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Sentencia
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CONSEJO DE ESTADO
Radicación número:
Demandado:
Con base en los hechos relatados, el doctor Alberto Preciado Peña, obrando en
representación de José del Carmen Carvajal Maldonado y de Emma García de
Carvajal, presentó el 27 de agosto de 1954 demanda ante el Consejo de
Estado en ejercicio de la acción de plena jurisdicción para que se hiciesen las
siguientes declaraciones:
"3° Que el valor de los perjuicios en cuestión se fije en una suma líquida
concreta, de acuerdo con las pruebas que obren en autos".
CONSIDERACIONES DE LA SALA
Las dos excepciones parten del supuesto de que los hechos generadores del
derecho revelan que el daño ocasionado por la administración tuvo su origen,
no en los actos acusados, como lo estima el demandante, sino en un hecho
administrativo.
EL ACTO ADMINISTRATIVO
En los artículos 118, 119, 120, primera parte del 121 y en algunas otras
disposiciones adicionales de la Constitución se reglamenta la función
administrativa del Estado, y en las normas 2° y 16 se señalan los límites de su
ejercicio. La Ley 167 de 1941, en armonía con esos textos, desarrolla idénticos
principios y organiza las acciones aplicables.
Así, pues, para que exista el acto administrativo se requieren solamente estos
requisitos: que haya una decisión de la administración, y que ella produzca
efectos de derecho. No es indispensable que el acto aparezca escrito. Esa
formalidad se exige para los ordenamientos de carácter general y abstracto, y
para los de contenido particular y subjetivo que deban notificarse.
LA OPERACION ADMINISTRATIVA
EL HECHO ADMINISTRATIVO
Es la misma Ley 167 la que sugiere que entre las ideas de operación y hecho
existen diferencias de índole jurídica. Aunque para efectos jurisdiccionales se
les someta a idéntico régimen procesal, en los artículos 68 y 83 se les enuncia
como categorías jurídicas distintas. El criterio seguido por el legislador para
diferenciar la operación del hecho, no pudo ser exclusivamente el de la
materialidad de los actos, porque ese elemento es común a ambos y sólo
serviría para establecer una identidad que los textos repelen.
"4° Según el informe 'oficiar que rindió el práctico agrícola, señor Rafael
Lozano, como encargado del Vivero, al Jefe de la Zona, con fecha mayo 5 de
1949 y que como 'Informe anual de labores' es la información más completa y
exacta de que pueda disponerse como antecedente, el número de árboles
plantados en sitio definitivo y que es lo único que puede considerarse, en mi
concepto, como mejoras, suma entre las diferentes especies, la cantidad total
de 270.
Los datos que aparecen en los informes oficiales referidos no han sido
desvirtuados con pruebas valederas en el curso del juicio, especialmente en el
punto relacionado con el número de plantas sembradas en lugar fijo. Los
testimonios de Ricardo Moreno, Lorenzo Mogollón, Sixto Rodríguez Saavedra,
Vicente Camargo, Manuel J. Riveros y del Presbítero Ismael Suárez Parada
nada dicen sobre este punto.
En la declaración rendida por el señor Rafael Lozano C. en 29 de abril de 1955
se dice que en 1° de diciembre de 1949 quedaron en el predio "no menos de
doscientos ochenta árboles fijos en una especie de carretera o avenida que allí
se construyó, en peros, duraznos y ciruelos; b) No menos de tres mil árboles
permanentes para huerto, especialmente duraznos; c) En un sector aislado
(sic), no menos de seis mil perales fijos para huerto....". El testigo continúa
enumerando otras cifras, pero sin especificar si las plantas estaban sembradas
en sitio definitivo. Por esa circunstancia, y para efectos de esta sentencia, sólo
se tomarán en consideración las cantidades dadas de árboles fijos.
FALLA
SALVAMENTO DE VOTO
Expresa el fallo que las excepciones propuestas por el señor Agente del
Ministerio Público habrían sido admisibles si la acción se hubiese dirigido
contra la operación administrativa cumplida durante la primera etapa del
negocio; pero que no son procedentes contra los actos administrativos dictados
por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, porque la demanda fue presentada
oportunamente y con apoyo en el artículo 67 de la Ley 167 de 1941.
Por otra parte al resolverse por la Administración la solicitud del señor Carvajal
Maldonado no era el momento en que por aquella se pudiera alegar la
prescripción de la acción. Esta palabra se refiere al ejercicio de un recurso
jurisdiccional para el reconocimiento de un derecho, y como ese recurso se
ejerce ante los Jueces, es ante estos mismos ante quienes puede alegarse su
caducidad. Por eso se ve que en este juicio, y en la debida oportunidad, el
señor Agente del Ministerio Público alegó la prescripción de la acción.
La acción está prescrita porque ella debió haberse ejercitado dentro de los
cuatro meses siguientes a la ocurrencia de los hechos ordenados por el
Ministerio de Agricultura en la finca de Chitagá. Sin que valga la pena
considerar como último argumento en favor del demandante, el de que lo
expuesto en el artículo 78 del C. C. A. se presta a duda porque pueda
entenderse que cuando la causa de la violación sea un hecho o una operación
administrativa, lo que se deba hacer sea demandar directamente de la
Administración, las indemnizaciones correspondientes. Si eso fuera así
significaría que la ley que vino a organizar la jurisdicción contenciosa
administrativa, priva de la acción correspondiente a quien tenga que pedir el
restablecimiento de su derecho. Pero la disposición significa simplemente que
mediante el recurso jurisdiccional han de formularse las pretensiones contra el
Estado.
Fue esto lo que no hizo el actor oportunamente, por lo que no cabía otra
decisión que la de declarar prescrita su acción, conforme a lo pedido por el
señor Fiscal del Consejo.