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138 DERECHo MATRIMoNIAL cANÓNICo

En estos puntos en general, en el tratamiento tlt I

dolo-, es importante -y
inierpretar correctamente la fórmulrr l,
gal, de modo^que la solucién para los casos de dolo flo p.tlt'tl'r
á"gen".r. en üna hipotética y grave ruptura del principi. tl,
la indisolubilidad.
Por tanto, la importancia de la cualidad debe estim&rse t rr
CAPÍTULO IV
su objetiva significación al tiempo -de contraer
in fieii, pactdconyugal- y no én función de las-matfllrl()rrro
pertu-rbrtt'r"
neá qrr.
'de
hecho fiuéaen froducirse en la dinámica del mrrlu LA FORMA EN EL MATRIMONIO
monio in facto esse.
EstabÉcer el nexo de causalidad entre la cualidad I trrlt'
perturbaciones se hace, en la práctica, muy difícil..con lo Crr,rl ¡. FORMA JURÍDICA SUSTANCIAL
buede existir el peligro de otoigar relevancia a cualquier cu;rl, Y FORMALIDADES ACCESORTAS
'dad, si el matrimonio
---o mejór, la vida matrimoni¿l- 5t' 111

sarrolla con dificultades. Los cónyuges, en efecto, poclrt;rr, Ante todo, es importante distinguir en esta materia entre:
tender inconscientemente incluso de buena fe- a atrilrtrrr rr) la forma jurídica sustancial, que hace referencia alavalidez
la causa de las calamidades-ea un dolo inicial y no 0 las poslt tlcl matrimonio y que viene regulada en los cc. 1.108 ss.; es
riores deficiencias personales en el modo de comportarsc t'rr l'undamental, en este sentido, el precepto legal que establece
tre sí. r¡ue «solamente son válidos aquellos matrimonio§ que se con-
En estas condiciones, es claro que la <<causa de nulitl:r,l lraen ante el Ordinario del lugar o el párroco, o un sacerdote
podría convertirse, sutilmente, en cáusa de "divorcio ple tr,, o diácono delegado por uno de ellos para que asistan, y ante
ion la consiguiente lesión del principio de indisolubilidarl \ tkrs testigos..." (c. 1.108, § 1); b) y las cueitiones relaiivas a
tal principidsólo puede ser eficazrnente^protegido .medirrrrt, lir preparación de la celebración y las formalidades accesorias,
la nftida bistinción entre matrimonio in fieri y matrimo¡i1r 7rr roguladas, fundamentalmente, en los cc. 1.063 ss. (prepara-
facto esse 7r, teniendo en cuenta. además. que debe habcr t'rr' cit'rn de la celebración) y en otros preceptos legales dentro del
iido ,na auténtica maquinación o reticencia para extract , I
capítulo «De la forma de celebrar el matrimonio>> (Cup. V del
consentimiento de la otfa parte. evitando el riesgo de inter¡rr, l,ibro IV, Parte I, Tít. VII), a los que haremos referencia.
taciones sobre la base de üna simple voluntad interpretatir.r Es preciso destacar que todos estos requisitos relati-
presunta de esta última. -los acce-
vos. a la preparación de la celebración y las for.malidades
sorias- son exigencias que el ordcnamiento jurídico estable-
7t Vid. J. A«tns. .Los conflictos matrimoniales como presuncr()rr 'l' ('c; pero que ya se ha apuntado- deben distinguirse
anomalías invalidantes del matrimonio in fieri: sus consecuencias>>, r.'tr /r, t'lirramente de-como
la forma jurídica sustancial, cuya ausencia aca-
Canonicum, 31 (1976), pP. 231-268. rlcaría la nulidad del negocio jurídico matrimonial. Cosa que,
En este sentido, Ló'piz Alarcón (M' LÓpez AlaRcÓN y R. NAv'rt'r'
VRt-t-s, op. cit., p. 211)-subrayaque'no toda cu.alidad es ¿rpta para (lrr( e rr ningún caso, ocurre con las formalidades que ahora se iñdi-
produzca'el doio causám dani, déterminante, principal o ¿lntecedent(. (1,r, ('iil] .
induce a\ deceptus a prestar el consentimiento, sino solamente aquelllr: ,¡,,,
por su naturaléza p.réden perturbar gravemente el consorcicl dc la vitl:r ,,,r,
i,ugal. Entiéndase bien: no que por causas sobrevenidas durante lrt
rr'l' II PREPAR ACIÓN DE LA CELEBRACTÓN
óoñyugal sc haga insoportablé, siño. que.por causa del error dcllos.
eso crálidad co"ncreta y en esc matrimonio concrelo podía asegurArsu I
','l',, Y OTRAS MEDIDAS COMPLEMENTARIAS
momento de la celebráción tlcl matrimonio que, una vez descubierto t l , r

en prirner.lugar, las medidas de atención pastoral


gaño, se produciría la grave perturbaci<ln del consorcio conyugal'" .Veamos,
v tlc preparación espiritual de los contrayentes (cc. 1.063-

lr3el
140 DERECHO MAIRIMONIAL CANÓNICO LA FORMA EN EL MATRIMONIO 141

1.065); en segundo término, las medidas preparatorias para la cuada preparación espiritual. Se insiste, en concreto, en que
investigación del estado de libertad de loi contrayehtes y «los pastorg! qe atmls están obligados a procurar que la pio-
otros extremos de esta naturaleza (cc. 1.066-1.072): por úl- pia comunidad eclesiástica preste a los fleles asisténcia para
timo, haremos referencia a la forma litúrgica, lugar de cele- que el estado matrimonial se mantenga en el espíritu cristiano
bración y las formalidades subsiguientes. y progrese hacia la perfección» (c. 1.063).
Esta asistencia ha de consistir principalmente en los si-
guientes puntos:
I. ATnNcTÓN PASToRAL Y PREPARACIÓN ESPIRITUAL
DE LOS CONTRAYENTES 1) Predicación y catequesis adaptada a los menores, a los
jóvenes y a los adultos, incluso con lá utilización de los medios
Como hemos tenido ocasión de ver todo, en el Ca- de comunicación social, a cuyo través los fieles sean instruidos
pítulo primero-, el matrimonio es una-sobrerealidad natural, pero aceÍca de la significación del matrimonio cristiano y de la fun-
elevada por Cristo a la dignidad de sacramento (c. 1.055)r.
ción propia de los cónyuges y padres cristianos.
EI Ordo celebrandi matrimonium (Rifial para la celebra- 2) Una preparación persohal para el matrimonio que van
ción del matrimonio) ha subrayado que debe hacerse a los & contraer, de modo que los novios se dispongan rectámente
novios una catequesis tanto de la doctrina aceÍca del matri- de cara a la santidad y obligaciones de su ñuevo estado.
monio y la familia como del sacramento y sus ritos, oraciones 3) La fructuosa celebráción litúrgica del matrimonio, que
y lecturas, de tal manera que los contrayentes puedan cele- muestre que los cónyuges significan y participan en el misterio
brar su matrimonio consciente y fructuosamente (n.17)'. de unidad y fecundo amor entre Cristó y su Iglesia.
El Código de Derecho Canónico, al ocuparse de la regula- 4) Y,_'en,fin, la,ayuda prestada a"los yá casados, para
ción del sacramento del matrimonio, después de unos precep- que,.guardando y defendiendo fielmente la alianza conyugal,
tos de carácter fundamental y general que ya conocemos consigan- llevar una. vida familiar progresivamente.más sánIa y
(cc. 1.055 ss.), dedica el primer cápítulo precidamente a estc plena (cfr. c. 1.063).
tema y bajo esta significativa rúbrica: De.la atención pastoral
y de lo que debe preceder a la celebración del matrimonio En esta misma línea,.otro precepto legal hace referencia a
(Cap. I, Tít. VII, Parte I, Libro IV). Ios sacramentos de la Confirriacióil, Peñitencia y Eucaristía
En los cánones 1.063-1.065 se prescribe, en efecto, la necc- en su conexión con el matrimonio. Respecto de lá Confirma-
saria atención pastoral carácter general y de carácter per- ción se señala que los católicos que no lá hayan recibido deben
-de de modo que obtengan la ádc-
sonal- a los futuros esposos, fecibir este sacramento <<antes dé ser admitidos al matrimonio,
si ello es posible sin dificultad grave (sine gravi incommodo)i,
1 El Concüo Vaticano II ha insistido en que el matrimonio cristiano consli (c. 1.065,^§ 1). Y, en cuanto a"la Penite.rcia y Eucaristía, «íe
tuye un camino de santidad (vid., por ejemplo, la Const. Lumen gentium,n. 41; lrr recomienda encarecidamente>> que los contrayentes acudan a
Consf. Gaudium et spes,nn.47-52).Bastará recordar aquí expresamente un sokr gstos sacramentos <<para que reciban fructuosamente el sacra-
texto: «al cumplir su misión conyugal y familiar (los esposos cristianos), imbuickls mento del matrimonio>> (c. 1.065, § 2).
del espíritu de Cristo, qüe satura toda su üda de fe. esperanza y caridad, llegirrr Como puede apreciarse, la asistencia pastoral para la ade-
cadavez más a su propia perfección y a su mutua santificación y, por tanto, cr»r. guada preparación al matrimonio hasta aquí some-
luntamente,a la glorificación de Dios» (Gaudium et spes, n.48). Por su pal't(!, -descrita
Juan Pablo II ha subrayado, con ügorosos trazos, esta misma enseñanza en su rli ramente- reviste, _.a todas luces, una importanciá capital.
latada enseñarza sobre el tema y, sobre todo, en su Exhortación aposfíhca Fanri Buena prueba de ello la constituyen las nrmerosas normas e
liaris consortio, de22 de noüembre de 1981 (vid., por ejemplo, elh. 34). instrucciones emanadas de Confeiencias episcopales de distin-
' Ordo celebrandi matrimonium, n. 17: Decieto de la Congregación rlt, tos-países 9.de algunas diócesis en particular; las sugerencias
Culto divino y disciplina de Sacramentos, de 1,9 de marzo de 1990 (eclitio
typica altera, Typ. Pol. Yaf.,1991, pp. 4-5). de la Comisión Teológica Internaciónal en un docurñento del
LA FORMA E,N EL MATRIMONIO 743
142 DERECHO MATRIMONIAL CANÓNICO
'.('ntada por Juan Pablo II en la Familiaris consortio,,que, a su
ano 1977 3; las propuestas del Sínodo de obispos de 1980, o ,'rr vez, está en inmediata relación con las propuestas del Sínodo
fin, los criterios proporcionados por Juan Pablo II enla l.'utttt ,lr' obispos de 1980. El Romano Pontífice, después de referirse
liaris consortio, a los que enseguida se hará referencia. v tlcscribir las tres fases de la preparación para el matrimonio
Bastará señalar, por ahora, que esta asistencia pastorlrl ;r lcmota, próxima e inmediata (cfr. n. 66) , señala elpresa-
los futuros cónyuges, particularmente cuidada en el Cóclig,,. nrcnte: «Aunque no se ha de menospreciar la necesidad. y obli-
debe guardar un delicado equilibrio entre el ius connubii t¡r, rlrrtoriedad de la preparación inmediata al matrimonio
corresponde a todos los fieles (cfr. c. 1.0-58) y la neccsrur;r ( u¿rl -lo
sucedería si se di§pensase fácilmente de ella-, sin embar-
preparación <<para que reciban fructuosamente --y se subrrry,r lo, tal preparación debe ser propuesta y actuada de manera
por nuestra parte esta palabra- el sacramento del matrilrro (luc su éveirtual omisión no sea un impedimento para la cele-
nio...r, (c. 1.065, § 2). liración del matrimonior, (n. 66).
Ello implica que los medios de actuación pastoral quc st, En resumen, el esfuerzo pastoral por formar conveniente-
programen ---{ursos de formación prematrimonial, instruccir rr nrcrlte a los contrayentes reviste un gran interés; es necesario
catequética personal y colectiva-, y que el Ordinario del lrr r, laudable por todos los conceptos. Podría decirse que siem-
gar debe organizar adecuadamente, <<oyendo también, si piut' ¡,rc será poio. Pero, en todo cáso, habrá de hacerse compati-
ce conveniente, a hombres y mujeres de experiencia y conrl)(, lic a) cón el delicado respeto al derecho fundamental de los
tencia probadas» (c. 1.06a), no pueden ser exigibles o impcr;r lrcles a contraer matrimonio (c. 1.058); b) con las exigencias
tivos, sensu stricto, para los futuros esposos, en el sentido tlr. ,lL'l principio de inseparabilidad entre matrimonio y sacramen-
que no pueden tener la naturaleza de impedirnentos o cuirsr r,, 1ó. 1.Ois, § z¡: y i) con la consideración de q,re-el matrimo-
impedimentos matrimoniales: el establecimiento de impcrli rrio no es un sacramento reservado sólo a cristianos particular-
mentos ---{omo ya sabemos- sólo corresponde a Ia Suprcrrr:r rI lLrnte <<selectos>>.
Autoridad dc la lglesia (cfr. c. 1.075) y no al Ordinario tlt.l
lugar (cfr. c. 1.017), sin que tampoco puedan introducirse nu(. ,
vos impedimentos por costumbre (cfr. c. 1.076). MEOIOASPRE,PARATORIAS
Sigue siendo de interés, en este puntcl, una antigua rr.s
puesta de la Comisión Pontificia de intérpretes del Código tlt' En cuanto a la regulación relativa a las medidas preparato-
1917: Si los contrayentes no están suficientemente instruitkrs rrrrs s (investigación del estado de libertad de los contrayentes
en la doctrina cristiana, el párroco debe enseñarles en cu¿lnt(l
esté de su parte; pero si no se prestan a ello <<non est locus cos ' Para realizar l¿rs adecuadas clistinciones, convienc hacer aquí una so-
respuendi a matrimonio" (no se les ha de impedir el matrirrro ,,rr'ra referencia a otra cuestión: la promesa de matrimonio y los esponsales,
, uya regulación está en el c. 1.062.La promesa de matrimonio y lcls espon-
nio) a. Pero, sobre todo, reviste particular rélieve la doctrin;r ',,,ies se-refieren a la preparación de un futuro matrirnonio, micntras q,u-e 9l
r ,rrsg¡1i¡-,i"rto matrimoñial es siempre de presente. A tenor del c. 1 .062,la
'r Documenta nFoedus matrimoniale,. Propc¡siÍiones de quibusdtutt de matrimonio, tanto unilateral, como bilateral a la que se llama
c¡uae,stionibus doctri.nalibus od nutÍrintc¡nium christianwn pertinentibus, ,\,'t ,Irr()rnesa
l','nsalcs. se rige por el Dcrccho particullr que estahlezca lu Conferencia
sio 1977 (l-ó tlecembt'ls). Puede versc en Gregcsrianum, -52 (1978), pp. ,l\l , ¡,'ircopal, ienien"clo'en cuenta las costumbres y'las Icyes civiles, si las hay (c.
464 o en Enchiridic¡nVaticanu.m,6, Bologna, i980, pp. 372 ss. En gencr;rl ItlC2. § 1). Y añade el parágrafo 2 que la promesa de matrimonio no c1a
para tocla esta cuestión, puede verse J. FonNEs, «Fe y preparación parlr r,l ,,rigen a una acción para-pedir su cclebración, pero sí para el resarcimiento
sacramento del matrimonio cn el Proyecto de Cticligo de Derccho Calltirrr ,lt tlaños, si de algún modo es debido.
9o,1, crl Sacramentalidod de la lglesiu y Sacramentos, Pamplona, 19tl-1, ¡r¡r Ils lógico que ño exist¿r la acción para pedir la celebración del matrimc»-
743 ss., con los datos normativós y bíbliogriificos alií reccigidos; icl., . «'i, rrrrr porque se atentaría a la libertad del consentimiento matrimonial, quc
mentarios a los cc. 1.063 ss.", en Código de Derecho Canónico, eclieiorr , ,.. cbmó ya sabcmos, la causa eficiente del matrimonio mismo.
anotada, a cargo del Instituto Martín de Azpilcueta,4.'cd., Pamplorr:r, Por lo-que se refiere a la acción de rcsarcimiento de {a1los, puede ejer-
1987, pp. .532 ss. ( i lsc ante la iurisdicción canónica o antc la jurisdicción civil, pero nunca es
a Resp" CPI 2-3 de junio dc 1918 (AAS,l0, 1918, p. 3a5).
144 DERECHo MATRTMoNTAL cANóNrco I,A FORMA EN EL MATRIMONIO 145
y publicacio-nes matrimoniales o proclamas u otros medios
oportunos, fundame.ntalmente), sé ha simplificado notable_ léanse las proclamas habituales al menos en dos días de fies-
*"r.1",.en comparación con el régimen anterior 6. ta» (n. 2).-E,n cuanto a los matrimoni-os mixtos_(cc 1.124 ss.)
Toda esta materia se encuentra regulada en los cc. r.066- ios {ue más adelante se hará referencia al tratat de las
r.072. Y en concreto el c. 1 .067 retiite a -"ü
-a
personas obligadas a la forma jurídica sustancial-, el Decreto
episcopales la_ competencia, al señalai qr"
tái óárr!r"r.ia,
-Cáni"."n.i, señala en su n-. 3: «Las declaraciones y promesas que preceden
Episcopal estableceiá normás sobre éi a los matrimonios mixtos y a las que hace referencia el c.
yentes, así como sobre las proclamas matrimoniur",
"ürne,.?"-tár'torrtru- l.\26, se ajustarán a lo dispuesto en las normas dictadas por
u otros
medios.oportunos para reali2ar las investigacioró, qu" deben esta Confeiencia Episcopa[ el 25 de enero de L971., para la
necesaramente preceder al matrimonio, dé manera que, aplicación en Españá del Motu proprio Matrimonia mixta.>>
^ En relación
dili-
gentemente observadas, pueda el párroco asistii ui áátri*o- Con los cc. 1.066-1.067 debe verse también la
nlo>>.
respuesta de la C.P.L de 11 de juliode 79847.
Aparte esta cuestión, se puede fijar la atención ahora en
un canon c. 1.077- que enumera una serie de supuestos
p::?jilq="ü:qTi:Hf"i?¿xtsf 3,fioii*"i:htrtfl i,f :t -cl
en los que se deben adoptár unas determinadas cautelas para
:.,.9:1,:l/ d9 1!§a,
!1:utio establece en su a.t2 que pára dar la celebración de matrimonios en algunos casos concretos.
cumplrmlento al c. 1.067 se debe hacer un exped'ienfe matrir
monial que incluya er examen de los contrayentes v de ros En efecto, el aludido precepto legal señala que «excepto
testrgos (ctr. n en caso de necesidad, nadie debe asistir sin licencia del Ordi-
J.). Y se añade: ..Además óublíquénse las
proclamas por edicto nario del lugar: 1.o al matrimonio de los vagos; 2." al matrimo-
fijado en las.pu-ertas de las Iglesias por nio que no puede ser reconocido o celebrado según la ley civil;
un plazo de quince díás o, dondé hayi t.áái.iá", á! .iro,
3.' ai matriinonio de quien esté sujeto a obligaciones naturales
nacidas de una unión-precedente, hacia la otra parte o hacia
causa de suspensión de la celebración del matrimonio los hijos de esa unión;4." al matrimonio de qrlien notoriamen-
que se. quiera contraer
con_persona distinta a la que se hizo promesa oe matnmonlo.
Por Io gemás, el códiqo de r9r7.ég;i;b; específicamániá'ta te hubiera abandonado la fe católica; 5.o al matrimonio de
forma oe ra
promesa de marrimonio. -El Códieo vísenre tr"'itr¡ÉrlJ"'tu".J.i.t.n.iu, quien esté incurso en una censuta; 6." al matrimonio de un
las conferencias eoiscopares. y ra"con%i.n.,u eprscopar ,irenor de edad, si sus padres lo ignoran o se oponen razona'
españora ha esta-
blecido eue «rs¡si fueiza de. t.y .r1.rüiu.r:gírru.ión blemente; 7." al matrimonio por procurador, del que se trata
regu.la los esponíales tanro ra áer coáieo civir como
.iri"r que
ra de ros
forales. quedándo ínre.gra ra satve¿iJ áEr c. r.290,, (se refiere
"rpánora
Derechos en el c. 1.105» (c. 1.071, § 1).
contraria al Derecho di-vino o que et oeréóho canónico pr;!;;iL; a que sea De entre todos estos supuestos, el que quizá revista mayor
(pe.gre1o General de ra Conferdn.iu apir.opar Españora átra cosa;
i;;l';;"r"iembre dificultad para su delimitatión práctica y adecuada solución
de 1986). sea el aludido en el apartado 4.''delc. 1.077, § 1: el matrimo-
. Sobre Ia.promesa d_e matrimonio y ros esponsares. siguen
rés los estudios de G- DossErn, taiormo-i¡bn, progressiva
siendo de inte- nio de quien notoriamente hubiera abandonado la fe católica.
trimoniate
der nepozio ma-
canonico. contributo aila'dottiiiá-arg'ti ifoiiii¡ ,Zii'Ái',r¡monio En efecio, aparte la dificultad objetiva de precisar cuándo el
condizionato, hecho del aléjamiento de la fe católica reviste esa característi-
.Bologna.^lgsa: í_d.. _Li ¡igiu-io ad contrafto preriminare e ir
cont.ratto matri.moniate,. Roma. r 955. vihlrambién c. ú**iüñl . lu ¿ir-
ti nción e ntr e fi d e,s n a c t,i o n i s. y d e s c o n li i lu',
fi i i- rl- cl r); ;'; i;;í ; ¿;, o n i c i., 7 A la Pontificia Comisión para la interpretación auténtica del Códig<r
en lus Canonicum,'4r (1e81)i
;;:.-\ia'iü'iid; "ra ¿isorícián á"ioilrporru_
les e¡ el pe,ríodo clásicó>>, el Eitudios ái-Oirrrlro de Derecho Canónico le fue plánteada la cuestión de si para comprobar el
canónico y Derecho ecle_ estado libre de los que, estand-o obligados a la forma canóhica, han atentado
siástico.en homenaje at_prof. Maldonadá. M;á;i¡", lóñ.';;.ií5
6 El códiso de"lelT
reóogía. .i;;t": ;;;;l;;;á;íI;i,lÉ.?n
;: matrimonio ante un oficial civil o un ministro acatólico, se requiere necesa-
c-c' 1.019-1.0í4. Debían renerse presenres, "; lo, riamente el proceso documental a que se refiere el c. 1.686,,,o es suficiente
.a.rár,
congregación de Sacramel.tos ddl de juiio áá :n,ú'^1eÁs,' i;,-i;)j'.
¿""I"ír;;i;;á¡;;;s "n de la la investigación prematrimonial coniorme a los cc. 1.066-1.067. A lo que la
pp. 348 Comisión"respoirdió negativamente a.lo primero, y afirmativamente a lo
s.) y de 29 dejunio de l94l (AAS, n: lé¿1.-pp. Zgi_ltSi. segundo (Resp. de 11 de julio de 1984).
t46 DERECHO MATRIMONIAL CANONICO
LA FORMA EN EL MATRIMONIO 147
ca de <<notoriedad>> que ya apareció en las seslones
-cuestiónaquí puede involucrarse, además.
preparatorias del Códigot-, matrimonig filem supponit atque expostulat (supone y exige la
el tema de la fe de los contrayentes en la recepción del sacra- f") (1. 16) 'o.Por su parte,la Comisión Teolóbiá Internaciónal
mento del matrimonio, cuestión que ha sido especialmente de- publicó en 1977 un documento matlimoniale-, en el
batida en la doctrinae. que se ha referido también a este-Foedus
tema, entre otros 11.
La Constitución Sacrosanctum Concilium del Vaticano Il Pues bien, ¿qué se quiere decir, en definitiva, cuando se
ha subrayado que los sacramentos <<no sólo suponen la fe, sintr señala que la recepción del sacramento del matrimonio <<su-
que, a la vez, la alimentan, la robustecen y la expresan por pone>> y <<exige>> la fe? Por de pronto, es preciso tener en cuen-
medio de palabras y cosas; por esto se llaman sacramentos dc ta un dato importante ya vimos en su momento- en
la fe» (n. 59). De ahí que el Ordo celebrandi matrimonium (Ri- íntima relación con este-quetema; a saber, la inseparabilidad en-
tual para la celebración del matrimonio), haya insistido en quc tre matrimonio y sacramento, que clara cbntinuidad
de modo particular, los pastores de almas reaviven y ali la más venerable tradición teológica -eny canónica (Tomáscon de
menten la fe de los futuros esposos, pues el sacramento dcl Aquino-, Roberto Belarmino, Tomás Sánchez, por ejemplo) ,,
y con el magisterio pontifislo 13- recoge expreiamente, como
ya sabemos, el c. 1.055, § 2, del Código, r-epitiendo textuai-
mente a algunas sugerencias en contra
8 Yid. Communicationes, 9 (1977), p. 144. Con todo, los consultores rcs -pese del principio de inseparabilidad o,que
te, matízadoras
simplemen-
a^parecie-
r_o+ e_n los trabajos preparats¡i6s la- el parágrafo 2 del c. 1.01,2
pondieron que puede haber duda <<aceÍca del hecho de si alguien se ha alejaclt,
verdaderamente de Ia fe» (cfr. ibíd., p. 144),pero que la noción de notoried¿rrl
«es clarísima en derechor, (cfr. ibíd.). del Código de 1917: <<entre bautizados, no puede haber con-
' Vid., por ejemplo, J. MeNz¿¡nRES, «Habitudo matrimonium baptizalo
rum inter et sacramentum: omne matrimonium duorum baptizatorum estne ll('
cessario sacramentum?>>, er Periodica, 67 (1978), pp. 35-71; A. Mosraze, «1.;r
competencia de la Iglesia y del Estado sobre el matrimonio hasta el Concilio rlr'
Trento>>, et lus Populi Dei. Miscellanea in honorem Raymundi Bidagor, vol. .\ 10
Ordo celebrandi matrimonium, n. 1,6: Decreto de la Congregación de
Roma, 1972, pp.287-357; íd., <<La competencia de la Iglesia y del Estado sobr, culto divino_y disciplina de sacramentos, de 19 de marzo de 1990 (editio typica
el matrimonio en los autores postridentinos de los siglos xvr y xvII», er Lex l,;t altera, Typ. Pol. Vat., 1,997, p. a).
clesiae. Estudios en honor del Profesor Marcelino Cabreros de Anta, Salamant;¡ " Vid. supra iota 3 de este capítulo. Sobre el tema, vid. T. RnrcóN, «Impli-
1972,pp-205-231. Vid. también la crítica que ofreció P. LoNreeRoÍA, <<El nr:r caciones doctrinales...», cit., pp. 135 ss.
trimonio en España, cara al futuro (Incertidumbre y esperanzas del matrinr,, t2
nio en E,spañ a)>>, et Instituciones canónicas y reordenación jurídica, Salamanr'; r
. La doctrina y textos de estos autores pueden verse sintetizados y adecua-
clamente examinados, desde el punto de vista técnico, en el estudio titado en
1979, pp.67-71, Mostaza se ha referido posteriormente al tema en <<Anotacio r¡ota anterior, pp. 100 ss., con las referencias bibliográficas funclamentales.
nes en torno al significado...", cit., supra en nota 49 del cap. II. De gran intcrr". Por ejemplo: PÍo IX, Carta Ap. Ad Apostolicae Sedis, cle 22 de agosto de
. ^ _r
en este punto son los trabajos de T. RrNcóN, «Implicaciones doctrinales del rrr;r l8-51, en que se condena la doctrina de Nuytz (CIC de 1917, Fctntes, II, p. 869);
trimonio civil de los católicos» , en lus Canonicum, 38 (1979), pp. 77 ss.: fd., " I r
Aloc. Acerbissimum, de 27 de septiembre de 1852 (ibíd., p. 877 ); S1,ilqbt$, 4s'g
y sacramentalidad del matrimonio>,, en Cuestiones fundamentales sobre nuttt t clc diciembre de 1864, proposiciones 66 y 73 (ibíd., pp. 1007 ss.)i LeóN XIII,
monio y familia, Pamplona, 1980, pp. 183 ss.; íd., «El derecho a contraer malr r ('*fa Ci siamo (lbíd.,III, pp. 132 s.), F.nc. Arcanun, de i.0 de febrero de 1gg0
monio de los católicos no creyentes», en Les droits fondamentaux du Chréti,,t (ib^íq:.II_Ir pp:_119 s.); Carta Il divisam.ento, de 8 de febrero de 1S93 (itíd., III,
dans l'Église et dans la Sociité, Fribourg Suisse/Fréiburg i. Br./Milano, l()i\l ¡r 393); PÍo XI, Enc. Casti connubii, de 31 de diciembre de 1930 (AAS, ZZ. 1930,
pp.1129 ss.; íd., «El requisito de la fe personal para la conclusión del pacto c orr 1t1t.539-592).
yugal entre bautizados, según la Exh. Apost. Familiaris consortio>>, en lus ( ,t
_Vid.,_por ejemplo, Communicationes, 9 (1977), p. 122; Relatio, ctt. supra
'a .18
nonicum,45 (1983), pp.20l ss.; íd., «Preparación para el matrimonio y i.Lts (t,n rrota del cap. rr, pp. 242-245, principalmente la respuesta contenida en esta
nubiir>, e¡ Cuestiones de Derecho administrativo canónico, Salamanca, l()li') rilrima página, s9gún la cual «este parágrafo (inseparábilidad) expresa la doc-
pp. 37 ss.; J. Henva¡a, <<La inseparabilidad entre contrato y sacramento crr , I
Ilina tradicional declarada muchas veces por el Magisterio pontificio, de ma-
matrimonio>>, en Cuestiones fundamentales..., cit.,pp.259 ss. Puede verse, cn J', ilcra que se tiene por "doctrina católica o teológicamente cierta,,. La ley debe
neral, sobre esta temática, J. FonNÉs, «Fe y preparación...», cit., pp. 743 ss" . , , ,,, Itrndarse en presupuestos teológicos comúnmente admitidos y la doctrina cató-
las referencias bibliográficas allí contenidas. /lt rr, auneue hoy discutida, no puede modificarse, a no ser qué proceda ura ex-
¡rlícita declaración del Magisterio auténtico de la Iglesia» (¿fr. ibíd., p. Za\.
148 DERECHo MATRTMoNTAL cANóNrco LA FORMA EN EL MATRIMONIO 149
trato matrimonial válido que no sea por eso mismo sacra- nera implícita>>, dice, y elmatiz es verdaderamente importan-
mento>>. te- de <,lo que la Iglesia tiene intención de hacer cuando cele-
Por tanto, que la recepción del sacramento del matrimonio bra el matrimonio» (n. 68).
presupone la fe significa lo siguiente: En cambio, que la recepción del sacramento del matrimo-
nio presupone la-fe no significa que sea necesaria o imprescin-
. a) En primer lugar, que presupone la fe objetiva, es de-
cir, la base sobre la que operar, qué no es otra sino el bautis-
diblé una intencionalidad subjetiva sacramental en los contra-
yentes. Tal planteamiento supondría un rechazo, m4s o menos
mo que transforma a la persona humana en miembro de la velado, del'ex opere operato sacramental (la actuación del sa-
Iglesia, esto es, en fiel (cfr. cc. 96 y 204). cramento por su propia virtud) 16. Cabe, por tanto, que si no
se contrae el matrimonio con las debidas disposiciones interio-
b) En segundo término, que es necesaria la intención de res (debilitamiento e, incluso, apartamiento de la f'e; ausencia
contraer un verdadero matrimonio, es decir, aquella peculiar de lá gracia santificante), no se reciba fructuosa, eficaz o lícita-
relación jurídica tipificada por todos los elementos esbnciales mente el sacramento; pero sí se recibe válidamente, realmente.
que la forman. Y en cuanto los cónyuges cambien en sus disposiciones y reco-
Como se ha subrayado por la doctrina, «la misma realidad bren la gracia santificante, recibirán también las gracias.gspe-
matrimonial es ya significante a causa de la institución divina, cíficas y ayudas espirituales propias de este sacramento 17.
sin necesidad de ulteriores especificaciones. Esta característica Por consiguiente, la actitud de los pastores ante el caso
del matrimonio explica la auiencia en él de una intencionali- contemplado en el precepto legal comentado aban-
dad dirigida especialmente a constituir un sacramento. La in- dono dé la fe católica- deberá ser la de poner -notorio
todos los me-
tencionalidad de contraer es la única intencionalidad necesa- dios para reavivar la fe del contrayente. Es decir, el párroco
ria. Si a la ablución ejemplo- no se añade la intencio- deberá, ante todo, emplear las medidas pastorales a que se
nalidad sacramental,-por si sólo hay la intencionalidad de hacer refieren, por ejemplo, los cc. 1.063 y 1.065 ya vimos-,
una ablución,.no hay obviamente bautismo [...]. Pero en el -que a la vivencia
para formar, estimular al contrayente y atraerlo
caso del matrimonio no hace falta una intenóioñalidad espe- de su fe.
cialmente sacramental distinta de la voluntad de contraeri la En todo caso, si se encuentra ante un supuesto como el
institución matrimonial está a radice instituida como sacra- descrito en el texto aludido, habrá de recurrir al Ordinario y
mento, por lo que tal intencionalidad especialmente sacramen- solicitar la correspondiente autorización para asistir a la cele-
tal,.aunqlre es muy laudable, y congru-ente, no es necesaria. bración del matrimonio. Por su parte, el Ordinario no podrír
La intencionalidad contractual es, por institución divina, in- conceder tal autorización si no se otorgan las garantías prescri-
tencionalidad sacramental" Is. tas en el c. 1.125 para los matrimonios mixtos, ,(congrua coll-
gruis referendo» (óon las debidas adaptaciones) (c. 1.071, § 2).
- «Querer
c) Y, por último, que los ministros contrayentes- establecer ulteriores criterios de admisión a la cc-
quieren actuar como 1o hace la Iglesia. -los lebración eclesial del matrimonio, que detrieran tener en cuol't-
Precisamente este último punto es el que puede engendrar ta el grado de fe de los que están próximos a contraer m¿ttri-
mayores dificultades; pero, en relación con é1, es decisiva la monio, comporta además --{omo ha subrayado con vig«rr-
doctrina sentada por Juan Pablo II en la Exhortac. ap. Fami- Juan Pablo II- muchos riesgos [...]. Cuando, por el contr¿t
liaris consortio. En este documento insiste, en efecto, en que rio, a pesar de los esfuerzos hechos, los contrayentes datr
basta la «recta intención» y la aceptación menos de ma-
-«al 16 Cfr. para este punto T. RtNcóN, «Implicaciones doctrinale5...". cit
I5 J. HpRvRpn, «Cuestiones
varias sobre el matrimonio», en 1&.r Canoni- pp. 122 ss. y 155 ss.
cum,25 (1973), p. 85. 17 Cfr. ibíd., pp. l-51 ss.
LA FORMA EN EL MATRIMONIO 151
150 DERECHO MATRIMONIAL CANÓNICO
civil) supone una cautela en la prudencia pasto-
muestras de rechazar de manera explícita y formal lo que Ia -tradicional
ral de la Iglesia- para que la relación jurídica matrimonial re-
Iglesia realiza cuando celebra el matiimonio de bautizadbs, el gulada poi el Derécho cánónico tenga plenos efectos civiles y,
pastor de almas no puede admitirlos a la celebración. Y, aun- én la medida de lo posible, haya adecuación entre los dos or-
que no sea de buena gana, tiene obligación de tomar nota de denamientos, de modo que no queden perjudicados los dere-
la-situación y de hacer comprender a los interesados que, en chos de los fieles en cuañto ciudádanos. El número 3." (matri-
tales circunstancias, no es la Iglesia sino ellos mismos quienes monio de quien está sujeto a obligaciones naturales nacidas de
impiden la celebración que a pesar de todo piden" (Familiaris una unión precedente) trata de tutelar a los terceros (la otra
consortio, n. 68) 18. parte o los hijos). Para el número 5." (censura), deben verse el
_ Por tanto, un planteamiento contrario al descrito podría é. t.ltZ y los cc. 1.331 ss., que se refieren a esta pena. El su-
elevar las exigencias en las disposiciones de los contrayentes puesto del número 6." (matrimonio de un menor de edad, si
más allá de lo estrictamente necesario para la validez dál ma- ius padres lo ignoran o se oponefi razorrablemente) era con-
trimonio (que es se olvide- va-lidez del sacramento), templado también este mismo sentido prudencial
encaminando a éstos-nohacia otras posibles soluciones el Código de -con
197720. Y, en fin, el número 7." recoge un caso
ejemplo, intentar contraer matrimbnio civil-, -por
que no son (matrimbnio por procurador, que ya hemos estudiado), c^uya,es-
acordes con el espíritu que anima al sistema matrimonial canó- pecial nat:urileza-y posibles complicaciones (vid. c. 1._105).ha-
nrco. óen muy aconsejable la intervención y licencia del Ordinario".
Examinado el supuesto que ofrece mayor dificultad prácti-
ca número 4.o del c. 1.071, § 1-, hagamos una-breve
-el a los demás
referencia casos contemplados en este precepto
3. FOnuIA LITÚRGICA Y LUGAR DE CELEBRACIÓN
legal. El recogido en el número l.'(vagos) venía r"gillrOo y, Por lo que se refiere a la .forma litúrgica de la celebración
en el Código anterior re. La noción se eñcuentra descrita en-el del matrimónio se encuentra regulada en los cc. 1.119-7.L20,
c. 100: se llama <<vago» aquella persona que «no tiene domici- a cuyo teno¡ fuera de caso de necesidad, se deben observar
lio ni cuasidomicilio en lugar alguno». El número 2} (matri- los ritos prescritos en los libros litúrgicos aprobados por la Igle-
monio que no puede ser reconocido o celebrado según la ley sia o intioducidos por costumbres legítimas (c. 1..779), al tiem-
po que se estableCe que <.con el reconocimiento de la Santa
18 «Praeterea,
si aliae rationes circa admissionem ad celebrationem ec- Sede, la Conferencia Episcopal puede elaborar un rito propio
clesialem matrimonii statuantur, quae gradum fidei nuptias facere volentium del matrimonio, congruente con los usos de los lugares y de los
respiciant, gravia pericula possurit afférri [...]. Cum,'contra, omni conatu pueblos adaptados al espíritu cristiano, quedando, sin -embar-
ad irritum redacto,.nuptias facturi aperte eiexpresse id quod Ecclesia inten-
dit, cum matrimonium baptizatorum celebratür, se respuere fatentur, ani- go, en pie la ley según la cual quien asiste al matrimonio,
marum- pastori non licet eos ad celebrationem admittere. Quamvis id aegre éstando-personalmente presente, debe pedir y recibir la mani-
ferat, debet id ipsum agnoscere atque iis, quorum interest, persuadere non festación del consentimiento de los contrayentes>, (c. 1.120).
Ecclesiam in tali rerum statu sed eos ipsós celebrationem, quam quidem
petant,.impedire» (JuaN Pani-o II, Exhort. Ap. Familiaris consortío) de22
El rito general se encuentra prescrito y recogido en el Ordo
de noviembre de 1981, n. 68: AA5,74,1982, pp. 164 s.).
celebrandi matrimonium, de 19 de marzo de 1990 al que ya se
ha hecho referencia22.
. Los riesgos que el Romano Pontífice enumera son: «En primer lugar el
de pronunciar juicios infundados y discriminatorios; el rie§go además de
suscitar dudas sobre la validez del matrimonio ya celebrado, cón grave daño
para.la com¡nidad cristiana y de nuevas inquietudes injustificadas para la
conciencia de los esposos; se cacría en el péligro de contestar o poner en Vid. c. 1 .034 del Código de 1917 .
duda la sacramentalidad de muchos matrimónios de hermanos sepárados de 'u
2¡ A esta licenciarefería también el c. 1.091 del Código anterior.
se
la plena comunión con la Iglesia católica, contradiciendo así lá tradición 22
Decreto de la Congregación de Culto divino y disciplina de Sacramentos,
eclesial" (ibíd.. n. 68). de 19 de frrarzo de 1990: Ordo celebrandi matrimonium, editio typica altera,
r" Vid. c. I.032 dcl Codigo de lql7.
LA FORMA EN EL MATRIMONIO 153
152 DERECHO MATRIMONIAL CANONICO
varro-Valls, entre otros) " po. ser, como subraya Betnárdez,
Encuantoallugar,elc'1'llSprescribe:«§1'E'lmatrimonlo una <<de las más interesantei en la historia de las instituciones
enrre carólicos o .;i;;;;
parte bautizada
parte'católica y otra jurídicas» 24.
,á'tátá1i..'ie debe cel"uráIen una iglesiaparroquial: con licen- " Si hacemos aquí referencia a ella es por dos razones funda-
lugar o del párroco puede celebrarse en
.iá aóL ordinario del puede perfi- mentales: porque, de una parte, da razón suficiente del régi-
otra islesia u oratoilá.^l?. El ói¿inatio dei lugar men jurídiZo vigente y, de ótra, porque explica con toda niti-
ilü'!;j;;;i¿;;"1 márrimonio en orro lugar convenienre. § 3.
po- dez l"a función que la forma cumple en el negocio jurídico ma-
El matrimonio entiá u"u putt" católica y otra no bautizada trimonial.
drá celebrarse en una iglesia o en otro iugar converllenle')> En esta evolución se pueden distinguir tres etapas funda-
mentales: 1.u Hasta el Concilio de Trento. 2." El régimen esta-
blecido en el aludido Concilio con el famoso Decreto Tametsi,
4. FoRivt¿.1-t»ADES SUBSIGUIENTES de 1563. 3.u Las modificaciones introducidas por el Decreto
Ne"temere de Pío X, en I9A7, disciplina que, prácticamente,
Quedaaludir,finalmente,alasformalidadess.ubsiguientesala llegaría hasta el Código de 1977 y, con algunas innovaciones,
inscripción re-
."fÉfriáiio" del'mairiÁonió, quele reducen ala anotación qu9
al Código vigente de 1983.
iirtroten el libro o- iigisrro cl'e matrimonte y.a 1a

á;t" i;;.;;';;"ir;;ii,i,
-minuciosam%nte ¿i buutismos'
roda esta cuestión está
.los que se
en 23 P. GlsrtoN¡l. «La celebrazione del matrimonio secondo la dottrina e
i"-ÑuJu en los cc. l. l2l-1.123.
celebrado en la legislazione canonica sino al Concilio Tridentino,>, en Ephemerides luris
|áil""rñrá""iJr áii,irtos supuestos -matrimonio Canónici, 1949,pp.301 ss.;íd., "La forma del matrimonio canonico fino al
ioirá ótAinaria, for;; extiaorclinaria-(c' l'11Ó)' con dispensa
correspondientes
Concilio di Trenlo», en Atti del Congresso internazionale di Dirittc¡ romano
a; f"ñ; ¿urrorí.u- ión objeto de realizar las e storia del dirixo, 1948, VI, Milano, 1951;íd., «L'attuazione dottrinaria c
que' cuando pratica delle norme tridentine sulla forma del matrimoniorr, en Riv. i¡ .scian
;;t*ñ;-iégitt.ut"s. tanibien el
se
fuero
señala
externo' o :,"^-":l:
es oeclaraoo giur., 1952-1954, pp.283 ss.; V. RrtNe, «Emisión del consentimiento y for-
-

uátia, un mat;imonio para ma del matrimonio» , en Acta Conventus Internationalis Canonistarum, Typ.
;il;, ";; áii"éru" iógíiimamente por una causa distinta de la Pol. Vat.. 1970. pp.590 ss.; H. WncroN...La forme ordinaire du muriage
se celebró
muerte, clebe comurlJuiié-táát parroco del lugar 9g"9" canbnique., ,, Lh Ch¡uto ,topo il Conciiio, II, 2, Milano , 1912, pp 1381
É'g'. corres[o1dje1t1 anotación ss.; R. Lnuas, «Forma sustancial del matrimonio canónico», en Nueva En-
.i,"r1ii,nonlo. prir'qu" la.
(crr' c' 1' 123)' ciclopedia lurídica, 10, Barcelona, 1960, pp.22 ss.;S. AcuñA,,<La forma
;;'i;;';;;üiiát á. majiimonio ! bautismo
'te del matrimonio hasta el D-e-creto Nqtemeierr, en lus Canonicum,25 {1913),
pp. 137 ss.; R. NevaRRo-VALLS, «Forma jurídica y matrimo,nio_canónicor,
bñ l¿rs Canonicum. 27 (1914\. pp. 63 ss., cn especial oo.7l-76', íd., .La
expresión legal del conselntimíenió-. en Trahajos dc la XV Semana de Dcrc-
III. FORMA JURÍDICA SUSTANCIAL chb CanóniCo, Salamanca, 1976, pp.253 ss. En general, sobre el tema de la
forma, y, entre otros, E. Lalacrrtqa, «Función de la forma jurídica en el
1. Evot-ucIÓNHISTÓRICA matrimonio canónicor, en lus Canonicum, I (1961), pp.215 ss.;A. »E ln
ÉIenA, «Persona e ordinamento nel diritto sacramentale della Chiesa", en
Persona e ordinamento nella Chiesa, Milano, 197-5, pp. 501-512; G. SuÁne'z
E,lestucliodelaevoluciónhistóricadelaformaenelmatri-
por parte de la PenrrrnRa, «Ámbito personal de obligatoriedad de la forma canónica para
.o"lá"i,u sido objÉió'áá ui"n.ión consranre Lourido. Na- contraer matrimonio»,'en Revista Española de Derecho Canónico, 91, (1976),
Jt.iii* tCir*oiái.V.-R.inu. Wagnon. Lamás pp. 5 ss.; E. Ba¡r,r, «La forma del matrimonio en el proyecto de revisión
áéI Codex luris Canonicl», en lus Canonicum,34 (1977), pp. 173 ss.;íd.,
«La forma matrimonial en la jurisprudencia (década 1967-1977)", en Revista
Espa'ñola' Comisión
Española de Derecho Canónico, 1980, pp. 163 ss.; R. Nevanno-VRt-ls,
Tvo. Pol. Vat., lt)91. Para España. Con[erencia Episcopal por ta con[e- «La forma jurídica del matrimonio en el nuevo Código de Derecho Canóni-
É'pY;-,"p;, .#;;áí; d;L;,;;!í;. H¡,iii ¿it ^otrimbnio"aprohado de Cttlro divino v co>>, en Revista Española de Derecho Canónico, 114 (1983), pp.489 ss.
rcnci« epistopor orporr7,, yFiii¡iÁ/a.' por la Cttnqresrición 24 A. B¡,RNÁRopz CaNróN, Compendio..., cit., p.207.
r"g""aa ré"dición, Madrid, 1996.
disciptina de Sacramen;1.;ü;í¿; iipi.u',
LA FoRMA EN EL MATRTMoNTo 155
154 DEREcHo MATRIMoNIAL cANÓNICo
Iglesia católica no los declaró írritos [...];sin embargo, la Igle-
1.u Disciplina anterior al Concilio de Trento sia de Dios los ha detestado y prohibido en todos tiémpos por
justísimos motivos. Pero advirtiendo el santo Concilio que ya
Hasta el Concilio de Trento la autoridad eclesiástica no no aprovechan aquellas prohibiciones por la inobedienóia de
había establecido una forma ad validitatem para contraer ma- los hombres; y considerando los graves pecados que se origi-
trimonio. Lo importante era la existencia del consentimiento nan de los matrimonios clandestinos, y principalmente de l-os
matrimonial, peio sin sumisión a una forma establecida para de aquellos que se mantienen en estado de condenación, pues
la exoresión d-e dicho consentimiento' que abandonada la primera mujer con quien de secreto con-
D'e ahí la validez de los llamados <<matrimonios clandesti- trajeron matrimonio, se casan con otra- en público, y viven
nos)> (aquellos que no eran contraídos públicamente o in fa9i9 con ella en perpetuo adulterio; y no pudiendo la Iglesia, que
iccteiiab¡. Talei matrimonios, por lo demás, estaban prohibi- no juzga de los crímenes ocultos, curar tan grave mal, si-no
dos oor la Islesia. pero en lo que se refiere a su licitud; esto aplica algún otro remedio más eficaz...r>
.r, drun váli"clos. pdesto que en-ellos se daba el suficiente con- En consecuencia, aparte de renovar las disposiciones del
l
séñtimiento mairi-onial. De todos modos, planteaban multi- Concilio IV de Letrán sobre la proclamación previa del matri-
iud de problemas ante los posibles conflictos entre dos matri- monio, ya en su parte dispositiva el Decreto establece: <<Los
monios'contraídos por la irisma persona: uno oculto o clan- que se atrevieren a contraer matrimonio sin la presencia del
destinamente y otro públicamente o ir facie. Ecclesiae' párroco, o de otro sacerdote por encargo de éste o del Ordina-
La indudable coriflictividad de los matrimonios clandesti- rio, y ante dos o tres testigos, queden absolutamente inhábiles
nos había hecho que la autoridad eclesiás_tica, pele a su validez por disposición de este santo Concilio para contraerlo de este
iu existencia hel consentimiento, hubiera adoptado medi- modo; y decreta además que sean írritos y nulos semejantes
""i
áu, pu.u su prohibición (por ejemplo, Alejandro III l-os sancio- c,ontratos, comó en efecto los invalida y anula por el presente
;¿ .;; la péna de excomunióh; yel Concilio IV de Letrán de decreto.»
1215 impuio también penas y estableció que,.si por otras razo- Prescindiendo aquí de las peculiaridades en cuanto al
nes resultaban inválidós, no se podrían considerar como matn- modo en que había de efectuarse la promulgación del decreto
monios putativos -rsto es, con efectos de validez-, lo. g.ue y del espinoso problema relativo a los lugaies en que estuvo
ifóruUu óonsigo, entre otras cosas, la ilegitimidad de los hijos efectivamente en vigor, con las consecuencias que-de ahí se
habidos). derivaban 25, fijemos sólo la atención en otros dos aspectos,

2s En efecto, teniendo en cuenta, sobre todo, las dificultades derivadas


2." El Concilio de Trento de la escisión protesta.nte, el Decreto, para entrar en vigor y obligar, debía
promulgarse por mandato de cada Obispo diocesano a trávés de loi párrocos
Así las cosas, el 11 de noviembre de 1563 --después de en su parroquia: bien oralmente, o bien por fijación de edictos en la§ puertas
I
haber discutido cuatro proyectos- se aprueba el famoso De- de la iglesia; bastaba con que se publicaie una vez y, después de treinta días
de vacación, obiigaba; debía promulgarse con el carácter-de ley del Concilio
creto Tamefsi, que estableóe una determinada forma de con- de Trento o del Romano Pontífice: no como un decreto episéopal o de un
traer matrimonió para que sea válido. concilio particular.
Las razones qüe llevaron al aludido Concilio a establecer Así las cosas, si se piensa en las dificultades derivadas de los principios
estiforma jurídiia sustancial fueron, en definitiva, razones de regalistas presentes en la Europa de los siglos xvr. xvrr y xvrrr. y en lai ya
óonveniencia y de seguridad jurí{ica, como se deduce clara-
apuntadas relativas a la escisióñ protestante con la consecuencit-de l¡ diúi-
sión entre países.cjrtólicos y países adheridos a la reforma, se comprenderá
mente del propio preámbulo del Decretg laryets-i, que se ex- fácilm.ente que el Decreto no fuese promulgado en bastantes lugaies y aun
ói"ru eitos términos: «Aunque no debe dudarse que.los en reinos enteros. Lo cual dio lugár al problema de determiñar en qué
",
'r"át.imonios clandestinos, celebiados con libre consentimien- lugares estaba vigente y en cuáles no, problema que los autores ---rn espe-
to de los contrayentes, fueron ratos y verdaderos, mientras la
LA FORMA EN EL MATRIMONIO r57
156 DERECHO MATRIMONIAL CANÓNICO

oue lueso serían corregidos también por el Decreto Ne temere luntaria del párroco, con lo que se eliminaba el problema del
á;-Pf" X. E, primer irrgar, el párroco que. debía asistir a la párroco coaccionado o el de los matrimonios por sorpresa.
óéteUiaciOn dei matrimo"nio erá el persónal o propio de los c) En tercer término, la competencia del testigo cualifica-
contraventes; esto es, la competenciá era personal, y se deter- do u ordinario- pasa a ser de personal a territorial:
-párroco el párroco u ordinario del lugar donde se cele-
es competente
minabá por el domicilio o cuásidomicilio de algqng de los con-
traventei. En segundo término -y dado que-el Decreto sólo bra el matrimonio.
ii"ÉüUi-de praísente parocho-.-cabía la asistencia de éste d) En cuarto lugar, la promulgación de la nueva ley se
;;;;-;r;é óasiva; de'ahí que eran posibles los matrimonios hizo de tal manera que obligara a todos los católicos y en
';;¡;;;i"rtdriot Íamados ,imatrimoñios por sorpresa') o in- todos los lugares, <<a no ser el parágrafo 2 del a. XI-
de un párroco coaccionado'
-dice otra cosa para algún lu-
que la Santa Sede haya determinado
cluso éon asisiencia
gar o región determinada».
e) '. Por último, se prevé una forma extraordinaria
que ya había antecedentes- para casos y circunstancias -aun-ex-
3.u El Decreto Ne temere cepcionales.
Como queda dicho, este Decret-q,^.dud9 por la Conglcgl-
c¡On ááibohcilio, por ór{en de PíoX
26,
subsanaría lasdificul- Sustancialmente ésta es la disciplina que pasó al Código de
tades que presentába el Tametsi. El l)ecreto Ne temere se.pu- l9t7 y que, con algunas innovaciones respecto del Código de-
ü1ü ü z áé ágosto de lgaT,,ordenando que entrara en vigor rogado, recoge el Código vigente de 1983.
to¿u. partés, @bique) áesde la Pascua de Resurrección En resumen, podemos decir que la evolución histórica que
"á,
(19 de abril de 1908). hemos estudiado brevemente da razón de dos cuestiones fun-
' En comparación'con el régimen anterior, aparecen como damentales: de la disciplina actualmente en vigor, que exami-
-"
innovacionés más imPortantes: naremos a contiiuación, y de la función de la foima, que,
;)- el pti*er lular' una fórmula más l3ja.r1tq en.la redac- como ha podido apreciarse, va en la línea de garantizar la
ciOñ'de f"láV. Vti.ntías et Decreto Tametsihablaba de inhabi- .seguridad jurídica y la facilidad de prueba del matrimonio.
ííáá-¿-úq""d.o absolutamente inhábiles..."), el Ne temere ha- De este modo, el negocio jurídico matrimonial, a partir de
Uta ¿iie.iamente de invalidez del matrimonio. En efecto, el a. 1563 Concilio de Trento- es, desde luego, un negocio
ifi d¿l atu¿iAo Decreto señala que <<tan sólo son válidos aque- o acto-del
jurídico consensual, pero también formal; esto es, se
fór-.átri-onios que se contraen ante el párroco,- o el ordina- gxige una forma determinada. no sólo ad liceitatem (para la
iio ¿éf lugar, o ,i su."rdote delegado pór uno de ambos, y, lieitud) sino ad validitatem (para la validez), de tal manera
* menos, dos testigos».
al oue. sin haber restado el carácter fundamental de la consen-
b) En segundólrgar, se exigía una asistencia activa y v<'r- .¡'ualiOaO al acto jurídico, se ha añadido, además, la formali-
,dad, con todas sus consecuencias de seguridad en el ámbito
cial- antes del Decreto Ne Íemere- se esforzaban por resolver.. porque re de las relaciones jurídicas que conforman el ordenamiento ca-
;;1i;ü'ñ;;;¡ibi; iut"i aon¿" estaba vigenté_la exigencia.de rornrl .nónico.
iurídica oaia la validez del matrimonio y dónde no. De ahi los catalogos
qr¡c
i.';j;üáü;;;irli'rsri";¿o éntie los lugares gn gyg era cierta t" plgl,r]l,I.
liOn ¡trro tridentinaj y lugares en que era indudable su, no.promulgacloll v
en los que. por tanto, nó-*tuOu en' vigor (loca non tridentiia). P^ero. en lir ,2, Rpcrrr¿BN JURlDrco vTGENTE: FoRMA oRDTNARTA
iá i;i;;ñili¿n piecisa de"unos y otros resultaba difícil.ducl¡r¡¡rv, ctt . Y FORMA EXTRAORDINARIA
"ra"ii.I.
5l,áriálJt."irñ*;üü;¡;-;Jdó qu. qo.duban lugares en los que se
si se había reálizado la promulgación o no'
- ;^¿í. s.e Co"r¡li¡i oi;;;f;* Examinada la evolución histórica, veamos el régimen ac-
de agosto de 1907 (Fontr't
'<Ne temere»,2 tualmente en vigor. En síntesis consiste en lo siguiente: para
Codicis, VI, PP.867 ss.).
158 DERECHO MATRIMONIAL CANÓNICO
LA FORMA EN EL MATRIMONIO 159
que un matrimonio sea válido es preciso que se contraiga dc
a'cuerdo con una forma establecida por el Derecho positivo. debe asistir al matrimonio juntamente con los testigos, sin per-
Se trata, pues ya sabemos-, de unos requisilos for- juicio de la validez del matrimonio sólo ante testigos.»
-como
males aá valorem o ad validitatem;no simplemente ad liceiut- Los temas que, en relación con estos dos preceptos legales
tem. (cc. 1.108 y 1.116), se plantean son: 1.") qué personas están
Como se recordará, cuando estudiamos el principio con- obligadas á contraer según la forma jurídica sustancial; esto
sensual, vimos que el c. 1.057, § 1, hablaba de un consenti- es, ámbito de aplicación de la norma; 2.') el testigo cualifica-
miento de las partes «legítimamente manifestado». Expresiólr do; es decir, la§ cuestiones relativas al «Ordinario del lugar o
que hace refer^encia no s=ólo a la simple emisión o exterioriza el párroco» de que habla el c. 1.108; 3.') la delegación; 4."). la
-facultad
c'ión del consentimiento para que opere en el ámbito jurídicrr suplencia de la de asistir al matrimonio (en relación
interno o psicológico- no ten ambas cuestionés y suplencia- con el testigo
--el consentimiento simplemenle en el campo de las relaciones -delegación
cualificado); 5.') los testigos comunes, y 6.') un caso especial
dría la virtualidad de áctuar
iurídicas-. sino también a su emisión én forma "legítima". de matrimonio con forma ordinaria: el matrimonio en secreto.
por el Derecho positivo, y regll-
ésto es, en la forma prescrita Son los temas que abordaremos a continuación.
lada, en concreto, en los cc. 1.108 ss.
¿Y cuáles son estos requisitos formales? A) Personas obligadas
Ét COOieo de Derecho canónico establece: nna forma ordi'
naria (c. 1.i08) y una forma extraordinafiq ^(: -1. I l6).. La regla general la encontramos en el c. 1,.I17 , a cuyo tenor
De acuerdó óon lo señalado en el c. 1.108, § 1, <<solamentc se está obligado a contraer de acuerdo con la forma jurídica
son válidos aquellos matrimonios que se contraen ante el Ol' sustancial siempre que <<al menos uno de los contrayentes fue
dinario del lugar o el párroco, o un sacerdote o diácono delc- bautizado en 1á Iglesia católica o recibido en ella y no se ha
gado por uno" de elloi para que asistan, y ante dos testigos apartado de ella por acto formal [...]".
I...]".'Y añade el parágiafo 2: "Se entiendepide que.asiste al ma
la manifest¿r Prácticamente el Código recoge el mismo sistema que el
irimonio sólo aquél qué, estando presente,
y la recibe c:rr clel Código de 1917, aunque con una innovación importante:
ción del consenlimiento de los cbntrayentes la de la cláusula relativa al apartamiento de la Iglesia católica
nombre de la lglesia., Se trata, en este precepto legal, de lrr
por <<acto formal» (actu formali), que hace que estas personas,
llamada forma ordinaria.
Por su parte, el c. 1.116 establece e^n su parágrafo 1: «Si fese a haber sido bautizadas en la Iglesia católica o recibidas
ón ella, no estén obligadas a contraer según la forma canónica.
no hay algüien que sea competente conforme al derecho p-?ij' El problema se plantea, sin embargo, en relación con la
asistir'al ñratrimbnio, o no se puede acudir a él sin grave difi adecuada interpretación del término «acto formal» que requie-
cultad, quienes preÍenden cóntraer verdadero matrimonit, rc una atenta exégesis 27 . De los trabajos preparatorios del Có-
pueden hicerlo válida y lícitamente estando presentes_sólo los cligo 28 se deduce que separación formal no es equivalente, sin
iestigos: 1.') en peligro de muerte;2.") fiera de peligro cle más, a acto público o notorio de apartamiento de la fe católi-
*rreite, con'tal dé qué se prevea prudentemente-que esa situir ca. El término público, en efecto, puede hacer referencia a
ción va'a prolongaise duiante uñ mes', Es la llamada fo.rnt'r una defección formal pero también a una defección virtual de
extraordinaria, qle puede operar, para la validez del matrimtr la fe católica: en el primer caso se trataría, por ejemplo, de
nio, en los supuestós descrítos en-el precepto legal y.con l.s
reouisitos en él establecidos. A ellos se añade, pero sólo pirrrr 27 Ya se hizo referencia a la cuestión paralela que se plantea en relación
la'licitud del matrimonio, lo señalado en el parágrafo 2 clcl t'on el c. 1.086. que reg,ula el impedimento de disparidad de cullos, em-
mismo canon: ..E,n ambos casos si hay otro sacerdtr ¡rlcando esta misnia expíesión (,,acio [ormal,,). Vid.'cuanlo se dijo enlonces
te o diácono que pueda estar -dice-,
presente, ha de ser llamado 1' irl tratar de este tema y las indicaciones bibliográficas allí recogidas.
28 Cfr. Communicationes, 8 (1976), pp. 54-56; 10 (1978), pp. 96 ss.
lti - lól
I,A T,'ORMA EN E,L MATRIMoNIO
cRltÓNtco
160 DEREcHo MATRIMoNIaI regla general enunciada en el c' 1'117 es la
crr t l "áutá*á"ioa Ia
ExcepciÓn
."i*t6 erítt" parte católica y parte no católica
! adscripción a otra confesiónldc l:r' .f"f
una separación seguida de i;;;;;iiLla» ae rlto orieirtal' Enpara este sú-puesto' en efecto'
seuundo, ;;;l¿á ttuiu*énte desviada
.u*o?á, d" la licitud' pese a que
"n
li'o"'1,,; ; ; ;i. ü d "I,tá+:#il
iJ;;;;;;;a;ia" sólo se requiere la intervención
\

con ella. pe.ro s,ln i


[fk ilt;* h;"3"ol'',"
H i..',, .'l
iJ
aband.onado lit lt'
; ll I,
rrara la validez r. i"qriáia siámpre
ffi,;.;rg*;;: E; "rÉ.to. a tenor del
de un mi-
del-c '.1'127 '
.parágrafo ,l no católica
"{{r¡: ; ;- ; ; i;; á e a r o L'¡
\
;'
«si contrae mat,mónio .ríu parte católica éon otra
o*.l'¿:';',}"'e Íüí
I r

: : ;.1L1"'
", 3" "' ocasión de vcr- t Já ilt"-."iléntát, la forma óanónica _se requiere.únicamente
I

\
canónica' ya que:-H;;i';*o'.ttliáo átti*u sujetos a ella' l;rr.'t nara la licitud; pero se requiere para la valtdez la lntervenclon
c. 1.071, § 1. +'. *piitiá;;{glot se diséutió tambicn
los trabajo, p'"pu''l'i5ii;;;;ió¿digolé'ü-áUtigación de la lirr
lfi';;;i;irtio"ugrráo, óbr".uádas las demás prescripciones
del derechor.
clebían ser excturdos ex.presa*t-lt:^9" de lrt l''
un acto ioiáát ¿e a6andono .Señalemostambién,enrelaciónConlacelebracióndel
I

ma canóni.u q'itn""t'-'ih i"'r' ierttia (exrra Et'<'l''


matrimonio entre táié1i.o de rito latino y no.católjco de rito
católica, habían no utili iiii"ntul (c. L127, §-i); ;na posible duda'que la redacción-del
'iá;'tü;t;á*-tut'u d:'qué
siam);y se llegó ;'ü;;;i;tiál a1a-oi; iónsecúencias "i"-pteferible jurídicas l
-¡itéi"éñción
del ministro sagrado ha de
lilr
z.ar fórmulas que implicasen que no resultlttr
;;"#-ilrrt.u,-ii'ü o' por el
extr.a Eicle|siam, ser activa --que piáu V i".iba.el consentimientol
hechos, como ta eáricaci ón jurídicos r0'
Lántiu.io, basta ,iioiu'p."sencia, puesto que el precepto legal
,irl
fácilmente
"uutuuüi"il "iáttot __cbm";;;" subrayó ar tratar rlt' Ló
;;;;;ü "xpii.itumenté este que tampoco son explícitamen-
extrémo. mismo sucede res-
Se ouede a".ii, po. ello
la cuesiión pu,ut"iá ñ;tli;;'
tn t' téeutación dél impediml.'tt p"t
J" los lestieos comunes,
disparidad-áe cultos-' que 'ia"áxpresión utilizada "é.iá
f.";;;;;;;,i;;. ?;ei bi.;' la ciáusula'"observadas las demás1
il to de jir^áii¡ debe'ser. interoietada estrictametrlt' 'i.1n. del áái".r,"", incluida
;;;;;i;¿i"res en el propio parágrafo
el c. I .l17 (acru i" Jáguridad jurídica' N" Ü;i;. putece contener.las exigencias a]u{ida¡ ;presen-
que
v de moclo
u""io' tfe"ctqsl,::a vida-desordenada o urrir iia activa dei ministro sagrado y presencia de los lestlgos co--
bastará. pues. de los y no simpi"*.ñt.,las'rélativas a las condiciones cle
\
""t;"í;iíü";i'ot
educación extra iiclesiam'
ni un p"Uiittl apartamiento la for ;;;;
,, o'bligación'de canacidad v consentlmtento "'
orincipios católicos' para exone'u"Ját-lu "n[i'#io¿ ;;;á, ; áii¡^or¡o, mixtos (católico con acarólico
u s' ia' n e ce s a r i o O "nto" J"", Xi:l tc,'.,lXi J i[81' Xi,1
i,,'. J,á " i.-un n
UrriüuOo), puru óuya regulación generál deben verse los cc.
Iiiilirñ". formal apartam.ie
ll
Ñtátuóon ante.el párroc" l.iii.tíé, ," ,"qüí.ie 1íforma_debe cu"nóni"a, a tenor del c. 1.121 ,
cripción a una.""iártá[ á.áiáii.u,al ordinario propio' etc': t's en elm-atrimo-
§ l: ,.E,n cuanto ,'tá iot*u que emplearse
\\ hecha po, .,tt"Ü:';;;;;';Ca;ó¡ s'l
nió'*i*to, s. t an-áá-obr".uut las presiripciones d9lc. 1.108
'un.acto ¡i,.iái.o externo 9:iJü1-l;H*"t:H:nte
áñ; dc [...1., Pero es ¿. ,áiui que cabe la'dispensa po.r el Ordinario:
á"á").á fornial apartamiento L§i'oiticultades graves irirpiden que se observe la torma cano-
"r tiene derecho
\
I' Cfr. s.
)v s'
(1976). DD. 59
irÁái¿.
nica. el Ordinario*á.i "co.nsulta lá parte católica
2, cr.. ibíd.,8 (1976)- PP
ibíd..8 VAr_rs...La forma juritlie;r
;'; ir'p";;;;;il.';e ro n cad a caso' a I ordi n a-
,lii,
;,n iCfr.
li i"para loda.esr:t
1á'
cuestlon K. I\Av^^t\v
rá,i,,.:l 1 i:'¡'::l"l ; I fiX?XJi,?
us uL'"'i"qii9j,
cg.]',c?,*EPtlt loñ,_iau",
bi RI,'¡,,,, r,,
.", Reyis¿¿r
Xl'ir.-. en /..r
n do,
.e
q"l'rá .eiebra el matíimonio y permaneciendo
marrimbnio en
¿.r ,n),'rl*[ilio
del t"n el nrrevo Loolgo
or,-093: íd.,..Comentari.:rl
íd., ''c'omentart. :r rio del lugar
ii' de uer((rtu "iñ'"'."
0,1\"1,\!,',?'¿r'l;,'i:";,'i,?Q'Q'ifii2já'#"'i,11
nnñola ll.i'lá'..
an.tada. L-t;t*;;;iiii:i:':"',
a cargo (ter rr
""
. tttZ,', en Código:::'^:i:;""1:'l,t':::,';,BE
i','olilii-"ii'ó:ü.4;:: 'y""D;;';;'h;'caiónico. Ld_
de r'zq-o3z: M Lolt z
er'f-t-r'rl'ül'ilái"; .ió",q*ráf*seoportunaunarespuesta.sobreeltemadelPontificioConse-
vlaruu us
Martín Azpircuet' ?i::'á::ül:tl".l',"'%
de ^¿y,v*'-*,no_V,qLLs, ¡' io para la interpreratiüi-¿?'l* iÉxios tegislativos^(asíp' lo,sugiere
también
R' Nnvetl op. ci.t., nota^2' ¿!+1.'
Al-nncÓn
' '' Ti'R. Y Ñuiário-Vuus eh la obra últimamente citada' -,
Ñnvnnno-VeLLs' "Comentarto ,i6il , i'1. r-o'i,Á'"'ic¡\ :1"l l,§'r
$i*imr+:ti':1¿::-*ri'¡¡i,:!*b'itk.%,;,'ft
.,;ít,#;.H"*i;bibliográficas flY1
rec.
32 Cfr. en este ,";;iü'i{. Ñavanno-v¡.Lls, «comentario al c.7.127,>,
ta' lii" pp' 685 s'; íd" 'La forma iurídi-
ih;-íi'*,
RRo-vALLS. op.
iii'l :*
io., ,¿u forma lu1ídic3a 2'Y^: +ft
ii-ilt( tt' '' pp
uh: )7j ,. o. esta última obra.
,n caiig'o-;r-D;r;;;;'?-r',¿-i¡ii.
ca...», cit., p.506.
2 de
rs en nota z Ias PP,íTo""J".;;"
d?1".,^:,^-r^ suscita esta exprt
gidas én .rentír i;, .udas que
Ias ducias t
i De todos modos. teme

.t. I

I
162 DERECHo MATRIMoNIAL cANÓNICo LA FoRMA EN EL MATRTMoNTo 163
co le.impone su fe, y de las promesas hechas por éste en con-
oara la validez la exigencia de alguna forma pública de cele-
Lración, k. 1.127, § 2) ". l'ormidad con las exigencias de su lglesia, tn. :).
"'-Í;.i r.i-á"rnar,'fará ta celebración de esros matrimonios .losPor lo.que se refiere a la dispensá de la forma canónica, en
mixios debe tenercé cuenta 1o establecido en los cc. 1.126 matrimonios mixtos, el-c.1.127, § 2, señala que <<compete
"n
i7.tZl. § 2. que remiten a la Conferencia Episcopal las com- a la conferencia Episcopal.establecer no.rmas pára que d'icha
i"ilr.¡ár ánÉo Ln relación con el modo segiin e.l cual deben dispensa se conceda corrunidad de criterio».
hace.se las declaraciones y promesas son slempre nece- La Conferencia Episcopal española, en las aludidas normas
sarias-, su constancia eri él fuero -que
exteino y el informe a 1¿l dictadas paru la aplicación err España del M.p. Matrimonia
en relación con las normas.par.a que mixta el 25 de enero dg 1971, estableció las siguientes disposi-
oárte nó católica, como
I;d:il;;;áá-iu to.*a se conceda con unidad de criterio' ciones (nn. 5 y 6): "La forma canónica de la celábración dei ma-
'- trimonio mixto es condición indispensable para su validez,,
ü¿;;fáiencia Episcopal española, en su Decreto vigor el
Gene-
7 dc
.¿áe ie a. noviémtjre aé fg3i, que entró en (M.P. Matrimonia mixta 8). No obstánte, cuan«io concurran cau-
y prome-
i"fio ¿r lg94, ha establecido que "[as declaraciones .graves que. dificulten el cumplimiento de esta condición, el
fi¿ls
i;;;;¿ ,i".é¿"n a los matrimonios mixtos y a laslasque hace
normas
( )rdinario del lugar puede dispeñsar
también de ra form a canó-
referencia el c. 1.126, se ajustarán a lo dispueslo_el nica. Se consideran como tales las siguientes: a) la ooosición
dictadas por esta Conferéqcia Episcopai el 25 d.e enero dr' irred.uctible d" lq parte no católica: á7?l que un número consi-
ló71, ;;.á ia aplicación en España del Motu proprio Matritno- rlcrable de lamiliares de los contrayentes r'ehuya Ia forma canó-
nia mixta" (a. 12. 3). nica: c) la pérdida de amistades muy arraigadai: d) elgrave que-
Según estas norma-s aParte otros aspectg,t:'^:,t^prescrr- lrranto económico; e) rn grave conflictdde concien"cia de'los
be oué ,.la parte -y
cilólica i....1 Oe¡ara constancia escrita de l¿ts contrayentes, insoluble por otro medio;/) si una ley civil extran-
ái.ir.."tláeótaruc¡oned edpecificas del matrimonio mixlrr icra. obligase a uno, al menos, de los cóitrayentes a una forma
f-.i;G. d¡ e, concreto, lá.parte católica debe declararsc rlistinta de la canónica.
dispuesta a ale¡ar de sí el peli[ro de perder Ia fe' Y tiene
lrr »Para quer una vez concedida la dispensa de la forma canó_
.
IiáI,"-áüie"iiái de formuür lá promésa sincera deyque har:i rtica, el matrimonio sea celebrado "en fbrma pública,, (M.p. Ma-
iáá. r" ,ó!iur. óuiu que toda la frole sea bautizada educatlrr trimonia mixta 9), la celebración puede hacerse: a) aite el mi-
;; l"ÉÉ;iá.átbriiu (cfr. c..1.125).haber En cuanto .a.la.parte acatt¡ nistro de otra confesión cristiana- y-el
recibido informacitirr !a forma prescrita por
ííii-..í"l"ri constancia escrita de tisLa; ó) ante la competente autoridád civil y en la fórma civif le-
.o6."]d.lin"r y propiedades esenciales del matrimonio, cttttl
fines
¡lil"imamente prescrita, siempre y cuando eita forma civil no ex-
i" á"ti"r¿" ta igiesá católica; de no excluir dichos
de ser
v cluya los fines esenciales dél matrimonio.» <<Es de desear
nrooiedades eseñciales al contraer matrimonio; cons -se
rrriade en el n. 9- grg los esposos, al elegir el modo de suplen-
ái"ít;á; l,rt imperatiros de conciencia que al cónyuge católi r'irr de la lorma canónica. opten por la celébración rerisiosa.,
Estas normas han sido contiimadas en el a. i2,3] del De-
rr En el parásrafo 2 del c. 1.127 se ha recogido. con leves.modificaciorr, '
t'r'cto General de la Conferencia Episcopal Española ya ci-
de matiz, la'facílta¿ de clispensar de la forma de los malrimonlos ntlxl()' lrrtlo, de 26 de noviembre de 1983,0. '
;;" ;i ". S ¿.1 M.P. Matrimonia mixta 2. concedía a los Ordinarios. Esl;r
ii.uriá¿"i.-.;;¿.á;: según el c. t.t21. § precisamqnle ?l ordinario ,l' r

i;;;;;; i;;;;i;.iiori.?, aunque consultando antes al ordinario del.ltr¡':rr


ilñ";.;.i;ü;;; et matrimohio. "La razón estriba ---{omo se ha hct'l,,, ' . §lj"lg9^r qu9 el c. 1.729 extiende expresamente lo prescrito en los
(R. Nnvnnno--vn[S...La forma jurídica.-.". trt ,,t. 1.127 y.1-.128 los marrimonios para lo§ que obsta el iinpedimento de
notar a esle respecto -«a
,lrs¡rirridad de cultos,
n 507)- en que es el'ordinario del lugar donde de hecho se celehr:r '
celehrrt' r""
l del que trata el c. 1.086,§ 1>>, aunque d'eberá tenerse
r rr c'uenta, respecto de la regulación contenida en el c.-l.l2i,
il'rii#on¡" qü., iár".. o puecle conocár más fácilmente si la
peligr. 'l'
§ 1, que lo
;;l;;;.*"ilio cunonico "ri for-u noconvenga evitar'"
canónica conlleva algún
'rt;rhlccido en su segunda párte no necesidad de la foráá oidinaria
áió¿n¿ulo u otros inconvenientes que l,rr;r l¿r validez del matrimonio entre-la parte católica con otra no católica de
164 DERECHo MATRTMoNTAL cANóNrco LA FORMA EN EL MATRIMONIO 165

Sintetizando todo lo expuesto en relación con las personas El testigo cualificado es «el Ordinario del lugar o el párro-
obligadas a contraer de acüerdo con ra forma jurídicá sustan- co, o un sácerdote o diácono delegado por uno de ellos para
cial,,o, €n.otras palabras. en relación con el ¿muito personal, que
- Deasistan [...]" (.. 1.108, § 1).
p.u9d9 decirse lo siguiente: «observar la forma jurídic'a sustan- ahí que los requisitos para la validez de su asistencia
cial del matrimonió (ordinaria. o extraordinaría) es requisito pueden sintétizarse así: a) sólo pueden asistir a la celebración
para la validez del mismo matrimonio cuando se trata dé bau- del matrimonio que tiene lugar dentro de los confines de su
tizados pertenecientes a la Iglesia católica tanto si contraen territorio. Es mál, si dentro de tales confines existiese una
entre sí como con parte no ca1ólica, con la excepción. en este jurisdicción personal al que se refiere el c. 1.110-,
último supuesto,^de que.el no catóiico sea crisdiano oriental, también puede asistir-supuesto
el Ordinario o párroco del lugar, puesto
en..cuyo la fory13 obliga sólo para la licitud, no para lá que la competencia del Ordinario o párroco locales sería, en
validez. -c_aso
No están obligados a la foima canónica órrr<io con_ este caso, cumulativa con la personal, salvo que existiese una
traen entre sí tanto los no bautizados como los bautizados en expresa concesión de la Santa Sede de exclusividad a la juris-
Iglesia distinta de la católica que posteriormente diición personal 'o; b) su presencia debe ser activa, esto es,
no se convirtieran a ella-, así -siempre
como tbs bautizádos en la Igle- que, como prescribe el parágrafo 2 delc. 1.108, en clara con-
sia católica.' nero que posteriormente ra abandonasen por acto tinuidad con el Decreto Ne temere y con el Código de 7917,
formal,-t5. ' «se entiende que asiste al matrimonio sólo aquel que, estando
Elde notar, finalmente, que la C.p.I. (actualmente, ponti_ presente, pidela manifestación del consentimiento de los con-
^. . consgjg puru
ficio la. interpréración de los rexros Iegisialivói; trayentes y la recibe en nombre de la Iglesiarr; c) lógicamente,
ha respondido negativamenre (5 de iulio de l9g5); la duda pe§e a que el c. 1.109 no se refiere a ello de modo expreso,
acerca de si, fluera del caso de peli§ro de muerte inminente habrá dé entenderse que el testigo cualificado Ordinario
(vid. c.,1.079). el. Obispo dioceiano", a tenor del c. SZ, I t, o el párroco- sólo puede asistir válidamente a-el la celebración
puede dispensar de la forma canónica en un matrimonio de del matrimonio descie e1 momento en que haya sido investido
dos católicos. en su cargo y haya comenzado a ejercer su oficio. Y ello siem-
. ^Por tanto,
la forma
el único competente para conceder la dispensa de pre que por sentencia o por decreto no estuviera excomulga-
canónica en este lupuesto sería el Romano Éontífice. do, o en-entredicho, o suspendido del oficio, o declarado tal,
y siempre que, al menos, uno de los contrayentes sea de rito
latino (cfr. c. 1.109).
B) El testigo cualfficado En cuanto a los requisitos para la licitud de la asistencia
como ya sabemos, los ministros del sacramento del matri- del testigo cualificado, deben ténerse en cuenta las prescrip-
ciones dé los cc. 1.114 y 1.115 (actúa ilícitamente, por ejem-
monio son los propios contrayentes. De ahí que la función plo, si asiste sin que le conste el estado de libertad de los
d.esempeñada por el ministro sagrado sea ra de iedatario ecle- jontrayentes a tenor del derecho).
slal.o de testigo cualificado. su función con la de los
-junto
testigos comunes, si bien con característicaj distintas en uno y
6f¡s g¿s6- es la de dar p-ublicidad y, con ella, seguridad jurí- C) La delegación
dica, al acto de contraer. En relaciói'con el teétlg6 cualifiiado
es fundamental la regulación contenida en los cc."1.10g-1.110. Su posibilidad ya se encuentra-contemplada en el c. 1.108,
rito oriental- no es aplicabre, cabalmente porque se refiere únicamente a
§ 1, cündo se alude a <<un sacerdote o diácono delegado por
los matrimonios con bautizados no catóricol dJ;ir;--i;"I,;;; no con
orientales no bautizados. 36 Cfr. en este sentido R. Nav,A.nno-Valls, «La forma jurídica...», cit.,
3s M. Lóppz AlancóN y R. NavanRo_Valm, op. cit., p.243. p. 495.
166 DERECHo MATRIMoNIAL cANóNICo LA FORMA EN EL MATRIMONÍO t67
uno de ellos [Ordinario del lugar o párroco] para que asistan general. Y en el que, a su vez, se dice que esa misma norma
[...]" u la celebración del matrimonio. Y su regulación concre- se aplica a la facultad de la que trata el ó. t.111, § 1.
ta se halla en el c. 1.111. De acuerdo con esta doble remisión, en los supuestos de
La delegación puede ser: general o especial. Si es especial, error común, de hecho o de derecho, y en los de duda positiva
debe ser: a) otorgáda a una persona determinada; b) expresa- y probable, de hecho o de derecho, la Iglesia suple la facultad
mente concedidal c) para uñ matrimonio determinado. Si es de asistir al matrimonio, tanto si ésta ha faltadb por defecto
general, ha de ser:.a)á unq persona determinada; b) otorgada de potestad ordinaria, como de potestad delegada, excepto en
éxpresamente; y c) concedida por escrito. el supuesto en que-a tenor de las prescripciónes del c. t.ttZ
^
IJn caso especial de delegación es el contemplado en el y en las circunstancias ahí co,ntempladas-haya actuado como
c. 1,.112, que regula el supuesto muy escaso testigo cualificado un laico 3q.
-seguramente
en la práctita- d=e la delegáción otorgada a laicos: «§ 1. Don- El supuesto de error común se produce cuando existe el
de nohaya sacerdotes ni diáconos, el Obispo diocesano, pr_q- convencimiento generalizado de que el ministro sagrado posee
vio voto iavorable de la Conferencia Episcopal y obtenida li- la competencia para asistir a la belebración del matrimonio,
cencia de la Santa Sede, puede delegar a laicos para que asis- que en realidad no tiene. A este respecto ---romo se ha hecho
tan a los matrimonios. § 2. Se debe elegir un laico idóneo, notar por la doctrina ao- ss preciso subrayar que el convenci-
capaz de instruir a los contrayente_s y apto para celebrar debi- miento de que el ministro sagrado posee compétencia no surge
damente la liturgia matrimonial,, r'. únicamente del expreso enjuiciamiento del supuesto, sino que,
como ocurre en tantas ocasiones, el convencimiento proviéne
de otros factores, en especial, de la ignorancia. Por éjemplo,
D) La suplencia de la facultad de asistir al matrimonio si un sacerdote se presenta revestido én la iglesia pará asistir
a la celebración de un matrimonio, lo lógico es que la genera-
Ante todo, debe tenerse en cuenta que la razón de fondo lidacl de los asistentes considere que poiee competencia para
que late en la figura de la suplencia ----€sto es, la aplicación al asistir, independientemente de que lá tenga o no. De dónde
matrimonio del c. 144- es la de «limitar al máximo los su- se deduce que, en circunstancia§ normale§ de celebración de
puestos de nulidad por defecto de forma, haciendo que la su- un matrimonio ----en la iglesia, después de haber realizado las
38.
illencia actúe en el-mayor número de supuestos po§ibles, proclamas y el expediente prematlimonial-, siempre puede
Es decir, se trata de que la forma jurídica sustancial cumpla operar la suplencia, ya sea porque se da un error tomún de
su verdadera función de seguridad jurídica, de facilidad de derecho que el ministro saglado salga revestido y prepa-
prueba, de certeza jurídica, en suma. De modo que si se ha rado para-elasistir al matrimonio ás un hecño capaz de ihducir a
óumplido esta finalidad, el matrimonio no resulte nulo por error-, ya sea de hecho, porque la generalidad de los asisten-
defe-cto de forma, desvirtuándose, de esta manera, la auténti- tes considerará, en efecto, que posee facultad de asistencia.
ca función de la forma. Solamente en un matrimonio en secreto o celebrado en cir-
El c. 1.108, § 1, señala como excepción ----entre 6f¡¿5- ¿
lo allí establecido el supuesto contemplado en el c. 144. Es re Cfr., entre otros, M.Lópzz ALARCóN y R. Navnnno-VeLLS, op. cit.,
decir, se hace una remisión a este último precepto legal que pp. 250 ss.; J. M.o GoNzArp.z oel Vnr-r-s, Derecho Canónico Matrimonial
trata de la suplencia de la potestad ejecutiva de régimen, en según el Código de 1983, 4." ed. revisada, Pamplona, 1988, pp. 138 ss. En
general, para esta cuestión se ha seguido aquí la exposición y argumentacirin
37 Obsérvese que, según lo establecido en el parágrafo 1 del c. 1.112, se de este último autor, que, a su vez, se apoya, fundamentalmente, en lirs
trata sólo del Obispo diocesano, no de cualquier Ordinario. obras de H. HEnnnaNN, Ecclesia,supplet. Das Rechtsinstitut der kirchlichtn
38 R. NRvRRRo-VRLLs, «Comentario al c. 1.111", en Código de Derecho Suppletion nach c. 209 CIC, Amsterdam, 1968, y G. BuccpnoNt, (ir,ur,r'
Canónico, ed. cit. , p. 677. Así parece deducirse de los trabajos preparato- conscientiae, Roma, 1894, vol. 2, pp. 163 ss.
ao Cfr. nota anterior.
rios del Código (cfr. Communicationes, 10, 1978, p. 90).
168 DERECHO MATRIMONIAL CANÓNICO
LA FORMA EN EL MATRIMONIO r69
cunstancias poco comunes ejemplo, ante pocos testigos
y fuera de la iglesia-, cabe-por
suponer una ausencia de suplencia da, entre otros aspectos, que se trate de mayores de edad y de
de la facultad de asistir. honradez reconocida.
Por lo demás, el error común puede referirse a la compe-
tencia material, como acabamos de ver, o a la competencia
territorial; en concreto, si un determinado lugar pertenece al F) El matrimonio en secreto
territorio de la parroquia o no, en cuyo caso el error se refiere
tanto a quien tiene competencia ordinaria (por razón de su Una vez examinada la regulación general referente a la
oficio) para asistir a la celebración del matrimonio, como a forma canónica, hagamos una somera alusión al llamado «ma-
quien la tiene por delegación. trimonio en secreto» o'. Y, ante todo, hay que decir que no se
En cuanto aIa duda positiva y probable se produce cuando trata de una forma extraordinaria de celebración, sino de un
el ministro sagrado no tiene seguridad acerca de si posee la peculiar modo de celebrar el matrimonio de acuerdo con la
debida competencia o no, pero tiene razones de peso en pro forma ordinaria, ya que han de estar presentes el testigo cuali-
de que sí posee la facultad para asistir a la celebración del ficado y los dos testigos comunes. Existe, por tanto, la publici-
matrimonio. En este supuesto operará también el c. 144. Y en dad jurídica propia de la forma ordinaria, si bien de acuer*
todo caso ---como ha puesto de relieve la doctrina 41-, aun-
-y la publi-
do con lo establecido en los cc. 1.130-1.133- se evita
que no se haya dado el supuesto de hecho de la duda positiva ad extrínseca, ambiental o sociológica.
y probable, no por eso mismo el matrimonio será nulo sin El matrimonio en secreto es aquel que el Ordinario del
más, sino que lo normal será que, en tal hipótesis, entre en lugar, por la existencia de causa grave y urgente, permite que
juego el error común que, al fin y al cabo, produce el mismr¡ üe celebre de este modo, que supone llevar a cabo en secreto
efecto: la suplencia de la facultad de asistir al matrimonio. Ins investigaciones previasál matrimonio y, al mismo tiempo,
rdar secreto parte del Ordinario del lugar, el asistén-
los testigos -por
y los cónyuges- del matrimonio celebrado
E) Los testigos comunes . cc.1.130-1.131).
Por tanto, a tenor del c. 1,.130, los requisitos para que pue-
Respecto de los testigos comunes sólo contamos con la rc- celebrarse son dos: a) la autorizaciín del Ordinário del
ferencia legal que hace el c. 1.108 § 1: hacen falta dos testigus, r; b) la causa <<grave y urgente>>, eue deberá apreciar dis-
De ahí que la doctrina y la jurisprudencia hayan ido precisarr ionalmente el Ordinario. Suele mencionarse como ejem-
do los requisitos necesarios para su asistencia válida y1ícita ir, clásico, en este sentido, la situación de dos personas que
En cuanto a lo primero (validez) se exige: a) capacidud, tviven de hecho sin haber contraído matrimonio y que, sin
que se entiende la tienen aquellos que poseen uso de razórr y bargo, son públicamente tenidas como marido y muler (es-
posibilidad actual de percepción del consentimiento matrirnu lo de concubinato oculto).
nial que se emite; b) presencia enla celebración del matrinlr¡ Las características esenciales de esta forma de celebración
nio, que ----como ha precisado la jurisprudencia- ha dc ser lres: a) investigaciones preliminares en secreto; b) cele-
simultánea, moral, física y formal (aunque este último requisi ién en secreto y obligación de guardarlo por parte del
to se discute). En cuanto a lo segundo (licitud), se recomior inario, el asistente, los testigos y los cónyuges; c) inscrip-
n en un registro especial, que se guarda en el archivo secre-
de la Curia (cfr. cc. 1.131 y 1.133).
ar En concreto, J. M.' GoxzAt-pzoeL VaLLE, op. cit., p.143. Vitl, t¡lll
bién M. LóvEZ Ar-ancóN y R. NevanRo-VaLLS, op cit., i.252.
42 Yid. A. MoRoNr, I
testimoni comuni nella celébrazioie del malritntnht {t. En la disciplina anterior recibía la denominación de «matrimonio de
canonico, Milano, 1972.
ncia»: vid. cc. 1.104-I.107 del Código de 1917.
170 DERECHo MATRIMoNIAL cANÓNICo

La obligación de guardar el secreto,<<cesa para el Ordinatio


del lugar ¡L.1 si poria observancia del secreto hqY.Peligro de
escánd'alo'gráve b de grave injuria a la santidad del matrimo-
nio, y así íebe advertlrlo a las partes antes de la celebración CAPÍTULO V
del matrimonio>> (c. 1.132).
ESTRUCTURA JURÍDICA DEL MATRIMONIO

L LA RELACIÓN JURÍDICA MAIRIMONIAL


Y SUS ELEMENTOS
El c.1,.134 señala que <<del matrimonio válido se origina en-
tre l,os iórryog", u" perpetuo y exclusivo por ru mlrtttlt
--
naturaleza...>>. "iii"ur"
éi se examina atentamente esta formUlAClón, ontonder le. tilrrorvtt
püldO cl
oue.
t
al hablar A" "-áiii-"nio válido», so vo-
'-
marnmonl o tn rrcn,"ii" el pacto conyugil.o tcuctdo de
"t,
luntades entre r"rái- I *újá'(negogto iufidlco. m¡tritpo¡¡ial)'
Este oacto convus;i; ótiginb¿o'en-el coñscntimiento' da lugar
;ü -J á? natq t ateza my qarticular.'
imonio. -que
es eI

"?;ü;ú;i"r?á¿u,-
*át.i-o"io mi"smo, á¿"it' da bagar / p-{acty
itór-uLln el íery' 'del¡rltérrrri
itI'l
roi, que Oistin^gue al matrimonio d¡'
riencia^similares, es el <<vínculo
ma naturaleza>>.
Puede decirse, Por ello, que el
siderado (matrimonio in facto
jurídico, que es el que aquí nr

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