Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuadro lipídico-lipoproteico
1
Colesterol LDL normal, pero con predominio de subfracciones de LDL pequeñas y
densas.
Aumento de ácidos grasos libres circulantes.
Aumento en la actividad de la enzima lipasa hepática.
VLDL alteradas: Las VLDL pueden ser grandes y sobrecargadas en triglicéridos, o más
pequeñas y ricas en colesterol. Ambos tipos de modificaciones de VLDL producen cambios en su
metabolismo y aumentan su potencialidad aterogénica.
Las LDL pequeñas y densas son más aterogénicas que las LDL típicas porque atraviesan
con mayor facilidad el endotelio, tienen mayor afinidad por los proteglicanos de la pared arterial,
poseen una conformación anómala de la apo B con menor afinidad por los receptores de LDL y
mayor afinidad por los receptores de macrófagos; y por último presentan mayor susceptibilidad a la
oxidación por su menor contenido en antioxidantes liposolubles. Varios estudios prospectivos han
demostrado que el incremento en las partículas de LDL pequeñas y densas es un factor de riesgo y
2
de predicción para el desarrollo de la diabetes tipo 2 (4), y se asocia con aumento en el riesgo de
infarto de miocardio y con severidad de enfermedad cardiovascular (5-7).
Para comprender la fisiopatología del perfil lipoproteico descrito, se debe tener presente el
aumento en el plasma en ayunas de los ácidos grasos libres (FFA) y de la insulina, asociados al
estado de insulino-resistencia. La insulino-resistencia tiene una relación directa con el aumento de
FFA, dado que la función supresora de la insulina sobre la lipólisis de triglicéridos intracelulares se
encuentra claramente deteriorada. El aumento de los FFA se debe, no sólo a la falta en la supresión
de la lipólisis del tejido adiposo visceral, sino también a una menor captación de los FFA por este
tejido (10). El incremento de los FFA tiene consecuencias sobre el hígado, ya que son precursores
para la síntesis endógena de triglicéridos aumentando su producción y, por otro lado, estimulan la
síntesis de la apo B. Además, como el hígado mantiene una sensibilidad normal a determinadas
acciones de la insulina, la hiperinsulinemia promueve la síntesis de triglicéridos y estimula la
expresión del gen de apoB. En consecuencia, aumenta la síntesis de VLDL, que se secreta al plasma
impidiendo, en lo posible, la esteatosis hepática. Este aumento en síntesis y secreción de VLDL
constituye uno de los pasos más tempranos de la cascada de lipoproteínas afectada en la insulino-
resistencia. Aún modestas disminuciones en el nivel de insulina logran disminuir la concentración
de FFA, su flujo hepático, la síntesis de triglicéridos, la formación y secreción de VLDL. Como se
observa en la figura 1, los triglicéridos de VLDL en el plasma son hidrolizados por la lipoproteína
lipasa, enzima localizada en el endotelio de los vasos del tejido adiposo -cuya actividad depende de
la insulina- y de los vasos del tejido muscular. Es la misma enzima que hidroliza los triglicéridos de
los quilomicrones, de hecho en la situación postprandial, la VLDL compite con los quilomicrones
por la enzima, sumándose al conjunto de remanentes ricos en triglicéridos que se acumulan en ese
3
estadío (11). Por lo tanto el aumento en los triglicéridos postprandiales y de lipoproteínas de
densidad intermedia (IDL) es característicos de la dislipemia aterogénica.
La aterogenicidad de los triglicéridos fue controvertida debido a que las VLDL poseen un
tamaño considerable, 30 a 80 nm, y difícilmente podrían atravesar el endotelio vascular. Sin
embargo, teniendo en cuenta que cada grupo de lipoproteínas constituye una familia heterogénea de
partículas, que varían fundamentalmente en tamaño, densidad y composición, diferentes subtipos de
VLDL tendrían variable potencialidad aterogénica (12). La consecuencia de la sobreproducción de
triglicéridos a nivel hepático que ocurre en la insulino-resistencia, es la producción de diferentes
tipos de VLDL. Por un lado, la secreción hepática de partículas de VLDL normales puede estar
aumentada para acarrear la gran cantidad de triglicéridos producida. Su persistencia en el plasma
promueve los intercambios de lípidos con otras lipoproteínas como HDL, tomando colesterol y
cediendo triglicéridos, con una activa participación de la proteína transportadora de colesterol
esterificado (CETP). Así resulta una VLDL circulante enriquecida en colesterol, con menor
contenido en triglicéridos y menor tamaño, lo cual facilita su pasaje a través del endotelio y por lo
tanto su aterogenicidad (13). Otro subtipo de VLDL que frecuentemente puede formarse en la
insulino-resistencia, es la VLDL que se secreta del hígado sobrecargada en triglicéridos y de mayor
tamaño. Si bien estas partículas no podrían atravesar la pared arterial como tal, existen evidencias
que las VLDL grandes son degradadas en el endotelio por la lipoproteína lipasa (14),
convirtiéndose en partículas de menor tamaño que pueden atravesar fácilmente la pared arterial y
depositarse en los ateromas. Este proceso se facilita, a su vez, por la disfunción endotelial propia de
la insulino-resistencia. Por otro lado, las VLDL grandes son precursoras de las subfracciones de
LDL más pequeñas y densas (12).
4
Hasta este punto se han mencionado las lipoproteínas aterogénicas asociadas al síndrome
metabólico, quedan por tratar las alteraciones que puedan presentar las HDL antiaterogénicas. Dado
que el metabolismo de HDL y VLDL está inversamente relacionado, es de esperar una disminución
en la HDL como consecuencia al aumento de VLDL. Además, la CETP actúa mediando los
intercambios de triglicéridos de VLDL por colesterol esterificado en HDL, conduciendo a la
formación de partículas de HDL ricas en triglicéridos. Cuanto mayor es el pool de VLDL
circulante, mayor es la transferencia y el enriquecimiento de HDL en triglicéridos. Por otra parte, el
incremento en la actividad de la lipasa hepática produce la hidrólisis de los triglicéridos de estas
partículas, promoviendo la conversión de HDL más grandes y livianas (HDL2) hacia fracciones de
HDL más pequeñas, con menor capacidad protectora (15). También hay evidencias de aumento en
la tasa fraccional catabólica de apoA-I, contribuyendo a la disminución del colesterol-HDL
Intestino
LPL
LRP Remanentes de QUILOMICRONES
TG Quilomicrones
VLDL
Apo B
+
Insulina
Apo C-II
+ +
LPL IDL LH
VLDL LDL
Figura 1- Esquema del metabolismo de las lipoproteínas con apo B. Los quilomicrones se absorben en el
intestino, en el plasma se convierten en remanentes de quilomicrones por acción de la lipoproteína lipasa
(LPL) que hidroliza sus triglicéridos. La enzima es activada por la insulina y la apoproteína C-II (Apo C-
II). Los remanentes son captados por los receptores específicos hepáticos (LRP). Por otra parte, en el
5
hígado se sintetizan triglicéridos endógenos (TG) y apoproteína B (ApoB), para conformar las VLDL.
Una vez secretada, esta lipoproteína se degrada en el plasma por acciones sucesivas de la LPL y de la
lipasa hepática (LH), conduciendo a la formación de lipoproteína intermedia y LDL, las cuales pueden
ser captadas por los receptores de LDL (R-LDL) hepáticos o extrahepáticos. Existe interacción entre las
lipoproteínas con Apo B (VLDL, IDL y LDL) y las HDL, intercambiando moléculas de colesterol (col) y
TG. En este proceso interviene la proteína de transferencia de colesterol esterificado (CETP),
contribuyendo al remodelamiento de las lipopoteínas. En el esquema se representa este intercambio
solamente con VLDL.
6
Apo B: es un marcador de riesgo cardiovascular con elevado valor predictivo. Además el
aumento de apo B con colesterol LDL normal es indicador de predominio de LDL pequeñas y
densas.
Ïndice apo B/apo A: este índice está propuesto como muy buen predictor de enfermedad
cardiovascular, especialmente en pacientes con valores de LDL normales (21,22). Valores
superiores a 0.8 indicarían aumento en el riesgo.
Fenotipo de cintura hipertrigliceridémica: definido en mujeres por LaMonte y cols (24) según la
presencia simultánea de una circunferencia de cintura 88 cm y triglicéridos plasmáticos 150
mg/dl. Este fenotipo serviría como una herramienta sensible y económica para identificar
individuos asintomáticos con elevado riesgo de desarrollar ECV y diabetes.
LPL
IDL Col x TG
LDL LH
Grande y
Liviana
LH CETP
Figura 2: Esquema de la formación de LDL pequeña y densa a partir de: a-acción aumentada de la lipasa
hepática (LH), b- los intercambios lipídicos entre LDL con VLDL y/o HDL, c-VLDL grandes que son
precursoras.
8
BIBLIOGRAFÍA
1. Steinberg D, Parthasarathy S, Carew TE, et al. Beyond cholesterol. Modifications of low density
2. Deeb S, Zambon A, Carr M, Ayyobi A, Brunzell J. Hepatic lipase and dyslipidemia: interaction
among genetic variants, obesity, gender, and diet. J Lipid Res 2003; 44:1279-86.
3. Austin MA, Breslow JL, Hennekens CH, Buring JE, Willet WC, Krauss RM. Low-density
4. Austin A, Karen L. Small, dense, low density lipoproteins, the insulin resistance syndrome and non
5. Lamarche B, Tchernof A, Mauriege P, et al. Fasting insulin and apolipoprotein B levels and low
density lipoprotein particle size as risk factors for ischemic heart disease. JAMA 1998; 279:1955-
61.
7. Gardner CD, Fortmann SP, Krauss RM. Association of small low-density lipoprotein particles with
the incidence of coronary artery disease in men and women. JAMA. 1996;276(11):875-81.
8. Eckel RH, Grundy SM, Zimmet PZ. The metabolic syndrome. Lancet. 2005 ;365:1415-28
esterification/transfer and HDL remodeling in human plasma. Arterioscler Thromb Vasc Biol.
1995;15:1819-28.
10. Laws A. Free fatty acid, insulin resistance and lipoprotein metabolism. Curr Opin Lipidol
1996;7:167-71.
9
11. Zilversmith D. Atherogenic Nature of Triglycerides, Postprandial Lipidemia, and
81(4A):13B-17B
14. Schreier L, Berg G, Zago V, González AI, Wikinski R. Kinetic of in vitro lipolysis of human
very low density lipoprotein by lipoprotein lipase. Nutr Metab Cardiovasc Dis 2001;12:13-18.
15. Carr M, Brunzell J. Abdominal obesity and dyslipidemia in the metabolic syndrome:
importance of type 2 diabetes and familial combined hyperlipidemia in coronary artery disease
16. Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults
(Adult Treatment Panel III). Executive Summary of the Third Report of the National Cholesterol
17. The IDF consensus worldwide definition of the metabolic syndrome. Lancet 2005;366:1059-
1062.
18. Einhorn D, Reaven G, Cobin R et al. American College of Endocrinology position statement
19. World Health Organization. Definition, diagnosis and classification of diabetes mellitas and its
20. McLaughlin T, Reaven G, Abbasi F, et al. Is there a simple way to identify insulin-resistant
ratio is better than the cholesterol ratios to estimate the balance between plasma proatherogenic
and antiatherogenic lipoproteins and to predict coronary risk. Clin Chem Lab Med. 2004; 42:
1355-63.
22. Yusuf S, Hawken S, Ounpuu S, Dans T, Avezum A, Lanas F, McQueen M, Budaj A, Pais P,
factors associated with myocardial infarction in 52 countries (the INTERHEART study): case-
23. Wikinski RL, Schreier LE, Rosental SB. New method for isolating and quantifying
intermediate and beta-very-low-density lipoprotein cholesterol. Clin Chem. 1991; 37: 1913-6.
24. LaMonte M, Ainsworth B, DuBose K, et al. The hypertriglyceridemic waist phenotype among
25. Berg G, Muzzio ML, Wikinski R, Schreier L. A new approach to quantitative measurement of
26. Hirano T, Ito Y, Saegusa H, Yoshino G. A novel and simple meted for quantification of small
27. Just being alive is not good enough. Reaven G. Clin Chem 2005;51:1354-1357
11