Asignatura: Psicología Social II Docente: Ma. Eugenia Avendaño.
Puerto Montt 20 de diciembre de 2019.
Introducción. Chile es un país en democracia desde hace casi 30 años luego de haberla perdido en manos del gobierno militar que estuvo gobernando desde el año 1973 hasta el 1990. En un país en democracia se tiene derecho a la libertad de expresión, derecho a manifestarse, derecho a elegir a nuestros representantes, todo esto de acuerdo a nuestras creencias e ideologías y sobre todo a lo que realmente nos identifica como ciudadano de nuestro país. El estado a través de cada uno de los representantes que, elegidos por voto popular, presidente, diputados y senadores, tienen el rol importante de establecer y aceptar las nuevas leyes, orientar a la política pública y las líneas de actuación del Estado. Durante los últimos años en nuestro país se han notado las diferencias entre las diferentes clases políticas, clases sociales, diferencias en ingresos, diferencias en el acceso a salud, a educación, a trasporte, a oportunidades laborales, a vivienda entre otros. El 18 de octubre, luego de un alza al metro de $30 en la tarifa en la ciudad de Santiago, capital de Chile, los estudiantes secundarios decidieron manifestar su rechazo a esta alza convocando a una evasión masiva del pago de la tarifa en las diferentes líneas y estaciones que constituyen la línea de Metro. Fue tanto la aprobación de la ciudadanía por esta manifestación que la personas fueron uniéndose, aportando, además de muchas más causas injustas que mantienen descontento al país, dentro de estas, mejorar la salud, eliminación de las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones), mejorar la educación pública, rebaja a la tarifa de los servicios básicos (electricidad, agua, gas, etc.), cambio de la constitución que rige actualmente en nuestro país establecida en el gobierno militar, mejor salario, entre otros. El día 25 de octubre se realizó la marcha más grande de Chile, con una convocatoria de al menos 1,3 millones de personas que se reunieron en la Plaza Italia, lugar de encuentro elegido para diferentes celebraciones y manifestaciones. Esta marcha dio lugar a que los habitantes se dieran cuenta que todos en cada ciudad del país estaban luchando por la misma causa. Pero, desde un punto de vista social, ¿qué hace que las personas se sientan identificadas con este movimiento?, ¿se puede atribuir a un factor social, cultural o a ambos? Opinión y argumentos. Desde un punto de vista como ciudadana de este país he sido víctima del sistema, por ejemplo, no poder obtener beneficios para acceder a la educación superior, esperar más de 8 años para la obtención de la casa propia para mi familia, son solo algunas cosas, pero hay que dejar en claro que existen en el país muchas más familias con las mismas demandas e injusticias que sobrellevar. Por lo que, este movimiento trae consigo la revelación del pueblo, la lucha conjunta por una sociedad y un país más equitativo, porque cada persona se siente identificada con las demandas, ha sufrido desigualdades del sistema y tiene el derecho a manifestar ese descontento, todos nos sentimos identificados por las problemáticas, es algo que nos mueve como país. Según Henry Tajfel, la cognición social puede definirse como un proceso neurobiológico, psicológico y social, por medio del cual se perciben, reconocen y evalúan los eventos sociales, para construir una representación del ambiente de interacción de los individuos y posteriormente generar el comportamiento social, más adecuado según cada circunstancia en particular. La gran mayoría de los chilenos está de acuerdo con las manifestaciones, aquí se podría decir que existe una cognición social respecto a los últimos eventos sociales ocurridos en el país, donde la ciudadanía se identificó, tomó acciones y se realizó una gran interacción entre personas que jamás se habían visto, apoyándose en contra de las acciones tomadas por el gobierno. Por otra parte, dentro de este gran movimiento que ha surgido en nuestro país se encuentra la otra cara de la moneda, el gobierno de Chile, que a raíz de las manifestaciones de la población no ha entregado respuestas ni soluciones concretas a las demandas sociales, solo ha usado su poder en contra de la ciudadanía, lo que ha provocado más un enojo, que una calma. Pero, ¿Qué es el poder? Según Foucault el poder es una relación asimétrica que está constituida por dos entes: la autoridad y la obediencia, y no sería un objeto preexistente en un soberano usado para dominar a sus súbditos, además es una situación estratégica que se da en una determinada sociedad; el poder incita, suscita y produce. El gobierno de Chile ha manifestado este poder en contra de la ciudadanía organizada y pacífica, en las manifestaciones, en la organización de las personas por querer un cambio, en la demostración de los robos por grandes empresarios por nombrar algunas, este poder mantiene cegado a las autoridades, cerrando el paso al dialogo y a encontrar las soluciones a estos conflictos que llevan 2 meses de intensas manifestaciones. El manejo de conflictos supone organizar y armonizar las diferencias de metas, intereses y opiniones, procurando crear un ambiente donde esas diferencias se expresen constructivamente y se llegue a una solución donde todas las partes, grupos o personas, salgan ganando. Esta simple aproximación al manejo de conflictos deja ver que se trata de abordar un proceso que tiene dinámica propia y que expresa desacuerdos, descontentos o expectativas insatisfechas (Constantino: 1997). Esta dinámica, en sí misma, puede ser fuente de enriquecimiento y de profundización de la búsqueda de soluciones creativas. Sin embargo, con demasiada frecuencia, el conflicto deriva en enfrentamientos estériles donde ninguna de las partes sale ganando. Otras veces, el conflicto se resuelve con el uso del derecho o de la fuerza y, en escenarios extremos, con el empleo de la violencia. En todos estos casos la decisión final sobre el desenlace del conflicto es dejada en manos de los que disponen del poder de dominación, con el consiguiente deterioro de las relaciones futuras entre las partes. (González, N. 2003. El poder de la comunicación en los conflictos sociales. Punto Cero, 8, 6, pág. 44-45) Tenemos claro que la ciudadanía rechaza absolutamente los actos violentos en contra de las manifestaciones pacíficas y, aunque, el estado proporcione mas fuerzas especiales y carabineros en las calles para reprimir al pueblo, este se mantendrá fuerte ya que sin el primer salto contra el torniquete del metro las personas no se habrían dado cuenta, que todas las demandas sociales nos identifican y que se debe luchar para conseguir el bien común. La identidad es, por encima de todo, un dilema. Un dilema entre la singularidad de uno/a mismo/a y la similitud con nuestros congéneres, entre la especificidad de la propia persona y la semejanza con los/as otros, entre las peculiaridades de nuestra forma de ser o sentir y la homogeneidad del comportamiento, entre lo uno y lo múltiple. Pero la identidad es también un constructo relativo al contexto sociohistórico en el que se produce, un constructo problemático en su conceptualización y de muy difícil aprehensión desde nuestras diferentes formas de teorizar la realidad social. (Íñiguez, L. Identidad: De lo Personal a lo Social. Un Recorrido Conceptual. 2015, La constitución social de la subjetividad. pág. 209) Tajfel define la identidad social como la conciencia que tenemos las personas de pertenecer a un grupo o categoría social, unido a la valoración de dicha pertenencia. La valoración positiva o negativa sustenta respectivamente una identidad social positiva o negativa. Tal polaridad está determinada por el mantenimiento con éxito o no, de una distintividad positiva. La distintividad se fundamenta en dos procesos de naturaleza complementaria, la comparación y la competición sociales. (Íñiguez, L. Identidad: De lo Personal a lo Social. Un Recorrido Conceptual. 2015, La constitución social de la subjetividad. pág. 214) Uno de los ejemplos de identidad social más destacable de este movimiento social en Chile fue la marcha multitudinaria del 25 de octubre, donde familias, amigos, rostros públicos se unieron y manifestaron su descontento, llegando a ser la marcha más grande de Chile con 1,3 millones de personas, unidas por una misma causa. Además, cabe destacar que muchas mujeres a lo largo del país y del mundo se sintieron identificadas por el colectivo feminista “Las tesis” con el himno contra la violencia de género “Un violador en tu camino”. A esto se le sumaron más intervenciones, como por ejemplo “Alicia va al Sename”, donde se hace alusión a las condiciones y vivencias que tiene que pasar un niño en este centro gubernamental, generando en sí, que la ciudadanía se sienta informada y concientizada con respecto a estos temas que de alguna manera no salen a la luz, y si se hacen conocidos no hay ninguna acción por mejorar la situación. Así que, yo me identifico con este movimiento, junto a miles de personas más a lo largo del país. Conclusión. Esta claramente definido que los miles de ciudadanos se sienten identificadas con este movimiento, más allá de las diferencias en cuanto a edad, sexo, orientación sexual, ideología política, las diferencias individuales pasan a segundo plano para formar esta gran identidad que por dos meses nos ha identificado como país. La lucha que se está viviendo en este momento quedará plasmada para siempre en la historia de nuestro país y en la vida de cada uno de nosotros, formando también parte de nuestra identidad, formando también una nueva cultura, o eso se espera, que sean cambios para lograr una situación de igualdad. El poder ejercido en este momento por parte del gobierno es inadmisible. Chile merece un cambio. Un verdadero cambio. Bibliografía González, N. 2003. El poder de la comunicación en los conflictos sociales. Punto Cero, 8, 6, pág. 44-45) Íñiguez, L. Identidad: De lo Personal a lo Social. Un Recorrido Conceptual. 2015, La constitución social de la subjetividad. pág. 209, 214. Información basada en clases de Psicología Social II.