Thomas Hobbes “La teoría del estado de naturaleza aspira a ilustrar como se desenvuelve el hombre en una situación en la que nos vemos obligados a relacionarnos ante la ausencia de la autoridad superior, capacitada para regular y sancionar nuestros comportamientos. (…) En este estado de naturaleza, se produce una guerra de todos contra todos. Así, impera la disposición a emplear la violencia, en la que cada hombre se convierte en un enemigo potencial. (Por lo tanto) el hombre debe salir del estado de naturaleza si quiere vivir en armonía con sus congéneres y llevar una existencia digna en la que sean posibles la cultura, el comercio, el progreso científico y la seguridad. La solución aportada por Hobbes es que los egoístas racionales se deben someter a un pacto por el que surja un sistema de gobierno. (El modelo de contrato) diría así: ‘Autorizo y concedo el derecho de gobernarme a mí mismo, dando esa autoridad a este hombre, o a esta asamblea de hombres, con la condición de que tú también le concedas tu propio derecho de igual manera y le des esa autoridad en todas tus acciones’ (Leviatán). Así pues, para salir de ese estado de naturaleza es necesario que surja un poder común, que pueda defender a los habitantes de los peligros externos y de los daños que se puedan causar entre sí. De este proceso artificial en que cada uno renuncia a su derecho a todo y se constituye una única voluntad, surge el estado. El hombre que absorbe esas voluntades recibe el nombre de soberano (o rey). El soberano posee poder absoluto y no hay ningún derecho que limite su soberanía. Hobbes concentra todo el poder en las manos del soberano, el cual es infalible, no puede cometer injusticias ni errores, y tampoco es responsable pues se encuentra por encima de la ley. El soberano solo responde ante Dios” José Rafael Hernández Arias