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ACERCATE BIENAVENTURADO

NEVILLE GODDARD

10 de Noviembre de 1967

Traducción: Rosario DE LA CRUZ SALCEDO

A veces descubro que todo lo doy por sentado. Sólo porque leo las escrituras
todo el día, pienso que la mayoría de la gente lo hace, y no es así. Ayer, un
médico que me ha estado visitando por un buen tiempo vino a verme, y
entonces, me di cuenta de que no me estaba haciendo entender; por lo tanto,
esta noche voy a tratar de hacer muy práctica esta conferencia, aun así, la
encontrarás profundamente espiritual.

En el capítulo 25 del Libro de Mateo, leerás estas palabras:

"Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el

reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.”

Ahora, todo este capítulo está compuesto por parábolas que vienen una
después de la otra. Comienza con la de las diez vírgenes. Luego se cuenta la
historia de los talentos y su uso o mal uso, seguido por esta declaración: "Tenía
hambre y me dieron de comer, sed y me dieron de beber. Yo estaba desnudo y
me vistieron, era un extraño y me recibieron. Estuve en la cárcel y enfermo y
me visitaron. Sorprendidos de que se les invitara a heredar el reino preparado
para ellos antes de la fundación del mundo, preguntaron:" ¿Cuándo te
encontramos con hambre y te dimos de comer, sed y te dimos de beber?
¿Cuándo te vimos como extraño y te recibimos, o desnudo y te vestimos? ¿Y
cuándo te vimos enfermo y encarcelado y te visitamos? Y él respondió:" Les
aseguro que todo lo que hacen por uno de mis hermanos, aun por el más
pequeño, lo hacen por mí.”

Ahora, el mundo está buscando a algún Cristo externo, alguien en el exterior.

Supongamos ahora que alguien en esta comunidad anuncia que Jesucristo, un
ser externo, está presente. ¿Sabes que la sociedad mundial moriría por el
privilegio de recibirlo? Habría una gran batalla en el mundo social por el honor

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de darle un pedazo de pan o un vaso de agua, tocarlo o hablarle, porque están
buscando al Cristo equivocado. "De cierto os digo que todo lo que hacen por
uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hacen por mí.” Si
tuvieses la oportunidad de hacer algo por Cristo, ¿no saltarías a la
oportunidad? Bueno, cada vez que haces algo por alguien en este mundo, se lo
estás haciendo a Cristo. Créeme, porque no puede venir de afuera, pues está
dentro de ti.

Como dijo William Blake: "¡Despierta! ¡Despertad a los durmientes en la tierra

de las sombras, despiértense! Difúndanlo, yo estoy en ti, y tú en mí,
mutuamente en amor divino: No soy un Dios lejano, soy un hermano y un amigo;
Dentro de vuestros pechos resido, y ustedes residen en mí; Nosotros somos
Uno", pero el hombre, no creyendo en ello, desciende a los valles oscuros,
buscando a algún Dios externo que lo salve.

Así que le dije a mi amigo, el doctor: Siempre que puedas ayudar a las personas
que vienen a tu consultorio, estás sirviendo a Cristo. Pues como ves, Cristo
viene disfrazado. A veces lleva una máscara negra, o una blanca, una amarilla o
una rosada y a veces una enferma. Ahora bien, las Escrituras no mencionan
ningún momento en que Jesús estaba enfermo, pero hace la declaración:
"Cuando estaba enfermo me visitaste". Y aunque no dice que tenía sed, hay un
registro en el que pidió se le de beber, y cuando la mujer de Samaria dijo: "Tú,
un judío, ¿habla conmigo, una samaritana? Los judíos no hablan con los
samaritanos. Entonces Jesús explicó la diferencia entre las dos aguas diciendo:
“Si me hubieras pedido, te habría dado agua viva para que nunca tuvieras sed”.

Ahora, por primera vez, Jesús revela quién es realmente, y lo hace frente a
una mujer. Cuando ella dijo: "Yo sé que el Mesías viene y cuando él venga nos
guiará hacia todas las cosas", él respondió: "Yo que hablo contigo, soy Él." Su
primera revelación es a una mujer, y es a una mujer a quien primero aparece al
final. Es un vínculo que se despliega en este mundo. Así que si tú haces
cualquier cosa por cualquiera creyendo que realmente lo estás haciendo a
Cristo, ¡te sorprenderás de lo que sucederá en tu mundo!

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Ahora permítanme compartir con ustedes dos historias que me estaban
esperando cuando regresé de Barbados recientemente. Este caballero dijo:
"Un colega y yo almorzamos juntos casi todos los días. Durante un tiempo pasó
el almuerzo entero contándome sobre sus problemas financieros, y aunque yo
fingía estar interesado, realmente no lo estaba, y me preguntaba cómo podía él
creer las cosas que me estaba contando. Después de escuchar las mismas
historias una y otra vez, decidí que la indiferencia no era la respuesta, y debía
hacer algo al respecto, así que en febrero de este año empecé a escuchar con
mi oído interno. Comencé a oírle decir que tenía más que suficiente dinero y
que aún le quedaba mucho para gastar en lo que quisiera.

En mayo me dijo que había obtenido una herencia. No me dijo de cuánto, pero,
que lo primero que hizo fue comprarse una cabina en un crucero en la que
pueden dormir hasta cuatro personas. Luego envió a su hijo mayor a la
universidad, realizó grandes reparaciones en su casa, se compró un nuevo
vestuario y un automóvil nuevo también. Pero lo más importante para mí, es que
descubrí que mi conciencia tiene poder; Que la indiferencia no es suficiente
¡tengo que actuar! "Mi amigo actuó y "Como lo hicieras aun al más pequeño de
mis hermanos, me lo haces a mí.”

Después, continuo:" Cada semana me corta el cabello cierto peluquero y aunque

me he mudado he seguido viniendo a su peluquería todos los sábados, hasta que
un día la encontré cerrada. Decidí buscar por los alrededores, y encontré una
tienda con cuatro peluqueros, entre y me senté esperando mi turno. Cada
semana, sin importar mi pedido, ese peluquero no recortaba mi cabello como yo
se lo pedía, así que, después de observar a los otros peluqueros, decidí ir al
número cuatro." (Si sabes algo sobre peluquería, sabrás que quien lleva el
número cuatro es el nuevo, y está trabajando para poder llegar a ser el
número uno.)

"Mientras estaba sentado en su silla, le pregunté si le gustaba la peluquería y

él respondió que le encantaba y le encantaría ir a una escuela de peluquería
reconocida internacionalmente. Una vez que descubrí lo que él realmente
quería, no sólo ser un peluquero, sino ser el mejor posible, empecé a escuchar
con mi oído interno y le oí decirme que se había graduado de la escuela con

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honores y cuánto había aprendido. Y sabes: él no sólo fue a la escuela sino que
fue el mejor de su clase. Luego compró la peluquería, cambió al personal, e
incluso tiene una recepcionista para contestar las llamadas. Ahora lo veo todos
los sábados a las 11:00 am. previa cita."

He aquí un hombre que vio a Cristo en uno de los más pequeños y lo vistió en su
deseo, alimentó su deseo y le dio de beber el agua viva con el uso de su
imaginación. En este mundo se necesitan todo tipo de servicios. ¿Qué pasaría
si no hubiese peluqueros, sólo hippies y tuvieses que cortar tu propio cabello?
Supongamos que no hubiera personas que estuvieran dispuestas a limpiar
nuestras casas. ¡Ellos son Cristo! Cada vez que Doris viene a limpiar nuestra
casa, Cristo camina a través de nuestra puerta. Un día me contó sobre un amigo
suyo que tuvo un accidente. No estaba herido, pero su auto estaba dañado.
Entonces le dije: "Doris, siempre puedes comprar un auto, pero tu amigo fue
hecho por Dios, así que regocíjate porque no está herido." ¿Sabes que el
pensamiento la cambió por completo? Ella asiste a la iglesia católica, pero nunca
le dijeron que fue hecha por Dios porque él la amaba. Que él nunca hizo algo
que no amase. El hombre hace autos y puede reemplazarlos, pero ningún
hombre puede reemplazar a Doris. Es así de valiosa a los ojos de Dios.

Así que aquí, permítanme darles los beneficios colaterales de orar por otro.
Mientras mi amigo imaginaba estas cosas encantadoras para su compañero de
trabajo, sus tres hijos (los de mi amigo) fueron nombrados beneficiarios del
patrimonio de un hombre que murió en 1890. La propiedad había estado en
litigio durante más de setenta años y recién ahora se estaba resolviendo.
Como Job, oró por sus amigos y su propio cautiverio fue levantado.

Si solo pudiera hacerte comprender que moras en cada persona en el mundo.

Que siempre te estás mirando a ti mismo llevado hacia fuera. Incapaz de
contemplar a otro, cada ser en el mundo eres tú mismo hecho visible, así que si
no ves a Cristo en otro y sólo estás alimentando a Cristo, entonces no sabes
quién “YO SOY”.

"Dios mismo entra en la puerta de la muerte con todo aquel que entra y se
acuesta en la tumba con él y comparte sus visiones de la eternidad, hasta

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que despierta y ve a Jesús y las ropas de lino que las mujeres tejieron
para él en la puerta de la casa del Padre. "(William Blake)

Dios mismo, cuyo nombre es "Yo soy" entró en la puerta de la muerte para que
tú puedas respirar. Estar consciente es decir "Yo soy" y eso es Dios. Nunca lo
encontrarás en ningún cementerio de afuera, porque Dios, tu maravillosa
imaginación humana, se posó en tu cráneo para compartir tus sueños de
eternidad hasta que despiertes. Y cuando lo hagas verás las ropas de lino y te
darás cuenta de quién “YO SOY”. No ves a Jesús como otro, pero lo
reconocerás como a ti mismo cuando el Hijo Unigénito de Dios te llame "Padre".

"Te diré antes de que suceda, para que cuando suceda, sabrás que yo
estoy en mi Padre y que estás en mí y yo estoy en ti". Lee esto en el
capítulo 14 del Libro de Juan. Bueno, si estoy en mi Padre y tú estás en mí, ¿no
estás en mi Padre? Ahora nos dice en el capítulo 10 de Juan que "Yo y mi
Padre somos uno". Solo existe un Padre, un solo cuerpo y un solo Hijo. No hay
un montón de pequeños David corriendo, o un montón de pequeños Padres, sino
sólo el Padre. Así que si David me llama Padre y sólo hay un Padre, y él te llama
Padre, ¿no somos el único Padre? Así que te digo esto antes de que suceda,
para que cuando suceda, puedas creer que "Yo Soy" el Padre. Y porque tú
habitas en mí, cuando ocurra en ti, dirás "¡Yo soy él!" Con el tiempo todo el
vasto mundo despertará a este maravilloso plan y entonces habremos
extendido nuestro poder creativo más allá de lo que era cuando nosotros
concebimos el plan y entró en la puerta de la muerte, este límite de
contracción.

Ahora, no puedo expresar la emoción que me embarga al saber que los aquí
presentes, creen tanto en lo que les digo que lo llevan a las profundidades de
sus sueños como lo hizo esta dama. Se encontró con la madre de su novio en
sueños, y esta le preguntó: "¿Qué piensas de Dios?" Y ella respondió: "Cristo
no es externo, él está dentro de ti." Cuando llevas esta verdad en un sueño,
donde la atención es el siervo de la visión y no su amo, y tú respondes y lo traes
de vuelta a tu mente superficial, tu convicción está en la profundidad de tu ser.

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Ahora, una persona que recientemente ha estado viniendo me dice que en su
sueño está tratando de encontrar a alguien que es muy importante para él. Al
ver a una multitud de personas discutiendo algo, él ve al grupo separarse y un
joven, que está solo, señala hacia él y le dice: "Tú eres Padre." Ahora, eso es un
presagio. No es el evento, sino una prefiguración de él. El mero hecho de que
vio el presagio indica que no está lejos. Así que no puedo describir mi emoción
cuando miro a esta audiencia, porque todos ustedes están despertando.

Puedo decírtelo: todo lo que podrías desear está aquí y listo para que lo
tomes. Mi amigo oró por el peluquero y por su compañero de trabajo, mientras
que sus propios hijos se convirtieron en beneficiarios de una finca que había
estado en litigio durante muchos años. Esa es la historia de Job, el último
capítulo, el final del viaje. El despliegue de la Escritura podría llegar a él
repentinamente. Habiendo llegado al final del viaje, al mundo de la muerte,
todo el mal que el Señor había traído sobre Job fue eliminado. Como se nos
dice en el capítulo noveno de Juan cuando se preguntó: "¿Quién pecó, este
hombre o sus padres pues había nacido ciego?" Y la respuesta fue: "Ni este
hombre ni sus padres, sino que las obras de El Señor son manifestadas. "Todo
ha ocurrido en perfecto orden. A pesar de que no ha tenido la experiencia
mística del nacimiento desde arriba, ha llegado al final del viaje.

Pero como dije antes, ¿quién no daría su brazo derecho por servir a
Jesucristo? ¿No crees que, si nuestro cardenal supiese que Jesús está en la
ciudad, él querría atenderlo? Y él pondría a Jesús en la cabecera de la mesa
diciendo: "El Señor está aquí" sin embargo, pasaría sin mirar a alguien en
necesidad. Tu no das dinero a aquellos que ves en necesidad a menos que
quieras que permanezcan así, necesitando dinero. En lugar de eso, dales
riquezas en tu imaginación. Mi amigo no le dio un centavo al hombre; él heredó
su riqueza; Pero sí le dio a su amigo el don de su talento, y este, por lo tanto,
fue multiplicado. Está entre los llamados Oh bienaventurados de mi Padre,
venid y heredad el Reino de Dios. ¿Por qué?

Porque dio del talento que Dios le dio y alimentó a los hambrientos, dio de
beber a los sedientos, y vistió a los desnudos. Cuando su amigo estaba
financieramente en prisión y enfermo de corazón debido a su limitación, no le

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dio ni un centavo, sino que, ejercitando el talento que Dios le dio, lo multiplicó.
De esto es de lo que estoy hablando. Usa el talento que Dios te dio. No lo
entierres, temeroso de probar su poder. Ejercita cada talento, y mientras lo
haces, tus cinco se harán diez. Si sólo puedes usar dos, úsalos al máximo de tu
capacidad y aumentarán. Entonces serás altamente elogiado, porque no estás
llamado a compartir físicamente con otros, sino a usar tu imaginación y verlos
como quisieras ser visto, si estuvieras en su posición. Si estuvieras en
necesidad, ¿no apreciarías que alguien imagine que eres rico? Eso es lo que mi
amigo hizo y eso es lo que te estoy pidiendo que hagas.

Tómame en serio y utiliza tu maravilloso talento de manera justa. Se nos dice

que como un pastor separa el rebaño, colocando las ovejas a la derecha y las
cabras a la izquierda, así nuestro Padre celestial nos separará. Se dice de una
manera dura, que los de la izquierda no aplicaron sus talentos y por lo tanto
están condenados al infierno eterno; Pero eso simplemente significa que cuando
pareces morir aquí, entras en el mismo mundo y continuas hasta que finalmente
aceptas tu talento y lo usas. Todo el mundo va a morir. Esa es la mayor certeza
en el mundo. Si le dices a alguien que está a punto de casarse que se separarán
en la muerte, pensarán que eres horrible, así que no se lo dices. Pero cuando tu
mueres aquí eres restaurado inmediatamente a la vida en un mundo como éste,
aunque hallas dado un millón de dólares a una iglesia o un museo, pues eso no es
usar tu talento.

Cuando tratas a alguien como Cristo, lo haces por mí. ¡Y sentirás esa alegría
mientras lo haces! Así que le dije a mi amigo, el doctor, sin importar quién viene
a tu puerta, ya sea el hombre más rico de la ciudad o el más pobre, trátalo
como a Cristo y ve lo que sucede en tu mundo.

¿Cuándo estabas en necesidad? Cuando lo viste en otro. Y cuando lo viste

sediento, hambriento y desnudo, y no le diste nada, fue cuando no lo hiciste por
mí. Es tan simple como eso. Si pones tu mano en tu bolsillo y le das cualquier
cosa, muy a menudo estás simplemente perpetuando ese estado; Pero cuando
piensas en él y lo ves bien vestido, rico y sano en mente y cuerpo, es cuando lo
estás haciendo por mí. Sólo lo estás haciendo por ti mismo, en realidad, porque
Cristo es la realidad, la verdadera identidad de cada ser. La dama de la tarde

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es Cristo ganándose la vida. En lugar de condenarla, elévala en el ojo de tu
mente y mírala llena de riquezas. Ella todavía puede interpretar el mismo papel
si así lo desea, pero tú la sacas de la miseria. Y recuerda: Dios está haciendo
todo lo que el hombre está haciendo, porque Dios es hombre y no hay nada más
que Dios en el mundo. Cuando puedas ver esto, vivirás por ello y tu mundo
cambiará.

Haz lo que hizo mi amigo con respecto al peluquero. Primero se aseguró de que
el hombre quisiera ser peluquero, y luego le entrego su maravillosa imaginación
humana al verlo exitoso. Deseando tener un barbero en su vecindario para no
tener que buscar otro, lo ancló allí. Ahora el hombre es el dueño del negocio y
de la tienda más visitada en la ciudad. Y su compañero de trabajo ahora
conversa sobre su fin de semana en la cabina de un crucero, en su nuevo auto, o
en la fiesta que tuvo en su inmensa casa, pues estas cosas son las que mi amigo
le regalo y el no está consiente de quien o porque se lo dio.

Ahora vamos a entrar en el silencio.