0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
15 vistas2 páginas
Este documento describe los suelos volcánicos formados por depósitos piroclásticos de cenizas y lapillis acumulados en capas estratificadas directamente de fuentes de emisión volcánica. Estos depósitos forman estructuras esponjosas de baja densidad y alta porosidad. Si los piroclásticos se solidifican durante la sedimentación, se aglomeran en tobas compactas con fuertes uniones entre las partículas. Estos suelos pueden clasificarse como rocas sueltas deb
Descripción original:
Descripción geológico geotécnico de los depósitos volcánicos.
Este documento describe los suelos volcánicos formados por depósitos piroclásticos de cenizas y lapillis acumulados en capas estratificadas directamente de fuentes de emisión volcánica. Estos depósitos forman estructuras esponjosas de baja densidad y alta porosidad. Si los piroclásticos se solidifican durante la sedimentación, se aglomeran en tobas compactas con fuertes uniones entre las partículas. Estos suelos pueden clasificarse como rocas sueltas deb
Este documento describe los suelos volcánicos formados por depósitos piroclásticos de cenizas y lapillis acumulados en capas estratificadas directamente de fuentes de emisión volcánica. Estos depósitos forman estructuras esponjosas de baja densidad y alta porosidad. Si los piroclásticos se solidifican durante la sedimentación, se aglomeran en tobas compactas con fuertes uniones entre las partículas. Estos suelos pueden clasificarse como rocas sueltas deb
Suelos volcánicos formados por depósitos piroclásticos, conformados en su
estructura por partículas de tamaños variables, desde cenizas (<2mm) hasta
lapillis (2-64 mm), estos han sido acumulados en capas estratiformes directamente de alguna fuente de emisión volcánica según sea la dirección del viento, la dirección de la nube de cenizas o la colada de piroclásticos. En su disposición forman estructuras esponjosas de muy baja densidad y alta porosidad. Si estos piroclastos están aun fundidos en el momento de su sedimentación se aglomeran formando una toba compacta como es el caso de esta imagen. Estos depósitos durante su conformación y enfriamiento desarrollan fuertes uniones entre sus partículas por soldamiento y compactación de los productos vítreos, su resistencia aumenta dado elevados ángulos de rozamiento interno y cohesiones aparentemente altas. Estos depósitos pueden clasificarse como rocas sueltas por la disposición y empaquetamiento de los fragmentos de tobas piroclásticas de moderada a alta compacidad. Tenemos suelos volcánicos de acumulaciones piroclásticas pero del tipo lacustre o aluvial porque han sido transportados por el agua una vez hayan sido expulsadas en forma de cenizas o lapillis por alguna fuente de erupción volcánica. Se llega a esta conclusión por la disposición en capas de estos depósitos catalogados como eventos de sedimentación de acuerdo a la disposición estratiforme así como también por la coloración y minerales muy alterados en su estructura. Estos minerales presentes son altamente inestables frente a la meteorización, transformándose rápidamente en productos de alteración de arcillas y limos. Los suelos son expansivos con altas plasticidades, comportándose de forma muy inestable frente a rápidos aumentos de la presión intersticial en cuyo caso se pueden producir deslizamientos y flujos de tierras. En su composición abundan niveles de arcillas, en algunas capas tenemos materia orgànica con altos contenidos en sales que en conjunto origina su elevada plasticidad y compresibilidad También forman estructuras esponjosas de muy baja densidad, alta porosidad, formando tobas blandas muy alterables y colapsables. Se clasifican como material suelto para fines de descripción de tipos de materiales.