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Venezuela 2021, no estamos para improvisados en la política (1)

Hablar de manera cruda y referir verdades del tamañ o de una catedral, pasa por la indeseada
tarea de pisar algunos callos en unos casos, de lastimar juanetes en otros. Callos y juanetes se
presentan en los pies, y esa referencia dibuja una afirmació n de nuestro cotidiano coloquio
popular en referencia al dolor que causa sobre las protuberancias de la piel, los primeros, o
deformidades ó seas, los otros, cuando quien los padece recibe un pisotó n sobre ellos. El dolor
es mayú sculo.

Si bien, no todos los venezolanos desarrollamos juanetes, me siento seguro en la afirmació n


de que un alto porcentaje de nosotros padece de callos, y aunque no dispongo de un estudio
pormenorizado de ello suelo fijarme en los pies de la gente y mire que he visto callos o al
menos sus huellas, debajo de extraordinario calzado de las má s finas pieles. Es decir que así
como cada venezolano tiene un indio o negro atravesado en sus ancestros, pues igualmente
hay callos o juanetes que duelen cuando está n vivos y se lastiman por contacto físico. Porque
me fijo en los pies, sin tenerlos por fetiche, es parte de una historia familiar que referiré en
otra ocasió n, como parte de las enseñ anzas heredadas de mi difunta madre, una negra con
quien tuve má s de una diferencia importante, pero de quien recibí mucho aprendizaje sobre el
vivir.

Primer callo, orígenes etnográficos del improvisado.

Los pioneros finales y valga el oxímoron, a quienes correspondió concretar la tarea de instalar
en Venezuela un sistema político moderno, tal es el caso de la democracia fundada en el poder
originario del pueblo y la divisió n y autonomía de los poderes pú blicos fundamentales. La
modernizació n sociopolítica del país se inicia con los versos y cantares de una generación de
jóvenes de las clases medias que tenían acceso a la educació n universitaria de la época, tanto
en Venezuela como en el exterior, los cuales consiguieron eco poblacional en los carnavales de
1928. Jala y balaja…

Con distintos intereses sobre el má s amplio espectro de los mismos en el abanico político,
econó mico, social o cultural del quehacer venezolano de entonces bien podemos colegir de
inmediato dos aristas comunes a la mayoría de ellos.

Rómulo Gallegos, El ductor, armador del juego ideológico (Caracas, 1884/ Caracas, 1989)

Má s encumbrado en el ideario del intelecto y reconocimiento nacional e internacional,


particularmente en al ámbito latinoamericano por sus dotes de escritor, siendo considerado el
de mayor profundidad y renombre en cuanto a lo venezolano durante el siglo XX,
particularmente por su obra de tinte costumbrista. Su actividad política destaca el ejercicio de
la presidencia de la Repú blica entre 17 de febrero de 1947 al 24 de noviembre de 48 cuando
es depuesto mediante el Golpe de Estado. Ahora bien, el Gallegos Maestro que contribuyo a la
formació n de la Generació n del 28 en el Liceo Caracas, hemos de tenerle en cuanta desde esa
funcionalidad. También fue Ministro de Instrucció n Pú blica bajo el gobierno de Eleazar Ló pez
Contreras entre marzo y julio del añ o 1936.
Fue director del Liceo Caracas que hubo sido dirigido durante treinta añ os por un
modernizador de la educació n en Venezuela, el Bachiller en Medicina y Cirugía Luis
Espelosín Sanguinetti (Caracas, 1855/Caracas, 1921), quien a la sazó n también ejercicio en
su momento como Ministro de Instrucció n Pú blica.

Gustavo Machado Morales, el vetado, (Caracas, 1898/Caracas, 1983), su familia no solo era
conservadora sino adinerada, burguesa si se quiere, lo que hace diferencia por opuestos con lo
que sería el desarrollo de su ideología y contribuciones a la construcció n del sistema de
partidos políticos en la Venezuela del siglo XX, del sistema populista de movilización 1 donde
participó activamente al sistema populista de conciliación 2 del cual fue deliberadamente
excluido a la firma del Pacto de Punto Fijo3. Estudio el Colegio Cató lico Alemá n Frö ebel y
egreso como bachiller en 1916 del Colegio Nacional de Varones. Colegio que por cierto fue
anteriormente escuela Politécnica en tiempos de Luis Espelosín al frente, en 1915 Colegio
Federal, luego Liceo Caracas y finalmente Liceo Andrés Bello, institució n educativa que como
albergue de pensamiento e ideas, es una de las simientes del proceso democrá tico venezolano.

Luis Beltrán Prieto Figueroa, Maestro Prieto… Empinate Negro, (La Asunció n, estado
Nueva Esparta, 1902/Caracas, 1993), formado en la Isla de Margarita, desde su temprana
juventud se dedicará a la enseñ anza en la Escuela Francisco Esteban Gó mez de la Asunció n.
Después, este joven nativo del Sector El Copey, irá a caracas donde concluye sus estudios
secundarios e ingresa a la universidad. Ejercerá como docente en Caracas en el Liceo Andrés
Bello, en el Colegio San Pablo, en el Instituto Pedagó gico Nacional y en la Universidad Central
de Venezuela, siendo ademá s fundador y primer presidente de la Federació n Venezolana de
Maestros. Sin lugar a dudas uno de los má s grandes Maestros de nuestro país.

Raúl Leoni Otero, (Upata, estado Bolívar, 1905/New York, 1972), de madre venezolana y
padre de origen corso, realizo sus primeros estudios en Upata y Ciudad Bolívar y de
bachillerato en el Liceo Caracas.

Rómulo Betancourt Bello, (Guatire, estado Miranda, 1908/New York, 1981), hijo de
inmigrante canario dedicado al comercio y madres venezolanas. Formado en escuela privada
de su lar nativo, Guatire, continuo estudios de bachillerato en el Liceo Caracas hoy Andrés
Bello donde la forja de su pensamiento estuvo bajo el aura del conocimiento inspirada por
figuras como Fernando Paz Castillo, Caracciolo Parra Leó n, José Antonio Ramos Sucre y
Ró mulo Gallegos quien era director del liceo del liceo en esos añ os.

Jovito Villalba Gutiérrez, (Pampatar, estado Nueva Esparta, 1908/ Caracas, 1989), inició sus
estudios en el Colegio Federal de La Asunció n y posteriormente proseguirá bachillerato en el
Liceo Caracas. Sus padres fueron de origen venezolano.

1
REY Juan Carlos (1999) La democracia venezolana y la crisis del sistema populista de conciliación. [Documento en línea] Disponible:
https://www.academia.edu/5228443/_LA_DEMOCRACIA_VENEZOLANA_Y_LA_CRISIS_DEL_SISTEMA_POPULISTA_DE_CONCILIACI
%C3%93N_ Consulta realizada el jueves 04 de marzo de 2021
2
Ib.
3
Mc Coy Jennifer y MYERS David J. (2007) Compiladores. Venezuela: Del Pacto de Punto Fijo al Chavismo. Colección Fuera de Serie. Los
libros de El Nacional. Caracas.
Miguel Otero Silva, (Barcelona, estado Anzoá tegui, 1908/ Caracas, 1985), Trasladad su
familia a Caracas y ubicados en La Pastora, realiza estudios en los colegios San José de Los
Teques y bachillerato en el Liceo Caracas. De ese liceo surgió una importante élite intelectual
y política del país de cara a la construcció n de la Venezuela del siglo XX, entre los que ademá s
de los arriba señ alados, también figuraron personas como Isaac J. Pardo y Rafael Vegas.

Rafael Caldera Rodríguez, (San Felipe, estado Yaracuy, 1916/ Caracas, 2009), de padres
venezolanos realizo su formació n primeria en dos entes de su estado natal, criado en un
ambiente académico y parlamentario; luego bachillerato en Caracas en el Colegio religioso San
Ignacio de Loyola de corte jesuita. En la universidad, fue discípulo de Caracciolo Parra Leó n.

A excepció n de Prieto que por sus rasgos negroides, amén de algunos de los apellidos de sus
padres, evidencia un posible cruce de ciertas líneas de consanguinidad que se mantenían en la
Colonia dando lugar a la població n blanca peninsular venida directamente del Reino de
Españ a que de manera indirecta dará origen a los blancos criollos para posteriormente, dar
lugar en el crisol de las bifurcaciones genéticas a nuevos fenotipos y genotipos
auténticamente venezolanos, los personajes que hemos presentado tienen características de
població n blanca, blanca criolla en todo caso. Es una primera arista coincidente en cuanto a
los orígenes étnicos de esta pléyade de pensadores.

De continuidad asimétrica tal vez, la cuantía del respaldo material que pudieron disponer
unos y otros. Provenientes de las clases pudientes Gustavo Machado Morales, burgués de
cuna, y Miguel Otero Silva, cuya familia enriqueció la disponibilidad de asfalto y petró leo en
tierras propiedad de sus padres. Al otro extremo quizá s, el Negro de la partida, Luis Beltrá n
Prieto Figueroa. La familia con la que se cría mi padre en el estado Sucre, es de cierta estatura
social, apellidaba Figueroa el vuelo paterno que cruza con india, mi abuela y mi padre en su
aspecto fenotípico es un blanco ¨indiao¨, de la misma que el Maestro Prieto resulta un negro
porque seguramente su padre Prieto Higuerey también lo era, o tal vez su madre. Y aun hoy, la
herencia colonial en cuanto la pureza de sangre osa mantenerse. Los demá s, todos, gente de
aquella diversidad que integra las clases medias. Todos, sin excepció n, de comportamiento
humilde y sencillo, una arista que les une en la diversidad.

Una tercera arista, igualmente de fondo convergente para todos en cuanto a esta simiente del
pensamiento político y literario para la Venezuela del siglo XX lo constituye la calidad de los
maestros, así, maestros en el arte de enseñ anza y del pensamiento que fueron moldeando
ideas mediante pinceladas diversas al intelecto de aquella juventud. El proceso
democratizador del país no llega por obra y gracia, hay todo un trabajo de construcció n que
deviene en la formació n que curtió a los profesores a quienes correspondió atender las
necesidades de entrenamiento y capacitació n profesional en la universidad, de esos jó venes
mayoritariamente venidos del interior de la Repú blica.

Desde la diversidad étnica, de la disposició n de recursos materiales este grupo de venezolanos


queda unido mediante las singularidades diversas del pensamiento que desde lo individual y
lo colectivo terminan por unirles en torno a un ideal, generar la modernizació n del país, para
lo cual su estrategia pasa por hacerlo en primer lugar a través de la modernizació n del
Sistema Político en la conformació n del estado y la gestió n de gobierno. La democracia, su
sistema de libertades fundada en la divisió n de poderes y limitaciones al fuero de su ejercicio
discrecional así como la voluntad originaria de la població n constituyen los pilares iniciales de
aquellas determinació n.

De esas fuentes del pensar – hacer venimos avanzando como sociedad. La guía de
pensamiento es incuestionable, si bien como ocurre en toda actividad humana, se suceden
yerros y equívocos que alteran el pretendido resultado. Pero de cada acció n y sus resultas,
estamos obligados al aná lisis y la rectificació n por muy dolorosa que pudiera ser. La primera
generació n cumplió con el logro del objetivo. Venezuela alcanzo a ser una país democrá tico en
el contexto de occidente entre 1958 y 1998. Los yerros se enmarcan en las acciones de la
siguiente generació n, la que toma riendas hacia los añ os setenta y ochenta y quienes por
ahora no aparecen en el cuadro de honor que he ensayado.

En las medianías de aquellos setenta ochenta comienza a resquebrajarse el primer pacto de


las élites, el de Punto Fijo. Los partidos políticos perdieron la brú jula de sus
responsabilidades, extendieron los alcances de aquel pacto má s allá de lo que estaban en
capacidad real de responder, asumiendo una visió n eminentemente electoralista y no desde la
perspectiva del estado y las generaciones siguientes. La corrupció n comenzó a manifestarse
de diferentes maneras en procura del ascenso y sostenimiento del poder.

Mesiá nico febrero, marco hitos de ruptura. 18 de febrero 1983: Ruptura del manto
econó mico a la sombra del petró leo en viernes negro; 27 de febrero 1989: Ruptura del
convenio sociocultural que se mantenía bajo el aura de la intermediació n en el bucle complejo
Estado/Gobierno – Partidos políticos – Necesidades y demandas de la població n como lo
dejaron ver las luces del Caracazo; 4 de febrero de 1992: Ruptura político militar con el
Golpe de Estado del por ahora y el posterior ejecutado el 27 de noviembre bajo emblemá tica
imagen, el hombre de la camisita rosada.

Aquellos polvos se cumularon, vino la lluvia y trajeron hasta nosotros estos lodos
revolucionarios que hoy intentamos superar. Sin embargo y por encima de la esperanza,
albergo muchas dudas. No en cuanto posibilidad de sobrepasar la usurpació n revolucionaria
sino en lo que concierne al día después. Como dice la canció n en ritmo salsa brava, en la
Venezuela heredada no hay cama pa´ tanta gente. Ese es nuestro segundo dilema, como
resolver la cuestió n de los improvisados en las artes de la política. En cuanto al primer dilema,
eta prá cticamente resuelto por cuanto en la ecuació n cuantitativa, la mayoría esta en el
camino definido por la denominada sociedad civil el pasado 12 de diciembre de 2020. Lo
demá s, cuentos de camino.

¿Parece a ustedes que alguno de ellos fue un improvisado? Continuaremos

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