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Es de suma importancia que la empresa cuente con información útil que le permita tomar
decisiones acertadas para permanecer en el mercado con éxito. Dichos informes se realizan con la
finalidad de obtener información de la situación financiera de la empresa. Estos documentos nos
permiten realizar un análisis e interpretar la información, para posteriormente tomar decisiones
que beneficien a la empresa.
Los informes nos muestran el ejercicio de un año o de cierto periodo que se desea
conocer, nos permite conocer la rentabilidad y solvencia que tiene la empresa. La información
obtenida se debe de mostrar de manera estructurada y compuesta por los siguientes estados
financieros:
BALANCE GENERAL
ESTADO DE RESULTADOS
FLUJO DE CAJA.
Los estados financieros están regulados por las NIF (Normas de Información Financiera)
que son un conjunto de normas y lineamientos que dicen como elaborar y presentar la
información de dichos estados. Las NIF son obligatorias y deben aplicarse a todas aquellas
empresas que manejan información financiera.
La importancia de aplicar las NIF es que nos va a proporcionar los criterios técnicos, para
generar información comparable, transparente y de alta calidad para que sea de utilidad a los
usuarios de la misma.
El balance general junto con el Estado de Resultados y el Flujo de Cajas, son unos de los
tres principales Estados Financieros, que son utilizados para analizar financieramente una
empresa.
La actualización de un balance es obligatoria como mínimo una vez al año, para tener
información financiera actualizada, ya que es un documento publico para todas las empresas; lo
cual es bastante importante para posibles inversores en dichas empresas.
En teoría todo el activo de una empresa esta financiado, ya sea con fondos de terceros
(pasivos) o con fondos propios (patrimonio):
Los activos tienen el potencial de otorgar dinero a la empresa, ya sea mediante su uso, su
venta o su intercambio; estos se suelen ubicar en el lado izquierdo del balance, ordenados en
función de su liquidez.
Se divide en Activo Corriente o también llamado Activo Circulante, este activo es el que
fácilmente puede ser convertido en dinero, pueden ser caja y banco, cuentas por cobrar,
existencias, etc.; el Activo No Corriente o también llamado Activo Fijo, es el activo que difícilmente
puede ser convertido en dinero, pueden ser inmuebles, maquinaria, equipo, la depreciación
acumulada.
Del lado derecho del balance se ubican los pasivos, el pasivo nos refleja todas las deudas
económicas que tiene le empresa; dichas deudas nos permiten financiar la actividad de la
empresa, estas fueron adquiridas en el presente o se han contraído en el pasado.
Los pasivos se dividen en Pasivo Corriente, este son las obligaciones o deudas que tiene la
empresa con vencimiento menor a un año, también tenemos al Pasivo No Corriente, este son las
obligaciones o deudas con vencimiento mayor a un año, y tenemos el Patrimonio, comprende los
fondos propios de la empresa; que son todos aquellos elementos que constituyen a la financiación
de la empresa.
En pocas palabras un balance general nos permite comparar los balances de diferentes
periodos, analizar cómo ha variado la situación de la empresa, y así poder saber si han aumentado
sus activos, han reducido sus deudas, en cuanto a variado su patrimonio, dicho en otras palabras,
si esta cumpliendo con su objetivo financiero.