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TEXTO Y TEORIA: ESTUDIOS CULTURALES DIRECTORAS IRIS M. ZAVALA Y LUZ RODRIGUEZ-CARRANZA CONVERGENCIA DE TIEMPOS Estudios subalternos /contextos latinoamericanos estado, cultura, subalternidad EDITADO POR ILEANA RODRIGUEZ a AMSTERDAM - ATLANTA, GA 2001 Photo of Ingapirca ruins, Ecuador: Taken on July, 2001 by Crit Minster. ‘The paper on which this book is printed meets the requirements of ‘180 9706: 1994, Information and documentation - Paper for documents - Requirements for permanence’. ISBN: 90-420-1215-3 ions Rodopi 8.V,, Amsterdam - Atlanta, GA 200! Printed in The Netherlands PARTE I: ESTUDIOS SUBALTERNOS Heana Rodriguez: La enerucijada de fos Estudios Subalternos. Postmarxismo, desconstruccionismo, postcolonialismo y Multiculturalism. fees 5 Hamid Dabashi: No so subalternista, 49 Gyan Prakash: La imposibilidad de la historia subalteria ono 61 Alberto Moreiras: Hegemonia y subalternidad 0. n John Beverley: {Puede ser gay la nacién? Subalternidad/ Modernidad/Multicult PARTE H: CONTEXTOS LATINOAMERICANOS Ricardo J. K: Ja conciencia de man: ¢Cémo reconst os subalternos? = son 103 Florencia Mallon: Promesa v di Subalternos: Perspectivas a pau latinoan A essere = "7 Valter Mignolo: Colonialidad del poder y subalterniddad 0... 155 PARTE Ill: ESTADO, CULTURA, SUBALTERNIDAD Carlos Vilas: (Jn)justicia por mano propia: linchamis os en el México contemporéneo sevnsnenonennnneces 185 Josefina Saldaita: La irresistible seduce val bajo la politica ag Sofia Montenegro: La democracia dificil... 29 Doris Sommer: Cortez en las cortes La imposibilidad d storia subalterna 61 La imposibilidad de la historia subalterna* Gyan Prakash Ahora que el término subalterno ha adquirido vi alld del_ campo de estudios del Sur de Asia, es el momento para reflexionar sobre su uso como un concepto general de p significativamente criticas en relacién con el poder. {De qus la atencién hacia el subaltemo oftece una perspectiva critica? Yo no quiero aqui repetir ensiyos sobre la contribucién de las investigaciones de los Estudios Subalternos, 0 sobre la naturaleza de sus giros y cambios, mi propésito mis bien es reexaminar un elemento que desde mi punto de vista ha jugado un papel importante en conferir tun giro radical al concepto del subalterno. Un sentido de imposibilidad ha marcado siempre la escritura de la historia del subaltemo, Siempre ha existido una subrayada percepcién de que el proyecto de ‘recobrar’ al subalterno como un sujeto-agente de carne y porque por definicién la subalternidad implica’ una posicién “menor” que no puede ser averiguar retrospectivamente. Asi,.se.entiende que el proyecto de escribir la his smo no puede alcanzar sus objetivos. Pero esto no significa que las historias del subalterno no puedan ser escritas. Si la subalternidad se define por una cierta “carencia,” ella también se constituye como intratable, resistente a la apropiacién completa inante. {Pero como debemos entender esta intrat En los discursos dominantes el subalterno aparece como una figura que reside fuera de las categorias autorizadas, significando una lidad, mis alli del ambito de la razén. Sin embargo, se ble a las téenicas de representacién dominantes. Los relatos de la élite, por ejemplo, a menudo describen al campesino como una encamacién de mitos y supersticiones, fuera del dominio de la modemidad y la razén, En esta representacién est mo de que lo que yace fuera del ambito de la razén, “el campesino supersticioso,” puede también conocerse. Este discurso contiene dentro de sf una paradoja sin solucién: de un lado, proyecta al 62 Gyan Prakash subalterno como un Otro irraci de la razén de autoridad mis Claramente, !a cor Otro externo, que sin embargo es conocible como tal por—el Ser—es una artimaiia de la dominancia, una proyeccién de otredad auto mada, Este no es un detalle desconocido, pero lo menciono a también produce la ilusién de podian, esto es, entender y deseribit iad al poder, libre de las dist producidas por ia representacién dominante del subsalterno como , una parte menor y no ica de autoridad, se insiniia a si misma “recobrar” la historia misma, en En vez de aceptar tal presupuesto impuesto por idea es que nosotros debemos entender la subalternidad Jo intratable que emerge ica aquelllo de lo que el discurso dominante no puede apropiarse completamente, una otredad que resiste ser contenida, Pero precisamente porque 1a dor facasa al apropiarse la incomensurabilidad radical del su a la presencia recalcitrante de la subalternidad, graba que no puede subaltemidad en si que puede ser re subaltemista. De una manera bastante simple, deseo sugerit que la ubalternidad irrumpe dentro del sistema de dominancia y marca sus imites desde dentro, que su externalidad a | del conocimiento y poder emerge dentro del si pero solamente como uni n, como un trazo de lo que elude el discurso dominante. Es esta existencia parcial, ineompleta, storsionada lo que separa al subalterno dela élite. Esto significa que el subalterno presenta pos jegeménicas no como ut otredid inviolable desde el sino desde dentro del funcionamiento del poder, forzando contradicciones y dislocaciones en el discurso dominante, y proporcionando fuentes para una ot inmanente, rma 63 Permitanme ilustrar esto con un ejemplo sacado de mi investigacién sobre la historia de la modernidad Hindé.' A fines del siglo XIX, los reformistas intelectuales hindiies de la India britinica enfrentaron las presiones conflictivas de dos demandas opuestas. Por tun lado, 1a. emerg ‘modernidad pedia que la cultura indigena se despojara de su dife y fuese remodelada a imagen y semejanza de la razdn occidental. Por otro lado, la asociacién de la ciencia con el poder c demandaba que la razén hablase en la lengua de la cultura indi autoridad emergiese dentro de La innegable diferencia de en este punto del dilema que aparecid un poderoso proyecto para jones” y “mites.” No debe efecto de la reforma era identificar y consti j6n quitdndole todo lo que (C0 ¢ itracional. En este sentido, la ciencia no se contra la religién sino que se preocupé por iculdndolo de todo lo que pareciese su magia reescribiendo la reli despojando jares de su orden € encerré en una bat sr su dominio, desar supersticién. La ciencia traba identificandola en textos reformados y jerarquizad las exerecencias “impropias,” ideando nuevos est n, a la par de otras religiones, tales como el Cris Islamismo, y el Judaismo, Subrayar la formacién del Hinduismo como una religién, y ta cuidadosa defensa de sus fronteras, fue la in de una mueva postura frente a Dios, Ya no fue Dios una diferencia desconocida més allé del Ser; sino més ahora reducible al conocimiento y la experiencia del sujeto. Esto fue una transformacién crucial porque colocd al Ser, armado del poder ¢ n todopoderosa, Para este Ser, el mundo no era nada mas que una extensién de su propio ser y Dios estaba al alcance de su horizonte de conocimiento, negando que Ja existencia del Ser este 64 Gyan Prakash cuerpo de creer servir de base a India. permitia formular y proponer el derecho autoridad moderna y universal era la nacién. Mientras al Occidente podia debido a su expa bal asegurar la universalidad de su razon a despecho de su pa idad, al colonizado se le nego este afirmar la autonomni La dominacién extranjera c: para demandar lar del colonizado, el igo de los esfuerzos para representar al Hind ional, un cuerpo de ereencias rcionalesy preticas Fibres smitico predicador y Hinduismo de acuerdo A.C) que él consideraba como la iginal fuente de ida por los antiguos Aryas (Aryans) se extendi6 ia a finales del si 1875, te dejé su marca ent indies edtucados en el Norte de la India, Afirmando la superioridad del Hinduismo Veda sobre todas las religiones, la misién del Arya Samaj fue restaurar una jon veda, pristina y clisica, limpia de toda excrecencia “cotrupta” smo el sacerdocio, el sistema de castas el matrimonio de nifios, y la prohibicion de volver a casarse a las viudas y la educaci6n de la mujer. Esta visién de un Hinduismo veda cientifico, puro se bas6 en Ia autoridad y originalidad que Dayamand reclamé para tos Vedas como-ciencia. ~ Dayanand-presentd- este-reclamo implacablemente en sus escritos, discursos, sermones, y en los diferentes debates que sostuvo con sabios Hindies ortodoxos, forma 65 misioneros Cristianos y teélogos Musulmanes. _ Acusando ardientemente a sus oponentes de ignorancia y supersticién, defendid que mientras la ciencia moderna confirmaba la comprensién Veda del ferso, oa nes violaban los principios elementales de la razén. EI rac Lo que era nuevo, del Hinduismo como religi6 autoridad Occidental. autoridad de expulsar del dominio de In religién todo lo que fuese considerado n0. ificacion de las excre del mito y la wagia del Hinduismo fueron el To que era ‘propiamente” cereencias y précticas atribuida = Puranas (compuesta entre e500 AC y el 500 DC), que el Aya. Samaj des trayectoria 2 sncias y artes y religiones, inaron en la India Veda. Pero después cl Mahabharata, cuando los hombres. sabios y fi los Vedas desaparecié o fue perver habjan hecho ignorantes; el fraude, y alos reyes, que sus palabr inciadas por florecieron en el regazo del Iujo, Invent6 el jon para confundir a las masas y no i6 el Hinduismo Purinico, un . [1882] 1963, 369- upcrar el conocimiento 406), ;Cémo pudieron tales falsas ereencias verdadero de los Vedas ignorancia,” no fue capaz de ciencia de los Vedas. A medida que la gente sucumbi embrujador de la poesia’ ‘cual pronto se propago por el mundo con la velocidad de Ja luz" 66 Gyan Prakash (Prasad 1889, 235)°, Bajo la fria luz de la raz6n y Ia ciencia de los Vedas, el Hinduismo Purinico, cuyos mitos, leyendas, y deidades yeron el material de la reli infantil Hinduismo Purdnico consiguié incluso pervertir la en vez de ser considerada como textos les de cieneia, los Vedas Hlegaron a ser una religion X, un cuerpo de ciertas creencias y dogm: Este sentido del decadencia y pérdida de la ciencia de los Vedas alenté la poderosa critica reformista del Arya Samaj del Hinduismo Purdnico y lo precipité en numerosas controversias. Estas criticas y controversias no fueron debates inconsecuentes sobre arcanos asuntos teolégicos sino luchas vitales concemientes a la creacién de un nuevo sujeto nacional en el Arya regenerado, Con el propésito de renovar Ja personalidad Aryan remodelando ta vida diaria, este proyecto obtuvo su inspiracién del Saty-rtha Prak-sh de Dayanand (1882), gran parte del cual fue dedicado a las reglas,de conducta diaria. La amarga denuncia de Dayanand de a astrol como supersticién, por ejemplo, fue alentada por su preocupacién por disminuir la indluencia del clero en la vida diaria de los Hindties. Su posicién era que una vez que la gente ganase el verdadero conocimiento del mundo fisico contenido e depender de los sacerdotes ¥ astrélogos, quienes ignorante atribuyendo enfermedades y mala suerte a las influencias anetarias, El Arya Samaj tlevé el legado de Dayamand hi delante ndo una guerra de panfletos sobre los ereencias Hindites. Blanco frecuente de sus criticas fue el rito del culto de los ancestros, el cual era considerado como una expresin de la creencia irracional de que los muertos de alguna manera sobreviven y retornan para recibir las oftendas hechas por los vives Ridiculizando sin tregua este rito como elaboracién, un panfleto Arya Samaj en Hindi quiso demostrar la irracionalidad del ritual entendiéndolo literalmente: gen de la Si el fluido de la comida consumida por el Brahaman es transvasado, entonces este no se volveri sangre, y el Brahaman morira, Si se transforma en sangre y Iega hasta que mantuvo superioridad iasubalterna 67 sus ancestros, e de los Brahamanes, asesinandolos. Ademis, jtaran por la carencia de sangre, pero nosotros sen ver de esto que los Bral tados durante el shr-ddha (culto de los ancestros) se hacen fuertes y saludables durante los fas del fesicjo. Asi, el argumento de ustedes no tiene sentido. Tampoco ustedes pueden decir que sus ancestros consumen la comida ofrecida a s inhalando la respiracién del Brahaman, porque posiblemente no podrian sobrevivir al respirar el aire nnauscabundo, esto es “el gas de acido carb que nosotros exhalamos (Arya Samaj 1893, 3-4) Controlar la distorsién grotesca y estereotipada del rito del culto de los ancestros respondia al deseo de extirpar del Hinduismo Veda, aquéllo que no lo podia asimilar como racional, Habiendo dotado al sujeto Hindi de una conciencia que abarcase 1a transcendencia de Dios, el Arya S: estaba dispuesto a conceder que el int yvesado por definiciones ‘opuestas, por ideas que rechazaban la transcendencia del Ser. La constituci demandaba el control de ereencias y précticas que le eran contra ‘Arya Samaj bused establecer la autoridad de la razon Veda ndo vigorosamente los Puranas como mito y constituyé a los Puranas como una otredad subaltema, externa al Hinduismo auténtico, enteramente ininteligi como una categoria de conocimiento y creencia y sin embargo completamente conocible como supersticion Los estereotipos y distorsiones con los cuales el Arya Samaj busco representar los Puranas como imposibilidad de su proyecto. decaimiento y pérdida, al encanto seductivo del mito y 1a poesia Purdnica habla clocuentemente del fracaso de apropiacién que Enmanuel Levinas Otro absoluto,” el otro que es inconmensurable con el Ser, por lo tanto fuera de su entendimiento y resistente a la supresién. Yo leo la campaiia de la magia y de Ta supersticién contra los Puranas como una expresién de la inhabilidad de anular fa exterioridad que excede al Ser, Esta carencia se enraiza en las condiciones contingentes desiguales de! poder/conoci pero el discurso dominante lo tergiversa como una cuest no la incomp: razén, Asi, estigmatiza a los Puranas como Epica a su dominio de comprensién y critica. Es a 10 produce magia y supersticién y las separa de la ro produce y persigue la pueden por si solos servir de materia a una alternativa de reli que podria caer presa de las estrategias autorizantes del discurso, Pero en Ja medida en que apuntan a de que el proyecto de én fue forzado, dirigen nuestra atencién 2 dominancia encuentra al reglar de nuevo los y existe surge dentro de la dominancia, puntualizando 1a tra jtura indigena en religion. La condicién para escribir la del subalterno, entonces, no pide que concibamos. la fermidad como dominio més alld de la dominancia 0 fuera de nuestro discurso, sino que sugiere que ado dentro de las aquello que con: en como menor o fuera, Desde este punto de vista, no es que Ios Puranas sefalen una alternativa al Hinduistno ‘mismo intento (fallido) de traducirlos en mito poesia trae a luz la posibilidad de superar el imperativo de arregla cultura y el poder segin las demandas del Hinduismo como una una cuestidn de exterioridad; eso que hace la posicin del subalterno un punto de vista critico no es su presummida existencia fuera det poder, Por el contrario, la ap: c * subaltema, he sugerido, es siempre relaciones de poder. Los conocimientos y temas del subalterno registran su presencia al actuar sobre el discurs obligindolo a caer en sus propias contradiecion en lenguas. Tal modo de presencia no surge de uns 1a existencia a priori sino de las complicaciones de poder, habitando las dobleces que produce en el t dominancia, Contingente y parcial, la presencia irruptiva del jemno se presenta como contraria a las estrategias para representar y describir Ia subalternidad misma, Porque palimpsestos del subalterno, impresi gjercida por lo “menor,” nunca la fuerza misma. Dado este hecho, las “recuperacion” practicadas por los historiadores pueden fadas como Ia respuesta disciplinaria a la perturbante dindmica del subalterno. El proyecto de escribir subalternas, por otto lado, ha Ievado sicmpre consigo el reconocimiento de que debe fracasar para satisfacer el deseo de la a de una reconstruccién completa y positivista, Es este rechazo a aceptar la exterioridad radical (rns alld de I que permite al estudiante subalterno cues del progt subalterno abre posibilidades para la esi toria como una practica critica Moder 882) 1963, Traduciclo por Pablo de ta Petia

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