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ALGUNAS INTERPRETACIONES
ACTUALES DE LA RESURRECCIÓN
DE JESÚS
3) La resurrección y la justicia.
MU/JUSTICIA-A: Por último, la resurrección de Jesús,
primicia de la
nuestra, tiene también su razón de ser en el hecho de que la
justicia y
el amor son, en su realidad más profunda, irreconciliables
con la
muerte37. «La justicia no está sometida a la muerte»,
habían dicho los
sabios de Israel (Sab 1,15). También el amor excluye por
principio la
muerte de la persona amada.
Es bien significativo que, en el Antiguo Testamento, la
resurrección llegue a
su tematización explícita a través de la reflexión sobre la
justicia: el
tratamiento injusto e inhumano que reciben los mártires
macabeos
induce a los creyentes a confiar en la suprema e irrevocable
justicia
divina ejercida en la vida y en la resurrección futura (cf. 2
Mac 6,25-30;
7,ó.9.11.13-18). Bastante similar es la trayectoria que sigue
el Nuevo
Testamento. Los primeros discípulos contemplan la
resurrección de
Jesús en relación con la justicia o la justificación divina: Dios
justifica
hace justicia a Jesús, injustamente condenado y ejecutado
por los
hombres, manifestándole así como «el Justo» (cf. Hch 3,13s;
17,52s).
Pero, a la vez, Dios se justifica a sí mismo en la resurrección
del Hijo al
mostrarse públicamente como justo vindicador del que ha
sido oprimido
por la injusta justicia humana. Si bien la justicia de Dios
muestra en la
resurrección toda su singularidad y su diferencia de la
justicia humana:
la justicia divina no consiste tanto en dar muerte al impío
injusto cuanto
en vivificar de forma nueva e insospechada al justo oprimido
y sufriente
(una tarea que la Iglesia deberá proseguir). Por eso Pablo
sitúa
también en estrecha relación el hecho de la resurrección de
Jesús por
Dios y el misterio de la justificación del creyente, pues Jesús
«fue
entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra
justificación» (Rm 4,24s; cf. 1 Cor 15,17).
Desde esta perspectiva, la resurrección de Jesús ofrece una
importante
base a la teología de la liberación: la vindicación abierta y
clara que
Dios hace, en la resurrección de Jesús, del Hijo injustamente
tratado
por sus hermanos, es una señal inequívoca, levantada como
la
serpiente de bronce en medio de las naciones (cf. Jn 3,14-
15), como
signo de que Dios, «amador de la vida» (Sab 11,25-27), se
sitúa al
lado de los que sufren la injusticia humana y enfrente de los
que
ejercen la injusticia generadora de muerte. De este modo la
resurrección, siendo exponente y signo del amor infinito del
Padre al
Hijo único, es también revelación de la injusticia del hombre
y de la
suprema justicia de Dios y su juicio. Un juicio que es, de
entrada, oferta
de liberación y de salvación para todo el que acepte la
conversión,
pasando con Cristo de la muerte a la vida: muriendo a la
antigua vida
de pecado y viviendo de forma nueva la filiación, y por ello
la
fraternidad. La resurrección de Cristo muestra así su poder al
hacerse
presente en el mundo a través de una forma nueva de vivir,
a través de
la justicia, de la paz y el perdón, de la liberación y la
transformación del
mundo.
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30. Sobre R. BULTMANN, cf. en castellano E. RUCKSTUHLJ. PFAMMATTER,
La
resurrección de Jesucristo, Madrid, 1973, páginas 67-78.
31. Cf., de W. MARXSEN, La resurrección de Jesús como problema
histórico y teológico,
Salamanca, 1979 (que recoge la conferencia programática de 1964), así
como La
resurrección de Jesús de Nazaret, Barcelona, 1974.
32. Sobre W. MARXSEN, cf. F. MUSSNER, La resurrección de Jesús, pp. 9-
26, 47-56 y
69-74.
33. Cf. W. PANNENBERG, Fundamentos de Cristología, Salamanca, 1974,
pp. 82-142.
Cf. también R. BLÁZQUEZ, La resurrección en la cristología de W.
Pannenberg,
Vitoria, 1973.
34. Cf. J. MOLTMANN Teología de la Esperanza, Salamanca, 1972, pp. 123-
392; El Dios
crucificado, Salamanca, 1975, páginas 220-274.
35. Cf. P. GRELOT, La resurrección de Jesús y su trasfondo bíblico y judío,
en P.
SURGY-P. GRELOT, La resurrección de Cristo, pp. 34-35.
36. Sobre el cuerpo de la resurrección en Pablo, cf. F. MUSSNER, La
resurrección de
Jesús, pp. 100-111.
37. Sobre la relación resurrección-justicia, cf. J. SOBRINO, Jesús en
América Latina,
Santander, 1982, pp. 235-250