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Fijaos que este texto no sigue ningún criterio a la hora de subrayar. Se ve claramente como el
subrayado se hace sin leer la totalidad del texto, es un subrayado automático, se hace sin pensar y
luego no sirve para elaborar esquemas, resúmenes o para estudiar.
4. Procura que la gran mayoría de palabras subrayadas sean sustantivos. Más del 80% de las
palabras que subrayes deben ser sustantivos. El otro 20% pueden ser adjetivos o verbos. El resto
de categorías gramaticales casi nunca se subrayan a no ser que sean pertinentes para el texto que
estamos subrayando.
5. Revisa el texto por última vez. Te recomiendo que una vez hayas subrayado el texto, vuelvas a
leerlo una vez más por si debes añadir o rectificar alguna palabra que se te haya pasado durante
las lecturas anteriores.
Aquí tienes un ejemplo de texto bien subrayado
Fijaos como en este texto la mayoría de palabras subrayadas son sustantivos. A diferencia del otro
texto, este tiene palabras subrayadas y no líneas. Esto hace que sea mucho más fácil reconocer lo
esencial del texto y también facilita el esquema y su posterior memorización. El tiempo que se
invierte en el subrayado, será tiempo que se ganará a la hora de estudiar.
ENCONTRAR PALABRAS CLAVES
En ocasiones oigo a docentes quejarse de que sus alumnos no saben estudiar, les cuesta resumir
un texto, tienen muchas dificultades para subrayar las palabras acertadas o encontrar el tema y
sintetizarlo en una sola oración… Ahí es cuando me gusta recordarles cuál es su responsabilidad
con respecto a las Técnicas de Estudio. Si conseguimos transformar las quejas en retos, os aseguro
de que ya tendremos un punto de partida para abordar una práctica, la de las Técnicas de Estudio,
tan ardua como gratificante.
Personalmente, antes de enseñar a los alumnos a subrayar, esquematizar y resumir un texto,
recomiendo aprender a localizar las palabras clave del mismo. Para llevar a cabo esta actividad os
propongo que sigáis el siguiente proceso para que el alumno vaya adquiriendo confianza.
Estos son los tres niveles de dificultad que os propongo poner en práctica:
Nivel 1. Empieza con una oración simple y pide a tus alumnos que subrayen un único sustantivo.
Excepcionalmente también pueden subrayar un adjetivo siempre que sea significativo. Por
ejemplo, industrial si se habla de la Revolución industrial.
Nivel 2. Sigue con un párrafo, de tres o cuatro oraciones y pide que tus alumnos subrayen de cada
oración una máximo de dos o tres sustantivos. Eventualmente, también pueden subrayar uno o
dos adjetivos o algún verbo.
Nivel 3. Por último, escoge un texto sin párrafos de unas diez líneas, aproximadamente, y haz que
subrayen de cada oración entre tres y cuatro sustantivos y un máximo de dos verbos y dos
adjetivos.
Es muy importante que cuando los alumnos tengan que subrayar un texto lo hagan sabiendo que
tienen un número máximo de palabras que subrayar y que no pueden superar ese límite. Os
aseguro que mis alumnos me sorprenden día a día, ya que muchos son capaces de localizar
las palabras clave de forma, me atrevería a decir, innata o intuitiva.
¿Qué beneficios aporta subrayar palabras en lugar de oraciones y líneas?
1. Los alumnos prestan más atención a la lectura.
2. Se toman las técnicas de estudio como un reto y, me atreveria a decir, que como una diversión.
3. No son conscientes de que están trabajando las técnicas de estudio.
4. Al mismo tiempo que subrayan, están repasando los conceptos de la Unidad Didáctica.
5. Una vez que la oración, el párrafo o el texto están subrayados, preferiblemente con subrayador,
el alumno puede trabajar la memoria fotográfica para retener los conceptos de la Unidad
Didáctica.
6. Una vez las palabras están subrayadas, se puede hacer un glosario de las palabras clave que
hayan seleccionado.
Si os fijáis, veréis que aparecen tres columnas, una para cada bloque temático: Lengua,
Literatura y Gramática. Según la Unidad Didáctica, a veces pueden ser solamente dos.
¿En qué consiste la actividad del Esquema de Columnas?