cultivo.
Alternativamente, se puede introducir por ingeniería genética en el genoma
donante un bloque de genes que permita simultáneamente la selección de
las células diferenciadas y un sistema suicida que garantice la
autodestrucción de las células que no se hayan diferenciado.
¿Podremos forzar a las células madre embrionarias a diferenciarse en
líneas celulares concretas? Aún tenemos una idea muy pobre de la biología
básica de las señales y factores implicados en el desarrollo y
diferenciación del embrión humano, pero se espera que este campo avance
con rapidez.
Otras cuestiones de seguridad para asegurar la salud a largo plazo de las células
a trasplantar.
Hay que asegurar la no introducción de mutaciones lesivas, que se
pueden haber acumulado en el núcleo somático donante durante la vida del
individuo. Será esencial garantizar que tales mutaciones no aumentan el
potencial cancerígeno.
Igualmente está la muy debatida cuestión de la “edad biológica” de las
células. Mientras algunos informes hablan de mayor edad, otros dicen que
el propio proceso de transferencia de núcleo somático “rejuvenece” las
células y estimula a la telomerasa.
Habrá que aclarar la eventual implicación de las alteraciones de la
impronta genética (imprinting) sobre las células ES y sus derivadas,
logradas tras transferencia nuclear.
3.1.2        Perspectivas con células madre de adultos

Ya anteriormente hemos repasado algunos casos recientes que demuestran la


flexibilidad inesperada de células madre de adultos para diferenciarse incluso
en líneas que no son las suyas originales. Obviamente, si se confirman estos
datos, y se avanza en esta línea, tendríamos una nueva posibilidad de terapias
celulares y autotrasplantes, sin el problema ético de manipular y destruir
embriones humanos, aunque sean “artificiales” (por transferencia de núcleo
somático a ovocitos).

(Ir a artículo sobre los aspectos éticos del uso de embriones humanos en
experimentación)
3.1.3        ¿Reprogramación directa de células somáticas?

Una de las grandes aspiraciones de los estudios sobre el desarrollo


embrionario y las células madre es la de desprogramar y reprogramar a
placer células somáticas, sin necesidad de acudir a la transferencia de
núcleos a ovocitos (con la consiguiente destrucción de embriones). Quizá una
vez que conozcamos en detalle lo que ocurre in vivo, seamos capaces de
convencer a ciertas células somáticas de comportarse como células
pluripotentes y después encarrilarlas hacia los tipos celulares deseados.

3.1.4        Algunos ejemplos de terapias experimentales con células madre


Cerebro

Como dijimos, aún tenemos que aclarar el debate sobre la identidad y


localización de las células madre neuronales.

Neuronas funcionales dopaminérgicas y serotoninérgicas a partir de


ES de ratón.

Se ha logrrado el trasplante de células pluripotentes del mesencéfalo en


ratas parkinsonianas, que experimentaron una recuperación transitoria.

A partir del telencéfalo de fetos se han aislado clones de células madre


neuronales, que se han logrado diferenciar en los principales linajes
neurales. Se han trasplantado en zonas germinales de ratones neonatos, y
allí participaron en desarrollo normal, incluyendo migración por rutas
establecidas para diseminarse a regiones del SNC.

En 2001, un equipo del Medical College de Nueva York logró en ratones


infartados la reparación del 68% del tejido cardiaco, con una recuperación
funcional parcial. Se originaron células de varios tipos esenciales: músculo
esquelético, endotelio y músculo liso.
Páncreas:

Estudios de Bernat Soria (Universidad Miguel Hernández de Elche): células


secretoras de insulina a partir de células ES de ratón. Curación tras más de
un año de ratones “diabéticos”.

Grupo de Amon Peck (Universidad de Florida): reversión de diabetes en


ratones NOD (diabéticos no obesos) por trasplante de islotes de
Langerhans generados a partir de células madre del páncreas. En junio de
2000 un grupo de la Universidad de California en San Diego anunció que
había reactivado la producción de insulina en células beta crecidas a partir
de líneas inmortales.
Equipo de Susan Bonner-Weir: cultivo de células de islotes humanos a
partir de células del ducto pancreático.
Hígado:

Ya aludimos a las células madre de hepatocitos que parecen residir en la


médula ósea. Un reciente informe en ratones logró usar con éxito
trasplantes de médula ósea para corregir tirosinemia, como modelo de
enfermedad hepática.

Hay ejemplos de células pancreáticas que se diferencian a hepatocitos.


Corazón:

La empresa Geron ha comprobado que células madre embrionarias


humanas pueden originar cardiomiocitos. Pero todavía no se han
encontrado células madre en el propio corazón.

En 2001 un equipo del Medical College de Nueva York comunicó en ratón


la reparación del 68% del tejido cardiaco de corazones infartados,
inyectando directamente células madre de la médula ósea. Se regeneró
músculo estriado, y vasos (endotelio y musculatura lisa). Recuperación de
parte de la función cardiaca.
Otros ejemplos:

Un equipo de la Universidad John Hopkins demostró que una sola célula


madre hematopoyética de ratón podía desarrollarse en células epiteliales
de diferentes órganos, incluyendo intestinos, pulmón y piel. A los 11 meses
de los trasplantes el pulmón tenía un 20% de células diferenciadas a partir
de la célula madre.

Estos ejemplos son alentadores, pero no eliminan totalmente la cuestión del uso de las
células embrionarias:

No se han aislado células pluripotentes de ciertos órganos, como es el caso


del corazón. Puede que haya tejidos y órganos de los que no podamos
disponer de células madre, por lo que técnicamente tendríamos que volver a
pensar en las ES por clonación terapéutica.
Las células madre embrionarias son ideales para realizar terapia génica, que
será necesaria para curar ciertas patologías. Lo veremos a continuación.
3.2           Células madre para terapia génica somática

En algunas enfermedades no bastará con realizar autotrasplantes, sino que


habrá que corregir defectos genéticos. Las células madre embrionarias de
ratón (y quizá las humanas), son excelentes para manipulación genética, y
pueden realizar recombinación homóloga, por lo que se podría ensayar incluso
terapia génica sustitutiva, reemplazando genes anómalos por versiones
correctas.

Imaginemos el caso de un paciente aquejado de anemia falciforme o talasemia


(enfermedades genéticas que afectan a la hemoglobina). Se realiza la
transferencia de núcleo somático a óvulos, se desarrolla el blastocisto artificial,
se aislan las células madre y se manipulan por ingeniería genética para corregir
el defecto. Una vez asegurados de que el gen se ha insertado correctamente
(por recombinación homóloga) y se puede expresar, se induce la diferenciación
de las ES hasta células sanguíneas o sus precursores pluripotentes, que
podrían recolonizar la médula ósea, y se curaría la enfermedad de modo
permante.

También se puede intentar la manipulación genética de células madre no


embrionarias: células madre neuronales de fetos humanos fueron manipuladas
genéticamente, y demostraron su capacidad de secretar productos
terapéuticos, por lo que muestran un potencial para corregir defectos
metabólicos en neuronas y glía.

4.    ¿Hacia la reconstrucción de órganos y tejidos?

Como vimos anteriormente, la terapia en principio más inmediata de los cultivos


de células madre será el trasplante de poblaciones célulares al propio individuo
donante. Pero para conseguir el auténtico potencial terapéutico de esta
tecnología habría que lograr reconstruir tejidos más complejos e incluso
órganos o algunas de sus partes, con plena funcionalidad. Aquí se presentan
nuevos problemas de otro tipo, que podríamos englobar bajo el epígrafe de
“ingeniería de tejidos y órganos”, pero que aún quedan relativamente lejos
de las posibilidades actuales. De todas formas, repasaremos algunos avances
recientes que en un futuro podrían combinarse con las estrategias de las
células madre.

En una situación relativamente sencilla de este enfoque se encuentran las


tecnologías de “células encapsuladas”, por la que las células terapéuticas se
separan del resto del organismo por una membrana sintética con permeabilidad
selectiva, de modo que suministra protección al trasplante, al tiempo que
permite el intercambio de nutrientes, oxígeno y señales moleculares, y la
liberación de las sustancias terapéuticas. Las células se pueden manipular
genéticamente previamente para garantizar la secreción de la sustancia
terapéutica. Se está intentando con células secretoras de insulina (para la
diabetes), con células cromafines (tratamiento del dolor crónico), con células
secretoras de hormona de crecimiento (para enanismo), etc. Igualmente
existen intentos de expresar proteínas antiangiogénicas contra el cáncer
(endostatina) en células inmovilizadas en matrices de alginato.

En cuanto a regeneración de órganos, uno de los puntos clave es lograr


estructuras organizadas tridimensionalmente, donde las distintas células
adquieran posiciones adecuadas para intercomunicarse entre sí y con otras
partes del organismo. Para ello se intenta disponer de “andamios”
tridimensionales que sirvan para dar forma y consistencia, y para alojar
adecuadamente a las células:

“Prótesis óseas biológicas”, a base de combinaciones de células, sustancias


bioactivas y matrices tridimensionales de soporte que imitan el hueso natural:

Un grupo ha demostrado la importancia de las interacciones celulares


tridimensionales y de la densidad celular para producir tejidos de tipo óseo.
Se logró la agregación de precursores óseos sometiendo a células
osteogénicas, procedentes de cultivo, al factor TGF-b1, lo que a su vez
desencadenó la producción de proteínas específicas del hueso y la formación
de microespículas cristalinas maduras con tejido óseo humano organizado.
Otro grupo ha usado una combinación de trozos de coral (una cerámica
natural de carbonato cálcico) con células madre mesenquimales para
generar implantes ortopédicos que lograron curación al menos parcial de
lesiones óseas en ovejas. Al cabo de varios meses tras la implantación, estos
composites de coral se habían remodelado como huesos maduros, e incluso
habían logrado su fusión completa con el hueso nativo. Parece ser que parte
del éxito se debe a que el coral suministra una matriz porosa tridimensional
reabsorbible, que permite la infiltración y organización de las células
repobladoras.
La ventaja de usar células madre mesenquimales es que son fáciles de aislar
de la médula ósea, y puede inducirse su diferenciación en osteoblastos
tratándolas con factores como dexametasona, BPM (proteínas
morfogenéticas óseas) o vitamina C.
Anteriormente las aproximaciones se habían basado en matrices
tridimensionales de poliésteres degradables o de cerámicas de hidroxiapatita,
que se repoblaban con células de médula ósea o tejido del periostio, y se
mantenían en cultivo durante varios días antes de su implantación.

Reconstrucción de vejiga urinaria de perros: se aislaron células de músculo


liso del exterior y células uroteliales del interior de la pared de la vejiga, se
multiplicaron in vitro, y se sembraron respectivamente en la superficie exterior e
interior de un tejido de poliéster con forma de vejiga; la construcción resultante
se nutrió durante 7 días en un medio estéril, y se implantó en perros que
carecían de la mayor parte de su vejiga. Esta “neo-vejiga” funcionó de modo
notablemente similar a la natural al menos durante un año, demostrando
estabilidad en el volumen de orina y resistencia adecuada. A los tres meses del
trasplante los polímeros habían desaparecido, y la vejiga había desarrollado
vasos sanguíneos y alguna inervación. A microscopio, la histología de la
neovejiga era notablemente parecida a la natural, con capas de músculo liso y
urotelio patentes.

Este trabajo supone un avance respecto de anteriores en los que se intentaba


trasplantar solo células de musculatura lisa sobre matrices de colágeno, y en
los que al cabo del tiempo las células se transformaban en miofibroblastos.
Quizá el éxito se deba de nuevo a que en este caso las células musculares
pueden “dialogar” (¿con óxido nítrico?) con otras células, sobre todo las
uroteliales, al estilo de lo que pasa en la intercomunicación entre células
musculares lisas y células endoteliales.

Un equipo del MIT ha obtenido arterias funcionales artificiales, usando como


andamiaje un polímero de poliglicólico. El polímero, con forma de tubo, servía
para cebar el anclaje de células de musculatura lisa de vacas, y se conectó
a un sistema de perfusión pulsátil que imitaba la frecuencia de pulso de la
arteria embrionaria (165 pulsos/min). Tras 8 semanas, se cubrió el interior con
células endoteliales. El pulso favorecía la producción de colágeno, de modo
que las paredes del vaso eran relativamente gruesas (aunque no tanto como
en los vasos naturales) y resistentes. Resistían fuerzas de ruptura, aguantaban
suturas, y mostraban respuestas contráctiles ante agentes farmacológicos.
Además, se comprobó que contenían células de musculatura lisa. Estas
arterias artificiales se implantaron en cerdos (sustituyendo a porciones de
arterias de las patas), y aguantaron más de tres semanas sin obstruirse.

Lograr órganos macizos como el riñón y el hígado, constituye el “Santo Grial”


de la bioingeniería. Está claro que aún estamos en la primera infancia de la
ingeniería de tejidos y órganos. El reto futuro será no solo derivar células
diferenciadas a partir de células madre, sino lograr estructuras funcionales, con
su vasculatura y su inervación. De nuevo en el MIT ha habido un avance hacia
algo parecido a un hígado artificial: usando una técnica de impresión en tres
dimensiones (3DP) originalmente pensada para piezas metálicas, este equipo
logró estructuras compuestas de varias láminas de polímero (poliláctido y
poliglicólido) que contenían canales internos de 300 micrometros. Los
investigadores sembraron esta matriz con células endoteliales y de hígado
de rata, y perfundieron medio nutritivo durante 5 semanas, con lo que lograron
que las células se organizaran en estructuras microscópicas semejantes a
las del hígado, y que produjeran albúmina.

Los primeros tejidos artificiales aprobados en los EEUU para uso clínico son
derivados de piel y de cartílago.

El TransCyte de la empresa Advanced Tissue Sciences es un sustituto de


piel hecho con células de la dermis sobre un polímero biodegradable, y
que se puede usar como cubierta protectora temporal en quemaduras de 2º y
3º grado.
La misma empresa tiene en fase de ensayos clínicos otro producto, el
Dermagraft, previsto para el tratamiento de las úlceras en los pies de los
diabéticos. Se fabrica sembrando fibroblastos de dermis humana sobre un
andamio sintético de material bioabsorbible. Las células se estimulan y
producen colágeno, proteínas estructurales y factores de crecimiento.
El Apligraf de la empresa Organogenesis consta de dermis y epidermis, y
se ha aprobado para tratar úlceras de piernas que no curan espontáneamente,
como las de los diabéticos. Consta de una capa de células dérmicas y
epidérmicas obtenidas a partir del prepucio en la circuncisión. Carticel, de
Genzyme Corporation, se ha aprobado para reemplazar cartílago dañado de
la rodilla. La empresa toma condrocitos a partir del paciente y los hace crecer
en una matriz biodegradable, implantándose en la rodilla del enfermo.
Otra empresa, Curis, está desarrollando el Chondrogel, que es una mezcla
inyectable de condrocitos autólogos y de polímero de hidrogel. Su indicación
sería el tratamiento del reflujo vesicouretral, un defecto congénito de la vejiga
urinaria de niños, y la incontinencia por estrés en las mujeres.

La clonación humana "terapéutica".

Documento del Centro de Bioética de la Universidad del Sagrado Corazón de


Roma, 12-1-99, (texto íntegro).

El siglo que está a punto de concluir ha sido definido "el siglo biotecnológico".
En efecto, las noticias de la invención de nuevas técnicas de intervención sobre
la vida vegetal, animal y humana invaden casi a diario la opinión pública,
suscitando reacciones a menudo apasionadas y valoraciones opuestas.

Se corre el riesgo de hacer juicios fragmentarios y emotivos, fundados a veces


en noticias incompletas y no bien comprendidas, o de acostumbrarse a
anuncios sensacionales, sin tratar de formarse una idea precisa del alcance
humano y cultural de lo que acontece.

Así pues, es necesario hacer una reflexión documentada, serena y objetiva, y


ofrecerla como una debida contribución para información sobre todo de los que
no tienen familiaridad con el tema, con el fin de ayudarles a tomar mayor
conciencia con respecto a los eventos científicos y biotecnológicos que
caracterizan a nuestro tiempo.

Lo que se ha hecho

Después del anuncio de la clonación de la oveja Dolly, en los primeros meses


de 1997 (como se recordará, se trató precisamente de la clonación por fusión
de un ovocito desnucleado con una célula somática extraída de la ubre de una
oveja adulta de seis años y cultivado en un laboratorio), la alarma se concentró
inmediatamente en la posibilidad de transladar ese procedimiento al hombre.
Las condenas morales de esta posibilidad fueron numerosas: desde diversas
partes, remitiendo a una valoración prudente y competente el juicio sobre el
empleo de este procedimiento sobre los animales, se solicitaron normas de ley
claras y definitivas en lo referente a la clonación humana.

Ya desde el primer momento, en los diversos comunicados de los organismos


internacionales (Unesco, Parlamento europeo, Consejo de Europa,
Organización Mundial de la Salud.), se notaban expresiones y matices
diversos, que en cualquier caso ponían el énfasis en una condena general de la
clonación humana, condena que unas veces era fruto de un acuerdo entre
diferentes concepciones antropológicas y éticas, y otras se basaba sólo en
posibles consecuencias de dichos procedimientos.
A este respecto se difundían en la opinón pública hipótesis y expresiones que
pretendían configurar procedimientos particulares encaminados a la producción
de células y tejidos para sucesivos empleos de medicina experimental y clínica,
sobre todo en la línea de los transplantes terapeúticos. Se habló de la
producción de líneas celulares multipotentes a partir de células estaminales de
origen embrional (precisamente células de la masa celular interna del
blastocito), procedentes de embriones humanos producidos mediante
clonación.

La opinión pública, por motivos de comunicación y por el deseo de ganar


fácilmente consenso, fue inducida a creer que se podían producir células y
tejidos por clonación de otras células y tejidos, sin considerar por el contrario,
que ese procedimiento implicaría necesariamente la generación de embriones
humanos, aunque sólo sea en la fase de blastocitos, no destinados a ser
transladados al cuerpo de una madre para su sucesivo desarrollo, sino
solamente con la finalidad de usar sus células y así destruirlos. Este
"malentendido" indujo a muchos a considerar que esos procedimientos debían
considerarse lícitos, dado que tenían una finalidad terapeútica de gran valor
para la curación de determinadas enfermedades y no dañarían la integridad del
individuo humano.

Entre tanto, llegaba el anuncio de que el mismo centro de Escocia que había
clonado a Dolly estaba dispuesto a colaborar con una industria estadounidense
en la producción de células y tejidos humanos mediante procedimientos de
clonación y la formación de bancos de este precioso material.

En el caso se pidió la opinión de la Licensing Authority del Reino Unido, que


respondió de forma afirmativa: en los primeros días del mes de diciembre de
1998 dio el visto bueno para ese procedimiento, es decir, se mostró favorable a
una clonación con finalidad terapéutica considerada una especie de fruto de la
biotecnología "de rostro humano".

Así, como a menudo acontece en estas situaciones, se planteó un dilema: o


dar el visto bueno a esa producción, "benéfica", o impedir el avance de la
ciencia hacia la victoria sobre enfermedades degenerativas (como la de
Parkinson), metabólicas (como la diabetes mellitus con dependencia de la
insulina) u oncológicas (como la leucemia).

En esta situación resulta urgente aclarar los términos de la cuestión y examinar


de cerca la pertinencia de ese dilema.

Lo que se quisiera hacer

En realidad, lo que la industria biotecnológica pretende realizar mediante ese


tipo de tecnología con fines terapéuticos es una auténtica clonación de
individuos humanos. En efecto, no se trata de reproducir células idénticas entre
si partiendo de una única célula progenitora, como acontece actualmente en el
campo de los cultivos celulares; ni se trata simplemente de producir, con la
técnica de la proliferación celular in vitro, tejidos destinados a la implantación
(por ejemplo, tejido cutáneo, óseo y cartilaginoso), según los procedimientos de
la "ingeniería de tejidos". Con esta técnica se toman del cuerpo humano o
animal células capaces de proliferar y generar tejidos en laboratorio, con el fin
de sustituir tejidos dañados del cuerpo de un paciente, por ejemplo, a causa de
una quemadura grave. En efecto, si se tratara de la reproducción de células o
de intervenciones de ingeniería de tejidos, no habría propiamente ninguna
dificultad ética para admitir la licitud de esas técnicas.

Sin embargo, como saben muy bien los investigadores, aquí de lo que se trata
es de la producción de células y tejidos a partir de embriones humanos
clonados, es decir, de seres humanos a los que se les va a interrumpir su
desarrollo para poderlos utilizar como fuente de "precioso" material biológico, a
fin de "reparar" tejidos u órganos degenerados en un individuo adulto.

Es bien conocido que las células del embrión antes de la implantación en el


útero y los células estaminales multipotenciales que se encuentran en el
organismo humano también en fases sucesivas del desarrollo, tienen
capacidad extendida de autorrenovación y de diferenciación, y se quisiera
aprovechar esa potencialidad para las múltiples finalidades terapéuticas antes
recordadas.

Por lo que se refiere a las células estaminales multipotenciales ya se sabe que


pueden encontrarse también en otros tejidos, y no sólo en el embrión precoz.
En efecto, se hallan, entre otros lugares, tanto en el saco vitelino, en el hígado
y en la médula ósea del feto, como en la sangre del cordón umbilical, en el
momento del parto. Cuando se recocojan células estaminales de embriones o
fetos abortados espontáneamente o del cordón umbical, en el momento del
parto, no existen particulares problemas eticos. Sin embargo, estas células no
serían capaces de dar lugar a la variedad de diferenciaciones celulares que,
por el contrario, se pueden lograr en las células estaminales obtenidas de
embriones y, por consiguiente, al parecer no satisfacen las exigencias del
biotecnólogo, el cual busca células numerosas, vitales y seleccionadas en
relación con las solicitudes clínicas. Por eso, la producción de un organismo
humano en fase embrional de desarrollo mediante clonación sería considerado
una fuente preferencial y una reserva de la que se puede disponer en el
tiempo, aprovechando la crio-conservación de ese mismo embrión. Además,
los tejidos así obtenidos resultarían histocompatibles con los del donante del
núcleo, el paciente mismo; este hecho permitiría superar el problema del
rechazo propio de los trasplantes con tejidos "ajenos" al paciente.

El uso de la clonación en ese sentido permitiría, por tanto, tener un producto


específico y "abundante", capaz de alimentar las esperanzas de una floreciente
actividad bioindustrial. Y, si reflexionamos; un momento, podremos caer en la
cuenta de que, en efecto, la invitación a emprender el camino de la
investigación sobre la "clonación terapéutica", vino precisamente de la industria
biolecnológica. Por ejemplo, precisamente una industria estadounidense se
mostró muy interesada, anunciándolo por Internet, en la posibilidad de patentar
productos para la terapia de enfermededes degenerativas vinculadas a la edad,
por lo que se mostró dispuesta a financiar esas investigaciones que lleven a la
producción de células estaminales, así como o la identificación de los factores
de diferenciación celular tanto para preparar intervenciones de ingeniería
genética como para utilizarlos en los transplantes.

El juicio ético

Las implicaciones bioéticas de esos procedimientos, a pesar de los propósitos


"humanísticos" de quien anuncia curaciones espectaculares por este camino
que pasa por la industria de la clonación, son enormes y requieren un juicio
sereno pero firme, que muestre la gravedad moral de ese proyecto y motive su
condena inequívoca.

Ante todo, es preciso decir que la finalidad "humanística" a la que se remite no


es moralmente coherente con el medio usado; manipular a un ser humano en
sus primeras fases vitales a fin de obtener material biológico necesario para
experimentación de nuevas terapias, llegando así a matar a ese ser humano,
contradice abiertamente el fin que se busca: salvar una vida (o curar
enfermedades) de otros seres humanos. El valor de la vida humana, fuente de
igualdad entre los hombres, hace ilegítimo un uso meramente instrumental de
la existencia de uno de nuestros semejantes, llamado a la vida para ser usado
solamente como material biológico.

En segundo lugar, esta manera de actuar cambia totalmente el significado


humano de la generación, que ya no se piensa y realiza en orden a la
reproducción, sino que se programa con fines médico-experimentales (y por
eso también comerciales).

Este proyecto se alimenta con la progresiva despersonalización del acto


generativo (introducida con las prácticas de la fecundación extracorpórea), el
cual se convierte en un proceso tecnológico que transforma al ser humano en
propiedad para uso de quien, en un laboratorio, es capaz de engendrarlo.

En la clonación humana con fines terapéutico-comerciales, se altera la figura


misma del "progenitor", reducido al rango de prestador de un material biológico
con el que se engendra un hijo-gemelo destinado a ser usado como
suministrador de órganos y tejidos de recambio.

Esta manera de actuar es contraria incluso a la Convención europea sobre los


"derechos del hombre y la biomedicina", la cual, a pesar de permitir -y se trata
de una opción que consideramos lamentable y moralmente ilícita- la utilización
de embriones supernumerarios obtenidos con los métodos de fecundación
artificial, sin embargo prohibe su producción con fines experimentales (art. 18
b). El hecho de que el Reino Unido no haya firmado aún esa Convención no es
motivo suficiente para subestimar el principio expresado por la Convención
europea, que sanciona el derecho de todo ser humano a no ser engendrado
para fines diferentes de la reproducción misma.

En el caso que aquí estamos examinando, además, no se utilizan los criterios


de la experimentación, arriesgada o no arriesgada, sino que se avala el
principio según el cual sería legítima una utilización del ser humano que
implique su destrucción.
Pero esa manera de actuar está en flagrante oposición con los derechos del
hombre, dado que permitiría utilizar a un ser humano vivo para obtener de él
células o tejidos, aunque sea para el bienestar de otro individuo, incluso
cuando eso implica la muerte del ser humano utilizado.

El principio que de hecho se introduce, en nombre de la salud y del bienestar,


sanciona una auténtica discriminación entre los seres humanos según la
medida de los tiempos de su desarrollo (así un embrión vale menos que un
feto, un feto menos que un niño y un niño menos que un adulto), trastocando el
imperativo moral que, por el contrario, precisamente impone defender y
respetar con el máximo empeño a los que no son capaces de defender y
manifestar su intrínseca dignidad.

La civilización occidental, que ha sabido emanciparse de las discriminaciones


raciales y ha sancionado el derecho de todo ser humano a ser tratado como
miembro de la familia humana, independientemente de sus condiciones de
salud, edad y estado social, ahora corre el peligro de permitir, con la mediación
de la tecnología, la llegada de una nueva barbarie.

El proyecto de la clonación humana con fines terapéutico-comerciales


manifiesta el regreso del darwinismo social en el que se fundó el racismo
poeudocientífico de fines del siglo XIX.

La práctica de la clonación no puede encontrar ninguna legitimación ni siquiera


en las discusiones referentes a la identidad individual y personal del embrión
obtenido en forma programada en un laboratorio: se trata de un nuevo ser
humano, intrínsecamente orientado a su desarrollo y a su plena maduración
individual, que se actuaría si no se lo impidieran a sabiendas. Tampoco tiene
consistencia la referencia al hecho de que estos seres humanos en fase
embrional, destinados a proporcionar células y tejidos, no sean capaces de
sentir dolor: la ausencia de dolor no justifica la supresión de un ser humano;
matar a un hombre bajo anestesia seguiría siendo un homicidio.

Es demasiado evidente que aquí, apelando al criterio de la salud, se cuenta


con la complicidad del egoísmo colectivo: la estrategia lingüística con la que se
quiere anular el significado moral de la clonación humana (por lo que hoy se ha
introducido el término "cuerpo embrioide" para referirse al embrión construido in
vitro mediante la clonación y destinado a ser destruido deliberadamente)
manifiesta el disgusto originario frente a la convicción de que se está
proyectando engendrar, usar y eliminar a uno de nosotros.

En cambio, es preciso tener la valentía de mirar a través del microscopio


electrónico y reconocer que allí no hay una célula cualquiera, no hay un
material genético amorfo, sino que hay un ser humano que inicia su camino
vital. Los fines terapéuticos, aunque fueran verdaderos y no sólo hipotéticos y
sustitutos de delitos reales, no justifican jamás el asesinato programado de un
semejante o su producción en serie.

La lógica que domina en este proyecto está vinculada al mercado


biotecnológico, y no tiene nada que ver con el momento cognoscitivo propio de
la ciencia. No podemos olvidar que a este resultado se ha llegado con la puesta
en marcha de la procreación artificial, cuando se procedió a separar el
momento y el hecho procreativo de la expresión del amor conyugal y personal:
este hecho ha entregado el embrión a la explotación biotecnológica y
comercial.

La ciencia ha sabido encontrar, y pensamos que puede encontrar, formas de


terapia para las enfermedades de base genética o degenerativa a través de
otros procedimientos, como la utilización de células estaminales tomadas de la
sangre materna o de abortos espontáneos, prosiguiendo las investigaciones en
el campo de las terapias génicas y recurriendo de nuevo al estudio sobre los
animales: si, por hipótesis, la única vía posible fuera, por el contrario, la de la
clonación humana, entonces sería preciso tener la valentía intelectual y moral
de renunciar a este camino, dado que imponer el origen y la muerte de uno de
nuestros semejantes para garantizar la salud es un acto de injusticia que
lesiona en sus fundamentos nuestra dignidad y nuestra civilización. Roma, 12
de enero de 1999.

Los científicos de la Universidad de Newcastle que recibieron la


primera licencia británica para la clonación humana con fines
terapéuticos dijeron haber logrado crear un embrión clonado. Es
la primera vez que concreta ese tipo de clonación en Europa.

Gran Bretaña, que hace cuatro años se convirtió en el primer país


del mundo en permitir la clonación terapéutica, conforma con
Corea del Sur el grupo de naciones pioneras de ese tipo de
tecnología biológica, cuyo objetivo es aportar nuevos tratamientos
para enfermedades hoy incurables.

Anteayer, el equipo de científicos


coreanos de la Universidad Nacional de
Seúl que el año pasado anunció haber
obtenido por primera vez células madre
a partir de un embrión humano clonado,
publicó en la revista Science la
obtención de células madre a partir de
una técnica de clonación más efectiva y
a medida, de un grupo de pacientes.

Mientras científicos surcoreanos e


ingleses se disputan la delantera en el
campo de la clonación con fines terapéuticos, el presidente
norteamericano George W. Bush volvió a expresarse en contra de
este tipo de investigación a la que Estados Unidos se niega a
otorgar fondos públicos que la financien.

Bush dijo ayer que vetaría cualquier proyecto de ley destinado a


levantar restricciones sobre las investigaciones de células madre
embriónicas, y expresó profunda preocupación acerca de una
investigación surcoreana que incluye la clonación de células
humanas.

"Estoy muy preocupado por la clonación -dijo el mandatario-. Me


preocupa un mundo en que la clonación sea aceptada."

El presidente norteamericano también amenazó con vetar


cualquier proyecto de ley que autorice el uso de fondos de los
contribuyentes para ser dedicado a la investigación de células
troncales. "He puesto claramente de manifiesto al Congreso que
el uso de fondos federales, de dinero de los contribuyentes, para
promover una ciencia que destruye la vida para salvar vidas [...].
Estoy en contra de eso -dijo Bush-. "Por lo tanto, si un proyecto
de ley hace tal cosa, lo vetaré."

La de Bush no ha sido la única voz que se hizo oír en contra de


los recientes avances en materia de clonación terapéutica. "Nos
prometen el tratamiento de enfermedades terribles como el
Parkinson o el Alzheimer, y todos queremos que se puedan curar.
Pero el fin no justifica los medios; no hay que fabricar seres
humanos para que sirvan de materia prima a otros", comunicó la
asociación Life, de Inglaterra.

"Si esos investigadores estuvieran en Francia o en Alemania,


estarían en prisión porque la clonación terapéutica está prohibida
en esos países, lo que indica que es contraria a la ética", declaró
Philippa Taylor, directora del Centre for Bioethics and Public
Policy.

Es inevitable que la clonación reproductiva suceda a la clonación


terapéutica, a falta de una prohibición mundial efectiva, opinó por
su parte Josephine Quintavalle, vocera del grupo de cuestiones
éticas Comment on Reproductive Ethics.

Para los científicos ingleses de Newcastle, el interés de la


clonación terapéutica está puesto en otro lado: en abrir nuevas
perspectivas para curar enfermedades como la diabetes y el mal
de Alzheimer, o reemplazar órganos defectuosos sin correr el
riesgo de que el trasplante sea rechazado. Pero estos avances no
podrán ser aplicados a pacientes antes de que pasen varios años,
según advirtieron los investigadores.

Polémica experiencia argentina

Células madre para el tratamiento del infarto cerebral

Por Sebastián A. Ríos


En sintonía con los avances en materia de clonación terapéutica
reportados por científicos surcoreanos, un equipo médico de San
Nicolás, provincia de Buenos Aires, anunció ayer haber
implantado células madre en el cerebro de un paciente de 45
años que había sufrido un accidente cerebrovascular (ACV), en
un intento por revertir sus secuelas neurológicas.

Con el nuevo anuncio, el grupo de médicos que dirige el doctor


Roberto Fernández Viña reproduce en forma casi exacta otra
experiencia difundida meses atrás, en la que implantó células
madre en el páncreas de un paciente con diabetes. Al igual que
aquella vez, las técnicas empleadas son inéditas en el mundo y,
del mismo modo, el protocolo de investigación se realiza a
espaldas de las autoridades regulatorias nacionales.

Consultados por LA NACION, funcionarios de la Administración


Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica
(Anmat), que es quien regula los estudios médicos que involucran
a pacientes, dijeron no haber recibido ninguna solicitud de
autorización por parte del doctor Fernández Viña y sus colegas.

"La Anmat no tiene injerencia alguna en [la investigación de]


terapias celulares. En la Argentina no hay legislación al respecto",
dijo a LA NACION Fernández Viña.

"Existe una comisión en el Ministerio de Salud de la Nación que


se ocupa de terapia génica y otras nuevas tecnologías médicas,
como las terapias celulares", informó el doctor Lino Barañao,
presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica, para
quien, además, "todo experimento de este tipo requiere un
permiso, y eso es algo casi de sentido común".

"Para mí esto es muy poco serio", agregó Barañao.

La intervención realizada el miércoles último en la Fundación Don


Roberto Fernández Viña trató de reproducir una experiencia
similar realizada en Brasil, por investigadores del Instituto
Procardíaco, de Río de Janeiro. Allí, el doctor Hans Dohmann
habría realizado 30 intervenciones.

"Al igual que nosotros, Dohmann implantó células madre


extraídas de la médula ósea de los pacientes a los 3 o 4 meses
de haber sufrido un ACV -señaló el doctor Fernández Viña-. A los
15 o 20 días del implante, obtuvo una recuperación casi completa
de las secuelas."

Todavía es muy pronto como para saber si el paciente tratado en


San Nicolás superará la hemiplejia y la afasia que le causó el
ACV. De todos modos, para enterarse de los resultados habrá
que acudir a reuniones científicas internacionales, ya que
Fernández Viña no presenta sus experiencias a la comunidad
médica local.

"No nos interesa polemizar con personas que ya han reaccionado


apresuradamente ante nuestras investigaciones", concluyó
Fernández Viña.

Opiniones
Por Lino Barañao. Presidente de la Agencia Nacional de
Promoción Científica e investigador del Conicet.

El trabajo que hoy se da a conocer en Science promete superar la


primera barrera que plantea el uso de células madre embrionarias
para el tratamiento de enfermedades crónicas: demuestra que
eventualmente sería posible producir células "a medida" de cada
paciente.

Sin embargo, el brillo de este logro no debería hacernos olvidar


de que aún queda otro gran obstáculo por delante, y es que
todavía no sabemos si las células madre son verdaderamente la
herramienta terapéutica que creemos que son.

Fuera de ciertas evidencias laterales, todavía no se probó


fehacientemente que tuvieran utilidad cierta. Aunque todo parece
indicar que así será, no tenemos un modelo animal experimental
que muestre que de hecho sirvan para reparar tejidos, fuera de
algunas experiencias en ratones que por ahora no son
concluyentes.

Por otro lado, de cada blastocito se pueden obtener alrededor de


100 células madre, de las cuales la mitad o menos son utilizables
y todavía no se han podido amplificar para obtener una cantidad
terapéuticamente útil.

Por último, resta confirmar si estas células son seguras; es decir,


si dado su enorme potencial de proliferación no van a dar origen a
un tumor. Y -a diferencia de lo que ocurre con un fármaco, por
ejemplo, cuyos resultados se observan rápidamente- la prueba
clínica va a requerir mucho tiempo, tal vez décadas.

Llegado el momento, habrá que valorar qué tipo de riesgos


queremos tomar al implantar células madre. En el caso de una
criatura con una deficiencia crónica, tal vez valdría la pena
exponerse; distinto sería el caso de un paciente diabético, en que
la relación costo-beneficio es poco clara, porque es preferible
tratarlo con insulina antes que someterlo a un procedimiento que
puede ser letal.

Por cuestiones de patentamiento y éxito comercial, hay una prisa


muy grande por lograr células humanas. Pero no hay que crear
falsas expectativas en el corto plazo, porque aun cuando se logre
todo lo demás, llevará muchos años llegar hasta la etapa de
aplicación.

Sin embargo, si no comenzamos a discutir ya mismo en el país


qué queremos hacer con estos avances científicos, los beneficios
de estas terapias quedarán reservados para los que tengan el
poder económico para viajar al extranjero, siendo que se trata de
tecnologías que se pueden dominar perfectamente en el país.

Sobre todo, hay que reglamentar este tipo de experiencias en sus


aspectos éticos, especialmente en lo que hace al cuidado de las
donantes, ya que la estimulación ovárica es una maniobra que
tiene sus riesgos y hay que tener cuidado de que no surja un
mercado de donantes que carezca la protección legal
correspondiente.

Por Nora Bär  

Crearon células “a medida” del paciente que podrían reparar


diversos tejidos. El anuio fue calificad de notable logro científico

Catorce meses después de haber anunciado la primera


derivación de células embrionarias humanas obtenidas por
clonación, el veterinario Woo Suk Hwang y el ginecólogo Shin
Yong Moon, de la Universidad Nacional de Seúl, acaban de
alcanzar otro sorprendente logro científico: crearon células
embrionarias “a medida” de un grupo de pacientes, muchos de
ellos con daño neurológico.

El trabajo, que se publica hoy en Science, fue elogiado


fuertemente como un gran paso adelante en el desarrollo de
terapias de clonación terapéutica.

“Este dramático aumento en la eficiencia sugiere que crear


células embrionarias que concuerden genéticamente con los
pacientes que las necesitan podría no ser impracticable”, escribe
Gretchen Vogel en un comentario que acompaña el trabajo.

“Es un avance que no esperaba en décadas”, afirmó el biólogo


Gerald Schatten, de la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania.
George Daley, de Harvard, lo calificó de “espectacular”. Rudolf
Jaenisch, del Massachusetts Institute of Technology, consideró
que “habrá que repensar el argumento de que [la producción de
células madre] no es eficiente”.

El logro consiste en haber producido once líneas de células


madre que llevan la “firma genética” de personas accidentadas o
enfermas. Pero, a diferencia de lo que había ocurrido en la
experiencia anterior, en que sólo habían obtenido una línea
celular de más de 248 intentos, en esta oportunidad lograron
derivar una línea celular por cada menos de 20 intentos. Y, al
parecer, lo hicieron con una rapidez y eficiencia que ya están
poniendo en tela de juicio varias creencias establecidas.

Para el doctor Daniel Salamone, docente de la cátedra de


fisiología zootécnica de la Facultad de Agronomía de la UBA y
especialista en tansferencia nuclear, "el trabajo es impecable
desde el punto de vista de los materiales y el método, y aclara
con especial cuidado dudas que se habían planteado en la
experiencia anterior".

Por su parte, la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva


afirmó en una declaración: "Aplaudimos al profesor Hwang y sus
colegas por este avance científico revolucionario", y afirmó que
esto acerca mucho el cumplimiento de la promesa de que la
investigación con células madre permitirá desarrollar terapias
para las enfermedades más graves.

"El grupo surcoreano ya venía trabajando en la obtención de


células madre embrionarias a través de las técnicas de
transferencia nuclear, aunque la eficiencia era bastante baja
-explica el doctor Pablo Argibay, del Hospital Italiano-. El avance
notorio de este estudio es su alta eficiencia. Aunque parecía
obvia, la modificación consistió principalmente en utilizar ovocitos
frescos y de donantes jóvenes."

¿Cómo hicieron Hwang y sus colegas para obtener las células


embrionarias? Emplearon la misma tecnología que se desarrolló
para producir a la oveja Dolly en 1996. Reemplazaron el núcleo
de un ovocito por el de una célula de la piel e iniciaron el
desarrollo de un embrión fusionándolos mediante una corriente
eléctrica. Sin embargo, como no querían desarrollar una persona,
sólo le permitieron subdividirse seis días, el tiempo necesario
para derivar estas células totipotenciales, que en teoría pueden
transformarse en cualquier tejido del organismo.

Según afirman los científicos en su trabajo, un factor importante


del éxito fue el hecho de haber utilizado ovocitos recién
recolectados de mujeres fértiles en lugar de emplear los que son
descartados en tratamientos de fertilidad.

La edad de las donantes también podría haber sido definitoria.


Mientras los ovocitos tomados de mujeres de alrededor de 30
años daban una línea celular cada 30 intentos, los de donantes
más jóvenes permitieron un éxito cada 13 intentos. En nueve
casos sólo se requirió una donación de ovocitos para crear una
nueva línea celular.
Entre otras mejoras técnicas el equipo surcoreano menciona
además que en lugar de utilizar una aguja para extraer el núcleo
del ovocito, decidieron rasgarlo y extraer suavemente los
cromosomas de su interior.

Si se tiene en cuenta que se considera posible obtener 10


ovocitos de cada donante, basta una cuenta sencilla para
comprender que a partir de este estudio la posibilidad de producir
células madre "a medida" se acerca en forma notable.

La clonación terapéutica plantea la posibilidad de producir células


madre y obligarlas a diferenciarse en tejidos específicos. Lo
bueno de obtenerlas del propio paciente es que permiten crear
células "de repuesto" genéticamente idénticas a las del tejido
dañado.

Sin embargo, no todo es soplar y hacer botellas. Todavía queda


un largo camino por delante.

"Tenemos que ser cautos -dice Salamone-. Lo que se ha logrado


a través de este trabajo es obtener células indiferenciadas. Se ha
demostrado que pueden formar diferentes tejidos. Pero lo que
todavía no existe es la posibilidad de dirigir su diferenciación; es
decir, crear cada tipo de tejido a voluntad. Por ahora es un
proceso que se da al azar."

Por su parte, Argibay afirma: "Si bien se han obtenido los clones,
antes de pensar en tratar pacientes aún debe probarse que en el
largo plazo estas células no contendrán alteraciones que podrían
desencadenar un mal en el receptor. En este sentido el grupo
informa que las células son normales desde el punto de vista del
estudio de los cromosomas".

Y más adelante agrega: "Hasta ahora la baja eficacia de estas


técnicas tornaba el debate ético un tanto remoto y abstracto. De
ser comprobado este hallazgo por otros grupos estaríamos en la
antesala de producir células de características genéticas casi
idénticas a las del donante, pero con una altísima eficacia. Es
decir, la herramienta está casi a punto y el debate ético ya no
puede esperar en ninguna sociedad. La discusión obvia gira en
torno del status del producto de esta fusión entre un núcleo y un
ovocito. Se abre un horizonte científico promisorio, si todos
-científicos, eticistas, legisladores, médicos y la comunidad-
somos capaces de abrir nuestras mentes para lograr un uso ético
y racional de estas herramientas, que deberían en definitiva estar
al servicio de la humanidad".

Incluso Hwang, apodado "el rey de la clonación", advierte que


podrían pasar 10 años o más antes de que alguien se beneficie
de la clonación terapéutica.
Terapia génica cardiaca

LA NACIÓN 7 de junio de 2005. Un


equipo encabezado por el cardiólogo
Federico Benetti presentó los
En todo caso, mientras tanto no primeros diez casos de trasplante de
pierde tiempo. Quienes lo células fetales inyectadas en los
conocen afirman que este corazones de pacientes con
hombrecito afable, descendiente insuficiencia cardíaca congestiva que,
de una familia de campesinos, se al cabo de cuatro meses, mejoraron
despierta a las cuatro de la notoriamente.
mañana y hace yoga hasta las
seis. Y que luego su jornada se Benetti dijo, desde Nueva York, que
prolonga hasta la medianoche. los resultados fueron difundidos
durante el último congreso de la
Mientras sus experimentos Asociación Mundial de Cirugía
despiertan críticas en todo el Mínimamente Invasiva (ISMICS, por
mundo, su grupo dispone de un sus siglas en inglés), realizado
millón de dólares provenientes recientemente allí.
de las arcas del Estado y de otro
millón reunido por donantes. El cardiólogo indicó que es la primera
"Tienen todo lo que se necesita: vez que se utilizan células
el know-how, el dinero y una ley embrionarias en una intervención de
que les da vía libre", comentó a este tipo, "que abrirá un nuevo
la agencia DPA el argentino José capítulo en el tratamiento de la
Cibelli, que trabaja en la enfermedad cardiovascular". Los
Universidad Estatal de Michigan. pacientes mejoraron la capacidad
funcional hasta en un 68%, y lograron
Por Sebastián A. Ríos caminar el doble en el mismo tiempo.

La posibilidad real -ya no sólo Las células eran de embriones de 5 a


teórica- de obtener células madre 12 semanas de gestación,
a partir de embriones humanos provenientes de embarazos ectópicos
creados por técnicas de o abortos espontáneos, y según
clonación, gracias a nuevas Benetti no producen rechazo. Las
técnicas desarrolladas en la intervenciones fueron en el hospital
Universidad Nacional de Seúl, Vernaza de Guayaquil, Ecuador, junto
Corea del Sur, plantea la a los doctores Luis Geffner, Teodoro
necesidad de resolver cuanto Maldonado y Yuliy Baltaytis.
antes los dilemas éticos que
suscita la clonación terapéutica, En la Argentina, respondió Benetti,
como también la urgencia de esta intervención no se realiza porque
proveer un marco jurídico que la ANMAT -que regula en
delimite el camino que habrán de medicamentos y tecnología médica-
recorrer los científicos. "no permite el ingreso de las células.

Si la clonación humana con fines Sin embargo, el doctor Héctor De


terapéuticos planteaba ya de por Leone, subdirector de la ANMAT,
sí cuestiones éticas -como por manifestó que el doctor Benetti en
ejemplo si es válido crear ningún momento se habría
embriones con el solo fin de comunicado con ellos.
obtener células potencialmente
capaces de curar enfermedades En tanto, el doctor Jorge Trainini, del
hoy incurables y a veces hospital Perón de Avellaneda,
mortales-, las técnicas de especialista en trasplante de células
madre o ítem cells en cardiopatías,
dijo desconocer el uso de células
embrionarias, que las mismas
plantean cuestiones éticas y dejó muy
en claro que "son las células
clonación perfeccionadas por los doctores Woo Suk Hwang y
Shin Yong Moon introducen nuevos dilemas.

En los experimentos cuyos resultados publica hoy la revista


Science, los investigadores no recurrieron como venían haciendo
hasta ahora a óvulos de "descarte" obtenidos originalmente para
ser utilizados en técnicas de fertilización asistida, sino a óvulos de
mujeres jóvenes a las que convocaron especialmente para que
donaran esas células.

Claro que para obtener los óvulos que luego habrían de ser
fusionados con células de pacientes las mujeres que participaron
del estudio debieron ser sometidas "primero a tratamientos
hormonales de estimulación ovárica durante un promedio de 12
días y luego a una intervención quirúrgica en la que se extraen los
óvulos por vía transvaginal", explicó el doctor Ramiro Quintana,
experto en fertilización asistida y director del IFER.

Esa obtención de óvulos, hoy rutinaria en los tratamientos de


fertilización asistida, conlleva ciertos riesgos para la mujer. Según
los doctores David Magnus y Mildred Cho, del Centro de
Biomédica de Stanford, Estados Unidos, "entre el 0,3% y el 10%
de las mujeres que se someten a estimulación ovárica
experimentan el síndrome de hiperestimulación ovárica, que
puede causar dolor y que ocasionalmente lleva a la
hospitalización, al fallo renal, a una posible infertilidad o incluso a
la muerte".

"Pero esas mujeres no están sometiéndose al procedimiento con


fines reproductivos o para alcanzar beneficios médicos para ellas
mismas; se están exponiendo a un riesgo enteramente por el
beneficio de otros", escribieron Magnus y Cho en un editorial que
acompaña al estudio publicado en Science.

Para estos bioéticos, las nuevas técnicas de clonación


embrionaria de Hwang y Moon implican el nacimiento de un
nuevo sujeto de investigación, diferente de aquel que participa de
estudios clínicos, que sí puede beneficiarse del tratamiento
experimental al que es sometido, pero que tampoco puede ser
agrupado con los donantes de órganos.

"Recomendamos llamarlos donantes de investigación


-escribieron-. Esta categoría no se aplica a los donantes de
esperma, porque no están expuestos a riesgos similares. Y
tampoco se aplica a los donantes de tejidos para investigaciones
genéticas, por el mínimo riesgo físico que implican" los estudios
de los que participan.

Qué recibirán a cambio las donantes de óvulos que participen


ahora en los nuevos estudios que se realicen con estas técnicas
de clonación, y mañana si demuestran una confiable efectividad
terapéutica, es una pregunta para la que habrá que encontrar
pronta respuesta.

Hwang y Moon declararon que sólo cubrieron los gastos de


traslado de las mujeres que participaron del estudio y que no
hubo remuneración alguna a cambio de los óvulos. Y aunque
instituciones científicas ya se han pronunciado en contra de pagar
a los donantes de óvulos, lo cierto es que algunos países (no es
el caso de la Argentina) ofrecen remuneración a los donantes de
esperma, aun cuando esa actividad no implica ningún riesgo para
la salud.

"En la donación de óvulos lo que se pagaría no son los óvulos,


sino el riesgo al que se somete a la mujer -comentó el doctor
Mario Sebastiani, miembro del Comité de Bioética del Hospital
Italiano-. En todo caso lo que habría que discutir es cómo se
permite esa retribución, buscarle un marco legal, pero no cerrar la
posibilidad, porque si no sólo se favorecerá la aparición de un
mercado negro de donantes de óvulos."

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