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segundo de los enfoques al que denomina IL4 se centra en de qué modo somos
suficiente el intercambio lingü ístico entre dos hablantes. En este caso hay
propuesta davidsoniana que apela a teorías tipo tarskianas para dar cuenta de la
es, a mi modo de ver, el modo en que hacer jugar la distinció n entre mostrar y
decir6, en el aná lisis de ambas propuestas. Como conclusió n del enfoque basado
en dicha distinció n podrías decirse que cada una de las propuestas analizada
muestran lo que cada una a su modo no puede decir, o que pretenden decir lo
1
Avatares filosóficos, # 1 (2014), Pá gs. 62 – 75.
2
Ideas y valores V.65n161, (2016), Pá gs. 5-22.
3
En, Moretti (2014)
4
Idem. nota 3.
5
En la presentació n de ambos enfoques he usado en varias ocasiones de modo textual o cusai textual
pasajes de Moretti (2014) y (2016), pero he oviado las comilllas a los efectos de no recargar demasiado el
texto.
6
Moretti atribuye esta distinction a Frege, pero la misma resulta má s conocida como la distinction
planteada por Wittgenstein en su Tractatus Logico-Philosophicus
que só lo pueden mostrar. La cuestió n resulta interesante y justifica un aná lisis de
Antes de adentrarnos en el aná lisis de ambas propuestas creo del caso realizar
de Frege supone que tanto la proposició n como sus partes, sujeto y predicado
tienen una funció n referencial y que las referencias del sujeto y el predicado
variables libres. Ese objeto será o bien lo Verdadero o bien lo Falso segú n sea el
caso que el Jantipa esté paseando o no. Por cierto que el considerar los valores de
verdad como objetos resulta poco intuitivo, pero no este ahora el problema que
nos interesa. Lo que importa en este caso es que al postular funciones como
referido por el sujeto. Sin embargo uno de los problemas que enfrenta esta
solució n es que para poder enunciarla tenemos que hablar de conceptos, como
posició n de sujeto, como lo hicimos unas líneas má s arriba al decir que “el
pensar” es una expresió n saturada y por lo tanto debe referir a un objeto. Como
universales) sin referirse a ellas, pero esto ú ltimo no puede hacerse má s que
que acaba de formularse no dicen lo que queremos que digan. Y sin embargo, y la
observació n es importante, parece que por ellas entendemos lo que no podemos
mostrar/decir.
Como resultado de los que venimos esbozando Frege propone una solució n al
enunciarla.
proposició n. (En este caso voy a analizar por separado, primero el problema de
significado).
7
Moretti (2014), pá g. 64. Las cursivas me pertenecen.