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El tema ambiental por llantas abandonadas, que tanto interesa a la ciudadanía tolimense, volvió a
ser noticia nacional el pasado viernes 13 de mayo. La información que transmitieron los medios, en
este caso ‘buenas noticias’, da cuenta de la inauguración cerca a Bogotá de una planta de
procesamiento de ‘neumáticos’ usados.
La importancia de esta solución, ojalá la más razonable, estriba en que en Bogotá hay dos millones
y medio de llantas abandonadas que son una verdadera amenaza ambiental, en caso de que el
problema crezca.
En la actualidad tres de cada cinco de esas llantas, que inundan la capital, no se reciclan ni disponen
adecuadamente y su proceso de biodegradación puede durar más de 600 años. El problema
ecológico y de salud pública, que supuestamente se resolverá con la planta aludida, es entonces de
enorme importancia.
En el caso de Ibagué, no tengo una estadística aproximada del total de este desecho ambiental del
parque automotor local. Sin embargo, hace un año denunciaba EL NUEVO DÍA sobre un arrume de
llantas en ‘Valle escondido’, ubicado en la vereda Puerto Perú, vía a Llanitos. Supongo yo que
dicho problema ya fue resuelto, dada la incidencia de estos desperdicios automotores sobre la salud
pública.
De hecho, las llantas abandonadas a la intemperie son sitios de multiplicación de zancudos tipo
aedes aegypti, que transmiten la fiebre amarilla, el chikungunya y el zika. Sería, por tanto, una
negligencia imperdonable que no se haya resuelto, ni con la gestión de gremios regionales, pero
intuyo que el problema en general subsiste en otros sitios diferentes de Ibagué.
Lo cierto es que hay más de una persona en la ciudad preocupada por este tema, que requiere
atención inmediata y que puede liderar Ibagué entre los planes de ciudades intermedias del país.
Al respecto, en la plataforma web ‘Todos somos más’, de la Alcaldía de esta ciudad, destinada a
recibir denuncias ciudadanas e iniciativas de proyectos, se presenta una propuesta que vale la pena
impulsar.
En este sitio virtual, se plantea “la construcción de una planta de trituración de llantas, para reciclar
los materiales de estas llantas en la preparación de asfaltos”.
En Colombia se generan alrededor de siete millones de llantas al año sujetas a regulación y,
actualmente, hay un total nacional de nueve millones.
Las iniciativas privadas de reciclaje, que en el caso de Bogotá han implicado una inversión
relativamente pequeña, de tres mil millones de pesos, están justificadas en la ley sobre la gestión
integral de este residuo.
La empresa que invirtió en el proyecto en Bogotá, dice que planea la apertura de otras tres plantas
en Colombia, alguna de ellas en el suroccidente del país. ¿Habrá interesados en hacer empresa y
beneficiar al Tolima?
Otros Wallis George

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