HANAEL

EL GUERRERO SAGRADO
Fuerza de voluntad
Justo igual que las grandes ballenas en las profundidades de los océanos nadan en las lágrimas de la
Madre Tierra, se te solicita que traigas la fuerza de voluntad a tu vida para conseguir la posibilidad de la
gloria. Las antiguas almas de estas hermosas criaturas marinas les llevan al flujo del Universo: esto nos
recuerda que todo está bien en la matriz divina, y por lo tanto nos ilusionamos a partir de su ejemplo. Si
tu voluntad no está fluyendo en la actualidad dentro de ti, pide a Hanael una ayuda amorosa y sentirás
la fuerza del rayo rubí inundándote, dándote tal fuerza de voluntad y curación que, una vez más, te
sentirás con la claridad necesaria para emitir tu magnificencia hacia el mundo. Canta “Om” tres veces
para obtener una mayor claridad.

Uriel
EL Compañero Divino
ABUNDANCIA
El árbol de la vida aporta un flujo abundante a tu vida en este preciso momento, y esa es la razón por la
cual has escogido, particularmente, el Oráculo de la abundancia de Uriel. El núcleo de toda la
abundancia es la Fuente. Cuando crees totalmente en el flujo de este néctar divino, el botín de Dios te
responde de forma parecida. Desarrolla la musculatura de tu fe mediante la consideración positiva de
todos tus sorprendentes logros. Llena tu vida de gratitud por la abundancia que estás recibiendo y
pronuncia/canta: «;Soy infinitamente abundante en espíritu, tengo una riqueza copiosa y mi caudal
aumenta cada día!».

MIGUEL
Paciencia
El Oráculo de Miguel sugiere que te has estado esforzando para crear, para poner algo de manifiesto.
Trabaja para «permitir», querido, y e11tonces verás de verdad a la paciencia como una fuerza activa en
el tiempo-distancia entre la visualización y la manifestación. Medita sobre la quietud, de forma que
puedas tener en cuenta tu deseo sin apego. Contempla el esplendor de las tres grandes pirámides de
Guiza, que llevó muchos años construir, aunque nadie dudaba de que, finalmente, se mantendrían en
pie. De hecho, se han mantenido en pie durante los últimos 4.500 años. Recuerda que «tres» es el
número que se encuentra detrás de toda manifestación, y esta es la virtud principal de las enseñanzas
de Miguel. Reflexiona sobre esto en quietud y en silencio.