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1.

CONSAGRACIÓN A LA DIVINA VOLUNTAD EN LA VOLUNTAD DE DIOS DEMOS GRACIAS A DIOS Oh


Voluntad Divina y Adorable, heme aquí ante la inmensidad de tu Luz, para que tu Eterna Bondad me
abra las puertas y me haga entrar en Ella, para formar mi vida toda en Ti, Voluntad Divina. Así pues,
postrado ante tu Luz, yo, el más pequeño entre todas las criaturas, entro, oh Adorable Voluntad, en el
pequeño grupo de los hijos de tu “FIAT” Supremo. Postrado en mi nada, invoco y suplico a tu Luz
que me revista y eclipse todo lo que no Te pertenece, de modo que ya no mire, ni comprenda, ni viva,
sino en Ti, Voluntad Divina. Esta será, pues, mi vida, el centro de mi inteligencia, la raptora de mi
corazón y de todo mi ser. En mi corazón no quiero que tenga más vida el querer humano; lo arrojaré
afuera de mí y así formaré el nuevo Edén de paz, de felicidad y de amor. Con Ella seré siempre feliz,
y tendré una fuerza única y una Santidad que todo santifica y conduce a Dios. Aquí postrado,
invoco la ayuda de la Sacrosanta Trinidad para que me admita a vivir en el claustro de la Divina
Voluntad, y así regrese en mí aquel Orden primero de la Creación, tal y como fue creada la criatura.
Madre del Cielo, Soberana y Reina del “FIAT” Divino, tómame de la mano e introdúceme en la Luz del
Divino Querer. Tú serás mi guía, mi dulcísima Madre, y me enseñarás a vivir y a mantenerme en el orden
y en el recinto de la Divina Voluntad. Soberana Celestial, a tu Corazón confío todo mi ser. Tú me
enseñarás la Doctrina de la Divina Voluntad y yo pondré toda mi atención en escucharte. Extenderás tu
manto sobre mí, para que la serpiente infernal no se atreva a penetrar en este sagrado Edén para
seducirme y hacerme caer en el laberinto del querer humano. Corazón de mi Sumo Bien Jesús, Tú
me darás tus llamas para que me incendien, me consuman y me alimenten, para formar en mí la Vida
del Supremo Querer. San José, tú serás mi protector, el custodio de mi corazón, y tendrás las llaves
de mi querer en tus manos. Celosamente custodiarás mi corazón y nunca más me lo darás, para estar así
seguro de no salirme jamás de la Voluntad de Dios. Ángel custodio mío, guárdame, defiéndeme,
ayúdame en todo, para que mi vida sea llamada que atraiga a todos al Reino de la Divina Voluntad.
Corte del Cielo toda, dame tu ayuda, y yo viviré para siempre en la Voluntad Divina.

2. Adorable Jesús mío, imprimid en mi corazón el sello de la Divina Voluntad e

Inscribid mi nombre con tinta indeleble en vuestro adorable Corazón como

Alma ardiente y celosa de vuestro divino querer.

Os consagro mi mente para que vuestra Divina voluntad actúe en mis

Pensamientos.

Os consagro mis ojos para que vuestra Divina Voluntad purifique mis miradas

Y os adore eternamente.

Os consagro mis oídos para que vuestra Divina Voluntad me someta por

completo a vuestro eterno querer.


Os consagro mis labios para que vuestra Divina Voluntad opere en mis

palabras.

Os consagro mi respiro para que vuestra Divina Voluntad sea un continuo

suspiro de amor a vuestro divino querer.

Os consagro mi corazón para que vuestra Divina Voluntad tome mis latidos

como himnos de alabanza a vuestro Fiat Supremo.

Os consagro mis movimientos para que vuestra Divina Voluntad reine en todo

mi ser. Amén.

3.Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo: “Hijos amados: Un Sagrario es una pequeña porción del Cielo en
la Tierra. Un Sagrario es un Jardín del Cielo, en el que un Lirio blanco y perfumado florece. Un Sagrario
es una Mansión eterna de Amor. Un Jueves Santo, en la Última Cena con Mis apóstoles, instituí el
Sacramento del Orden Sacerdotal; hombres llamados a una vocación especial dentro de Mi Iglesia;
hombres llamados a ser otros Cristos en la Tierra. Hombres encargados de la sublime misión de
perpetuar Mi Presencia en la Sagrada Hostia por años sin término. Un Jueves Santo, decidí quedarme
con todos vosotros hasta la consumación de los siglos, Presente en las Especies Consagradas del Pan y
del Vino. La Eucaristía es Milagro de Amor, Mi inventiva de amor para todos vosotros. La Eucaristía es el
Alimento perdurable que os da salvación y vida eterna. La Eucaristía nos funde en un idilio de Amor
Divino. Un Jueves Santo os dejé el Mandamiento del Amor: ‘Amaos los unos a los otros como Yo os he
amado’. Os he demostrado Mi gran Amor, Mi Misericordia sobreabunda aun en el más pecador. Parece
ser que Mi inventiva de amor, Mi Misterio Eucarístico no ha sido lo suficiente para cautivar a todas las
generaciones. ¿Cómo es posible que el Dios escondido en la Hostia Consagrada permanezca solitario y
abandonado en muchos de los Tabernáculos del mundo entero? ¿Cómo es posible que ante tanto Amor
por todos vosotros, reciba como pago desprecios e ingratitudes de muchos de Mis hijos? Ay, haced un
alto en el camino y uníos en una cruzada de reparación y reparad Mi abrupta soledad regalándome un
poco de vuestro 104 tiempo; tiempo en el que os hablaré en lo profundo de vuestro corazón; tiempo en
el que os haré sentir Mi Presencia; tiempo en el que desearéis morir de amor, porque Mis besos y
abrazos cubrirán todo vuestro ser; tiempo en el que incendiaré vuestro corazón con Mis rayos potentes
de Luz; tiempo en el que degustaréis por adelantado el Cielo en la Tierra. Haced que en el día fijado para
esta cruzada de reparación, permanezca acompañado las 24 horas del día; horas en las que os sentiréis
sobrecogidos, horas en las que saborearéis el néctar de Mi ternura; horas en las que haré más radiante
vuestro espíritu. En esta cruzada de reparación reparad Mi abandono y soledad en muchos de Mis
Sagrarios; Sagrarios deshabitados, despoblados. Espero recibir de vuestra parte actos de adoración y de
reparación. Actos que sanen las Heridas de Mi Corazón agonizante, actos que alivianen un poco Mis
Sufrimientos porque el desdén de los hombres hace que llore Lágrimas de Sangre por una humanidad
indolente y alejada de Mis Santas Leyes. En esta cruzada de reparación sed lámparas vivas en Mi
Presencia Eucarística; lámparas que arden sin nunca consumirse, lámparas que irradiarán con su luz al
mundo entero. Espero recibir de todos vosotros un poco de consuelo, porque Mi Corazón agonizante
languidece de desamor. En esta cruzada de reparación heriré vuestros corazones de amor; corazones
que habrán de inflamarse con Mi Presencia; corazones que no descansarán hasta estar unidos a Mi
Sacratísimo y Divinísimo Corazón. En esta cruzada de reparación pedid para que en muchos de vuestros
hermanos se despierte el fervor religioso, el amor por la Sagrada Eucaristía. En esta cruzada de
reparación pedid para que cese el pecado, la injusticia en vuestro país. El Manto de Mi Misericordia os
cubrirá en plenitud, el Manto de Mi Misericordia os llevará a una conversión seria y perfecta. El Manto
de Mi Misericordia despertará a muchos de Mis hijos de su sueño letargo. En esta cruzada de reparación
pedid para que el Apostolado de Reparación se difunda por el mundo entero; Apostolado que menguará
la Justa Cólera, porque la Copa de su Purísimo Corazón rebosa. Os amo y os bendigo.” LIBRITO AZUL DE
AGUSTN DTB

4.Padre Eterno os ofrezco el Sagrado Corazón de Jesús inflamado de

amor por todas las almas. Acercad a Él los corazones más endurecidos a

su amor y transformadlos a semejanza del Divino Corazón de Vuestro

adorable Hijo”.

5. Repetid con espíritu de fe la siguiente Oración que, de inmediato al

escuchárosla, vendré pronto en vuestra ayuda:

“San Miguel arcángel, me abandono por completo a vuestra protección.

Revestidme de vuestra armadura celestial para que el imperio de Satanás

no tenga dominio sobre mí, sobre mi familia y sobre todos los que amo.

Iluminadme con la Luz de Cristo para que el error y las falsas

seducciones del demonio no entren en mi corazón. Sed mi guardián y

protector, en este final de los tiempos, llevándome de vuestra mano al

verdadero reinado de Jesucristo. Haced que, vehementemente, adore el

Sagrado Corazón de Jesús y Venere el Inmaculado Corazón de María,

resguardándome dentro de ellos, considerándolos como habitáculos de la

Divinidad. Protegedme, poderosísimo defensor, contra las huestes del mal

y unidme al triunfo de los Divinos Corazones, haciéndome partícipe de la


Nueva Jerusalén. Amén”.

6. Recitad la siguiente oración, uniendo vuestra plegaria al Sacratísimo Corazón

de Jesús y al Corazón Inmaculado de María:

“Peregrino Arcángel San Rafael, así como habéis curado a Tobías,

tocándole los ojos con vuestras manos, para librarlo de las tinieblas de su

ceguera, os invoco dulcemente para que seáis consuelo en mi desolación,

amparo en mi sufrimiento y medicina de Dios para mi enfermedad.

No os apartéis de mi lado, sed mi guía y custodio en mi peregrinar en la

tierra, asistidme en mis necesidades especialmente la que os manifiesta

mi corazón…… y dignaos interceder por mí delante de Dios, a fin de que

me concedáis la gracia que os pido...., si ha de ser para gloria de su Santo

Nombre y bien de mi alma. Amén”.

7. CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS A LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS Y TRASPASADOS DE JESÚS Y


DE MARIA.

Sagrados Corazones Unidos y Traspasados de Jesús y de María fuentes de toda santidad y de toda virtud,
os consagro mi familia a vuestra poderosa protección, para que hagáis de ella un refugio de vuestro
amor Santo y Divino

Derramad en ella vuestras innumerables gracias, encended en nuestros corazones la llama ardiente de
vuestro amor, para que hagáis de nuestras vidas un himno continuo de alabanza a vuestros Sacratísimos
Corazones. Amén.

8.Jesús dice:

Pedid por todos los moribundos del mundo entero para

que Vuestro Padre los mire con ojos de misericordia en

el momento del juicio.

Si estas almas entendiesen lo que les espera en la

eternidad, pedirían de corazón perdón por sus pecados.


La vida en la tierra es demasiado corta, en

comparación a la verdadera Vida, por eso, esforzaos en

mantener vuestra alma limpia como el más delicado

lienzo blanco que no contiene la más mínima arruga, ni

la más leve mancha, porque de no ser así, debéis

purificaros antes de pasar al cielo.

Muchos no oran por las almas agonizantes, por eso son

tantas las que se me pierden. Orad por ellas, porque

una corta oración puede producir en una de ellas el

efecto del verdadero arrepentimiento y hacer que se

salve.

Orad con frecuencia diciendo:

“Jesús, María os amo, salvad almas”.

ORACION EFICAZ

ORACION EFICAZ EN TUS MOMENTOS DE NECESIDAD.

SAGRADO CORAZON DE JESUS, VOS QUE ME MANIFESTASTEIS VUESTRA MISERICORDIA INFINITA,


VUESTRO AMOR EXCESIVO POR TODAS LAS CRIATURAS, HEME AQUI CON MI CORAZON ATRIBULADO,
ACONGOJADO, SUPLICANDOOS LA AYUDA QUE PODAIS PRODIGARME; CON MI CORAZON INFLAMADO
DE PROFUNDA CONFIANZA ACUDO A VOS PARA QUE LOS RAYOS INFINITOS DE VUESTRA MISERICORDIA
TRASPASEN MI CORAZON Y SEA LLEVADO A DAROS GLORIA, A RENDIROS TODA LA ADORACION QUE LOS
HOMBRES NO OS DAN Y QUE COMO EL HIJO DE DIOS OS MERECEIS. CONFIADO EN VUESTRA
PROTECCION Y CONVENCIDO DE SER ESCUCHADO POR UN PADRE DE AMOR DONO POR ENTERO TODO
MI SER. Y ME RINDO A VUESTRA DIVINA VOLUNTAD. AMEN

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