HOMILÍA DEL SÁBADO 11 DE ABRIL DE 2020

SOLEMNE VIGILIA PASCUAL

EN LA NOCHE SANTA

En esta noche santísima, ésta solemne vigilia enriquecida con tantos símbolos y
palabras, nos recuerda ante todo que la historia humana tiene un principio y fin
que es Cristo.

Hoy recordamos que hemos nacido en Cristo (en el bautismo), vivimos en Cristo
por los sacramentos y también, después de la muerte viviremos con Él.

Ningún capítulo de la historia humana ha estado privado de la presencia de Dios,

de su acción providente y de su inmensa misericordia. Tampoco este capítulo de
la historia que estamos viviendo, está privado de la presencia de Dios. También
en esta noche oscura que la humanidad entera vive, brilla la luz de Cristo, que es
luz de la esperanza y de la alegría. Es necesario que, aferrados a la certeza de la
resurrección del Señor, venzamos el temor y el miedo con el coraje de la fe. La
fe es una certeza y una gran seguridad en todos los momentos de la vida. De la fe
nace una visión más allá de los simples horizontes humanos. Miramos ahora
hacia los horizontes de Dios que son eternos y permanentes. La pandemia nos ha
recordado que somos débiles, pero la resurrección de Cristo nos debe recordar
que en nosotros hay semilla de inmortalidad, que Cristo vence y Cristo nos
promete que viviremos con Él.

Esta es la noche en la que renace la esperanza y donde todos los que somos
iluminados por Cristo renacemos a una vida colmada de esperanza y colmada de
alegría. Felices pascuas de resurrección.