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Compresores

Como ya se ha comentado en el apartado 3.1, la compresión adiabática de un gas


produce una considerable elevación de temperatura. La liberación de calor es
menor si la compresión es isoterma, lo que exige la total eliminación del generado
en la compresión. Este aspecto térmico en el funcionamiento de los aparatos que
impulsan gases comprimiéndolos resulta de poca importancia en las soplantes,
donde el aumento de presión no es muy elevado, pero adquiere mucha
importancia en el caso de los compresores, especialmente en los de
desplazamiento positivo. Así pues, puesto que una parte importante del trabajo de
compresión se convierte en calor, para tratar de aproximar la transformación lo
más posible al proceso isotermo (mínima cantidad de trabajo requerido), el calor
originado en la compresión del gas se elimina en su mayor parte, procurando que
en cada etapa el gas se refrigere hasta alcanzar aproximadamente la temperatura
de entrada al compresor. Se obtiene de esta forma un ciclo de compresión
intermedio entre el adiabático y el isotermo, denominado politrópico. Los dos tipos
fundamentales de compresores son: los compresores alternativos (de
desplazamiento positivo) y los compresores centrífugos de múltiples etapas.

En estos compresores alternativos existe además un desprendimiento de calor


debido a la fricción de las partes móviles (pistón, eje, etc.) contra las fijas (paredes
internas, empaquetaduras, etc.), que al ser absorbido por el gas determina una
elevación adicional de la temperatura. Esta podría llegar a ser superior a la
alcanzada en la compresión adiabática, por lo que normalmente los cilindros se
refrigeran exteriormente con camisas de agua fría. Por otra parte, el rendimiento
de los compresores alternativos es siempre algo menor que el de las bombas
alternativas, dada la compresibilidad de los gases. Efectivamente, el gas no
expulsado del cilindro, que ocupa el volumen muerto del mismo, es comprimido y
expandido continuamente con las sucesivas cargas de gas fresco, y como la
compresión y la expansión de este gas residual no son completamente
reversibles, el rendimiento del proceso disminuye. Esto no ocurre, sin embargo,
con los líquidos, pues son prácticamente incompresibles.

Otros factores dignos de consideración a la hora de seleccionar el aparato más


adecuado serán su flexibilidad, hermeticidad, ruido, posible contaminación del gas,
exigencias de cimentación, mantenimiento, repuestos, etc.

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