Artículo 1: Integridad. Como contadores públicos, mantendremos la ética en el ejercicio de
esta profesión y no seremos perjudicados. En todas las circunstancias, actuaremos con integridad, honestidad, dignidad y sinceridad.
Artículo 2: Objetividad. Para nuestros contadores públicos, la objetividad representa:
imparcialidad, abnegación y actuar sin prejuicios en todo lo que corresponde al ámbito del desempeño profesional.
Artículo 3: Independencia. Los contadores han demostrado un pensamiento y un juicio
completamente independientes en su práctica profesional, creyendo que todo esto es incompatible con los principios de honestidad y objetividad, y que la independencia de juicio es de suma importancia.
Artículo 4: Confidencialidad. Como contadores públicos, estamos obligados a mantener la
confidencialidad profesional. A menos que tengamos obligaciones o derechos legales o profesionales, no divulgaremos los hechos o circunstancias que hayan aprendido en el curso de la prestación de servicios profesionales por ningún motivo.