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El soldado y la muerte

Comienza a mil leguas de nunca más, tras 20 años de guerra, con un soldado de
alma noble
Es la historia de un soldado que vuelve de la guerra y, camino a casa se
encuentra con tres mendigos con los que compartió lo último que le queda: tres
panecillos, el último de los mendigos le regala dos objetos mágicos, una baraja y
un saco en el que entrará cualquier cosa tras recibir la orden de su dueño. Con
estos objetos, se va a un palacio donde estaban adueñados unos demonios, al
entrar allí el soldado apuesta con ellos, saliendo él ganador y así consigue sacar a
los demonios del palacio, llenándolos en el saco, pero cuando el soldado
abre el saco, salen volando, pero logra alcanzar a uno de ellos y al arrancarle el
pie le hace jurar que lo va a servir fielmente y estos asustados regresaron al
infierno dejando así libre el palacio, el soldado se va a vivir allí con su esposa y su
hijo, pero su hijo se enferma y ve que la muerte está cerca, reniega que eso es
obra del mismo diablo y al nombrarlo este aparece para cumplir su juramento y
así recuperar su pie, el soldado le pide que cure a su hijo y el diablo le muestra
una copa donde aparece la muerte, pero la muerte está a los pies del niño, lo cual
dice que el niño puede salvarse, el soldado riega el agua de esta copa en la
cabeza de su hijo y el niño se recupera, el soldado le pide al diablo que le de la
copa a cambio de su pie y allí lo libera de su promesa, el soldado decide recorrer
el mundo haciendo milagros, pero pasa el tiempo y él se enferma y con la copa en
su mano, le pide a la muerte que entre en su saco y con la muerte atrapada, ya
nadie muere, el soldado finalmente comprende que la muerte no puede estar
atrapada en su saco y la deja libre para que cumpla su misión. Pero la muerte
asustada, no quiere volver a ver al soldado y así esta no llega nunca al él. Un día
decidió bajar al infierno, pero no lo dejaron entrar y pidió salvar a 200 almas y un
mapa del cielo. pero cuando se dirigió al cielo, tampoco lo dejaron entrar, entonces
encaminó sus pasos a la tierra y continua su andar.

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