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El Exodo Biblico en los textos egipcios Por Sergio Fuster 4enero, 2004 Modificacién: 22 mayo, 2020 Las relaciones entre el Antiguo Testamanto y el pais del Nilo siguen representando un gran misterio histérico para los egiptdlogos y biblistas. Los datos recogidos aqui no pretenden ser inéditos, pues han sido abordados por un buen numero de especialistas, mas sf su enfoque. Tal vez en el pensamiento mégico-religioso se hallen las claves para su mejor comprensién en el marco de la mentalidad mitica de los pueblos de Oriente Reconstruir el éxodo biblico a partir de las fuentes egipcias es una taea muy complicada. Los testimonios provenientes del antiguo pais del Nilo con relacién a la existencia de los israelitas son nulos en la frimera mitad del segundo milenio antes de Cristo, con excepcién del papiro Anastasi |, donde vinicamente encontramos una descripcién geografica Hasta el momento, la primera mencién que se hace en una inscripci¢n egipcia a la existencia de Israel como pueblo, es en la estela del faraén Merneptah (hijo de Ramses Il, 1224-1204 a.C. Dinastia XIX), piedra de basalto negro que data del siglo XIll a. C., donde se lee: ‘Israel ha sido arrasado y su descendencia no existe’ Fragmento Estea de Merneptah Es cierto que muchos han relacionado a los hebreos con él termino 4piru ( rw ), como aparece con anterioridad en los textos de Amama (Dinastfa XVIII), refiriéndose a un hostil pueblo hurrita; pero esto es dudoso. Sin embargo, la Biblia desde los primeros capitulos hace alusién a Egipto mas de setecientas veces, ya sean citas direc‘as o referencias simbdlicas. Por lo tanto, para facilitar nuestro estudio, hemos recutrido en parte a la metodologia inversa que creemos es inevitable para nuestros objetivos; a saber, ver a Egipto en el Imperio Antiguo y Medio a parti: de las menciones testamentarias y tratar de secuenciarlas con las pruebas documentarias disponibles. Egipto en el Antiguo Testamento Los problemas que plantea abordar este tema desde estas dos persvectivas se deben a razones bien delineadas. En primer lugar, si el origen del pueblo hebreo como sociedad auténoma y organizada selo debe a un espectacular escape hacia el Levante, es hasta cierto punto ldgico que esté ausente de los registros egipcios. Una derrota tal a su orden politico y religioso seguramente fue borrada deliberadamente de sus anales en resguardo de sus divinidades; siendo en consecuencia recordada detalladamente en la memoria hebrea y descriota en el Pentateuco como un acto salvador de su Dios En segundo lugar, los testimonios arqueolégicos son en buena medida fragmentarios, lo que dificulta la reconstruccién de la historia antigua y datacién cronolégica de Oriente desde un metodo sistemaico. El principal canal que ha conservado a través del tiempo, es decir, si interrupcién, una memoria “histérica” de este periodo es sin duda el Antiguo Testamento(Levirani, 1995). Esto, por un lado refleja una ventaja, la de seguir la historia egipcia a partir de las narraciones del bro de Génesis y del Exodo pero, por el otro, plantea una dificultad, ya que el motivo que los reviste es religioso y este es siempre subjetivo. La tarea de conservacién biblica se efectué por razones rrayormente de orden sagrado y, al igual que los textos egipcios, bajo la supervision de una clase sacerdotal. Como veremos en el presente trabajo, en el relato de la esclavitud y escape de Egipto prevalecié el elemento de supremacias de cioses; es decir, Yahvé en desmedro de los dioses egipcios y sus consecuentes recursos simbdlicos que hallan su expresion narrativa en el mito El origen de Egipto segun el Génesis En la Tabla de las Naciones, como algunos comentaristas prefieren lamar al capitulo X del Génesis, se menciona el origen entre otros, del mismo Egipto. Dos de los descendientes de Cam, hijo de Noé y sobreviviente del diluvio, fueron Mizraim y Patros. Uno pobl6 la zona del delta, el otro la tierra mas cercana alas misteriosas fuentes del ‘canal” (heb. SHEOR , ‘corriente”), como los antiguos se referian al Nilo; esto es, que desde antiguo se reconocia la dualidad en el Bajoy el Alto Egipto. Algunos han querido ver en Mizraim al faradn Menes fundador de la Primera Dinastia, mencionado por Maneton, pero dicha identificacion es incierta. Sin embargo, es notable que hasta el dia de hoy los arabes conozcan ala tierra del Nilo como “Misr” o “ la tierra de Cam ef Negro ”. Lo curioso es que los mismos habitantes de Egipto hablara de su tierra como “ Kemet”(la Negra) 0 “ Tauy” (las Dos Tierras). Abraham hizo, en algunas oportunidades, visitas al pais; por los registros biblicos parece que tuvo relaciones comerciales, ya que adquirié una sierva egipcia llamada “Agar” (Génesis, cap. 12-13). Sibien no hay ninguna evidencia arqueolégica de estos episodios, la situacion reinante en Palestina con relacidn a sus enlaces y sus respectivas rutas comerciales 0 a los movimientos migratorios semitas, coinciden con los ragistros egipcios del viaje de Sinuhe y con las descripciones del Papiro Anastasi Tiempo después, José es vendido como esclavo a Egipto por comerciantes ismaelitas a un hombre importante llamado Potifar, cuya esposa intento seducirlo mientras ministraba en el interior de la case. Es relevante la evidencia documentaria de mujeres ricas en busca de aventuras extramaritales, como lo muestra el Papiro Westcar. En consecusncia, el hebreo es encerrado en prision y finalmente alcanza un puesto de visir ante la corte del faradn por el arte de interpretar suefios y predecir siete afios de abundancia y otros siete de hambre en e/ pais bien amado . Existe evidencia de siete aitos de escasez en una inscripcién sobre un bloque de granito en la isla de Sehail, que data de la Epoca Ptolemaica aunque la leyenda seguramente es mucho mas antigua, La historia de José, tal como la leemos en el Génesis, concuerda a grandes rasgos con las costumbres egipcias, las viviendas, el funcionamiento penitenciario, el cargo de visir 0 segundo en el reino coinciden con lo que hoy se sabe del perfodo en cuestién. La invasion de los Hicsos Un dato que no podemos pasar por alto es lo que menciona Génesis 41: 43, sobre el nombre que recibié José en su ascenso , “Avrekj” Esta expresion es una transliteracion y no se sabe a ciencia cierta su verdadero significado, pero la versién sirfaca de la Biblia lo vierte como: “Padre gobemnante” y la Vulgata de Jerénimo como: “ que toda rodilla se doble ante él” El hecho de que asi fuera llamado cuando montaba en el carro triun’al del faradn y de que halla recibido el anillo del sello, posiblemente con el emblema del escarabajo — al producirse la invasion de los Hicsos, algunos de sus faraones, cuyas amuletos eran escarabajos, levaban nombres semitas con el elemento de la divinidad -, concueida con lo que dice la obra de Manetén, hoy desaparecida. Esta es rescatada por el historiador judo Flavio Josefo (siglo | d.C.), donde relaciona a los israelitas con los llamados Hicsos, que significa “gobernantes de los paises extranjeros”. Es dudosa su procedencia, por lo que se sabe fue una invasién asiatica, que segtin se cree, sucedié entre las dinastias XIII y XVII y que gobernaron durante unos doscientos afios; otros prefieren fecharlos entre las dinastias XV y XVI Algunos comentaristas sitiian la ontrada do José con ol pari go a sor duefio de casi todo Egipto a excepcién de los bienes del Faradn y de sus sacerdotes. No hay ninguna evidencia biblica acerca de que grupos asidticos estuviesen instalados en el delta antes de la llegada de Israel (Génesis 46: 5, 6) do de los Hicsos ya quo, segtin Génesis 47: 20, José Segiin los textos hebraicos, la corte real estaba compuesta solo por egipcios, Potifar era uno de ellos. Ademds, José tuvo que servirles la comida a sus hermanos en una mesa aparte, “puesto que los egipcios no podian comer (...) con los hebreos”. Esto no hubiera sido necesario si los habitantes del palacio hubiesen sido semitas (Génesis 43: 31, 32) L.Archer nos ofrece una teor Para su exposicién utiliza el relato de Exodo 1: 8-10 (Que hemos reproducido en parte) que menciona lo que sucedié después de la interesante. Nos habla de tres grupos: los Israelitas, los egipcios y las hordas invasoras de los Hicsos muerte de José. Alli dice: “ Gon el tiempo se levanté sobre Egipto un nuevo rey que no conocia a José” Este nuevo rey, sin duda era de otra dinastia, bien podria ser un goterante Hicsos , ya que no reconocia al pueblo del difunto José ni el cargo que ocupé. “Y procedié a decir a su pueblo: “{Miren! El pueblo de los hijos de Is-ael es mas numeroso y poderoso que nosotros.” Es improbable que los israelitas hubieran sido mas numerosos que todos los habitantes de los nomos de Egipto, en cambio, si hubieran sido unas dinastias invasoras evidentemente eran un grupo mas reducido: “Vamos! Tratemos astutamente con ellos, por temor que se multipliquen y tenga que resultar que, en caso de que nos sobrevenga una guerra, entonces ellos ciertamente también se agreguen a los que nos adian y peleen contra nosotros y suban y se vayan del pais Es posible que si era una dinastia de Hicsos temieran que los hebreos se unieran a los egipcios en una posible guerra. Pero desgraciadamente es una etapa muy oscura y la invasion de estos extranjeros no se entiende con claridad. Las inscripciones de las tumbas nos silencian el hecho. Existen algunas excepciones, como la estela descubierta por A. Marette en Tanis, en 1863. Al parecer habla de los Hicsos y su supuesto dios Set. Asimismo, la Tablilla Carnarvon habla de la derrota de este pueblo semita. Ademéas, hay mucha incertidumbre en cuanto a las dinastias que presenciaron los acontecimientos. Pero ¢.qué hay de la historia de Moisés y de la migracién israelita registrada en el libro biblico del Exodo? {Es factible reconstruirlo a partir de documentos egipcios? Moisés con las tablas de la Ley (cuzdro de Guido Reni aprox. afio 1620) Solo es posible hacer un acercamiento, si se dejan definidos dos astntos: por un lado, el problema cronolégico y la dificultad de armonizar los hechos arqueoldgicos y epigraficos con la historia tal como la registra el Pentateuco; y por el otfo, las profundas cuestiones religiosas que estuvieron enraizadas en las mentalidades de ambos pueblos. El problema de las fechas No existen dudas en cuanto a la estancia de los israelitas en Egipto; la presencia semita esta bien atestiguada y, por lo tanto, es un tipo de conclusién que debemos aceptar a priori. No es el tipo de tradicién que un pueblo inventaria: la esclavitud es un recuerdo humillante para cualquier nacién. El problema aqui no es de orden hist6rico, es decir, si ocurrié 0 no, sino de orden estructural, i.e., cémo ocurrieron los acontecimientos y cuando. El tema de las fechas es un asunto delicado y por eso debemos abardarlo con cautela. Mientras que la cronologfa biblica sitia el éxodo enel siglo XV a. C., la datacién que sugiere el registro arqueolégico es alrededor del siglo XIII a.C. La razén de esta diferencia se debe a dos factores: 1) Es imposible armonizar los trabajos de campo debido a que los investigadores de Palestina se manejan con herramientas muy diferentes a las que utilzan los egiptélogos, ya sea por la naturaleza de las fuentes escritas como por los materiales a estudiar; y 2) Los registros de Israel no mencionan el nombre de ningiin faraén hasta el perfodo monarquico; por lo tanto, no es factible establecer ninguna concordancia con las dinastias conocidas. La dificultad de armonizar ambas cronologias con los trabajos de campo Mientras que la cronologia hebrea se basa en los cémputos de tiempo que da el Antiguo Testamento y en periodos generacionales de cuarenta afios, se puede sumar desde que Abraham entré en la tierra prometida 430 afios, de los cuales slo 215 afios estuvieron en tierra extranjera; esto nos llevarfa al afio 1513 a. C. para la salida de los israelitas de Egipto. Josefo habla del dia trece del mes lunar Jantico, pero dice que el periodo de 430 se debe contar desde que entraron al pais del Nilo ( Antigiiedades Judas , Libro II § 318) Como sea, muchos dudan que estas generaciones de 40 afios seanliterales, lo que dificulta el asunto, ademas de contradecir las pruebas arqueolégicas. En ausencia de una tradicién escrita se ha notado que muchos pueblos han utilizado el numero cuarenta. Seguin Albright, este silencio se encuentra entre los fenicios y entre los cartaginenses Por otro lado, la cronologia egipcia esta apoyada en evidencia fragrrentaria. Los historiadores se basan en la Piedra de Palermo (incompleta), donde se presenta lo que se consideran las cinco primeras dinastias. El papiro Turin (en muchos fragmentos), que proporcionarfa la lista de reyes desde el Reino Antguo hasta el Nuevo. Y, finalmente, se coordinan con los textos de Manet6n (treinta dinastias), ayudados por célculos astronédmicos. Pero las dudas que arrojan tales fuentes son mitiples. La obra de Manetén usada para ordenar el rompecabezas que presentan las pruebas arqueoldgicas, como ya se mencion6, esta perdida y s6lo se recuperd de citas de otros escritores antiguos como Josefo (siglo | d.C.), Sexto JulioAfricano (500 afios después) y Sincelo (Siglo VIll 0 IX 4. C.). Es muy dificil saber con seguridad lo que es auténtico 0 lo que es espurio en Maneton. Es plausible que reyes y hasta dinastfas enteras hayan gobernado al mismo tiempo, lo que reducirfa la cuenta del tiempo asignado de manera considerable. Definitivamente los egiptélogos han depositado demasiada confianza en las inscripciones antiguas, pero la integridad moral de los escribas egipcios es con seguridad muy cuestionable. Sumado a todo esto, los trabajos de campo difieren en la metodologia y en la tarea interpretativa. Mientras que en Palestina, por la naturaleza de sus sitios y de sus fuentes escritas, que estan relativanente intactas, se reconstruye una secuencia de acontecimientos en forma ininterrumpida y se les asignan fechas muy bajas; no sucede iqual con los sitios egipcios. Estos han sido depredados por los amados “padres de la Egiptologia” e incluso antes de la invasion napolednica, asignandoles fechas muy altas. El enigma del faraon Este tema ha sido fuente de controversia {Por qué la Biblia niega e nombre de los soberanos pero a cambio da el nombre de las parteras que asistieron al nacimiento, entre otros, del nifilo Moisés? Moisés salvado de las aguas (Lamina de la traduccién al castellano de la Biblia Vulgata por D. Felipe Scio de Sam Miguel. Edicion 1852) Una de las razones es que quizé haya habido implicaciones de orden religioso. El faradn (eg., “Gran Casa”) era para su teologia un dios encarnado en la tierra. El halcén Horus, el amanecer, simbolo de la resurreccion. Era la union entre el cielo y la tierra. Toda su actividad civica era vista como un tito que protegia a Maat, la justicia y la verdad. Es posible que exista alguna relacién entre la funci6n sagrada del faradn y el enigmatico jeroglifico hallado en un papiro en Abidos llamado “la Casa de la Vida” En consecuencia, el nombre de los faraones llevaba implicito, ya sea en su escritura como en su simbolismo, el nombre de alguna divinidad; lo que mencionaria bien podia significar reconocer su misna existencia Y los israelitas no reconocian la existencia de ningun Dios vivo a excepcién de Yahvé, las demas divinidades eran inertes, dioses de palo y piedra Esto se hace evidente en el nombre egipcio de algunos personajes >iblicos, como el mismo Moisés. que tiene la misma terminacion de Ra-mesés, 0 Tut-mosis por ejemplo, pero en el que esta ausente el elemento concerniente al nombre de la divinidad. Sin embargo, el Tetrateuco no guarda ninguna uniformidad en estos casos, Ya que esta construido de varias tradiciones muy antiguas es posible que, mientras algunas conservaron algunos nombres (mayomente de localidades como puntos de referencias), otras lo han omitido. Después de todo era una historia nacional e importaban muy poco estos detalles. Cabe agregar, a propésito de lo dicho, que el encontrar nombres egpcios en los personajes del Exodo (como Jofni, Finefaés o Merari predominantemente en la tbu de Levi), es una prueba contundente de la relacién que hubo entre los semitas y los egipcios (Pua y Sifra, las parteras en Exodo 1: 15, son de procedencia hebrea y por lo tanto de una grafia muy antigua), Por todo lo antes dicho, no es posible hasta el momento relacionar a los monarcas egipcios que menciona el Génesis ni al faraén que Vivid en la época de Moisés con ningtn nombre mencionado en las nscripciones. Pero gqué hay de Ramsés |I? {No es acaso este el faradn que preferen la mayorfa de las obras de consulta para situarlo en dicho periodo? Ramsés II Exodo 1: 11, habla que los israelitas fueron obligados a trabajar en la construccién de dos emplazamientos, Piton (“Casa de Atum”, identificada tentativamente con Tell Rettaba) y Ramesés (“Casa de Ramsés*; San el-Hagar 0 Avaris, capital de los Hicsos , conocida en los textos griegos como Tanis). Este hecho ha animado a muchos egiptélogos a relacionar el nombre de esta construccién con el faraén Ramsés Il (Dinastia XIX), basandose en las inscripciones del mismo faraén en la que afirma haber edificado una ciudad que lleva su nombre (Per-Ramsés) con mano de obra de esclavos. Sin embargo, esta identificacién es sumanente dudosa, el sitio mencionado por los registros hebreos era un depésito mientras que el que menciona las inscripciones egipcias ere la capital misma. Por otra parte, aunque el faraén que protagonizé el éxodo hubiera sido Ramsés II, ja prueba sigue siendo irelevante, ya que el sitio que menciona la Biblia fue edificado antes del nacimiento de Moisés (Génesis 47: 11). Momia de Ramses Il (Rezlizado por Gerardo Jofre) En consecuencia, parece que lo nico que tuvieron en comin el sitio biblico y la capital de Per-Ramesu (Per-Ramsés) fue solamente el nombre. Exodo 12:37, dice que Israel partié desde este sitio rumbo al Sinai. Sin embargo, Josefo identifica a Per-Ramesés con Letopolis, una localidad cerca de Menfis. Esto es apoyado por Estrabén quien la sitia un poco més arriba del Viejo Cairo (Estrabon XVII, 807) El duelo de los dioses Los egipcios eran dados a borrar registros de personas o acontecimizntos que no les eran favorables, El mismo Tutmosis III hizo desaparecer el nombre de la reina Hashepsut de los bajorrelieves. En una inscripcién acerca de un consejo que el rey Jeti Ill (2120- 2050)a su hijo, decia que si no gobernaba con sabiduria “ los puebles borraran tu recuerdo y el de tus ancestros”, Vale decir, que no nos extrafia que el relato biblico no tenga una correspondencia en la historia del pais del Nilo(con esto no queremos decir que el acontecimiento biblico fue necesariamente borrado). En cambio, lo que si esta corroborado por los testimonios es la penetracién de grupos semitas en el delta oriental, y que constituyeron una verdadera amenaza. Amediados del Imperio Medio, Amenemhet | como proteccién contra las incursiones némadas levanté “La muralla del piincipe” de la que nos habla Sinuhé, Un sistema defensivo de fortificaciones en los limites del delta oriental Por otra parte, el registro biblico, no nos ayuda demasiado en cuanto a una reconstruccién de orden histérica. La naturaleza del mensaje que quiere describir, es la supremacia de su Dios “uno y verdadero” sobre los “falsos dioses de Egipto” Acontinuacién repasaremos a modo de ejemplo, el caracter teolégic> que reviste al relato de Exodo y cual fue el interés principal del lucidar: cronista, razén por la cual poco importé mencionar los detalles que hoy intentamos La lucha de las serpientes: Cuando Moisés se presenta ante el faradn, convierte su vara en serpiente para demostrar sus credenciales divinas, La serpiente en Egipto, era simbolo de sabidurfa que posefael mismo rey en su corona. Ahora ésta desafia a su capacidad de gobernar, por ello sus magos también convierten dos varas en reptiles, emblema de los dos reinos, pero la serpiente de Moisés resulta més poderosa que el Alto y el Bajo Egipto, devorando a las otras. Las plagas EI Nilo se convierte en sangre : El carécter divino del rio esta bien atestiguado. Para los egipcios era el dios Hapy. Diodoro Sfeulo (Libro | 36, T-12), habla de su crecida como algo maravilioso. Mientras que todos los demas rios comienzan a decrecer en el salsticio de verano, éste es el iinico que empieza a aumentar su cause en ese momento, de manera tal que inunda gran parte del pais. Por lo tanto, se colabraba ol ritual de la cracida y su relacién con el Dios Sol. Mas que un dios especifico era un espiritu andrégino, aquel que orientaba y ordenaba las cadticas aguas primordiales en virtud de la conservacién de la vida humana. Era el simbolo de Ia vida. Para los hebreos, la vida residia en la sangre, Yahvé salvaba mediante el derramamiento de ella en (a tierra En consecuencia, convertir el rio sagrado en sangre era una kofetaca al centro de la teologia egipcia. Las ranas, los tébanos y los jejenes: La diosa rana Heat y los dioses de la magia Phat y Thot no pudieron hacer nada al respecto Maestros de la brujoria, oran vistos como deidades quo mantenian ¢l orden del cosmos. Peste al ganado y a los hombres: Los egipcios despreciaban a los pastores, eran ganaderos por excelencia, E que sus animales fueran muertos por una paste no solo fue un golpe a su economia, sino también a los dioses Hator y Apis. Tampoco Isis, la diosa de le sanacién, simbolizada por las fases lunares, como el ojo- en el mobiliario de los templos tiene correspondencia con insirumentos quinirgicos- tampoco pudo curar a sus adoradores Tormenta con granizo y fuego: Sot, dios de la tormanta y el rokimpago, era visto como una divinidad negativa enemiga de Osiris. Sogiin los escritores antiguos era el Dios de los Hicsos, compatible con las divinidades semitas, como Baal, el dios del rayo. Reshpi, el controlador dal fuego, no pudo ayudar a su pueblo, como tampoco Thot, el regulador del tiempo y los ciclos estacionales Plaga de langostas: Esto fue un atentado a los ciclos de las coseches y a los dioses de la fertilidad. El dios Min, relacionado con la fecundidad de la tiarra nagra, so lo representa bajo ol simbolo dal to-o. En Grocia ora asociado con Pan, ol quo rapta a las mujeras 0 ol que fecunda a su propia madre Periodo de oscuridad en la tierra : Esto atento contra el poder de las divinidades solares, simbolo de lo masculino, la salud y el orden. Alacé la dualidad Amon-Ra y a la triple manifestacién de Horus, Isis y Osiris, funcionando como la voluntad poderosa, el soplo vital y fenémeno brillante. El golpe contra la dinastia del faradn al dar muerte a su primogénito: El hijo del faradn era Horus, el disco solar alado, el astro naciente. Isis nada pudo hacer por su hijo-esposo. Tampoco Osiris pudo deterer la llagada del éngel destructor de Yahvé. Hasta Anubis, ol sofior de la necropolis estuvo inerte Muerte del mismo Faraén en el Mar Rojo Los mares que circundaban el pais bien amado (el mar Mediterréneo y Rojo 0 e| Mar Grande [ Uadye ver] y el Mar de Juncos | she iaru ], como se conocia en la antiguedad) eran vistos como la sustancia primordial donde nacian y morian les demas formas. El agua era entendida como la vida. En los Textos de las Piramides se puede leer un himno a las aguas divinas. Es interesante notar que el ideograma del agua corriente VWV , este formado por el signo del agua V , de la luna Vy de la mujer V, como simbolo vital Thot, el controlador del orden del mundo y Amén, protector de la monarquia, se demostraron incompetentes ante el poder de Yahvé sobre esta fuerza que asimilé al mismo Faradn o dios en la tierra. Como se habra podido observar, todo el relato esta “plagado” de un mensaje religioso, y segtin se cree pertenecen a una tradicion muy antigua, probablemente reelaborada para el tiempo del exilio, fundamentalmente que solo Yahvé es el dios vivo y verdadero y los iconos egipcios no son nada mas que la personificacion de las fuerzas naturales creada por el mismo dios hebreo El tener en cuenta esta visién religiosa, aunada a la interpretacién tento historica como arqueolégica, nos ayudar a revisar los problemas expuestos en el presente trabajo desde varias perspectivas, que hacen al cuadro mas completo, Las lagunas del origen y migracion del pueblo hebreo desde el pais del Nilo hacia el levante como describen los textos biblicos, como los misteriosos elementos semitas en aparecen en los anales egipcios, se resisten a dejar lo mas oscuro del lugar donde estan sepultados, el eterno pasado, alli es donde reposan y por ahora seguiran descansando, quizd por ello nunca dejen de fascinarnos. 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